Predica; 24 de Febrero de 2019
LA
FE, LA JUSTICIA Y LA MISERICORDIA
En mi humilde postura, parte de la
vida cristiana que debe caracterizarse por oír el consejo (LA VOZ) de Dios, la cual lees en la Palabra (como la mejor opción) y llevarla a la acción a través de las
obras. Desde esta perspectiva, de la Palabra que guía nuestro camino (Salmo 119:105) “Lámpara es a mis pies tu Palabra, y lumbrera a mi camino”, LA FE, viene por el oírla (Romanos 10:17) “Así que LA FE es por el oír, y el oír, por la Palabra
de Dios”. O leerla (Josué 1:8) “Nunca se apartará de tu boca este Libro
de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes
y hagas conforme a todo lo que en él Está
Escrito; Porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá
bien”, se manifiestan también
en las obras (Santiago 2:17) “Así también LA FE, si no tiene obras, es
muerta en sí misma”. Gran
parte de las Enseñanzas en la congregación de “Mi Libertador” tienen
relación con estos puntos, sin embargo, el ejercicio de estos debería ser
individual. Cómo Iglesia, en
la Sana Doctrina de Cristo, debemos de centrar y accionar cara a
cara con la sociedad que nos rodea, porque la labor de la iglesia es llevar las buenas nuevas más allá
de un simple movimiento evangelístico que Enseña la Sana Doctrina de Cristo,
solo sobre la FE; Es también la necesidad de atraer la JUSTICIA y
la MISERICORDIA. Misericordia y justicia… suenan como a las cosas
que hace una fundación o una organización de beneficencia pública, etc., ¿Un
ministerio exclusivo de Dios o de quienes trabajan en una organización? No, en
el Sermón del Monte, en el libro de Mateo, Jesús dice: (Mateo 5:7) “Bienaventurados
los misericordiosos, porque
ellos alcanzarán misericordia”. Y también en: (Mateo 5:20) “Porque os digo que, si vuestra justicia no fuere
mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos”.
El tema de LA FE es un tema central en la Palabra de
Dios, pero a la vez es un tema del cual NO muchos lo
conocen realmente. Todos quisiéramos no solo tener fe sino también una “FE PODEROSA” para obtener
respuestas a la oración, milagros, etc, pero la mayoría de las veces nos
sentimos frustrados. La pregunta es:
¿Cómo hacer para desarrollar UN NUEVO NIVEL DE FE?
Para continuar, en las Sagradas
Escrituras nos dicen: (Romanos 1:17) “Porque en el
Evangelio la Justicia de Dios
se revela POR FE y PARA FE,
como Está Escrito: Mas el justo por LA FE vivirá”. Cuando nos convertimos a Cristo y lo
recibimos como nuestro Señor y Salvador personal, “LA FE”
tuvo mucho que ver. Esa fe
que Dios nos dio, sirvió para que podamos creer y dar el paso de obediencia
para llegar a ser hijos de Dios. Esa fe sirvió para ser declarados justificados
o justos por Dios (Romanos 5:1,2) “1 Justificados,
pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo; 2 Por quien también tenemos entrada por la fe
a esta Gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la Esperanza
de la Gloria de Dios”. Así como la
vida cristiana comienza con fe, debe continuar en fe. Es por esta razón que nuestra vida
cristiana debe de ser “PARA
FE", en todo lo que
hacemos en nuestra nueva vida en el Reino de Jesucristo. Al nacer de
nuevo hemos recibido una “medida de fe” (Romanos
12:3) “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre
vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme
a la medida de fe que Dios repartió a cada uno”, la cual Dios espera que sea desarrollada con el paso del tiempo.
En (2 Tesalonicenses 1:3) leemos: “Debemos
siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra FE VA CRECIENDO,
y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás”. La fe es
como un músculo, que al ejercitarlo va a ir tonificándose y creciendo a la vez.
LA FE VERDADERA está enfocada en nuestro Padre Celestial,
en la Persona de Jesucristo,
pues Escrito está en (Hebreos 12:2)
“Puestos los ojos en Jesús, el Autor y consumador de la fe,
el cual por el gozo puesto delante de ÉL sufrió la cruz, menospreciando el
oprobio, y se sentó a la diestra del Trono de Dios”. Es muy claro lo que este Versículo nos enseña que la fe es
Cristo-céntrica. La fe es el ingrediente necesario para agradar y
complacer a Jehová Dios. Además, la fe trae recompensa al cristiano de parte de
nuestro Padre Celestial. (Hebreos 11:6)
dice: “Pero sin fe es imposible
agradar a Dios; Porque es necesario que el que se acerca a Dios crea
que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”.
La fe genuina NO proviene de la mente sino del corazón, por favor acompáñenme al Libro de: (Romanos 10:10) “Porque con el corazón SE CREE para Justicia, pero con la boca se confiesa para
salvación”. Con el corazón SE CREE…
(cuando uno tiene fe). Muchos
confunden fe con Esperanza, cuando en realidad la Esperanza es resultado
de la fe. La Esperanza proviene de la mente (1 Tesalonicenses 5:8) “Pero nosotros, que somos del día, seamos
sobrios, habiéndonos vestido con la
coraza de fe y de amor, y con
la Esperanza de salvación como yelmo”. La FE proviene de Jehová Dios y es alojada en nuestro ser
interior, para que la hagamos desarrollar. Podemos preguntarnos:
¿Hasta dónde se puede desarrollar nuestra fe?
Veremos ocho ejemplos en las Sagradas Escrituras, porque es la Palabra de Dios Escrita, dónde se nos
revelan diferentes tipos o niveles de fe. Veamos cuáles son:
1. LA FE DE TOMÁS. La fe de Tomás es aquella
que dice: “SI NO LO VEO NO CREO”. Es una fe palpable, basada
en lo que se ve no en lo que se cree. Cuando le dijeron que Jesús había resucitado, él
dijo: (Juan 20:25) “Le dijeron,
pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los
clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi
mano en su costado, no creeré”. Por esta razón es que Jesús,
luego le dijo: (Juan 20; 27 al 29) “27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu
dedo, y mira mis manos; Y acerca tu mano, y métela en mi costado; Y no seas
incrédulo, sino creyente.
28 Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! 29 Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; Bienaventurados
los que no vieron, y creyeron”. Los que no necesitamos ver y creemos
somos Bienaventurados.
2. LA FE DÉBIL. Vallamos al Libro de: (Romanos
4:19) En leemos
acerca de Abraham, el padre de la fe; “Y no se debilitó en la fe al considerar
su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la
esterilidad de la matriz de Sara”. La fe débil limita a Dios y limita los
beneficios y privilegios de Dios debido a la falta o equivocada enseñanza de
las Sagradas Escrituras. La fe débil considera lo natural, nunca mira el Poder
de Dios ni las cosas del Espíritu, no se da cuenta que Dios es Poderoso para
hacer las cosas más abundantemente de lo que pedimos o entendemos (Efesios 3:20) “Y a Aquel que es Poderoso
para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o
entendemos, según el Poder que actúa en nosotros”.
3. LA FE TEMPORAL. En éste Libro menciona esta
clase de fe: (Lucas 8:13) “Los de sobre la piedra son los que, habiendo oído, reciben la Palabra
con gozo; Pero éstos no tienen raíces; Creen por algún tiempo, y en el tiempo
de la prueba se apartan”. Esta clase fe cree sólo de a ratos, por algún tiempo,
pero se cae o falla cuando los problemas vienen. Todos seguramente hemos pasado
por este tipo de fe, pero debemos entrenar nuestra alma a no quedar
estacionados aquí, sino a crecer a nuevos niveles de fe.
4. LA FE ACTIVA. La fe debe
ser activada y no dejarla estancada, sin utilizarla, (si no
se la ejerce o practica), (Santiago 2:17 y 26) “17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. 26 Porque como el cuerpo sin espíritu
está muerto, así también la fe sin
obras está muerta”. Muchos han recibido de parte de Dios una medida de
fe, pero la han guardado y no la están desarrollando. ¿Podemos darnos cuenta de
lo que Dios nos ha dado para desarrollar y alcanzar lo increíble y conquistar
lo imposible?
5. LA FE NO FINGIDA. Esta clase de
fe NO, se jacta NI, se burla de los más débiles espirituales. (1 Timoteo 1:5)
“Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y
de buena conciencia, y de fe no fingida”. En leemos acerca de la fe no fingida.
Esta fe no conoce la hipocresía ni la falsedad que a veces existe en nuestra
iglesia moderna. Esta fe, la de Dios, es una fe caracterizada por la humidad y
la santidad.
6. LA FE FUERTE. Menciona este tipo de fe en el
Libro de: (Romanos 4:20,21) “20 Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios,
sino que se fortaleció en fe,
dando Gloria a Dios, 21 plenamente convencido de que era
también Poderoso para hacer todo lo que había prometido”. Esta clase de fe es
la que rehúsa darse por vencida y rehúsa desanimarse. Esta fue la fe que tuvo
Abraham, cuando se mantuvo creyendo por muchos años que Dios era fiel para
cumplir lo que le había prometido.
7. GRAN FE. Los siguientes Versículos hablan
de un nivel de GRAN FE. El primero es el centurión que se acercó a Jesús para pedir por la
sanidad de su siervo. (Lucas 7:9) “Al
oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la gente que le
seguía: Os digo que ni aun en Israel
he hallado TANTA FE”. LA GRAN
FE (TANTA FE) es la que se determina recibir algo de Dios. Esta
determinación provee UNA GRAN FE.
En el Libro de (Mateo 15:28) leemos
acerca de la mujer cananea en busca de Jesús; “Entonces respondiendo
Jesús, dijo: Oh mujer, GRANDE ES TU
FE; Hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella
hora”.
8. LA FE PERFECTA O DIVINA. En el Libro
de (Marcos 11:21 al 23) leemos: “21
Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro,
mira, la higuera que maldijiste se ha secado. 22 Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. 23 Porque de cierto os DIGO que cualquiera que DIJERE a este monte: Quítate y échate
en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que DICE, lo que DIGA le será hecho”. LA FE Perfecta o Divina es LA FE
de Dios. En el Libro de Marcos donde Jesús dice: “tened fe en Dios” en el original griego dice: “Tened la fe de Dios”. Esta clase de fe es la que habla y las
cosas suceden. Es interesante notar cuántas veces aparece la palabra “DECIR” en el pasaje. ¿Por qué aparecen cuatro veces la palabra
“decir"? Para enseñarnos que la fe de Dios está íntimamente relacionada
con decir o dar la Palabra. Nuestro hablar es la señal de nuestra
fe. En (2 Reyes 4:26) leemos
un ejemplo de esta fe: “Te ruego que vayas ahora corriendo a recibirla,
y le digas: ¿Te va bien a ti? ¿Le va bien a tu marido, y a tu hijo? Y ella dijo: Bien”. La sunamita, que cuando su hijo murió repentinamente,
ella fue a ver al profeta Eliseo,
y cuando Eliseo le preguntó por medio
de su criado Giezi, cómo estaba, le dijo: “Ella dijo: Bien”.
¡Su hijo estaba muerto! ¿Cómo le dijo que todo estaba bien? Ella le dijo esto, porque era una
mujer de fe y sabía lo que Jehová Dios dice en: (2 Crónicas 20:20)
“Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y
mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores
de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro
Dios, y estaréis seguros;
Creed a sus profetas, y seréis prosperados”. Por medio de éste ejemplo nuestro Padre
Celestial, nos habla que también
nosotros podemos tener la misma fe de Dios, cómo esta mujer sunamita, que tenía la fe de Dios,
pues si seguimos leyendo el pasaje veremos que su hijo fue resucitado y ella
tuvo gran gozo y Dios fue glorificado. ¡Decidamos
hoy crecer en nuevos niveles de fe! (2 Corintios 4:7 al 14) “7Pero tenemos este tesoro en vasos de
barro, para que la excelencia del Poder sea de Dios, y no de nosotros, 8que estamos atribulados en todo, mas
no angustiados; En apuros, mas no desesperados; 9Perseguidos, mas no desamparados; Derribados, pero no destruidos; 10Llevando en el cuerpo siempre por
todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se
manifieste en nuestros cuerpos. 11Porque
nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús,
para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. 12De manera que la muerte actúa en
nosotros, y en vosotros la vida. 13Pero
teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está Escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros
también creemos, por lo cual también hablamos, 14sabiendo que el
que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús,
y nos presentará juntamente con vosotros”. Pero, creeremos, siempre y
cuando, que comprobemos en las Sagradas Escrituras, que lo que creo está
Escrito: (1Juan 4:1) “Amados, NO creáis a todo espíritu, sino
probad los espíritus si son de Dios; Porque muchos falsos profetas han
salido por el mundo”.
Creo que en este nuevo mes de Marzo, debemos de
decidirnos para entrar a un
nuevo nivel de FE, para caminar en una dimensión de Fe diferente a lo
que lo hemos estado haciendo, porque
es tiempo de caminar en las GRANDES
PROMESAS de Dios para recibir las tremendas cosas que Él nos ha
prometido. Debemos determinar CREERLE
A DIOS. Por favor acompáñenme al Libro de Números para OÍR LA VOZ de DIOS (Números 14:11,27)
“11Y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta
cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta
cuándo no me creerán, con todas las señales que he hecho en medio de
ellos? 27 ¿Hasta cuándo oiré
esta depravada multitud que murmura
contra MÍ, las querellas de los hijos de Israel, que de MÍ se quejan?”.
La mayoría de las veces, nosotros
nos movemos en un mundo natural, sin estar conscientes de este mundo
espiritual, en el mundo espiritual, operan ciertos principios, ciertas leyes,
por esta razón es que hoy estamos hablando de la FE, pensemos en esto por
favor…; TODA VERDAD ES PARALELA,
por ejemplo: Lo más rápido,
lo más veloz, en el mundo natural, es la luz, la luz viaja a 360 mil Km. por segundo,
es asombroso, eso es lo más rápido que existe en el mundo físico y natural. (Marcos 9:23) “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible”. PERO…, en el mundo espiritual,
nosotros nos movemos en el mundo de los pensamientos, es decir que nosotros
podemos con los pensamientos, hacer cosas muy rápido, pero vivimos en un mundo
físico, que camina muy lento, por ejemplo: En
el mundo espiritual, podemos visualizar nuestra victoria, ver
todo hecho, pero para que en el mundo natural, los elementos, la gente, las
cosas, los recursos, se muevan a este propósito, pero tendremos que poner mucha
defensa en nuestra alma, porque en el mundo espiritual, nos movemos muy rápido. (Habacuc 1:5) “Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos;
Porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la
creeréis”.
POR LA FE, nosotros lo confesamos, lo creemos, lo visualizamos, pero para llevarlo a
cabo y concretar nuestra victoria en el mundo natural, es diferente, porque
muchas veces la lentitud con la que se mueven las cosas en el mundo natural, RETA NUESTRA FE, en el
pensamiento, es rápido, nosotros pensamos y ya está, pero el punto es que lo
natural, finalmente sea doblegado a lo espiritual, y ¿SABEN QUÉ?, ÉSTA
ES, TODA LA BATALLA DE LA FE, ¿POR QUÉ? Porque… Nosotros
ganamos nuestras batallas, cuando lo creemos dentro, lo otro es
un mero trámite, cuando nosotros lo recibimos como una convicción en nuestra
alma, ya está hecho. (Hebreos 11:1) “Es, pues, la fe la certeza de lo que se
espera, la convicción de lo que no se ve”. Jesús
un día, le habló a la higuera y le dijo: ¡Sécate! Algo que para Jesús ya
estaba seca, sin embargo, Pedro necesito de 24 hrs. hasta ver la higuera seca y
recién creer, por esta razón, Nuestro Padre Celestial por medio del apóstol Pablo
dice que el Libro de Marcos, lo que esto significa; Creí, por lo cual hablé,
por eso cuando crees y lo confiesas, es cuando se hace real. (Marcos 11:13,14,20 al 24) “13
Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en
ella algo; Pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo
de higos. 14 Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti.
Y lo oyeron sus discípulos. 20 Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se
había secado desde las raíces. 21
Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste
se ha secado. 22 Respondiendo Jesús,
les dijo: Tened fe en Dios. 23 Porque de cierto os digo que
cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en
su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.
24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os
vendrá”. Cuando creemos y
recibimos la Palabra de nuestro Padre Celestial y recibimos que Dios,
ya nos lo dio, aunque pase un
tiempo, siga creyendo en Dios, porque todo su mundo, todo lo que le rodea
finalmente, se va a doblegar a esa Palabra de Fe que nosotros hemos abrazado,
que hemos tomado y creído, que nosotros le hemos creído a Dios, así es que
animémonos y perseveremos, porque el mundo natural se mueve muy lento.
Si nos vamos a levantar en este mundo, para decir
que tenemos un GRAN DIOS, Todo
Poderoso, si nos vamos a levantar para decir que lo que tenemos es mejor, que
lo que tiene la gente de la calle y que tenemos un Dios que todo lo puede, si nos
vamos a levantar para decir que, caminamos por la Palabra RHEMA de Dios
y que la Palabra RHEMA que tenemos,
es mejor que todo, seremos desafiados y seremos probados, por causa de esta
Palabra, Jesús dijo: Yo les di mi palabra y el mundo los aborreció. (Juan 17:14) “YO les he dado tu Palabra; y el mundo los aborreció, porque
no son del mundo, como tampoco YO
SOY del mundo”.
¿Qué significa confesar la Palabra? La Palabra
confesión, significa decir lo mismo que Dios dice frente a una
circunstancia determinada, es alinear nuestra palabra, con la PALABRA de Dios,
por ejemplo: Cuando alguien cercano
nuestro se enferma, lo que hacemos es pararnos en la palabra para decir: Te declaro sano. (Isaías 53:5) “Mas ÉL herido
fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; El castigo de nuestra
paz fue sobre ÉL, y por su llaga fuimos nosotros curados”. Porque, la PALABRA de Dios dice; Que por su llaga
nosotros fuimos sanados, entonces nos levantamos para declarar la PALABRA ESCRITA, y alinear nuestra
palabra con la PALABRA de Dios y simplemente declarar
lo mismo, esto es la confesión de Fe,
la palabra comprobar; Es decir lo mismo que Dios dice,
sobre algo determinado. (Mateo 13:35)
“Para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: Abriré en
parábolas mi boca; Declararé cosas
escondidas desde la fundación del mundo”.
Si estamos pasando ahora un momento difícil (Mt 11:28)
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y YO
os haré descansar”, Jehová Dios tiene una Palabra sobre esto y cuando
nos alineamos su hablar, y alineemos nuestro hablar, con la PALABRA
de Dios y comencemos a hablar
lo mismo que Dios habla referente a nuestras circunstancias, las circunstancias
van a cambiar a favor de quien declare la PALABRA
DE FE, y ESTO ES FE. (3 Juan 1:2) “Amado, yo deseo que
tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así
como prospera tu alma”.
Una cosa muy importante que debemos de aprender es que
la FE, nunca va separada del hablar. (Romanos 10:10)
“Porque con el corazón se cree para Justicia, pero con la boca se confiesa
para salvación”. Cada vez que los discípulos le decían a Jesús; Señor, danos Fe, o auméntanos la Fe, Jesús no les Enseñó
nada raro, nada místico, sino que simplemente LES ENSEÑÓ A HABLAR FE, la
Fe tiene que ver con lo que hablamos, Jesús dijo: Si tuvieres Fe, como
un grano de mostaza le diríais al monte que se corra y te obedecería, ¿hablar al monte? (Mateo 17:20) “Jesús
les dijo: Por vuestra poca fe; Porque de cierto os digo, que si tuviereis fe
como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se
pasará; y nada os será imposible”. Ahora…, sé que no es racional hablar al
monte, no es racional hablarle a
una higuera, la PALABRA dice que: Jesús, le dijo al mar, calla, enmudece…,
¿Cuántos de ustedes le han hablado al
mar? ¿Verdad que pasaría por
loco? pero la FE, le habla al mar, a los problemas, a las circunstancias. (Mateo 21:21,22) “21 Respondiendo
Jesús, les dijo: De cierto os digo que,
si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la
higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho. 22 Y todo lo que pidiereis en oración,
creyendo, lo recibiréis”. Pablo dice: Creí, por lo cual hablé
(2Corintios 4:13) “Pero teniendo el
mismo espíritu de fe, conforme a lo
que está ESCRITO: Creí, por lo cual hablé, nosotros
también creemos, por lo cual también hablamos”. Entonces todo
tiene que ver con HABLAR FE, cuando vamos al médico porque nos duele
todo, el médico lo primero que le dice es, saque su lengua, ¿Por
qué? Porque por la lengua el
médico puede saber lo que le está pasando, de igual manera si queremos conocer la salud espiritual de alguien,
solo dejémoslo hablar, en cinco minutos sabremos si este hombre
o esta mujer es una persona de Fe o es un incrédulo, y que
tiene en su corazón. (Hebreos
5:11 al 14) “11 Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de
explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. 12 Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo,
tenéis necesidad de que se os vuelva a Enseñar cuáles son los primeros
rudimentos de las Palabras de Dios; Y habéis llegado a ser tales que tenéis
necesidad de leche, y no de alimento sólido. 13 Y todo aquel que
participa de la leche es inexperto en la Palabra de Justicia, porque es
niño; 14 pero el alimento sólido es para los que han
alcanzado madurez, para los
que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del
bien y del mal”.
LA FE y la incredulidad
están construidas de palabras, por ejemplo, cuando alguien
es incrédulo, esta persona habla incredulidad, cuando alguien
tiene FE, HABLA FE,
siempre Jesús les enseñó a sus discípulos a hablar, las Sagradas Escrituras
dicen que un día Jesús reprendió los vientos y al mar, y les dijo: Calla,
enmudece, esto es asombroso (Mr 4:39) “Y
levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza”, HABLAR FE, es lo más Potente que
existe. Hay mucha gente que
se queda enrollada en un problema y todo el tiempo habla de lo mismo, entonces mantiene vivo el problema y lo trae siempre de regreso al escenario, cuando entramos en
esta ACTITUD, el problema
crece y viene sobre nosotros como un gigante armado y nos quita la creatividad,
la capacidad de soñar y la capacidad resolutiva, y nos transformamos en victimas
del problema. (Miqueas 7:19) “El
volverá a tener misericordia de nosotros; Sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar
todos nuestros pecados”. ¿Por qué?
Porque la incredulidad está hecha de palabras, y Fe está hecha de palabras,
cuando HABLAMOS FE, hablamos de la solución y de la victoria,
en vez de hablar del problema, lo que nosotros simplemente hacemos, es sacar
del escenario el problema y establecer la victoria del Padre, veamos, hoy en día la enfermedad del siglo es la
diabetes. (Mateo 13:54 al 58)
“54 Y venido a su tierra, les Enseñaba
en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde
tiene éste esta sabiduría y estos milagros? 55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María,
y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? 56 ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues,
tiene éste todas estas cosas? 57 Y
se escandalizaban de ÉL. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en
su propia tierra y en su casa. 58 Y
no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos”.
Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor Preciado. Si usted no tiene la intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de
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