Predica; 30 de JUNIO de 2019
MARAVILLOSO CAMBIO DEBIDO AL RESPLANDOR DE JESUCRISTO
Una
cosa es armar un hermoso e impactante mensaje sobre la GLORIA de Dios y otra, muy diferente, vivir
una vida en medio del RESPLANDOR de la GLORIA de Dios.
Una cosa es predicar sobre las
maravillas de la unción del Espíritu Santo y otra muy distinta vivir en la
plenitud de la unción del Espíritu Santo. Sólo nuestro Padre Celestial
por medio de Jesucristo y El Espíritu Santo puede transformar nuestra naturaleza humana, por lo tanto,
Dios nos llama a una relación íntima con Él mismo. El NUEVO PACTO que tenemos con Jesucristo produce en nosotros
un mayor resplandor que nunca se desvanecerá (Hebreos 8:13) “Al decir: NUEVO
PACTO, ha dado por viejo al
PRIMERO; Y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a
desaparecer”. Él incluso nos llama a crecer en una relación de amor cada vez
mayor en intimidad con Él que nunca se desvanece. (2 Corintios 3:14 al 18) “14
Pero el entendimiento de ellos se
embotó; Porque hasta el día de hoy, cuando leen el ANTIGUO PACTO, les queda el mismo VELO NO descubierto, el cual por Cristo es quitado. 15 Y aun hasta el día de hoy, cuando se
lee a Moisés, el VELO ESTÁ PUESTO
sobre el corazón de ellos. 16
Pero cuando se CONVIERTAN al Señor,
el velo se quitará. 17 Porque el
Señor es el Espíritu; Y donde está el
Espíritu del Señor, allí hay
LIBERTAD. 18 Por tanto,
nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la GLORIA del Señor, somos TRANSFORMADOS de GLORIA en GLORIA
en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”. El
ejemplo que nos da nuestro Padre Celestial, cuando Pablo se encontraba encarcelado
en Roma, y todo
le hacía suponer que iba a ser ejecutado en poco tiempo. (2 Timoteo 1:1-7) “1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la VOLUNTAD de Dios,
según la promesa de la vida que es en Cristo Jesús, 2 a Timoteo, amado hijo: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre
y de Jesucristo nuestro Señor. 3 Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia
conciencia, de que sin
cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche y día; 4 Deseando verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de
gozo; 5 Trayendo a la memoria la fe
no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu
madre Eunice, y estoy seguro que en ti también. 6 Por lo cual te aconsejo
que AVIVES el FUEGO del DON de Dios que está en ti por la imposición de
mis manos. 7 Porque no nos ha
dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”. Estando en esas condiciones escribió a
su amado hijo Timoteo para advertirle de algunas cosas que estaban pasando en
el presente y de cuáles iban a ser las características de los tiempos que
estaban por llegar en el futuro.
La
GRAN realidad del origen DIVINO
de la LUZ, como PRIMERA CREACIÓN de Dios, reaparece en Isaías 60 para reflejar y concentrar los nuevos
rumbos que tomaría la esperanza en el pueblo que ya se encontraba disperso.
(Isaías 60:1-2, 19,20) “1 Levántate, resplandece;
Porque ha venido tu LUZ, y la GLORIA de Jehová ha nacido sobre ti.
2 Porque he aquí que tinieblas
cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; Mas sobre ti amanecerá Jehová, y
sobre ti será vista su Gloria. 19
El sol nunca más te servirá de luz para el día,
ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que Jehová te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu
Gloria. 20 No se pondrá jamás tu
sol, ni menguará tu luna; Porque
Jehová te será por LUZ PERPETUA, y los días de tu luto serán acabados”.
La LUZ DIVINA es un motivo
constante en todas las Sagradas Escrituras, desde el Génesis hasta el
Apocalipsis. La
luz se entrecruza desde el principio a fin de la salvación. (Génesis 1:3-5)
“3 Y dijo Dios: Sea la luz; Y fue la
luz. 4 Y vio Dios que la luz era
buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. 5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue
la tarde y la mañana un día”. La luz
está presente desde, principio al final del trabajo, de nuestro Padre Celestial
en toda la creación hasta la consumación: (Ap 21:1,2,23) “Vi un
cielo nuevo y una tierra nueva; Porque el primer cielo y la primera
tierra pasaron, y el mar ya no existía más. 2 Y yo Juan vi la SANTA
CIUDAD, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta
como una esposa ataviada para su marido. 23 La Ciudad no tiene necesidad de sol
ni de luna que brillen en ella; Porque
la GLORIA de Dios la ilumina, y EL
Cordero es su LUMBRERA”; (Ap 22:5) “No
habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de
luz del sol, porque Dios el Señor los
iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos”.
Cada
encuentro con Jehová Dios hay un resplandor que genera bendición: (Salmo 21:3,4)
“3 Porque le has salido al encuentro
con bendiciones de bien; Corona de oro fino has puesto sobre su cabeza. 4 Vida te demandó, y se la diste;
Largura de días eternamente y para siempre”. En el camino y la experiencia de la fe cristiana, la expresión “ENCONTRARSE
CON DIOS” no es una bella emoción ni tampoco un bello sentimiento,
para enmascarar ciertas inclinaciones
religiosas individuales o colectivas. La frase encierra un conjunto de
realidades a las que se ha tenido acceso mediante la Presencia Resplandeciente del Padre, Jesucristo y El Espíritu Santo, cualquiera persona que siempre está viviendo con sentimiento y emociones
de su corazón la verdad es que nunca ha tenido la EXPERIENCIA RESPLANDECIENTE en su corazón. Por esta razón, que
cada vez que uno afirme que nos hemos encontrado con Dios, entramos en un espacio de transformación por medio de la GRACIA,
no es posible que alguien diga que ha tenido varios encuentros con Dios y siga
siendo la misma persona. Porque la Razón es que Jehová Dios RESPLANDECE en cada encuentro, ya que se concentra su LUZ en un punto
pequeño.
El Cambio que
produjo la LUZ concentrada de Jesucristo en Pablo; El Resplandor hizo que su fidelidad
fuera inquebrantable ante Dios en el cumplimiento de su ministerio en el Evangelio
como predicador, apóstol y maestro de los gentiles, lo que le había llevado a
encontrarse a esta situación (2 Timoteo
1:11,12) “11 Del cual yo fui CONSTITUIDO
PREDICADOR, APÓSTOL y MAESTRO de los gentiles. 12 Por lo
cual asimismo padezco esto; Pero NO
me avergüenzo, porque YO SÉ a quién
he CREÍDO, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para
aquel día”. Además, señala también que este evangelio que predicaba no lo había
inventado él, sino que era el cumplimiento de "la promesa de la vida que
es en Jesucristo" que Dios había hecho durante siglos a la nación judía (2 Timoteo 1:1) “Pablo, apóstol de
Jesucristo por la VOLUNTAD de
Dios, según la promesa de la vida que
es en Cristo Jesús”. No
olvidemos que Pablo había sido perseguido ferozmente por algunos de sus
antiguos correligionarios judíos que le acusaban de haber abandonado la fe de
sus padres, por esta razón es
que vuelve a reafirmar que el Señor Jesucristo es el cumplimiento de las
promesas hechas a la nación judía, y que él seguía sirviendo al Dios de
sus padres con limpia conciencia, sin haber tenido que renunciar a nada de lo
que las Escrituras decían (2 Timoteo
1:3) “Doy gracias a Dios, al cual
sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar me
acuerdo de ti en mis oraciones noche y día”. Por supuesto, que la salvación es
algo que todos los cristianos auténticos compartimos, y que nos une en el CUERPO de Cristo que es la
Iglesia.
Ahora bien, los
recursos que Timoteo tenía a su disposición para cumplir estas exhortaciones
eran más que suficientes. En primer lugar,
Pablo le recuerda que contaba con "EL PODER DE DIOS" (2
Timoteo 1:7,8,12) “7 Porque no
nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio
propio. 8 Por tanto, no te
avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino
participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios. 12 Por lo cual asimismo padezco esto; Pero no me avergüenzo, porque yo sé a
quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para
aquel día”. En segundo lugar, tenía a su disposición la "GRACIA" (2 Timoteo
1:9) “Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras
obras, sino según el propósito suyo y la
GRACIA que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los
siglos”. Y en tercer lugar,
tenía el "Espíritu Santo que mora en nosotros" (2 Timoteo 1:14) “Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros”.
La AUTORIDAD apostólica es el resultado del Resplandor
del llamado para ser constituido para ser comisionado y enviado por Jesucristo
mismo, y que se actúa como su representante autorizado. Esto serviría también para respaldar a Timoteo frente a
otros que pudieran poner en duda su propio ministerio. Notemos también que Pablo destaca que la dignidad de su ministerio
se basa en dos hechos fundamentales: 1. "POR LA VOLUNTAD DE DIOS". No había sido su propia
elección, sino que fue un encargo divino que le había llegado directamente de Jesucristo (Gálatas 1:1) “Pablo,
apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre
que lo resucitó de los muertos)”. 2.
"Según la PROMESA de la VIDA que
ES EN Cristo Jesús". Pablo fue hecho apóstol con EL FIN DE PREDICAR el EVANGELIO que trae la vida a través
de Jesucristo y que había sido antes prometido por medio de los
profetas del Antiguo Testamento y el mismo Señor Jesucristo. Esto es muy importante porque si no
fuera por esta razón, ni él apóstol Pablo ni ningún otro después de Pablo
hubiéramos sido constituidos apóstoles. Destaca la bondad espontánea de
Dios a través de Jesucristo, que trata con compasión y ternura al miserable. Es
el resultado de disfrutar de la gracia y la misericordia. Provienen "de
Dios Padre y de Jesucristo nuestro Señor". De esta forma se indica que el
origen de estas bendiciones no es humano, sino DIVINO: "DE
DIOS PADRE".
Todos recordamos que la primera vez que Pablo fue
encarcelado en Roma, fue debido a que los judíos le acusaban de haber
abandonado la religión de sus antepasados. (Hch 24:14) “Pero
esto te confieso, que según el CAMINO
que ellos llaman herejía, así
sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y
en los profetas están ESCRITAS”.
(Hch 26:6,7) “6 Y ahora, por la esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros
padres soy llamado a juicio; 7 Promesa
cuyo cumplimiento esperan que han de alcanzar nuestras doce tribus, sirviendo
constantemente a Dios de día y de noche. Por
esta esperanza, oh rey Agripa, soy acusado por los judíos”. (Hch
28:20) “Así que por esta causa os he llamado para veros y hablaros; Porque
por la esperanza de Israel estoy
sujeto con esta cadena”. Pero
éstas eran calumnias infundadas, porque
él no había apostatado de la ley de Moisés, ni había forjado una nueva religión según sus propias preferencias.
Sus antepasados eran miembros de la nación del pacto, eran sinceros, gente
piadosa que adoraba al Dios único de acuerdo a la ley. Y eran ellos los que le
habían transmitido este conocimiento, y ahora él continuaba sirviendo al mismo
Dios "con limpia conciencia". Él
había comprendido que el cristianismo era la verdadera continuación y
cumplimiento del Primer Pacto, “Antiguo Testamento”. Para Pablo, creer en Jesucristo
no significó en ningún momento renunciar a la fe de sus padres, sino
todo lo contrario. Sus antepasados creían en la resurrección y Pablo
también. Esperaban la venida del
Mesías y Pablo proclamaba que ya había hecho su aparición en la persona de
Jesús de Nazaret. Por supuesto, para llegar a estas conclusiones tuvo
que pasar por un proceso en el que Jesucristo
mismo le tuvo que iluminar con su RESPLANDOR en el camino a Damasco. Y
a pesar de que en el pasado había hecho
cosas contra el Nombre de Jesucristo por IGNORANCIA, cuando ahora
escribe desde la cárcel, está seguro de que adora a Dios con limpia conciencia.
Los casos en las
Sagradas Escrituras dónde hubo un encuentro con Jehová Dios que generaron
bendición son múltiples pues van desde la más profunda intimidad (como en el caso de Abraham al ser llamado
a salir de Ur de los caldeos o Elías mediante el silbo apacible y tierno) hasta
la manifestación de Dios al ser humano de la forma más aparatosa (como el mismo
Elías al derrotar a los sacerdotes de Baal o Josué al detener el sol en medio
de una batalla). Pero estas realidades son ejemplos reales de fe no pueden
aplicarse automática o mecánicamente a otras personas en nuevos tiempos o
circunstancias, pues Dios trata con cada uno de maneras muy diferentes:
Porque acaso a la inmensa mayoría nunca le sucederá lo que, a Saulo de Tarso en
las afueras de Damasco, pero esto no implica que Dios no salga a nuestro
encuentro siempre: En las páginas de su Palabra Escrita, en el amor vivido de
manera auténtica, en la amistad verdadera, en los laberintos de la vida…
Cada
encuentro con Dios genera bendiciones, las cuales deben ser evaluadas
mesuradamente
y con el paso del tiempo, con toda prontitud, que el carácter
humano desea, casi siempre, aplicar los resultados de dichos
encuentros. Encontrarse con Dios plantea, como se
puede apreciar en tantas situaciones, que las prioridades o criterios aplicados
para interpretar lo acontecido no sean los adecuados y se requiera tomar otro
rumbo, como le sucedió a tantos
personajes de las Sagradas escrituras. Esta ruta del encuentro de Dios
es, en verdad, inabarcable en sus
dimensiones de conexión con lo ETERNO,
pero al mismo tiempo es una forma de redención de la cotidianidad, que es
justamente donde Jehová Dios sale al
encuentro para otorgar bendición, siempre
y cuando exista también una disposición para que este encuentro se proyecte en
todas las áreas de la vida de quien es objeto de esa visita. Como
Iglesia, tenemos que resplandecer luego del encuentro con nuestro padre
Celestial. Por ejemplo, al bajar
Moisés del monte Sinaí, traía consigo las dos losas del testimonio y no se dio
cuenta de que su rostro irradiaba luminosidad porque había hablado con Jehová
Dios. […] Los israelitas contemplaban cómo el rostro de Moisés
irradiaba luminosidad; luego Moisés volvía a ponerse el velo en el rostro y se
lo dejaba puesto hasta que entraba de nuevo a hablar con el Señor. (Éxodo 34:29,35) “29 Y aconteció que
descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio
en su mano, al descender del monte, NO
sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios.
35 Y al mirar los hijos de Israel el rostro de Moisés, veían que la piel de su rostro era
resplandeciente; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta
que entraba a hablar con Dios”. Inevitablemente
la LUZ DIVINA es la que te hace resplandecer, esto es
y debe de ser una realidad especialmente del siervo de Dios que es llamado a
resplandecer delante de la Iglesia. A semejanza de Moisés, quien, al
descender del encuentro con Jehová Dios, luego de recibir las tablas de la ley,
tenía un rostro resplandeciente, el pueblo de Dios de todas las épocas enfrenta
el grandioso desafío de reflejar la luminosidad de su Señor para encarnar su
misión de servicio en el mundo. Ser “el
instrumento de Dios para ministrar la LUZ DIVINA”, como lo fue para
Moisés que fue una experiencia en el límite del conocimiento y de la
comprensión de la VOLUNTAD de Dios que encarnó con su propia persona, puesto
que, al elevarse, física y espiritualmente, sobre sus hermanos/as y así palpar
de manera inmediata la cercanía de lo sagrado, toda su realidad se colocaba al
servicio de la luminosidad del Creador y Redentor.
Nuestro
Padre Celestial por medio del apóstol Pablo nos Enseña que tenemos que
desarrollar nuestros ojos del entendimiento en
(2 Corintios 4:3-6) “3 Pero si nuestro EVANGELIO está aún
encubierto, entre los que se
pierden está encubierto; 4 En
los cuales el dios de este siglo CEGÓ
el ENTENDIMIENTO de los incrédulos, para que no les RESPLANDEZCA la LUZ del EVANGELIO de la GLORIA de
Cristo, el cual es la imagen de Dios. 5 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo
como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. 6 Porque Dios, que mandó que de
las tinieblas RESPLANDECIESE la LUZ, es el que resplandeció en nuestros corazones, para ILUMINACIÓN del CONOCIMIENTO de la
GLORIA de Dios en la faz de Jesucristo”. El trabajo que el diablo está haciendo es cegar el entendimiento de
los incrédulos para que no les RESPLANDEZCA: La Luz, Que es Jesucristo.
Del Evangelio, que son las nuevas noticias y el alegre mensaje del, "EVANGELIO"
usado para notificar Victorias en guerra o el surgimiento de nuestro Rey,
Jesucristo. De la Gloria de nuestro Padre Celestial que es en Jesucristo, que
es la Imagen de Jehová Dios. Satanás
sabe que si entendemos y vemos la LUZ del Evangelio y nos resplandece la Gloria
de Jesucristo, nos perderá por completo de su gobierno y nuestras vidas serán
transformadas de una manera increíble. (Efesios 1:17,18) “17
para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de GLORIA, os dé ESPÍRITU
de SABIDURÍA y de REVELACIÓN
en el CONOCIMIENTO de ÉL,
18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a
que ÉL os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia
en los santos”. Nuestro Padre Celestial
por medio del Apóstol Pablo, nos señala que la Fe en el Señor Jesucristo,
requiere dos complementos espirituales de suma importancia "SABIDURIA
y REVELACION" de Él. Si alguien que se dice ser siervo de Dios,
y no tiene la "SABIDURIA y
la REVELACION DIVINA", entonces hay algo que no encaja con lo que
hasta aquí hemos aprendido acerca del RESPLANDOR, de la Presencia de Jehová
Dios, Jesucristo y del Espíritu Santo. Pablo oraba sin cesar para que los creyentes
de Efeso tuviesen estas dos dadivas en sus vidas (v.17) y como consecuencia de
ello la Iglesia tendría los siguientes beneficios: Los Ojos de nuestro
entendimiento serán alumbrados (a diferencia de los incrédulos que están
cegados). Sabremos cual es la esperanza a la que El nos ha llamado (conocer lo
que esperamos de Él). Sabremos cuales
son las riquezas heredadas de Su Gloria (de su RESPLANDOR). Sabremos
cual es la supereminente grandeza de su PODER para con nosotros los que creemos.
Cuando
hablamos de encuentros con el Padre, Jesucristo y El espíritu santo, hablamos
de la, GLORIA DE DIOS QUE ALUMBRA. El hombre o la
mujer de fe que ha abierto su corazón al Señorío de Jesucristo y declara su
vida bajo el PODER de las ESCRITURAS
tiene la posibilidad de recibir EL RESPLANDOR
de la GLORIA DE DIOS sobre su vida, existen dos fuentes de acuerdo a la
PALABRA de Dios de las que emana RESPLANDOR
DE SU GLORIA. SU PALABRA: (Salmo
19:8) “Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro,
que alumbra los ojos”. La Palabra viva de Dios tiene el PODER de alumbrar los
ojos del ser humano, de IRRADIARLE
LUZ a sus pies y ser LUMBRERA
para su CAMINO. Por lo tanto,
cada promesa que viene del Padre, tiene poder de crear, cambiar, transformar y
levantar todo conforme a su Gloria. Así dice nuestro Padre Celestial de
La Gloria: (Isaías 60:1,2) “1 Levántate, resplandece; Porque ha
venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. 2 Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las
naciones; Mas sobre ti amanecerá
Jehová, y sobre ti será vista
su gloria”. Su PALABRA
promete que LA GLORIA de Jehová nacerá y será vista sobre nuestras
vidas. Por lo tanto, de acuerdo a esta Palabra, LA GLORIA DE DIOS ES UNA PROMESA DE DIOS PARA SU PUEBLO. Levántate
es la acción de cambiar de una posición de derrota, caída y fracaso. Resplandece es proyectar la luz que
recibimos de Él. Ha venido Tu Luz (Nuestra Luz es Jesucristo). Y la Gloria de Jehová ha nacido sobre ti
(Nacer de nuevo por el PODER de su
Resplandor de su Presencia). Mientras
en los incrédulos de la tierra aumentan las tinieblas, en los Hijos de Dios amanecerá la luz de
Jehová y sobre ellos será vista SU RESPLANDOR. SU PRESENCIA ES SU
RESPLANDOR: (Salmo 34:4 al 6)
“4 Busqué a Jehová, y ÉL me oyó, y me libró de todos mis temores. 5 Los que miraron a ÉL fueron alumbrados,
y sus rostros no fueron avergonzados. 6 Este
pobre clamó, y le oyó Jehová, y lo libró de todas sus angustias”. La segunda
fuente que garantiza el resplandor de Jehová Dios sobre sus Hijos es la búsqueda
de Su Presencia, cuando nos acercamos a El recibimos su Luz y esto se proyecta
a quienes nos rodean. (Isaías 61:1 al 3)
“1 El Espíritu de Jehová el Señor
está sobre mí, porque me
ungió Jehová; me ha enviado a
predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón,
a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;
2 A proclamar el año de la buena
voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; A consolar a todos
los enlutados; 3 A ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en
lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; Y serán llamados ÁRBOLES de justicia,
plantío de Jehová, para GLORIA suya”. El Padre Celestial siempre está
sobre nosotros, ungiéndonos con Propósito (ser enviados a los abatidos, los
quebrantados, los cautivos, los presos, los enlutados, los afligidos a
predicarles, consolarles y a ordenar que les de RESPLANDOR en lugar de ceniza), la ceniza simboliza luto,
dolor, derrota todo lo contrario a la Gloria de Dios.
LLAMADOS
A SER PORTADORES DEL RESPLANDOR DE SU GLORIA.
El pueblo de Dios tenemos un llamado a levantarnos y resplandecer con el
RESPLANDOR de Jehová Dios en nuestras vidas, familias, ministerios y por
consiguiente causar efectos en todos y en todo lo que nos rodea, Somos llamados
a ser PORTADORES de la GLORIA de
Dios, así como la luna irradia una LUZ que no es suya ni propia, si no que recibe la luz del Sol y la proyecta
en la oscuridad, de la misma manera la Iglesia debe irradiar de la Luz
que resplandece de LA PALABRA Y LA
PRESENCIA del TODOPODEROSO. El resultado de la visitación de Dios a su
pueblo le da una nueva identidad y propósito, dignifica al hombre caído,
esclavo y fracasado en sus propios deseos y lo levanta como un PRODUCTO DE LA
GLORIA DE DIOS. Esto hace EL SEÑOR
JESUCRISTO. (Isaías 62:1-4) “1 Por
amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que salga como resplandor su
justicia, y su salvación se
encienda como una antorcha. 2 Entonces
verán las gentes tu justicia, y todos
los reyes tu GLORIA; Y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de
Jehová nombrará. 3 Y serás corona de GLORIA en la MANO de
Jehová, y diadema de REINO en
la MANO del Dios tuyo. 4 Nunca
más te llamarán Desamparada, ni
tu tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá, y tu
tierra, Beula; Porque el amor de
Jehová estará en ti, y tu tierra será desposada”. Hefzi-bá, "mi deleite está en ti". Beula, “futura condición restaurada”. Jehová Dios no descansara
hasta que salga como RESPLANDOR
la obra de Justicia y salvación que Él ha hecho en su pueblo, la cual hará
visible su RESPLANDOR a los
ojos de las gentes y los reyes, y un nombre nuevo dado por Dios será la nueva
identidad que determinara la calidad de vida de aquellos que ahora son
PORTADORES DE LA GLORIA DE DIOS. como CORONA DE GLORIA en las manos de Dios
será su Iglesia y diadema de su REINO.
Esta
es la obra del Señor Jesucristo: (Isaías 62:12) “Y
les llamarán Pueblo Santo, Redimidos de Jehová; y a ti te llamarán Ciudad
Deseada, no desamparada”.
Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor. Si usted no tiene la
intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de entregarla a otra
persona interesada. Para la difusión gratuita entre cristianos, se permite fotocopiar
esta hoja (por favor no cambiar el texto).
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