LA
SANA DOCTRINA DE CRISTO
PONE
EN EVIDENCIA SI HAS NACIDO DE NUEVO
Todo cristiano que habla mucho de su
congregación de su pastor maravillas es un mal agradecido del sacrificio de
Jesús, pues está llevando a mucha gente a los pies de ese ser humano en lugar
de llevarlos a los pies de Jesucristo. La explicación de Cristo a Nicodemo, uno
de los principales de los fariseos entre los judíos, vino a Jesús reconociendo
que él y otros líderes sabían que Jesús tenía que haber venido de Dios debido a
los milagros que hacía. Muchos creen que ser “nacido de nuevo” significa tener
una “experiencia religiosa” o “aceptar a Cristo”. También se cree que
constituye el proceso de la conversión. Cualquiera que lo haya “experimentado”,
se dice que es “salvo”. Pero, ¿Es esto lo que dice la Sana Doctrina de Cristo
en la Biblia?
(Juan
3:1-12) “1 Había un hombre de los fariseos que se
llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. 2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has
venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú
haces, si no está Dios con él. 3
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere
de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 4
Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar
por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no
naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne
es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. 7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. 8 El viento sopla de donde quiere, y
oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel
que es nacido del Espíritu. 9
Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto? 10 Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no
sabes esto? 11 De cierto, de cierto
te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no
recibís nuestro testimonio. 12 Si os
he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las
celestiales?”.
Nicodemo estaba tan seguro de ser
salvo por el hecho de ser judío y hasta ese momento cuando habló con Jesús y le
contestó con una declaración inesperada, la cual Nicodemo no entendía y que
hasta el día de hoy existen judíos que creen que son salvos por ser nacidos
judíos: (Juan 3:3) “De cierto, de
cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”.
La
palabra griega utilizada, traducida como “nacer”, es
gennao. A diferencia de los teólogos
modernos pues ya tenemos muchísimas versiones bíblicas, pero Nicodemo sabía
precisamente lo que Cristo quería decir con gennao, sabía que Jesús se estaba refiriendo a un nacimiento, tal
como es un nacimiento físico. Por eso él respondió, (Juan 3:4) “Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo
viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?”.
Cristo le respondió, (Juan 3:5) “Respondió Jesús: De
cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no
puede entrar en el reino de Dios”.
La
mención del agua en esta declaración se aplica al bautismo (el ser sumergido en
agua) simbolizando la tumba en el agua, luego de haberse arrepentido
profundamente. (Mat
3:5-10) “5 Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de
alrededor del Jordán, 6 y eran
bautizados por él en el Jordán,
confesando sus pecados. 7 Al
ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos
venían a su bautismo, les decía:
¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? 8 Haced, pues, frutos dignos de
arrepentimiento, 9 y no penséis
decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo
que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. 10 Y ya también el hacha está puesta a
la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y
echado en el fuego”. La referencia a “nacer del Espíritu está directamente
relacionada con el crecimiento espiritual necesario para nacer en la
resurrección. Esto es análogo al crecimiento del feto en el vientre de la madre
antes de nacer.
La analogía físico-espiritual aquí
es evidente. Esto es confirmado por la declaración de Jesús, (Juan 3:6-8) “6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del
Espíritu, espíritu es. 7 No te
maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. 8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes
de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu”.
Esto se refiere a aquellos quienes “renacen” como seres espirituales en la
resurrección; los cuales serán invisibles, tal como el viento es invisible para
los seres físicos. Hay una distinción clara entre “lo que es nacido de la
carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es”.
Maravillado
por las afirmaciones de Jesús. (Juan 3:9-12) “9 Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto? 10 Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú
maestro de Israel, y no sabes esto? 11
De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos
visto, testificamos; y no recibís
nuestro testimonio. 12 Si os he
dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?”.
Cuando Jesús dijo, “…no recibís
nuestro testimonio”, Cristo se estaba refiriendo a los fariseos en general.
Nicodemo y los fariseos eran “maestros de Israel”, pero ellos no entendían esta
verdad básica sobre el proceso de renacer espiritualmente durante toda la vida.
Cristo
estaba proclamando que el reino de Dios iba a venir a la tierra y que las
personas podían nacer de nuevo en éste reino. Nicodemo se maravilló de esto por varias
razones una razón era que Cristo demostró que aún los principales escribas
y fariseos maestros y doctores en la ley que estaban establecidos en Israel
(Judea) y no entendían el Plan de
Salvación, a pesar de su exposición
a las Escrituras. (Mat 7:15-18) “15
Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas,
pero por dentro son lobos rapaces. 16
Por sus frutos los conoceréis.
¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o
higos de los abrojos? 17 Así, todo
buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18 No puede el buen árbol dar malos
frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos”. Aunque ellos sabían que Jesús era enviado de Dios, estos líderes nunca
se sometieron a Su autoridad. (Mat 7:28,29) “28 Y cuando terminó Jesús
estas palabras, la gente se admiraba de su Doctrina; 29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los
escribas”.
Otra
razón por la que Nicodemo se maravilló de las palabras de Cristo, fue que Jesús
habló en términos que los fariseos no podían percibir. Cristo les explicó esto
a sus discípulos: (Mat. 13:11-17) “El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es
dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos [a todos los
demás, incluyendo a los principales religiosos de su tiempo] no les es dado. 12 Porque a cualquiera que tiene, se le
dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. 13 Por eso les hablo por parábolas:
porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. 14 De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que
dijo:
De oído oiréis, y no entenderéis; Y
viendo veréis, y no percibiréis. 15
Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyen
pesadamente, y han cerrado sus ojos; Para que no vean con los ojos, y oigan con
los oídos, y con el corazón entiendan, y se conviertan, y yo los sane. 16 Pero bienaventurados vuestros ojos,
porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. 17
Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que
veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron”.
Aun
así, Mateo registró la conversación entre Nicodemo y Jesús para exponer el
punto de Cristo respecto a aquellos llamados en la eras siguientes. En los
versículos del 11 al 17, explica por qué el mundo está en tal confusión sobre
este entendimiento básico.
En el evangelio de Cristo en Juan 3,
el término “nacer” aparece en los versículos 3-8. En cada caso, la palabra
original en griego fue gennao. Todos los principales diccionarios definen este
término como engendramiento por el padre (engendrado) o nacer por la madre
(nacido). Así que, gennao puede ser traducido ya sea “nacido” o “engendrado”,
dependiendo del contexto. Luego haremos referencia a estas definiciones.
EL
NACIMIENTO ESPIRITUAL POR MEDIO DE LA RESURRECCIÓN
(1)
¿En qué orden son los siervos de Dios cambiados por el renacimiento espiritual?
(1 Corintios 15:23) “Pero cada uno en su debido orden:
Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida”.
La
frase “Cristo, las primicias” se explica mejor al revisar el versículo
20: “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que
durmieron es hecho”.
(2)
Entonces, ¿Quién fue la primera persona en experimentar el renacimiento
espiritual, habiendo nacido físicamente y luego habiendo muerto físicamente? (Colosenses
1:15,18) “15
Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 18 y Él es la cabeza del cuerpo que es
la iglesia, Él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para
que en todo tenga la preeminencia”.
Jesús
es el primogénito “de los muertos”. Cuando Cristo nació otra vez, no fue que Jesús
simplemente pasó por una “experiencia religiosa”. Tampoco se aceptó a sí mismo
como su Salvador. Lo que experimentó fue un
renacimiento literal de la muerte. Fue
el primero en experimentar un renacimiento espiritual (el “nacer de nuevo”), la
esperanza de todos los cristianos.
(3)
¿Seguirán muchos otros a Cristo a lo que Él fue el primero en alcanzar? (Romanos
8:29) “Porque a los que antes conoció, también
los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para
que Él sea el primogénito entre muchos hermanos”. Jesús debió de ser “el primogénito entre muchos hermanos”, lo cual
quiere decir que otros hermanos iban a seguir después de Jesús. Cristo fue
simplemente el primero de muchos hermanos en nacer de nuevo.
(4)
La declaración de Cristo: “lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es
nacido del Espíritu, espíritu es”, ¿Está elaborada más allá en el contexto de
la resurrección? (1 Corintios 15: 50-52) “50 Pero esto
digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni
la corrupción hereda la incorrupción. 51 He aquí, os digo un misterio: No todos
dormiremos; pero todos seremos transformados, 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final
trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados
incorruptibles, y nosotros seremos
transformados”. Lo anterior resume muy bien la esperanza de la resurrección; el cambio
de seres humanos a seres espirituales.
EL
ESPÍRITU SANTO IMPARTE VIDA
Vamos ahora a través de la Sana
Enseñanza de Jesús comparando la analogía física de un hijo por nacer
desarrollándose en el vientre de la madre, con el desarrollo espiritual de un verdadero
cristiano.
La
conversión es un proceso de crecimiento que dura toda la vida y que lleva hacia
la madurez espiritual para poder “nacer de nuevo” en la resurrección.
(1)
¿Se les amonesta a los cristianos a crecer en madurez durante este tiempo de
adiestramiento y desarrollo espiritual? Esto solo de da en la Sana Doctrina de
Cristo (1 Pedro 2:2) “desead, como niños recién nacidos,
la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación”; (Efesios 4:15) “sino que siguiendo la
verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo”.
(2)
¿Deben los cristianos llegar a ser diestros en las Escrituras y en el
discernimiento espiritual por medio de la experiencia y el crecimiento? (Hebreos
5:13,14) “13
Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de
justicia, porque es niño; 14 pero el
alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso
tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”.
(3)
¿Puede una persona decidir por sí misma buscar el camino de Dios y ser
convertida simplemente por el impulso de su propia fuerza de voluntad? (Romanos
8:7,8) “7 Por
cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni
tampoco pueden; 8 y los que viven
según la carne no pueden agradar a Dios”.
(4)
¿Qué es lo que comienza el proceso del desarrollo espiritual? (Juan 6:44, 65)
“44 Ninguno puede venir a mí, si el
Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. 65 Y dijo: Por eso os he dicho que
ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre”. Alguno se preguntará, ¿Cómo puedo saber si Dios me está llamando? La
respuesta es: a menos que Dios le esté llamando, la mente de esa persona no
estará abierta a su verdad. El comenzar a buscar los caminos de Dios, comenzar
a entenderlos y desear crecer en este entendimiento, es la evidencia del
llamado de la persona.
(5)
¿Es el arrepentimiento el siguiente requisito para recibir el Espíritu Santo? (Hechos
2:38; 26:20) “38
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de
Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. 20 sino que anuncié primeramente a los
que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los
gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas
de arrepentimiento”. El arrepentimiento es un hondo y profundo pesar por haber
vivido contrario al camino de Dios, después de haberse dado cuenta de la
supremacía y autoridad de Dios y de su Palabra. El verdadero arrepentimiento no
es una emoción generada humanamente — ¡este es un don de Dios!
(6)
¿Qué otra condición vital se requiere para poder recibir el Espíritu Santo? (Hechos
5:32) “32 Y nosotros somos testigos suyos de estas
cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen”.
El decir que la obediencia es un
requisito que significa que la persona lucha sinceramente por obedecer las
leyes de Dios con todo su corazón. Esto no significa que por medio de la
obediencia alguien puede ganar el Espíritu Santo. Este es un don que Dios da a
aquellos que Dios elige y llama, después que han respondido a ese llamamiento
con obediencia.
(7)
¿Acaso la Sana Doctrina de Cristo en la Escritura llama explícitamente al
Espíritu Santo un don de Dios? (Hechos 10:45) “Y los
fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de
que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo”; (Lucas 11:13) “Pues si vosotros, siendo
malos, sabéis dar buenas dádivas a
vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a
los que se lo pidan?”.
(8)
¿Es el Espíritu de Dios impartido realmente dentro de la mente? (1 Corintios
2:10-13) “10
Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo
escudriña, aun lo profundo de Dios. 11
Porque ¿quién de los hombres sabe las
cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie
conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el
Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 13 lo cual también hablamos, no con
palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu,
acomodando lo espiritual a lo espiritual”. Así
como la célula del esperma físico del padre impregna la célula del óvulo humano
e inicia el proceso de crecimiento de un feto humano, el Espíritu Santo entra a
la mente y comienza el proceso del desarrollo espiritual.
(9)
¿En cuales otras maneras guía el Espíritu Santo? (Juan 14:26;15:26;16:13) “26
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él
os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. 15:26 Pero cuando venga el Consolador,
a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del
Padre, él dará testimonio acerca de mí. 13
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad;
porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y
os hará saber las cosas que habrán de venir”.
(10)
¿En qué cantidad el Espíritu Santo se imparte inicialmente? (2 Corintios 1:22;
5:5) “22
el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en
nuestros corazones. 5 Mas el que nos
hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu”. (1Pe 1:2-5) “2 elegidos según la
presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser
rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas. 3 Bendito el Dios y Padre de nuestro
Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una
esperanza viva, por la resurrección de
Jesucristo de los muertos, 4 para
una herencia incorruptible,
incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5 que sois guardados por el poder de
Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser
manifestada en el tiempo postrero”. (2
Pedro 1:1) “Simón Pedro, siervo y
apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro
Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra”.
El
engendramiento se refiere a la concepción humana por el padre, según está
escrito en (Mateo 1:20) “Y pensando él en esto, he aquí un
ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no
temas recibir a María tu mujer porque lo que en ella es engendrado, del
Espíritu Santo es”. En este caso, Jesús,
fue concebido o engendrado por el Espíritu Santo de Dios.
Uno
de los mejores ejemplos conocidos de esta mala traducción se encuentra en (1
Juan 5:1) “Todo aquel que cree que Jesús es el
Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al
que ha sido engendrado por él”.
Una
vez que somos engendrados por el Espíritu de Dios entrando a nuestros corazones
y transformando nuestras mentes, Dios nos considera sus Hijos: (Romanos 8:14) “Porque
todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios”. De igual manera en, (1 Juan 3:1) “Mirad
cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por
esto el mundo no nos conoce, porque no
le conoció a Él”.
(1)
Como hijos de Dios en esta vida, somos herederos de las promesas de Dios. (Tito
3:7) “para que justificados por su gracia,
viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna”; (Hebreos 1:14) “¿No son todos espíritus
ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la
salvación?”; (Romanos 8:17) “Y si
hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que
padecemos juntamente con Él, para que juntamente con él seamos glorificados”.
(2)
¿Cuál es el cambio que debe ser hecho para convertirse en herederos de la
promesa? (1 Corintios 15:42-44) “42 Así también es la resurrección de
los muertos. Se siembra en corrupción,
resucitará en incorrupción. 43 Se
siembra en deshonra, resucitará en
gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. 44 Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay
cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual”.
(3)
Después de ese cambio de corruptible a incorruptible, ¿Cuál será la apariencia
de estos seres espirituales? (1 Corintios 15:54)
“Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se
haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita:
Sorbida es la muerte en victoria”; (1
Juan 3:2) “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo
que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes
a él, porque le veremos tal como él es”.
(4)
¿Fueron los términos “Primogénito de los muertos” y “Primogénito entre muchos
hermanos” meramente títulos dados a Cristo, o definieron una secuencia que
Cristo cumplió? (1 Corintios 15:20-23) “20 Mas ahora
Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 21 Porque por cuanto la muerte entró
por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. 22 Porque así como en Adán todos
mueren, también en Cristo todos serán vivificados. 23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego
los que son de Cristo, en su venida”; (Hebreos
5:9; 6:20; 12:2) “9 y habiendo
sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le
obedecen. 20 donde Jesús entró por
nosotros como precursor, hecho sumo
sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec. 2 puestos los ojos en Jesús,
el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él
sufrió la cruz, menospreciando el oprobio,
y se sentó a la diestra del trono de
Dios.”; (Apocalipsis 1:4-5; 3:21) “4 Juan, a las siete iglesias que están
en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de
los siete espíritus que están delante de su trono; 5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y
el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros
pecados con su sangre. 21 Al que
venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y
me he sentado con mi Padre en su trono”. El
hecho de que Cristo ha guiado el camino para aquellos a quienes Dios llama está
establecido claramente a lo largo de toda la Escritura.
(1
Juan 3:9) dice, “Todo aquel que es nacido de Dios,
no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede
pecar, porque es nacido de Dios”.
¿Por qué muchos cristianos profesos
creen que alguien es nacido de Dios por meramente creer “que Jesús es el
Cristo”? (1 Juan 5:1) “Todo aquel que
cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que
engendró, ama también al que ha sido engendrado por él”. La lectura de este versículo ha llevado a muchos a creer falsamente que
el único requisito para la salvación es simplemente, “Creer que Jesús es el
Cristo”.
Aquellos quienes aceptan el nacer de
nuevo como una tradición evangelistica “nacido de nuevo” esencialmente niegan
el cambio a ocurrir en la resurrección y lo falsifican con una versión diluida
de la verdadera conversión, un proceso de toda una vida, en vez de un cambio
instantáneo. El cambio instantáneo real es en la resurrección, lo cual ellos
rechazan. Recuerde que Cristo le dijo a Nicodemo, (Juan 3:3) “…el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de
Dios”. Sin embargo, muchos han sido engañados por las explicaciones sutiles de
conversión con el ser “nacido de arriba”.
El
único otro lugar en la Biblia donde aparece “nacido de nuevo”
(además de Juan 3:3,7) es en (1 Pedro
1:23) “siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible,
por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre”.
Otra
falsa enseñanza de “nacido de nuevo” es la que a muchos millones de personas
les parece una enseñanza de la Escritura, pero realmente es un engaño para atraer
“creyentes” para que acepten la tradición evangélica tradicional de “nacido de
nuevo”. ¡Cualquier variación que trate de negar el claro significado de (1
Corintios 15:50-52) que leímos anteriormente, con una definición falsa de la
conversión, es errónea!
La verdad de la Sana Doctrina de
Cristo sobre “nacer de nuevo” comprende una verdadera conversión en esta vida y
el cambio que ocurrirá en la resurrección.
Predica por: Pastor
Víctor Ramón Preciado Balderrama
Hola hermanos les saludo con mucho amor en el Nombre de
Nuestro Señor Jesucristo, y con un solo propósito de que sean edificados sus
vidas y sus ministerios, me gozo el saludarles y el que Dios me dé la
oportunidad de servirles si me lo permiten, y con todo respeto a su doctrina o
denominación, mi único interés es que corra la Sana Doctrina de Cristo.
http://viclaly5757.blogspot.com/?spref=fb
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