ORANDO
PARA AGRADAR A DIOS
(Mateo 6:5-16)
Introducción:
La oración en el tiempo de Jesús se
había convertido en una motivo de orgullo, de engreimiento, mas bien que la
expresión de un humilde menesteroso. Orar bien se constituyó en un símbolo
legalista de rango social. Cuando uno seguía fielmente al sistema religioso,
éste lo conducía al exhibicionismo público y a la ostentación, no importando en
este caso el sitio o lugar. La oración había perdido su valor, se había degenerado,
estaba en ruina, estaba siendo explotada abiertamente por un grupo de
hipócritas que cerraban la puerta al cielo. Era imposible de ser alcanzada por
el hombre común. Esto explica la condenación tan enérgica que el Señor hace en
su extraordinario “sermón del monte” sobre el tan manipulado tema de la
oración; Para enseñar acerca de la oración contrasta la de los fariseos con la
verdadera, advirtiendo que es la única que puede llegar a ser atendida por el
Padre. Proposición: “Todo cristiano debe orar de tal manera que agrade a Dios”
¿Cuál es el tipo de oración que agrada al Padre? En el pasaje de Mateo 6: 5-15
Jesús nos enseña acerca de dos clases de oraciones, una que agrada a Dios y
otra que no le agrada para nada. ¿Qué clases de oraciones son estas?
I.
LA PRIMERA ES CUANDO UNO ORA PARA SER VISTO POR LOS HOMBRES
1.
Esta clase de oración fue condenada por
el Señor por tres cosas:
A)
EL LUGAR PREDILECTO:
(1)
“Oraban de pie en las sinagogas”
buscando prominencia, distinguirse, o exhibirse ante ellos. En la sinagoga,
lugar donde se congregaban los judíos piadosos, no buscaban un lugar
desapercibido sino que se ponían de pie en el lugar central y allí oraban para
ser vistos. Ejemplo: la oración del fariseo en Luc. 18: 11
(2)
“Oraban de pie en las esquinas de las calles” a la vista de todos. Note que no
solo oraban en las calles, lugar transitado por muchas personas, sino que
buscaban las esquinas o cruces de calles muy concurridos, dando a entender que,
como no llegaban para la hora de la oración (los judíos piadosos tenían que
orar por lo menos tres veces al días) en la sinagoga, y eran “tan espirituales”
que tenían que orar allí nomás en la calle.
(3)
El Señor conoce las intenciones del corazón, el cual lo califica como: perverso
y engañoso (Jer. 17: 9-10)
B)
LA TÉCNICA EMPLEADA
(1)
Conmover o impresionar a las personas: “Para ser vistos por los hombres”. Esto
es semejante a estar hablando con alguien, pero de repente, levanta la voz,
toma una posición erguida como de orgullo, para que todas las personas que
están alrededor lo vean y escuchen lo que está diciendo, llegando uno a
sentirse despreciado por semejante acción. Note: Se puede decir que solo está
orando a Dios como excusa, pero en realidad lo hace, para ser oído por los
hombres. La palabra de Dios dice que los fariseos oraban consigo mismo (Lc. 18: 11)
(2)
Simulacro: Existen unos tremendo
actores a la hora de orar. Algunos tratan de impresionar aparentando ser los
más espirituales que puedan, pero la actuación termina cuando termina su oración
¿Y después qué?
(3)
Su finalidad: procurando aparentar
de que eran tan fervorosos que no podían esperar. “¡Debo orar ya, no puedo perder ni un minuto más, es la hora!”. Lástima
que la intención que abrigaban los hipócritas eran de ser vistos como cualquier
actor anhela ser visto y si es posible robarse todos los aplausos.
C)
SU INTENCIÓN
(1)
Lo que tenían en mente y deseaban era solo el aplauso
de los hombres. Note el contraste que encontramos en un ex-fariseo convertido: (Col. 3:22b-24) “...no sirviendo al ojo,
como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo
a Dios. 23Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no
para los hombres; 24sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la
herencia, porque a Cristo el Señor servís”
(2)
Jesús los califica como hipócritas, es decir farsantes; no actuaban
genuinamente, sino que se disfrazaban para aparentar ser otra clase de persona.
(3)
La sentencia o dictamen ya estaba establecida para ellos: el Señor dice que ya
tenían su entera recompensa, (la admiración de los hombres), y que ya no
quedaba mas recompensa futura para ellos.
(4)
Se olvidaban que el Señor no premiará o recompensará jamás a los orgullosos,
por el contrario los resiste (Stg. 4: 6)
2.
Esta debería ser una fuerte advertencia
para nosotros hoy. Hay tres aspectos nefastos de los cuales haríamos bien en
cuidarnos:
a)
Si hay un ejemplo en la Biblia, que no debemos imitar en cuanto a oración es
éste. Velemos para no tener ni un
vestigio de “semejanza”
b)
Cuándo una oración se hace para sacar
beneficios propios, esta clase de oración está plagada de sutil egoísmo,
debería entonces encenderse la luz de ¡Alerta! Y examinar cuidadosamente
nuestra motivación.
c)
Determinemos agradar a Dios y no
tratemos de impactar a los hombres. Deberíamos buscar la aprobación de Dios
y no el aplauso de los hombres. Vigilemos nuestro estilo de oración, cuidando
de manera especial el énfasis indebido en lo que decimos y cómo lo decimos
antes los demás
3.
El Señor no está condenando la oración que se hace en público,
pues él mismo oró en público: Notemos los siguientes pasajes en ambos
testamentos: a) En el Antiguo Testamento: (2
Cr. 6:14-42; Neh. 9; Hch. 4:24-31; Mt 11:25; Jn 11:41; 27:35) Lo que
debemos evitar es el espíritu con que estos fariseos lo hacían: “Para ser vistos...”
4.
La clase de oración que hacían los
fariseos se asemeja a los matrimonios que aparentan llevarse muy bien, en que público, que hasta muchos
quisieran ser como ellos. Lo absurdo es que cuando ellos están solos, no pueden
dirigirse la palabra, ni muchos menos mirarse cara a cara. No pueden dialogar,
pues hay un abismo que los separa. Al
fin uno termina dándose cuenta que todo “Era todo un fingimiento, estaban
actuando”. Nada puede probar mejor nuestra realidad que el estar cara a
cara con Dios, a solas con nuestro Padre, por eso Jesús menciona otro tipo de
oración para llegar a ser escuchados por Dios. La enseñanza del Maestro nos lleva a un contraste, si la primera clase
de oración es para ser vista de los hombres:
II.
LA SEGUNDA ES CUANDO UNO ORA PARA SER VISTO
SOLO
POR EL PADRE CELESTIAL.
1.
EL Señor nos enseña otro tipo de oración muy diferente al anterior, pero que es
del agrado del Padre: “Entra en tu
aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto”
A)
ESTE TIPO DE ORACIÓN TIENE SU ORIGEN:
(1)
En la necesidad de diálogo que tiene un hijo con su Padre: “Padre nuestro...”
(2)
En la necesidad de imitar a Jesús en su vida de oración (Mr. 1: 35)
(3)
En la necesidad de cumplir las demandas de la Palabra en cuanto a la oración (Ef. 6: 18; 1Tes. 5: 17; 1Ti. 2: 9)
B)
Y SE MANIFIESTA DEL SIGUIENTE MODO:
(1)
Cambiando las esquinas de las calles, por orar en el
cuarto privado.
(2)
Cambiando el ser visto de los hombres, para encontrarse en secreto con su
Padre.
C)
LAS RECOMPENSAS DE ORAR CORRECTAMENTE: “Y tu Padre que ve en secreto te
recompensará en público”
(1)
Somos oídos por Dios, por mas que sea hecha en secreto y de manera silenciosa
(2)
Es tenida en cuenta por la intención del corazón (Sal. 37: 4)
(3)
Por lo tanto, de antemano ya el Señor está conociendo y atendiendo nuestras
necesidades (Mt. 6: 32)
2.
En la oración que agrada al Padre deben considerarse dos correcciones
fundamentales. Ellas son:
(1)
Las vanas repeticiones:
(a)
El Señor condena la repetición mecánica de las oraciones. Las religiones
paganas tenían esta clase de práctica, intentando cansar a sus dioses con
oraciones sin fin. Los fariseos formulaban este tipo de oraciones. Hoy existe también
este tipo de oraciones en algunos grupos que se dicen cristianos. Los fariseos
se asemejaban a los gentiles en esto (Mr.
12: 40)
(b)
Pero debo puntualizar que las Escrituras no condenan la “insistencia en la oración y las oraciones que podrían catalogarse como
largas”. Note los siguientes pasajes: (2
Cr. 6:14-22; Neh. 9; Sal. 18; 89; 119; Mt. 26:44; Lc. 22:44; Lc. 6: 12; 2Cor.
12: 7-8)
(2)
La pedantería o grandilocuencia:
(a)
Esta es la oración habitual del que le gusta “oírse asimismo”. Que les parece
que por su mucho hablar serán atendidos. Había una creencia generalizada en
aquel tiempo que los dioses necesitaban muchas palabras para que entendieran
sus peticiones y fueran inducidos a responder. No debemos hablar con nuestro
Padre como los paganos oraban a sus dioses falsos, debería existir una
diferencia total.
(b)
Entendamos que el Señor no condena el “orar
mucho”, sino el “hablar mucho”. Muchas oraciones destacadas y fervientes en
las Escrituras son breves y concisas; por ejemplo: (Ex. 32:21,32 1 R. 3:6-9; 1 R. 18:36, 37; 2 R. 19:14-19; 1 Cr. 4:10;
Lc. 18:13; Lc. 23:42; Hch. 7:60) En Nehemías tenemos un gran ejemplo por su
brevedad en la oración, pero fue de mucha oración (Neh. 4:4, 5; 5:19; 6:9; 13:14, 29, 31).
3.
En la oración que agrada al Padre el mandamiento de no hacernos semejantes a
ellos, no implica para nada el “dejar de orar”:
a)
Si bien Dios no necesita abundancia de palabras
para informarle de cualquier situación, porque nada le es desconocido. Eso no
nos enseña que no debemos orar. Dios mismo ordena que se ore (Sal. 81:10; Mt. 7:7, 8; Jn. 15:7).
b)
La oración no es para que Dios se
informe de las necesidades del creyente, sino para que éste tome clara
conciencia de ellas y muestre una humilde dependencia de Dios (Ro. 8: 15)
4.
La oración que agrada al Padre, es la que se realiza de acuerdo a un modelo.
Advierta que es “un modelo”. No es para ser
repetida muchas veces como vana palabrería, porque estaría contradiciéndose el
mismo Señor con el (Mat 6:7). El
Señor no establece aquí un mandamiento para repetir las palabras, ya que no
dice "con estas palabras",
sino "de este modo".
5.
La oración que agrada al Padre es un modelo que consta de tres partes:
a)
La invocación de su nombre (Mat 6:9)
La prioridad en la oración tiene que ver con la gloria y propósitos de Dios.
(1)
La oración debe ser dirigida al Padre, él debe ser el centro de nuestra vida,
debemos ubicarlo en el lugar correcto.
(2)
El creyente está en una relación Padre-hijo (Jn. 1: 12)
b)
Las peticiones (Mat 6:9–13)
(1)
Relacionadas con Dios.
(a)
La santificación de Su nombre (v. 9).
(b)
La venida de Su reino (v. 10).
(c)
El cumplimiento de Su voluntad (v. 10).
(2)
Relacionadas con la parte humana.
(a)
La provisión diaria (v. 11).
(b)
El necesario perdón (v. 12).
(c)
La irreemplazable protección (v. 13).
c)
La doxología: Terminamos
dando reconocimiento y alabanza de su grandeza
(1)
Dios puede responder con grandeza y magnificencia: “tuyo es el reino
(2)
Nuestro Padre es el Dios Todopoderoso, por lo tanto “No hay nada imposible para él”: “tuyo es el poder”
(3)
Las peticiones y sus designaciones conducen todo para su gloria: “tuya es la
gloria”
(4)
Para confirmar todo lo que se ha dicho en oración decimos: “Amén”
6.
La oración que agrada al Padre esta saturada de perdón
a)
La incapacidad para perdonar es un obstáculo a la oración
b)
La grandeza que perdona la ofensa recibida, señala un canal limpio para que la
oración sea considerada.
c)
Asegúrese de no guardar nada contra nadie (Mat
6:14-15)
d)
Tenga una conciencia limpia.
Recuerde las palabras del salmista en (Salmo
66:18) Si desea respuesta debe cerciorarse de estar bien con los demás, por
lo menos en lo dependa de usted.
7.
Por consiguiente, la oración que agrada a Dios nunca fue creada para que nos
sintiéramos culpables, no fue pensada ésta como una
competencia verbal solo para algunos candidatos, como una forma de hablar en
clave para ciertos ungidos o como una demostración pública de piedad. La oración enseñada por Jesús fue
espontánea y realista, una comunicación práctica con el Padre la que luego se
transforma en confianza absoluta y tranquilidad sin igual.
CONCLUSIÓN:
La oración fue pensada por el Padre
para que encontremos satisfacción por la comunicación lograda y
consecuentemente ser libres de la espantosa ansiedad. Escuchemos a Pablo desde
la prisión en Roma: (Fil. 4: 6-7) “No se
afanen por nada; más bien oren por todo. Presenten ante Dios sus necesidades y
después no dejen de darle gracias por sus respuestas. Haciendo esto sabrán ustedes
lo que es la paz de Dios, la cual es extraordinariamente maravillosa que la
mente humana no podrá jamás entenderla. Su paz mantendrá sus pensamientos y su
corazón en la quietud y el reposo de la fe en Jesucristo”¡Qué importante es la
oración!
Cuantas veces nos perdemos de gozar
de la oración porque prestamos más atención al envoltorio y que al verdadero
contenido. Pensamos más en el tiempo que deberíamos orar que en la verdadera
comunicación, que simplemente debería concluir cuando nos sentimos satisfechos;
ésta nunca debiera ser delimitada por un simple reloj. Nos han hecho tan pesada
la carga por causa de modelos impuestos por la publicidad, que en verdad son
una excepción a la regla, que nos perdemos lo atractivo de la oración, el
Maestro nos quiso enseñar que debería ser tan normal como el diálogo entre
padre e hijo. Cuando el Señor trató de corregir el tema de la oración lo hizo
contrastando intencionalmente la enseñanza dada por los hipócritas fariseos,
los cuales la hacían tan difícil, tan pesada y repelente que muchos se estaban
perdiendo el gran beneficio de tener audiencia permanente con nuestro
maravilloso Padre. Le aliento a comenzar de nuevo. Forme sus propios hábitos
con su propio tiempo. Renueve la jerga gastada, cambie el lenguaje vacío por
uno que usted conozca, entienda y tenga sentido para usted. Pero sobre todo
aprenda a disfrutar de ella, pues nuestro Padre disfruta mucho y le agrada
hablar con nosotros.
Predica
en Lerma por: Pastor Víctor Ramón Preciado Balderrama
Hola hermanos les saludo con mucho amor en el
Nombre de Nuestro Señor Jesucristo, y con un solo propósito de que sean
edificados sus vidas y sus ministerios, me gozo el saludarles y el que Dios me
dé la oportunidad de servirles si me lo permiten, y con todo respeto a su doctrina
o denominación, mi único interés es que corra la Sana Doctrina de Cristo, estoy ofreciendo:
Todo es completamente gratis, como escritor de
estos materiales te voy a dar los originales para que tú le pongas el nombre de
tu Iglesia o tu ministerio o le hagas las modificaciones que a ti te parezcan
convenientes. Mi interés es que me des
la oportunidad de servirles pues me queda muy claro que mi llamado no es de ser
titular sino el de servir y que la Sana Doctrina de Cristo corra como un río
poderoso arroyando toda basura de ignorancia.
Por favor si les interesan estos materiales
escríbanme pidiéndomelos a cualquiera de los siguientes correos, y con mucho
gusto y en el amor a Cristo se los enviaré inmediatamente sin cuestionar nada y
que el Espíritu Santo los dirija y los
lleve por buen camino, solo les pido en este mismo amor NO LO VENDAN: lo recibes de gracia dalo de
gracia.
viclaly_57_57@yahoo.com
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