LA TRISTEZA QUE ES
SEGÚN DIOS Y LA TRISTEZA DEL MUNDO
(2Cor. 7:10) “Porque la tristeza que es según Dios
produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce
muerte. (Apo. 2:21) “Y le he dado tiempo para que se arrepienta,
pero no quiere arrepentirse
de su fornicación”.
Miren
por medio de la Sana Doctrina de Cristo entendemos, que nuestro trabajo en la
obra de Jehová Dios, donde Reina Jesucristo debemos hacer lo mismo que el de
Juan Bautista. ¿Por qué?, porque anunciamos a nuestro Señor Jesucristo que
viene, ahora por segunda vez, pero bajo las mismas circunstancias de pecado y
de religiosidad de un pueblo que no obedece, entonces el camino es el mismo de
aquella época.
LOS QUE QUIERAN VER
A JESÚS DEBERÁN ARREPENTIRSE.
¿Cuántos
son los que están esta tarde aquí y quieren tomar la vida en serio? ¿Cuántos
son los que están cansados de sufrir, de angustiarse, de no encontrar paz, de
buscar y no encontrar una salida para su vida? ¿Cuántos han venido a Cristo y
no han podido encontrar todavía las promesas del Evangelio? ¿Cuántos son los
que piden y piden y no reciben? ¿Cuántos son los que quieren escuchar la voz de
Dios en sus oídos?
Para la solución de
todas estas cosas la Sana Doctrina de Cristo cómo Palabra de Dios Escrita es clara y dice así:
(2 Pedro 3:9)
“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que
es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”.
Dice
la Sana Doctrina de Cristo que cuando hay un arrepentimiento genuino, Jesucristo
que ve el corazón y lo sabe, pero nosotros podemos quedarnos mirando y
observando su accionar para saber si realmente se arrepintió, porque si el
arrepentimiento es verdadero entonces tendrás que producir esto: (Mateo 3:8) “Haced, pues, frutos dignos
de arrepentimiento”. Su testimonio es sorprendente, las personas que lo
conocen, se asombran de su manera de pensar, de su manera de actuar, del amor
que sale de su ser ahora. Sus frutos comienzan a verse y su arrepentimiento
genera más arrepentimiento en derredor suyo.
Cuando
la Sana Doctrina de Cristo en la Palabra de Dios no es revelada y vemos que
muchas de las cosas que hacemos, son pecados, surge en algunos de nosotros el
deseo de arrepentirnos para reinsertarnos en un mundo más sano, más feliz, más
armónico en donde se pueda vivir en paz.
(Hechos 3:19) “Así que, arrepentíos y convertíos, para
que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor
tiempos de refrigerio”.
Según
la Sana Doctrina de Cristo cómo Palabra de Dios, si no hay arrepentimiento y
conversión, ojo además de arrepentimiento, debe haber conversión de vida, no
serán borrados tus pecados y no podrás gozar la paz del Señor. (Juan 14:27) “La paz os dejo, mi paz os
doy; yo no os la doy como el mundo la
da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo”. Entonces arrepentimiento es más mucho que una buena intención y buenos
deseos de ser diferentes. Arrepentirse es transformarse en otra persona que
piensa y vive de otra manera.
Específicamente
para los cristianos arrepentirse es transformarse de tal manera que podamos
vivir como el Reino de los Cielos dice que debemos vivir y no como este mundo
nos ordena y nos obliga a vivir. Desafortunadamente, hoy se ha diluido tanto el significado de esta palabra,
que casi cualquier pecador puede decir que se ha "arrepentido", y los
hermanos en las iglesias se lo creen y días o meses después vemos que eran una
soberana mentira.
¿SABEN POR QUÉ EL
ARREPENTIMIENTO NO ES GENUINO? Y si alguno, por ejemplo, dice que han
mentido o que han robado, o que han fornicado no lo toma tan en serio, son
conscientes, pero no sienten el dolor del pecado y no están dispuestos a
arrepentirse: mañana serán capaces de volver a cometer el mismo pecado.
Para la mayoría de
las personas el pecado es una pequeña trasgresión a las reglas de buena
conducta y nada más. Solucionable rápidamente con un pedido de disculpas a las
personas afectadas. No
hay consciencia espiritual de la devastación personal en el mundo espiritual,
que acarrea el pecado.
Dicen
ser cristianos pero no entienden lo espiritual, siguen utilizando reglas
carnales, materiales, mundanas para vivir, quieren jugar con las promesas. Las
quieren, tratan de hacer algo para alcanzarlas pero no se arrepienten miren
esto: (Mateo 3:7-10) “7 Al ver él que muchos de los fariseos
y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras!
¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? 8 Haced, pues, frutos dignos
de arrepentimiento, 9 y no penséis
decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo
que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. 10 Y ya también el hacha está puesta a
la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y
echado en el fuego”.
¡CUÁN IMPORTANTE ES
ENTONCES ENTENDER QUÉ ES EL ARREPENTIMIENTO!
Algunos
buenos hermanos creen que las lágrimas son una señal de un arrepentimiento
verdadero. O ir adelante en la iglesia, arrodillarse y decir una oración de
entrega. Esto es solo un ritual exterior. Pero el arrepentimiento verdadero no
es asunto de lo que hacemos por fuera; es un asunto del corazón, es lo más
profundo que me puede pasar y significa nacer de nuevo a otra vida diferente.
Tampoco
es Confesar los pecados que cometiste, y
pedir perdón por ellos. Aunque esta persona está más cerca de la verdad porque
reconoce abiertamente lo que hizo, y reconoce que estaba mal. Pero ¿es esto ya el arrepentimiento? Un
asesino ante el juez hará lo mismo, si las pruebas en su contra tienen suficiente
peso. Pero lo hará solamente porque sabe que si confiesa, su sentencia será
menos severa. No lo hace por estar realmente arrepentido, sino para escapar de
un apuro que le trae castigo.
De
la misma manera, algunos pecadores confiesan sus pecados cuando son
descubiertos, porque saben que así quizás pueden evitar una disciplina o algún
otro problema. Si este es el motivo,
entonces ¡no es arrepentimiento! Otros se sienten tristes por el pecado y
debemos reconocer que esto es bueno para el arrepentimiento, pero tenemos
que preguntar por qué estás triste. ¿Estás triste porque siente vergüenza,
porque quedo al descubierto como pecador, o porque la conciencia lo acusa?
Hazte esta
pregunta: ¿Sentirías la misma tristeza si nadie supiera de tu pecado?
(2 Corintios 7:10) “Porque la
tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no
hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte”.
El asunto verdadero
es que tu pecado ofende a Jehová Dios. Es
por causa de Jehová Dios que debes arrepentirte; no por causa de tus hermanos,
ni por causa de tu propia vergüenza que sientes. Incluso podrías decidir no
volver a cometer el pecado; pero si es solamente para ya no sentirte mal,
todavía no es arrepentimiento verdadero. Mientras no has comprendido cuánto has
ofendido a Dios con tu pecado, y cuán
importante es Su Honra, entonces todavía no te has arrepentido de
verdad.
¿QUÉ ES ENTONCES EL
ARREPENTIMIENTO? En el idioma griego del Nuevo Testamento existen dos
palabras
que son traducidas con "arrepentirse",
y cada una de estas palabras nos enseña algo sobre su significado verdadero: "epistrefo" = "volver,
dar media vuelta". Aquí podemos imaginarnos una persona que está
caminando hacia un abismo. Está avanzando en el camino del mal, y va rumbo
a la perdición. La persona que dice "Señor,
perdóname todos mis pecados", es como alguien que camina en este
camino malo, de vez en cuando dice "Señor,
perdóname", pero sigue caminando hacia el abismo. La persona que
reconoce y confiesa sus pecados, pero no hace nada más, es como alguien que se
detiene en el camino malo, pero se queda parado allí (y después de algún
tiempo, quizás sigue caminando hacia el abismo).
EL VERDADERO
ARREPENTIMIENTO SIGNIFICA CAMINAR EN LA DIRECCIÓN OPUESTA. ¿Tiene el pecado
todavía algún atractivo para ti? Entonces, todavía no te has arrepentido de
verdad. ¿Te estás esforzando mucho para no pecar, porque los otros cristianos
te podrían mirar mal; pero por dentro sientes que estos esfuerzos van en contra
de tu naturaleza, y anhelas una oportunidad de poder cometer algún pecado
sin que nadie te pudiera descubrir? Entonces,
todavía no te has arrepentido de verdad; solo has cambiado tu manera de actuar,
pero no tu manera de pensar.
La Sana Doctrina de
Cristo en la Palabra Escrita de Dios dice: (Prov. 28:13) “El que encubre sus
pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará
misericordia”.
La otra palabra que
se utiliza en griego para definir arrepentimiento en la Biblia es "metanoeo" = "cambiar
la mente". El
pecador arrepentido cambiará no solo su manera de actuar, sino también su
manera de pensar. En vez de amar el pecado, ahora lo va a odiar. Peleará la
batalla contra la tentación, no solo cuando ya está cometiendo un pecado, sino
cuando tan solamente está pensando en un pecado. (2 Cor.10:5) “derribando argumentos y toda altivez que se levanta
contra el conocimiento de Dios, y llevando
cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”. Ya en su mente, renuncia completamente al
pecado y así se separa de él. Atención si su mente no es renovada, si tú no
detienes el pecado cuando se manifiesta en la mente, todavía no te has
arrepentido.
También
tiene que cambiar el motivo por hacer lo bueno. Muchas personas intentan hacer
lo bueno y evitar el pecado; pero lo
hacen por motivos que no agradan a Dios. Lo hacen para parecer
"buenos" ante los demás. Lo hacen porque sus hermanos en Cristo,
de la iglesia, o alguna otra persona les van a reprochar si pecan. Lo hacen
porque las consecuencias del pecado son desagradables, y no quieren sufrir.
El pecador
arrepentido piensa de manera diferente. Empieza a amar a Dios, y por amor a
Dios se decide renunciar al pecado.
Para que llegues a
un ARREPENTIMIENTO VERDADERO, es necesaria una obra sobrenatural del Espíritu Santo
en tu corazón.
(Juan 16:8) “Y cuando Él (El Espíritu Santo) venga, convencerá
al mundo de pecado, de justicia y de juicio”. Con todo esto, podemos entender que muchos "cristianos" en
las iglesias en realidad no se han arrepentido. Han hecho algo por fuera (una
oración de entrega, una confesión), la iglesia lo ha tomado por
arrepentimiento, y ahora los llamamos "hermanos". Pero solo tuvieron
un arrepentimiento falso.
ESTE ES UN ASUNTO
MUY SERIO.
No se trata solo de unas distinciones filosóficas. Es que solo el verdadero
arrepentimiento lleva a la salvación. Por tanto, muchos de los que creen ser
cristianos, en realidad nunca han sido salvos, y siguen en el camino hacia la perdición.
La Sana Doctrina de Cristo por medio del
apóstol Pablo, dice: (Romanos 12:2) “No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.
Entonces, lo que
nosotros tenemos que hacer es cambiar de manera de pensar, cambiar la modalidad
con que nosotros procesamos la vida. Esto es arrepentimiento. Debemos cambiar la
manera de pensar, cambiar de manera de ver la vida, cambiar en la manera en que
relacionamos unos con los otros, cambiar en la forma en que tratamos a nuestros
cónyuges, cambiar en la forma en que le hablamos a nuestros hijos, cambiar en
la forma en que nos divertimos, cambiar en la forma en que nos vestimos, cambiar
en la forma en que gastamos nuestro dinero, cambiar en la forma en que nosotros
invertimos nuestro tiempo, cambiar en la forma en que vemos la adoración al
Señor, cambiar en la proporción que le dedicamos de nuestras energías y de
nuestro tiempo a las diferentes cosas que hacemos en la vida.
ESTO ES
ARREPENTIMIENTO. Pero
también arrepentimiento es algo que se debe dar cada día en nosotros. Que cada
día hay cosas de las cuales yo me tengo que arrepentir. Cada día hay algo que
yo he hecho y haré que no está conforme a la voluntad de Dios y tengo que venir
ante el Padre y decir, Señor, me arrepiento. (Hechos 2:38) “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de
vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el
don del Espíritu Santo”.
Cuidado con las
falsificaciones. Quiero
relatar dos ejemplos del Antiguo Testamento, que aclararán un poco más la
diferencia entre el falso y el verdadero arrepentimiento. El rey Saúl había
desobedecido a Dios. Entonces el profeta Samuel reprendió a Saúl: (1 Samuel.15:23) “Porque como pecado de
adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por
cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, Él también te ha desechado para que
no seas rey”.
¿CÓMO RESPONDE
SAÚL? (1 Sam.15:24-25) “24
Entonces Saúl dijo a Samuel: Yo he pecado; pues he quebrantado el mandamiento
de Jehová y tus palabras, porque temí al pueblo y consentí a la voz de ellos. Perdona, pues, ahora mi pecado, 25 y vuelve conmigo para que adore a
Jehová”. Parece que Saúl reconoce su
pecado y está arrepentido. Pero hay un pequeño detalle: Saúl pide perdón a Samuel, pero no a
Dios. Saúl entiende que Samuel está ofendido, porque Samuel está en ese
mismo momento parado delante de él.
Pero
al parecer Saúl no entiende que su ofensa contra Jehová Dios es infinitamente
más grande que su ofensa contra Samuel. Samuel,
el profeta de Dios, vio muy bien lo que realmente había en el corazón de Saúl:
(1 Sam.15:26) “Y Samuel respondió a
Saúl: No volveré contigo; porque desechaste la palabra de Jehová, y Jehová te
ha desechado para que no seas rey sobre Israel”.
SAMUEL ve que el
ARREPENTIMIENTO de Saúl es FALSO, y por eso no lo acepta.
Ahora sale a la luz
el verdadero motivo de Saúl: (1
Sam.15:30) “Y él dijo: Yo he pecado; pero te ruego que me honres delante de los ancianos de mi pueblo y delante
de Israel, y vuelvas conmigo para que adore a Jehová tu Dios”. A Saúl le importaba lo que la gente pensaba
de él; pero no le importaba lo que Dios pensaba. Solo quería quedar bien
ante los hombres. (Prov.29:25) “El
temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado”.
Saúl tenía temor al
hombre, pero no a Dios. Quería recibir honra de los hombres; pero la honra de Jehová
Dios no le importaba. Y con este corazón perverso, ¡¡¡Incluso era capaz de fingir arrepentimiento!!! Después de esto,
Samuel hace algo significativo: Manda traer al rey de Amalec (a quien
Saúl había tomado preso en la guerra), y lo corta en pedazos.
(1Sam 15:33) “Y Samuel dijo:
Como tu espada dejó a las mujeres sin hijos, así tu madre será sin hijo entre
las mujeres. Entonces Samuel cortó en pedazos a Agag delante de Jehová en
Gilgal”.
Esta había sido la
orden de Dios para Saúl: matar al rey de
Amalec. Samuel hace aquí lo que Saúl debía haber hecho. Si Saúl se hubiera
arrepentido de verdad, entonces él mismo hubiera cumplido la orden, por lo
menos después de la reprensión por Samuel. Que
no lo hizo, es otra prueba de que su arrepentimiento no fue verdadero. El
rey de Amalec personifica el pecado en nuestra vida. Para nada te sirve confesar "He
pecado" y pedir perdón, mientras dejas vivo a un "rey
de Amalec" en tu vida. ¿Cuál es el "rey de Amalec" en tu
vida, el pecado que todavía toleras, y que desde hace tiempo deberías haber
"cortado en pedazos"?
Ahora
veremos el caso del rey David.
DAVID TAMBIÉN CAYÓ
EN PECADO;
y si lo miramos de cerca, un pecado más
grave que el de Saúl: Cometió adulterio con Betsabé, e hizo matar con astucia
al esposo de Betsabé. Sin embargo, Jehová Dios perdonó a David, mientras a
Saúl no perdonó. Incluso llama a David "un
hombre según el corazón de Dios". ¿Cuál fue la diferencia?
En
el Salmo 51 tenemos la oración de David, después que fue reprendido por
el profeta Natán: (Salmos 51:1,4,6,10,11)
“1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la
multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 4 Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo
delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por
puro en tu juicio. 6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y
en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. 10 Crea en mí, oh Dios, un
corazón limpio, y renueva un
espíritu recto dentro de mí. 11
No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu santo Espíritu”.
David se dirige a Jehová
Dios primero. Él está muy consciente de que la primera persona ofendida por su
pecado es Dios mismo. "Contra ti, contra ti solo he pecado..."
Todo lo demás es secundario.
Después vemos cuál
es el anhelo más profundo en el corazón de David. No es la honra ante el
pueblo; ni es escapar del castigo de Dios. Su anhelo más profundo es "un corazón limpio y un espíritu
recto". Este es el anhelo
de una persona verdaderamente arrepentida. No importa lo que diga la gente,
de hecho, la gente malinterpretó el comportamiento de David después de su
arrepentimiento, y él quedó muy mal ante ellos. Pero David sabía que Dios "ama la verdad en lo íntimo",
donde nadie mira. Esto era lo que le importaba más que cualquier otra cosa.
Escrito está que
tenemos que ser ejemplo todo el tiempo: (Tito 2:7,8) “7 presentándote tú
en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, 8 palabra sana e irreprochable, de modo
que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros”. Tu integridad se demuestra en lo que haces
cuando nadie te mira.
Esta es la
integridad que demostró David, y por eso Dios le perdonó. Aunque David
también tuvo que sufrir, Dios no le quitó el reino ni la vida como lo había
hecho con Saúl.
DIOS BUSCA EL
ARREPENTIMIENTO VERDADERO.
¿De
qué clase es tu arrepentimiento?
¿De
la clase de Saúl o de la clase de David?
¿Es
un arrepentimiento solo ante los hombres?, o
¿un
verdadero arrepentimiento ante Dios quien mira "en lo secreto"?
Si te atreves a
arrepentirte como David y a creer las promesas de Dios, el Señor te hará otro. El Señor Jesucristo
te hará otro hombre, el Señor Jesucristo te hará otra mujer, el Señor
Jesucristo te dará otra familia, el Señor Jesucristo te dará otro futuro, el
Señor Jesucristo cambiará lamento en baile, el Señor Jesucristo cambiará
silicio por lino fino. El Señor Jesucristo cambiará tus ropas viles por ropa de
sacerdote. El Señor Jesucristo te cambiará. Si te atreves a arrepentirte y a
creer las promesas de Jehová Dios por
medio del Señor Jesucristo.
PREDICADORA DE LA
SANA DOCTRINA DE CRISTO: AZUCENA
ALAMILLO; Hola hermanos les saludo con
mucho amor en el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo, y con un solo propósito de
que sean edificados sus vidas y sus ministerios, me gozo el saludarles y el que
Dios me dé la oportunidad de servirles si me lo permiten, y con todo respeto a su
doctrina o denominación, mi único interés es que corra la Sana Doctrina de Cristo. https://www.bible.com/es/bible/149/jhn.6.rvr1960
https://www.facebook.com/milibertadorviene
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