lunes, 28 de enero de 2019

EL ESCUCHAR NO ES IGUAL A OÍR

Predica; 27 de Enero de 2019
EL ESCUCHAR NO ES IGUAL A OÍR
Quiero empezar, haciendo una aclaración en las Sagradas Escrituras, y El Autor de ellas NO HABLAN DE ESCUCHAR SINO DE OÍR, aunque son palabras similares, pero NO son iguales en su significado, porque tú puedes escuchar mientras oyes con atención la Palabra de Dios; ¿Qué es lo que puedes escuchas? Quizás los carros transitando por la calle, el silbato o bocina de algún radio otras gentes platicando, cuando están pasando cercas de donde estás, los ruidos del exterior de la Palabra de Dios es lo que se escucha, pero lo que OYES es lo que está bajando a tu corazón. En el Libro de (Santiago 1:19 al 27) Lo vamos a desglosar en tres partes. En nuestra vida estamos acostumbrados a que: Como nadie demanda nada de nosotros, no hacemos nada. Es fácil escuchar las palabras, sin tener que prestar atención al contenido. Un OYENTE APÁTICO es alguien que puede escuchar un discurso, o una charla, o un sermón, sin proponerse a hacer nada al respecto. Un OYENTE APÁTICO e INDIFERENTE puede cometer el error de pensar queOÍR y APRENDERes lo mismo que obedecer a Dios. Nuestro Padre Celestial por medio del apóstol Santiago, nos advierte que no debemos de ser oyentes apáticos… e indiferentes. Hemos oído muchos mensajes de la Palabra de Dios, hemos aprendido nuevas Verdades, y hasta ¡HEMOS NACIDO DE NUEVO! En este contexto, nuestro Padre Celestial por medio de Santiago quiere saber si, somos estudiantes solamente… o si nos hemos convertido en practicantes… A Jehová Dios NO le gusta, que la gente simplemente vaya a una charla cristiana y salga diciendo que estuvo bonito, y cundo se le pregunta de que se trató, solo contesta hay…, no sé pero estuvo muy bonita la Palabra. Él quiere que absorbamos Su Mensaje, y que cambiemos nuestras vidas como resultado. OYENTES APÁTICOS e INDIFERENTES Que no producen ningún cambio, es una desgracia en la vida de la cristiana. EMPECEMOS EN ORACION: Padre Celestial, en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, nos acercamos ante tu Presencia, para exaltar y glorificar tu Nombre Jehová Dios. Eres Dios, y como Tú, no hay nadie. Queremos oír tu Palabra con nuestros oídos espirituales abiertos… deseosos de oír lo que tienes que decirnos. Señor Jesucristo, no queremos ser oyentes apáticos e indiferentes. Queremos aplicar tus Verdades a nuestras vidas. Porque si no ponemos Tu Palabra a la práctica, no habrá transformación en nuestras vidas. Señor Jesucristo, no queremos ser estudiantes solamente, sino convertirnos en practicantes de la Palabra de Jehová nuestro Dios. En el Nombre de Jesucristo. Amén. En éste contexto, por medio de Santiago nos dice que elnuevo nacimientose debe de revelar, a sí mismo, en la forma como actuamos. La Palabra de Dios, no solo nos da vida al nacer de nuevo, sino que también nos guía a vivir la vida de forma práctica, como hijos de Dios. El título de este mensaje es EL ESCUCHAR NO ES IGUAL A OÍR y lo vamos dividir en tres fundamentos: (1) OÍR A OTROS; (2) APLICAR LA PALABRA;
(3) AYUDA AL NECESITADO. Así que, comencemos con el primer fundamento…
1. OÍR A OTROS (Santiago 1:19-21) “19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; 20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. 21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la Palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas”. La expresión deben de estar dispuestos a oír”, es una bella forma de captar la idea de que debemos oír activamente. No debemos simplemente de abstenernos de hablar. Debemos estar listos y dispuestos a oír. Obviamente, el oír se debe de hacer con DISCERNIMIENTO. Debemos de asegurarnos de que lo que oímos, está de acuerdo con la Palabra de Dios en las Sagradas Escrituras. Si no oímos, de forma activa y cuidadosa, nos expondremos a ser guiados a toda clase de errores, y enseñanzas falsas. Estar dispuestos a oír, pero ser lentos para hablar, debieran de ser tomadas, como dos caras, de la misma moneda. Lentos para hablar significa hablar con humildad y paciencia, no con palabras alocadas, ni cotorreando… sin parar. La persona que habla “constantemente” no deja que la otra persona hable. Sabiduría no es siempre tener algo que decir. Involucra oír detenidamente, considerando lo que se dice en oración, y hablando con suavidad. Cuando hablamos mucho, y oímos poco, les comunicamos a otros que pensamos que nuestras ideas, son mucho más importantes, que las de ellos. Nuestro Padre Celestial por medio de Santiago nos dice sabiamente, que cambiemos completamente esta manera de actuar. Necesitamos poner un cronómetro mental a nuestras conversaciones, y mantener control de cuanto hablamos, y cuanto oímos. Cuando la gente te habla, ¿Siente que sus ideas y puntos de vista tienen valor para ti? Algunas veces, nosotros mismos somos duros de oído. Hay momentos que mentalmente estamos en otra parte, y las palabras, que la gente nos dice, nos entra por un oído y nos sale por el otro a esto se le llama escuchar, porque el oír es prestar atención. ¿No hemos contestado “todos” con un vago “aja, aja” a una charla que realmente NO estábamos oyendo sino escuchando? O durante la comida, dicen nuestras esposas un “superficial” “qué bueno, mi amor”, ¿En contestación a una de las vivencias cómo esposos acerca del trabajo? Con respecto a escuchar a Dios, cuantas veces nosotros también hemos sido duros de oído. Frecuentemente, estamos tan ocupados pensando en lo que queremos decirle a Dios, que no prestamos atención a lo que Él nos está diciendo. En, Santiago 1:20 dice: “porque la ira del hombre no obra la Justicia de Dios”. También debemos de ser lentos para enojarnos. El enojo, cierra nuestras mentes a la Verdad de Dios. (Proverbios 13:3) dice: “El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad”. La ira estalla cuando “nuestro yo” es lastimado. Es esta clase de ira que crece debido a nuestro mucho hablar… y poco oír. No nos debemos de molestar cuando no ganamos un argumento, o cuando nos sentimos ofendidos o descuidados. La cólera egoísta nunca ayuda a nadie. (Efesios 4:2,26,27) dice, “2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor. 26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al diablo”. El enojo, que resulta de un carácter desconsiderado y descontrolado, lleva a palabras impulsivas e hirientes que no honran a Dios nuestro Padre Celestial. La explosión de ira tiende a ser incontrolable. ¡Es como un volcán que hace erupción! Derrite todo lo que está a su paso. Por esta razón, un arrebato de cólera puede sentirse tan intensamente, como un volcán, cuando está dirigido directamente a otro miembro de la familia. Aunque este mal momento puede pasar rápido, dejará atrás un desastre emocional, y sentimientos bien amargos.
Muchas veces, es bien triste, que las personas que más queremos, terminan siendo el blanco de nuestras palabras hirientes. Pero aun cuando sentimos que hemos sido provocados, siempre podemos elegir entre… ¿Responder con cólera, o con bondad… Muchas veces actuamos y decimos cosas que si pudiéramos retroceder el tiempo, y poder hacerlo de nuevo, no hubiéramos dicho esas palabras, o herido a esa persona, o cometido ese error. Pero nosotros no podemos deshacer el camino andado. Y los pecados una vez cometidos, no se pueden anular. Por esta razón en las Sagradas Escrituras en el Libro de: (Efesios 4:32) dice: “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”. Y también en el Libro de: (Eclesiastés 7:9) “No te apresures en tu espíritu a enojarte; Porque el enojo reposa en el seno de los necios”. Y también en el Libro de: (Proverbios 16:32) “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad”. Si estás luchando con el enojo crónico, que está dañando tus relaciones, ENTREGA estos sentimientos y estas emociones al PODER de Jesucristo. Pídele a Jehová Dios que te perdone por tu ira incontrolable, y que te muestre como poder moderar tus emociones, y que te enseñe a honrar, y mostrar respeto hacia los demás. Cuando busquemos amar a otros sinceramente, y agradar a Dios, para honrarlo como sus hijos podremos obtener la victoria sobre un temperamento volcánico. En, Santiago 1:21 dice: “Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la Palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas”. La palabra, “desechando” indica “hacer algo” DE UNA VEZ POR TODAS. Porque no puede haber progreso en nuestra vida espiritual, si no vemos al pecado, por lo que es. Debemos de dejar de justificarlo, y debemos rechazarlo de una vez por todas. Una vez que nos deshacemos de nuestros malos hábitos, entonces necesitamos aceptar el mensaje de Dios, con humildad, buscando vivir de acuerdo a Su Palabra, PORQUE ESTA HA SIDO SEMBRADA EN NUESTROS CORAZONES, para que puedan ser parte de nosotros mismos. La tierra de nuestro corazón, donde la Palabra es plantada, tiene que ser acogedora para que la Palabra pueda crecer. Para hacer nuestra tierra acogedora, debemos deshacernos de las impurezas de nuestra vida. Tal vez NO PUEDAS OÍR la Palabra de Jehová Dios, PORQUE YA TIENES DECIDIDO “EN TU MENTE” LO QUE QUIERES HACER. Por esta razón es que nuestro PADRE CELESTIAL por medio de Santiago nos dice que recibamos su Palabra Escrita, con humildad, como diciendo: “Padre, estoy pasando por esta prueba, o esta tentación, o esta dificultad, y necesito dirección de tu parte. Necesito que tu Palabra me dirija, si no, no voy a poder hacer BIEN. Por eso vengo a Ti, mi Padre Celestial, no con mi propio plan, pero humildemente. Lo que Tú me digas, eso haré. Mucha gente NO oye a Jehová Dios cuando lee las Sagradas Escrituras, porque les falta un espíritu de mansedumbre… un espíritu de humildad… ante Dios. Cuando nos apropiamos de las características, que nos enseñan las Sagradas Escrituras, estas se manifestarán en nuestro diario vivir. Las pruebas y tentaciones nos pueden derrotar, si no aplicamos las verdades de Dios, a nuestras vidas. Así que, ya vimos que es importante “oír a otros,” ahora vayamos a nuestro segundo fundamento…
2. APLICAR LA PALABRA (Santiago 1:22) Pero sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos”. Es obvio, que por el simple hecho de que estar sentados en un parque, no nos convierte en un árbol. Y el hecho de estar sentados en una iglesia, no nos convierte en cristianos. Del mismo modo, oír buenos sermones, no nos hacen seguidoras de Jesucristo…. ni tampoco el hecho de leer la Palabra de Dios religiosamente. Después de todo, Nuestro Padre Celestial por medio de Santiago dice, que el conocimiento, sin acción, es inútil. Saber quién es Dios, y cuanto nos ama, pero no amarlo y obedecerlo a cambio, no sirve para nada. Saber lo que Dios demanda y desea de Su gente, pero no hacer nada al respecto, no tiene sentido. El saber requiere tomar una decisión práctica. No es suficiente oír la Palabra, debemos practicarla. Hay muchas personas, que tienen el concepto equivocado… de que el oír un buen sermón, o estudio bíblico, los hará crecer y obtener las bendiciones de Dios. ¡NO!!! No es el oír solamente, SINO EL HACER, lo que trae bendición. Muchas las hay, que marcan las Sagradas Escrituras, pero las Sagradas Escrituras no las marcan a ellas. Si uno piensa que es muy espiritual, solo porque oyes la Palabra, te estás engañando a tí mismo. Jesús dice en (Mateo 7:24 al 27) “24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. 25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. 26 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; 27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina”. La vida cristiana es trabajo arduo. El cristianismo involucra esforzarse metódicamente para implementar las verdades de la Palabra de Dios a nuestra vida. La profundidad y madurez espiritual no vienen sin esfuerzo continuo. Jesús acababa de dar el Sermón del Monte, donde había enseñado verdades muy profundas. Verdades jamás antes dichas. El Hijo de Dios había explicado claramente la clase de vida que le agrada al Padre. Y aun así, Jesús sabía que cuando terminara Su sermón, habría algunos que se irían, y jamás aplicarían la Palabra que acababan de oír. Jesucristo dice que el hombre o mujer, que toma las palabras de Dios, y las aplica a su vida, es como una persona sabia, que construyó su casa en la roca. Las rocas son fuertes para construir sobre ellas. Toma mucho esfuerzo poner los cimientos de la casa sobre una roca. En cambio, construir una casa en la arena es muy fácil, y se construye en un dos por tres. Construir en una roca es trabajo serio y TEDIOSO. Sin embargo, el que construye en la arena está en una posición muy vulnerable. El que construye en la roca, hace la casa segura. Quiero preguntarles en este momento ¿Cómo evaluarías tú “la clase de cimientos” con que estás construyendo tu propia vida? Simplemente mira lo que pasa cuando viene una tormenta a tu vida. Una vida edificada en la Palabra de Dios aguantará la misma tormenta que barrerá la vida de la que no obedece la Palabra de Dios. No hay ningún atajo, ni método rápido, para obtener la madurez espiritual. La madurez solo viene a través de trabajo duro, y de obediencia a lo que Dios dice. La próxima vez que oigas a Jesús hablar, comienza a aplicar Su VERDAD a tu vida inmediatamente para que ninguna tormenta perturbe o inquiete tu vida. Por eso Jesús dice en (Juan 3:21) “Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios”. (Santiago 1:23,24) “22 Pero sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. 23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. 24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. 25 Mas el que mira atentamente en la Perfecta Ley, la de la Libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será Bienaventurado en lo que hace”. Todos los espejos tienen una cosa en común: NO MIENTEN. Así que, aun si nuestro peinado no está muy bonito en ese momento, o si tenemos una linda sonrisa, los espejos reflejan fielmente la verdad. Nuestro Padre Celestial por medio de Santiago, nos Enseña que su Palabra es un espejo sobrenatural que puede vermuy por encima de la superficie” y exponer al corazón. En vez de preguntar, ¿Estoy bien arreglado para salir? Deberíamos de estar descubriendo, ¿Soy yo fiel con mis palabras y mis acciones? El espejo de Dios revela las contradicciones que hay en nuestra vida religiosa. Así que pregúntate: ¿Oigo la Palabra de Dios? ¿Estoy haciendo lo que Dios me dice? Al mirarnos al espejo de la Palabra de Dios, nos vemos tal como somos. Por medio del apóstol Santiago nos habla de los errores que la gente comete, al mirarse en el ESPEJO DIVINO. En primer lugar, estas personas solo echan un vistazo. No se examinan cuidadosamente al leer la Palabra de Dios. Muchos creyentes sinceros leen un capítulo de las Sagradas Escrituras diariamente, PERO ES SOLO UN RITO RELIGIOSO, que no les hace ningún bien. Es más, sus conciencias las acusan… si no hacen su lectura diaria, cuando en realidad, las deberían de acusar por haber leído la Palabra de Dios, tan negligentemente. Una lectura superficial de las Sagradas Escrituras no nos puede revelar nuestras necesidades cruciales. Es la misma diferencia que hay… entre mirar una foto instantánea y una radiografía. Si se fijaran atentamente, en lo más profundo de sus corazones, nunca olvidarían lo que han visto. Y en este Versículo dice: (Santiago 1:25) Mas el que mira atentamente en la Perfecta Ley, la de la Libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será Bienaventurado en lo que hace”. Si vamos a usar provechosamente el espejo de Dios, debemos de fijarnos en ÉL completamente. Un simple vistazo no es suficiente. Debemos examinar nuestro corazón y nuestra vida a la luz de la Palabra de Dios. Este acto requiere tiempo, cuidado y entrega sincera. Así que, cinco minutos diarios a solas con Dios no son suficientes para un examen espiritual completo. Después de examinarnos, debemos recordar lo que somos… y lo que Dios dice… y luego, ponerlo a la práctica. La Bendición no viene con solo leer la Palabra, sino con hacerla. ¿Por qué llama Santiago a la Palabra de Dios la ley perfecta, la ley de la libertad? La respuesta es que al obedecerla, Jehová Dios NOS LIBERA de la esclavitud del pecado. El (Salmo 119:45) dice: “Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos”. Y Jesús mismo dice en el libro de: (Juan 8:34) “Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado”. El espejo de la Palabra, no solo nos examina y nos muestra nuestros pecados, sino que también nos limpia. Nos da la promesa de limpieza en el Libro de: (1 Juan 1:9) “Si confesamos nuestros pecados, ÉL es FIEL y JUSTO para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. ¿Se acuerdan cuando David cometió adulterio con Betsabé, y trató de encubrir su pecado? Entonces el profeta Natán fue a visitar a David y le contó la historia del corderito robado. David se puso furioso contra la maldad cometida. Entonces Natán le dijo, “¡Tú eres ese hombre David!” Y le levantó el espejo de la Palabra para que David se mirara así mismo. Esto hizo que David confesara su pecado y se arrepintiera: “¡He pecado contra Jehová Dios!” dijo David. El espejo de la Palabra hizo el examen. ¡Y ahí no quedó la cosa! Natán usó la Palabra para restaurar a David también. En el Libro de: (2 Samuel 12:13) “Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás”. Esta promesa, que vino de la Palabra de Dios, le dio seguridad de perdón y limpieza a David.
Después de que Dios nos restaura, Él quiere que comencemos a cambiar para que crezcamos en Gracia, para no volver a cometer el mismo pecado. Muchas creyentes confiesan su pecado y piden perdón, pero no crecen espiritualmente, para poder vencer a la carne y al pecado. (2 Timoteo 3:16,17) dice “16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. ¡Toda la Escritura es útil! Sabiendo esto, nos robamos a nosotros mismos, cuando no vamos a cada Libro, a cada Verdad, a cada versículo, a cada página de las Sagradas Escrituras para leer las promesas y mandatos, que Jehová Dios tiene para nosotros. Porque cada verso de las escrituras es inspirado por Dios, y es útil para nosotros. No debemos escoger solo los versículos que queremos leer y estudiar. No debemos afirmar solo los versos que nos gustan, e ignorar aquellos que nos condenan. Si vamos a poder ser discípulos maduros de Jesucristo, debemos de permitir que cada Escritura nos hable, y nos Enseñe lo que Dios quiere que aprendamos. A lo que llenas tu mente con las Escrituras, y a lo que obedeces Sus instrucciones, Él te guiará por los caminos de justicia. La Escritura te preparará para cualquier buena obra, a la que Dios te llame. Si te sientes inadecuado para la tarea que Dios te ha dado, escudriña las Escrituras, porque dentro de ellas encontrarás la sabiduría que necesitas para llevar a cabo tu misión. Permite que la Palabra de Dios te IMPREGNE, te guíey que enriquezca tu vida. Y por último, después de estudiar los fundamentos… “Oye a Otros”; Y Aplica la Palabra”, vayamos a nuestro tercer y último fundamento:

3. AYUDA AL NECESITADO (Santiago 1:26) “Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana”. Debemos de poner en práctica la LEY PERFECTA de Dios con nuestro lenguaje. SABER HABLAR BIEN – como lo haría un gran orador o un maestro -- no es tan importante ¡COMO CONTROLAR NUESTRA LENGUA! ES SABER QUE DECIR, A DONDE, Y CUANDO DECIRLO. LA FORMA COMO OTROS PUEDEN VER, si tu fe es verdadera o no, es por lo que hablas, y la forma como lo hablas. Nos engañamos, a nosotros mismos, cuando tenemos prácticas religiosas que no nos llevan a un estilo de vida ético. SIN OBEDIENCIA, hasta nuestras prácticas más religiosas, no tienen valor. Y NO PODEMOS SER OBEDIENTES, si no podemos controlar nuestra lengua. Aunque, por medio del apóstol Santiago no nos específica, como la lengua ofende, nos podemos imaginar cómo deshonramos a Dios con nuestra lengua – con el chisme, los arrebatos de ira, las duras críticas… las quejas… y hasta como juzgamos a otros. Nuestras palabras muestran si somos compasivos o criticones. Amorosos u odiosos. Generosos o codiciosos. La conversión no tiene sentido, a menos que nos lleve a un cambio de vida. Y una vida cambiada, no lleva a nada, si no sirve a otros. (Santiago 1:27) “La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo”. Después de mirarnos, a nosotros mismos, y Jesucristo en el espejo de la Palabra, debemos de mirar a las necesidades de otros. Las palabrasQue Dios te bendiga, hermanito. O estoy orando por ti”, no son ningún substituto a las obras de amor y caridad, que debemos de hacer. Un hijo de Dios debe de tener contacto personal con el sufrimiento del mundo, y los problemas, que la gente de este mundo, tiene. Aquí es donde los políticos son muy astutos. Salen a las calles y se encuentran con la gente y les dan la mano. Hacen contacto personal con ellos. De la misma forma, los cristianos deberíamos ir a donde la gente dónde está. Siento que hay un gran peligro en tener “una religión de la iglesia”, pero no “una religión de la calle”. Necesitamos una religión de la calle también. Debemos de tener contacto con el mundode forma personalde servirlos con amor, ternura, bondad. Una persona que practica la RELIGION PURA, como la llama nuestro Padre Celestial por medio del apóstol Santiago, se sacrifica así misma, usando tu tiempo y tu dinero para cuidar de los necesitados. En el siglo primero, los huérfanos y las viudas eran los más necesitados. Hoy en día, hay mucha gente en el mundo que quiere este toque personal. Tú puedes llevar el toque cristiano a esta gente con dulzura y amor… con consideración y bondad.

Y PARA CONCLUIR Nosotros también debemos de seguir las instrucciones de Dios, devotamente, si queremos vivir una vida, que honra a Dios. Obedecer la Palabra de Dios requiere Oír a Otros, Aplicar la Palabra, y Ayudar al Necesitado. ASI QUE TE PREGUNTO ¿Oyes tú a otros, o eres siempre el que tiene que estar hablando? ¿Te molestas por todo? Cuando oyes la Palabra de Dios, ¿la obedeces? ¿Controlas tu lengua? ¿Honras a Dios con tus palabras, o eres chismoso(a), criticón, y hasta quejoso? ¿Sirves a otros desinteresadamente? ¿Con compasión y amor? ORÉMOSLE a nuestro Padre Celestial por medio del Señor Jesucristo: Padre, por medio de nuestro Señor Jesucristo, nos acercamos ante tu Poderosa Presencia, primeramente, para darte las gracias que Tu Palabra es el espejo espiritual que necesitamos para mirar nuestro propio corazón, y ver en qué áreas necesitamos cambiar. Señor Jesucristo, no nos permitas que solo estemos oyendo sin vivir la Palabra de Dios, y tampoco queremos solo oír Tu Palabra, sino aplicarla a nuestras vidas para que ésta nos limpie de toda contaminación. Padre, perdónanos por hablar tanto, y por no oír a otros. Ayúdanos a tener más paciencia con otros, y a superar nuestros arrebatos de cólera. Queremos honrarte con nuestra lengua. No queremos ser chismosas, criticones, duros… ni ser quejumbrosos. Danos un corazón compasivo para amar a los necesitados. Queremos servir a otros con la misma humildad con que Jesús vino a servir al mundo. Queremos dar, no solo de nosotros mismos, sino de los recursos que Tú nos has dado. En el Nombre de Jesucristo. Amén. Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor Preciado. Si usted no tiene la intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de entregarla a otra persona interesada. Para la difusión gratuita entre cristianos, se permite fotocopiar esta hoja (por favor no cambiar el texto). 

jueves, 24 de enero de 2019

SALIENDO DEL DESIERTO Y VOLVIENDO EN EL PODER DEL ESPÍRITU

Predica; 20 de Enero de 2019
SALIENDO DEL DESIERTO Y VOLVIENDO EN EL PODER DEL ESPIRITU
Someterse significa renunciar voluntariamente al control de nuestra vida. Y el sometimiento es aquello que más nos cuesta cumplir ya que, por naturaleza, los seres humanos no nos gusta someternos a nadie. Pero en la vida cristiana y en el ámbito espiritual, es la llave que abre la puerta a las Bendiciones de Jehová Dios. (Santiago 4:7)SOMETEOS, pues, a Dios; Resistid al diablo, y huirá de vosotros”. Las Sagradas Escrituras, describen que antes de que Jesús principiara su ministerio fue llevado por el Espíritu al Desierto a Ayunar 40 días, donde estuvo expuesto a todo tipo de tentación y pruebas. (Lucas 4:1-2) “1 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto 2 por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días,  pasados los cuales, tuvo hambre”. Las Sagradas Escrituras son muy asertivas, al indicar que ya Jesús estaba lleno del Espíritu Santo. Entonces... ¿No es esto todo lo que necesitaba? Y ¿Qué PROPÓSITO había en Él, para ser llevado al desierto? Como claramente podemos entender amados hermanos, Nuestro Padre Celestial y Dios no hace las cosas por capricho, evidentemente siempre tiene un PROPÓSITO. Entonces, veamos que sucedió  en la vida de nuestro Salvador al volver de este desierto, en el Libro de: (Lucas 4:13,14) “13 Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de ÉL por un tiempo. 14 Y Jesús volvió en el PODER del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor”. Las Sagradas Escrituras, describen que Jesús volvió en EL PODER DEL ESPIRITU. Por favor apreciemos la diferencia, Jesús antes del desierto, fue, LLENO DEL ESPIRITU SANTO, pero después del desierto, Jesús regreso, EN EL PODER DEL ESPIRITU, hay una diferencia obvia, es fácil ser llenos del Espíritu Santo, pero el Poder del Espíritu se manifiesta en hombres y mujeres de Carácter Probado. Este es el propósito de la estadía de Jesús en el desierto. Su carácter debía ser formado en el fuego de la prueba, donde aprendió obediencia y dominio propio, el desierto preparo el CARÁCTER de Jesús para enfrentar un desafío Mayor. LA CRUZ DEL CALVARIO, la cual NO fue fácil ni romántica, todo lo contrario, fue la tortura más extrema a la que un ser humano, podía ser sometido. Jesucristo, nuestro Salvador tiene un CORAZON FORJADO EN EL DESIERTO. Nuestro Padre Celestial Jehová Dios aprovecha todo para bien. Tal vez te sientes angustiado y sin salida… Es verdad que es muy difícil saber con precisión porque la vida puede complicarse tanto, pero de lo que si debes estar convencido es que Jehová Dios sacará lo mejor de cada situación, aun de las más tormentosas, desagradable y dolorosas para nuestro bien. Dice la Palabra en el Libro de: (Romanos 8:28) “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su Propósito son llamados”. Por lo tanto, no debemos resistir el desierto, sino enfrentarlo con fe, no preguntarnos ¿Por qué estamos aquí? Sino ¿Para qué estamos aquí? Y ¿Qué Jehová Dios quiere, que aprendamos en el desierto? Por supuesto que a nadie nos gusta los procesos. Todos queremos las recompensas, pero no todos aceptamos el proceso, y debes saber esto, tal vez te guste o no lo que te voy a decir, pero es mi conclusión a través de la experiencia en el ministerio y comunión con el Padre Celestial por medio de Jesucristo, y es que antes de Bendecirte, el deseo de Jehová Dios es perfeccionarte. Dice la palabra: (Filipenses 1:6) “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”.

Y el lugar donde Dios perfecciona nuestro carácter es en el desierto, pero entendamos lo que mencione antes, Jesús regreso del Desierto en el Poder de Espíritu. Alégrate entonces…. Pues después de tu desierto lo que queda es la manifestación del Poder de Dios en tu vida para obrar un milagro en tus situaciones. Solo hay que permanecer firmes porque Dios hará, (Salmos 37:3 al 5)3 Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la Verdad. 4 Deléitate asimismo en Jehová, y ÉL te concederá las peticiones de tu corazón. 5 Encomienda a Jehová tu camino, y confía en ÉL; y ÉL hará”. Jehová Dios está con cada uno de nosotros. Aunque no lo puedas ver en medio de tanta incertidumbre, EL, está contigo, te acompaña y te sostiene de la mano. Dice la Palabra: (Salmos 37:24) “Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano”. El desierto puede destruirte o fortalecerte todo dependerá si lo entiendes o no. Cristo volvió del desierto EN EL PODER DEL ESPÍRITU, o sea, volvió mejor que como entro. El deseo de Dios no es que quedes dando vueltas en el desierto durante 40 años como Israel en el tiempo de Moisés, Sino que el desierto sea un lugar de Enseñanza, adoración, alabanza y júbilo. Si mantienes tus convicciones y tu comunión con el Padre por medio de Jesucristo y del Espíritu Santo, pronto te darás cuenta que estas en la Tierra prometida. Apóyate en Jehová Dios: Jesucristo es nuestro amparo y fortaleza, y su deseo en todo Tiempo es ayudarte en tus pruebas, pero por supuesto, no lo hará si tu no se lo permites. Los desiertos deben ser oportunidades para ver la misericordia de Jehová Dios sobre nuestras vidas y no para volver la espalda a Dios y buscar socorro en el hombre, los ídolos, el mundo y la pasada manera de vivir. Dice la Palabra: (Hebreos 11:27) “Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; Porque se sostuvo como viendo al Invisible”. Moisés enfrento sus persecuciones y desiertos porque su apoyo era el invisible, hoy apóyate y sostente en Jehová Dios; Mi deseo como pastor de esta congregación es…, que en este año 2019, puedas ser prosperado y bendecido, pero entiendo que Jehová Dios desea más que bendecirte perfeccionarnos, y el lugar donde nos perfecciona es el desierto. Pero después del el desierto se experimenta un nivel aun mayor que la bendición, y este es; EL PODER DEL ESPIRITU, sobre tu vida. En el desierto, es de vital importancia la dependencia de Jehová Dios, Jesucristo, Espíritu Santo y las Sagradas Escrituras. Permítanme nuevamente llevarlos a las Sagradas Escrituras en el Libro de: (Deuteronomio 8:2,3)2 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para AFLIGIRTE, para PROBARTE, para SABER lo que HABÍA en tu CORAZÓN, si habías de guardar o no sus mandamientos. 3 Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, más de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre”.

¿En condiciones normales, cómo sobrevive un pueblo en el desierto? ¿Cómo estuvo el pueblo 40 años caminando por el desierto? ¿Por qué anduvieron por el camino más largo? ¿Se equivocó Jehová Dios? NO!!! Jehová Dios nunca se equivoca, Él conocía los corazones y quería trabajar con ese pueblo, necesitaba hacerlo, más adelante, en Nehemías vemos cómo Esdras reconoce los pecados del pueblo de Israel, era evidente que el pueblo Hebreo no estaba entendiendo lo que Jehová Dios estaba haciendo: (Nehemías 1:4 al 9) “4 Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos. 5 Y dije: Te ruego, oh Jehová, Dios de los Cielos, Fuerte, Grande Y Temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos; 6 esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; , yo y la casa de mi padre hemos pecado. 7 En extremo nos hemos corrompido contra ti, y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés tu siervo. 8 Acuérdate ahora de la palabra que diste a Moisés tu siervo, diciendo: Si vosotros pecareis, YO os dispersaré por los pueblos; 9 Pero si os volviereis a mí, y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, aunque vuestra dispersión fuere hasta el extremo de los cielos, de allí os recogeré, y os traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí MI NOMBRE”. Este pueblo no había tenido tiempo de conocer al Dios vivo, no existía una relación, no podían hablar con Jehová Dios, porque preferían que lo hiciera Moisés, siempre encontramos excusas para no hablar con Dios, ellos pecaron, ofendieron a Jehová Dios, muchos de nosotros tenemos mucho tiempo en nuestros desiertos personales, Jehová Dios tiene que trabajar en estos desiertos, estamos allí para aprender, solemos pensar que el desierto es sólo para llevar golpes, NO!!! Cuando estamos bien, nos olvidamos de orar, de buscar a Jehová Dios, pero cuando pasamos por un desierto, clamamos, a Jehová Dios, para ver que tiene que Enseñarnos. Cada vez que pasamos por un desierto Jehová Dios, nuestro Padre Celestial, está allí, el problema es que no lo creemos, porque siempre desobedecemos, en muchas tribulaciones no entendemos por qué pasan las cosas, te exhorto en el amor de Jesucristo que te alegres, porque Jehová Dios te está Enseñando y algo Bueno viene, su Misericordia es la que te permite formarte.

No Hay Tierra Prometida Sin Pasar Por el Desierto. Ten por seguro que en el desierto Dios no te va a dejar, nuestro Padre Celestial es nuestro sustento, Dios con sus muchas misericordias no te va a abandonar en el desierto, a pesar de la infidelidad del pueblo envió su buen Espíritu, los sustentó 40 años y de ninguna cosa tuvieron necesidad ¿Hay alguna diferencia en estos tiempos? Nos ha dado promesa, así como le dio promesa a ese pueblo, somos pueblo adoptado, vivimos tiempos difíciles, de angustia, de quebranto, de escasez. Muchos estamos pasando por desiertos morales, espirituales, sociales y económicos, no sé cuál es tu desierto pero nuestro Padre Celestial sí, Jehová Dios, que es tu sustento, tu provisión diaria, que mitiga tu fe, sana heridas morales, espirituales, el que levanta la columna de nube e ilumina tu camino de día y de noche, Dios, es el que te creó, créele, aprópiate de estas promesas que el Señor Jesucristo te ha dado, Jesucristo está pendiente hasta de los más pequeñitos detalles. ¿Cuánto tiempo tienes pasando por el desierto? ¿Estás obedeciendo a tu Señor Jesucristo? No permitas que mueras en el desierto, deja que el Señor Jesucristo trabaje, Él necesita que le entregues tu corazón, que le creas de manera absoluta, que le reconozcamos en absoluta dependencia, todo México necesita a Dios, sí, pero podemos ser luz en el nombre de Jesucristo.

Si tu quieres ser un cristiano fiel que disfruta de las Bendiciones de Dios con un corazón humilde y agradecido, interpreta el tiempo de desiertos que hoy estás atravesando como un tiempo determinado por Dios para prepararte para la buena tierra que Él le ha prometido. En: (1 Pedro 3:8,9) dice: “8 Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; 9 No devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición”. Las Sagradas Escrituras, hablan mucho y bien sobre las Bendiciones de Jehová Dios, y como su pueblo puede recibirlas. Las Bendiciones de Jehová Dios están reservadas exclusivamente para los hijos obedientes del Señor Jesucristo. Los únicos que pierden Bendiciones siempre son los desobedientes. ¡Por eso vale la pena ser obedientes al Señor Jesucristo! (Deuteronomio 28:1-2) dice: “1 Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. 2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones y te alcanzarán”. Muchos hacen promesas a Jehová Dios y le dicen: Padre Celestial en el Nombre de Jesucristo, el día que tú me otorgues lo que te pido, voy a ser fiel como nunca antes lo he hecho. El deseo de Dios, nuestro Padre Celestial, es precisamente al revés. Nuestro Padre Celestial y Jesucristo quieren que seamos primero obedientes para luego recibir sus bendiciones o añadiduras. Nuestro Padre Celestial y nuestro Señor Jesucristo, nos dan la libertad de que podamos escoger el camino de la obediencia o el de la desobediencia. Cada uno de estos caminos tiene su recompensa o su consecuencia. Si hacemos un recorrido del pueblo de Dios luego de salir del yugo de esclavitud de Egipto y Faraón, obtenemos una preciosa Enseñanza espiritual para nuestras vidas:
1.   EGIPTO representa el mundo lleno de pecado y esclavitud;
2.   La LIBERACION del yugo de esclavitud representa a Jesucristo dándonos libertad;
3.   El DESIERTO es el tiempo donde el Padre, por medio Espíritu Santo nos moldea;
4.   La TIERRA PROMETIDA es el lugar donde Jesucristo nos bendice con toda bendición.
Si leemos detenidamente notarán que entre el proceso de liberación y la llegada a la tierra prometida, ESTA LA TRAVESIA POR EL DESIERTO. No se puede llegar a la tierra de bendición si primero no aprendemos las lecciones en la tierra del desierto. Esto lo vemos en la vida del pueblo de Israel. Dios los llevaría un tiempo determinado por el desierto para darles algunas lecciones espirituales para ellos y las generaciones siguientes y permitirles entrar en la tierra prometida... Pero un viaje de sólo 40 días se transformó en un pesado peregrinaje de 40 años (Números 14:34)Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada día; Y conoceréis mi castigo”. Así como un viaje de 40 días se transformó en uno de 40 años, aprendemos que depende de nuestra capacidad de obediencia acortar o alargar la llegada a la tierra de bendiciones. El pueblo de Israel atravesó 7 desiertos antes de entrar en la tierra prometida. El número 7 en la tipología bíblica significa: Perfección” “Consumación”. Estos ejemplos nos Enseñan que parte del trato de Dios es que atravesemos por el desierto para la consumación de su Preciosa y Perfecta Voluntad en nuestras vidas. Los desiertos fueron; DESIERTO DE…:
1)  Shur (Ex. 15:22) “E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua”.
2)  Sin (Ex. 16:1) “Partió luego de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, y vino al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, a los quince días del segundo mes después que salieron de la tierra de Egipto”.
3)  Sinaí (Ex. 19:1) “En el mes tercero de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el mismo día llegaron al desierto de Sinaí”.
4)  Parán (Números 12:16) “Después el pueblo partió de Hazerot, y acamparon en el desierto de Parán”.
5)  Zin (Números 20:1) “Llegaron los hijos de Israel, toda la congregación, al desierto de Zin, en el mes primero, y acampó el pueblo en Cades; Y allí murió María, y allí fue sepultada”.
6)  Ije-abarim (Números 21:11) “Y partiendo de Obot, acamparon en Ije-abarim, en el desierto que está enfrente de Moab, al nacimiento del sol”.
7)  Anón (Números 21:13) “De allí partieron, y acamparon al otro lado de Arnón, que está en el desierto, y que sale del territorio del amorreo; Porque Arnón es límite de Moab, entre Moab y el amorreo”.
Aquí aprendemos también que dentro del desierto existen diversos lugares, para nosotros hoy la lección es que durante el desierto debemos atravesar diferentes etapas de pruebas. Pareciera que cuando atravesamos tiempos de desiertos las pruebas se nos vinieran todas encima. Jehová Dios ha preparado esto para formarnos y capacitarnos para disfrutar sus Bendiciones posteriormente. Si caminamos con fidelidad avanzaremos al siguiente paso hasta entrar en la tierra de bendición. Para muchos el desierto fue un final, para otros un comienzo (Números 14:29-35)29 En este desierto caerán vuestros cuerpos; Todo el número de los que fueron contados de entre vosotros, de veinte años arriba, los cuales han murmurado contra mí. 30 Vosotros a la verdad no entraréis en la tierra, por la cual alcé mi mano y juré que os haría habitar en ella; Exceptuando a Caleb hijo de Jefone, y a Josué hijo de Nun. 31 Pero a vuestros niños, de los cuales dijisteis que serían por presa, yo los introduciré, y ellos conocerán la tierra que vosotros despreciasteis. 32 En cuanto a vosotros, vuestros cuerpos caerán en este desierto. 33 Y vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años, y ellos llevarán vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto. 34 Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada día; y conoceréis mi castigo. 35 Yo Jehová he hablado; Así haré a toda esta multitud perversa que se ha juntado contra MÍ; En este desierto serán consumidos, y ahí morirán”. ¿Para qué sirven los tiempos de desiertos en la vida del creyente hoy? (Deuteronomio 8:2) “Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos”.

Notemos que dice “todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios”. Quizás estuvimos pensando que todo lo que nos pasó en el desierto era del diablo, has invertido tiempo reprendiendo y reprendiendo, ¡¡Y la situación no cambió sino que empeoró!!! ¡¡Pensar que era la mano del Gran Alfarero trabajando sobre nuestra vida para prepararla para llegar a la tierra de bendición, la tierra que Él nos ha prometido y nosotros no nos habíamos dado cuenta!!! ¿Cuál es el propósito de los tiempos de desierto en nuestras vidas? Para AFLIGIRTE”. Es fácil alabar a Dios y serle fiel cuando todo sale de maravillas, pero ¿Qué pasa en la adversidad y cuando todo sale mal? ¿Seguimos fieles en medio de los problemas? Allí Dios nos prueba la CALIDAD de la vida espiritual que tenemos. Muchas veces pensamos o decimos con un tono de orgullo y soberbia que somos los “invencibles” y Dios nos aflige para mostrar nuestra realidad carnal que debe ser tratada y quebrada por el Señor Jesucristo que está trabajando en nuestro corazón. Para PROBARTE ¿Probar qué? El NIVEL de nuestra espiritualidad. Aquí nuestro Padre Celestial mide nuestra madurez y crecimiento espiritual. Tener años de creyente NO significa alcanzar madurez. Para saber lo que HABÍA EN TU CORAZÓN”. Aquí el Señor prueba nuestra INTENCION interior de obedecer o desobedecerle. Podemos engañar a todos los que nos rodean con una fachada de “fieles y llenos de obediencia” pero nuestro Padre Celestial siempre mira la intención del corazón. Los tiempos de desiertos siempre nos muestran LO QUE EN REALIDAD SOMOS ANTE DIOS. Por cierto Jehová Dios ya lo sabe de antemano pero quiere que nosotros los sepamos para que nos humillemos, arrepintamos y volvamos al sendero de la obediencia. ¿Qué hace nuestro Padre Celestial, que fluya de SU SER en los tiempos de desiertos? ¿Fluye SU PRESENCIA de Jehová Dios en nuestra naturaleza carnal NO quebrantada? Jehová Dios siempre mira nuestras actitudes pues ellas revelan lo que hay oculto en el corazón. El pueblo de Israel en el desierto reveló su rebeldía, queja, desobediencia, incredulidad, tibieza, murmuración e idolatría. A ellos no les interesaban las lecciones de Dios en el desierto sino que querían solamente la bendición de Dios en la tierra prometida. Muchos de nosotros también somos así, somos tan necios de corazón y egoístas que en vez de tomar los tiempos de desiertos como un tiempo necesario de formación y crecimiento espiritual para llegar posteriormente a la tierra bendecida, nos rebelamos y lo único que nos importa es tener en nuestras manos lo que habíamos pedido. Debido a nuestra rebeldía y por NO tener el conocimiento de la Sana Doctrina de Cristo en nuestras vidas, es posible que Jehová Dios, si nos dé lo que queremos, pero SIN SU BENDICION. Esto mismo le sucedió al pueblo rebelde de Israel. (Números 11:19,20) dice: “19 No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días, 20 sino hasta un mes entero, hasta que os salga por las narices, y la aborrezcáis, por cuanto menospreciasteis a Jehová que está en medio de vosotros, y llorasteis delante de ÉL diciendo: ¿Por qué salimos acá de Egipto?”. Cuantos de nosotros hemos exclamado: (Mejor me hubiera que dado en el mundo, me iba mejor cuando no conocía las cosas de Dios). (Números 11:31 al 34) dice también: “Y vino un viento de Jehová, y trajo codornices del mar, y las dejó sobre el campamento, un día de camino a un lado, y un día de camino al otro, alrededor del campamento, y casi dos codos sobre la faz de la tierra. Entonces el pueblo estuvo levantado todo aquél día y toda la noche, y todo el día siguiente, y recogieron codornices; el que menos, recogió diez montones; y las tendieron para sí a lo largo alrededor del campamento. Aún estaba la carne entre los dientes de ellos, antes que fuese masticada, cuando la ira de Jehová se encendió en el pueblo, e hirió Jehová al pueblo con una plaga muy grande. Y llamó el nombre de aquel lugar Kibrot-hataava, por cuanto allí sepultaron al pueblo codicioso”.

Allí NO todos murieron en el desierto, solo perecieron los codiciosos. La palabra codicia significa: “Apetito desordenado por la riqueza, deseo desesperado por las cosas”. Hoy día hay mucho pueblo de Dios que en vez de desear más del Señor Jesucristo, desear ser enseñados y corregidos por El, lo único que les interesa es su bienestar material. Nunca lo olvidemos: La añadidura sin la Bendición de Jehová Dios se transforma en maldición. Si nosotros hoy somos tan desobedientes de no aceptar lo que Dios nos da en el desierto, es probable que recibamos lo que pedimos pero con maldición. En el (Salmo 106:13 al 15) dice: “Bien pronto olvidaron sus obras; No esperaron su consejo. Se entregaron a un deseo desordenado en el desierto; Y tentaron a Dios en la soledad. Y ÉL les dio lo que Pidieron; Mas envió mortandad sobre ellos”. Jehová Dios nos llama en este tiempo a que aprendamos sus lecciones en el desierto y las aprobemos. Cuando eso suceda estaremos calificados para llegar a la tierra de bendición. Sin obediencia no hay bendición, pues Jehová Dios siempre bendice a los fieles. Y nos dice cuál es otra importante lección que debemos aprender y aprobar en el desierto: (Deuteronomio 8:3) “Para hacerte saber que no solo de pan (representa las cosas materiales) vivirá el hombre, más de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre”.

Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor. Si usted no tiene la intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de entregarla a otra persona interesada. Para la difusión gratuita entre cristianos, se permite fotocopiar esta hoja (por favor no cambiar el texto).

martes, 8 de enero de 2019

LAS ACTITUDES DEL CRISTIANO FRENTE A LAS SITUACIONES CRÍTICAS DE LA VIDA

Predica; 06 de Enero de 2019
LAS ACTITUDES DEL CRISTIANO FRENTE A LAS SITUACIONES CRÍTICAS DE LA VIDA
Enfocando las cargas. la tragedia, la ansiedad y la angustia para que a pesar de todo le demos la Gloria de Dios. Sería importante que tengas en tu mano las Sagradas Escrituras, así podrá seguir en cada versículo de las Sagradas Escrituras, el desarrollo de esta predicación para que tengas una comprensión mejor de la misma. ¡Ay Dios mío! ¡¿Dónde está Dios, en mi momento de ansiedad y angustia?! Esta es una exclamación y una pregunta que quizás, casi todos, nos hemos planteado en algún momento de nuestra vida ante situaciones y presiones internas en las que sentimos intensa carga, ansiedad y angustia: (Mateo 11:28 al 30)28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y YO os haré descansar. 29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de MÍ, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. Suele suceder que el nivel de intensidad con el que nos afecta la ansiedad y la angustia depende más de la consideración y el valor que nosotros le damos a una situación que del significado y el valor que realmente tiene: (1 Pedro 5:7 al 10) 7 echando toda vuestra ansiedad sobre ÉL, porque ÉL tiene cuidado de vosotros. 8 Sed sobrios, y velad; Porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. 10 Mas el Dios de toda Gracia, que nos llamó a su Gloria Eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, ÉL mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca”. Lo que quiero decir es que nosotros mismos, la mayoría de las veces, somos los que magnificamos el sufrimiento, la ansiedad y la angustia que sentimos, porque la situación que consideramos y valoramos como causante de tales sentimientos no tiene realmente la importancia o el enfoque que nosotros le damos.

Vemos ejemplos en las Sagradas Escrituras, muchas personas solo se acuerdan de que Dios existe cuando están en problemas y claman y le piden a Dios cuando confrontan su fragilidad y limitación ante situaciones tan graves y dramáticas como es la enfermedad y la muerte, también podemos oír muchas veces decir pues ahora no nos queda otra más que orar…!!! Tal es el ejemplo que nuestro Padre Celestial usa para nuestras vidas, por medio de la vida de Job: (Job 4:5)Más ahora que el mal ha venido sobre ti, te desalientas; Y cuando ha llegado hasta ti, te turbas”. Y en este otro ejemplo en el capítulo nueve, Job 9:16 al 35, donde Job expresa su pequeñez e insignificancia con relación a la Majestuosidad y Poder de Dios. Ahora abramos el Libro de: (Salmo 22:1) “Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?”; (Salmo 69:1 al 3) 1 Sálvame, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma. 2 Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo hacer pie; He venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado. 3 Cansado estoy de llamar; Mi garganta se ha enronquecido; Han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios. Este planteamiento se fundamenta en una realidad central; El creyente tiene que interiorizar en su conciencia que Jehová Dios, como nuestro Padre Celestial se interesa en ayudarnos a solucionar nuestras situaciones difíciles de la vida. Para la persona no creyente, quizás esta afirmación no sea considerada como unarealidaden su vida, sin embargo, no deja de seruna posibilidadque tiene aún por descubrir y que más adelante pueda constituirse también enrealidad centralparea su vida. De hecho, así ha sucedido para muchas otras personas, en un momento de su vida no creyentes ni esperanzadas en el amor y el Poder de Dios, que viéndose ante su debilidad e impotencia por solucionar sus situaciones críticas han confiado en Dios como último recurso, por ejemplo: Los apóstoles se veían impotentes para alimentar a la muchedumbre que seguían a Jesús y a ellos y quedaron asombrados ante la misericordia y el Poder de Jesús, por ejemplo cuando le trajeron al paralítico que fue llevado por sus amigos ante Jesús para ser sanado, etc.: (Mateo 14:14) “Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos”. Además, con esta exposición, se pretende aprender y Enseñar a superar las dificultades y las presiones que tenemos en la vida, guiado por los principios de la Palabra de Dios, en las Sagradas Escrituras.

La situación crítica que la familia de Lázaro, tuvo que afrontar, que no deja de ser muy cotidiana hoy en día, quizás sea una de las tragedias que más nos espantan y que más nos hacen sufrir cuando nos toca vivirla, y que muy pocos pueden evitar el tener que afrontarla tarde que temprano. Una de las cosas más importantes en estas situaciones es controlar y enfocar nuestro sufrimiento y nuestra ansiedad de forma positiva: (Juan 11:1,3,4) “1 Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana. 3 Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo. 4 Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la Gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea Glorificado por ella”. Como puede ser cualquier otra circunstancia en la vida que nos produce angustia y ansiedad, quizás sea la enfermedad, propia o la de nuestra familia, una de las que mayor sufrimiento nos produce y mayor desequilibrio emocional nos proyecta, sobre todo cuando se trata de una enfermedad terminal y nos anuncia la llegada de una muerte más o menos próxima. La inquietud y el desasosiego que se produce en nosotros, nos induce a enfocar nuestro pensamiento, de forma compulsiva, hacia el “objeto” productor de tal ansiedad (en este caso, la enfermedad y la muerte), no permitiéndonos ver más allá de lo que significa “sentir sufrimiento y angustia”.

Esto es lo que nos pasa a la mayoría de nosotros; Ante estas situaciones solamente vemos nuestra situación de angustia, y esto nos impide ver con claridad los propósitos de Dios. Porque Jesús veía el propósito de Dios en la situación de Lázaro más allá de la enfermedad y la muerte. Jesús sabía que la situación de Lázaro tenía el propósito de manifestar “la Gloria de Dios”, porque era el preludio de su propia “resurrección”. Jesús no se estaba refiriendo a la muerte física, que tanto atormentaban a las hermanas de Lázaro, se estaba refiriendo a la muerte como algo final y definitivo, luego Jesús diría; “Lázaro, duerme”, dejando constancia de que en Jesús la muerte es transitoria (yo diría cualquier tipo de circunstancia que nos produce aflicción, angustia y ansiedad extrema): (1 Tesalonicenses 4:13,14) “13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen Esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en ÉL”. Así como creemos que Jesús murió y resucitó, así también creemos que Dios resucitará juntamente con Cristo Jesús a los que murieron creyendo ÉL. Y en (1 Corintios 15:51) “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; Pero todos seremos transformados”. Esto no quiere decir que sea fácil para nosotros, ya que entre otras cosas no tenemos la capacidad de Jesús para prever el futuro, pero sí viene a enseñarnos que en las situaciones de angustia dolor, hay más enfoques y formas de interpretarlas, y no solo la del sufrimiento y la ansiedad. Y que, como hijos de Dios que somos y que puedes ser si quieres y depositas tu fe en Él, debemos estar seguros y confiar que para nuestra vida, se encuentre en la situación que se encuentre, Dios mira nuestra condición de otra manera y con otro enfoque al nuestro. Dios siempre tiene un propósito que es el que hay que buscar y enfocar nuestra atención y esperanza en las situaciones de crisis. Una vez que hemos controlado nuestra propia zozobra, necesitamos aprender a manejar el amor en las presiones y conflictos. Para el desarrollo de este punto, vamos a seguir leyendo en (Juan 11:2 y 5) “2 (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos. 5 Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro”. En medio de los momentos más turbulentos y angustiosos, como los que pueden ser una enfermedad terminal, no existe un recurso o un consuelo mayor, tanto para los que la sufren como para la familia que se conduelen con el enfermo, que el del amor.

La familia de Lázaro y Jesús vivían un amor que hacía posible superar aquella situación tan trágica para ellos; Sabemos que Marta se desvivía por atender y disponer todo para que Jesús estuviera confortable (Lucas 10:40) “Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude”. Por su parte Jesús amaba a esta familia hasta el punto de arriesgar su vida para atender sus necesidades: (Juan 11:7,8) “7 Luego, después de esto, dijo a los discípulos: Vamos a Judea otra vez. 8 Le dijeron los discípulos: Rabí, ahora procuraban los judíos apedrearte, ¿y otra vez vas allá?”. Incluso sólo nuestra presencia vale más que nuestras palabras cuando lo único que podemos hacer es estar con ellos, tomar sus manos y aún compadecernos con ellos y con ello le habremos confirmado que les amamos y compartimos su sufrimiento de verdad. (Juan 11:31,33)31 Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí. 33 Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió”. Es importante para el manejo de estas situaciones descubrir la comprensión de Jesús: (Juan 11:38) “Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima”. Un aspecto que siempre debemos tener en cuenta cuando nos encontramos en situaciones críticas y sufriendo tanto, es que Jesucristo nos comprende. Jesucristo comprende y sabe lo que estamos sufriendo cuando afrontamos la enfermedad y la muerte, o cualquier otra circunstancia crítica en nuestra vida, esto nos ha de llenar de gozo y tranquilidad saber que nuestro Salvador, el único que puede obrar en estas situaciones, nos va a asistir de acuerdo a la realidad de nuestro sufrimiento.

Cuando se llega a este punto, se experimenta el Poder de Jesucristo: (Juan 11:39 al 44)39 Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. 40 Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la Gloria de Dios? 41 Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. 42 Yo sabía que siempre me oyes; Pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. 43 Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! 44 Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir”. En la respuesta que Jesús da a Marta y en la manera que el resucitó a Lázaro hay dos principios profundos que servirán a las personas que estén llevando el peso de grandes aflicciones:
LA NECESIDAD DE CREER. (v40) Jesús mismo, le dice a Marta que es necesario creer para ver la Gloria de Dios. Y Jesús se estaba refiriendo a un cumplimiento pronto e inmediato de las promesas que anteriormente le había hecho (Juan 11:25) “Le dijo Jesús: Yo Soy la resurrección y la vida; El que cree en Mí, aunque esté muerto, vivirá”. Y, lo que es más importante, a la promesa de la “vida eterna” (Juan 11:26) “Y todo aquel que vive y cree en Mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?”. Lo que Jesús le dijo a Marta y nos dice a nosotros es que la Gloria de Dios se manifiesta y se siente en cualquier momento, al percibir su Presencia y acción en nuestras vidas; Pero hay un sentido especial por el cual se ve la Gloria de Dios, y es cuando nos aproximamos a cualquier aspecto de la resurrección (Romanos 6:4) “Porque somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la Gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva”, o a su victoria final sobre la muerte (Romanos 8:17,18)17 Y si hijos, también herederos; Herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con Él, para que juntamente con Él seamos glorificados. 18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”, o sobre satanás (Apocalipsis 19:1 al 7) “1 Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro; 2 Porque sus juicios son Verdaderos y Justos; Pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella. 3 Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos. 4 Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya! 5 Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes. 6 Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! 7 Gocémonos y alegrémonos y démosle Gloria; Porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado”.

Si podemos creer que Jesucristo está actuando y no está lejos de nosotros cuando pasamos aflicciones, podemos esperar bendiciones que sólo vienen a aquellos que ponen su esperanza en Dios (Job 19:25 al 27) 25 Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; 26 Y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios; 27 Al cual veré por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mi corazón desfallece dentro de mí”. (1 Pedro 1:3 al 9) 3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5 que sois guardados por el Poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. 6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, 8 a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; 9 obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas”.

LA NECESIDAD DE ORAR. Orar a Dios es lo mejor que podemos hacer en situaciones críticas. (Juan 11:41,42)41 Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. 42 Yo sabía que siempre me oyes; Pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado”. Jesús en esta situación tan trágica ante la tumba de Lázaro lo hizo (v: 41) con la seguridad, de antemano de que Dios le iba a oír, por lo que le dio gracias. Esta misma confianza la tenía Marta (Juan 11:22) “Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará”.

Lo más apropiado en situaciones de ansiedad y aflicción es orar a Dios y esperar de ÉL, el alivio y ayuda en él, Salmo 34 (nos habla de las evidencias de la bondad de Jehová). Sin embargo, siguiendo el ejemplo de Jesucristo no debemos esperar a que nos sobrevenga la crisis para comenzar a establecer una relación de intimidad y confianza con Jehová Dios, como nuestro Padre Celestial, sino mantenernos en comunión con ÉL, para que en medio de la crisis la angustia y la ansiedad no nos confundan y enfríen nuestra confianza y esperanza en su manera de actuar para con nosotros.

El (Salmo 32:6,7) “6 Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado;
Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él. 7 Tú eres mi refugio; Me guardarás de la angustia; Con cánticos de liberación me rodearás. Selah=(Siempre)”.


Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Raúl. Si usted no tiene la intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de entregarla a otra persona interesada. Para la difusión gratuita entre cristianos, se permite fotocopiar esta hoja (por favor no cambiar el texto).