LA
SANA DOCTRINA DE CRISTO, NOS ENSEÑA:
¿QUÉ
ES LA APOSTASÍA Y CÓMO PUEDO RECONOCERLA?
(Judas
1:1-25)
Comenzaremos
aprendiendo que significa apostasía; viene de la
palabra griega que significa "un desafío a un sistema o autoridad
establecida; una rebelión; un abandono o incumplimiento de la fe". En el
mundo del primer siglo, la apostasía era un término técnico para una deserción
o una revuelta. Y al igual que en el
primer siglo, la apostasía amenaza hoy al cuerpo de Cristo.
La
Biblia nos advierte sobre gente apóstata, que son muy hipócritas, son también
muy astutos, y hacen su mejor esfuerzo para tener a la gente de su lado. Su
naturaleza agradable y su posición encubierta con la palabra de hermanos,
palabra que lo único que les interesa es su propia veneración, y viven en
abnegación, en sus propios conceptos y convencen a otros para que también
contribuyan a su causa.
Con
respecto a la apostasía, es urgente y crítico que todos los cristianos
entiendan dos cosas importantes:
(1)
Cómo reconocer la apostasía y a los maestros apóstatas, y
(2)
Por qué la enseñanza apóstata es tan mortal.
FORMAS
DE APOSTASÍA
Para identificar y combatir
plenamente la apostasía, es importante que los cristianos conozcan sus formas
variadas y los rasgos que caracterizan a sus maestros y doctrinas. En cuanto a
las formas de apostasía, hay dos tipos principales:
(1)
de un alejamiento de las doctrinas y verdades fundamentales de la Biblia, a
enseñanzas heréticas que proclaman ser "la verdadera" doctrina
cristiana, y
(2)
una renuncia total a la fe cristiana, lo que resulta en
el abandono total de Cristo.
La
primera forma de apostasía es una negación de las verdades fundamentales del
cristianismo que es el “AMOR FRATERNAL” entre hermanos diciendo y murmurando
que en la iglesia ya no hay amor y esto hace que comience su descenso cuesta
abajo, hasta la total separación de la fe, que es la segunda forma de
apostasía. Es importante entender que la segunda
forma casi siempre comienza con la primera. Una creencia herética, se convierte
en una enseñanza herética que se subdivide, y crece hasta contaminar todos los
aspectos de la fe de la persona, y entonces se logra el objetivo final de satanás,
que es un alejamiento completo del cristianismo.
Una de las verdades más inquietantes
que se destacan es que en todo su entorno predomina la ignorancia resaltando
siempre la religiosidad practicando siempre rituales que los hacen ver muy
blancos por fuera, pero que tan pronto te acercas a alguien en esta condición
apóstata, claramente puedes detectar su mal olor a mundo empezando con sus
cochinos caracteres que no se soportan ni a ellos mismos, porque son hijos de
la ira solo que están disfrazados con vestiduras de cristianos.
Muchos de estos son o quieren ser
predicadores y mantener su posición como líderes pastores de iglesias
cristianas, con sus congregaciones ignorantes del verdadero estado espiritual
de su líder.
Los
peligros de la apostasía son advertidos en la Sana Doctrina de Cristo en el
libro de Judas, el cual sirve como un manual para entender las características de los
apóstatas.
Las
palabras en
la Sana Doctrina de Cristo en el libro de Judas, resultan tan relevantes para nosotros hoy, como lo fueron cuando las
escribió en el primer siglo, por lo cual es importante que las leamos
cuidadosamente y las comprendamos.
LAS
CARACTERÍSTICAS DE LA APOSTASÍA Y LOS APÓSTATAS
Judas
era el medio hermano de Jesús, y un líder de la iglesia primitiva.
En su carta en el Nuevo Testamento, describe la forma de reconocer la apostasía
e insta encarecidamente a aquellos en el cuerpo de Cristo a que contiendan
ardientemente por la fe (Judas 1:3) “Amados,
por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común
salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente
por la fe que ha sido una vez dada a los santos”. La palabra griega traducida como "contender ardientemente"
que significa que la lucha debe ser continua. En la Sana Doctrina de Cristo
por medio de Judas nos dice que habrá una lucha constante contra la falsa
doctrina, y que los cristianos debemos tomarlo tan en serio, que
"agonicemos" en la lucha en la que estamos comprometidos. Es más, Judas deja en claro que cada
cristiano es llamado a esta batalla, no solo los servidores de la iglesia, así
que es crucial que todos los creyentes afinen sus habilidades de
discernimiento, para poder reconocer y prevenir la apostasía en su medio.
Después
de que la Sana Doctrina de Cristo nos enseña que es urgente a contender
ardientemente por la fe, la Sana Doctrina de Cristo por medio de Judas señala
la razón: (Judas
1:4) “Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres
impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a
Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo”. Solo en este versículo, Judas les proporciona a los cristianos,
tres rasgos de la apostasía y de los maestros apóstatas.
PRIMERO, JUDAS DICE QUE LA APOSTASÍA PUEDE
SER SUTIL. La
Sana Doctrina de Cristo por medio de Judas usa la palabra
"encubiertamente" (que no se encuentra en ningún otro libro de la
Biblia) para describir la entrada del apóstata en la iglesia. En la Sana Doctrina de Cristo por medio de
Judas nos dice advierte, que son muy astutos como los abogados que, a través de
la argumentación inteligente, se infiltran en las mentes de los funcionarios de
la sala de audiencias y corrompe su pensamiento.
La
palabra APÓSTATA literalmente significa "a escondidas, en secreto, con engaño,
con fraude, o fraudulentamente". La Sana Doctrina de Cristo en palabras, a
través de Judas dice que es raro que la apostasía comience de una manera
abierta y fácilmente detectable.
En vez de ello, se parece mucho a la
Verdad Escrita, en la cual de manera aparentemente despreocupada, solo uno que
otro cambio que distingue a su doctrina de la verdadera enseñanza de la fe
cristiana.
Describiendo este aspecto de la
apostasía y su peligro subyacente, son tan hábiles estos apóstatas que manejan
el error en su imitación de la verdad, que los dos constantemente se han
confundido el uno con el otro. Se requiere tener agudeza visual y conocimiento
en la Sana Doctrina de Cristo en estos días, para saber cuál hermano es Caín y
cual es Abel.
La
Sana Doctrina de Cristo, a través del apóstol Pablo
también habla del comportamiento de la apariencia agradable de los apóstatas y
su enseñanza cuando dice, (2 Corintios
11:13-15) “13 Porque éstos son
falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de
Cristo. 14 Y no es maravilla, porque
el mismo satanás se disfraza como ángel
de luz. 15 Así que, no es extraño si también sus ministros se
disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras”.
En otras palabras, no esperen que los apóstatas tengan la apariencia exterior
de maldad, o digan palabras dramáticas de herejía al comienzo de su enseñanza. En lugar de negar la verdad por completo,
los apóstatas la retorcerán para ajustarla a su propio concepto, pero las
peores formas de la maldad, consiste en perversiones de la verdad, una verdad a
medias es la peor manipulación y diabólica mentira.
SEGUNDO, La Sana Doctrina de Cristo en
palabras, a través de Judas describe a los apóstatas como "impíos," y
como aquellos que usan la gracia de Dios como licencia para cometer actos de
libertinaje. Comenzando con "impíos," Judas
describe dieciocho rasgos poco halagadores de los apóstatas, para que los que
estudiamos la Sana Doctrina de Cristo podamos identificarlos más fácilmente. La Sana Doctrina de Cristo, a través de
Judas dice que los apóstatas son impíos (v. 4), moralmente pervertidos (v.
4), que niegan a Cristo (v. 4),
quienes mancillan la carne (v. 8),
rebeldes (v.8), gente que injuria a
los ángeles (v. 8), que son
ignorantes acerca de Dios (v. 8),
quienes proclaman falsas visiones (v.10),
auto-destructivos (v.10), querellosos
(v.16), murmuradores (v. 16), auto-complacientes (v. 16), burladores de Dios (v. 18), gente que usa palabras
arrogantes y adulaciones falsas (v.16),
quienes causan divisiones (v.19),
sensuales (v.19), y finalmente (y no
es de sorprenderse), que no tienen al Espíritu Santo y no son salvos (v. 19).
TERCERO,
La Sana Doctrina de Cristo, a través de Judas
dice que los apóstatas (Judas 1:4) "…niegan
a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo". ¿Cómo hacen esto
los apóstatas? La Sana Doctrina de
Cristo, a través del apóstol Pablo nos lo dice en su carta a Tito, (Tito 1:7-16) “7 Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como
administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no
pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, 8 sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño
de sí mismo, 9 retenedor de la
palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con
sana enseñanza y convencer a los que contradicen. 10 Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y
engañadores, mayormente los de la circuncisión, 11 a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas
enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene. 12 Uno de ellos, su propio profeta,
dijo: Los cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos. 13 Este testimonio es verdadero; por
tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe, 14 no atendiendo a fábulas judaicas, ni
a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad. 15 Todas las cosas son puras
para los puros, más para los corrompidos e incrédulos nada les es puro;
pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas. 16 Profesan conocer a Dios,
pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en
cuanto a toda buena obra”. A través de su comportamiento, los apóstatas
muestran su identidad verdadera. A diferencia de un apóstata, el verdadero
creyente es alguien que ha sido librado del pecado por su justificación en
Cristo.
A
través del apóstol Pablo, Dios les pregunta a los apóstatas que promueven la
conducta en libertinaje diciendo que somos libres. (Romanos 6:1-4) “1
¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2 En ninguna manera. Porque los que
hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en Él? 3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo
Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4
Porque somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo, a
fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así
también nosotros andemos en vida nueva”.
Pero
las falsas enseñanzas de los apóstatas, también muestran su naturaleza
verdadera. Y
La Sana Doctrina de Cristo, a través del
apóstol Pedro dice, (2 Pedro 2:1-4) “1
Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre
vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente
herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo
sobre sí mismos destrucción repentina. 2
Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la
verdad será blasfemado, 3 y por
avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya
de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme. 4 Porque si Dios no perdonó a los
ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones
de oscuridad, para ser reservados al juicio”. Otro aspecto de los creyentes
verdaderos, es que ellos han sido librados de la oscuridad espiritual y
llevados a la luz (Efesios 5:6-12) “6
Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios
sobre los hijos de desobediencia. 7
No seáis, pues, partícipes con ellos. 8
Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad
como hijos de luz 9 (porque el fruto
del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), 10 comprobando lo que es agradable al Señor. 11 Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas,
sino más bien reprendedlas; 12
porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto”. Y por tanto, no negarán las verdades
fundamentales de la Escritura como lo hizo Judas Iscariote que fue el apóstol
traidor que reveló a los miembros del Sanedrín el lugar donde podían capturar a
su Maestro sin que sus seguidores interfiriesen con la aprensión de Jesús.
Por último, la señal de un apóstata
es que se aparta eventualmente y se aleja de la verdad de la Palabra de Dios y
Su Justicia. La Sana Doctrina de Cristo,
a través del apóstol Juan señala ésta, como la marca de un creyente falso: (1 Juan 2:17-21) “17 Y el mundo pasa, y
sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. 18 Hijitos, ya es el último tiempo; y
según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos
anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo. 19 Salieron de nosotros,
pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían
permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos
son de nosotros. 20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis
todas las cosas. 21 No os he escrito
como si ignoraseis la verdad, sino
porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la Verdad”.
(1
Juan 2:3-6) “3 Y en esto sabemos que nosotros le
conocemos, si guardamos sus mandamientos. 4
El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso,
y la verdad no está en él; 5 pero el
que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha
perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. 6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo”.
Es
evidente que Dios toma seriamente la apostasía y la falsa enseñanza, por el
hecho de que cada libro del Nuevo Testamento, a excepción del libro de Filemón,
contiene advertencias acerca de la falsa enseñanza.
¿Por qué es esto así? Simplemente porque las ideas tienen consecuencias. El
pensamiento correcto y su fruto, producen bondad, mientras que el pensamiento
incorrecto y su acción consecuente resultan en penas indeseadas. La gran tragedia es que, consciente o
inconscientemente, la enseñanza apóstata condena a sus seguidores ingenuos.
Uno
de los versículos más aterradores de toda la Escritura procede de los labios de
Jesús. Hablando a sus discípulos acerca de los líderes religiosos de sus días,
dijo, (Mateo
15:7-19) “7 Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: 8 Este
pueblo de labios me honra; Mas su
corazón está lejos de mí. 9 Pues
en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres. 10 Y llamando a sí a la multitud, les
dijo: Oíd, y entended: 11 No lo que
entra en la boca contamina al hombre; más lo que sale de la boca, esto
contamina al hombre. 12 Entonces
acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron
cuando oyeron esta palabra? 13 Pero
respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será
desarraigada. 14 Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y
si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo. 15 Respondiendo Pedro, le dijo:
Explícanos esta parábola. 16 Jesús
dijo: ¿También vosotros sois aún sin entendimiento? 17 ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y
es echado en la letrina? 18 Pero lo
que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. 19 Porque del corazón salen los malos
pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos,
los falsos testimonios, las blasfemias”. Estos
versículos son alarmantes porque Jesús afirma que no solo los falsos maestros
van a la destrucción, sino que sus discípulos también los seguirán.
Existen muchísimos hijos espirituales de esta gente ciega que aún están con
nosotros en este día en la forma oculta, y otros que niegan la esencia
verdadera y persona de Jesucristo. Lamentablemente,
hasta que Jesucristo regrese y sea eliminado todo enemigo espiritual, cizaña
como esta, estará presente entre el trigo (Mateo 13:24-30) “24 Les refirió otra parábola,
diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena
semilla en su campo; 25 pero
mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y
se fue. 26 Y cuando salió la hierba
y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. 27 Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron:
Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? 28 El les dijo: Un enemigo ha hecho
esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? 29 Él les dijo: No, no sea que al
arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. 30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al
tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla
en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero”.
De
hecho, la Escritura dice que la apostasía solo empeorará mientras se acerca el
regreso de Cristo. "Muchos tropezarán entonces, y
se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán." (Mateo 24:4-12) “4 Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. 5 Porque vendrán muchos en mi nombre,
diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. 6 Y oiréis de guerras y
rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto
acontezca; pero aún no es el fin.
7
Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes,
y hambres, y terremotos en diferentes lugares. 8 Y todo esto será principio de dolores. 9 Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis
aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. 10 Muchos tropezarán
entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. 11 Y
muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; 12 y por
haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará”.
La
Sana Doctrina de Cristo, a través del apóstol Pablo también hace eco de las
palabras de Jesús en sus escritos inspirados. El
apóstol dijo a los tesalonicenses que una gran apostasía precedería a la
segunda venida de Cristo (2
Tesalonicenses 2:1-7) “1 Pero con respecto a la venida de nuestro Señor
Jesucristo, y nuestra reunión con él, os
rogamos, hermanos, 2 que no os dejéis
mover fácilmente de vuestro modo de pensar,
ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si
fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. 3 Nadie os engañe en ninguna
manera; porque no vendrá sin que antes venga
la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, 4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o
es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios,
haciéndose pasar por Dios. 5 ¿No os
acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto? 6 Y ahora vosotros sabéis lo que lo
detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste.
7
Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al
presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio”.
Y
que el fin de los tiempos se caracterizaría por tribulación y huecos
charlatanes religiosos: (2 Timoteo 3:1-5) “1 También debes saber esto: que en los postreros
días vendrán tiempos peligrosos. 2
Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos,
desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes,
crueles, aborrecedores de lo bueno, 4
traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, 5 que tendrán apariencia de piedad,
pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita”.
Es
crucial, decisivo
y fundamental ahora más que nunca, que cada creyente ore por discernimiento,
combata la apostasía, y contienda ardientemente por la fe, que ha sido una vez
y para siempre entregada a los santos.
A continuación la Sana Doctrina de
Cristo cita a Enoc en el libro de Judas, en la cita a la que me he referido más
arriba. Dice que estos son exactamente la clase de hombres como los que
existían antes del diluvio y, finalmente, los describe como: (Judas 1:16,19-21) “16 Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios
deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar
provecho. 19 Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no
tienen al Espíritu. 20 Pero
vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el
Espíritu Santo, 21 conservaos en el
amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida
eterna”. (Se quejan de todo y todo lo
critican, andando según sus propios malos deseos. Su boca habla arrogancias,
adulando a las personas para sacar provecho).
ESTO
DUELE ¿NO ES CIERTO?
Algunos de nosotros somos culpables de algunas de estas cosas, aunque no
pertenecemos a esta clasificación, pero ahora viene lo positivo, al llegar
Judas hacia el final de su epístola:
(Judas
1:17) "Pero vosotros, amados, acordaos de
las palabras que antes han sido dichas por los apóstoles de nuestro Señor
Jesucristo..."
Ellos
os dijeron que esto iba a suceder, pero ¿qué vais a hacer al respecto?
(Judas
1:20) "Pero vosotros, oh amados,
edificándoos sobre vuestra santísima fe..."
Eso quiere decir estudiar su Biblia,
aprender lo que es la Verdad, la Sana Doctrina de Cristo. No nos está diciendo:
Organicen un movimiento en contra del
existente e intenten echar de la iglesia a esa clase de personas. Dice que es
preciso que se opongan a ellos con lo que es positivo, aprendiendo la Verdad y
en segundo lugar: (v. 20) "...orando en el Espíritu Santo". Orar en el Espíritu Santo significa orar de
acuerdo con sus enseñanzas y en su poder, dependiendo de Dios. Es preciso
estudiar y aprender lo que es la oración, seguir las enseñanzas de las
Escrituras al respeto, obedeciendo al Espíritu Santo en su vida de oración.
En
tercer lugar dice: (Judas 1:21) "conservaos
en el amor de Dios…"
Algunos
han malentendido estas palabras, como si lo que quisieran decir es que depende
de nosotros permanecer en la familia de Dios, como si nuestra salvación
dependiese totalmente de nosotros. La Sana Doctrina
de Cristo por medio de Judas nos dice que debemos aprender cómo seguir
caminando conforme a la experiencia del Amor de Dios. Cuando existe en tu vida
un pecado que no ha sido juzgado, el amor de Dios puede dejarse sentir
constantemente en tu corazón y llenar tu vida. Como es natural, Jehová Dios nos
ama a toda la humanidad tanto si andan en luz como si no lo hace, pero si andan
en la luz podrán sentir este Amor. Esto es lo que quiere decir (V-21)
"conservaos en el amor de Dios”.
FINALMENTE:
(Judas 1:21) “esperando la
misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna”. Eso se refiere a la segunda venida, manteniendo la esperanza viva y
despierta, esperando de verdad la intervención del Señor Jesucristo.
¿Pero qué sucede con otros? Judas
menciona tres cosas con respecto a nuestras actitudes y comportamiento con
otras personas: (Judas 1:23) “A
otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con
temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne”. Tenemos que conocer la Sana Doctrina de Cristo para responder a sus
argumentos y razonar con ellos. Hay algunas personas a las cuales es
preciso hablar con claridad y traer de regreso, a fin de salvarlas del
desastre.
Este es un sabio consejo, que
andemos con mucho cuidado. Porque hay personas a las que todavía no puede usted
ayudar por no tener la suficiente experiencia o no ser suficientemente mayor
para hacerlo. No posee usted la sabiduría necesaria para ayudar a esos otros. Incluso los más sabios deben de tratarles
con gran temor, con mucho cuidado de no contaminarse con la enfermedad que
intentan curar.
Al llegar al final, tenemos esta
gran bendición que es una de los grandes consejos de la Sana Doctrina de
Cristo: (Judas 1:24,25) “24 Y a aquel que es poderoso para guardaros sin
caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, 25
al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio
y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén”. Tenemos que caernos en algunas ocasiones y algunos de nosotros no
aprenderemos de ninguna otra manera. Si no fuésemos tan cabezotas, aferrados,
testarudos y si le obedeciésemos, Jehová Dios impediría que cayésemos.
(Mateo
10:24-28) “24 El discípulo no es más que su maestro, ni
el siervo más que su señor. 25
Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al
padre de familia llamaron Beelzeb, ¿cuánto más a los de su casa? 26 Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de
ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse. 27 Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al
oído, proclamadlo desde las azoteas. 28 Y no temáis a los que matan el
cuerpo, más el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir
el alma y el cuerpo en el infierno”.
Y esto es algo que, según nos dice,
hace con grande alegría. Esto significa que también nosotros habremos tenido
parte en ello. También formamos parte del proceso y cuando llegamos a donde nos
dirigíamos, podremos decir ¡Aleluya!, ¡Gracias a Dios que he ganado! Como dice
Pablo: "He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la
fe. Por lo demás, me está reservada la corona de justicia. (2 Timoteo 4:1-8)
“1
Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y
a los muertos en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo;
redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3 Porque vendrá tiempo cuando no
sufrirán la Sana Doctrina, sino que
teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias
concupiscencias, 4 y apartarán de la
verdad el oído y se volverán a las fábulas. 5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de
evangelista, cumple tu ministerio. 6
Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está
cercano. 7 He peleado la buena
batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me
dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos
los que aman su venida”.
Nos
encontramos ahora con un reconocimiento final del Dios único, nuestro Salvador,
el Señor Jesucristo. (2Pe 3:18) “Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A Él sea gloria ahora y hasta el día de la
eternidad. Amén”. (1Pe 5:11) “A él
sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén”. (Efesios 3:21) “a Él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas
las edades, por los siglos de los siglos. Amén”. (Rom 11:36) “Porque de Él, y por Él, y para Él, son todas las
cosas. A Él sea la gloria por los siglos. Amén”. Eso lo cubre todo ¿no es cierto? Desde el principio, hasta el presente
y el futuro eterno, Jesucristo es Aquel a cuyo alrededor se reúne el universo
entero.
PREDICADOR DE LA
SANA DOCTRINA DE CRISTO: Pastor Víctor
Ramón Preciado Balderrama; Hola
hermanos les saludo con mucho amor en el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo, y
con un solo propósito de que sean edificados sus vidas y sus ministerios, me
gozo el saludarles y el que Dios me dé la oportunidad de servirles si me lo
permiten, y con todo respeto a su doctrina o denominación, mi único interés es
que corra la Sana Doctrina de Cristo.
http://viclaly5757.blogspot.com/?spref=fb
viclaly5757.blogspot.com
https://www.bible.com/es/bible/149/jhn.6.rvr1960
https://www.facebook.com/milibertadorviene
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