lunes, 23 de noviembre de 2015

LA ESCUELA DE LA SANA DOCTRINA DE CRISTO, ES LA DISCIPLINA

LA ESCUELA DE LA SANA DOCTRINA DE CRISTO, ES LA DISCIPLINA

LA SANA DOCTRINA DE CRISTO nos saca del mundo y nos enseña como pasar por lo carnal hasta llegar a ser espirituales. Este tema está estrechamente relacionado y entretejido con la Sana Doctrina de Cristo como el centro de la Biblia, particularmente con la justificación y la santificación, las bendiciones centrales del nuevo pacto. El tema involucra por lo tanto el entendimiento de lo que es la Sana Doctrina de Cristo en el Evangelio y de lo que realmente hace en la vida de una persona cuando es aplicado eficazmente por el Espíritu Santo. (1 Corintios 2:14-3:3) “14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. 16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Más nosotros tenemos la mente de Cristo. 1 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. 2 Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, 3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿No sois carnales, y andáis como hombres?”. Lo más importante para lograr este propósito es que asentemos el tema sobre las bases correctas. Es mi oración que se expongan verdades y que la existencia de opiniones variadas nos lleven a todos a buscar más en las Escrituras, a orar más y a ser diligentes para aprender cual es la mente del Espíritu Santo, en lo que está Escrito.

EL HOMBRE NATURAL (no cristiano).
EL HOMBRE CARNAL (el cristiano que no está confiando en Dios).
EL HOMBRE ESPIRITUAL (el cristiano que está confiando en Dios y le da el control de subida). Hay una gran diferencia entre un ser humano cristiano y uno natural. Igualmente hay una gran diferencia entre un cristiano carnal y un espiritual. Si decimos que somos cristianos entonces debemos de esforzarnos en dejar todas las practicas que hacíamos cuando estábamos en el mundo tal como lo respalda esta Palabra en la Sana Doctrina de Cristo: (2 Corintios 5:17-19) “17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación”. Si no hemos cambiado entonces este ministerio de reconciliación no lo podemos ejercer.

De acuerdo con la Sana Doctrina de Cristo en (1 Corintios 3:3) mencionado en el párrafo de arriba; Muchas de las personas que asisten regularmente en la congregación, que realizan labores en ella y conocen porque estudian el Evangelio, nunca hacen nada para Cristo. Participan de las tradiciones del mundo y parecen estar en paz con el mundo y con los enemigos de nuestro Señor Jesucristo. No tienen lucha con el pecado porque no hay frutos dignos de arrepentimiento y, a excepción de unas cuantas expresiones sentimentales sobre Jesucristo, no existe ninguna evidencia de que hayan experimentado en lo más mínimo el Poder de la Sana Doctrina de Cristo en la biblia en sus vidas.

Sin embargo, a pesar de toda la evidencia en su contra, se consideran a sí mismos lo que sus maestros les han enseñado: “cristianos carnales”. Como cristianos carnales creen que irán al cielo, aunque quizás no sea en primera clase y obtengan pocas recompensas. (Gálatas 3:24-27) “24 De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. 25 Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, 26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; 27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos”.

La Sana Doctrina de Cristo en la Biblia no nos da otra opción más que el verdadero arrepentimiento y con sus frutos dignos de arrepentimiento, la cual nos enseña cómo asegurar la salvación esto nos hará personas espiritual y nuevas, unas personas con una nueva identidad, con un carácter y conducta muy específica y clara. Si alguien no tiene esta transformación, seguramente es porque no es salvo. Pues la Palabra es muy clara y se nota en nuestro diario vivir además no se necesita ningún argumento para probarlo ya que se ve claramente que en estas personas existe algo muy mal en ellos: (1 Juan 3:8-10) “8 El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 9 Todo aquel que es nacido de Dios,  no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en Él; y no puede pecar,  porque es nacido de Dios. 10 En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios”. Y bueno el propósito de esta predicación es que nos demos cuenta que existe una raíz del error en lo que tú has creído, para darle derecho legal al Espíritu Santo y arranque esa raíz de tu corazón. El error básico no es la falta de interés de estos fieles asistentes a la congregación, sino la equivocación de sus maestros, quienes les han llevado a creer que existen tres grupos de seres humanos: el “natural e inconverso”, el “cristiano carnal” y el “cristiano espiritual”.

El propósito de la Sana Doctrina de Cristo, en la Escritura es sacar a los seres humanos del mundo, pasarlos de la mano por el desierto de la carnalidad hasta ponerlos en el área espiritual todo esto es expuesto claramente en la biblia. Y es muy claro que muchas denominaciones y religiones apoyen las enseñanzas anti-bíblicas porque este es su diseño natural de separar el pueblo de Dios como si fueran Naciones, porque el diablo que está detrás de todo separando al pueblo de Dios, para destruirlo. La Sana Doctrina de Cristo como única autoridad bíblica, e inspirada por el Espíritu Santo, para refutar toda falsa doctrina peligrosa que ha enlazado a muchos de ustedes en el error doctrinal. Cuando hablamos de temas controversiales, debemos tener en cuenta que la experiencia de un cristiano puede ser genuina aunque su compresión de la Verdad divina esté manchada de errores o ignorancia. Dios tiene provisto dos propósitos que cada uno de los salvos siempre van a cumplir. Primero es que andamos demostrando las buenas obras que son la muestra del amor y caridad de Dios hacia el mundo. Segundo de cumplir con la obra de Dios en anunciar la salvación. (Efesios 2:10) “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.
Es muy importante que analicemos nuestras vidas para ver si realmente existen las evidencias verdaderas de que eres una persona salva. La Sana Doctrina de Cristo nos exhorta de examinarnos para ver si estamos en la fe, de probarnos a nosotros mismos. (2 Corintios 13:5) “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?”.
DEFINICIÓN DE UN HOMBRE NATURAL O MUNDANO: Alguien que vive practicando las tradiciones del mundo incluyendo religiones que solapan el pecado en el cual saben muy bien que están mal pero siempre se comparan con alguien peor que ellos, poniendo valores en la nada sobre ellos, como la necedad de aferrarse a cosas vanas. (1 Corintios 2:14) “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”.
Existe un detector que se llama la ira para saber si somos o no somos carnales y esta IRA se activa con las preocupaciones, tentaciones, y deseos del mundo presente: (Efesios 2:1-3) “1 Y Él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás”.
La falta de reverencia hacia a Dios en los servicios se llama impiedad, sin el respeto de alguien que convive con Dios. Personas que entran en la casa de Dios sin reservación, respeto, quienes hablan en los servicios, hablan en las oraciones, y quienes solo piensan en hacer cosas de distracción e interrupción en las actividades y servicios de la congregación, siempre están comiendo algo o se levantan y se van a comprar más para satisfacer los deseos de su carne. (Tito 2:11-15) “11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, 13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras. 15 Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie”.

Existen marcas muy claras en las personas que no conocen a Jesucristo y es la naturaleza pecadora que domina su vida, sus pensamientos, y su corazón donde se encuentra su alma. (1 Juan 2:15,17) “15 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. Estas personas creen en la conciencia y no saben que se trata del Espíritu Santo redarguyendo sus vidas es por esto que normalmente la domina y la calla siguiendo la corriente de este mundo y no aprecia ni capta lo espiritual porque no las comprende. Es una persona vana, necia hueca sin valor espiritual. Que su destino es la destrucción que les espera a todos los hijos de ira.

DEFINICIÓN CRISTIANO CARNAL: El cristiano carnal es alguien que conoce como ser salvo pero no tiene el Espíritu Santo dirigiendo sus pasos. Está en guerra contra el Espíritu de Dios, resistiéndose a los cambios que exige la Sana Doctrina de Cristo. (1 Corintios 3:1-4) “1 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. 2 Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, 3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? 4 Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?”. La Sana Doctrina de Cristo a través del apóstol Pablo nos enseña que tienen el Espíritu de Dios, pero que no se les puede tratarles como “espirituales”, porque realmente no manifiestan y demuestran con su vida el carácter espiritual de Dios.

Los verdaderos espirituales son cristianos quienes han entregado a su vida a Jesucristo para que El Espíritu Santo domine completamente su vida y conducta, especialmente su boca y actitudes. Estas personas se quedaron atoradas en que sus nombres fueron inscritos en el libro de la vida sin imaginarse que pueden ser borrados sus nombres: (Lucas 10:20) “Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos”. (Apocalipsis 3:5) “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles”.

Estas personas tienen un pie en la Sana Doctrina de Cristo y un pie en el mundo. (Romanos 7:12-21) “12 De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. 13 ¿Luego lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? En ninguna manera; sino que el pecado, para mostrarse pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso. 14 Porque sabemos que la ley es espiritual; más yo soy carnal, vendido al pecado. 15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. 16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. 17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. 18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. 19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. 20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. 21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí”.

Hay una lucha continua y constante entre la carne y el espíritu y en medio está nuestro corazón, donde se encuentra nuestra alma y se mueven nuestras emociones constantemente y nos tren conflictos entre que debo de hacer y que quiero hacer.
(1 Pedro 2:11,12) “11 Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, 12 manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras”. Jesucristo nos sigue hablando por medio de la Escritura, (Lucas 9:23) “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”.

El mundo en el poder de satanás quiere que cumplas todos tus deseos, lo más tontos y pecaminosos que son: enfocarte en tu deseo, tu voluntad, lo que tú quieres hacer como ejemplo dormitar en medio de la predicación, salir a la tienda a buscar que puedes estar comiendo, hablando y distrayendo a los que si quieren oír. Esto es exactamente la bandera de nuestro enemigo. (1 Pedro 2:1-5) “1 Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, 2 desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, 3 si es que habéis gustado la benignidad del Señor. 4 Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y preciosa, 5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo”.

Existe algo que descubre y desenmascara a los cristianos carnales y esto es su comportamiento que sigue siendo como de niños por ejemplo: Lo primero que siempre piensan es que todos están mal y rápidamente se enfadan y hacen berrinches aventando lo que estén haciendo, luego paran su trompa y sin más se dan la vuelta y te dejan con la palabra en la boca, tienes que tratarles con pinzas porque cualquier cosa, se ofenden, se enojan, echan pleitos, o se van de la congregación. Es una vida sin fin de conflictos con otros, aun con cristianos. Tienen berrinches frecuentemente donde hacen escándalos, y se enojan con quien quiera que sea y con todos, y siempre causan muchos problemas. (1 Corintios 3:3) “porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?”.

No tienen nada de entendimiento sobre la existencia de la unidad entre los hermanos en Cristo, ni cómo se forma, ni cómo se cuida, qué es lo que destruye esta unidad, tampoco creen que esto sea muy importante porque quieren que todos cambien para empezar a cambiar ellos. Habla de rivalidad entre uno y otros, promoviendo lo suyo y atacando lo de otros. Su mente se agita constantemente persiguiendo con ardor y defendiendo lo que ellos consideran importante, su indignación es tan fuerte que contienden poniendo discordia su actitud conflictiva los pone como si fuéramos rivales los unos de los otros buscando siempre el contra lado de todo, para siempre formar división, rechazar la unidad con otra persona y de plano, siempre atacar y oponer a otras personas.
Para el cristiano carnal, lo más que sabe espiritualmente, es que todos nos confabulamos en contra de él y que lo criticamos y siempre estamos buscando sus defectos. En lugar de cambiar su actitud. (1 Corintios 8:1,2) “1 En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica. 2 Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo”.
Siempre el pensamiento en error de los carnales es que alguien aprende algo espiritual, y esta persona piensa y propone a los demás que su cachito de información que esto es lo máximo, que él ha aprendido grande cosa que los demás deben fijarse en lo que él ha logrado entender. (Isaías 5:21) “¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos!”. El propósito de la Sana Doctrina de Cristo es que esto sea un aviso en contra de quienes exaltan su propio entendimiento y conocimiento de cosas espirituales, haciéndose a ellos mismo como expertos en la Palabra Escrita de Dios, alguien a quien ninguno de los demás lo podrá alcanzar. Esto Dios le llama soberbia. (Romanos 12:16) “Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión”.

El problema del corazón Altivo es de subirse uno mismo bajando a los demás. Esto es menospreciar a otros mientras que extremadamente te precias a ti mismo.  (Romanos 14:10) “Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo”. Puedes ser un buenazo en comparación con otros cristianos, pero muy pobre al lado de Jesucristo. Esto debe ser nuestra preocupación. La Sana doctrina de Cristo nos enseña a través del apóstol Pablo que la vida de los cristianos carnales esta siempre en derrota: (Romanos 7:17,18) “17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. 18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo”.
Para que no andemos en problemas, tenemos que hacer las cosas en obediencia tal como lo establece la Sana Doctrina de Cristo, teniendo una fuerte disciplina, a nuestro carácter infantil. Estos cristianos carnales siempre necesitan a otros cristianos maduros para cuidarles.

LA ESCUELA DE LA SANA DOCTRINA DE CRISTO ES ESTA: (Hebreos 12:5-12) “5 y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él; 6 Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. 7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? 8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos”.  
Esta escuela no vale algo realmente si no impone disciplina para cambiarte, aprender, y dominar fuerzas de flojera, ignorancia, y desviación en los estudiantes.
Es reconocido que las escuelas militares son los más fuertes en encaminar la vida de los jóvenes. ¿Por qué? Porque (1) es difícil de entrar, tiene que esforzarse mucho.
                            (2) es difícil de quedarse, porque en cada rato hay retos que tiene
                                  Que superar para quedarse.
                            (3) La disciplina de la escuela le enseña al joven como dominar su
                                  carne para hacer algo en su vida. Una vez afuera, se puede seguir
                                  dominando su carne y deseos para lograr grandes cosas.

Los cristianos carnales tienen una vida sin fruto espiritual. (Juan 15:2) “Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto”. Estos cristianos carnales se jactan de mucha espiritualidad en su vida, pero actualmente no hay más que mucha letra que mata pero de espíritu está sin fruto. (Gálatas 5:22-23) “22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”. Este fruto no se manifiesta en su vida naturalmente. Habla de ellos como los tiene, pero actualmente carece de todo esto. No vas a encontrar el dulce fruto de una persona entregada a Dios, tierno, bueno, agradable. Lo que seguro encontrarás es una persona desagradable, fría, seca, molesta, mala, injusta. Una persona que tiene una pasión de demostrar su superioridad espiritual, pero nunca es un ejemplo de esto por todo que grita que es.

Los cristianos carnales No tienen discernimiento. Les gusta mucho la diversión, los juguetes, y dulces: cosas sin valor que cuestan. No les gusta lo duro como trabajar o estudiar, no les gusta carne y verdura sino comida botana, chatarra, dulces, y sin nutrimento. Escogen cosas sin provecho real y cosas peligrosas. Por esta razón son ignorantes de lo verdadero, lo que edifica lo que anima a los demás. Estos niños son ignorantes de los peligros, cómo no caer en ellos, cómo salir de problemas, ni cómo remediar y sanar después de una caída.
Normalmente son egotistas. Estos Niños solo piensan en sí mismos. Ellos enfocan en ellos mismos como el centro del universo. Lejos de su pensar es la idea que ellos deben servir a otros. Es muy avanzado el niño que un padre puede enseñarle de ayudar a su madre con quehaceres. El requisito para los que ministran públicamente enseñando y predicando en la congregación es que no sea un neófito, nuevamente convertido, o recién introducido a las cosas de Dios. El problema que neófitos es que ellos siempre se hinchan en su cabeza por ver los demás por debajo de ellos, controlándolos como estudiantes tomando sus corazones, y esto no puede respaldar la Sana Doctrina de Cristo, porque el único que puede tomar el corazón del estudiante y del mismo maestro es nuestro Dios. (1 Timoteo 3:6,7) “6 No un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo 7 También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo”. Es muy importante de ver que el testimonio o reputación del cristiano es la base o cimiento sobre lo cual puede edificar su ministerio delante del Señor Jesucristo. La persona arrogante no tiene la bendición de Dios sino es un falso profeta. Esto es antes que examinemos lo que cree o enseña a otros. De no vivir lo que pretendes de creer es de decir que tu fe es falsa, porque la fe sin obras es muerta en sí misma.
A fin de cuentas lo más importante en esta vida es de agradar a Dios, y esta persona como cristianos carnales no lo van a hacer. Porque está llena de derrota, tristeza, problemas, dolor, y sufrimiento.

DEFINICIÓN DEL CRISTIANO ESPIRITUAL: Lo mejor que las palabras elocuentes y humanas son mucho mejor lo que está Escrito en La Sana Doctrina de Cristo, que ha sido hasta ahora nuestra Escuela más importante que jama sabíamos conocido y esta definición empieza así: (2Co 3:12-18) “12 Así que, teniendo tal esperanza, usamos de mucha franqueza; 13 y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había de ser abolido. 14 Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado. 15 Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos.16 Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. 17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”.           

Este cristiano espiritual es una persona que busca al Espíritu Santo para que lo guíe en todo lo que hace y piensa en su vida. Su vida es entregada a Jesucristo para que reine y controle su vida, para que Jehová Dios le use como Dios quiera.
(1 Corintios 2:11-16) “11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el Espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. 16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo”.
(1 Corintios 14:37,38) “37 Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor. 38 Mas el que ignora, ignore”.
(1 Corintios 15:44-47) “44 Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual. 45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. 46 Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. 47 El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo”.
(1 Corintios 12:1,2) “1 No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales. 2 Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos”.
(1 Corintios 14:1) “Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis”.
(1 Corintios 14:12) “Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia”.
(Gálatas 6:1-3) “1 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. 2 Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. 3 Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña”.


Un cristiano espiritual, se distingue en su diario vivir porque tiene paz en lugar de conflicto. Mientras el mundo pelea y se mata entre sí a su alrededor, el cristiano espiritual no es conmovido por nada de esto. Él es confiado que su destino y su estado en este mundo es controlado y cuidado por Dios. Nadie va a cambiar lo que es la voluntad de Dios para él y nadie lo podrá separar del amor que es en Jesucristo.
(Juan 14:27) “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”.
Un cristiano espiritual, se distingue en su diario vivir porque: Es una vida de victoria constante y poder espiritual en lugar de derrota espiritual. Un buen cristiano es simplemente un buen ejemplo de un bueno cristiano espiritual. No se engañan con fraudes. Cuando un supuesto gran cristiano actúa en una forma de vergüenza al nombre de Cristo, no es un gran cristiano. Es carnal todavía y tiene muchas luchas pero todo es ganado por Jesucristo que nos entrega las victorias porque Dios es BUENO.
(Romanos 8:37) “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”.
(2 Corintios 2:14) “Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento”.
(1 Juan 4:4) “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.
(1 Juan 5:4,5) “4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y ésta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. 5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?”.

Un cristiano espiritual, se distingue en su diario vivir porque: Son humildes, mansos, personas que cuidan su lengua, y hace bien no mal. Si el niño es alguien que siempre quiere que el mundo tomar nota de él, el adulto es alguien que puedes pasar mucho tiempo y nunca fijarte en él. Es una persona que nunca promueve a sí mismo, sino es amable y una buena experiencia de nada más estar en su presencia.
(Mateo 11:29,30)  “29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”.

Un cristiano espiritual, se distingue en su diario vivir porque: El cristiano espiritual sabe cómo dejar muchas cosas en las manos de Dios, y busca con exactitud y dirección divina lo que debe preocuparse. La paz y la humildad son ligadas en una forma. Una da la otra. Son disciplinados. Bajo control de Dios, del Espíritu Santo, de sí mismo. (Gal 5:23) “templanza”, (1 Cor 14) “se controla a propio espíritu”. Tiene iniciativa propia, para actuar sin que haya esperanza de premio o amenaza. ¿Qué premio tiene la madre que cambia pañales? Nada. Entonces ¿por qué lo hace? Esta es madurez, el ser un adulto responsable. Se esfuerzan para no pecar. Son separados, santos, piadosos. Simplemente es así, el que es cerca de Dios, quien que es espiritual, no peca. Guarda su boca, guarda sus actitudes, guarda sus acciones. Es una persona reservada, con cortesía, pensando siempre en otros antes de uno mismo.
(1 Pedro 1:15) “sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir”.

Un cristiano espiritual, se distingue en su diario vivir porque: Tienen discernimiento espiritual. Cristianos espirituales y adultos pueden discernir entre lo que es popular, golosina, y lo que tiene valor para la eternidad. Ven que hay alto valor en leer y estudiar la Sana Doctrina de Cristo en sus Biblias, orar, asistir y participar en la congregación de los santos, en testificar, y si pueden, en predicar o enseñar a una clase de niños o adultos. Su vista es muy enfocada en lo espiritual, lo eterno. Ellos identifican muy rápidamente lo que es chafa, falso, necio, sin valor realmente. Como adultos, ellos han creados apetitos para brócoli, espinacas, carne, y otras cosas que le hacen bien a sus cuerpos. Lo que no tiene valor, no les llama mucho la atención.
Un cristiano espiritual; Es sabio sobre la vida y los peligros. Tal vez la cosa que distingue más un adulto de los demás es su sabiduría. Alguien que si sabe los peligros, cómo identificarlos y alejarse de ellos, cómo solucionar problemas y remediar la situación cuando uno se cae en estos peligros acude a Jesucristo. Por esto vamos a un doctor, porque es un experto en la ciencia de medicina. Así es el cristiano espiritual.
Un cristiano espiritual; Tienen un concepto y deseo de servir. Ellos entienden el alto valor de servir, la necesidad de este servicio, y el provecho eterno de este servicio. Nadie tiene que animarles sino ellos son fuertes promovedores de esto, que nadie puede desanimarles o quitarles esto de la prioridad e importancia en sus vidas.
Un cristiano espiritual; Están siempre dispuestos de sacrificar para el bien y felicidad de otros. Tal vez esto es lo que les hacen ellos una bendición para todos los demás en su vida. (Proverbios 31:1-31). Quien que puede disfrutar de muchas buenas cosas, pero no lo hace para dar atención y buen servicio a su familia.

Un cristiano espiritual, se distingue en su diario vivir porque: Simplemente el cristiano espiritual agrada a Dios, y va a ser premiado por Dios en el cielo.
Conclusión:
(2 Corintios 13:5) “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?”. Es importante que analicemos nuestras vidas para ver si realmente existen las evidencias de un cristiano espiritual. ¿Para dónde vamos en nuestras vidas espirituales? ¿Qué son las manifestaciones de nuestra vida?
Predicado por: Pastor Víctor Ramón Preciado Balderrama
Hola hermanos les saludo con mucho amor en el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo, y con un solo propósito de que sean edificados sus vidas y sus ministerios, me gozo el saludarles y el que Dios me dé la oportunidad de servirles si me lo permiten, y con todo respeto a su doctrina o denominación, mi único interés es que corra la Sana Doctrina de Cristo.
Mi interés es que me des la oportunidad de servirles pues me queda muy claro que mi llamado no es de ser titular sino el de servir y que la Sana Doctrina de Cristo corra como un río poderoso arroyando toda basura de ignorancia.
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