LA
SANA DOCTRINA DE CRISTO NOS ENSEÑA ESTAR FIRMES EN LA GRACIA
(Juan
14:15) “Si me amáis, guardad mis mandamientos”. (Juan 14:21) “El que tiene mis
mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado
por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él”.
Aquí hay una profunda verdad: el
conocimiento de Jesús, llamada la Doctrina
de Cristo lleva al conocimiento del Padre. (2Juan 1:9) “Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina
de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí
tiene al Padre y al Hijo”.
Voy
a tratar de ilustrar por medio de esta experiencia de un conductor al ser
detenido por la policía de Los Ángeles California U.S.
Por exceso de velocidad. Reconoció ante el oficial su culpabilidad, pero éste
le dijo que tendría que comparecer ante el juez. Cuando el automovilista llegó
a corte, el juez le preguntó: ¿Culpable,
o inocente? El chofer, siendo culpable, se declaró como tal. El juez dictó
sentencia: Diez dólares de multa, un dólar para cada milla en exceso del
límite.
De
repente, el juez reconoció al chofer. Dijo: “Usted ha violado la ley, y la multa tiene
que ser pagada. Yo se la pagaré”. Con eso, el juez sacó un billete de diez
dólares de su propio bolsillo y lo adjuntó al registro de la infracción. Luego, ¡le invitó al Sr. Chofer que era
su conocido a cenar con él en un buen restaurante!
Así,
es como Dios trata al pecador arrepentido. Le paga la
pena de su pecado, y le da bendiciones que jamás se podría merecer. Esta
pequeña historia es un prototipo de la gracia que disfrutamos en Cristo Jesús. Estamos hablando acerca de la vida en
Cristo, que es una vida de paz con Dios. Cuando nosotros llegamos a tener
fe en Jesucristo, somos reconciliados con Dios. ¡Ya no hay enemistad entre nosotros! ¡Ya no tenemos por qué escondernos
de Él! Es una gran bendición.
Hoy veremos que la vida en Cristo es
una vida de dos bendiciones más: es una vida fundada en la gracia, y es una
vida de gozo, en toda circunstancia. (Romanos
5:2-4) “2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la
cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 3 Y no sólo esto, sino que también nos
gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; 4 y la paciencia, prueba; y la prueba,
esperanza”.
Hablemos primeramente de lo que
describe el versículo 2, la gracia
que nos mantiene firmes. La Palabra nos
dice que, por medio de Jesucristo, tenemos acceso a la gracia, en la que nos
mantenemos firmes. ¿Qué es la
gracia? La gracia es favor o preferencia que no se gana. Si se merece,
no es gracia. Si tu hijo se porta bien y le das una paleta, eso no es gracia;
es una recompensa. Muchos de nosotros
seguimos tratando de ganarnos la gracia de Dios, cuando no se puede ganar. Es
algo que sólo se puede recibir, por fe.
Cuando llegas a comprender la gracia
de Dios, todo cambia. Si tú asistes a la iglesia y le sirves al Señor, le das
tu ofrenda y diezmo, y tratas de evitar el pecado porque quieres que Dios te
ame, nunca podrás estar firme. ¡Siempre
tendrás en un rincón de tu mente el temor de que un día le falles a Dios, y que
así El ya no te quiera!
Pero ¿Cómo es que nos mantenemos
firmes, según lo que hemos leído? No es por obras, no es por lo que hacemos,
sino por gracia. Cuando conocemos a Cristo y confiamos en Él, Jesucristo nos
abre la puerta a la gracia - y es en la gracia de Dios que nos mantenemos
firmes, que estamos de pie sobre una roca inconmovible.
(1Corintios
10:1-5) “1 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis
que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; 2 y todos en Moisés fueron bautizados
en la nube y en el mar, 3 y todos
comieron el mismo alimento espiritual, 4
y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era
Cristo. 5 Pero de los más de
ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto”.
Cuando llegas a comprender esa
gracia, ya no te preocupas por tratar de lograr que Dios te quiera. Asistes a la iglesia no por obligación si
no porque quieres adorar al Dios que te amó tanto que envió a su Hijo a morir
por ti. Sirves al Señor porque quieres que otros lo conozcan también. Das
tu diezmo y ofrenda con alegría porque quieres ver que el Reino de Dios avance.
Tienes la confianza que no tambalearás, porque por fe, estás firme en la
gracia. (Romanos 5:2) “por quien también
tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos
en la esperanza de la gloria de Dios”.
A veces, en los conciertos, se les
da a ciertas personas una entrada de acceso total. Esto significa que pueden
entrar a partes del estadio o salón que normalmente están cerradas al público.
Si una persona que no posee una de estas entradas trata de ir tras bastidores,
se encontrará con la mano levantada de un miembro del equipo de seguridad,
prohibiéndole la entrada.
En
cambio, quien posee una entrada de acceso total encontrará más bien una puerta
abierta. Jesús es nuestra entrada de acceso total a la gracia de Dios. Por
medio de la fe en Jesús, llegamos a ser favorecidos por Dios - no porque lo
hemos ganado, sino porque El nos recibe por amor.
Si estamos firmes en su gracia,
sabemos que estaremos con Jesucristo para siempre. Sabemos que Jesucristo
estará con nosotros todo el tiempo ahora. Sabemos que El nunca nos dejará en un
callejón sin salida, sino que Jesucristo siempre estará presente para
socorrernos. No depende de los favores que le hayamos hecho a Jesucristo, sino
del favor inmerecido que Jehová Dios nos demuestra cuando confiamos en
Jesucristo. La vida en Cristo es una vida firme, por gracia.
(2Juan
1:2-4) “2 a causa de la verdad que permanece en
nosotros, y estará para siempre con nosotros: 3 Sea con vosotros gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del
Señor Jesucristo, Hijo del Padre, en verdad y en amor. 4 Mucho me regocijé porque he hallado a algunos de tus hijos
andando en la verdad, conforme al mandamiento que recibimos del Padre”.
La
vida en Cristo es también una vida de gozo en toda circunstancia.
Alguien podría preguntar: si por medio de Jesucristo los creyentes tenemos
acceso a la gracia de Dios, ¿por qué todavía sufrimos? ¿Por qué no nos va todo
de maravilla? En el cielo, será así; pero mientras estemos en este mundo, nos
regocijamos - no a causa de los sufrimientos, sino en medio de ellos.
(Efesios
3:8-13) “8 A mí, que soy menos que el más pequeño de
todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el
evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, 9 y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio
escondido desde los siglos en Dios, que
creó todas las cosas; 10 para que la
multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a
los principados y potestades en los lugares celestiales, 11 conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro
Señor, 12 en quien tenemos seguridad
y acceso con confianza por medio de la fe en él; 13 por lo cual pido que no desmayéis a causa de mis tribulaciones
por vosotros, las cuales son vuestra gloria”.
La
vida en Cristo no es una vida libre de sufrimientos.
Cuando Pablo y Bernabé estaban animando a los nuevos creyentes en las iglesias
que ellos acababan de plantar, les decían: (Hechos
14:22) "Es necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el reino
de Dios". El reino de Dios es
para los valientes, no para los que se buscan una vida fácil.
Pero
cuando conocemos a Cristo, podemos tener gozo en toda circunstancia, aun en
medio del sufrimiento. Podemos ver por lo menos dos razones
para tener gozo. La primera razón está en (Romanos
5:2) “por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual
estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios”. Si estamos
en Cristo, sabemos que un día veremos la gloria de Dios, y moraremos siempre en
El.
Los alpinistas invierten largas
horas y considerable dinero en prepararse para trepar las montañas. ¿Cuál es su
recompensa? Su recompensa es el paisaje que verán cuando lleguen a la cumbre. Nosotros estamos subiendo el monte del
Señor, y cuando lleguemos a la cumbre, veremos algo mucho más bello que
cualquier paisaje en este mundo. Veremos la gloria de Dios. (Romanos 1:20) “Porque las cosas
invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde
la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo
que no tienen excusa”.
Si alguna vez has sentido la alegría
que nace en el corazón al estar frente a algo impresionante - quizás una puesta
del sol, un lago al amanecer, el mar durante una tempestad - has visto un
pequeño destello de la gloria de Dios. La Biblia dice que el cielo cuenta su
gloria. Pero un día, podremos morar en un lugar donde la gloria de Dios se verá
claramente. (Salmos 19:1) “Los cielos
cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
¡Nunca
nos cansaremos de verlo! Por eso, este viaje vale la pena. Pero hay una segunda
razón por la que nos podemos gozar en medio de toda circunstancia. El
sufrimiento, para nosotros, tiene un propósito. En la vida de la persona que no
conoce a Cristo, el sufrimiento no tiene sentido.
En cambio, cuando conocemos a
Cristo, llegamos a saber que la prueba puede ser usada por Dios para formar
nuestro carácter. Podemos aguantar, porque sabemos que tiene un propósito. Es
algo así como el piquete de aguja cuando recibimos una vacuna; duele, pero lo
aguantamos, porque sabemos que es para bien.
(Romanos
5:1-5) “1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz
para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la
cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 3 Y no sólo esto, sino que también nos
gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; 4 y
la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; 5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido
derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”.
La
prueba produce perseverancia en nosotros; en lugar de ser inmaduros y volubles,
llegamos a ser firmes. Esto produce madures de carácter.
Al ver que nuestro carácter va cambiando, sentimos más gozo - porque esto
confirma la obra de Jehová Dios en nosotros y el glorioso futuro que Jesucristo
tiene preparado para nosotros. Cuando nos damos cuenta de que somos más
pacientes que antes, cuando vemos que somos más sensibles a las necesidades de
los demás, cuando los problemas ya no nos desesperan, sabemos que Dios está
trabajando - y que El no abandona su trabajo. (Filipenses 1:6) “estando persuadido de esto, que el que comenzó en
vosotros la buena obra, la perfeccionará
hasta el día de Jesucristo”.
¿Cuál
es la diferencia cuando sufren los justos? ¡Ellos son los únicos que lo pueden
aguantar! Esto es una profunda verdad: cuando
estamos en Cristo, el sufrimiento no es inaguantable. Dios está con nosotros, y El sigue obrando.
La
vida en Cristo es una vida que es firme por la gracia de Dios, y es una vida de
gozo en cualquier circunstancia. ¿Estás viviendo
esta vida? ¿La estás disfrutando? Si no, ¿por qué no? Pon tu mirada en Cristo,
no en lo que te rodea. No mires la enfermedad, no mires al gobierno, no mires a
los demás. Mira a Cristo, y se fuerte en Jesucristo y en su gracia.
Predica
en Lerma por: Pastor Víctor Ramón Preciado Balderrama
Hola hermanos les saludo con mucho amor en el
Nombre de Nuestro Señor Jesucristo, y con un solo propósito de que sean
edificados sus vidas y sus ministerios, me gozo el saludarles y el que Dios me
dé la oportunidad de servirles si me lo permiten, y con todo respeto a su
doctrina o denominación, mi único interés es que corra la Sana Doctrina de Cristo, estoy ofreciendo:
Todo es completamente gratis, como escritor de
estos materiales te voy a dar los originales para que tú le pongas el nombre de
tu Iglesia o tu ministerio o le hagas las modificaciones que a ti te parezcan
convenientes. Mi interés es que me des
la oportunidad de servirles pues me queda muy claro que mi llamado no es de ser
titular sino el de servir y que la Sana Doctrina de Cristo corra como un río
poderoso arroyando toda basura de ignorancia.
Por favor si les interesan estos materiales
escríbanme pidiéndomelos a cualquiera de los siguientes correos, y con mucho
gusto y en el amor a Cristo se los enviaré inmediatamente sin cuestionar nada y
que el Espíritu Santo los dirija y los
lleve por buen camino, solo les pido en este mismo amor NO LO VENDAN: lo recibes de gracia dalo de
gracia.
También les invito con mucho
respeto a todas sus creencias a visitar el BLOGSPOT
que Dios me ha regalado y que, con mucho amor he puesto algunos estudios que
Dios me ha regalado en revelación, Efesios
3:8.
viclaly5757.blogspot.com
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