Predica; 07 de Julio de 2019
COMO
LLEGAR A SENTIR SATISFACCIÓN EN NUESTRA RELACIÓN CON EL PADRE
INTRODUCCIÓN:
¿Qué se siente cuando es aprobado por Dios y cómo saberlo?
Todos queremos confiar en Dios y aumentar nuestra fe, pero necesitamos que esto
sea real porque no queremos vivir más una vida en la que hay un vacío el cual sabemos
que es la ausencia de Dios y sólo ÉL
lo puede llenar y lo demás de la vida será por añadidura. Doy gracias
a Dios por haberme dado el gran privilegio de poder ayudar a muchos de sus
hijos que sinceramente le buscan. Esta es mi misión, y la de todo
verdadero discípulo de Jesucristo, la de encauzar las almas a la paz con Dios;
Pues así lo declara nuestro Padre Celestial por medio del apóstol Pablo: (2 Corintios 5:14-21) “14Porque el amor de Cristo nos
constriñe, pensando esto: Que, si uno murió por todos, luego todos murieron; 15 Y por todos murió, para que los que viven, ya no
vivan para sí, sino para aquel
que murió y resucitó por
ellos. 16 De manera que
nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; Y aun
si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. 17 De
modo que si alguno está en Cristo, NUEVA
CRIATURA ES; Las cosas viejas
pasaron; He aquí todas son
hechas nuevas. 18 Y todo
esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio
el MINISTERIO DE LA RECONCILIACIÓN;
19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no
tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la PALABRA de la RECONCILIACIÓN. 20 Así que, somos embajadores en Nombre
de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; Os rogamos en Nombre de
Cristo: Reconciliaos con Dios. 21
Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros
fuésemos hechos justicia de Dios en ÉL”.
Jehová
Dios nos ama.
Pero Tomando en
cuenta lo importante que es,
considerar conceptos en las Sagradas Escrituras para que nos sirvan para
entender mejor la problemática de la blasfemia contra el Espíritu Santo de
Dios. (Romanos
5:8) “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros”,
y no hay pecado por grave que sea que Dios no quiera perdonar por medio de Su
Hijo, excepto el pecado o blasfemia contra el Espíritu Santo (Marcos 3:28,29) “28 De cierto os digo que todos
los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean;
29 Pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, NO tiene JAMÁS perdón, sino que es reo de juicio eterno”.
Y este pecado imperdonable no es otra cosa que el endurecimiento total de la
conciencia, el rechazo total del Espíritu Santo: (Mateo 12:31,32) “31 Por
tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; Más la blasfemia contra el Espíritu NO
les será perdonada. 32 A
cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será
perdonado; Pero al que hable contra
el Espíritu Santo, NO le será perdonado, ni en este siglo ni en
el venidero”. (Lucas 12:10) “A todo aquel que
dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; Pero al que blasfemare contra el
Espíritu Santo, NO le será perdonado”. Generalmente esta blasfemia
es también llamada el "pecado imperdonable", basándose en lo que dijo
Juan (1Juan
5:16) “Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá,
y Dios le dará vida; esto es para los
que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por
el cual yo no digo que se pida”. Hay
pecados en los que batallamos, que están en contra de nuestra vida espiritual
en el alma y contra la vida de lo alto. No podemos orar que sean
perdonados los pecados de los obstinados y tercos en su incredulidad, mientras
sigan así; Ni que les sea otorgada
misericordia, la cual supone el perdón de pecado, mientras sigan
voluntariamente así. Pero podemos orar por su arrepentimiento, por el
enriquecimiento de ellos con la fe en Jesucristo, y sobre la base de ella, por
todas las demás misericordias salvadoras. (Juan
3:16-21) “16 Porque de tal
manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en ÉL cree, no se pierda, mas tenga VIDA
ETERNA. 17 Porque no envió
Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por ÉL. 18 El que en ÉL cree,
no es condenado; Pero el
que NO cree, ya ha sido
condenado, porque no ha creído en el Nombre del unigénito Hijo de Dios.
19 Y esta es la condenación: Que la LUZ vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que
la LUZ, porque sus obras eran malas. 20 Porque todo aquel que
hace lo malo, aborrece la LUZ y no viene a la LUZ, para
que sus obras no sean reprendidas. 21
Mas el que PRACTICA la VERDAD viene a
la LUZ, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios”.
He
aquí el gran beneficio del EVANGELIO, que quienquiera que crea en Jesucristo no
perecerá, más tendrá vida eterna. Dios está en Jesucristo reconciliando al
mundo consigo mismo, y de este modo, nos salvaba. No podemos ser salvados, sino
por medio de Jesucristo; En ningún otro hay salvación.
Una
descripción del amor de Dios hacia nosotros. Aun
Cuando somos débiles,
dice nuestro Padre Celestial, por medio del apóstol Pablo, dónde
describe la grandeza de su amor hacia nosotros. Es un amor dado a
nosotros que no lo merecemos, a quienes somos débiles, a nosotros que hemos
sido impíos, a nosotros que somos pecadores. Esto enfatiza el hecho de que
las razones de amor de Dios se encuentran en Él, no en nosotros. (Romanos
5:6-11) “6 Porque
Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. 7 Ciertamente, apenas morirá alguno por
un justo; Con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. 8 Mas
Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo
murió por nosotros. 9 Pues
mucho más, estando ya justificados en
su sangre, por ÉL seremos
salvos de la ira. 10 Porque
si siendo enemigos, fuimos
reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, MUCHO MÁS, estando
reconciliados, seremos salvos por su vida. 11 Y no sólo esto,
sino que también nos gloriamos en
Dios por el Señor nuestro
Jesucristo, por quien hemos
recibido ahora la reconciliación”. Meditemos siempre en las Sagradas
Escrituras, y no leámosla a la carrera, pero especialmente lo registrado en (2 Corintios 5:21) “Al que no conoció
pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia
de Dios en ÉL”, ahora si lo relacionamos con los Libros que acabamos de ver en
la parte de arriba, en, Juan 3:16-21
y Romanos 5:6-11. Aquí tenemos el corazón del Evangelio.
Por medio, del apóstol Pablo nos dice que Dios “hizo pecado [a Cristo], para
que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él” [Cristo]. Esto quiere
decir simplemente que Cristo carga sobre sí mismo los pecados de todos nosotros
y asume la penalidad de nuestro pecado, que es la muerte. Cuando esto lo aceptamos por fe, Él nos reviste de su
justicia, con lo cual somos salvos, agradables y aceptos a Dios.
De
esta manera,
Jehová Dios puede perdonar todos nuestros pecados pasados y futuros,
porque Jesucristo ha tomado nuestro lugar y ha recibido la muerte que
nos hubiera correspondido por nuestros pecados, y la ley se cumple en
Cristo, que muere por el pecador (Romanos 6:23) “Porque la paga del pecado es muerte,
más la DÁDIVA de Dios es VIDA ETERNA
en Cristo Jesús Señor nuestro”. Así, que nuestro Padre Celestial es justo,
pero al mismo tiempo misericordioso (Salmo
11:5-7) “5 Jehová prueba al
justo; Pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece. 6 Sobre los malos hará llover
calamidades; Fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de
ellos. 7 Porque Jehová es justo, y ama la justicia; El hombre recto
mirará su rostro”; (Salmo 33:4,5) “4 Porque recta es la PALABRA de Jehová,
y toda su obra es hecha con fidelidad. 5
El ama justicia y juicio;
De la misericordia de Jehová está
llena la tierra”; (Salmo 85:10,11)
“10 La MISERICORDIA y la VERDAD se encontraron; La JUSTICIA
y la PAZ se besaron. 11 La VERDAD brotará de la tierra, y la JUSTICIA mirará desde los cielos”.
A esto se le llama “JUSTIFICACIÓN”
y nos da derecho a la VIDA ETERNA, porque nos libera de todo pecado,
y (Romanos 8:1,2) “1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que NO andan conforme a la carne,
sino conforme al Espíritu. 2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de
la ley del pecado y de la muerte”. Y esto de forma gratuita, es decir, nada se
nos pide a cambio, acepto Obediencia a su Palabra porque Escrito está: (Lucas 6:46) “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y NO HACÉIS
lo que YO digo?”. La
Justificación es un DON de la GRACIA de Jehová Dios, que se nos concede solo por confiar,
creer y obedecer en lo que Él promete. El único medio y
condición para ello es obedecer por la fe que le tenemos: (Efesios 2:8,9) “8 Porque por gracia sois salvos por medio de la
fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe”. Si el fruto es para
santidad, si hay un principio activo de gracia verdadera y en crecimiento, el
final será la vida eterna, ¡UN FINAL
MUY FELIZ! Aunque el camino es cuesta arriba, aunque es estrecho,
espinoso y tentador, no obstante, la vida eterna en su final está asegurada. (Romanos 6:22-23) “22 Más ahora que habéis sido libertados del
pecado y hechos siervos de
Dios, tenéis por vuestro
fruto la santificación, y como
fin, la vida eterna. 23
Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en
Cristo Jesús Señor nuestro”. La
dádiva de Dios es la vida eterna. Y este don es por
medio de Jesucristo nuestro Señor. Cristo la compró, la preparó, nos prepara
para ella, nos preserva para ella; Él es el todo en todo de nuestra salvación. (Efesios 1:19) “Y cuál la supereminente
grandeza de SU PODER para con
nosotros los que creemos, según la operación
del poder de su fuerza”. Pero
cuesta mucho llevar a un alma a creer plenamente en Jesucristo y que quiera comprometerse a
obedecer, aunque no lo entienda en primera instancia y nuestra
esperanza de vida eterna en su justicia.
Quiero
hacerles una pregunta que considero es muy importante
¿Qué se siente cuando uno es aprobado
por Dios y cómo se sabe? Lo primero es que NO deben involucrarse
los sentimientos ni tampoco la emociones, sino en su pensamiento Escrito, la
convicción profunda de que Dios nos ha perdonado por medio del sacrificio de Su
Hijo Jesucristo. Muchos de nosotros,
nos hemos equivocado toda nuestra vida porque confiamos en lo que sentimos o
que nos da una emoción hacer alguna cosa en nuestra vida, pero en este lado de
nuestra vida vemos claramente que hemos caído una y otra vez en errores. Cuando
cada uno de nosotros NO, dudemos de las promesas de Jehová Dios sentiremos
la paz en nuestro corazón (Romanos 5:1) “Justificados, pues, por la fe,
tenemos paz para con Dios por medio
de nuestro Señor Jesucristo”. Nada menos que el PODER
OMNIPOTENTE obrará esto en
nosotros. Aquí se significa que es Jesucristo el Salvador quien suple
todas las necesidades de los que confían en Él, y les da todas las bendiciones
en la más rica abundancia. (Romanos
1:16,17) “16 Porque no me
avergüenzo del EVANGELIO,
porque es PODER de Dios para
salvación a todo aquel que cree; Al judío primeramente, y también al griego. 17 Porque en el EVANGELIO la justicia de
Dios se REVELA POR FE y PARA FE, como ESTÁ ESCRITO: Mas
el justo por la fe vivirá”. Jehová Dios
nos pide una sola cosa: FE para poder obedecerle y creer en sus
promesas de salvación por medio de Su Hijo Jesucristo (Hebreos 1:1,2) “1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas
maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, 2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien
constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo”. Consideremos
siempre que Jehová Dios nos amó primero (1
Juan 4:19) “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros”. Nuestro padre Celestial nos envió Su PALABRA invitándonos
cómo pecadores a participar de esta gran salvación.
Que tengamos el consuelo del cambio feliz obrado en cada uno de nosotros,
mientras le damos a Él la GLORIA. El
amor de Dios en Jesucristo, en nuestros corazones como cristianos por el
Espíritu de adopción, es la prueba grande de la conversión. Esta debe ser probada por sus EFECTOS en
sus TEMPERAMENTOS, y en sus
conductas para con sus hermanos.
[Muchos cristianos en la actualidad,
entran y salen de las congregaciones pensando, porque no lo pueden decir,
porque que pensaran los demás] Muchos
puede que estén pensando: {La verdad es que nunca me he podido sentir
satisfecho(a) de mi relación con Dios}. Hermanos, cuando uno
está vinculado con el pecado, porque, esta es nuestra naturaleza, realmente nos
hace sentir que no podemos representar el NOMBRE de Jehová Dios porque pecamos.
Entonces, déjame decirte que de verdad necesitas de la ayuda de Jesucristo, y
del Espíritu Santo para que te convenza de que puedes tener una verdadera
relación con Jehová Dios en la que te puedas sentir aprobado(a) por ÉL, porque
Escrito Está: (1 Juan 2:1-3) “1 Hijitos míos, estas cosas os Escribo para que no pequéis; Y si alguno hubiere pecado, ABOGADO tenemos para con el Padre,
a Jesucristo el justo. 2 Y ÉL es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente
por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. 3 Y en esto sabemos que
nosotros le conocemos, si
guardamos sus mandamientos”. Sé,
que como siervo de Dios y mi esposa Laly, podemos orar por ti, y creemos que si
nos ponemos de acuerdo con Jesucristo nuestro abogado y le pedimos al Padre por
ti EL nos concederá porque Escrito Está: (Mateo 18:19) “Otra vez os digo, que, si dos de vosotros se
pusieren de acuerdo en la tierra acerca
de cualquiera cosa que pidieren, les
será hecho por mi Padre que está en los cielos”. Pero, hablando de realidades y de la VERDAD, nosotros lo creemos,
porque Está Escrito, pero los que necesitan tener la certeza y la seguridad son
todos y cada uno de Ustedes y esto solo lo van a conseguir, no llegando tarde a
las reuniones, asistiendo a todas ellas, domingo, miércoles y viernes, y sobre
todo siempre estar leyendo la Palabra de Dios, es muy importante que cada
semana en cada DOMINGO, nos llevemos una tarea para que, en la semana,
meditemos en ella. Sé que cada uno de nosotros, necesitamos estar
seguros, y confiar que estamos aprobados por nuestro Padre Celestial, por esta
razón es que necesitas saber que estás en el camino correcto para que tu fe
aumente: (Romanos 10:17) “Así que la
fe es por el oír, y el oír, por la PALABRA de Dios”. Pero
necesitamos que esto sea real, porque no queremos vivir más una vida en la que
hay un vacío el cual yo sé que es de Jehová Dios y sólo ÉL lo puede llenar por
medio de Jesucristo y El Espíritu Santo y todo lo demás de la vida será por
añadidura.
Para
que cada uno de nosotros nos podamos sentir
“APROBADOS” por Dios debemos
hacer una sola cosa. ¿Se acuerdan usted
del carcelero de Filipos, que custodiaba al apóstol Pablo y Silas, los cuales
fueron soltados de sus cadenas milagrosamente, y que pudiendo huir de la cárcel
pero no lo hicieron? Leamos este hecho el Libro de: (Hechos 16: 30-34)
“30 y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo
hacer para ser salvo? 31 Ellos
dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. 32 Y le hablaron la palabra del Señor a
él y a todos los que estaban en su casa. 33
Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en
seguida se bautizó él con todos los suyos. 34
Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de
haber creído a Dios”. Creer en el Señor Jesucristo significa que cada uno de
nosotros reconozcamos que hemos pecado, que somos pecadores, que nos arrepentimos
de ser así, pero que deseamos cambiar; Y que somos conscientes que no podemos
hacer nada en absoluto para remediar esta situación, excepto creer a Jehová Dios,
para que, por medio de Jesucristo, no solo nos sean perdonados todos nuestros
pecados, sino que, además, nos sea dada una nueva naturaleza para que si nosotros
queremos, mientras permanezcamos unidos a Jesucristo, no pequemos más. La
unión de la NATURALEZA DIVINA
con la humana, y la plenitud del Espíritu que hay en Él,
recuerdan la raíz de la vida que fructifica por la humedad de la buena tierra. (Juan 15:1-6 ) “1 YO SOY LA VID
VERDADERA, y MI Padre es el
labrador. 2 Todo pámpano que
en MÍ no lleva fruto, lo quitará; y todo
aquel que lleva fruto, lo
limpiará, para que lleve más
fruto. 3 Ya vosotros estáis limpios por la PALABRA que os he hablado.
4 Permaneced en MÍ, y YO en vosotros.
Como el pámpano no puede llevar fruto
por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si NO permanecéis en MÍ. 5 YO
SOY LA VID, vosotros los
pámpanos; el que permanece en
MÍ, y YO en él, éste lleva mucho fruto; Porque separados de MÍ nada podéis hacer. 6 El que en MÍ NO
permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen,
y los echan en el fuego, y arden”. Cómo creyentes, como los pámpanos de la vid,
somos débiles e incapaces de
permanecer, en nuestras propias fuerzas. Nunca habrá un dueño tan sabio, tan cuidadoso con su viña como nuestro
Padre Celestial, Jehová Dios de los Ejércitos, por su Iglesia que puso en manos de su Hijo Jesucristo, por
esta razón, es que debe prosperar.
Debemos
ser fructíferos.
Esperamos uvas de una vid, y del cristiano esperamos un temperamento,
una disposición y una vida cristiana.
Debemos honrar a Jehová Dios y hacer
el bien, esto es, llevar fruto. Los estériles son cortados. Hasta las ramas fructíferas necesitan
poda, porque, en el mejor de los casos, tenemos ideas, pasiones y humores que
requieren ser quitados, cosa que Jesucristo ha prometido hacer por su PALABRA,
Espíritu y providencia. (1 Juan
1:5-10) “5 Este es el mensaje que
hemos oído de ÉL, y os anunciamos: DIOS
ES LUZ, y NO hay ningunas
tinieblas en ÉL. 6 Si decimos que tenemos comunión con ÉL,
y andamos en tinieblas, MENTIMOS, y NO practicamos la VERDAD; 7 pero si andamos en LUZ,
como ÉL está en LUZ, tenemos
comunión unos con otros, y la sangre
de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos,
y la verdad no está en nosotros. 9
Si confesamos nuestros pecados, ÉL
es FIEL y JUSTO para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda
maldad. 10 Si decimos que no hemos
pecado, le hacemos a ÉL mentiroso,
y su PALABRA NO está en nosotros”;
El gran Jehová Dios
debe ser representado en este mundo oscuro, como LUZ PURA y PERFECTA. Como,
esta es la NATURALEZA de Jehová Dios, su Sana Doctrina de Cristo y preceptos
deben ser LUZ PURA y PERFECTA. Como su PERFECTA FELICIDAD
NO puede separarse de su PERFECTA SANTIDAD, así nuestra
felicidad será proporcional a la santidad de nuestro ser. Andar en
tinieblas es vivir y actuar contra la Sana Doctrina de Cristo. Jehová
Dios NO mantiene Comunión o Relación Celestial con las almas
impías. No hay VERDAD en la confesión de las almas impías; Su
práctica muestra su necedad y falsedad.
(1 Juan 2:1-5) “1 Hijitos míos, estas cosas os Escribo para que NO pequéis; Y si alguno hubiere pecado, ABOGADO
tenemos para con el Padre, a Jesucristo EL JUSTO. 2 Y ÉL es la PROPICIACIÓN por nuestros pecados; Y no solamente
por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. 3 Y en esto SABEMOS que NOSOTROS le CONOCEMOS, si GUARDAMOS sus MANDAMIENTOS.
4 El que dice: Yo le conozco, y NO guarda sus MANDAMIENTOS, el tal es
mentiroso, y la VERDAD NO está en él; 5 Pero el que guarda su PALABRA, en éste verdaderamente EL AMOR de Dios se ha perfeccionado;
Por esto SABEMOS que ESTAMOS en ÉL”.
Tenemos un Abogado para con el Padre; Uno que ha prometido, y es plenamente
capaz de defender a cada uno que solicite perdón y salvación en su NOMBRE,
dependiendo de que Él abogue por ellos. Él es “JESUCRISTO”, el Salvador,
y “CRISTO”, nuestro redentor y “JESÚS” el Mesías, el Ungido. Él
solo es “EL JUSTO”, que recibió SU NATURALEZA libre de pecado, y
como fiador nuestro OBEDECIÓ PERFECTAMENTE la ley de Dios, y así cumplió
toda justicia. A esto se le llama la “REGENERACIÓN”
(Tito 3:4-7) “4 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios
nuestro Salvador, y su AMOR
para con los hombres, 5 nos salvó, NO por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino
por SU MISERICORDIA, por el LAVAMIENTO de la REGENERACIÓN y por
la RENOVACIÓN en el Espíritu Santo, 6 el cual derramó en
nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, 7 para que JUSTIFICADOS por su GRACIA,
viniésemos a ser HEREDEROS
conforme a la esperanza de la vida eterna”. o “el nuevo nacimiento” “de agua y
del Espíritu”, del que habló Cristo a Nicodemo, sin el cual nadie puede entrar
en el Reino de Dios (Juan 3:5) “Respondió
Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el
que NO NACIERE de agua y del Espíritu, NO puede entrar en el REINO de Dios”.
CONCLUSIÓN:
Entonces retomando, respecto a la pregunta inicial que se siente cuando es
aprobado por Jehová Dios y cómo lo sabemos. Los
cristianos somos movidos, principalmente, por principios establecidos en las
Sagradas Escrituras, como nuestro único Manual de vida para toda la humanidad: (2 Timoteo 3:16,17) “16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para ENSEÑAR, para redargüir, para corregir, para instruir en JUSTICIA, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, ENTERAMENTE PREPARADO para toda buena obra”. Nuestro
fundamento es la fe en Jesucristo como nuestro Salvador, el que ha entregado Su
vida por nosotros, pagando nuestra deuda con su sangre en el madero de tormento: (Hch. 5:30) “El Dios de
nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un
madero”. (Hch. 10:39) “Y nosotros
somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la tierra de Judea y en
Jerusalén; a quien mataron colgándole en un madero”. (Hch. 13:29) “Y habiendo cumplido todas las cosas que de él estaban
escritas, quitándolo del madero, lo pusieron en el sepulcro. (Gál. 3:13) “Cristo nos redimió de la
maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque ESTÁ ESCRITO: Maldito
todo el que es colgado en un madero). A partir de ahí, debemos ser guiados por
el Espíritu Santo, y dar las características del fruto del Espíritu, como
declara el apóstol Pablo a los Gálatas: (Gálatas
5:22-25) “Mas el fruto del Espíritu es amor,
gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; Contra tales cosas no hay ley. 24 Pero los que son de Cristo han
crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu”. Para nosotros los cristianos el amor NO
solo es un sentimiento sino un PRINCIPIO DE VIDA, que debe regular
todas nuestras relaciones con nuestros semejantes y con Jehová Dios, nuestro
Padre Celestial. Cómo cristianos,
obtenemos una PAZ por medio de Jesucristo, con Dios de forma permanente,
cuando por la fe en Cristo aceptamos la salvación –perdón de todos nuestros
pecados–, es decir, somos justificados o declarados justos ante Dios, no por
nuestras buenas obras sino solo por la fe en Jesucristo.
Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor Preciado. Si usted no tiene la intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de
entregarla a otra persona interesada. Para la difusión gratuita entre
cristianos, se permite fotocopiar esta hoja (por favor no cambiar el texto).
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