Predica; 22 de Septiembre de 2019
¡¡ALIMENTANDO
SANAMENTE AL REBAÑO DE JESUCRISTO!!!
La iglesia necesita, La Sana Doctrina de
Cristo para poder enfrentar lo complejo de nuestra vida en la fe, en Jesucristo. (2 Timoteo 4:2) “2 Que prediques la PALABRA;
Que instes a tiempo y fuera de tiempo; Redarguye, reprende, exhorta con toda
paciencia y DOCTRINA. 3 Porque vendrá tiempo cuando NO sufrirán la SANA DOCTRINA, sino que teniendo comezón de oír, se
amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la VERDAD el oído y se volverán a
las fábulas”. Empecemos, preguntándonos
¿Qué es la Sana Doctrina de Cristo? La Sana Doctrina de Cristo es “Enseñanza
dónde todas tus preguntas sean contestadas con las Verdades en las Sagradas
Escrituras”. Añadir el término “SANO” a la “DOCTRINA” enfatiza la definición
con las palabras de “SALUDABLE” y “ADECUADO”. (1 Timoteo 1:8-11) “8 Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; 9 Conociendo esto, que la ley no fue
dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los
impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y
matricidas, para los homicidas, 10 para
los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los
mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la SANA DOCTRINA, 11
según el GLORIOSO EVANGELIO
del Dios Bendito, que a mí me ha sido encomendado”. Por tanto, ¿Por qué querer seguir haciendo rituales de la ley? Una
definición de lo que las Sagradas Escrituras quieren decir cuando habla de la Sana
Doctrina de Cristo es la siguiente: La Sana Doctrina de Cristo es la única Enseñanza
respaldada con las Sagradas Escrituras, (2 Juan 1:7-11) “7 Porque muchos engañadores han salido
por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto
hace es el engañador y el anticristo. 8 Mirad
por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo,
sino que recibáis galardón completo. 9 Cualquiera
que se extravía, y NO PERSEVERA en la DOCTRINA de CRISTO,
NO TIENE a Dios; El que PERSEVERA en la DOCTRINA de CRISTO,
ÉSE SÍ tiene al Padre y al Hijo. 10 Si alguno viene a vosotros, y no trae esta DOCTRINA, NO lo recibáis en
casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! 11 Porque el que le
dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras”. La Sana Doctrina de Cristo está
cimentada, en el Poder Transformador del Autor Único, de las Escrituras
Sagradas, Jehová Dios, (Isaías 55:10,11)
“10 Porque como desciende de los
cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la
hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, 11 ASÍ
SERÁ MI PALABRA que
sale de MI BOCA; NO volverá a MÍ
vacía, sino que hará lo que YO QUIERO, y SERÁ prosperada en aquello para que la envié”, que cuando estas
Verdades llegan a un corazón sincero hacen el efecto para la cual fue enviada
por nuestro Padre Celestial desde los Cielos donde Él y Jesucristo Reinan, que te
llevarán a la salud espiritual tanto de los individuos como toda la iglesia. La
Sana Doctrina de Cristo, debe ser el contenido de cada predicación, (Tito 2:1) “Pero tú habla lo que está de acuerdo con la SANA DOCTRINA”, de cada Estudio de las Sagradas
Escrituras, y de cada
alabanza. Por esta única razón, de ser un mandato de nuestro Creador, y
Padre Celestial a quien le debemos Obediencia, no debemos de enseñar ni hablar
nada que no esté de acuerdo con la Sana Doctrina de Cristo, porque las Sagradas
Escrituras hablan por sí solas al decir: (Tito 2:11-15) “11 Porque la GRACIA de Dios se ha manifestado para salvación a
todos los hombres, 12 ENSEÑÁNDONOS que, renunciando a
la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y
piadosamente, 13 aguardando la Esperanza
Bienaventurada y la MANIFESTACIÓN
GLORIOSA de nuestro GRAN Dios y Salvador Jesucristo, 14
quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y
purificar para sí un pueblo propio, celoso
de buenas obras. 15 ESTO HABLA, y EXHORTA y REPRENDE con toda AUTORIDAD.
Nadie te menosprecie”. Todo buen cristiano armoniza con esta Enseñanza.
Debemos
ANHELAR la Sana Enseñanza de Cristo, porque, Jehová Dios ama La Sana
Doctrina de Cristo. Las Sagradas Escrituras ordenan que los predicadores
“retengan la Palabra Fiel que es conforme a la ENSEÑANZA” y que “sean capaces
también de exhortar con la Sana Doctrina de Cristo y refutar a los que
contradicen” (Tito 1:7-9) “7 Porque es necesario que
el obispo SEA IRREPRENSIBLE, como administrador de Dios; NO soberbio, NO iracundo, NO dado al vino,
NO pendenciero, NO codicioso de ganancias deshonestas, 8 sino
hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo,
dueño de sí mismo, 9 retenedor
de la PALABRA FIEL TAL como ha sido ENSEÑADA, para
que también pueda exhortar con SANA
ENSEÑANZA y convencer a los que contradicen”. La Sana Doctrina de
Cristo, fluye de las PALABRAS
de Jehová Dios y de su Voluntad revelada en las
Sagradas Escrituras. Jehová Dios nos dio Su Palabra y para poder
entenderla, la Sana Doctrina de Cristo, para que podamos conocerle, amarle,
obedecerle, y Enseñar a otros acerca de Él y de lo que Él está haciendo por
nosotros en Jesucristo. Amemos esta Enseñanza porque le amamos a Él.
La
Enseñanza que NO
es SANA trastorna la fe, extravía a la gente, y finalmente nos hace perder el camino angosto. Enseñar la Sana Doctrina de Cristo, te
lleva a la madurez espiritual, tanto en individuos como en la iglesia
en su conjunto (Efesios 4:11-14) “11 Y ÉL mismo constituyó a unos, apóstoles; A otros, profetas; A
otros, evangelistas; A otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio,
para la edificación del cuerpo de Cristo, 13
hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de
Dios, a un VARÓN PERFECTO, a
la Medida de la Estatura de la Plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos
niños fluctuantes, llevados
por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error”. Conforme nos
alimentamos de la Sana Doctrina de Cristo, vamos teniendo menos gusto por la
teología de hombres, que da comezón de oír pero que luego nos deja
insatisfechos y necesitados de lo que verdaderamente necesitamos. La Sana
Doctrina de Cristo, hace crecer nuestra fe y nos lleva a invertir el tiempo sabiamente para Jesucristo y
Su Reino, haciendo madurar a la gente y a la iglesia a la imagen de Jesucristo.
Debemos de esforzarnos en buscar aprender por medio de la Sana Doctrina de
Cristo, porque fluye de la correcta forma el Evangelio. En (1 Timoteo 1:11)
“según el GLORIOSO EVANGELIO
del Dios Bendito, que a mí me ha sido encomendado”, por medio de Pablo dice que
la Sana Doctrina de Cristo, es “según el Glorioso Evangelio del Dios Bendito”.
El Evangelio es un mensaje para ser proclamado y ENSEÑADO. La Sana
Doctrina de Cristo, es la sustancia de la Verdadera Enseñanza del Evangelio.
Nuestro interés por el Evangelio debe de estar fuertemente atado con el amor
por la Sana Doctrina de Cristo, ya que comunica las verdades del Evangelio que
traen salvación a los oyentes (1 Timoteo 4:16) “Ten
cuidado de ti mismo y de la DOCTRINA;
Persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te
oyeren”.
Debemos
enfocarnos en la Sana Doctrina de Cristo, porque nos llevará a la santidad. (1 Timoteo 1:10)
nos dice: “Para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores,
para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la Sana Doctrina”. Existe una forma de vivir que es
contraria a la sana doctrina. La Enseñanza correcta está ligada a la manera
correcta de vivir, y esto es lo que quiere decir en este libro, cuando habla
del “conocimiento de la verdad” (Tito 1:1) “Pablo,
siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de
Dios y el CONOCIMIENTO de la VERDAD que es según la Piedad”. La Sana
Doctrina de Cristo, nos Enseña acerca de un Dios santo y que está airado con
el pecado, pero que nos ama lo suficiente como para sacrificar a Su
Hijo en nuestro favor, para librarnos de ese pecado. La Sana Doctrina
de Cristo, de un Dios Santo
produce creyentes santos. Debemos permanecer en la Sana Doctrina de Cristo, porque nos guarda de las falsas Enseñanzas.
Las Sagradas Escrituras apuntan a
tres fuentes de enseñanzas: Las enseñanzas de demonios (1 Timoteo 4:1) “Pero el Espíritu dice claramente que en los
postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus
engañadores y a doctrinas de demonios”, también
existen enseñanzas de hombres (Mateo 15:9) “Pues en
vano me honran, Enseñando como
doctrinas, mandamientos de
hombres”, y la Enseñanza de Jehová Dios mismo (Tito 2:10) “No defraudando, sino mostrándose fieles en todo,
para que en todo adornen la Doctrina
de Dios nuestro Salvador”. La
Sana Doctrina de Cristo, fluye de Jehová Dios mismo, y es
incorruptible y dadora de vida y transformación. La Sana Doctrina
de Cristo, es un ancla de la
VERDAD que nos guarda de ser
“llevados de aquí para allá” (Efesios 4:14) “Para
que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de
doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error”. El aprendizaje
por la Sana Doctrina de Cristo, será un “ESCUDO DE VERDAD” contra las mentiras y las doctrinas del
enemigo, que son muy convincentes hoy día, incluso en muchas iglesias.
Debemos
estudiar las Sagradas Escrituras por medio de la Sana Doctrina de Cristo,
porque nos lleva a la acción. Las Sagradas Escrituras preparan a los hombres y
a las mujeres para toda buena obra (2 Timoteo 3:16,17) “16 Toda la Escritura es inspirada por
Dios, y útil para ENSEÑAR,
para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre
de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.
Del mismo modo, una Enseñanza
SANA de las doctrinas de las Sagradas
Escrituras interviene, tanto el servicio como el testimonio, al instalar una
convicción profunda y un gozo real en la vida de los cristianos. Oír la verdad de las Sagradas Escrituras
Enseñada claramente exaltará la Misericordia y la Gracia de Jehová Dios,
lo cual hará que estemos agradecidos y obedezcamos Sus mandamientos para ser LUZ en el mundo y proclamar el EVANGELIO, “adornando la
doctrina” (Tito 2:7-10) “7 presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; En la ENSEÑANZA mostrando integridad, seriedad, 8 PALABRA
SANA e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no
tenga nada malo que decir de vosotros. 9
Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no
sean respondones; 10 No defraudando,
sino mostrándose fieles en todo, para
que en todo ADORNEN la DOCTRINA de Dios nuestro Salvador”. Debemos amar la Sana Doctrina de Cristo,
porque esto significa amar a Jesucristo mismo. Nada me hace tener que
contenerme como cuando oigo a los cristianos decir: “No necesito doctrina, ¡Solamente es necesario amar a Jesús!”.
Muchos cristianos bien intencionados
NO logran comprender que, sin
la doctrina, NO es posible llegar a amar a Jesucristo
como ÉL quiere que lo amemos, ya que necesitamos ser enseñados por medio de las
Sagradas Escrituras, porque son las que nos habla de Jesús, (Juan 5:39) “Escudriñad las Escrituras; Porque a vosotros os
parece que en ellas tenéis la vida eterna; Y
ellas son las que dan testimonio de MÍ”, que es la Verdad hecha carne (Juan 14:6) “Jesús le dijo: Yo soy el CAMINO, y la VERDAD,
y la VIDA; Nadie viene al
Padre, sino por MÍ”. Un propósito claro de Jesús, es que vino
a predicar la Sana Doctrina de Cristo (Marcos 1:38)
“Él les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para
que predique también allí; Porque para esto he venido”. Su predicación
incluía comunicar la Sana Doctrina de Cristo, que proclamaba quién es Él y cómo
deben vivir sus discípulos en relación con Él y con el mundo.
Debemos de ser enseñados por medio de la
Sana Doctrina de Cristo, porque al final nos lleva a la verdadera adoración; Quienes han obtenido cierto
conocimiento de Dios por las Escrituras, saben a quién adoran: (Juan 4:23,24) “23 Mas la hora viene, y ahora es,
cuando los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en espíritu y en VERDAD;
Porque también el Padre tales
adoradores busca que le adoren. 24 DIOS
ES ESPÍRITU; Y los que le
adoran, en espíritu y en VERDAD
es necesario que adoren”. El espíritu de nuestra mente y nuestra alma,
es influido por el Espíritu Santo, para aprender cómo se debe adorar a
Dios y tener comunión con Él, es necesario la Sana Doctrina de Cristo. Los
afectos espirituales, como se demuestran en las oraciones, súplicas y acciones
de gracia fervorosas, constituyen la adoración de un corazón recto, en el cual Jehová
Dios se deleita y es glorificado.
Contemplar
las verdades acerca de Jehová Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo y todos los
ejemplos, para nuestras vidas están en las Sagradas Escrituras:
(Romanos 15:4) “Porque las cosas que se
escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la
paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza”. Nada en las
Sagradas Escrituras han sido Escritas en vano, siendo sabiduría y deber nuestros,
aprender de ellas (1 Corintios 10:11) “Y
estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a
nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos”. Murmurar contra las
disposiciones y los mandamientos de Jehová Dios, es una provocación extrema. Sus
obras entre los hombres nos hacen maravillarnos con asombro de su BONDAD. En el Libro del Salmo ciento siete encontramos un ejemplo muy claro
de la Sana Doctrina de Cristo, con palabras que describen el caso de quien
Jehová Dios, ha redimido de la esclavitud de satanás, los que hemos pasado por este mundo sin
Dios, como por desiertos peligrosos y sombríos, que muy a menudo estuvimos,
con tal desanimo que nos encontramos, al
borde del desmayo por los problemas, los miedos y las tentaciones. Pero un día por la
Misericordia de Jehová Dios, nos hizo sentir, hambre y sed de justicia, de Jehová
Dios, y la necesidad de tener comunión con Él, para ser saciados con la bondad
de Su casa, a la vez de gracia y gloria. (Salmos 107:1-11)
“1 Alabad a Jehová, porque ÉL ES BUENO; Porque para siempre es su Misericordia.
2 Díganlo los REDIMIDOS de
Jehová, los que ha redimido
del poder del enemigo, 3 Y
los ha congregado de las tierras, del oriente y del occidente, del norte y del
sur. 4 Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino, sin hallar ciudad en donde vivir. 5 Hambrientos
y sedientos, su alma desfallecía en ellos. 6 Entonces clamaron a
Jehová en su angustia, y los
libró de sus aflicciones. 7 Los dirigió por camino derecho, para que
viniesen a ciudad habitable. 8 Alaben
la Misericordia de Jehová, y sus
maravillas para con los hijos de los hombres. 9 Porque SACIA AL ALMA
menesterosa, y llena de bien al alma
hambrienta. 10 Algunos moraban en tinieblas y sombra de muerte, aprisionados en aflicción y en hierros, 11 Por cuanto fueron rebeldes a las Palabras de Jehová, y aborrecieron
el consejo del Altísimo”. La verdadera adoración no es solamente el
resultado de la Sana Doctrina de Cristo: Sino
que es la razón por la que la Sana Doctrina de Cristo existe. Por favor
veamos un ejemplo que nuestro Padre Celestial ha escogido por medio del apóstol
Pablo que ejemplifica esto concluyendo una de las porciones más ricas de las Sagradas
Escrituras en cuanto a la Sana Doctrina de Cristo, con la siguiente adoración: (Romanos 11:33-36) “33
¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán
insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! 34 Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su
consejero? 35 ¿O quién le dio a él
primero, para que le fuese recompensado? 36
Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por
los siglos. Amén”. Dios quiere que la Sana Doctrina de Cristo, llene la iglesia
con creyentes sanos y santos, que exalten y proclamen a Jesucristo y que
maduren diariamente en el CONOCIMIENTO
de Jehová Dios y la obediencia a Él: (Juan 17:3) “Y esta es la VIDA ETERNA: Que te
conozcan a TI, EL ÚNICO Dios
VERDADERO, y a Jesucristo, a quien has enviado”. Cómo
apóstol que pastoreo, enseñando la Sana Doctrina de Cristo, he aprendido mucho
desde que dejé que el Espíritu Santo, se moviera con toda libertad en nuestro
llamado y nuestra predicación comenzó a centrarse en ENSEÑAR solo las Sagradas Escrituras. Aunque mucha gente ha
abandonado la iglesia, nuevas personas han venido, ansiosas por OÍR LA VEDAD. Este es un cuadro
de la Sana Doctrina de Cristo en acción. Enseñar la Sana Doctrina de Cristo es
muy importante.
El
lugar donde comienza la Sana Doctrina de Cristo, es cada domingo y cada
miércoles con resultados que podemos ver cada vienes con cada uno que expone, y
por supuesto en las vidas transformadas de mis hermanos en Cristo Jesús. Aunque
estudiar la Sana Doctrina de Cristo, en la iglesia local es una forma
fantástica de crecer, quizás lo más importante que podemos hacer diariamente es
ESTUDIAR las Sagradas Escrituras con fidelidad y cuidado.
Conforme hemos estado entrenado a futuros pastores, en cada domingo con la
visión que Dios me ha dado de que el pastor debe de entrenar a pastores, he visto
que a menudo el crecimiento en la Sana Doctrina de Cristo, viene cuando la
Palabra Escrita, derriba las
doctrinas que no son sanas, que
están enraizadas en un marco teológico defectuoso, en valores culturales específicos, o simplemente en no leer las Escrituras en su adecuado contexto, en
las Sagradas Escrituras. Prestemos atención al mandamiento de nuestro Padre Celestial por medio del apóstol Pablo
en: (2 Timoteo 1:13) y “retengamos la norma
de las sanas palabras que hemos oído, en la fe y en el amor en Cristo Jesús”. Nuestro Padre
Celestial por medio del apóstol Pablo nos exhorta a que nos
aferremos firmemente de las Sagradas Escrituras, a la sustancia de la SÓLIDA VERDAD del EVANGELIO en ellas. No basta con
asentir a las sabias palabras; Hay que amarlas.
En
esta ocasión en el Nombre de Jesucristo y por medio de Las Sagradas Escrituras,
nuestro Padre Celestial prueba que La Sana Doctrina de Cristo es la correcta
elección. (Lucas
6:46) “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que YO digo?”. Esto ya lo he repetido otras veces, y estoy
preparado para seguir haciéndolo de nuevo. (Mateo 7:21-23)
“21 No todo el que me dice: Señor,
Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi
Padre que está en los cielos. 22
Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿No profetizamos en tu Nombre, y en
tu Nombre echamos fuera demonios, y en tu Nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os
conocí; Apartaos de MÍ, hacedores de maldad”. Es igualmente claro que los elegidos no pueden ser engañados. (Lucas 13:24-27) “24
Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán
entrar, y no podrán. 25 Después que
el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis
a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá:
No sé de dónde sois. 26 Entonces
comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas
enseñaste. 27 Pero os dirá: Os digo
que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad”. Estos versículos que forman un contexto nos
informa que, si fuere posible, esos engañadores que llegarán hasta el punto de
hacer grandes señales y prodigios, añadiendo a todo eso, sin duda, todo tipo de
elocuencia y persuasión, no serán capaces de engañar a los escogidos; La simple
razón de ello es que no es posible. (Mateo 24:24) “Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos
profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si
fuere posible, aun a los escogidos”. Me
propongo hablar, más bien, acerca de algunos efectos prácticos que resultan de
esta predicación de la fe del creyente. Sin embargo, no podríamos comentar
el texto sin observar que es muy cierto que hay unos elegidos, y que estos
elegidos son un pueblo especial; Pues son definidos aquí como: "LOS ESCOGIDOS", aquellos que lo
son de hecho y en verdad. Los engañarían si existiera una posibilidad, pero los
elegidos son un pueblo que no puede ser desviado de la firmeza de su fe, y no
podrán ser engañados.
Entonces,
¿cómo deberíamos definir la Sana Doctrina de Cristo exactamente?
Aquí tienes una definición preliminar: La Sana Doctrina de Cristo, es un
resumen de las enseñanzas de las Sagradas Escrituras, que son fieles a la Palabra
de Dios, como útil para nuestra vida. La Sana Doctrina de Cristo, no debería
consistir en imponer nuestras ideas a las Sagradas Escrituras. Más
bien, debería ser un resumen de lo que las Sagradas Escrituras dicen, acerca de
un tema, ni más ni menos. La Sana Doctrina de Cristo, debe presentar la
enseñanza de las Sagradas Escrituras como una unidad coherente —A LA
VEZ QUE COMPLEJA—, motivo por el cual les digo que es un mapa
para usarlo en el camino nuevo de Jesucristo. Debemos relacionar la Sana
Doctrina de Cristo, el todo con las partes y las partes con el todo.
Entonces, tal y como ocurre con
cualquier buen mapa, la Sana Doctrina de Cristo cumple con
un propósito muy útil y práctico. La Sana Doctrina de Cristo, sirve para la
vida. Las instrucciones sirven para la acción. Oigamos la ENSEÑANZA de la
Palabra de Dios con el propósito de aplicarla a nuestras vidas La Sana Doctrina
de Cristo, no es información que archivamos y que solo sirve para
presentar hechos. Al contrario, es un mapa del camino0 para llegar al Padre, (Juan 14:6) “Jesús le dijo: Yo soy el CAMINO, y la VERDAD,
y la vida; Nadie viene al Padre, sino
por mí”, para nuestro peregrinaje de este mundo al venidero. En las
Sagradas Escrituras, Jehová Dios nos dice quién es ÉL, quiénes somos
nosotros, de dónde venimos, qué es lo que está mal en este mundo, cómo Jehová Dios
puede arreglarlo y mucho más. Estas son las cosas que necesitamos conocer mejor
si vamos a vivir vidas que agraden a Dios. Las
Sagradas Escrituras NO son exhaustivas (hay muchas cosas verdaderas que
las Sagradas Escrituras, no mencionan). Pero
son suficientes. En su Palabra, Dios nos dice todo lo que necesitamos
saber para ser salvos y para vivir una vida que le agrade (2 Pedro 1:3,4)
“3 Como todas las cosas que
pertenecen a la VIDA y a la PIEDAD nos han sido dadas por su
DIVINO PODER, mediante el CONOCIMIENTO de aquel que nos
llamó por su GLORIA y EXCELENCIA, 4 por medio de las
cuales NOS HA DADO PRECIOSAS
y GRANDÍSIMAS PROMESAS, para
que por ellas llegaseis a ser participantes de la NATURALEZA DIVINA, habiendo huido de la corrupción que hay
en el mundo a causa de la concupiscencia”. Las
Sagradas Escrituras, NO, nos dicen cómo hacer una operación de
corazón, pero sí pone al descubierto los deseos y los engaños de
todos los corazones humanos (Jeremías 17:9,10) “9
Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿Quién lo conocerá?
10 Yo Jehová, que escudriño la
mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el
fruto de sus obras”. Y en las
Sagradas Escrituras lo confirma en el libro de: (Mateo 15:18-20)
“18 Pero lo que sale de la boca,
del corazón sale; y esto contamina al hombre. 19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios,
los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las
blasfemias. 20 Estas cosas son las
que contaminan al hombre; Pero el comer con las manos sin lavar no contamina al
hombre”.
Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor Preciado. Si usted no tiene la intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de
entregarla a otra persona interesada. Para la difusión gratuita entre
cristianos, se permite fotocopiar esta hoja (por favor no cambiar el texto).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario