Predica; 24 de Marzo de 2019
VIVIENDO COMO CRISTIANOS VERDADEROS CON PIEDAD
INTRODUCCIÓN:
Ha sido emocionantes estos tres meses
de este año, que estamos pasando, llenos de aprendizaje y llenos
de experiencias que nos han permitido ser mejores para llegar a parecernos a
Jesucristo; Pero ahora ya casi comenzamos un nuevo mes: ABRIL
y necesitamos una vez más añadir otro ingrediente más a nuestras vidas
espirituales y ésta es: LA PIEDAD. Una VIRTUD: que es la acción de lo
que creemos la cual es muy necesaria en el mundo convulsionado e individualista
de hoy. (2 Pedro 1:5 al 7) “5Vosotros también, poniendo toda
diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; A la virtud, conocimiento; 6Al conocimiento, dominio propio; Al dominio propio, paciencia; A
la paciencia, PIEDAD; 7A la piedad, afecto fraternal; Y al
afecto fraternal, amor”. LA PIEDAD
es el sentimiento de compasión, de misericordia que produce alguien que sufre y
padece. También: La Virtud
que es inspirada, por el amor a Dios, tierna devoción a las cosas santas, y,
por el amor al prójimo, actos de amor y compasión. Cómo el Amor entrañable que
consagramos a los padres y a objetos venerados. Cómo la lástima, la misericordia,
la benevolencia, la generosidad, la humanidad, la caridad, la bondad, y la condolencia.
La palabra PIEDAD, que
significa devoto o bueno. También es
como, un sentimiento que impulsa al reconocimiento y cumplimiento de todos los
deberes, no solo para con la Divinidad, los padres, la patria, los parientes,
los amigos, sino para con
todo ser humano. (1 Timoteo
3:16) “E indiscutiblemente, grande
es el misterio de la PIEDAD: Dios fue manifestado en carne, Justificado
en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el
mundo, Recibido arriba en Gloria”. (2
Timoteo 3:5) “Que tendrán
apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; A éstos evita”.
Entonces, podemos ver claramente que existen
dos clases de PIEDAD,
una verdadera que está en Jesucristo
y la otra piedad es la que está en la
apariencia (Mateo 15:7 al 9)
“7 Hipócritas, bien profetizó de
vosotros Isaías, cuando dijo: 8 Este
pueblo de labios me honra; Mas
su corazón está lejos de MÍ. 9
Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos
de hombres”. La PIEDAD
VERDADERA se relaciona con
una relación real, verdadera, vital y espiritual con Jehová Dios,
mientras que la piedad de apariencia se refiere a los actos externos de las
prácticas religiosas o ceremonias, que pueden ser realizadas por la carne. ¿Cuántas
veces no hemos sido engañados nosotros al creer que una persona religiosa, es
una persona piadosa? Esto sería una apariencia de piedad; Pero no se trata de
lo externo; sino de pureza de corazón.
Todos de alguna manera sabemos que
estamos viviendo en un mundo donde los valores éticos, morales y sobretodos
espirituales han perdido completamente su validez. La influencia del mundo
moderno, y la falta de Dios en el
hombre han traído como consecuencia la degeneración de estos valores
importantes para la vida social y espiritual
de los Seres Humanos. No
podemos negar en ningún momento que estas influencias negativas están siendo
reflejadas en la iglesia cristiana de hoy rebajando el grado espiritual de cada
uno de nosotros. Quiero que reflexionemos en esta mañana en unos de los
VALORES espirituales más
importantes para la madures y
el crecimiento espiritual del
Cuerpo de Cristo y es sin duda
viviendo conforme a la PIEDAD.
Su significado moderno la define como cariño
filial, lastima, misericordia, compasión, religiosidad,
compasión. Sin embargo, su
significado espiritual va mucho más allá de unos simples adjetivos. Piedad también significa Amor por las
cosas Santas de Dios. En las
Sagradas Escrituras se usa exclusivamente en (Hebreos 3:12) “Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros
corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo”. Esto es traducido por Piedad y por
Santidad. De manera que piedad
es amor por Dios y todo lo relacionado con El y esto incluye la calidad
de vida que cada uno de nosotros podamos disfrutar cuando las cosas santas de
Dios forman parte de nuestro estilo de vida. Es por esta razón que: Vivir
conforme a la piedad es un principio importante para vivir un estilo de
vida que agrade a Dios. ¿Qué debemos tomar en cuenta para que esto sea una
realidad en nuestras vidas? Las
Sagradas Escrituras, nos
muestran al respecto tres afirmaciones que debemos tener en cuenta: Un ser humano, conforme a la Piedad se
afirma a las Sanas Doctrinas y Palabras de Jesucristo. (1 Timoteo 6:3 al 5) “3 Si alguno
enseña otra cosa, y no se conforma a las Sanas Palabras de nuestro Señor
Jesucristo, y a la Doctrina que es
conforme a la Piedad, 4 está
envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras,
de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, 5 disputas necias de hombres corruptos
de entendimiento y privados de la
VERDAD, que toman la PIEDAD
como fuente de ganancia; Apártate de los tales”. La Sana Doctrina de Cristo, es la Palabra de Dios, es el
fundamento de nuestra fe y por lo tanto somos fortalecidos cuando ella forma
parte de mis prioridades y de mi estilo de vida. No es adaptar el mensaje de Dios a mi vida es más bien adaptar mi
vida al mensaje de Dios. Cuando soy capaz de adaptar el mensaje de Dios
a mi vida es cuando empezamos a vivir un vacío espiritual incalculable y
llegamos al envanecimiento. Sin embargo, cuando vivo la Palabra de Dios y pongo
mi vida en obediencia a Dios es entonces cuando comienzo a AMAR AQUELLAS COSAS SANTAS DE DIOS que me hacen crecer y
madurar espiritualmente. Amar las
cosas santas de Dios me hacer luchar por ellas hasta alcanzar borrar de
mi vida aquellas cosas que me impedían obedecer a Dios, glorificar a Dios,
servir a Dios, amar a mi amigo a mi hermano. Este es el punto de partida y lo que Dios y Padre
Celestial, quiere de nosotros. El punto de partida es Jehová Dios en Jesucristo en tu corazón,
lo demás viene gradualmente al
caminar la vida que Dios quiere que caminemos hasta poder alcanzar la madurez
espiritual necesaria. Vivir conforme a la Piedad es disfrutar la vida
cristiana como una experiencia diaria con Jehová Dios, por medio de Jesucristo,
es también ser capaz de amar las mismas cosas que ama Dios, es vivir en sincronía con nuestro Padre
Celestial, es ser el reflejo
de Dios en nuestro diario andar.
Un
hombre Conforme a la Piedad se Contenta con lo que Posee.
(1 Timoteo 6:6 al 10) “6 Pero gran
ganancia es la PIEDAD acompañada de
contentamiento; 7 Porque
nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. 8 Así que, teniendo sustento y abrigo,
estemos contentos con esto. 9 Porque
los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias
necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; 10 Porque
raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando
algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”. Unos de los principios básicos que
nos enseña la Palabra de Dios es que “donde este tus tesoros ahí estará tu
corazón”. Cuando hablamos de tesoros
no solamente hablamos de dinero sino de todo aquellos que amamos grandemente y
tiene prioridad en mi vida. El
amor al dinero y a los bienes materiales nos impide priorizar aquellas
cosas y valores que permanecen. Cuando amamos a tales cosas nos
estamos extraviando de la fe y desvalorizamos lo que verdaderamente necesitamos
amar y conservar. Amar y luchar por lo que verdaderamente vale la pena es una
cualidad necesaria para todo aquel que quiera vivir en santidad.
Reflexionemos
sobre el dinero: Con dinero se compra el Placer, pero no el Amor. Con dinero se compra el espectáculo, pero no
la Alegría. Con dinero se compra un
Esclavo, pero no un Amigo. Con dinero se compra una Mujer para Esposa, pero no una ayuda idónea. Con
dinero se compra una Casa,
pero no un hogar. Con dinero se compran
Alimentos, pero no la Paz con que se comen. Con dinero se compran Medicinas, pero no la
Salud. Con dinero se compran Diplomas,
pero no la Sabiduría. Con dinero se compran
Libros, pero no la Inteligencia. Con dinero se compran Escuelas, pero no la Educación. Con dinero se compran Tranquilizantes, pero no
la Paz. Con dinero se compra la Indulgencia,
pero no el Perdón. Con dinero se compra
la Tierra, pero no el Cielo. Las
bendiciones espirituales no se compran, se obtienen a medida que nos esforzamos a obedecer, agradamos
a Dios. Las riquezas
espirituales se obtienes por el resultado del sacrificio nuestro en una vida
consagrada y dedicada al servicio a Dios y a los
demás.
Un
ser humano conforme a la Piedad pelea y enseña a pelear la buena Batalla de la
Fe. (1 Timoteo 6:11,12) “11 Mas
tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la JUSTICIA, la PIEDAD,
la FE, el AMOR, la PACIENCIA, la MANSEDUMBRE. 12 Pelea la buena batalla de la fe,
echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho
la buena profesión delante de muchos testigos”. La vida cristiana es carrera no de velocidad, es más bien una
carrera de resistencia y la gana todo aquel que haya sabido invertir
correctamente el potencial que Dios le ha dado para vencer los gigantes de la
vida porque todos tenemos gigantes que vencer. ¿CUÁLES SON ESTOS GIGANTES? Primeramente, el DESÁNIMO:
Como Vencer El Desánimo y la Ansiedad. (1
Reyes 19:4,5) “4 Y él se fue por
el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo:
Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. 5 Y echándose debajo del enebro, se
quedó dormido; Y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come”. Podemos
preguntarnos: ¿Por qué viene el desánimo a nuestras vidas? ¿Cómo comienza la ansiedad?
¿Cuáles son las señales del desánimo en una persona?
Veamos
un ejemplo en las Sagradas Escrituras, por medio de la vida de Elías:
(1Reyes 19:1 al 3) “1 Acab dio a Jezabel la nueva de todo
lo que Elías había hecho, y de cómo había matado a espada a todos los profetas.
2 Entonces envió Jezabel a Elías un
mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a
estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos. 3 Viendo, pues, el peligro, se levantó
y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí
a su criado”. ¿Cómo podemos detectar
que algún ser querido está entrando en una etapa de desánimo o ansiedad? Algunas
señales son el aislamiento, la falta de fuerzas, el cansancio
y la falta de visión, lo mismo pasó con el profeta Elías. Como
vemos en el versículo de arriba Elías estaba cansado después de una gran
victoria y por eso no pudo aguantar la amenaza de Jezabel, entonces se alejó en
el desierto, se sentó a lado de un arbusto y el ángel de Jehová Dios lo
encontró y le dijo: (1Reyes 19:7) “Y
volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque
largo camino te resta”. Hoy Dios nos dice lo mismo, si alguien de
nosotros nos encontramos desanimados o con ansiedad por algún fracaso, una
pérdida o injusticia, levantémonos y comamos de la PALABRA DE DIOS, porque largo viaje hacia el éxito nos
espera. Hoy aprenderemos cuales son
las señales del desánimo y la ansiedad, y como vencer el desánimo
y la ansiedad, veamos los siguientes puntos:
1.
AISLAMIENTO:
(1 Reyes 19:4) “Y él se fue por el desierto un día de
camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta
ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres”. Muchas veces cuando hay ofensas no
perdonadas o coraje guardado esto se puede convertir en un desanimo, y cuando no lidiamos con el DESÁNIMO
entonces se convierte en ANSIEDAD. Aun los cristianos estamos expuesto
al peligro del desánimo, así como le pasó al profeta Elías. Vemos que lo
primero que hace el profeta es aislarse en un desierto y caminar todo un día.
Esto representa ser antisocial, cuando comienza actuar como un ermitaño y se
aleja de la iglesia, de la casa de paz, la familia. Uno ya no quiere
interactuar o convivir con las personas aun en el matrimonio, los esposos
duermen separados. Cuando esto
comienza a pasar en una persona ponga atención porque esto puede ser una señal
de desánimo. Recordemos que
el aislamiento no es la solución a los problemas fuimos creados para vivir en
comunión unos con otros.
2.
INACTIVIDAD: (1 Reyes 19:5) “Y echándose
debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le
dijo: Levántate, come”. El profeta se sienta a la sombra del arbusto con ganas
de morir. Un hombre activo, un hombre de Dios y de oración de repente es
inactivo, se cierra y se aísla porque está cansado, desanimado. Después de
retar, vencer y matar a cientos profetas de Baal, se cansa, es intimidado por una
ofensa de Jezabel y se vuelve pasivo. Por
ejemplo, cuando el esposo se desanima por tanto escuchar a su esposa
renegar, o un hermano(a) se ofende en la iglesia, ya no se sienta
enfrente para oír la Palabra de Dios si no que oye desde afuera muchas veces,
era una persona servicial y se convierte en una persona inactiva.
3.
DESEO DE MORIR: (1 Reyes 19:4) “Y él se fue por
el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando
morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que
mis padres”. «¡Estoy harto, Señor! —protestó—. Quítame la vida, pues no soy
mejor que mis antepasados». Hay gente
que ya no tenían ganas de vivir y el brillo de la vida, y desean que
Dios ya venga por su vida. Están
fatigados, enfadados y amargados de la vida, ya no quieren
seguir luchando por su matrimonio, retos personales o sueños, les
da igual vivir o no vivir. Comienzan a tener pensamientos de
suicidarse, dejar el ministerio, regresar al pasado. Unos quieren rendirse,
esconderse y ya no existir.
4.
BAJA AUTOESTIMA: (1 Reyes 19:6) “Entonces él miró,
y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de
agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse”. «¡Estoy harto, Señor! —protestó—.
Quítame la vida, pues no soy mejor que mis antepasados.» Elías comienza a compararse con sus antepasados y a menospreciarse.
Cuantas veces te has comparado con tus hermanos o hermanas cuando ellos han
logrado cosas que tú no has podido lograr. Uno
comienza a exaltar a los demás y degradarse a uno mismo, el enemigo logra
plantar semillas de baja autoestima haciéndote pensar que eres inútil,
menos o no cualificado como padre, hijo(a), esposo(a), líder etc. y por causa
de estos pensamientos su comportamiento comienza a cambiar y tu nivel de
desempeño comienza ser mediocre.
5.
COMO PERSONAS PARECEMOS VIVIR CIEGOS Y DESCONECTADOS (1 Reyes
19:1 al 9) “1
Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que Elías había hecho, y de cómo había
matado a espada a todos los profetas. 2
Entonces envió Jezabel a Elías un
mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto
tu persona como la de uno de ellos. 3 Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su
vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. 4 Y él se fue por el desierto un día de
camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta
ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. 5 Y echándose debajo del enebro, se
quedó dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come. 6 Entonces él miró, y he aquí a su
cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y
bebió, y volvió a dormirse. 7 Y
volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y
come, porque largo camino te resta. 8
Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó
cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios. 9 Y allí se
metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él Palabra de Jehová, el cual
le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?”. Cuando
estamos pasando por esas noches oscuras y dolorosas muchas veces nos
cegamos, no vemos la mano de
Jehová Dios y nos
desconectamos en la fe. De repente está sirviendo en la iglesia,
trabajando, estudiando por rutina y compromiso, pero no lo hace sin propósito o
visión. Estamos en la casa de oración,
la iglesia o en tu casa, pero si nuestro corazón está en la noche el desánimo entonces
poco a poco se está desconectando de la fuente esencial quien es Jehová Dios.
6.
AHORA VEAMOS COMO VENCER EL DESÁNIMO: Recordemos
que nosotros no somos el centro del mundo, sino Jesucristo. Muchas veces
tendemos a encerrarnos en “nuestro” mundo falso lleno de melancolía y
distracciones que nos retrasa en los planes de Dios. No hay que encerrarnos, es
mejor buscar ayuda, rendir cuentas, orar y confiar en Dios. Dejemos de ser
egoístas. (Filipenses 2:3,4) “3 Nada
hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada
uno a los demás como superiores a él mismo; 4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también
por lo de los otros”. No nos
enfoquemos en nuestras preocupaciones personales porque Dios conoce cada una de
nuestras necesidades y el las suplirá a su debido tiempo. Recordemos
que cuando nosotros cuidamos de la obra de Dios entonces ÉL cuida de nosotros. Seamos
de bendición a alguien en cada día. Perdonemos las faltas de los demás y las de
nosotros. (Proverbios 17:9) “El que
cubre la falta busca amistad; Mas el que la divulga, aparta al amigo”. (1 Reyes 19:15,16) “15 Y le dijo Jehová: Vé, vuélvete por
tu camino, por el desierto de Damasco; Y llegarás, y ungirás a Hazael por rey
de Siria. 16 A Jehú hijo de Nimsi
ungirás por rey sobre Israel; Y a
Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea
profeta en tu lugar”. De seguro que cuando llevamos un mensaje a alguien
para que se ocupe de algo que nosotros hemos estado deseando, se experimenta
un desanimo, por supuesto que sí, sientes que no rindes lo suficiente, pero cundo
Dios te llama a empoderar a alguien y ser de bendición. Por lo tanto, tenemos
que desechar: La envidia, la hipocresía,
la falsedad, el amor al dinero, la soberbia, la falta de amor, la imprudencia y
otros sentimientos… Entonces, ¿Cómo se pelea la buena batalla de la FE? Se
pelea la buena batalla de la fe huyendo de lo que pueda manchar nuestra vida. Se
pelea la buena batalla de la fe recordando que existen testigos. Testigos que tienen que ver en nosotros
el reflejo de Dios. Muchos nos están viendo, pero sobretodo Dios. Se pelea la buena batalla de la fe
usando las herramientas correctas en los momentos correctos en nuestras luchas
diarias. Se pelea la buena batalla de la fe cuando vivimos con una
perspectiva eterna. Cuando estamos conscientes que todo lo que hagamos aquí en
la tierra tendrá eco en la Eternidad. Cuan
importantes es ser hombres y mujeres
que podamos vivir conforme a la PIEDAD,
amando a Dios y a todo lo que viene de Dios, a todo lo Santo de Dios. PIEDAD es seguir la meta estimando como pérdida aquellas cosas
que nos gustan pero que debemos sacrificarlas por amor a Dios, por amor
Jesucristo, por amor a mi hermano. De
manera que podamos vivir afirmados a la Sana Doctrina de Cristo que es la
Palabra de Dios que es nuestra regla de fe, practica y conducta, que
podamos contentarnos con lo que Dios provee cada día y tomarlo como una grata
bendición de lo alto y finalmente que podamos vivir esta gran carrera
triunfando de fe en fe sabiendo que vivir conforme a la piedad es un principio
importante para vivir un estilo de vida que agrade a Dios.
Hermanos y hermanas, hay un ejercicio básico que los
cristianos tenemos que practicar, y este es el llamado «EJERCICIO
PARA LA PIEDAD» (1 Tim. 4:7) “Desecha
las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate
para la PIEDAD; 8 porque el
ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha,
pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera”. Y, ¿por qué es esto
tan importante? Porque el beneficio
es muy grande. El provecho
que esto tiene no es solo para hoy, sino aun para la eternidad. Pablo
nos dice que la piedad «tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera» (1 Tim. 4:8) “Porque el ejercicio
corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente,
y de la venidera”. La palabra vida aquí no es la vida humana; en el griego, es
la vida de Dios. El Espíritu de
nuestro Padre Celestial y nuestro espíritu humano. Cuando creímos en el
Señor Jesús, nuestro espíritu humano, que estaba muerto a causa del pecado, fue
renovado por el Espíritu Santo. Dios es espíritu, y por esa causa, cuando creó
al hombre, lo creó a Su imagen, y puso en él un espíritu humano.
Los ángeles son espíritus; Ellos no tienen cuerpo. Pero nosotros fuimos creados no solo con un cuerpo, sino también con un
alma. Somos almas vivientes, tenemos sentimientos, pensamientos, y podemos
ejercer nuestra voluntad. Pero más que esto, tenemos también un espíritu. Y
porque fuimos creados con un espíritu, podemos comunicarnos con Dios, porque
Dios es Espíritu, y solo el espíritu puede comunicarse con el Espíritu. Por
desgracia, a causa del pecado, la comunión se perdió. Dios dijo a Adán: (Gn. 2:17) “Del árbol de la ciencia del
bien y del mal no comerás; Porque el
día que de él comieres, ciertamente
morirás”. Sin embargo, Adán desobedeció, y comió. Pero, ¿él murió ese
día? No. Vemos que él vivió cientos de años, y la vida de ninguno de nosotros
se compararía con los años que él vivió. Y no solo eso; él tuvo hijos e hijas. ¿Qué es lo que murió? Su espíritu
de su mente. Porque Adán
perdió su conexión con Dios, su espíritu estaba muerto y ya no pudo
comunicarse con Dios.
El conocimiento común, del cual ya hemos hablado, es el
que viene a nuestra mente. Pero el discernimiento es un
conocimiento directo, que
viene a nuestro espíritu de nuestra mente. (1 Juan 2:27) dice “Pero la unción que vosotros recibisteis de ÉL
permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; Así como
la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira,
según ella os ha enseñado, permaneced en ÉL”. Hay un conocimiento de Jesucristo que no depende de nuestra mente, sino de
tu Espíritu Santo, que en nuestra alma
estamos siendo enseñados directamente por el Espíritu Santo. Él Espíritu Santo, no solo nos enseñará
las cosas grandes, sino también las cosas pequeñas. Hermanos, en las cosas pequeñas, podemos
decir: «No necesito orar, no
necesito buscar al Señor, porque esto es algo pequeño; yo lo puedo hacer solo».
Solo en las cosas grandes, recién empezamos a comprender. «Oh», decimos, «no estoy capacitado para esto; entonces,
voy a orar; tenemos que esperar en el Señor Jesucristo». Y así vivimos nuestra vida cristiana,
pero esto es un error. Porque, para que crezcamos
espiritualmente, es necesario que el Espíritu Santo nos Enseñe en las
cosas grandes, y también en
las cosas pequeñas. Esta forma de conocer al Señor Jesucristo es
diferente; Es un conocimiento
interior. El Espíritu Santo nos dará luz y revelación, nos
dará sabiduría e iluminará nuestro discernimiento. Nosotros lo conocemos interiormente, y
esta es la manera real de conocer al Señor Jesucristo, un Conocimiento
experimental, no un conocimiento objetivo sino un conocimiento personal, del
Señor Jesucristo.
Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor. Si usted no tiene la
intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de entregarla a otra
persona interesada. Para la difusión gratuita entre cristianos, se permite fotocopiar
esta hoja (por favor no cambiar el texto).
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