miércoles, 20 de noviembre de 2019

EL TREMENDO PODER DE LA FE EN NUESTRA VIDA


Predica; 24 de Noviembre de 2019
EL TREMENDO PODER DE LA FE EN NUESTRA VIDA
¿Sabes cómo la fe en Dios transforma tu vida? Cómo nos beneficiamos del tremendo poder de la fe: (Hebreos 11:1) Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que NO se ve”. La fe en Dios es un poder que salva vidas. No es un sentimiento. No, es una creencia en el poder de Dios para salvarnos al límite del pecado el cual debemos conseguir para combatir, y luego luchar para retenerlo durante toda nuestra vida. Pero cuando nos aferramos a la fe, experimentamos el tremendo poder que tiene para cambiar nuestra vida completamente. ¿Pero cómo? ¿Cuáles son los beneficios reales de vivir una vida de fe en Dios? Primeramente, al identificar los tres grandes aspectos que distorsionan y desvían la fe: Nuestra condición humana (la carne), el apego a las cosas del mundo y nuestro enemigo el diablo. (Romanos 10:17 DHH Dios habla hoy) “Así pues, la fe nace al oír el mensaje, y el mensaje viene de la Palabra de Cristo”. Y en la versión (PDT palabra de Dios para todos) dice: Así que, la fe es el resultado de oír el mensaje pues para que alguien pueda oír el mensaje tiene que haber otro que le hable de Cristo”. La fe tiene que ver con el futuro y por esta razón pensamos que la Palabra de Dios suple nuestras necesidades sobre todo si hay carencia en las cosas materiales y en los excesos de la carne (CODICIA) condicionando a Dios a cumplir con sus promesas y caemos en la exigencia de la tentación: (Mateo 4:3,4) “3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, dí que estas piedras se conviertan en pan. 4 EL respondió y dijo: ESCRITO ESTÁ: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda PALABRA que sale de la BOCA de Dios”. FE VERDADERA: Es oír la Palabra con atención y diligencia, para poder obtener el conocimiento de la soberanía de Jehová Dios, con el fin de tener una mejor relación, y que cuando CREEMOS, estemos creyendo lo que las Sagradas Escrituras dicen. (Mateo 4:5-7) “5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, 6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; Porque Escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. 7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios”. Es de suma importancia desarrollar una FE Verdadera para estar en esta comunión con Jehová Dios.

Ahora veamos tres importantes conceptos que integran la FE Verdadera:
1.- OBEDIENCIA: (Santiago 2:20) “¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?”. La fe atiende con diligencia lo que oímos (la palabra de Dios) porque, la fe sin obras es muerta, y la fe verdadera pone en acción lo que estamos creyendo en una palabra ser hacedores “COMPROMISO POR AMOR Y TEMOR” la cual debe ser en todo momento a los mandamientos de Dios esto es CREER en Jesucristo y seguir su ejemplo por hecho de decirnos cristianos.  
2.- CONFIANZA: (1 Juan 4:17) “En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; Pues como ÉL es, así somos nosotros en este mundo”. Entregar nuestro ser de manera absoluta como una relación íntima. Confiar el destino de nuestra vida y nuestra salvación, porque EL cumple sus promesas “LA FE QUE ESPERA” entonces desarrollaremos una paciencia por su perfección y soberanía de Dios.
3.- FIDELIDAD: (Romanos 3:2-4)2 Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios. 3 ¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios? 4 De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, y venzas cuando fueres juzgado”. Jehová Dios es fiel a su Palabra que nunca falla que nos da certeza. Además, Jesucristo nos anima por medio de ésta Palabra (Mateo 25:23) “Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; Entra en el gozo de tu señor”. Para DESARROLLAR LA FE es indispensable sumar el CONOCIMIENTO oyendo la Palabra, para que el CORAZON se alimente y el alma esté bajo la VOLUNTAD de nuestro Padre Celestial, para poder obtener LA GRACIA de Dios. ¿Qué tipo de fe tenemos? RELIGIOSA, INTELECTUAL, TRADICIONAL, o VERDADERA. Así que aún bajo la ley, todos los que fueron justificados ante Dios, OBTUVIERON esta bendición por la fe, por la cual fueron hechos partícipes de la Perfecta Justicia del Redentor prometido. (Romanos 10:3) “3 Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios; 4 porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree”. Esto es, Cristo cumplió toda la ley, por tanto, quien cree en Él, es contado justo ante Dios como si él mismo hubiese cumplido toda la ley.

Es tan importante conocer lo que significa: NACER DE NUEVO. El nacimiento es el comienzo de la vida; Nacer de nuevo es empezar a vivir de nuevo, como los que han vivido muy equivocados o con poco sentido. Debemos tener una nueva naturaleza, nuevos principios, nuevos afectos, nuevas miras. Por nuestro primer nacimiento somos corruptos, formados en el pecado; Por tanto, debemos ser hechos nuevas criaturas.  (Juan 3:1-5)1 Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. 2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; Porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. 3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, NO puede ver el Reino de Dios. 4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, NO puede entrar en el Reino de Dios”. Nicodemo entendió mal lo que dijo Jesús, como si no hubiera otra manera de regenerar y moldear de nuevo un alma inmortal que volver a dar un marco al cuerpo. Nuestro Salvador habla de la necesidad y naturaleza de la regeneración o nuevo nacimiento y, de inmediato llevó a Nicodemo a la fuente de santidad del corazón. Y Jesús termina diciéndole: (Juan 3:12) “Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?”. Este conocimiento debe venir de lo ALTO y solo puede ser recibido por fe.

Al nacer de nuevo obtenemos los rasgos espirituales y morales de Jehová Dios al poner su Naturaleza en nosotros como lo dice la Palabra en: (Juan 3:6)Lo que es nacido de la carne, carne es; Y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es”. A partir de esta nueva creatura comenzamos a desarrollar estos rasgos de nuestro Padre Celestial “Santo, Bueno, Perdonador, Generoso, Paciente, todo lo Moral que ES EL”. Ya siendo una nueva creatura la fe puesta en acción debe de reflejar un crecimiento espiritual niño, joven, y madurez. Reflejando cambios de nuestro interior en nuestra identidad. Los hombres pueden tener mucho conocimiento doctrinal, pero ser sólo principiantes en la vida de fe y experiencia: (1 Corintios 3:1-3) “1 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. 2 Os di a beber leche, y no vianda; Porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, 3 porque aún sois carnales; Pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?”. Muchos profesantes y predicadores también, muestran que son carnales aún por discordias vanagloriosas, la ansiedad por entrar en debate, y la facilidad para despreciar a otros y hablar mal de ellos. (1Corintios 13:11) “Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; Más cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño”. Para resumir, la excelencia del amor es preferible no sólo a los dones, sino a las otras gracias, la fe y la esperanza. La fe se fija en la REVELACIÓN DIVINA, y ahí se asienta, confiando en el Redentor Divino. Ser poco diestro denota la falta de experiencia en las cosas del Evangelio: (Hebreos 5:13,14) “13 Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la Palabra de Justicia, porque es niño; 14 Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”. La experiencia cristiana es un sentido, sabor o placer espiritual de la bondad, dulzura y excelencia de las VERDADES del EVANGELIO. Ninguna lengua puede expresar la satisfacción que recibe el alma de la sensación de la bondad, gracia y amor divinos en Jesucristo por ella. Tenemos una salvación porque nuestro “PADRE” nos escogió y por medio de la redención de Jesucristo, “HIJO” y la santificación del “ESPÍRITU SANTO”; Así, es dar gloria a Dios, al ser bautizados en estas tres Personas: (1 Pedro 1:3-9) “3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4  para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la FE, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.6  En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7 para que sometida a prueba vuestra FE, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, 8 a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; 9 obteniendo el fin de vuestra FE, que es la salvación de vuestras almas”. La esperanza en el vocabulario mundano se refiere sólo a un bien incierto, porque todas las esperanzas mundanas son inestables, edificadas sobre arena, y las esperanzas del cielo que tiene el mundano son conjeturas ciegas y sin fundamento. Pero la esperanza de los hijos del Dios vivo es una esperanza viva; no sólo acerca de su objeto, sino también en su efecto. (1 Pedro 1:23) “siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre”. La Palabra de Dios implantada en el corazón por el Espíritu Santo, es un medio de vida espiritual, que nos estimula al deber, obrando un cambio total en las disposiciones y afectos del alma, hasta que la lleva a la vida eterna.

“CRUSIFICAR LA CARNE JUNTAMENTE”. El bautismo enseña la necesidad de morir al pecado y ser como haber sido sepultado de toda empresa impía e inicua, y resucitar para andar con Dios en una vida nueva: (Romanos 6:6,8) “6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con ÉL, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. 8 Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con ÉL”. El cuerpo de Cristo fue traspasado con ESPINAS en SU CABEZA, para que nuestros PENSAMIENTOS también estén sujetos a la obediencia en Jesucristo; SUS MANOS, fueron atravesadas con CLAVOS para que nuestras malas acciones también estén muertas; SUS PIES, también fueron clavados en el madero de tormento para que nuestros pasos solo sigamos sus pisadas; Una lanza atravesó su corazón por un costado de su cuerpo, saliendo SANGRE y AGUA, para que por medio de su SANGRE seamos perdonados y BAUTIZADOS en AGUA, para ser nuevas creaturas. (1 Juan 1:9) “Si confesamos nuestros pecados, ÉL es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. Los hijos de Dios sabemos que nuestro Padre Celestial tiene ojos muy puros que no permiten que nada impío e impuro habite en Él: (1 Juan 3:7-9) “7 Hijitos, nadie os engañe; El que hace justicia es justo, como ÉL es justo. 8 El que practica el pecado es del diablo; Porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 9 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en ÉL; y no puede pecar, porque es nacido de Dios”. El que permanece en Jesucristo NO PRACTICA habitualmente el pecado. Renunciar al pecado es la gran prueba de la unión espiritual con el Señor Jesucristo, y de la permanencia en ÉL y en su conocimiento de la Sana Doctrina de Cristo. Cuidando con NO engañarse a uno mismo, sigamos cinco consejos:

1. YA NO TENEMOS QUE PREOCUPARNOS POR EL FUTURO: (Filipenses 4:7) “Y la PAZ de Dios, que SOBREPASA todo ENTENDIMIENTO, GUARDARÁ vuestros CORAZONES y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. Y por medio de Pablo nos anima en: (Filipenses 4:6)Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”. En las Sagradas Escrituras por medio de Pedro nos dice: (1 Pedro 5:7) “Echando toda vuestra ANSIEDAD SOBRE ÉL, porque ÉL tiene cuidado de vosotros”. NO debemos de confiar sólo en lo que entendemos, porque entonces tenemos todas las razones para preocuparnos por las diversas pruebas y dificultades que surgen en nuestra vida. Jehová Dios tiene un PLAN Perfecto para nosotros en todo lo que envía a nuestro camino. Él nos envía pruebas y nos prueba, para que podamos vencer al pecado y que las virtudes de Jesús puedan crecer en nosotros. Él sabe el resultado final. Él ha planeado toda nuestra vida, con amor y cuidado. Cuando realmente creemos eso, no tenemos una sola razón para estar ansiosos. Podemos echar todo nuestra ansiedad sobre Él y enfocar nuestra energía en hacer Su voluntad en lugar de preocuparnos por todo lo pasado, presente y futuro.

2. CUANDO NOS VOLVEMOS SEGUROS, FUERTES Y VALIENTES: (Gálatas 6:3-5)3 Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. 4 Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo respecto de sí mismo, y no en otro; 5 Porque cada uno llevará su propia carga”. Cuando tratamos de hacer el bien, muy rápidamente nos topamos con nuestras propias deficiencias. Encontramos que nos falta paciencia al tratar con nuestros niños; Accidentalmente decimos insolencias, cortando las cosas con aquellos que amamos. Si nos confundimos en nuestra propia fuerza, SIN FE en Dios, caeremos rápidamente en desesperación sobre nuestras propias incapacidades cuando nos enfrentamos a estas deficiencias. Pero si creemos en Dios y en el PODER de Su Palabra, sabemos que no tenemos que confundirnos en nuestras propias fuerzas: (2 Crónicas 16:9) “Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con ÉL”. También leemos esta increíble promesa en (Romanos 16:20) “Y el Dios de paz aplastará en breve a satanás bajo vuestros pies”.

3. EXPERIMENTAMOS ALEGRÍA: (Filipenses 1:6) “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”. Jehová Dios ha iniciado una obra en nosotros. ¿Y qué trabajo es este? La obra de liberarnos del pecado en nuestra naturaleza y transformarnos a imagen de Jesucristo. Esto trae una alegría increíble a cada uno que anhela liberarse del pecado. Y no sólo Dios ha comenzado una obra, sino que estamos seguros de que Él la completará. Dios no es afligido por las mismas tendencias desafortunadas como la humanidad. Él NO comienza algo y luego para o pierde interés a medio camino. Entonces ¿Cómo podríamos desesperarnos o desanimarnos en el camino de la vida? Si tenemos FE en la Palabra de Dios, en Sus Promesas de transformarnos, en Su Poder para ayudarnos a vencer el pecado, entonces estaremos llenos de gozo.

4. NOS HACEMOS INAMOVIBLES: (Salmo 125:1) “Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, que no se mueve, sino que permanece para siempre”. En varios lugares de las sagradas Escrituras, la Palabra de Dios se compara con una roca. En el Libro de Lucas, Jesús nos dice que quienquiera que oye sus palabras y las hace, será como un hombre que construyó su casa sobre la roca. Y no importa qué tormentas vengan y golpeen contra esa casa, ella permanecerá en pie, a causa del sólido fundamento de fe sobre la cual está construida. Por el contrario, los que viven de sus sentimientos y ponen su confianza en las cosas de esta tierra, son como un hombre que construye su casa sobre la arena. ¡Qué mal fundamento es este! En la primera tormenta esta casa es derribada. Creyendo en Dios y eligiendo VIVIR POR LA FE, y NO por nuestros sentimientos, que son tan variables como el clima mismo; permanecemos inmóviles en las tormentas de la vida. Nada puede desanimarnos. Nada puede robar nuestra fe, porque creemos en el Dios Todopoderoso.

5. EXPERIMENTAMOS MILAGROS: (2 Pedro 1:3,4) “Como TODAS LAS COSAS que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su DIVINO PODER, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la NATURALEZA DIVINA, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia”. En las Sagradas Escrituras está llena de personas que experimentaron milagros a través de la fe. Incluso hoy, comúnmente, nos referimos de ellos como HÉROES DE LA FE”. Piensa en David. Aunque era un joven, creía sin lugar a dudas que Dios le ayudaría a vencer al gigante Goliat. No se detuvo a racionalizar, y calcular cuánto más grande que él, era el gigante, y cuántos años más de experiencia de batalla tenia, etc. Él eligió creer en Dios, y siguió adelante en FE. Y por su FE, salvó al ejército israelita de los filisteos. Existen innumerables ejemplos de milagros que Dios realizó, a través y para los héroes de la fe. Y sin embargo, el milagro más grande de todos, es el milagro que Dios realizó en Jesús, y lo hará en cada uno de nosotros que creemos. Él nos ayudará a luchar contra el pecado y derrotarlo, hasta el punto en que ya no seamos tentados a pecar, y llenos de virtudes en su lugar. Él nos transformará para que se convierta en nuestra propia naturaleza reaccionar con paciencia en lugar de impaciencia, agradecimiento en vez de quejarse, etc. ¡Ahora esto es un milagro! Y si creemos en Dios, este milagro tendrá lugar dentro de nosotros. (Hebreos 11:39,40) “Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros”.

Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Raúl Díaz B. Si usted no tiene la intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de entregarla a otra persona interesada. Para la difusión gratuita entre cristianos, se permite fotocopiar esta hoja (por favor no cambiar el texto).

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