Predica; 19 de MAYO de 2019
FORTALECIMIENTO
Y LA EDIFICACIÓN DE NUESTRA IGLESIA
A todos nos interesa el
fortalecimiento y la edificación de nuestra iglesia, ¿No es así? Esta predicación se trata de La
Edificación, una de las tres áreas principales del trabajo de una
iglesia (edificación, exhortación y
consolación). Dios ha autorizado a la iglesia local para la edificación de
sus miembros – (Hechos 9:31) “Entonces
las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; Y eran EDIFICADAS, andando
en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu
Santo”; (1 Corintios 14:3,26) “3
Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación. 26 ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os
reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene
revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación”. Muchos que desean la paz y hablan
de ella en voz alta, sin embargo, no siguen las cosas que hacen
la paz. Cómo la mansedumbre, la humildad, la abnegación
y el amor, hacen la paz. No podemos edificar uno sobre otro
mientras peleamos y contendemos: (Romanos 14:19) “Así que,
sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación”; Mientras más
impulsado se encuentre un hombre a aprovechar su estado, conforme a su llamado
y todo lo que haya recibido, para el bien espiritual del prójimo, más
ciertamente puede creer que tiene la GRACIA del amor y la caridad sincera
arraigada en su corazón: (Efesios
4:11-16) “11 Y ÉL mismo
constituyó a unos, apóstoles;
A otros, profetas; A otros, evangelistas; A otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para
la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del CONOCIMIENTO del Hijo de Dios,
a un VARÓN PERFECTO, a
la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14 para que ya no
seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las
artimañas del error, 15 sino
que siguiendo la VERDAD en amor, CREZCAMOS en todo
en aquel que es la cabeza, esto
es, Cristo, 16 de
quien todo el cuerpo, bien concertado y unido
entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la ACTIVIDAD propia de cada
miembro, recibe su
crecimiento para ir EDIFICÁNDOSE en amor”. ¿Qué significa y a qué se refiere la EDIFICACIÓN? El
término EDIFICACIÓN, se refiere al acto de construir, como cuando
edificamos una casa. Se usa también figuradamente, en el sentido de edificar o promover el crecimiento espiritual
y el desarrollo del carácter de los
miembros de una iglesia local como edificio espiritual, como lo
menciona el Versículo 16, de Efesios 4;
Los hijos de Dios estamos creciendo mientras estamos en este mundo; Y el
crecimiento como cristianos buscamos la gloria de nuestro Padre Celestial y a
nuestro Señor Jesucristo. El que planta y el que riega son uno, empleados por
un Maestro, encargados de la misma
revelación, ocupados en una
obra y dedicados a una intención (1
Corintios 3:6-9) “6 Yo planté,
Apolos regó; Pero el crecimiento lo ha dado Dios. 7 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que
da el crecimiento. 8 Y el que planta
y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa
conforme a su labor. 9 Porque
nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios,
edificio de Dios”. Los que fuimos llamados por Jesucristo, con Jehová Dios
trabajamos, para PROMOVER LOS
PROPÓSITOS de su GLORIA,
y la salvación de almas preciosas;
Y nuestro Padre Celestial que conoce
nuestra obra y se ocupará de que no laboremos en vano. Somos
empleados en su viña y en su casa y Él se ocupará cuidadosamente
de cada uno de nosotros. La idea, es aprender, los Pensamientos de nuestro
Padre Celestial, es que tengamos mucho Conocimiento de ÉL y de su Hijo
Jesucristo (Juan 17:3) “Y esta es la vida eterna: Que te conozcan a ti, el ÚNICO DIOS VERDADERO, y a Jesucristo, a quien has enviado”.
“El progreso espiritual, es el resultado del esfuerzo”. Un recién convertido es
una persona que fluctúa todavía, que no está bien establecida en el Señor
Jesucristo (1 Pedro 2:1-3) “1 Desechando, pues, toda malicia, todo
engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, 2 desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual NO adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, 3 si es que habéis gustado la
benignidad del Señor”. La meta es que se establezca bien; Que este firme, que
sea confirmado, que esté bien fundado en el Señor Jesucristo.
La
edificación es de mucha importancia para todos, pero, especialmente necesaria a
los nuevos convertidos,
como lo dicen las Sagradas Escrituras: (Mateo 28:19,20)
“19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos en el NOMBRE
del Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo; 20 Enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado; Y he
aquí YO estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”,
pero es un continuo trabajo de edificación, en el que toda la iglesia debe
estar involucrada. Nuestro Padre Celestial por medio del apóstol Pablo, llamó a
este proceso “el perfeccionamiento de los santos” (Efesios 4:12) “A fin de
perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo”. La idea es que, por medio de la ENSEÑANZA, el ejemplo y la corrección, por medio de la Sana Doctrina de Cristo;
Cada uno llegue a un estado completo, para que esté bien equipado y capacitado
para hacer la obra de Jesucristo en la iglesia. La Iglesia es como un “EDIFICIO” (espiritual) que está
en continua construcción: (1 Pedro 2:4,5)
“4 Acercándoos a ÉL, PIEDRA VIVA, desechada
ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, 5 vosotros
también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para
ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo”. Las Sagradas Escrituras, a
menudo hablan de edificios. Jehová Dios mismo es un constructor y el primer
edificador, (Hebreos 3:4) “Porque
toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios”. A
Dios siempre lo vemos edificando: En los
Libros del Primer Pacto, por ejemplo: el arca habla de construcción… el
altar habla de construcción… el tabernáculo habla de construcción… Esdras y Nehemías, también
encontramos al pueblo del Señor construyendo, edificando. ¡DIOS
ES UN EDIFICADOR!
Cuando uno llega a los Libros del
Nuevo Pacto, uno ve que, por ejemplo: Nuestro Señor Jesucristo edificó la
iglesia (Mateo 16:18) “Y YO también te digo, que tú
eres Pedro, y sobre esta roca
edificaré mi iglesia; Y las puertas del Hades no prevalecerán contra
ella”, y espera que siga siendo edificada (Efesio
4:12) “A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para
la edificación del cuerpo de Cristo”. Si
la iglesia ha de ser edificada, una cosa es absolutamente esencial, que
nosotros la edifiquemos. Veremos ahora
algunos ejemplos para que nosotros podamos Edificar la Iglesia. Una buena forma de ayudar a EDIFICAR la iglesia es, por
medio de asistir fielmente (Hebreos
10:25-27) “25 NO dejando de
congregarnos, como algunos
tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que
aquel día se acerca. 26 Porque si pecáremos voluntariamente
después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más
sacrificio por los pecados, 27 sino
una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a
los adversarios”; (Mateo 6:33) “Mas buscad primeramente el REINO DE DIOS y su justicia, y
todas estas cosas os serán añadidas”. Pregunta: ¿Estaremos buscando
primeramente EL REINO, si faltamos por cualquier cosa? Porque,
todo lo que se hace en las reuniones tiene el propósito de edificar:
La Enseñanza, las oraciones, los cantos,
los testimonios en las Sagradas Escrituras, por medio de las predicaciones. Al
cantar alabanzas, animamos a otros, (Colosenses 3:16) “La PALABRA de Cristo more en abundancia en vosotros,
enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con
salmos e himnos y cánticos espirituales”. Al dar, al asistir, etc. No solamente
el domingo sino también el miércoles y viernes. Debemos ayudar a esto, con una
actitud de orden, respeto, reverencia, entusiasmo: (1 Corintios 14:26,40) “26
¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo,
tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase
todo para edificación. 40
pero hágase
todo decentemente y con orden”. Por
el contrario, la inasistencia desalienta. Una de las razones de asistir
es para estimular y exhortar a otros (Hebreos
10:24) “Y considerémonos unos a
otros para estimularnos al amor y a las buenas obras”. Si tomáramos en
cuenta que nuestra ausencia es tropiezo a otros, trataríamos de asistir siempre
(1 Corintios 10:32-33) “32 No seáis tropiezo ni a judíos, ni a
gentiles, ni a la iglesia de Dios;
33 como también yo en todas las
cosas agrado a todos, no procurando
mi propio beneficio, sino el
de muchos, para que sean
salvos”. ¿Por qué no nos comprometemos a estar en cada servicio para
ayudar a EDIFICAR LA IGLESIA?
Es también de muchísima importancia,
que busquemos compartir el conocimiento que estamos adquiriendo. Porque es una
de las cosas más fundamentales para la EDIFICACIÓN
es el CONOCIMIENTO de la Palabra de
Dios: (1 Pedro 2:2) “DESEAD, como niños recién
nacidos, la leche espiritual no
adulterada, para que por ella CREZCÁIS
para salvación”. la “leche espiritual”, son los primeros rudimentos de la
Palabra de Dios. (Efesios 4:15-16) “15
sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la
cabeza, esto es, Cristo, 16 de quien
todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que
se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su
crecimiento para ir edificándose en
amor”. La Sana Doctrina de Cristo es la única Enseñanza que se apega al
amor del Padre porque NO es adulterada. (Hechos 20:32) “Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la PALABRA de su GRACIA, que tiene PODER para sobreedificaros
y daros herencia con todos los santificados”. Cuando ya hemos crecido un poco, la Palabra siempre puede hacernos crecer
más. El propósito de este CONOCIMIENTO
es saber cómo podemos llegar
a ser participantes de la NATURALEZA
DIVINA y mantener una relación con Dios, (Juan 17:3) “Y esta es la vida eterna: Que te conozcan a TI, el único Dios Verdadero, y a
Jesucristo, a quien has enviado”. (2
Pedro 1:3,4) “3 Como todas las
cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino
poder, mediante el
CONOCIMIENTO de aquel que nos llamó por su GLORIA y excelencia, 4 por medio de las cuales nos ha dado
preciosas y grandísimas promesas, para que por
ellas llegaseis a ser participantes de la NATURALEZA DIVINA, habiendo
huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia”. Aprender
nosotros y compartir con otros el CONOCIMIENTO
de la PALABRA, ayuda a la EDIFICACIÓN de la iglesia. Todos, en cierta forma, debemos llegar a ser
maestros a otros a nuevos conversos (que necesitan mucha enseñanza). A nuestros
hijos, a los jóvenes (varones, mujeres): (Tito
2:3-4, 6,7) “3 Las ancianas
asimismo sean reverentes en su porte; No calumniadoras, no esclavas del vino,
maestras del bien; 4 Que enseñen a las
mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 6 Exhorta asimismo a los jóvenes a que
sean prudentes; 7 presentándote tú en
todo como ejemplo de buenas obras; En
la Enseñanza mostrando integridad, seriedad”. Y ser un cristiano serio e íntegro es,
ser una persona de Cualidad que
afronta un problema o dificultad con serenidad y fortaleza para mantener las propias ideas, juicios o decisiones
cimentados en la Sana Doctrina de Cristo. Para esto,
aprovechemos las muchas vías en que
este CONOCIMIENTO de la Sana Doctrina de Cristo, puede llegar a nosotros, como, por ejemplo: El estudio personal porque: (Romanos
10:17) “Así que la fe es por el
oír, y el oír, por la PALABRA de Dios”, es imposible que
la fe pueda crecer sin la Palabra de Dios diariamente. Aprovechemos siempre la
oportunidad de los estudios y materiales impresos que regalamos. Usémoslos para EDIFICACIÓN personal.
Los estudios en la congregación (domingo, miércoles y viernes). También los estudios
en los hogares. Mucho del trabajo de evangelistas y maestros está orientado a
este propósito. Que este conocimiento sea aplicado en nuestras vidas. Los que
son solo oidores se engañan a sí mismos; Y el engaño de sí mismo será hallado,
al final, como el peor engaño. Si nos halagamos a nosotros mismos es nuestra
propia falta: (Santiago 1:22) “Pero sed hacedores de la PALABRA, y
no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos”. Solo así, nuestro
crecimiento (EDIFICACIÓN) podrá
tener repercusión efectiva en otros. La
Doctrina de un siervo de Jesucristo debe ser conforme a las Sagradas Escrituras,
clara, evangélica y práctica, esto se refiere a la Sana
Doctrina de Cristo; Bien expresada, explicada, defendida
y aplicada. (1 Timoteo 4:13-16) “13 Entre tanto que
voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la ENSEÑANZA. 14 No descuides el don que hay en ti, que te fue dado
mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. 15 Ocúpate en estas cosas; Permanece en
ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. 16 Ten cuidado de ti
mismo y de la doctrina; Persiste en ello, pues haciendo esto, te
salvarás a ti mismo y a los que te oyeren”. Todo creyente debe ser capacitado
para que su provecho sea evidente a todos los hombres; Que procure experimentar el PODER del EVANGELIO en
su alma y dar su fruto en su vida.
Todo
lo que hagamos tenemos que hacerlo con mucho amor. Porque el amor edifica a la
iglesia (1 Corintios 8:1) “En cuanto a lo
sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor
edifica”. Es mandado por Jesús, y es el distintivo de los verdaderos
discípulos: (Juan 13:35) “En esto
conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los
otros”. Si los hermanos se aman unos a otros, se hacen el bien entre ellos, LA IGLESIA SE EDIFICA. Amor (ágape)= Amor de buena voluntad. Que
busca el bienestar del otro a costa del sacrificio de uno mismo. El amor debe
ser la motivación (la razón detrás) de todas nuestras acciones (1 Corintios 13:4-8) “4 El amor es sufrido, es benigno; El
amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 No hace nada indebido, NO BUSCA LO SUYO, no se irrita,
no guarda rencor; 6 No se goza de la
injusticia, mas SE GOZA DE LA VERDAD.
7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo
lo espera, todo lo soporta. 8 El amor
nunca deja de ser; Pero las profecías se acabarán, y cesarán las
lenguas, y la ciencia acabará”. Uno
de los problemas de muchos cristianos de la actualidad es que le falta esta
clase de amor entre nosotros.
Es también muy importante para la EDIFICACIÓN que busquemos y
promovamos la UNIDAD. Porque
hay actitudes individuales que son la base para la UNIDAD y para la EDIFICACIÓN.
(Efesios 4:2-3) “2 Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los
unos a los otros en amor, 3 solícitos
en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz”. Humildad, mansedumbre, soportándoos
con paciencia, amor, paz. ESTAS SON ACTITUDES INDIVIDUALES
que promueven la UNIDAD. (Filipenses 2:1-5) “1 Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún
consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable,
si alguna misericordia, 2 completad
mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una
misma cosa. 3 Nada hagáis por
contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los
demás como superiores a él mismo; 4 no
mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. 5 Haya, pues, en vosotros este sentir
que hubo también en Cristo Jesús”. Unánimes
(unidos para un mismo propósito), dar mayor estima e importancia a
los hermanos. IMPLICA PASAR BASTANTE TIEMPO JUNTOS. No solo
unidad en la Sana Doctrina de Cristo, sino abrir oportunidades para practicar
el amor fraternal que Jesús quiere que tengamos (esfuerzos individuales, no
responsabilidad de la iglesia) paseos, deportes, actividades recreativas. Cuáles
son los beneficios de pasar tiempo juntos: (1)
Aumenta el conocimiento de nosotros y de nuestras necesidades. (2) Sabremos mejor de nuestros
problemas y preocupaciones, para compartir la carga (Gálatas 6:2) “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y
cumplid así la ley de Cristo”. (3)
Provee protección contra el pecado y las influencias mundanas. Estaremos mejor pasando más tiempo en
compañía de los hermanos. Ahora bien, Si podemos conversar, comer,
recrearnos juntos, ¿No podremos también
salir a predicar y enseñar a otros juntos?) ¡LA UNIDAD EDIFICA A LA IGLESIA!
Otro
aspecto que EDIFICA muchísimo es que nosotros hablemos positivamente. Porque nuestro hablar, nuestras
palabras, deben ser usadas para EDIFICAR (Efesios 4:29)
“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria
EDIFICACIÓN, a fin de dar gracia a los oyentes”. No hablar mentiras ni palabras deshonestas, esto implica hablar bien
de la iglesia. Nótense los detalles con que debemos adornar nuestra
confesión cristiana: (Efesios 4:25)
“Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; Porque
somos miembros los unos de los otros”. Si hay una ocasión justa para expresar
descontento por lo malo, y reprenderlo, hagámoslo sin pecar. Hablemos positivamente de la iglesia,
(por más que usted vea fallas o cosas para criticar) (Filipenses 2:14) “Haced todo sin murmuraciones y contiendas”. Los hijos de Dios deben distinguirse de
los hijos de los hombres. Pero
si alguna vez nos vemos tentados a criticar, entonces NO critiquemos,
sino más bien edifiquemos y hagámoslo amorosamente, (NO hay
Crítica constructiva) y estemos dispuestos a proponer soluciones e
involucrarnos en el trabajo. No diga las cosas solo para quejarte. Los que observan mucho y hacen poco
siempre son los más quejosos y criticones. Si somos personas que no
trabajamos en la iglesia, no espere que los hermanos tomen muy en serio sus opiniones
acerca de edificación porque, no hay congruencia. Si trabajamos más en la
iglesia, dos cosas van a pasar: 1) Al
trabajar tanto NO vamos a tener
tiempo para criticar, 2) Veremos que la obra no siempre es fácil,
y por lo tanto llegaremos a ser más misericordioso. Hablemos más de los logros y
posibilidades. Seamos positivos y digamos como Caleb, (Números 13:30) “Entonces Caleb hizo
callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; Porque
más podremos nosotros que ellos”. Josué y Caleb vieron las cosas
positivamente, cuando la mayoría estaban negativos. Deberíamos usar nuestras
palabras más para invitar, para enseñar, para bendecir, etc. No gastemos nuestras palabras en destruir,
¡EDIFIQUEMOS HABLANDO!
Veámonos,
a nosotros mismos como un servidor(a) y actuemos como servidores. Porque los
servidores de la Iglesia ejercemos nuestro servicio con humildad.
¿Cómo ejercían como servidores los apóstoles? ¿Cómo lo ejerce el pastor y los ancianos?
Enseñando lo que el Señor mandó dando el ejemplo: (Filipenses 4:9) “Lo que
aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto
haced; Y el Dios de PAZ estará con vosotros”. Debemos servir a otros con los talentos que el Señor Jesucristo nos
ha dado: (1 Pedro 4:11) “Si alguno habla, hable conforme a las PALABRAS de Dios; Si alguno ministra, ministre conforme al PODER que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado
por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los
siglos de los siglos. Amén”. Reconocer
a quienes trabajan y dirigen en esta forma, EDIFICA a la iglesia, y es señal de
madurez y crecimiento: Los ministros del Evangelio están descritos por
la obra de su oficio que es servir y honrar al Señor Jesucristo (1 Tesalonicenses 5:12,13) “12 Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre
vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; 13 Y
que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz
entre vosotros”. Debo como pastor no
sólo es dar buen consejo, sino también advertir al rebaño los peligros y
reprobar lo que estuviera mal.
Es
también de muchísima importancia la oración y porque es muy importante les invito a que, en
sus oraciones, oren específicamente, POR LA EDIFICACIÓN DE LA
IGLESIA. Porque la oración fue un factor clave en la EDIFICACIÓN de la iglesia en el
comienzo (Hechos 12:5) “Así que
Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a
Dios por él”. A los que vivimos en una generación fría que no ora, nos cuesta
mucho formarnos una idea del fervor de los santos hombres de antaño. (Hechos 2:42) “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en
la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones”. Se
mantuvieron cerca de las ordenanzas santas y abundaron en piedad y devoción;
porque el cristianismo, una vez que se admite en su poder, dispone el alma a la
comunión con Dios en todas esas formas establecidas para que nos encontremos
con Él, y en que ha prometido reunirse con nosotros.
Somos enseñados a orar por la iglesia:
(Efesios 6:18) “Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu,
y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”. Oremos cada día para que la iglesia
pueda ser edificada. Oremos
que más puertas se abran para la EDIFICACIÓN (reuniones, estudios, etc.) Oremos
para que los perdidos puedan ser salvados (Romanos
10:1) “Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para
salvación”. Oremos para que la PALABRA
de nuestro Padre Celestial pueda “CORRER”
libremente (2 Tesalonicenses 3:1) “Por
lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y
sea glorificada, así como lo fue entre vosotros”. Oremos para que Dios dé el “crecimiento” (1 Corintios 3:1) “De
manera que yo, hermanos, no pude
hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en
Cristo”. Las
verdades más claras del Evangelio, en cuanto a la pecaminosidad del hombre y la
misericordia de Dios, el arrepentimiento para con Dios y la fe en nuestro Señor
Jesucristo, expresadas en el lenguaje más sencillo, le vienen mejor a la gente
que los misterios más profundos.
CONCLUSIÓN:
Esta iglesia en Cristo Jesús Mi Libertador, será lo que nosotros hagamos de
ella. Dios nos ha dado a nosotros la responsabilidad por EDIFICARLA. Hemos visto aquí algunas cosas que podemos hacer
PARA EDIFICAR LA IGLESIA.
Hagamos cada una de estas cosas, de corazón, en una manera tal que Dios sea
complacido. Quizás no puedo hacer
algunas cosas especiales que tú haces, y tú no puedes hacer algunas de las
cosas que yo hago, pero hay muchas cosas que podemos hacer juntos para ayudar a
esta familia a ser unida., para crecer, y para traer a otros al Señor. (Romanos 14:19) “Así que, sigamos lo
que contribuye a la paz y a la mutua edificación”. Muchos
que desean la paz y hablan de ella en voz alta, no siguen las cosas que hacen
la paz.
Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor. Si usted no tiene la
intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de entregarla a otra
persona interesada. Para la difusión gratuita entre cristianos, se permite fotocopiar
esta hoja (por favor no cambiar el texto).
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