CON
VOZ DE DIOS EN LOS LABIOS DEL PUBLO REMANENTE
Dice el apóstol
Pablo en su segunda carta a Timoteo y cuando le está definiendo la relación
íntima que debe existir entre el hombre de Dios y la palabra de Dios, que “toda la escritura es inspirada por
Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia” (2Tim 3:16).
Este pasaje tiene
vinculación con otros dos. (Romanos 15:4),
que dice: “Porque las cosas que se
escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la
paciencia y la consolación de las escrituras, tengamos esperanza”.
Y en (2Pedro 1:20) se agrega: “Entendiendo primero esto, que ninguna
profecía de la escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía
fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron
siendo inspirados por el Espíritu Santo”.
Hay siete breves
principios encerrados en estos tres versos. Estoy hablando del verso base de (2Timoteo 3:16) y sus dos paralelos, (Romanos 15:4), (2Pedro 1:20).
1)
DICE QUE TODA LA ESCRITURA ES INSPIRADA POR DIOS.
Esto aniquila alguna doctrina todavía imperante por allí que habla de un
Antiguo Testamento meramente histórico y literal que conviene leer para
información y un Nuevo Testamento un tanto más espiritual. Dice que toda la
escritura. Y en ese momento, “toda”
la escritura, era el Antiguo Testamento. El Nuevo se estaba escribiendo.
2)
DICE QUE TODA LA ESCRITURA ES ÚTIL PARA ENSEÑAR.
Esta palabra, viene del latín INSIGNARE,
y significa SEÑALAR,
instruir, dar advertencia o ejemplo, indicar, dar señas, mostrar algo. Toda la
escritura.
3)
PARA REDARGÜIR, QUE ES DESCUBRIR LO OCULTO Y CONTRADICTORIO;
convertir al argumento en contra del que lo hace; impugnar algo por algún vicio
que contiene. Toda la escritura. También los libros... poéticos.
4)
PARA CORREGIR, QUE ES ENMENDAR LO ERRADO, AMONESTAR, TEMPLAR, MODERAR.
Toda La escritura es útil para eso. Hasta las incomprensibles genealogías
antiguas.
5)
PARA INSTRUIR EN JUSTICIA, que es como
puntualizar la posesión de elementos vitales para ejercer justicia, en este
caso, divina. Toda la escritura.
6)
DICE QUE TODA LA ESCRITURA ES INSPIRADA POR DIOS.
La palabra INSPIRADA, aquí, es la
palabra, y significa “El Aliento Divino”.
Esto constituye
la más importante declaración de la escritura acerca de sí misma, y significa
que ella es fruto del creativo Espíritu de Dios. Por ser expresión divina en el sentido estricto, es que se le llama
“La Palabra de Dios”. Mira que el hombre es imagen y semejanza de
Dios porque Él le sopló “Aliento de
Vida”. El “aliento divino”, de la
inspiración creativa y la revelación. El hombre incrédulo vive toda su
vida, muere y se va al infierno sin saber esto o sin haberlo creído.
Toda
la escritura ES la palabra de Dios. No que la contiene, ES. Toda. Desde Génesis
hasta Apocalipsis. ¡Es que no entiendo! No tiene usted que entender; sólo tiene
que leer, creer y poner por obra. ¡Ahí es donde usted empieza a entender!
7)
LA PALABRA TIENE COMO FINALIDAD TODO LO DICHO APUNTANDO A UN OBJETIVO; LA ESPERANZA,
que en este sentido tiene que ver con la serena convicción de la salvación,
algo que dicho así no parece tener tanta importancia, pero que a la luz de las
incredulidades notorias de afuera y de adentro de la iglesia, se agiganta y
cobra valor insospechado. Toda la escritura.
YO
QUIERO, EN ESTE TEMA, que a partir de algunos pasajes del libro
de Jeremías, llevar una voz de alerta al pueblo remanente de Jesucristo.
Quien tenga una voz de Dios no será para lucirse ni tampoco para sustraerle
poder a quien lo tenga. Ni para cosechar
adeptos o discípulos personales, ni para cimentar críticas a personas. QUIEN
TENGA UNA VOZ DE DIOS. En este
tiempo, será para alertar al pueblo, para decirle: Cuidado, lo que ya ha
sido escrito, tal cual lo dice la misma Biblia, no es para quedarse
en un relato histórico casi innecesario, sino para que sea leído con la mente
puesta en el hoy.
De
este modo, la palabra servirá, desde Génesis hasta Apocalipsis, de utilidad
para: enseñar, para redargüir, para
corregir y para instruir en justicia.
Vamos a partir de
una base: Jeremías, aquí, son ustedes. Y
todo lo que Dios le diga a él, se lo está diciendo a ustedes. Eso, claro, si
ustedes, antes, le ha dicho “Señor: heme aquí”. Pero no está hablando con
usted, que está orgulloso de ser miembro de tal o cual congregación
denominacional, o seguidor de tal o cual pastor; si no a ustedes que tienen un
corazón recto delante de Dios y vestiduras blancas de santidad.
(Jer.
1:10) “Mira que te he puesto en este día
sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y
para derribar, para edificar y para plantar”.
TRES
PRECISIONES MUY CONCRETAS NOS DAN EN ESTE VERSO:
1)
Ningún creyente ha sido puesto bajo esclavitud de ningún gobernante de ninguna
nación de la tierra, así como tampoco, en el plano espiritual, lo será de
ningún reino, (tanto el satánico como algunos de
los demás: animal, vegetal. De aquí derivan las esclavitudes a drogas, alcohol)
Nos dice que estamos SOBRE todo eso.
2)
Dice que está puesto para arrancar, destruir, arruinar y derribar.
Está bien, pero hacer todo esto ¿Con
qué? ¿Qué es lo que hay que arrancar, destruir, arruinar y derribar? ¿El mundo?
No. La palabra no es para el mundo, es para la iglesia. Lo que hay
que derribar y todo lo demás, es la estructura, el sistema, las tradiciones cristianas
que tanto ha fragmentado el cuerpo de Cristo y hasta los status religiosos en
la denominada “iglesia cristiana” de
su tiempo.
3)
Le agrega, en el final, que deberá EDIFICAR Y PLANTAR.
¿Estará hablando de edificar nuevos templos y plantar, que es arraigar, nuevas
denominaciones nacidas de un descontento que provoca divisiones y luego hasta conviven
con las existentes? Cristo nunca hizo
eso.
Jesús
edificó vidas maduras a partir de la espada de la palabra y plantó un evangelio
y una sola doctrina “LA DOCTRINA DE JESÚS” de la que casi nadie se acuerda hoy
y del que casi no se predica tal cual Jesús lo hizo:
“El reino de los cielos se ha acercado;
arrepiéntanse”. Hoy han fabricado sistemas evangelísticos variados, a
partir del evangelismo explosivo
(Que es algo muy bien pensado, verdaderamente), del testificar (Que también es algo hermoso y necesario), del sistema de las cuatro verdades
(Que es muy ingenioso y atrapante), o del
nuevo nacimiento, (Que es una anécdota del Señor que está en el
evangelio de Juan), pero hemos dejado de lado, tanto el evangelio que Cristo
predicaba, la cual es la doctrina que recibió del Padre y se la dio a los
Apóstoles, como la seguridad de que
quien puede convertir a las almas es el Espíritu Santo, con
convicción y poder, y no la inteligencia o la estrategia de los hombres.
En este mismo
libro de (Jer.18:7), Dios dice: “En un instante hablaré contra pueblos y
contra reinos, para arrancar, derribar y destruir”.
(¡Hermanos! ¡Oremos para que los ojos de los pastores sean abiertos! Está bien,
oremos, pero no es eso lo que dice aquí. ¡Oremos para que en nuestra
congregación permitan tocar esa música tan alegre que se toca en otras! Arrancar. ¡No queremos
reflexiones filosóficas o poéticas, además de intelectuales, queremos palabra
de Dios alabanzas que exalten su nombre. Derribar.
Basta de esclavitudes humanísticas disfrazadas de sujeción espiritual. Destruir. En el nombre de Jesús.
Sin rencores, sin odios, sin enojos, sin resentimientos, sin amarguras, pero
con firmeza.)
(Jeremías
2:5) “Así dijo Jehová: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se
alejaron de mí, y se fueron tras la vanidad y se hicieron vanos?”
Mire como se lo
dice a (Isaías 5:4) “¿Qué más se podía hacer a mi viña, que yo
no haya hecho con ella? ¿Cómo, esperando yo que diese uvas, ha dado uvas
silvestres?” (¿Saben ustedes lo que
es una uva silvestre? Una que se parece a la legítima, pero que es agria y no
sirve para nada). A (Miqueas 6:3),
en cambio, le dice algo muy similar en: “Pueblo
mío, ¿Qué te he hecho, o en qué te he molestado? Responde contra mí”. (Esto
suena como un padre que le da a su hijo durante toda su vida todo lo máximo que
tiene y que, cuando llega a viejo, ve
que ese hijo se va al exterior y lo olvida dejándolo librado a su suerte. Casi
una traición. ¿Qué te hice, hijo mío?) Y finalmente, tenemos la manera en
que esto mismo es reflejado, como historia, en (2Reyes 17:15) “Y desecharon
sus estatutos, y el pacto que él había hecho con sus padres, y los testimonios
que él había preescrito a ellos; y siguieron la vanidad, y fueron en pos de las
naciones que estaban alrededor de ellos, de las cuales Jehová les había mandado
que no hiciesen a la manera de ellas”.
Es usted un
cristiano que canta temas musicales del folklore de su país, ¿Qué tiene de
malo? Tiene una nacionalidad y esa es su música. ¡Cálmese! ¡No irá al infierno
por eso!, al menos todavía, aunque
tendrá que repasar concienzudamente las connotaciones de esa música. Es
inteligente hacerlo.
Tampoco es
cuestión de ser sectarios, cerrados, mochos y legalistas. Porque conviene que
sepa, por ejemplo y tanto como para tenerlo como información que le ayude, que
en otros píses, la mayor parte de los temas folklóricos le cantan alabanzas a
la Pachamama, la Salamanca, al Payé y otros tantos pactos con la brujería y el
curanderismo autóctonos. No le estoy
diciendo que necesites liberación porque en la escuela primaria ustedes
cantaron “Zamba, merengue, baladas, reguetón, cumbias, etc.”, lo que le
estoy diciendo es que ese estuche descartable que lleva puesto que se llama
cuerpo, nació efectivamente en México, pero
que el Espíritu que mora en ustedes es ciudadano del reino de Dios el cual te
ha colocado en esta tierra, solamente como embajador de esa divina nación.
(Jer.2:8)
“Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está Jehová? Y los que tenían la ley, no me
conocieron; y los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas
profetizaron en nombre de Baal, y anduvieron tras lo que no aprovecha”.
¿A
qué se refiere cuando habla de la rebelión de los pastores?
Primero, recuerde que la palabra PASTOR no significa un título, una
posición o un cargo eclesiástico, sino una función. Que no se limita a uno
de los cinco ministerios de (Efesios 4),
sino a todos, ya que pastorear es proteger, guiar, alimentar y cuidar, y a eso
lo puede hacer tanto el pastor como el apóstol, el profeta, el evangelista o el
maestro. Rebelión, entonces, es dedicarnos a hacer lo que nos da la gana y
dejar de lado lo que Dios nos ordenó que hiciéramos. Es muy sencillo cuando Dios le ordena hacer cosas que le hacen caer
simpático, carismático y amable, pero ya no es lo mismo cuando Él dispone
que donde usted vaya despertará reacciones, oposiciones y hasta guerra abierta.
¿Pagará el precio?
EN
EL CAPÍTULO Jer.10:21, esta misma
expresión parecería ser más clara. En 10:21 dice: “Porque los pastores se infatuaron, (Infatuar es caer en soberbia,
en orgullo por posición) y no buscaron a
Jehová: por tanto no prosperaron (Esto se está viendo demasiado, hoy) y todo su ganado se esparció” (Lamentablemente,
esto también está ocurriendo. No tienen ustedes una idea de la cantidad de
gente que no sabe dónde congregarse porque no tiene una estabilidad
espiritual.) También en el capítulo 23 se toca este tema y se alude,
asimismo, a los profetas de Baal, lo que hoy sería un equivalente a tanta gente
que anda por las congregaciones, a favor
de una tremenda falta de discernimiento, con espíritus de adivinación jugando a
ser profetas.
En (Jer.23:1-4)
dice: “¡Ay de los pastores que destruyen
y dispersan las ovejas de mi rebaño! Dice Jehová, 2 Por tanto, así
ha dicho Jehová Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo: Vosotros
dispersasteis mis ovejas, y las espantasteis,
y no las habéis cuidado. He aquí que yo castigo la maldad de vuestras obras, dice
Jehová. 3 Y yo mismo recogeré el remanente de mis ovejas de todas las tierras
adonde las eché, y las haré volver a sus moradas; y crecerán y se
multiplicarán. 4 Y pondré sobre ellas pastores que las apacienten; y no temerán más, ni se amedrentarán, ni
serán menoscabadas, dice Jehová”.
Y en (Jer.23:13) “en los profetas de Samaria he visto desatinos; profetizaban en nombre
de Baal, e hicieron errar a mi pueblo Israel”. Sé, por experiencia propia,
que no hay cosa que cause más amargura e impotencia que la crítica con cierta
razón para gente que hace lo mismo que hacemos nosotros. Cuando la gente dice
que los cristianos son mercenarios, vendidos, me hace daño. No puedo evitar reconocer que hay gente así
dentro de la profesión de Teología, pero me duele porque se nos mete a todos en
una misma bolsa. Creo que lo mismo está ocurriendo, en este tiempo, con el
ministerio pastoral. Mi oración es que Dios bendiga y de fuerzas a tantos
siervos fieles, levantados por el Señor de acuerdo a su corazón de Jesús para
el ministerio, que sufren y se sacrifican por sus ovejas, y al mismo tiempo
ponga en su lugar a aquellos que por intereses personales terminan por
dispersar o destruir espiritualmente al rebaño de Jesús. La Biblia les llama “asalariados” y de eso no se predica jamás.
(Jer
2:13) “Porque dos males ha hecho mi pueblo: Me dejaron a mí, fuente de agua
viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua”.
Las cisternas
eran un depósito hecho en el suelo, en forma de pera, para recoger y conservar
agua llovida. La boca solía taparse con una piedra. Toda vivienda tenía una y
se hacían de gran tamaño para uso público. Debajo del templo se construyó una
inmensa para las necesidades del culto. Teniendo
en cuenta la habilidad de los israelitas para construirlas utilizando cemento
para no permitir que el agua se filtrara, les permitió habitar en lugares donde
no existían fuentes naturales. Eso
hizo que así como en lugar de esperar la bendición de la lluvia, el pueblo
confiara más en su habilidad para construir cisternas depositando en ellas su
mayor confianza. Es lo mismo que sucede hoy con una gran parte de la
iglesia, la que en lugar de clamar y
confiar por el poder de Dios, ha preferido entregar el evangelio a la
sabiduría de las ciencias humanas: medicina, sociología, filosofía, psicología.
El (Salmo 36:9) habla de esa fuente de
agua viva que es Dios, cuando dice: “Porque
contigo está el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz”. Más
adelante, en (Jeremías 17:13), dice:
“¡Oh Jehová, esperanza de Israel! Todos
los que te dejan serán avergonzados; y los que se apartan de mí serán escritos
en el polvo, porque dejaron a Jehová, manantial de aguas vivas”. Quiero
recordares algo: nadie puede dejar algo que no tenía, y nadie puede apartarse
de algo donde no estuvo nunca. Por lo
tanto, esto no es para incrédulos que nunca conocieron a Dios, sino para los
que habiéndolo conocido, decidieron vivir fuera de su voluntad aunque siguieran
dentro de la iglesia.
El
agua, tiene un valor indudable en el evangelio.
Tomar el agua de Dios, llamado en el Antiguo Testamento “manantial de vida”, es lo que un creyente debe hacer. Pretender
cavar cisternas por nuestra cuenta, es salirnos de su dependencia pero también
de su cobertura. En el Nuevo Testamento,
la figura del agua se centra en Cristo, tal como se ve en (Juan 4:14) “Mas el que bebiere del agua
que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él
una fuente de agua que salte para vida eterna”. ¿Comprende usted ahora lo
que significa cavar cisternas por nosotros mismos? No contar con agua que salte
para vida eterna, nada menos.
(Jer.2:19)
“Tu maldad te castigará, y tus rebeldías
te condenarán; (Esto le aclara que no es Dios quien castiga ni condena, son
su maldad y su rebeldía, si las hubiera) sabe,
pues, y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tú a Jehová tu Dios, y faltar
mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos”.
En (Isaías 3:9) hay una referencia al
pecado dentro de la iglesia. A mí me impactó como comienza este texto: “La apariencia de sus rostros testifica
contra ellos…”; ¿Ustedes saben que sí? A mí me ha pasado esto de ver el
rostro de alguien que me pide ayuda espiritual y percibir, pecado en esa
persona. Mire como sigue: “Porque como
Sodoma publican su pecado, no lo disimulan...” ¿Usted sabe que esto también
es cierto? Nosotros no lo discernimos antes porque nos fijamos, más en lo que
debe ser o lo que parece ser y no en lo que es. “¡Ay del alma de ellos! Porque amontonaron mal para sí”.
Pero mucho más
claro está en (Oseas 5:5), mire: “La soberbia de Israel le desmentirá en su
cara; (Dios ya sabía que iba a entrar soberbia en su iglesia) Israel y Efraín tropezarán en su pecado, y
Judá tropezará también con ellos”. Algo es claro. Lo dice el Salmo 36. El impío peca porque no teme a Jehová. Pero ¿Y el pueblo de
Dios, por qué peca? Por lo mismo. ¿Pero cómo puede ser? Que cómo puede ser...
¿Le digo algo que usted no haya percibido? si le digo que hay gente que anda
dentro de un templo, que en el fondo no cree en nada de lo que le dicen, pero
que están allí por otras razones o, en el mejor de los casos, porque se sienten
útiles o importantes.
(Jer.2:21,
22) “Te planté vid escogida, simiente verdadera toda ella; ¿Cómo, pues, te me
has vuelto sarmiento de vid extraña? 22 Aunque te laves con lejía, y amontones
jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá aun delante de mí, dijo
Jehová el Señor”.
Pero Judá
entonces, así como una gran parte de la iglesia ahora, se transformó en
extraña. En (Éxodo 15:17), en su
cántico, Moisés habla del pueblo, y dice: “Tú
los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad, en el lugar de tu
morada, que tú has preparado, oh Jehová, en el santuario que tus manos, oh
Jehová, han afirmado”. Lo que demuestra que este plantar es algo que
corresponde al pueblo de Dios, en todos los tiempos, y no meramente histórico.
El único modo
dispuesto por Dios para limpiar el pecado, es por la sangre de Jesús atraves
del arrepentimiento. Una congregación puede tener: buena música, excelente
templo, miles de miembros, abundante ofrenda, escuelas, ayuda social,
sanidades, liberaciones, buen nivel económico, social e intelectual y un gran
prestigio en la sociedad, pero si no
se predica, y practica la doctrina de Jesucristo, y elige apoyarse en
factores humanistas, tales como el dinero, la política, la filosofía o las
ciencias, es sarmiento de vid extraña y nada, salvo el arrepentimiento genuino,
podrá sacarla de un destino de extravío.
En ese sentido
leemos en el (Jer.4:14) “Lava tu corazón de maldad, oh Jerusalén,
(¿Cuántos saben que está hablando de la iglesia?) Para que seas salva, (¿No era que todas las iglesias, con el
sólo hecho de serlos, de tener un número y un nombre de qué vive en el
registro nacional de cultos, ya eran salvas? Cuidado con doctrinas sintetizan,
voluntaristas que terminan en universal, que obviamente, no es cristianismo) ¿Hasta cuándo permitirás en medio de ti
los pensamientos de iniquidad?”.
¡Sacúdase
hermano! No se imagine, ni razone, ni piense,
ni use la lógica o el intelecto del alma para entender lo que viene del
Espíritu. ¡Te habla a ti, iglesia!
(Jer.2:29)
“¿Por qué porfías conmigo? Todos
vosotros prevaricasteis contra mí, dice Jehová”.
Veamos
algo más para terminar de darle convicción a Teólogos empecinados en la literalidad
histórica y geográfica de la palabra.
¿Qué es un porfiado? Alguien
que, pese a darse cuenta de que algo no es como pensaba que era, y sí es como
le están diciendo que es, por necedad, decide mantenerse en la suya. ¿Y qué es prevaricar? Prevaricar
es, dice la Biblia, más condenable que pecar. Porque muchos están pecando por ignorancia, porque nadie les predicó la
verdad, porque no la conocen. Pero
el prevaricador es alguien que, sabiendo lo que tiene que hacer, por cualquier
motivo que sea, decide no hacerlo. Ahora bien: ¿Cómo podría porfiar con Dios o prevaricar en contra de Él, alguien del mundo incrédulo que no le
conoce?
(Jer.5:1,2),
dice: “Recorred las calles de Jerusalén,
y mirad ahora, e informaos; buscad en sus plazas a ver si halláis hombre, si
hay alguno que haga justicia, que busque verdad; Y yo la perdonaré 2 aunque
digan: vive Jehová, juran falsamente”.
¿Saben de qué me
acuerdo? Tienes nombre de que vives, pero estás muerto. Y en el (Jer.6:13,14) es más contundente
todavía: “13 Porque desde el más
chico de ellos hasta el más grande (Que es como decir: desde el
portero, el ujier, el que limpia el templo después del culto, hasta el ministro
principal) cada uno sigue la avaricia
(Que es guardar para poseer, como sugiere el mundo, en lugar de dar para
recibir, como dice Dios, sea dinero, sean atenciones, sean honras, sean
agasajos) y desde el profeta hasta el
sacerdote (Pasando por todos los
ministerios bíblicos: apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros) todos son engañadores”. Ojo que
no estoy hablando de toda la iglesia, estoy hablando de esos que Él llama sarmientos de vid extraña, que Cristo llamó Generación de Víboras
y que Pablo, mucho más directo y con un poquito más de carne que el Señor,
denominó “Falsos Hermanos”) “14 y curan la herida de mi pueblo (Es decir: de la fracción que
sí es fiel, pero tiene necesidades) con
liviandad, diciendo: paz, paz; y no hay paz”. (Aquí tenemos una catalogación
de Dios para ese evangelio “Dietético”,
de bajas calorías, que habla mucho,
gesticula mucho, ríe mucho, reflexiona mucho, opina mucho, llora mucho y hasta
vocifera mucho pero, de palabra ungida, no dice nada.
Por
un lado, dice que debemos volver a las sendas antiguas, en tanto que por el
otro, señala que no debemos caminar por sendas transitadas.
Sería contradictorio, efectivamente, esto, si lo tomáramos de un modo literal. Pero no lo es por una razón muy simple:
las sendas antiguas, son aquellas de la
iglesia primitiva, la del libro de los Hechos, la que vivía por fe y sin saber
qué sucedería al minuto siguiente. No está que mayoritariamente se ve hoy,
en la que todo es previsible, que a veces es exageradamente ordenada, que por
momentos llega a ser humanamente controlada, la que no sale jamás de un “orden de culto” que nadie sabe quién la inventó, la que ha terminado adorando la
estructura que armó, por encima del Creador de la vida, la que centra sus
mayores expectativas en sus templos o sus denominaciones que en la presencia
del Dios viviente en ellos. Todo esto es lo que se llama aquí “Camino Transitado”, prefijado,
previsible, rutinario. SENDA ANTIGUA,
por ejemplo, es la iglesia de las casas
de familia, de los espacios abiertos, la iglesia subterránea, la que no
negocia con la sociedad impía privilegios o prebendas oficiales ni tampoco con
el orden religioso estructural, ya sea oficial como propio.
Por eso es que en
(Jer.17:10), Dios agrega: “Yo Jehová, que escudriño la mente, que
pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus
obras”. Sin embargo donde se expresa esto con mayor claridad el pensamiento
de Dios y lo que podemos ver como cotidiana realidad, está en (Oseas 8:4) “Ellos (Está diciendo
mi pueblo mi iglesia) establecieron
reyes, (O sea: gobiernos,
liderazgos) pero no escogidos por mí;
constituyeron príncipes (Que son liderazgos porque Jesús solo llamó a
servidores) mas yo no lo supe;
de su plata y de su oro Esto es: de tu potencial económico, iglesia) hicieron ídolos para sí, (Te
recuerdo que ídolo es: cualquier
cosa que tome un primer lugar reemplazando a Dios. Dinero, poder, política,
filosofía, intelectualismo, cientifismo, acción social, status religioso) para ser ellos mismos destruidos”.
(Jer.2:36)
“¿Para qué discurres tanto, cambiando
tus caminos? (Se lo paso al
español básico: ¿Para qué todo ese verso tratando de justificar, con sobria
elegancia, que conviene más manejarse con rudimentos del mundo que por fe?) También serás avergonzada de Egipto,
como fuiste avergonzada de Asiria”. (Cuando la iglesia no se pone en Rema con el propósito y la voluntad de Dios y elige “hacer la suya”, la humana, la
intelectual, la súper mística, la científica, el mundo la ridiculizará y la avergonzará)
(V-37)
“También de allí (De la
vergüenza, el ridículo y la mofa del mundo) saldrás con tus manos sobre tu cabeza (Hay dos razones
principales para que usted o yo nos pongamos las manos en la cabeza: 1) Somos prisioneros y como signo de
rendición incondicional y abandono de la lucha caminamos con las manos detrás
de nuestras nucas; 2) Contemplamos
el resultado de nuestros desvaríos soberbios y carnales y no podemos menos que
poner una mano en cada sien, en cada costado de nuestra cabeza y decir: ¿Qué hice? ¿Qué hice?) Porque Jehová desechó a aquellos en
quienes tú confiabas, (¿En quién confía usted? ¿En gobiernos? ¿En
políticos? ¿En juntas? ¿En asociaciones? ¿En líderes carismáticos que
incentivan la glorificación del hombre? ¿En profesionales de cualquier cosa
como si una universidad fabricara mejores cristianos? ¿En denominaciones? Dice
que Dios ya los desechó, y a usted con ellos.) Y no prosperarás por ellos”.
¿Vale la pena
agregar algo más? ¿Vale la pena recordar de qué tipo de alimento está pasando a
su corazón agua pura y fresca, pastos verdes, pan fresco? o de meses guardados
¿Cuál es el alimento nutritivo, la hierba verde o la hojarasca seca? Usted
elige.
Estudio
en Lerma por él:
Pr.
Victor R. Preciado Balderrama
sanadoctrinavictor@gmail.com
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