Predica; 07 de Octubre de 2018
EL
ESPÍRITU DE NUESTRO PADRE CELESTIAL EN NUESTRAS VIDAS
El
ESPIRITU de Jehová Dios es su PODER. Para los cristianos,
los seguidores de Jesucristo, se trata del GRAN
PODER que de varias maneras toca nuestras vidas para transformarlas. A través de la Palabra Escrita de VERDAD
el cristiano es engendrado por el Espíritu de Dios a una NUEVA VIDA.
Una vida con una Esperanza diferente. Adicionalmente a nuestro bautismo en
agua, somos bautizados por el Espíritu Santo. El Espíritu de Jehová Dios, nos
da testimonio de que somos fieles y obedientes al Padre Celestial. Si nos hemos consagrado a Jehová Dios
este mismo Espíritu nos hará saber que nos hemos convertido junto con Jesucristo
en herederos del Glorioso Reino de Jesucristo, por el cual oramos todos los
días. Nosotros los cristianos verdaderos sabemos con certeza que si
permanecemos fieles en seguir tras las pisadas de Jesucristo nosotros hemos de
reinar y vivir con Jesucristo en este
Reino. Cómo pueblo consagrado de Dios al ser sellados y ungidos con el
Espíritu Santo podremos apropiadamente proclamar las buenas nuevas del Reino de
Dios, por medio de la Sana Doctrina
de Cristo. Jesús se refirió al ungimiento del Espíritu Santo cuando en
un mensaje que dio en la Sinagoga en su propio pueblo de Nazaret, dijo lo
siguiente: (Lucas 4:16 al 22) “16
Vino a Nazaret, donde se había criado; Y en el día de reposo entró en la
sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. 17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el Libro,
halló el lugar donde estaba Escrito: 18
El Espíritu del Señor está sobre MÍ,
por cuanto ME HA UNGIDO para dar
buenas nuevas a los pobres; Me
ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a
los cautivos, y vista a los ciegos; A poner en libertad a los
oprimidos; 19 A predicar el
año agradable del Señor. 20 Y
enrollando el Libro, lo dio al ministro, y se sentó; Y los ojos de todos en la
sinagoga estaban fijos en ÉL. 21 Y
comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros. 22 Y todos daban buen testimonio de ÉL,
y estaban maravillados de las Palabras
de Gracia que salían de su Boca, y
decían: ¿NO ES ÉSTE EL HIJO DE JOSÉ?”. La PALABRA UNGIDO tal como fue usada
por Jesús significó “IMPARTIR AUTORIDAD”. Era usado según las
Sagradas Escrituras, cuando reyes y sacerdotes fueron ungidos e
investidos en sus respectivos cargos. La ceremonia de ungimiento tenía lugar al
momento de la transmisión del mando a quien iba a ocupar un cargo de responsabilidad ya sea en el reino, o en el servicio sacerdotal.
Así que, Jesús, usó esta Palabra para anunciar a los que les oían que ÉL había
recibido plena AUTORIDAD
para Proclamar el Evangelio del Reino.
Para esto, Jesús citó de la profecía por medio del profeta Isaías, donde se
profetizaba del Ungimiento del Mesías para predicar buenas nuevas. Esta
profecía se halla en: (Isaías 61:1 al 3)
“1 El Espíritu de Jehová el Señor está sobre MÍ, porque ME UNGIÓ Jehová; Me ha
ENVIADO a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a
los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; 2 A proclamar el año de la Buena Voluntad de Jehová, y el día de
venganza del Dios nuestro; A consolar a todos los enlutados; 3 A ordenar que a los afligidos de Sion
se les dé Gloria en lugar de ceniza, Óleo de Gozo en lugar de luto, Manto de
alegría en lugar del espíritu angustiado; Y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para Gloria
Suya”. Jesús supo por medio de la Palabra de su Padre Celestial que una
de las más importantes acciones de su vida sería la de dar testimonio de la
verdad ¿Cuál Verdad? aquella contenida en el propósito de Jehová Dios de
redimir al mundo a través de un Salvador. El hijo de Dios fue fiel a la
responsabilidad que le fue puesta delante de ÉL por su Padre Celestial. Jesús
junto con sus doce discípulos fue por cada pueblo y ciudad, predicando y dando
a conocer la buenas nuevas: (Lucas 8:1) “Aconteció
después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando
el Evangelio del Reino de Dios, y los doce con ÉL”. De igual manera es también
nuestra responsabilidad individual predicar las buenas nuevas del Reino de
Dios, especialmente en estos tiempos
cuando cunde en el mundo el temor y la confusión religiosa. Jehová Dios,
UNGIÓ a Jesús para que
predicase las Buenas Nuevas a los mansos, ¿Cuáles
buenas nuevas? aquellas que treinta años atrás el ángel había anunciado
dando a conocer a “TODO EL PUEBLO” que el prometido Mesías y Libertador
había nacido en Belén. Jesús reveló a su auditorio que ahora aquel niño
había crecido y que su ministerio pronto a iniciarse habría de ser en verdad “BUENAS NUEVAS” para
los “MANSOS”.
Nuestro
Padre Celestial, por medio del profeta Isaías también predijo que el Mesías
habría de ser enviado para sanar a los quebrantados de corazón:
Mencionado anteriormente en Isaías 61:1.
Desde que el pecado y la muerte entraron en el mundo por medio de la
trasgresión de nuestros primeros padres siempre ha habido en el mundo personas “QUEBRANTADAS DEL CORAZÓN”. No hay nada más Poderoso para sanar a
estos quebrantados de corazón que la proclamación de las buenas nuevas del Reino
de Dios. Proclamar el Evangelio envuelve más que el solo hecho de
anunciar el glorioso futuro de bendiciones para todas las familias de la
tierra. Isaías escribió del Mesías que ÉL sería ungido para proclamar el año
aceptable de Jehová Dios. También por
medio del apóstol Pablo se refirió a este asunto en: (2 Corintios 6:2) “Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable;
He aquí ahora el día de salvación”.
La Palabra “ACEPTABLE”
como es usada por Isaías y Pablo, es muy apropiado porque la referencia hecha
en el Plan de Divino de Jehová Dios cuando aceptó el sacrificio de su Hijo
Jesús, y todavía continúa hasta nuestros días. Jesús hizo más que proclamar el
mensaje de las buenas nuevas. El
entregó su vida en el Calvario en sacrificio como rescate. Al llevar su
mensaje a los que tenían sus oídos dispuestos ÉL extendió la invitación para
que le siguieran. Él dice literalmente que si creemos en ÉL, nos negaremos a
nosotros mismos, tomaremos la cruz y le siguiéremos hasta la muerte.
Refiriéndose
a esto, nuestro Padre Celestial por medio del apóstol Pablo nos habla del
privilegio que tenemos de ser colaboradores Dios nos dice:
(2 Corintios 6:1) “Así, pues,
nosotros, como colaboradores suyos,
os exhortamos también a que NO
recibáis en vano la Gracia de Dios”. En éste último tiempo, en el presente
que estamos viviendo es el Tiempo de Dios, durante el cual muchos son llamados
o invitados a ofrecer sus vidas en sacrificio de obediencia, para que sigamos
las pisadas de Jesús, inspirados en la Esperanza de que si obramos de acuerdo a
su Palabra Escrita, tendremos el privilegio de vivir y reinar con ÉL, compartiendo
su Honor y Gloria. Pablo se refiere a la “gran salvación”; La que un principio
empezó a ser predicada por Jesús y fue confirmada a nosotros por aquellos
quienes lo oyeron (Hebreos 2:3) “¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una Salvación tan Grande?
La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada
por los que oyeron”. Jesús no fue el único ungido por el Espíritu Santo para
predicar buenas nuevas a los mansos, sus
fieles seguidores participan también en este ungimiento y son igualmente por este medio
autorizados a ser ministros del Evangelio. La Palabra de Dios en las
sagradas Escrituras, nos aseguran que compartiremos con Jesús la tarea de
restaurar al mundo a la vida. Jesús dijo: (Juan
14:12) “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que YO
hago, él las hará también; Y aún mayores hará, porque YO voy al Padre”. Jesús
explico que las mayores obras que sus seguidores habrían de hacer serían
producto de su retorno al lado de su Padre. Esto significa que la obra
a la que se refiere ÉL, es cuando se está verdaderamente sometido a la Perfecta
Voluntad, del Padre Celestial, entonces se hará la obra maravillosa de ser instrumento
en las manos de un Dios Todo Poderoso, llevada a cabo por medio de Jesucristo para segur la Obra transformadora de los seres
humanos arrepentidos que anhelamos agradar al Padre, para hacer su Perfecta
Voluntad y NO la nuestra. Es un gran
privilegio el poder explicar a los que le temen a Dios y tienen sus
oídos dispuestos que el tiempo en el que estamos de verdad es parte del “día de
venganza”, así como lo que Dios habrá de traer salvación para su pueblo.
Seguidamente el profeta Isaías describe las bendiciones del reino de Jesucristo,
asegurando que (Isaías 35:10) “Y los redimidos de Jehová volverán,
y vendrán a Sion con alegría; Y gozo
perpetuo será sobre sus cabezas; Y tendrán gozo y alegría, y huirán la
tristeza y el gemido”. Que maravilloso entonces es participar con Jesús en la
obra de proclamar el mensaje del REINO.
¡Que felices somos al saber que el Reino
de Jesucristo se ha acercado¡ Al proclamar su inminencia nuestro mensaje
debería servir para remover el temor de los corazones de la gente y darles
alivio y gozo. Sabemos que esta es la
Voluntad de Dios para nosotros pues nos ha ungido para este PROPÓSITO. No contristemos al
Espíritu Santo, por fallar en el cumplimiento de esta maravillosa misión.
Las
Verdades fundamentales en las Sagradas Escrituras, son Planes Divinos, como
fueron Enseñadas a través de la Sana Doctrina de Cristo, por los apóstoles en
la iglesia temprana cómo ejemplo para nosotros que hemos alcanzado los últimos
tiempos, restaurando al pueblo de Dios, por medio del santo Evangelio.
Ahora debemos todos estar en guardia contra las influencias anticristianas que
nos rodean, influencias que están bajo el poder de satanás y que pueden
robarnos esta preciosa Sana Doctrina de Cristo. Jehová Dios por medio del apóstol Pablo, quien escribió en: (Hebreos
10:23) “Mantengamos firme,
sin fluctuar, la profesión de
nuestra Esperanza, porque FIEL es EL
que PROMETIÓ”. En el mismo Libro pero en el Capítulo tres, por favor
acompáñenme a: (Hebreos 3:14) “Porque
somos hechos participantes de Cristo,
con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio”. Es a través de la Sana Doctrina de
Cristo, que son fundamentales de la Verdad que somos santificados y aproximados
a Dios. Es por esto que es tan importante, que no dejemos estos
privilegios apartarse de nosotros. En la carta de despedida de Pablo a los
ancianos de Éfeso él dijo: (Hechos
20:27) “Porque NO he rehuido anunciaros todo el consejo de
Dios”. ¿Qué es el consejo de
Dios mencionado por Pablo? Aquello que constituye ciertamente la Sana Enseñanza
fundamental de las Sagradas Escrituras.
A
fin de poder predicar el arrepentimiento de la humanidad, hacia Dios e invitar
a ejercer fe en nuestro Señor Jesucristo. El apóstol
Pablo indudablemente tuvo primero que explicar lo que era el RESCATE. La explicación que
Pablo hizo del rescate cuando estaba sirviendo a sus hermanos en Éfeso debió
ser la misma que dio a Timoteo. Él le dijo al joven discípulo lo siguiente: (1 Timoteo 2:5,6) “Porque hay un solo
Dios, y UN solo Mediador ENTRE
Dios y los hombres, Jesucristo
hombre, el cual se dio a sí
mismo en RESCATE por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido
tiempo”. Con el FIN de proclamar apropiadamente
la VERDAD del rescate se hace necesario reconocer
que el salario del pecado es muerte. En su ministerio el apóstol Pablo
no mencionó al tormento eterno como el correspondiente salario del pecado.
Pablo sí enseñó por el contrario que “el salario del pecado es muerte, pero la
dádiva de Dios es vida eterna por Jesucristo Nuestro Señor” (Romanos 2:23y24) “23 Tú que te jactas de la
ley, ¿Con infracción de la
ley deshonras a Dios? 24 Porque como está Escrito, EL Nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de
vosotros”. Nuestro Padre Celestial usando, al apóstol Pablo nos Enseña,
que la Esperanza para nuestras vidas, van mucho más allá de la tumba, porque está
basada en las Promesas de Jehová Dios, en las Sagradas Escrituras, de restaurar
a los muertos a la vida en la resurrección. Pablo, supo y Enseñó que a menos
que Jesús hubiese sido levantado de entre los muertos no habría esperanza de
una vida futura aún para los seguidores del Señor Jesucristo: (1 Corintios 15:12 al 14) “Pero si se predica de Cristo que
resucitó de los muertos, ¿Cómo dicen algunos entre vosotros que no hay
resurrección de muertos? Porque si no
hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo NO resucitó, VANA es entonces nuestra predicación,
VANA es también vuestra fe”. Claramente
en las sagradas Escrituras, Jesús es la, “PRIMICIA” de la
resurrección. Que nosotros como seguidores, tenemos la Esperanza de ser
levantados para vivir y reinar con ÉL como la nueva Jerusalén, por mil años, aquí
en la nueva tierra y nuevos cielos; Con su Gloria, Honor e Inmortalidad (Romanos 2:7) “Vida Eterna a los que,
perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad”. Pablo, supo
que la inmortalidad no es inseparable al ser humano y que aquellos que
alcanzaran ésta, lo tendrían que hacer en base a la FIDELIDAD probadas en seguir las pisadas de Jesús. “Esto
mortal se vista de inmortalidad” (1
Corintios 15:53) “Porque es necesario que esto corruptible se vista de
incorrupción, y esto mortal se vista
de inmortalidad”. Así vemos
que esta llamada desde lo ALTO es una llamada Celestial. Él supo que el
Plan de Dios para la humanidad en general es la restauración a la vida eterna
sobre la tierra. Otro aspecto del
Plan Divino que Pablo consideró importante está contenido en la promesa
que Dios le dio a Abraham (Génesis 12:3;
22:15 al 18) “3 Bendeciré a los
que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; Y serán benditas en ti
todas las familias de la tierra. 15
Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el Cielo, 16 y dijo: Por mí mismo he jurado, dice
Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único
hijo; 17 de cierto te bendeciré, y
multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que
está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus
enemigos. 18 En tu simiente serán
benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz”. Dios
le prometió que a través de su simiente o descendencia, todas las familias de
la tierra habrían de ser bendecidas. Pablo explica que nuestra esperanza de
salvación y de estar asociados con Jesús es estar centrado en el pacto con
Abraham. (Hebreos 6:17 al 20) “17 Por lo cual, queriendo Dios mostrar
más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su
consejo, interpuso juramento; 18
para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta,
tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la
esperanza puesta delante de nosotros. 19
La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro
del velo, 20 donde Jesús entró por
nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de
Melquisedec”. Este, según Pablo es parte del consejo de Dios. En realidad hay
dos aspectos en la promesa dados a Abraham. Uno es que se debería desarrollar
una simiente, el otro que las familias deberían ser bendecidas por esta
simiente. Respecto a la simiente, Pablo explicó lo siguiente en (Gálatas 3:16,27,29) “16 Ahora bien, a Abraham fueron hechas
las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de
muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo. 27 Porque todos los que habéis sido
bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. 29 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham
sois, y herederos según la promesa”. Esta esperanza nos ha inspirado y
fortalecido para seguir adelante. Este es el Glorioso Evangelio que debemos
proclamar y hacia el cual debemos permanecer fieles.
Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor. Si usted no tiene la
intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de entregarla a otra
persona interesada. Para la difusión gratuita entre cristianos, se permite fotocopiar
esta hoja (por favor no cambiar el texto).
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