Predica; 18 de AGOSTO de 2019
¿SIRVES COMO JESÚS CON SABIDURÍA HUMANA O CELESTIAL?
Nuestro
Padre Celestial por medio de Jesucristo instituyó cinco ministerios, para que
prediquemos su Santo Evangelio de Jesucristo, por lo tanto, también nos dejó un
importante Manual para que lo hagamos de acuerdo a su Perfecta Voluntad, BAJO
la AUTORIDAD de su PALABRA: (1 Corintios 2:1–5) “1 Así
que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, NO
fui con excelencia de palabras o de sabiduría. 2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a
Jesucristo, y a éste crucificado. 3 Y
estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; 4 y ni mi palabra ni mi predicación fue
con palabras persuasivas de humana
sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, 5 para que vuestra fe no esté fundada
en la sabiduría de los hombres, sino en el Poder de Dios”. Si pudiera escoger un sonido simbólico con el que se pudiera
identificar a la Iglesia en Cristo Jesús Mi Libertador, ¿Saben cuál sería…? El sonido de
las hojas de 50 Biblias volteándose simultáneamente en los versículos durante
la predicación. Esta es la
razón: La fuente de mi autoridad en este púlpito no es—como pronto
veremos—mi sabiduría; Tampoco es una revelación privada que se me dio más allá
de la revelación de la Escritura. Mis palabras tienen autoridad únicamente en
la medida en que son una repetición, despliegue y adecuada aplicación de las PALABRAS de las Sagradas Escrituras.
Tengo autoridad únicamente cuando estoy Bajo Autoridad. Y nuestro símbolo corporativo de esta
verdad es el sonido de sus Biblias abriéndose. Mi profunda convicción
sobre la predicación es que un pastor debe mostrar a la gente que lo que él
está diciendo ya fue dicho o está implícito en las Sagradas Escrituras. Si no puede ser demostrado, NO
tiene autoridad especial. Siento mucha pena del pastor que incrementa
su propia carga al tratar de tener nuevas ideas para predicar a su gente. En
cuanto a mí, no tengo nada de valor
para decirles, pero Jehová Dios
si, y espero y oro para que
nunca me canse de hablar de esta PALABRA ESCRITA. La vida de la iglesia depende de ello.
La
Sana Doctrina se ha vuelto muy popular en todas las iglesias cristianas, aun cuando siguen predicando las
enseñanzas que los identifican con la identidad a la cual pertenecen, por
ejemplo: Se pueden imaginar a los testigos de Jehová
predicando a Jesucristo como el Libertador, a los bautistas predicando el Salmo
150:4 que dice: “Alabadle con pandero
y danza; Alabadle con cuerdas y flautas”, o al pentecostés
predicando de Jehová, porque ellos solo se dirigen a Él, como el Señor y Dios,
o a los presbiterianos quitarles el catolicismo carismático arraigado en sus
enseñanzas, o a los mormones decirles que no hay más profeta que Jesucristo y
que su profeta Smith y su libro profético, no puede sustituir a las Sagradas
Escrituras. “Dirigir como Jesús” se
ha convertido también en una terminología popular para los “líderes cristianos.
A menudo se confunde el liderar enseñoreando como los reyes de las naciones y
el liderar sirviendo como Jesús nos lo dejó con mucha claridad: (Lucas 22:25-27) “25 Pero ÉL les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de
ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores; 26 mas NO así vosotros, sino sea el
mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve. 27 Porque, ¿Cuál es mayor, el que se
sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Mas YO estoy entre vosotros como el que
sirve”. Es una gran Enseñanza de las Sagradas Escrituras, pero para
algunos “pastores y líderes” no les resulta porque carecen del gozo, la
sabiduría de arriba, y el poder que se necesita para mantener la humildad que
hace el liderar sirviendo como Jesús espiritual eficaz. (Juan 13:4-17) “4 se
levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. 5 Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los
discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido. 6 Entonces vino a Simón Pedro; y
Pedro le dijo: Señor, ¿TÚ me lavas los
pies? 7 Respondió Jesús y le dijo: Lo
que yo hago, tú no lo comprendes ahora; Mas lo entenderás después. 8 Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió:
Si no te lavare, no tendrás parte conmigo. 9
Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la
cabeza. 10 Jesús le dijo: El que
está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque
no todos. 11 Porque sabía quién le iba a entregar; Por eso dijo: No estáis limpios
todos. 12 Así que, después
que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? 13 Vosotros me llamáis Maestro, y Señor;
y decís bien, porque lo SOY. 14 Pues
si YO, el Señor y el
Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros
los pies los unos a los otros. 15
Porque ejemplo os he dado, para
que como YO os he hecho, vosotros también hagáis. 16 De cierto, de cierto os digo: El
siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. 17 Si sabéis estas cosas,
bienaventurados seréis si las hiciereis”. El servicio en la humildad como lo
hizo determino nuestro servicio como ministros del Evangelio, no precisamente
esta haciendo un ministerio de andar lavando pies sino de servir a los demás
viéndolos como superiores a nosotros mismos: (Filipenses 2:4-8) “4 NO mirando
cada uno por lo suyo propio, sino
cada cual también por lo de los otros. 5 Haya, pues, en
vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no
estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a
sí mismo, tomando forma de
siervo, hecho semejante a los
hombres; 8 y estando en la condición de hombre,
se humilló a sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte
de cruz”; El despojarse de su deidad para hacerse un ser humano es demasiada humildad y el
querer venir a servirnos, nos deja muy en claro nuestro llamado, (Hebreos 5:8) “Y aunque era Hijo, por
lo que padeció aprendió la obediencia”; Sin embargo, hasta el día de hoy
queremos hacer de nuestro llamado un liderazgo como los reyes de este mundo,
pero Jesucristo no está de acuerdo con este tipo de sabiduría humana: (Mateo 20:) “26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera
hacerse grande entre vosotros será
vuestro servidor, 27 y el
que quiera ser el primero entre
vosotros será vuestro siervo; 28
Como el Hijo del Hombre no vino para
ser servido, SINO PARA SERVIR, y para dar su vida en rescate por
muchos”. Para liderar como Jesús tenemos que liderar con Jesús. La
intimidad con Jesucristo es la raíz principal del ministerio de servicio será
fructífero.
El
mismo Señor Jesús lideró a los demás de su propia relación íntima de vida con
el Padre y su
humilde dependencia del Espíritu Santo. Él nos Enseñó a seguir su ritmo
de vida en el que permaneció y dio fruto, disfrutando el amor de Jehová Dios y
compartió este amor con los demás (Juan
15:12-17) “12 Este es mi
mandamiento: Que os améis unos a
otros, como YO os he amado. 13 Nadie tiene mayor amor que este,
que uno ponga su vida por sus amigos. 14
Vosotros sois mis amigos, si
hacéis lo que YO os mando. 15
Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; Pero os he llamado amigos, porque
todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer. 16
No me elegisteis vosotros a mí, sino
que YO os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis
fruto, y vuestro fruto permanezca; Para que todo lo que pidiereis al Padre en
MI NOMBRE, ÉL os lo dé. 17 Esto os
mando: Que os améis unos a otros”.
Veamos algunos
versículos claves que nos muestran
cómo liderar como Jesús a través del compañerismo con ÉL, fomentando una relación devocional con Dios y un ministerio de
servir a los demás.
Jesús, el Hijo de Dios, Se Somete
al Padre en Todas las Cosas. Jesús les respondió:
(Juan 5:19) “Respondió entonces
Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada
por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; Porque todo lo que el Padre hace,
también lo hace el Hijo igualmente”. Jesús siempre se declaró en sujeción del
Padre y haciendo su Voluntad (Juan 6:38)
“Porque he descendido del cielo, no para hacer MI VOLUNTAD, sino LA
VOLUNTAD del que me envió”.
También Jesús Depende Enteramente de la Unción (Presencia y Poder) del Espíritu
Santo (Hechos 10:38) “Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo
y con Poder a Jesús de Nazaret,
y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con ÉL”. Jesús nos deja muy en claro, que el liderar como Jesús es garantías
que nuestro padre Celestial este respaldándonos. Jesús Enseña Lo que Él Aprendió y Experimentó En Su Propia Vida (Juan 3:11) “De cierto, de
cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto,
testificamos; y no recibís nuestro testimonio”. Jesús Es Un Siervo (Marcos 10:45) “Porque el Hijo del Hombre
no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por
muchos”. También, Jesús Toma la
Iniciativa de Ser Mentor de la Gente (Lucas 19:5) “Cuando Jesús llegó a
aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa,
desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa”. Cuando Jesús Llama a los Discípulos No
los Mete a un Salón de Clases, Pero en el Ministerio de servir con Él
(Mateo 4:19) “Y les dijo: Venid en pos de MÍ, y os haré pescadores de
hombres”. Jesús Es el Primer
Discípulo: Él Vive y sirve en el Yugo Fácil del Padre y Él Nos
Enseña a Seguir Su Ejemplo (Mateo 11:27,29,30) “27 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie
conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel
a quien el Hijo lo quiera revelar.
29
Llevad mi yugo sobre vosotros,
y aprended de MÍ, que SOY
manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30 porque mi yugo es
fácil, y ligera mi carga”.
Jesús nos enseña que la oración es
parte fundamental del ministerio de predicar el Evangelio: (Lucas 6:12,13) “12 En aquellos días ÉL fue al monte a orar, y pasó
la noche orando a Dios. 13 Y cuando
era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales
también llamó apóstoles”. (Mateo
11:25,27) “25 En aquel tiempo, respondiendo
Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los
sabios y de los entendidos,
y las revelaste a los niños. 27 Todas las cosas me fueron entregadas
por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno,
sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo
lo quiera revelar”. Un día
estaba Jesús orando en cierto lugar. Cuando terminó, uno de sus
discípulos le dijo: (Lucas 11:1-4) “1
Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus
discípulos le dijo: Señor, Enséñanos
a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos. 2 Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los
cielos, Santificado sea TU NOMBRE.
Venga tu reino. Hágase tu Voluntad, como en el cielo,
así también en la tierra. 3 EL PAN nuestro de cada día, dánoslo hoy. 4 Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros
perdonamos a todos los que nos deben. Y no
nos metas en tentación, más
líbranos del mal”. Jesús siempre es quien nos entrena como servidores
en formas prácticas, lo observamos cómo los envía de dos en dos para predicar
el Evangelio y Jesús los observa y ellos le informan al regresar. (Marcos 6:6,7) “6 Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las
aldeas de alrededor, enseñando. 7
Después llamó a los doce, y comenzó a
enviarlos de dos en dos; y les
dio autoridad sobre los
espíritus inmundos”; (Lucas 9:2)
“Y los envió a predicar el Reino de
Dios, y a sanar a los enfermos”. (Marcos 6:30-32) “30 Entonces
los apóstoles se juntaron con Jesús, y le contaron todo lo que habían
hecho, y lo que habían Enseñado. 31 Él les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y
descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni
aun tenían tiempo para comer. 32 Y
se fueron solos en una barca a un lugar desierto”. Entonces, Jesús Entrenó 70 Nuevos servidores para expandir su grupo
núcleo de 12 Discípulos a 82: (Lucas
9:1,2; 10:1) “1 Habiendo reunido
a sus doce discípulos, les dio Poder
y Autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. 2 Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los
enfermos. 10:1 Después de estas
cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de ÉL a toda ciudad y lugar
adonde ÉL había de ir”. Jesús nos da
las oportunidades para aprender de la experiencia, incluyendo el fracaso
(Mateo 17:14) “14 Cuando
llegaron al gentío, vino a ÉL un hombre que se arrodilló delante de ÉL,
diciendo: 15 Señor, ten misericordia
de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el
fuego, y muchas en el agua. 16 Y lo
he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar. 17 Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh
generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con
vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá. 18 Y reprendió Jesús al demonio, el
cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora. 19 Viniendo
entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos
echarlo fuera? 20 Jesús les dijo: Por vuestra POCA FE; Porque
de cierto os digo, que SI
TUVIEREIS FE como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará;
y nada os será imposible. 21 Pero este género no sale sino con
oración y ayuno”. Muchos ministerios donde el Liderazgo de
hacerlo con sabiduría humana, se pasan por alto cuando Jesús les dice que por
su poca fe y sobre exaltan el ayuno.
Jesús
comisionó a sus seguidores a dirigir a otros en su Nombre: (Mateo 28:18-20)
“18 Y Jesús se acercó y les habló
diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
19
Por tanto, id, y haced discípulos a
todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20
Enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado; y he aquí YO estoy con vosotros todos los
días, hasta el fin del mundo. Amén”. Liderar
como Jesús es también restaurar a servidores caídos como el caso de Pedro: (Lucas
22:31,32) “31 Dijo también el
Señor: Simón, Simón, he aquí satanás
os ha pedido para zarandearos como a trigo; 32 Pero YO he rogado por
ti, que tu FE NO FALTE;
y tú, una vez vuelto, confirma a tus
hermanos”. (Juan 21:15) “Cuando
hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿ME amas más que éstos? Le
respondió: Sí, Señor; TÚ sabes que te amo. Él le
dijo: Apacienta mis corderos”.
Es de suma importancia que nuestro amor a nuestro Padre Celestial y anuestro
Señor Jesucristo sea cuestionado, para bien nuestro.
Veamos
el objetivo del ministerio del apóstol Pablo: (1 Corintios 2:1–5)
“1 Así que, hermanos, cuando fui a
vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, NO fui con excelencia de palabras o de sabiduría. 2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo,
y a éste crucificado. 3 Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor;
4 y ni mi palabra ni mi
predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con
demostración del Espíritu y de poder, 5
para que vuestra fe NO esté fundada
en la sabiduría de los hombres, sino
en el PODER de Dios”. Pablo se enfoca en que hace esto para recordándoles
cuál fue su propósito al venir a ellos y cómo vino. Primero hablaremos sobre el propósito de nuestro ministerio por
medio del ejemplo de la vida del ministerio de Pablo. su objetivo, su propósito era que "vuestra fe no
descanse en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios".
Pablo lo dijo una y otra vez: (Romanos
1:5,6) “5 y por quien recibimos
la gracia y el apostolado, para la
obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su NOMBRE; 6 entre las cuales estáis también
vosotros, llamados a ser de
Jesucristo”. El propósito de la vida de Pablo es el propósito de la
mía, y debería ser el propósito de todo pastor, de todo estudiante seminarista,
de todo maestro de escuela dominical, y de todo creyente que habla a otras
personas: Producir y construir la fe. ¿Por qué es tan crucial que nuestra fe no se base en
la sabiduría de los hombres sino en el poder de Dios? ¿Realmente importa
en qué se basa nuestra fe siempre y cuando Cristo sea el objeto de
nuestra fe? Para Pablo lo que un predicador ofrecía como la base de la
fe hacia una gran diferencia, ¿por qué? Es
por eso crucial para nuestra fe que no nos basemos en la sabiduría de los
hombres sino en el poder de Dios—porque si se basa en la sabiduría de los
hombres es un espejismo, una fe falsa. O por ponerlo de otra forma, si estamos
siguiendo los mandatos de la mera sabiduría humana, el hecho de que el Rey y Creador del mundo fue ejecutado como un
criminal porque somos unos horribles pecadores, sería visto simplemente como una tontería intolerable. Veamos
(1 Corintios 1:18) para confirmar
esto “Porque la palabra de la cruz es
locura a los que se pierden; Pero
a los que se salvan, esto es, a nosotros, es Poder de Dios”. Recuerden que lo que estamos preguntando
es: ¿Qué es lo que hace que la
sabiduría de los hombres sea destructiva cuando tratamos de convertirla en una
base para la fe? Versículo 18; Pues está Escrito, destruiré la
sabiduría de los sabios, y el entendimiento de los inteligentes desecharé: (1 Corintios 2:5) “Para que vuestra fe no esté fundada en
la sabiduría de los hombres, sino
en el Poder de Dios”. No nos equivoquemos aquí, así como la sabiduría
de Dios es locura para los hombres, así el poder de Dios es visto por los
hombres como debilidad.
La
Enseñanza y la predicación son partes fundamentales para quien va creciendo en
Jesucristo, y para la persona cuyo espíritu y alma
anhelan despertarse y descubrir quién es Dios, que ha hecho, que hace y que
hará en ellos. Debemos
de saber la distinción entre PREDICAR y ENSEÑAR ya que
ambas tienen el mismo fundamento, el
cual es Jesucristo. (1 Corintios
3:11) “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el
cual es Jesucristo”. Pero cada una es
aplicada en diferente forma, pero, para un mismo fin (Efesios 4:12) “a fin de perfeccionar a los santos para la obra
del ministerio, para la edificación
del Cuerpo de Cristo”, si se realiza bajo la guía del Espíritu santo. (Juan 16:13) “Pero cuando venga el
Espíritu de VERDAD, ÉL os guiará a toda la VERDAD;
Porque no hablará por su propia
cuenta, sino que hablará todo
lo que oyere, y os hará saber
las cosas que habrán de venir”. Enseñar significa: Instrucción
(la función o la información): Enseñanza, Enseñar, Doctrina. También viene de
las palabras que significan: instructor generalmente o específicamente: Maestro,
padre de familia. "Enseñar" significa conducir al hombre a la
experiencia más íntima con la VOLUNTAD
DIVINA, puesto que la
doctrina afecta tanto al intelecto como a la voluntad humana.
En
cambio,
Predicar cuyo significado es: Como proclamador
público, específicamente verdad divina del evangelio: Predicar, pregonar, hacer notorio en voz alta algo para que
llegue a conocimiento de todos, Publicar lo que estaba oculto o lo que debía
callarse. Alabar en público los hechos, virtudes o cualidades de
Jesucristo, proclamar, publicar, heraldo Mensajero, Aquello que anuncia algo
que va a suceder. Y el predicar proclama lo que Dios ha hecho. Entonces, ENSEÑAR de acuerdo con las
Sagradas Escrituras: (Juan 14:26) “Mas el Consolador, el Espíritu
Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y
os recordará todo lo que yo os he dicho”.
La Enseñanza te amplia y te
desglosa o explica mas detalladamente lo oído y lo que has retenido mediante al
oír atentamente, ya sea una predica, una conversación, o algo que hayas visto,
etc., instruye y guía hacia
una experiencia extraordinaria con Jehová Dios ya que abre el panorama de una
forma que podamos entender (Éxodo
18:20) “Y Enseña a ellos las
ordenanzas y las leyes, y muéstrales
el camino por donde deben andar, y lo
que han de hacer” y (1 Juan
2:27) “Pero la unción que
vosotros recibisteis de ÉL permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os
enseñe; así como la unción
misma os enseña todas las cosas, y es
verdadera, y no es mentira,
según ella os ha Enseñado, permaneced
en ÉL”. (Job 12:7,8) “7 Y en efecto, pregunta ahora a las bestias, y ellas te Enseñarán; A las aves de los cielos, y ellas te lo mostrarán; 8 O habla a la tierra, y ella
te Enseñará; Los peces del
mar te lo declararán también”. Te
muestra nuevas cosas, y te hace entender su propósito y te explica
cosas de parte de Dios a un nivel
entendible para nosotros. (Salmos
16:7) “Bendeciré a Jehová que me
aconseja; Aun en las noches
me Enseña mi conciencia”. (Daniel
8:16) “Y oí una voz de hombre
entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, Enseña a éste la VISIÓN”. Aquí
es que, muchos predicadores no tienen visión. (Salmo 25:8) “Bueno y recto es Jehová; Por tanto, ÉL ENSEÑARÁ a los pecadores el
camino”. Te da a conocer nueva forma
de vida de acuerdo a su VOLUNTAD, te explica como adiestrarte, y como
ser hábil en determinada cosa (Salmos 25:12) “¿Quién es el hombre que
teme a Jehová? Él le ENSEÑARÁ el
camino que ha de escoger”, (Isaías
2:3) “Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de
Jehová, a la casa del Dios de
Jacob; y nos ENSEÑARÁ sus caminos,
y caminaremos por sus sendas.
Porque de Sion saldrá la ley,
y de Jerusalén la PALABRA de Jehová”.
TE da a conocer el verdadero camino y
te demuestra como conectarte con lo Espiritual de una forma fácil y directa
(Isaías 48:17) “Así ha dicho Jehová,
Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo
soy Jehová Dios tuyo, que te
ENSEÑA provechosamente, que
te encamina por el camino que debes seguir”, (1 Corintios 2:13) “lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que ENSEÑA el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual”,
(Mateo 13:13) “Por eso les hablo por
parábolas: Porque viendo no ven,
y oyendo no oyen, ni entienden”, te hace entender mejor el
mensaje que te están dando. Y por último (Lucas 12:11,12) “11 Cuando os trajeren a las sinagogas,
y ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis por cómo o qué
habréis de responder, o qué habréis de decir; 12 porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que
debáis decir”. Te da a conocer una nueva forma de expresarte, te llena cada vez
mas de palabra y conocimiento, que al aplicarlo te da nuevas vivencias en Jesucristo.
Te explica cómo hacer las cosas.
En
cambio,
PREDICAR es como lo dicen las Sagradas Escrituras: (1Corintios 15:12) “Pero
si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre
vosotros que no hay resurrección de muertos?”. Proclama y declara las grandes
cosas que ha hecho Dios, y lo poderoso que es Dios. Te da a conocer al
verdadero Dios y lo que puede hacer. (Jonás
3:4,5) “4 Y comenzó Jonás a
entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba diciendo: De aquí a
cuarenta días Nínive será destruida. 5 Y
los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de
cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos”. Te revela lo que ha de venir para tu vida o
para el mundo, te desacomoda. (Marcos
1:4,5) “4 Bautizaba Juan en el
desierto, y predicaba el bautismo de
arrepentimiento para perdón de pecados. 5 Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de
Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados”.
Te da a conocer: la vida (Cristo), te abre los ojos, hacia un mejor rumbo, te
confronta para que uno evalué su estado y te da la salida para salir de ese
estado.
Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor Preciado. Si usted no tiene la intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de
entregarla a otra persona interesada. Para la difusión gratuita entre
cristianos, se permite fotocopiar esta hoja (por favor no cambiar el texto).
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