APRENDIENDO
A ORAR EN LA SANA DOCTRINA DE CRISTO
(Mateo
6:5-16)
“5
Y cuando ores, no seas como los
hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas
de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen
su recompensa. 6 Mas tú, cuando
ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en
secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. 7 Y orando, no uséis vanas repeticiones,
como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. 8 No os hagáis, pues, semejantes a
ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que
vosotros le pidáis. 9 Vosotros,
pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10 Venga tu reino.
Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la
tierra. 11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a
nuestros deudores. 13 Y no nos metas en tentación, mas
líbranos del mal; porque tuyo
es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. 14 Porque si perdonáis a los hombres
sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 15 más
si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará
vuestras ofensas. 16 Cuando
ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus
rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen
su recompensa”.
INTRODUCCIÓN:
La oración en el tiempo de Jesús se
había convertido en un motivo de orgullo, de engreimiento, más bien que la
expresión de un humilde menesteroso. Orar
bien se constituyó en un símbolo legalista de rango social. Cuando uno seguía fielmente al sistema
religioso, éste lo conducía al exhibicionismo público y a la ostentación, no
importando en este caso el sitio o lugar. La oración había perdido su
valor, se había degenerado, estaba en ruina, estaba siendo explotada
abiertamente por un grupo de hipócritas que cerraban la puerta al cielo. Era
imposible de ser alcanzada por el hombre común.
Esto
explica la condenación tan enérgica que el Señor hace en su extraordinario
“sermón del monte” sobre el tan manipulado tema de la oración;
Para enseñar por medio de la Sana
Doctrina de Cristo acerca de la oración contrasta la de los fariseos con la
verdadera, advirtiendo que es la única que puede llegar a ser atendida por el
Padre.
PROPOSICIÓN:
“Todo cristiano debe orar de tal manera
que agrade a Dios” ¿Cuál es el tipo de oración que agrada al Padre? En el
pasaje de Mateo 6:5-15 Jesús nos
enseña acerca de dos clases de oraciones, una que agrada a Dios y otra que no
le agrada para nada. ¿Qué clases de oraciones son estas?
LA
PRIMERA ES CUANDO UNO ORA PARA SER VISTO POR LOS HOMBRES
Esta
clase de oración fue condenada por el Señor por tres cosas:
A)
EL LUGAR PREDILECTO:
(1)
“Oraban de pie en las sinagogas”
buscando prominencia, distinguirse, o
exhibirse ante ellos.
En la sinagoga, lugar donde se congregaban
los judíos piadosos, no buscaban un lugar desapercibido sino que se ponían de
pie en el lugar central y allí oraban para ser vistos. Ejemplo: la oración del
fariseo en (Luc. 18:11) “El fariseo, puesto en pie, oraba consigo
mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros
hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano”.
(2)
“Oraban de pie en las esquinas de las
calles” a la vista de todos. Note que no solo oraban en las calles,
lugar transitado por muchas personas, sino que buscaban las esquinas o cruces
de calles muy concurridos, dando a entender que, como no llegaban para la hora
de la oración (los judíos piadosos
tenían que orar por lo menos tres veces al días) en la sinagoga, y eran “TAN ESPIRITUALES” que tenían que orar
allí nomás en la calle.
(3)
El Señor conoce las intenciones del
corazón, el cual lo califica como: perverso y engañoso (Jer. 17:9-10) “9 Engañoso es el
corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? 10 Yo Jehová, que escudriño la mente,
que pruebo el corazón, para dar a cada
uno según su camino, según el fruto de sus obras”.
B)
LA TÉCNICA EMPLEADA
(1)
Conmover o impresionar a las personas: “Para ser vistos por los
hombres”. Esto es semejante a estar hablando con alguien,
pero de repente, levanta la voz, toma una posición erguida como de orgullo,
para que todas las personas que están alrededor lo vean y escuchen lo que está
diciendo, llegando uno a sentirse despreciado por semejante acción. NOTE: Se puede decir que solo está
orando a Dios como excusa, pero en realidad lo hace, para ser oído por los
hombres. La palabra de Dios dice que los fariseos oraban consigo mismo (Lc. 18:11) “El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios,
te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos,
adúlteros, ni aun como este publicano”.
(2)
Simulacro: Existen unos tremendos
actores a la hora de orar. Algunos tratan de impresionar aparentando ser los
más espirituales que puedan, pero la actuación termina cuando termina su
oración ¿Y después qué…….?
(3)
Su finalidad: procuran
aparentar de que son tan fervorosos que no pueden esperar. “¡Debo orar ya, no puedo perder ni un minuto más, es la hora!”. Lástima
que la intención que abrigan los hipócritas son de ser vistos como cualquier
actor anhela ser visto y si es posible robarse todos los aplausos.
C)
SU INTENCIÓN
(1)
Lo que tienen en mente y desean es solo el aplauso de los hombres.
Noten el contraste que encontramos en un ex-fariseo
convertido: (Col. 3:22-24) “...no
sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón
sincero, temiendo a Dios. 23Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para
el Señor y no para los hombres; 24sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa
de la herencia, porque a Cristo el Señor servís”
(2)
Jesús los califica como hipócritas,
es decir farsantes; no actúan genuinamente, sino que se disfrazan para
aparentar ser otra clase de persona.
(3)
La sentencia o dictamen ya está
establecida para ellos: Jesucristo dice que ya tienen su entera
recompensa, (la admiración de los
hombres), y que ya no quedaba mas recompensa futura para ellos.
(4)
Se olvidaban que el Señor no premiará
o recompensará jamás a los orgullosos, por el contrario los resiste (Stg. 4:6) “Pero él da mayor gracia.
Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes”.
ESTA
DEBERÍA SER UNA FUERTE ADVERTENCIA PARA NOSOTROS HOY
Hay
tres aspectos nefastos de los cuales haríamos bien en cuidarnos:
a)
Si hay un ejemplo en la Biblia,
que no debemos imitar en cuanto a oración es éste. Velemos para no tener ni un vestigio de “semejanza”
b)
Cuándo una oración se hace para sacar
beneficios propios, esta clase de oración está plagada de sutil
egoísmo, debería entonces encenderse la luz de ¡ALERTA! Y examinar cuidadosamente nuestra motivación.
c)
Determinemos agradar a Dios y no
tratemos de impactar a los hombres. Deberíamos buscar la aprobación de
Dios y no el aplauso de los hombres. VIGILEMOS
nuestro estilo de oración, cuidando
de manera especial el énfasis indebido
en lo que decimos y cómo lo decimos antes los demás.
El
Señor no está condenando la oración que se hace en público, pues él
mismo oró en público: Notemos los siguientes pasajes en ambos testamentos: a)
En el Antiguo Testamento: (2 Cr.
6:14-42; Neh. 9; Hch. 4:24-31; Mt 11:25; Jn 11:41) Lo que debemos evitar es
el espíritu con que estos fariseos lo hacían: “Para ser vistos...”
La
clase de oración que hacían los fariseos se asemeja a los matrimonios que
aparentan llevarse muy bien, en público, que hasta muchos quisieran ser como ellos.
Lo absurdo es que cuando ellos están solos, no pueden dirigirse la palabra, ni
muchos menos mirarse cara a cara. No pueden dialogar, pues hay un abismo que
los separa. Al fin uno termina dándose
cuenta que todo “Era todo un fingimiento, estaban actuando”. Nada puede
probar mejor nuestra realidad que el estar cara a cara con Dios, a solas con
nuestro Padre, por eso Jesús menciona otro tipo de oración para llegar a ser
escuchados por Dios. La enseñanza a
través de la Sana Doctrina de Cristo el Maestro nos lleva a un contraste, si la
primera clase de oración es para ser vista de los hombres:
LA
SEGUNDA ES CUANDO UNO ORA PARA SER VISTO
SOLO
POR EL PADRE CELESTIAL.
EL
Señor nos enseña otro tipo de oración muy diferente al anterior,
pero que es del agrado del Padre: (Mat
6:6) “Mas tú, cuando ores, entra
en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto;
y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”.
A)
ESTE TIPO DE ORACIÓN TIENE SU ORIGEN:
(1)
En la necesidad de diálogo que tiene
un hijo con su Padre: “Padre nuestro...”
(2)
En la necesidad de imitar a Jesús en
su vida de oración (Mr. 1:35) “Levantándose
muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y
allí oraba”.
(3)
En la necesidad de cumplir las demandas
de la Palabra en cuanto a la oración (Ef.
6:18 “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y
velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”; 1Tes. 5:17 “Orad sin cesar”; 1Ti. 2:8,9 “8 Quiero, pues, que los
hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda. 9 Asimismo que las mujeres se atavíen
de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni
perlas, ni vestidos costosos”).
B)
LA SANA DOCTRINA DE CRISTO SE MANIFIESTA DEL SIGUIENTE MODO:
(1)
Cambiando las esquinas de las calles, por orar en el
cuarto privado.
(2)
Cambiando el ser visto de los hombres, para encontrarse en secreto con su
Padre.
C)
LAS RECOMPENSAS DE ORAR CORRECTAMENTE:
(Mat
6:4) “Para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te
recompensará en público”.
(1)
Somos oídos por Dios, por más que
sea hecha en secreto y de manera silenciosa.
(2)
Es tenida en cuenta por la intención del
corazón (Sal. 37:4) “Deléitate
asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón”.
(3)
Por lo tanto, de antemano ya el Señor
está conociendo y atendiendo nuestras necesidades (Mt. 6:32) “Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis
necesidad de todas estas cosas”.
EN
LA ORACIÓN QUE AGRADA AL PADRE DEBEN CONSIDERARSE DOS CORRECCIONES
FUNDAMENTALES. ELLAS SON:
LAS
VANAS REPETICIONES:
(a)
El Señor condena la repetición
mecánica de las oraciones. Las religiones paganas tenían esta clase de
práctica, intentando cansar a sus dioses con oraciones sin fin. Los fariseos
formulaban este tipo de oraciones. Hoy existe también este tipo de oraciones en
algunos grupos que se dicen cristianos. Los fariseos se asemejaban a los
gentiles en esto (Mr. 12:40) “que
devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones. Estos
recibirán mayor condenación”.
(b)
Pero debo puntualizar que las
Escrituras no condenan la “insistencia
en la oración y las oraciones que podrían catalogarse como largas”. Note
los siguientes pasajes: (2Cr. 6:14-22;
Neh. 9; Sal. 18; 89; 119; Mt. 26:44; Lc. 22:44 “Y
estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de
sangre que caían hasta la tierra”; Lc. 6:12,13 “12 En aquellos días
él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. 13 Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de
ellos, a los cuales también llamó apóstoles”; 2Cor. 12:6-8 “6 Y los príncipes de Israel y el rey se
humillaron, y dijeron: Justo es Jehová. 7
Y cuando Jehová vió que se habían humillado, fue palabra de Jehová a
Semaías, diciendo: Se han humillado; no los destruiré; antes los salvaré en
breve, y no se derramará mi ira contra Jerusalén por mano de Sisac. 8 Pero serán sus siervos; para que
sepan lo que es servirme a mí, y que es servir a los reinos de las naciones”)
LA
PEDANTERÍA O GRANDILOCUENCIA:
(a)
Esta es la oración habitual del que le gusta “oírse asimismo”.
Que les parece que por su mucho hablar serán atendidos. Había una creencia
generalizada en aquel tiempo que los dioses necesitaban muchas palabras para
que entendieran sus peticiones y fueran inducidos a responder. No debemos hablar con nuestro Padre como
los paganos oraban a sus dioses falsos, debería existir una diferencia total,
En La Sana Doctrina de Cristo.
(b)
Entendamos que Jesucristo no condena el “orar
mucho”, sino el “hablar mucho”. Muchas oraciones destacadas y fervientes en
las Escrituras son breves y concisas; por ejemplo: (Ex. 32:21,32 1R. 3:6-9; 1R. 18:36, 37; 2R. 19:14-19; 1Cr. 4:10; Lc.
18:13; Lc. 23:42; Hch. 7:60) En Nehemías tenemos un gran ejemplo por su
brevedad en la oración, pero fue de mucha oración (Neh. 4:4,5; 5:19; 6:9; 13:14,29, 31).
3.
En la oración que agrada al Padre el mandamiento de no hacernos semejantes a
ellos, no implica para nada el “dejar de orar”:
a)
Si bien Dios no necesita abundancia de palabras
para informarle de cualquier situación, porque nada le es desconocido. Eso no nos enseña que no debemos orar.
Dios mismo ordena que se ore (Sal.
81:10; Mt. 7:7,8; Jn. 15:7).
b)
La oración no es para que Dios se
informe de las necesidades del creyente, sino para que éste tome clara
conciencia de ellas y muestre una humilde dependencia de Dios (Ro. 8:15) “Pues no habéis recibido el
espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido
el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!”.
4.
La oración que agrada al Padre, es la que se realiza de acuerdo a un modelo.
Advierta que es “un modelo”. No es para ser
repetida muchas veces como vana palabrería, porque estaría contradiciéndose el
mismo Señor con el (Mat 6:7) “Y
orando, no uséis vanas repeticiones,
como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos”. El Señor no
establece aquí un mandamiento para repetir las palabras, ya que no dice "con estas palabras", sino "DE ESTE
MODO".
5.
La oración que agrada al Padre es un modelo que consta de tres partes:
a)
La invocación de su nombre (Mat 6:9) “Vosotros, pues, oraréis así:
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre”. La prioridad
en la oración tiene que ver con la gloria y propósitos de Dios.
La
oración debe ser dirigida al Padre, Él debe ser el centro de nuestra vida, debemos
ubicarlo en el lugar correcto.
El
creyente está en una relación Padre-hijo (Jn. 1:12) “Mas a todos los
que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos
hijos de Dios”.
b)
Las peticiones (Mat 6:9–13) “9 Aquella luz
verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. 10 En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no le
recibieron. 12 Más a todos los que
le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos
hijos de Dios; 13 los cuales no son
engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino
de Dios”.
RELACIONADAS
CON DIOS.
(a)
La santificación de Su nombre
(v. 9) “Aquella luz verdadera, que
alumbra a todo hombre, venía a este mundo”.
(b)
La venida de Su reino (v. 10) “En el mundo estaba, y el mundo
por él fue hecho; pero el mundo no le
conoció”.
(c)
El cumplimiento de Su voluntad
(v. 13) “los cuales no son
engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino
de Dios”.
RELACIONADAS
CON LA PARTE HUMANA.
(a)
La provisión diaria (v. 11) “A lo suyo vino, y los suyos no
le recibieron”.
(b)
El necesario perdón (v. 12) “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”.
(c)
La irreemplazable protección (v. 13) “los cuales no son engendrados
de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios”.
La
doxología: Termino
que da reconocimiento y alabanza de su grandeza.
(1)
Dios puede responder con grandeza y
magnificencia: “tuyo es el reino”
(2)
Nuestro Padre es el Dios Todopoderoso,
por lo tanto “No hay nada imposible para
él”: “tuyo es el poder”
(3)
Las peticiones y sus decisiones todo
para su gloria: “tuya es la
gloria”
(4)
Para confirmar todo lo que se ha dicho en oración decimos: “Amén”
LA
ORACIÓN QUE AGRADA AL PADRE ESTÁ SATURADA DE PERDÓN
a)
La incapacidad para perdonar es un
obstáculo a la oración.
b)
La grandeza que perdona la ofensa
recibida, señala un canal limpio para que la oración sea considerada.
c)
Asegúrese de no guardar nada contra
nadie (Mat 6:14-15) “14 Porque si perdonáis a los hombres
sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 15 mas si no perdonáis a los hombres
sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”.
d)
Tenga una conciencia limpia.
Recuerde las palabras del salmista en (Sal.
66:18) “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me
habría escuchado”. Si desea respuesta debe cerciorarse de estar bien con
los demás, por lo menos en lo dependa de usted.
Por
consiguiente, la oración que agrada a Dios nunca fue creada para que nos
sintiéramos culpables,
no fue pensada ésta como una competencia verbal solo para algunos candidatos,
como una forma de hablar en clave para ciertos ungidos o como una demostración
pública de piedad. La oración
enseñada por Jesús en su Sana Doctrina es espontánea y realista, una
comunicación práctica con el Padre la que luego se transforma en confianza
absoluta y tranquilidad sin igual.
CONCLUSIÓN:
La
oración fue pensada por el Padre para que
encontremos satisfacción por la comunicación lograda y consecuentemente ser
libres de la espantosa ansiedad. Escuchemos a Pablo desde la prisión en Roma: (Fil. 4: 6-7) “No se afanen por nada; más
bien oren por todo. Presenten ante Dios sus necesidades y después no dejen de
darle gracias por sus respuestas. Haciendo esto sabrán ustedes lo que es la paz
de Dios, la cual es extraordinariamente maravillosa que la mente humana no
podrá jamás entenderla. Su paz mantendrá sus pensamientos y su corazón en la
quietud y el reposo de la fe en Jesucristo”
¡Qué
importante es la oración!
Cuantas
veces nos perdemos de gozar de la oración porque prestamos más atención al
envoltorio y que al verdadero contenido. Pensamos
más en el tiempo que deberíamos orar que en la verdadera comunicación, que
simplemente debería concluir cuando nos sentimos satisfechos; ésta nunca
debiera ser delimitada por un simple reloj.
Nos
han hecho tan pesada la carga por causa de modelos impuestos por
la publicidad, que en verdad son una excepción a la regla, que nos perdemos lo
atractivo de la oración, el Maestro nos enseña que debería ser tan normal como
el diálogo entre padre e hijo.
Cuando
el Señor trató de corregir el tema de la oración lo hizo contrastando
intencionalmente la enseñanza dada por los hipócritas fariseos,
los cuales la hacían tan difícil, tan pesada y repelente que muchos se estaban
perdiendo el gran beneficio de tener audiencia permanente con nuestro
maravilloso Padre.
Le
aliento a comenzar de nuevo. Forme sus
propios hábitos con su propio tiempo. Renueve la jerga gastada, cambie el
lenguaje vacío por uno que usted conozca, entienda y tenga sentido para usted.
Pero
sobre todo aprenda a disfrutar de ella, pues nuestro Padre disfruta mucho y le
agrada hablar con nosotros.
Predica
en Lerma por: Pastor Víctor Ramón Preciado Balderrama
Hola hermanos les saludo con mucho amor en el
Nombre de Nuestro Señor Jesucristo, y con un solo propósito de que sean
edificados sus vidas y sus ministerios, me gozo el saludarles y el que Dios me
dé la oportunidad de servirles si me lo permiten, y con todo respeto a su
doctrina o denominación, mi único interés es que corra la Sana Doctrina de Cristo, estoy ofreciendo:
MATERIALES BÍBLICOS GRATIS
Todo es completamente gratis, como escritor de
estos materiales te voy a dar los originales para que tú le pongas el nombre de
tu Iglesia o tu ministerio o le hagas las modificaciones que a ti te parezcan
convenientes. Mi interés es que me des
la oportunidad de servirles pues me queda muy claro que mi llamado no es de ser
titular sino el de servir y que la Sana Doctrina de Cristo corra como un río
poderoso arroyando toda basura de ignorancia.
Por favor si les interesan estos materiales
escríbanme pidiéndomelos a cualquiera de los siguientes correos, y con mucho
gusto y en el amor a Cristo se los enviaré inmediatamente sin cuestionar nada y
que el Espíritu Santo los dirija y los
lleve por buen camino, solo les pido en este mismo amor NO LO VENDAN: lo recibes de gracia dalo de
gracia.
viclaly_57_57@yahoo.com
1 comentario:
Amén,
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