Predica; 10 de Noviembre de 2019
EL PERDÓN INMERECIDO, PRODUCE EL SER, UN EJEMPLO
Seguramente, si eres un ser humano sabrás que has
recibido perdón de Jehová Dios sin merecerlo, porque no existe un ser humano
que merezca que Jesús haya pagado con su muerte y muerte de cruz en un madero
de tormento para pagar por ti y por mí, por algo que ÉL no hizo. Porque has hecho y dicho cosas que han herido a personas
amadas y sabes que has cruzado la línea, que
NO mereces el perdón: (Lucas
7:47) “Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque
amó mucho; Mas aquel a quien se le
perdona poco, POCO AMA”. El
amor es consecuencia del perdón y el perdón siempre es iniciativa de
Jehová Dios. Pero, también existen muchos, que se les perdona mucho,
pero no consideran el sacrificio de Jesucristo, un sacrificio suficiente, y
andan buscando obras personales. ¡¡QUÉ
DICHA MÁS GRANDE!!! Cuando entiendes que cuando Cristo dijo, en Juan 19:30, “…Consumado es…”, entonces
reconoces que no hay nada que agregarle a su sacrificio. Que
maravilloso es cuando otra persona decide perdonarte. Las Sagradas Escrituras, nos
hablan de este tipo de perdón. Es el
perdón que Jehová Dios nos da, uno que NO merecemos y que muchas veces no
entendemos. (Salmo 32:1,2) “1 Bienaventurado aquel cuya
transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. 2 Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, y
en cuyo espíritu no hay engaño”. En
las Sagradas Escrituras, hay ejemplos de personas que cometieron grandes
errores, pero Jehová Dios las perdonó. Quiero empezar con el ejemplo de
Moisés, donde dice en este Libro de los hechos, acerca de la vida de Moisés. Que
en sus primeros 40 años como príncipe egipcio considerado con respeto y
admiración, él pensaba que lo sabía todo. Las Sagradas Escrituras, dicen que en
los primeros 40 años, Moisés era “poderoso en sus palabras y obras” (Hechos 7:22) “Y fue enseñado Moisés en
toda la sabiduría de los egipcios; y era
poderoso en sus palabras y obras”. Poderoso, que por esta razón Jehová Dios no podía usarlo.
Sin embargo, en
los próximos 40 años, algo le sucedió a Moisés. Había huido de Egipto DESPUÉS de MATAR a un egipcio que
estaba golpeando a un hebreo, (Éxodo
2:11-15) “11 En aquellos días
sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras
tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos.
12 Entonces miró a todas partes, y
viendo que no parecía nadie, mató al
egipcio y lo escondió en la arena. 13 Al día siguiente salió y
vio a dos hebreos que reñían; Entonces dijo al que maltrataba al otro: ¿Por qué
golpeas a tu prójimo? 14 Y él
respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio?
Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esto ha sido descubierto. 15 Oyendo Faraón acerca
de este hecho, procuró matar a Moisés; Pero Moisés huyó de delante de
Faraón, y habitó en la tierra de Madián”. Moisés
se convirtió en pastor y ya no era
considerado poderoso en palabras ni obras. De hecho, se había
convertido incluso en tartamudo (Éxodo
4:10) “Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de
fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; Porque soy tardo
en el habla y torpe de lengua”. Y en
ese punto de su vida, cuando probablemente pensaba que era sólo una vieja
gloria, insignificante en comparación con lo que había sido, y que sus días
gloriosos estaban detrás de él, Jehová Dios se le apareció y le dijo: (Éxodo 3:10) “Ven, por tanto, ahora, y
te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel”.
Pero ahora, despojado de su dependencia de su fuerza humana y consciente de sus
debilidades, entró en su llamado,
dependiendo exclusivamente del favor inmerecido de Jehová Dios.
Las Sagradas Escrituras, nos dicen que: (1
Pedro 5:5) “Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos,
sumisos unos a otros, revestíos de
humildad; porque: Dios
resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes”. Amados
hermanos, Jehová Dios no, nos va a imponer su favor inmerecido. Siempre que queramos depender de
nosotros mismos y de nuestra sabiduría, ÉL nos permitirá hacerlo:
(Santiago 3:15-17) “15 porque
esta sabiduría NO es la que desciende de lo ALTO,
sino terrenal, animal, diabólica. 16
Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra
perversa. 17 Pero la SABIDURÍA que es de lo ALTO es primeramente PURA, después pacífica, amable, benigna,
llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía”. Su favor inmerecido
es dado a aquellos que con humildad reconocen que no pueden tener éxito con su
propia fuerza y habilidad. Cuando
dejemos esto y dependamos de su favor inmerecido, ¡Él se encargará y hará por
nosotros lo que no podemos hacer por nosotros mismos!
David fue el segundo rey de Israel. Jehová Dios lo escogió desde muy joven para este
puesto. Era el menor de 8 hermanos, su padre se llamaba Isaí. De pequeño fue
pastor de ovejas y también disfrutaba mucho de la música, tocaba el arpa y
componía. Sabemos que las consecuencias del pecado son muy trágicas para toda persona,
porque el pecado nos condena espiritualmente: (Romanos 6:23) “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva
de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. El pecado nos separa de Dios: (Isaías 59:1,2) “1 He
aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su
oído para oír; 2 Pero vuestras
iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros
pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír”. Sabemos que el
pecado es violar, traspasar la ley de Dios:
(1 Juan 3:4) “Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; Pues
el pecado es infracción de la ley”. Nos convertimos en pecadores delante de
Dios cuando violamos la ley de Dios. Veremos ahora las consecuencias trágicas
del pecado, pero desde el punto del pecado de David, toda la consecuencia que
le trajo el pecado a David. David era un hombre conforme al corazón de Dios. (1 Samuel 13:14) “Mas ahora tu reino
no será duradero. Jehová se ha
buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado
para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que
Jehová te mandó”. Y lo confirma mas tarde en el Libro de: (Hechos 13:22) “Quitado éste, les levantó por rey a David, de quien
dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón,
quien hará todo lo que YO quiero”. Pero
David fallo y las consecuencias de su pecado fueron graves para toda su
familia.
Sin embargo, en (2 Samuel 11:2-5,14,15,17,26,27) “2 Y sucedió un día, al caer la tarde,
que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real;
y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy
hermosa. 3 Envió David a preguntar
por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de
Urías heteo. 4 Y envió David
mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella. Luego ella se
purificó de su inmundicia, y se volvió a su casa. 5 Y concibió la mujer, y envió a hacerlo saber a David, diciendo:
Estoy encinta. 14 Venida la mañana, escribió David a Joab una carta, la cual envió por mano
de Urías. 15 Y escribió en la carta,
diciendo: Poned a Urías al frente, en lo más recio de la batalla, y retiraos de
él, para que sea herido y muera. 17 Y saliendo luego los de
la ciudad, pelearon contra Joab, y cayeron algunos del ejército de los siervos
de David; y murió también Urías heteo. 26 Oyendo la mujer
de Urías que su marido Urías era muerto, hizo duelo por su marido. 27 Y pasado el luto, envió David y la
trajo a su casa; y fue ella su mujer, y le dio a luz un hijo. Mas esto que David había hecho, fue
desagradable ante los ojos de Jehová”. Jehová Dios envía al profeta Natán a decirle que no le agradó lo que
hizo: (2 Samuel 12:5,7,8,13,14)
“5 Entonces se encendió el furor de
David en gran manera contra aquel hombre, y dijo a Natán: Vive Jehová, que el
que tal hizo es digno de muerte. 7 Entonces dijo Natán a
David: Tú eres aquel hombre. Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Yo te ungí
por rey sobre Israel, y te libré de la mano de Saúl, 8 y te di la casa de tu señor, y las mujeres de tu señor en tu
seno; Además te di la casa de Israel y de Judá; Y si esto fuera poco, te habría
añadido mucho más. 13 Entonces dijo David a
Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu
pecado; no morirás. 14 Mas por
cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que
te ha nacido ciertamente morirá”. De forma indirecta mandó a matar a Urías para
poder casarse con Betsabé. Como consecuencia de toda esta trama Dios envió al
profeta Natán a revelarle a David las consecuencias de sus actos. Leemos que el
bebé fruto de esa relación murió. También se desataron enormes problemas y
luchas entre David y sus otros hijos. El arrepentimiento de David llegó cuando
el profeta Natán fue a hablar con él V-13,
David reflexionó y se dio cuenta de su pecado, que le había fallado a Jehová Dios.
El (Salmo 51:4-6) “4 Contra
TI, contra TI solo he pecado, y he hecho lo malo delante de TUS
OJOS; Para que seas reconocido justo en TU PALABRA, y tenido por puro en tu juicio. 5 He aquí, en maldad he sido formado, y
en pecado me concibió mi madre.
6 He aquí, TÚ amas la VERDAD en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender SABIDURÍA”. Este Salmo
expresa el dolor que sintió. David comienza el salmo pidiendo compasión a Dios
y luego le ruega que intervenga en su vida. David reconoce que sus malas
acciones afectaban su relación con Dios y con los demás. Necesitaba la restauración que viene con el perdón de Dios y
sabemos que la recibió. Dios nunca rechaza el corazón que se humilla y reconoce
sus errores. En el mismo Salmo 51, en el versículo 17, David escribe: “Los
sacrificios de Dios son el espíritu
quebrantado; Al corazón
contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”. El
perdón de Dios llegó. Lo podemos ver en el Libro de Hechos 13 leemos que Pablo
estaba hablando con los jefes de la sinagoga en Pisidia y entre sus palabras de
aliento para ellos hay una mención a David:
(Hechos 13:22) “He encontrado en David, hijo de Isaí, un hombre conforme a
mi corazón; él realizará todo lo que yo quiero”. ¡Un hombre conforme al corazón de Dios, y de ejemplo a seguir! Esto
es lo que logra el perdón de Dios. Nos acerca más a él y nos impulsa a ser
transformados para llegar a ser todo lo que él quiere que seamos.
Otro ejemplo de
alguien que reconoció y se arrepintió de lo que hizo es Saulo de Tarso, que más
tarde fue el apóstol Pablo. Saulo estuvo presente durante el apedreamiento de
Esteban, considerado el primer mártir cristiano. Desde ese momento creció aún
más su deseo de terminar con los que creían en Jesús: (Hechos 8:1-3) “1 Y
Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la
iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de
Judea y de Samaria, salvo los apóstoles. 2
Y hombres piadosos llevaron a enterrar a Esteban, e hicieron gran llanto sobre
él. 3 Y Saulo asolaba la iglesia, y
entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la
cárcel”. A pesar de todo esto Dios
tenía sus ojos puestos sobre Saulo. Él veía gran potencial en él y
decidió revelársele. Donde otros veían un corazón duro, lleno de odio y deseoso
de acabar con los cristianos, Dios veía un corazón sediento de ÉL y de
propósito, una oportunidad para transformar una vida dándole nuevo sentido. Saulo le pidió al sumo sacerdote permiso
para ir y perseguir a los cristianos en Damasco. El permiso fue concedido y el
viaje comenzó. Pero Jehová Dios por medio de Jesucristo tenía un PLAN especial:
(Hechos 9:3-9) “3 Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de
Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; 4 y cayendo en tierra, oyó una voz que
le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? 5 El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú
persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. 6 El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga?
Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes
hacer. 7 Y los hombres que iban con
Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver a nadie. 8 Entonces Saulo se levantó de tierra,
y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le
metieron en Damasco, 9 donde estuvo
tres días sin ver, y no comió ni bebió”. La
vida de Saulo no volvió a ser igual después de su encuentro con Jesucristo.
De perseguidor pasó a ser un fiel
seguidor de Jesucristo, siendo ahora un ejemplo para nuestra vida cristiana.
Porque el mismo
celo que tenía Saulo antes, por perseguir a los cristianos lo usó para hablar
de Jesucristo, del sacrificio de Jesús, y del cambio que había experimentado. A
muchos cristianos les costó aceptarle como parte de la iglesia, sospechaban de
él. Pero Saulo (ahora Pablo) continuó fiel sirviendo a Jesucristo y ayudando a
expandir el mensaje de salvación. Pablo llegó a ser un gran misionero y
plantador de iglesias. Las Sagradas Escrituras, hablan de sus tres viajes
misioneros, sus visitas a las iglesias, y también nos cuenta de sus sufrimientos.
En medio de enfermedades y persecuciones Pablo continuó fiel a Jehová Dios quien
le había perdonado sus pecados y errores, además le había dado la oportunidad
de enmendar el daño que había hecho. Tanto amó a la obra de Jesucristo que
sigue siendo nuestro ejemplo: (1Corintios
11:1) “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo”. (Filipenses 3:17) “Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los
que así se conducen según el ejemplo
que tenéis en nosotros”. (1Tesalonisenses
1:6,7) “6 Y vosotros vinisteis a
ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran
tribulación, con gozo del Espíritu Santo, 7
de tal manera que habéis sido ejemplo
a todos los de Macedonia y de Acaya que han creído”. (Hebreos 6:11,12) “11 Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma
solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, 12 a fin de que no os hagáis perezosos,
sino IMITADORES de aquellos
que por la fe y la paciencia heredan las promesas”. En ellas vemos reflejada la
gran obra que realizó llevando el mensaje de salvación a través de Jesús.
Veamos otro ejemplo en la vida de Pedro. Pedro pertenecía a una familia de pescadores de la
ciudad de Betsaida y estaba casado. El
primer encuentro que tuvieron él y su hermano con Jesús fue especial ya que les
dio un nuevo propósito: (Mateo 4:18-20) “18 Andando Jesús junto al mar
de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que
echaban la red en el mar; Porque eran pescadores. 19 Y les dijo: Venid en
pos de MÍ, y os haré
pescadores de hombres. 20
Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron”. Desde ese momento
Pedro pasó a ser uno de los doce discípulos de Jesús. Él era más bien tosco y
de temperamento impulsivo, características que se reflejan en varios versículos.
Su impulsividad le llevaba a hablar o actuar antes de pensar como se ve, por
ejemplo, en cuando Pedro le dijo a Jesús: (Marcos
14:29-31) “29 Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se escandalicen, yo no. 30 Y le dijo Jesús: De cierto te digo
que tú, hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me
negarás tres veces. 31 Mas él con
mayor insistencia decía: Si me fuere
necesario morir contigo, no te negaré. También todos decían lo mismo”. Nada parece ser tan
cierto, que cuando uno tiene la seguridad que nada puede hacernos cambiar
nuestra fe en Jesucristo que nos ha dado una verdadera identidad en su Nombre,
pero tenemos la caída de un seguidor de Jesús que confesó ser su fiel
seguidor, que la confianza en sí mismo, con desconsideración por las
advertencias y desprecio del peligro cambiaron su identidad que parecía muy
sólida y estable: (Marcos 14:66-72)
“66 Estando Pedro abajo, en el
patio, vino una de las criadas del sumo sacerdote; 67 y cuando vio a Pedro
que se calentaba, mirándole, dijo: Tú
también estabas con Jesús el nazareno. 68 Mas él negó, diciendo: No
le conozco, ni sé lo que dices. Y salió a la entrada; y cantó el gallo.
69 Y la criada, viéndole otra vez,
comenzó a decir a los que estaban allí: Este es de ellos. 70 Pero él negó otra vez. Y poco después, los que estaban allí
dijeron otra vez a Pedro: Verdaderamente
tú eres de ellos; Porque eres galileo, y tu manera de hablar es semejante a la de ellos. 71 Entonces
él comenzó a MALDECIR, y a jurar: No
conozco a este hombre de quien habláis. 72 Y el gallo cantó la segunda vez. Entonces Pedro se acordó de las
palabras que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me
negarás tres veces. Y pensando en esto, lloraba”. Después que Jesús murió, Pedro decidió volver
a la pesca: (Juan 21:3) “Simón Pedro
les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo.
Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada”. Entonces
Jesucristo confronta a Pedro: (Juan 21:15-17)
“15 Cuando hubieron comido, Jesús
dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió:
Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: APACIENTA mis corderos. 16
Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le
respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: PASTOREA mis ovejas. 17
Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de
que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes
todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: APACIENTA
mis ovejas”. Apacentar a
corderos y ovejas es llevarlos a pastorear donde exista frescos pastos para que
estén bien alimentadas, porque el pastorear es vigilar que sean muy
bien alimentadas porque Jesucristo volverá a que le demos cuentas de qué tipo
de alimento hemos tenido cuidado para que sus ovejas estén sanas.
Pedro formaba parte del círculo íntimo de Jesús, los apóstoles que compartieron momentos especiales con
el Maestro. Llegó a ser una especie de portavoz de los doce, declarando en
ocasiones grandes verdades. Y Pedro obtuvo revelación del Padre, cuando Jesús
les pregunta que quien creen ellos quien es ÉL: (Mat 16:15) “El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que SOY YO?”. (Mat 16:16,17) “16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del
Dios viviente. 17 Entonces le
respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre,
sino mi Padre que está en los cielos”. Pedro al reconocer su incapacidad
de hacer las cosas por si mismo, siente el perdón de Dios y arrepentido se
impregna de Jesucristo y entonces comienza a hacer un buen ejemplo: (Mat 16:18,19) “18 Y yo también te digo, que tú
eres Pedro, y sobre esta roca
edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra
ella. 19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será
atado en los cielos; y todo
lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos”. Pero
también Pedro es reprendido, por Jesús por dejarse utilizar por el diablo: (Mat 16:21-23) “21 Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le
era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los
principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer
día. 22 Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de
ti; En ninguna manera esto te
acontezca. 23 Pero ÉL,
volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de
delante de mí, Satanás!; Me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas
de Dios, sino en las de los hombres”. PORQUE LAS COSAS
ANTES ESCRITAS son nuestro manual para poder ser un
buen ejemplo (Romanos 15:4) “Porque las cosas que se Escribieron antes, para nuestra Enseñanza se
Escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras,
tengamos Esperanza”. Nos oponemos mejor al error fomentando
el conocimiento firme de la Palabra de Verdad; El bien más grande que podemos
hacer a los hijos es darles a conocer las Sagradas Escrituras a temprana edad: (2 Tim. 3:16,17) “Toda la Escritura es
inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra”. Es útil para todos, porque todos necesitan
ser enseñados, corregidos y reprendidos. Los creyentes son liberados
del poder de la ley, que los condena por los pecados cometidos por ellos, y son
librados del poder de la ley que incita y provoca al pecado que habita en ellos,
como Pablo aclara en: (Romanos 6:14,15) “14 Porque el pecado no se enseñoreará
de vosotros; Pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. 15 ¿Qué, pues?
¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna
manera”; Entienda esto, no de la ley como regla, sino como pacto
de obras: (Romanos
7:4) “Así también vosotros, hermanos míos, habéis
muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que
resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios”. En profesión y privilegio estamos
bajo un PACTO de GRACIA, y no bajo un pacto de
obras; Bajo el Evangelio de Cristo, no bajo la ley de Moisés. SEAMOS EJEMPLO DE LOS CREYENTES: (Tito 2:6-8)
“6 Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; 7 presentándote
tú en todo como ejemplo de buenas obras; En la enseñanza mostrando
integridad, seriedad, 8 Palabra Sana
e Irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo
que decir de vosotros”. EN PALABRA: (Efesios
4:29) “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea
buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”. EN CONDUCTA: (Proverbios 20:11) “Aun
el muchacho es conocido por sus hechos, Si su conducta fuere limpia y recta”. La tentación opera como las rocas en
el puerto; Cuando la marea es baja, todos ven el peligro y lo evitan. Pero
la estrategia del diablo en la tentación es elevar la marea, para cubrir los
peligros de la tentación. Después le gusta estrellarte contra las
rocas cubiertas. (1 Corintios 10:6,11) “6 Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para
que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. 11 Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y
están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines
de los siglos”. Ya que somos aquellos quienes hemos alcanzado los fines de los
siglos, podemos y deberíamos tomar la advertencia del mal ejemplo
de Israel. Tenemos una mayor responsabilidad porque podemos aprender de
los errores de Israel. A menudo queremos
excusar circunstancias de tentación en particular como “MUY ÚNICAS” y
una “EXCEPCIÓN ESPECIAL”. Pero Dios nos recuerda que nuestra tentación NO es única
muchos otros hombres y mujeres de Dios han enfrentado la misma tentación o una
similar, y han encontrado fortaleza en Dios para vencer la tentación. Las sagradas Escrituras, son una guía
segura a la vida eterna. Los profetas y los apóstoles no hablaban por sí
mismos, sino que entregaban lo que recibían de Dios (1 Timoteo 4:11-16) “11 Esto manda y Enseña. 12 Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en
palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. 13 Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la
enseñanza. 14 No descuides el don
que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos
del presbiterio. 15 Ocúpate en estas
cosas; Permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. 16 TEN
CUIDADO de ti mismo y de la Doctrina; Persiste en ello, pues haciendo
esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren”. Es
provechoso para todos los propósitos de la vida cristiana. Es útil para todos,
porque todos necesitan ser enseñados, corregidos y reprendidos. Hay algo en las
Escrituras apto para cada caso.
Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor Preciado. Si usted no tiene la intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de
entregarla a otra persona interesada. Para la difusión gratuita entre
cristianos, se permite fotocopiar esta hoja (por favor no cambiar el texto).
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