RECIBE
CIEN VECES MÁS AHORA EN ESTE TIEMPO
“17
Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla
delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida
eterna? 18 Jesús le dijo: ¿Por qué
me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. 19 Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No
digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. 20 El entonces, respondiendo, le dijo:
Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. 21 Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que
tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme,
tomando tu cruz. 22 Pero él, afligido por esta palabra, se fue
triste, porque tenía muchas posesiones. 23 Entonces Jesús, mirando
alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de
Dios los que tienen riquezas! 24 Los
discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil
les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas! 25 Más fácil es pasar un camello por el
ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. 26 Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues,
podrá ser salvo? 27 Entonces Jesús,
mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, más para Dios, no; porque
todas las cosas son posibles para Dios. 28
Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te
hemos seguido. 29 Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo
que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o
madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, 30 que
no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos,
hermanas, madres, hijos, y tierras, con
persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna. 31 Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros”.
La Palabra de Dios nos enseña
claramente acerca del tema de la restitución. Existen dos clases de restitución
en la Biblia. De la que quiero tratar en este artículo es aquella obra poderosa
que Dios quiere hacer en la vida de aquellos que a pesar de haber sido fieles e
íntegros han sido temporalmente despojados y han perdido algo injustamente.
Estoy hablando de la Unción de restitución.
Escrito está en la Sana Doctrina de
Cristo, acerca de la Unción de restitución y lo encontramos en (Marcos 10:28-30) “28 Entonces Pedro
comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido. 29 Respondió Jesús y dijo: De cierto os
digo que no hay ninguno que haya
dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o
tierras, por causa de mí y del evangelio, 30 que no reciba cien veces
más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y
tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna”.
Para entender lo que Jesús estaba
diciendo debemos en primer lugar definir lo que significa la palabra
“restituir”. El diccionario la define como “Devolver
una cosa a su dueño; restablecer una cosa en su estado anterior; volver al
lugar de donde había salido.” Restituir significa, devolver, restaurar,
reivindicar.
Si somos detallistas en la lectura
del pasaje inicial notaremos que Jesús dijo que nadie que haya dejado todo por
el Señor y la causa del evangelio se quedará sin recibir la unción de
restitución.
La
promesa de restitución de Jesús es del ciento por uno, o sea, ¡Un interés del
10,000 por ciento! Ahora bien, todo esto no ha venido fácil o en forma gratuita.
Hubo un precio que pagar, porque para que se me devuelva algo, primero tuve que
haber perdido algo injustamente; para que se me restaure algo, primero tuve que
haber sido dañado injustamente; para que
se me reivindique, primero tuve que ser eliminado, desplazado,
rechazado, quitado de algún lugar o posición injustamente. Todo este proceso de despojo
produce heridas, dolor, angustia, frustración, vergüenza, lágrimas, tristeza,
debido a que las pérdidas no fueron voluntarias, como un acto de renuncia,
sino involuntarias donde se perdió lo que no se quería perder. La angustia
interior y muchas veces la confusión crecen debido a que todo eso nos ha pasado
precisamente por ser fieles a Jesucristo nuestro Rey.
En la Sana Doctrina de Cristo en la
Palabra de Jehová Dios nos dice que el causante de semejante pérdida es el
mismo diablo. En (Juan 10:10) “El
ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que
tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Se lo describe como ladrón
que viene para hurtar, matar y destruir. El diablo quiere robarle al cristiano
fiel, quiere matarlo lentamente y destruirlo totalmente. El enemigo utiliza
algunas veces a personas incrédulas para cumplir su plan pero muchas veces utiliza
aún a aquellos que se dicen cristianos, por eso ten mucho cuidado cuando.
Cada acto de las vidas de aquellos
hombres y mujeres fieles que aman a Dios está en manos del Señor y todo lo que
les pasa es para bien (Romanos 8:28) “Y
sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es,
a los que conforme a su propósito son llamados”. Pero muchas veces el Señor
permitirá, con un propósito especial, que podamos experimentar perdidas
injustas temporales, para posteriormente glorificar su Nombre y enviar la
Unción de restitución.
Existen muchas cosas que podemos
perder por nuestra fidelidad a Cristo. En
(2Timoteo 1:15) “Ya sabes esto, que me abandonaron todos los que están en
Asia, de los cuales son Figelo y Hermógenes”. Leemos a Pablo abandonado por sus hermanos y amigos. Nosotros
también por la causa de Cristo podemos perder amistades y hermanos en la fe. La
santidad para muchos es detestable. Podemos perder también nuestro buen nombre,
testimonio y reputación.
En (Hechos 25:7) “Cuando éste llegó, lo rodearon los judíos que habían
venido de Jerusalén, presentando contra él muchas y graves acusaciones, las
cuales no podían probar”. De
menciona la frase “falsas acusaciones”
que podemos recibir por cumplir fielmente nuestro ministerio; en (1 Corintios 4:10-21) “10 Nosotros somos insensatos por amor
de Cristo, mas vosotros prudentes en Cristo; nosotros débiles, mas vosotros
fuertes; vosotros honorables, mas nosotros despreciados.11 Hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos,
somos abofeteados, y no tenemos morada fija. 12 Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos; nos
maldicen, y bendecimos; padecemos persecución, y la soportamos. 13 Nos difaman, y rogamos; hemos venido
a ser hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de todos. 14 No escribo esto para avergonzaros,
sino para amonestaros como a hijos míos amados. 15 Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis
muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio. 16 Por tanto, os ruego que me imitéis. 17 Por esto mismo os he enviado a
Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi
proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas
partes y en todas las iglesias. 18 Más algunos están envanecidos, como
si yo nunca hubiese de ir a vosotros. 19
Pero iré pronto a vosotros, si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras,
sino el poder de los que andan envanecidos. 20 Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder. 21 ¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con
vara, o con amor y espíritu de mansedumbre?”. Nos muestra como los siervos de
Dios pueden sufrir injustas calumnias, acusaciones sobre sus propias vidas y
ministerios.
(Mateo
10:34-39) “34
No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer
paz, sino espada. 35 Porque he
venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su
madre, y a la nuera contra su suegra; 36
y los enemigos del hombre serán los de su casa. 37 El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí;
el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; 38 y el que no toma su cruz y sigue en
pos de mí, no es digno de mí. 39 El
que halla su vida, la perderá; y el que
pierde su vida por causa de mí, la hallará”. Nos enseña que aún podemos perder
la buena relación con los familiares más cercanos a causa de nuestra fidelidad
y santidad y por no participar de acciones pecaminosas.
(2Corintios
11:23-29) “23 ¿Son ministros de Cristo? (Como si
estuviera loco hablo.) Yo más; en
trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de
muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes
menos uno. 25 Tres veces he sido
azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una
noche y un día he estado como náufrago en alta mar; 26 en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de
ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en
la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre
falsos hermanos; 27 en trabajo y
fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en
desnudez; 28 y además de otras
cosas, lo que sobre mí se agolpa cada
día, la preocupación por todas las iglesias. 29 ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace
tropezar, y yo no me indigno?”. Nos habla que nuestra salud y economía pueden
desmejorarse por servir al Señor.
En (1Corintios 16:9) “se me ha abierto puerta grande y eficaz, y
muchos son los adversarios”. Aquel que todo lo ve y procede con justicia tiene
una salida para todo aquel que ha padecido y sido despojado injustamente por
ser fiel al Señor y a la causa del Evangelio. La recompensa de Dios para todos
ellos es la Unción de restitución.
El alcance de la restitución es
doble: Aquí en la tierra o en el cielo. Aquí en la tierra es donde se nos
asegura la restitución del mil por ciento de interés. En el cielo no
necesitaremos nada pues allí estaremos completos de todo pero aún así existe
una restitución celestial.
El Espíritu Santo en este tiempo
quiere restituir sobrenaturalmente buena reputación a aquellos siervos fieles
que injustamente han perdido su buen nombre por causa de la difamación y
calumnia; quiere restituir ministerios a aquellos que lo han perdido debido a
las mentiras y acusaciones infames; quiere restituir ministerios a aquellos que
se quedaron sin gente en sus congregaciones debido a acusaciones falsas y sin
fundamento. Dios quiere restituir económicamente a aquellos que han padecido severamente
por años debido al cumplimiento del llamado del Altísimo; Dios quiere sanar
físicamente también a aquellos valientes que por la dureza de la batalla
espiritual han quedado frágiles y débiles.
¡Dios es un Dios de restitución! Es
por eso que en (2Timoteo 1:12) “Por
lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a
quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para
aquel día”. El padecer por ser fieles a Cristo no debe ser causa de vergüenza. La
Palabra de Dios refleja en varios episodios al Señor de la restitución. La vida
de José, entre otros, nos dará una perspectiva diferente de lo que estamos
atravesando actualmente y a la vez aliento y fe para creer que sobre nosotros
se derramara la Unción de restitución.
La historia de José se relata en Génesis caps. 37 al 50. José debido a
su inexperiencia cometió el error de contar sus sueños a sus hermanos, los
cuales le envidiaron aun más y decidieron sacárselo de encima. Primero lo tiran
en un pozo seco, luego lo sacan de allí y pensaron que vendiéndolo como esclavo
a los ismaelitas todo se solucionaría. Aquí a José se le quita
involuntariamente la vida familiar y el calor de hogar y sufre una gran perdida
emocional. Luego es vendido a Egipto y comprado por una persona influyente,
donde lo coloca al cuidado de sus cosas personales. Aquí a José se le robó su
personalidad y privó del legítimo derecho de vivir en libertad. A pesar de esos
duros golpes José continuaba siendo fiel a Dios y contaba con el favor del Señor.
Su ferviente deseo de ser fiel al Señor le lleva a ser acusado de acoso sexual
por una mujer adultera y perversa. José
de esclavo “libre” pasa a ser un esclavo en la cárcel. Humanamente hablando
todo se había terminado para el… pasaría el resto de sus días confinado una
cárcel. Aquí José sufrió la perdida de
su integridad. Fue acusado y calumniado injustamente y no teniendo manera
de defenderse tuvo que callar y ser encarcelado. Solo José podría decirnos todo
lo que pasaba por su mente y las luchas interiores que el estaría padeciendo. Todo esto le pasaba, no por ser
desobediente e infiel a Dios, ¡sino por ser absolutamente fiel al Señor!
Esto
es lo que confunde a muchos hoy también y se derrumban para siempre.
No pueden entender lo que les está sucediendo y en vez de ver la mano del
enemigo intentando eliminarlos de la carrera espiritual, comienzan a culpar a
Dios de sus desdichas. Es en este punto crucial donde, si seguimos a pesar de
todo siendo fieles, avanzaremos hacia la Unción de Restauración o nos
quedaremos por siempre en el lago cenagoso de la frustración. En tiempos así,
solo la fe puede hacernos “ver” la realidad espiritual que se viene sobre
nuestras vidas. ¡La medida de nuestro despojo será la medida de nuestra
restitución!.
En un momento determinado, por
cierto planeado por Dios, Faraón necesita la interpretación de unos sueños.
Nadie de los magos y sabios de la época pudieron interpretarlos. De repente,
alguien conversando con Faraón se acuerda que tiempo atrás cuando el estuvo en
la cárcel, José le ayudó a interpretar un sueño y le dio el significado exacto.
Ese relato produjo en Faraón el deseo de mandar a llamar a José para que le
interpretara los suyos. Aquí estamos
presenciando como la Unción de restauración comenzó a derramarse sobre la vida
de José. Note que eso sucedió de repente, sin aviso. José se levanto esa mañana y mirando entre las rejas, un día mas en la
cárcel, cuando en realidad ese seria el día de la restitución. Así sucederá
en nuestras vidas. Cuando menos Usted lo espere, Dios irrumpirá con poder y
glorificara Su nombre sobre su vida. A Dios le agrada mucho manifestarse de
repente (Hechos 2:2; 16:26) “2 Y de
repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el
cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 26 Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera
que los
cimientos de la cárcel se sacudían;
y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron”.
Eso si, siempre el “de repente” de Dios
viene precedido por obediencia y fidelidad continua al Señor aquí en la tierra,
pues las bendiciones de Dios siempre son para los que deciden ser fieles a
cualquier precio.
Volviendo
al relato de José, analizaremos a continuación cuales fueron los resultados de
haber recibido de Dios la Unción de restitución:
1.
Dios restituyo la reputación y buen
testimonio, así como también su vida económica. (Génesis 41:40-43) dice: “40
Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernara todo mi pueblo;
solamente en el trono seré yo mayor que tu. 41 Dijo además faraón a José: He aquí yo te he puesto por sobre
toda la tierra de Egipto. 42 Entonces
Faraón quito su anillo de su Mano, y lo puso en la mano de José, y Lo hizo
vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello, 43 y lo hizo subir en su segundo carro,
y pregonaron delante de el: ¡Doblad la rodilla!; y los puso sobre toda la
tierra de Egipto”. José pasó de ser un
esclavo ignorado a un hombre libre exaltado; pasó de comer y vestir lo peor a
vivir con las comodidades de un rey.
2.
DIOS RESTITUYO SU AUTORIDAD. Leemos en el (V. 42) que Faraón le puso su anillo,
como sinónimo de poder e influencia. José pasó de ser un “don nadie” a ser un
hombre respetado por todos; pasó de ser un hombre humillado a ser un hombre
exaltado por Dios. El Señor lo levantó a
la medida exacta de lo que Él le había prometido años atrás en sus sueños.
Los cumplimientos de los sueños de Dios en nuestras vidas siempre vienen
acompañados de mayor autoridad e influencia espiritual.
3.
DIOS RESTITUYO SU NOMBRE. Leemos en (Génesis 41:45a) “Y llamó Faraón el nombre de José, Safnat-Panea;
…”. Ya no iba a ser más “el pobre Josecito” despreciado, pisoteado y
desconocido sino alguien apreciado y reconocido.
4.
DIOS RESTITUYO SU VIDA SENTIMENTAL. Leemos también en
(Gén. 41:45b) “…y le dio por mujer a
Asenat, hija de Potifera sacerdote de On. Y salió José por toda la tierra de
Egipto”. ¡Cuanta presión había sobre los hombros de este joven valiente,
obediente y fiel al Señor! El ser íntegros y fieles no nos exime de tener que
batallar con pensamientos “naturales y
reales”, los cuales será necesario
aprender a dominarlos y vencerlos para que no apaguen nuestra fe.
5.
DIOS RESTITUYO SU CORAZÓN HERIDO. Con todo lo que
había padecido, sufrido injustamente seguramente había heridas interiores abiertas, necesitadas del toque sanador del
Señor. Es por eso que Dios haría en el una obra completa. Como fruto del
amor con su esposa nació el primer hijo, Manasés, (Gen 41:51) “Y llamó José el nombre del primogénito, Manasés; porque dijo: Dios me hizo olvidar todo mi trabajo (es decir, todo lo que había
sufrido), y toda la casa de mi padre
(todo lo que le hicieron sus hermanos).
A menos que Dios quite
sobrenaturalmente ese dolor interior, suture nuestras heridas producidas por la
injusticia recibida y nos de la gracia de perdonar a todos los que nos dañaron
no podremos disfrutar la restitución del Señor. ¡Gloria a Dios que la restitución exterior viene acompañada también de
sanidad interior!
6.
DIOS RESTITUYO LOS TIEMPOS DE SEQUÍA, DESIERTO Y ESTERILIDAD. No
hace falta entrar en detalles para darse cuenta que todo el período que va de
la etapa del rechazo de sus hermanos hasta el minuto final que estuvo en la
cárcel, fue un tiempo de sequedad, desierto total y espeluznante esterilidad.
Es por eso que el segundo hijo que tuvo con su esposa fue llamado “Efraín” (Gen 41:52) “Y llamó el nombre
del segundo, Efraín; porque dijo: Dios me hizo fructificar en la tierra de mi
aflicción” ¿Dónde fue fructificado José?
En la tierra donde fue afligido. ¡Esto es ni más ni menos la restitución que
Dios da aquí en la tierra! Es por eso que el (Salmo 27:13,14) dice: “13
Hubiera yo desmayado, sino creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de
los vivientes 14 Aguarda a Jehová;
Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová”. Es verdad, ¡Sin la
gloriosa promesa de la Unción de restitución desmayaríamos, pero bendito sea el
Nombre de nuestro Dios Jehová que es nuestra Torre fuerte!
7.
DIOS RESTITUYO SU VIDA FAMILIAR. Solo un Dios de
justicia como el Señor puede hacer esto. Leemos a partir del Cáp. 42 como sus
hermanos, sin saberlo, vienen en busca de ayuda a Egipto debido a la hambruna
desatada sobre la faz de la tierra. Dios usó la necesidad de sus “enemigos” para
encaminar las cosas hacia la restitución familiar entre José y sus hermanos. Es
por eso que José les dice a sus hermanos, cuando experimento la Unción de
restitución, en (Gen 45:7,8) “7 Y Dios me envió delante de vosotros,
para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de
gran liberación. 8 Así, pues, no me enviasteis acá vosotros,
sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su
casa, y por gobernador en toda la tierra
de Egipto”. La Unción de restitución
viene acompañada también de felicidad familiar. Divisiones y rupturas del
pasado se transforman milagrosamente en unión y armonía. Esto bien puede
ser para la vida familiar, una congregación local o dondequiera que haya habido
anteriormente envidias, celos, calumnias, acusaciones y menosprecio. ¡Así es la mano restituidora del Señor!
¡Ruego
a Jehová Dios a través de nuestro Señor Jesucristo que a medida que vayas
leyendo, el Espíritu Santo le recuerde situaciones semejantes a las de José en
su propia vida y a la vez le de certeza que la Unción de restitución esta a las
puertas de su vida!
La Unción de restauración es una
obra sobrenatural del Espíritu Santo pero ella necesita, para manifestarse, que
nosotros hagamos algo muy importante. No me refiero a mantener nuestra
integridad y fidelidad, la cual es el requisito básico para ser candidatos
seguros a la Unción de restitución. En (Éxodo
22:1-15) encontraremos la respuesta. Allí Jehová Dios deja estipulada las
leyes de restitución. En los (VV. 2,4 y
7) aparece una frase importante: “si
el ladrón fuera hallado…”. Para que la ley de restitución operase era
necesario primero hallar al ladrón. Cuando eso sucedía éste tenia que hacer
algo para con la persona dañada: 1) (V.
3) “El ladrón hará completa
restitución” 2) (VV. 4 y 7) “pagara el doble”
Si el ladrón era apresado tendría,
no sólo hacer restitución, sino también devolver el doble de lo que había
robado. Dijimos antes que el ladrón es el diablo, que viene para hurtar, matar
y destruir (Juan 10:10a) “El ladrón no
viene sino para hurtar y matar y destruir”.
Ahora bien, ¿Dónde encontrarlo? (1 Pedro 5:8) nos da la respuesta: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro
adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien
devorar”.
El enemigo anda alrededor nuestro
esperando que nos salgamos de la cobertura espiritual para darnos su zarpazo. Ahora es nuestra oportunidad de atraparlo.
Lo que tenemos que hacer, si anhelamos recibir la Unción de restauración es
tomar la autoridad de Cristo y atarlo en el Nombre del Señor. Esta acción
espiritual, hará que automáticamente se suelte y venga la Unción de
restauración sobre nuestras vidas. La
restitución, por cierto, no viene del Diablo porque nosotros no queremos nada
que provenga de él. Nuestra restitución viene de Jehová Dios cuando sometidos a Dios resistimos al enemigo
y es atrapado y atado. Allí él dejará en
el piso todo lo que nos robó por años. Cuando eso suceda, Dios tomará cada una
de las cosas robadas y derramará sobre ellas la Unción de restitución, la
cuales llegará a nuestras vidas y con la doble bendición del Señor. ¿Puedes
entender lo glorioso que esta por suceder en tu vida?
Recibe en este día, en el Nombre de
Jesús, esta palabra de Dios como un “rhema”
(palabra específica, en una situación específica para alguien específico). (Joel 2:25-27) “25 Y os restituiré los años
que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que
envié contra vosotros. 26 Comeréis
hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo
maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado. 27 Y conoceréis que en medio de Israel
estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca
jamás será avergonzado”.
La Unción de restitución es prometida
antes del derramamiento poderoso del Espíritu Santo (Joel 2:28) “Y después de
esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y
vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán
visiones”. Este es tiempo de creerle a Jehová Dios como nunca, porque su
más increíble y poderosa obra está por llegar para restituir el buen nombre que
hemos perdido debido a las injustas calumnias y traiciones; para restituir iglesias y ministerios que
fueron severamente golpeados y menospreciados; para restituir la economía y la
salud desgastada; para restituir las relaciones familiares e interpersonales,
etc. Este es el tiempo de Dios, mis hermanos y hermanas, Jehová Dios que
todo lo ve es el que va a restituir cada una y todas las cosas que el enemigo te
ha robado. ¡Recibe en esta hora la
Unción de restitución y comienza a darle toda la gloria al Señor!
PREDICA en Lerma
por: PASTOR Víctor R. Preciado Balderrama
Hola
hermanos les saludo con mucho amor en el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo, y
con un solo propósito de que sean edificados sus vidas y sus ministerios, me
gozo el saludarles y el que Dios me dé la oportunidad de servirles si me lo
permiten, y con todo respeto a su doctrina o denominación, mi único interés es
que corra la Sana Doctrina de Cristo, estoy ofreciendo:
MATERIALES BÍBLICOS
GRATIS Todo
es completamente gratis, como escritor de estos materiales te voy a dar los
originales para que tú le pongas el nombre de tu Iglesia o tu ministerio o le
hagas las modificaciones que a ti te parezcan convenientes. Mi interés es que me des la oportunidad de
servirles pues me queda muy claro que mi llamado no es de ser titular sino el
de servir y que la Sana Doctrina de Cristo corra como un río poderoso arroyando
toda basura de ignorancia.
Por
favor si les interesan estos materiales escríbanme pidiéndomelos a cualquiera
de los siguientes correos, y con mucho gusto y en el amor a Cristo se los
enviaré inmediatamente sin cuestionar nada y que el Espíritu Santo los dirija y los lleve por buen camino, solo
les pido en este mismo amor NO LO
VENDAN: lo recibes de gracia dalo de gracia.
También les invito con mucho
respeto a todas sus creencias a visitar el BLOGSPOT
que Dios me ha regalado y que, con mucho amor he puesto algunos estudios que
Dios me ha regalado en revelación, Efesios
3:8.
viclaly5757.blogspot.com
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