miércoles, 20 de noviembre de 2019

NO ACTUAMOS COMO TODO EL MUNDO


Predica; 10 de Febrero de 2019
NO ACTUAMOS COMO TODO EL MUNDO
Todos enfrentamos, los problemas y las dificultades en la vida, que vienen con fuerza para destruirnos, amedrentarnos y atemorizarnos; Nuestra lucha no es contra carne y sangre porque el diablo anda como león rugiente. (2 Corintios 10:3 al 6) “3 Pues, aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino Poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el Conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la Obediencia a Cristo, 6 y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta”. Las Sagradas Escrituras dicen que somos un pueblo de vencedores y más que vencedores, porque Jesucristo venció, nosotros vencemos (Rom. 8:37) “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”. Pero tenemos 8 armas para vencer por Ej. de Josafat (2 Crónicas 20) HUMILLACIÓN, ORACIÓN – (vs. 3) “Entonces él tuvo temor; Y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá”. POR LA AYUDA DE DIOS - (vs.4) “Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová; Y también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová”. RECONOCER LA GRANDEZA DE DIOS – (vs. 6,7)6 y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿No eres tú Dios en los cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal Fuerza y Poder, que no hay quien te resista? 7 Dios nuestro, ¿No echaste tú los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre?”. RECORDAR LAS PROMESAS DE DIOS – (vs. 8,9)8 Y ellos han habitado en ella, y te han edificado en ella Santuario a tu Nombre, diciendo: 9 Si mal viniere sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia, o hambre, nos presentaremos delante de esta casa, y delante de ti (porque tu Nombre está en esta casa), y a causa de nuestras tribulaciones clamaremos a ti, y tú nos oirás y salvarás”. CONFIAR EN DIOS - (vs. 15) “y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios”. OBEDECER A DIOS. Porque Espíritu de Dios te indicará lo que has de hacer, para actuar o esperar. - (vs. 16)Mañana descenderéis contra ellos; He aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis, y los hallaréis junto al arroyo, antes del desierto de Jeruel”. CREER A DIOS - (vs. 20) “Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; Creed a sus profetas, y seréis prosperados”. ADORAR, ALABAR Y GLORIFICAD A DIOS – (vs. 18,19, 22)18 Entonces Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo todo Judá y los moradores de Jerusalén se postraron delante de Jehová, y adoraron a Jehová. 19 Y se levantaron los levitas de los hijos de Coat y de los hijos de Coré, para alabar a Jehová el Dios de Israel con fuerte y alta voz. 22 Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros”. Para Disfrutar de la paz de Dios por medio de Jesucristo; Podemos aplique este principio de guerra a los problemas de nuestra vida: (Zacarías 4:6) “Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es Palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con MI Espíritu, ha dicho Jehová de los Ejércitos”. La batalla de los pensamientos es la batalla más importante que tenemos que aplicar estos versículos de, 2 Corintios 10:3 al 5, que leímos al principio: Ahora en la versión (TLA) “Es verdad que vivimos en este mundo, pero no actuamos como todo el mundo, ni luchamos con las armas de este mundo. Al contrario, usamos el Poder de Dios para destruir las fuerzas del mal, las acusaciones y el orgullo de quienes quieren impedir que todos conozcan a Dios. Con ese Poder hacemos que los pecadores cambien su manera de pensar y obedezcan a Cristo”. El Estudio de la Palabra de Dios, en las Sagradas Escrituras, nos llevan siempre a aprender algo nuevo y a ampliar el Conocimiento que ya hemos adquirido, por eso es bueno e importante y más en los tiempos actuales que estamos viviendo, el mensaje de Dios para nuestras vidas. Nuestro Padre Celestial por medio del Apóstol Pablo, denota la importancia del mensaje dónde interpreta a la mente del ser humano, en un conflicto cotidiano de lucha contra los malos pensamientos. Todos estamos en la condición de la naturaleza humana y vivimos dentro de esta condición, pero no militamos según la carne, el Apóstol solía utilizar la señal de una guerra, representando la vida y las pruebas de un ministro cristiano.
La Sana Doctrina de Cristo, son Enseñanzas verdaderas y puras, vienen de Dios y llevan a Él y las acompaña con su Poder en los corazones de aquellos que la oyen, ésta Sana Doctrina de Cristo, es la que nos permite derribar las fortalezas, y es la que se refiere Nuestro Padre Celestial por medio del Apóstol Pablo. Desafortunadamente existen personas que los principios de razonamiento u opiniones son muy personales y los usan para asumir sus propios sistemas éticos, las enseñanzas pretendidamente sublimes. Cómo no tienen ningún sustento dejan a un lado, la obediencia a Jesucristo, la conducta y bendición en contra de los ídolos paganos de todas las épocas, por esta razón, la bendición del Evangelio no existe entre los paganos modernos. El apóstol Pablo en su tercer viaje misionero a Corintios y en una breve estadía de tres meses, Escribe la más influyente de las epístolas paulinas (Hechos 20:2) “Y después de recorrer aquellas regiones, y de exhortarles con abundancia de palabras, llegó a Grecia”. La Epístola a los Romanos. Como siempre y con la Bendición de Dios que lo acompañaba el Espíritu Santo, quiero mencionar un versículo de esta epístola, (Romanos 8:5) “Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; Pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu”. Nuevamente en la alerta de la Sana Doctrina de Cristo, de Dios en la vida cotidiana del hombre, el cuidado de los malos pensamientos y sus consecuencias, el deseo carnal en el hombre natural, veamos cómo es esto. Pero aquellos que son del Espíritu y fueron redimidos de sus pecados a través de la sangre expiatoria de Cristo, se ocupan de lo Espiritual, pasan de tal manera de lo temporal; Que no pierden los VALORES y ENSEÑANZAS de la Palabra de Dios que es ETERNA. Ahora veamos el significado de andar en la carne, porque en la carrera espiritual, nuestra meta es llegar al final y ser aprobado por Dios, nuestro Padre Celestial, para no haber corrido en vano; Pues desde hace mucho tiempo se nos ha Enseñado diciendo: (1 Corintios 9:24) “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis”. También se nos dice que no es el que se alaba a sí mismo el que es aprobado: (2 Corintios 10:18) “Porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba”. En el mundo, siempre vamos a estar expuestos, al pecado y a las obras de la carne y es obvio que vamos a producir, de acuerdo a la naturaleza que opere o domine en nosotros; Porque un Espíritu es el que Dios ha hecho morar en sus hijos y otro espíritu es el que opera en los hijos de desobediencia. Veamos (Efesios 2:1 al 3)1 Y ÉL os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás”. Jehová Dios quiso que nuestra naturaleza fuese carne, fuimos formados del polvo de la tierra, hizo Dios nuestra carne y nuestros huesos y todos vinimos a participar de la carne y sangre, según la voluntad de Dios. (Génesis 6:3) “Y dijo Jehová: No contenderá MI Espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; Mas serán sus días ciento veinte años”. Nos damos cuenta entonces que la carne es nuestro sostén en este mundo, y mientras permanezcamos en él, nos veremos siempre afectados por lo referente a la carne, la salud, la enfermedad, la vejez, las pasiones, etc.- Jesús nos enseñó refiriéndose a la naturaleza humana, diciendo: En (Juan 3:6)Lo que es nacido de la carne, carne es; Y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es”. El permanecer en la carne expone al cuerpo a muchas cosas, entre ellas podemos mencionar: El pecado y las enfermedades. Andar en la carne y por su naturaleza, no pueden heredar los bienes espirituales; Pues la carne está condicionada por el tiempo, a morir y a padecer. El Señor Jesucristo, conociendo la naturaleza humana, quiso participar de la carne y la sangre; Para solidarizarse con la raza humana y darle una oportunidad de traspasar la naturaleza humana y renacer en la naturaleza Espiritual. En (Hebreos 2:14,15)14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, ÉL también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, 15 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre”.  La carne en sí misma, según el Señor Jesucristo, dice que para nada es provechosa, porque es el Espíritu el que da vida al cuerpo. Lo cual podemos leer en, (Juan 6:63)El Espíritu es el que da vida; La carne para nada aprovecha; Las Palabras que YO os he hablado son Espíritu y son vida”. Es la Palabra de Dios, en las Sagradas Escrituras son las que trasladan el CONOCIMIENTO ESPIRITUAL, para que cada uno aproveche el significado de Dios en las vidas de las personas y saber que hemos sido salvados de un destino cruel, terrible y temible.
Pues el pecado arrastra, pierde y mata, a los seres humanos. Por medio del apóstol Pablo nuestro Padre Celestial, nos da un ejemplo y hace una exposición sobre el significado de andar en la carne, diciendo lo siguiente: (Romanos 7:17 al 24)17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. 18 Y yo sé que, en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; Porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. 19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. 20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. 21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: Que el mal está en mí. 22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; 23 Pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. 24 ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?”. Es interesante ver cómo, nuestro Padre Celestial, por medio del apóstol concluye esta parte con una pregunta, que tiene una única respuesta: LA OBEDIENCIA A JESUCRISTO. Reconocemos que andamos en la carne, pero que nuestra militancia, no opera según la carne, y que las decisiones que tomemos en la carne (cuerpo), determinarán el destino eterno del ser espiritual que habita en nosotros. Leamos por favor: (2 Corintios 5:10) “Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo”. Mientras permanezcamos en el cuerpo, siempre vamos a estar expuestos, el peligro siempre va a estar presente para nuestra condición espiritual, pero va a depender de nosotros, que naturaleza va a dominar y a operar. Pues se nos dice que: (2 Corintios 11:3) “Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo”. (Romanos 6:12)NO REINE, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias”. Andar en la carne, no significa hacer la voluntad de la carne y hacer lo malo, más bien es una oportunidad para probar, que podemos ser aprobados por Dios, si nos arrepentimos de nuestras debilidades en la carne, de nuestros pecados, de nuestros malos deseos y pasiones, y le damos paso a la naturaleza espiritual para que gobierne en nuestras vidas, rindamos nuestra voluntad a Dios. ¡Él te ama! Y no sabemos cuándo será nuestro último día en la carne. Puede ser hoy nuestra oportunidad. También debemos de aprender a derribar los argumentos que se levantan contra el conocimiento de Dios. Tenemos que saber derribar los argumentos que se levantan contra el conocimiento de Dios. Los de este mundo quieren pensar que ellos tienen razón en rechazar la Verdad de las Sagradas Escrituras. Ellos piensan que hoy en día hay nuevo conocimiento que es superior a lo antiguo. Con todo el avance científico, piensan que tiene que ser que el conocimiento va mejorando. Para poder soportar este argumento tienen que decir que la verdad es relativa. Por ejemplo, hago esta pregunta; ¿Cuáles son los argumentos que se levantan contra el Conocimiento de Dios? Son argumentos promovidos por los más potentes medios de comunicación. Lo que la gran mayoría cree es lo que más a menudo se escucha. La historia ha probado una y otra vez que la mayoría no siempre tiene razón. Cristóbal Colón probó que la mayoría estaba equivocada en creer que la tierra era plana. Nicolás Copernio probó que la mayoría estuvo equivocada en creer que el sol giraba alrededor de la tierra. Luis Pasteur probó que la mayoría estuvo equivocada en creer que los gérmenes tienen un principio espontáneo. Hay los que dejan sus sentimientos determina lo que, para ellos, es la verdad. Si se sienten bien en creer algo dicen, para mí es la verdad”. Ellos menosprecian la Verdad revelada en las Sagradas Escrituras. Su religión se trata mucho en sentimientos y poco en conocimiento. Para ellos, no hace falta pasar el tiempo estudiando. En vez de buscar conocimiento, buscan experiencia. Pero la experiencia sin verdad es la amenaza y miseria del cristianismo insensato. Para poder derribar estos argumentos tenemos que saber razonar y hacer preguntas. Es prudente preguntar si las filosofías modernas tienen buenos resultados. Hay filosofías que suenan bien en teoría, pero no rinden buenos resultados. Otra pregunta es si la filosofía sirve en levantar una barrera en contra de la maldad. Por ejemplo: La ciencia ha descubierto algunas cosas maravillosas. La televisión, por ejemplo, es una maravilla, pero está siendo usada para corromper la humanidad. Se puede decir lo mismo del Internet y el teléfono celular. En vez de ser usados para bien, son usados para el mal. Lo de bueno del conocimiento de Dios es que sirve para promover buenas relaciones humanas y frenar la maldad. Una crítica del cristianismo es que aun en los países cristianos hay un alto nivel de crimen. Es verdad, pero la gran mayoría de los que se llaman cristianos no lo son. El cristianismo bíblico no aprueba la maldad. La palabraDERRIBARes una palabra militar. Tenemos que saber que, si estos argumentos quedan en pie, nos impedirán de tener plena confianza en el conocimiento de Dios. Tienen que ser derribados. Cada ejército tiene un capitán. Jesucristo es nuestro capitán. Tenemos que tener plena confianza en lo que él dice. Tenemos que dejar a ÉL controlar nuestra manera de pensar. Cada vez que nos damos cuenta de que un pensamiento no concuerda con la Sana Doctrina de Cristo, (Enseñanza bíblica), tenemos que derribarlo. Al principio de mi caminata con Dios yo tuve temor de hacer esto. Yo pensaba “tal vez esto va a llevarme a algunos conflictos graves en la vida”. Sin embargo, después de caminar con Dios por varios años puedo decir que ni una sola vez me he encontrado en un conflicto grave por hacer caso a lo que Dios dice en su Palabra. Las armas de nuestra milicia son Poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. Nos conviene adiestrarnos en manejarlas. Ahora podemos hacernos esta pregunta: ¿Qué significa caminar en la carne y andar en el Espíritu? ¿Qué dicen las Sagradas Escrituras acerca de las diferencias entre estos dos caminos? Primeramente; ANDAR EN EL ESPÍRITU, nuestro Padre Celestial por medio del apóstol Pablo Escribe caminar en el Espíritu con una “E” mayúscula lo que significa que la Palabra Espíritu tiene un significado de sustantivo propio que es de Jehová Dios el Espíritu del que se habla en, (Gálatas 5:25) “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu”. (Colosenses 1:9,10)9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del Conocimiento de su Voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, 10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el Conocimiento de Dios”. Si un creyente está caminando de una manera digna del Señor Jesucristo “y es” totalmente agradable a Él entonces estará “llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el Conocimiento de Dios” por lo que alguien que está caminando en el Espíritu de Dios estará produciendo buenos frutos que demuestran que él o ella está caminando en el Espíritu y que también está “creciendo en el conocimiento de Dios”. Esto significa que ellos tendrán necesariamente una sed y un hambre de la Palabra de Dios y estarán leyendo las Sagradas Escrituras, Estudiando la Palabra, oyendo las enseñanzas de las predicaciones, y como consecuencia, creciendo en el conocimiento de Dios. Tenemos un ejemplo más en la vida de, David que tuvo esta hambre y sed también, (Salmo 42:1,2) “1 Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. 2 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?”. Esto nos da una imagen de un ciervo que ha estado caminando hacia las corrientes de agua, lo cual es indicativo de tener una sed no sólo por la Palabra de Dios, sino por Justicia. Esto se une con un hambre de Dios y cualquier persona que tiene hambre de Dios está devorando la Palabra de Dios, que es el PAN de cada día que todos necesitamos para sostenernos en nuestro caminar diario con Dios. No somos justificados por la manera de nuestro caminar, sino por estar en Cristo Jesús.
Ahora veamos el segundo camino de CAMINAR EN LA CARNE. Nuestro Padre Celestial por medio del apóstol Pablo nos dice en el Libro de los Gálatas de la que: (Gálatas 5:22 al 25)22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu”. Lo mismo que vivir por el Espíritu o mantenerse “en andar con el Espíritu” es caminar en el Espíritu o ser controlado por el Espíritu de Dios por no ceder nuestros cuerpos a “la carne con sus pasiones y deseos”. Por medio de Pablo nos revela que la evidencia de un creyente es la fidelidad, mansedumbre, dominio de sí mismo y otras características del fruto del Espíritu de nuestro Padre Celestial y que “los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos”. Si no lo han hecho, entonces no han crucificado la carne, sino que todavía caminan en la carne. Al caminar “por el Espíritu” no vamos a “satisfacer los deseos de la carne” (Gálatas 5:16) “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne”. Cuando no estamos caminando en el Espíritu de Dios, vamos a gratificar los deseos de la carne así que esa es la diferencia entre caminar en el Espíritu y caminar en la carne. Los frutos u obras que producimos dan evidencia de que estamos caminando en el Espíritu, o caminado en la carne. Así es como podemos saber si estamos o no estamos caminando en el Espíritu. Es, por esta razón, que nuestro Padre Celestial, por medio del apóstol Pablo Escribió (2 Corintios 10:3) “Pues, aunque andamos en la carne, no militamos según la carne”, porque (2 Corintios 10:4) “porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas”. Pablo tenía gran preocupación por todas las iglesias para que no caminaran en la carne, porque las consecuencias son muy graves y el costo muy alto a ser pagado, la muerte (Romanos 6:23) “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Él continúa diciendo que Jesús en (Romanos 8:4 al 8)4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; Pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. 6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. 7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; Porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8 Y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios”. Nuestro Padre Celestial, condenó al pecado en la carne: (Romanos 8:3) “Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne”. ¿Por qué no debemos caminar según la carne, sino conforme al Espíritu? Porque los que viven conforme a la carne piensan en las cosas de la carne, pero los que viven conforme al Espíritu piensan en las cosas del Espíritu. CONCLUSIÓN: Si nunca has nacido de nuevo (Juan 3:3) “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”, (Juan 3:18,36)18 El que en él cree, no es condenado; Pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el Nombre del unigénito Hijo de Dios. 36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; Pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”. (Rom. 8:8) “y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios”. Si alguien rechaza a Jesucristo, ha rechazado su única esperanza de vida eterna y la paga por esta elección es la muerte eterna (Romanos 6:23) “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. (Romanos 3:23) “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. Jesús vino a la tierra y nació de una virgen, vivió una vida sin pecado, pero se hizo pecado por nosotros, por eso cuando Dios el Padre nos mira, Él no ve nuestro pecado, pero Él ve la justicia de Cristo y Él pone su justicia a nosotros (2 Cor 5:21) “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en ÉL”. Hoy, si has oído su voz, arrepiéntete y confia en Él, porque hoy puede ser tu día de salvación (2Cor 6:2) “Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; He aquí ahora el día de salvación”. Si no lo haces, y Jesús regresa antes, te enfrentarás a una eternidad sin Cristo y a la ira eterna de Dios (Apocalipsis 20:11 al 15)11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. 12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. 13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. 14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”. ILUSTRACIÓN: Una vez un niño llamado Arturo hijo de una hermana de Laly, que un día me preguntó a como su tío de él, de qué tamaño es Dios. Entonces al mirar al cielo, le dije a Arturo, que viera el avión que pasaba en lo alto, y le pregunté a Arturo de qué tamaño él lo veía el avión. Arturo me contestó: -Muy pequeño, tanto que ni se alcanza a ver. Entonces un día lo llevé al aeropuerto y al estar cerca de un avión le pregunté: -Y ¿Ahora de qué tamaño es el avión? Y Arturo me respondió muy asombrado: -Tío Victor, es enorme. Entonces le dije: – Del mismo modo es Dios para tí. Su tamaño va a depender de la distancia que tú tengas de Él, y así mismo tu experiencia con Él. Cuánto más cerca estés de Dios, Mayor Él será en tu vida.              Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor Preciado.

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