¿DE
CUAL CUERPO ERES PARTE DEL CREADO O DEL FORMADO?
(1Corintios
12:12-26) “12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene
muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo
cuerpo, así también Cristo. 13
Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o
libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. 14 Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15 Si dijere el pie: Porque no soy
mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 16 Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por
eso no será del cuerpo? 17 Si todo
el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría
el olfato? 18 Mas ahora Dios ha
colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.
19
Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? 20 Pero ahora son muchos los miembros,
pero el cuerpo es uno solo. 21 Ni el
ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No
tengo necesidad de vosotros.
22
Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más
necesarios; 23 y a aquellos del
cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que
en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro. 24 Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen
necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le
faltaba, 25 para que no haya
desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos
por los otros. 26 De manera que si
un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe
honra, todos los miembros con él se
gozan”.
INTRODUCCIÓN
1)
Un buen uso de las terminologías: ¿Cuántos de ustedes le dijeron esta mañana a sus hijos o a sus
acompañantes: “Vámonos a la Iglesia”? Si pensamos en que esta expresión es
equivalente a un “vámonos al templo”,
entonces lo hemos dicho mal. Si hemos entendido con el “vámonos a la iglesia” algo como: “vamos a nuestra reunión con nuestros hermanos” entonces nos
hemos acercado más a lo que la palabra IGLESIA
implica.
2)
La iglesia no la forman los ladrillos
o los materiales de construcción. La iglesia la formas tú. La iglesia es
el grupo de personas CONVOCADAS por Dios a unirse en una misma fe, en una
misma esperanza y en un mismo amor. La razón de ser de esta fe, de esta
esperanza y de este amor es el mensaje de la Doctrina de Cristo que tiene en su
centro a Jesucristo.
3)
Y si tú tienes también como centro de tu vida a Jesucristo y su Doctrina,
entonces tú vives en la fe en la esperanza y en el amor de Él; entonces también
has sido convocado por Jehová Dios a unirte al grupo llamado el pequeño
remanente de todos aquellos que tienen tu mismo sentir. (Juan 7:15-18) “15 Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe éste letras, sin haber
estudiado? 16 Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me
envió. 17 El que quiera hacer la
voluntad de Dios, conocerá si la Doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi
propia cuenta. 18 El que habla por
su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que
le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia”.
4)
Diversas congregaciones locales conforman un movimiento denominacional; y estas
agrupaciones, junto con otras similares en nuestro país y en el mundo influyen
para formar la Iglesias con diferentes doctrinas basadas en porciones bíblicas
de la Palabra de Jehová Dios, las cuales se llaman y se denominan según su
doctrina, y Jesucristo no le puso nombre
a su iglesia, si no que la cimentó en una sola Doctrina y Enseñanza Sana y sustentada
en toda la biblia con todo el contexto bíblico desde Génesis hasta Apocalipsis,
y ni tiene otro cuerpo de gobierno sino a Jesucristo mismo, quien es su cabeza
y jefe.
5)
De aquí surge una ilustración expresada
por el apóstol Pablo: La Iglesia en el mundo es un gran cuerpo que tiene
como cabeza, como eje central a Jesucristo. Jesús es quien le da vida y razón de ser a su Iglesia. Esto se
aplica no sólo a nivel universal, sino fundamentalmente a nivel del grupo local
de creyentes y específicamente a cada uno y cada una de ellos en particular.
6)
La Iglesia entonces no la establece ni un edificio ni un organismo de gobierno,
sea local, nacional, o mundial; la establece Jesucristo cuyo mensaje se inserta
en la vida de uno y de millones de individuos a lo largo de la historia,
reconciliándoles con el Padre, transformándoles y habilitándoles para vivir una
vida nueva, diferente y mejor por medio de su Sana Doctrina llamada Doctrina de
Cristo en: (2Juan 1:9) “Cualquiera que
se extravía, y no persevera en la Doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que
persevera en la Doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo”.
7)
Cada una de estas personas renovadas llegan a formar parte del cuerpo de
Cristo, son miembros de él, “injertados”
como ramas de olivo silvestre en un tronco como expresa el apóstol Pablo. Y
cada miembro, como parte de un cuerpo desempeña una función específica y clave.
Si tú practicas y vives la Doctrina de
Cristo, entonases has puesto tu fe en Cristo como tu salvador, por lo tanto tu
eres un miembro de su cuerpo. Ahora bien, como parte de este cuerpo, tú
tienes deberes que cumplir, cumpliendo estos deberes es como participas en el
buen funcionamiento del cuerpo. Si alguna parte de un cuerpo no funciona
debidamente, entonces todo el cuerpo será afectado.
8)
Al apóstol Pablo y a nosotros ahora nos
preocupa esta situación: partes del cuerpo de Cristo se sienten por encima
de otras y, peor todavía, partes se sienten insignificantes. Esto hace que el
cuerpo de Cristo funcione mal.
9)
Recuerdan la historia de Frankenstein;
el cuerpo de este personaje se formaba de partes que su creador quiso que
fueran perfectas para hacer así un ser humano perfecto en mente y en cuerpo; pero unidas así funcionaban mal y el
resultado llegó a ser no algo bello ni perfecto, sino un monstruo.
Déjenme
usar esta metáfora para confrontarnos todos:
¿Seremos miembros del cuerpo perfecto de Cristo en su Sana doctrina de Cristo?
o ¿Seremos miembros del cuerpo imperfecto de Frankenstein miembros de un cuerpo
formado por doctrinas de hombres? Miembros
funcionales, renovados por las enseñanzas de Jesucristo y en camino de perfección
hacen el cuerpo de Cristo; miembros disfuncionales, descuidados y moribundos
hacen un cuerpo de Frankenstein. ¿De cuál somos o de cual queremos ser?
10)
La funcionalidad de nosotros como miembros se da en el buen cumplimiento de
nuestros deberes como miembros de nuestra Iglesia, local por una parte pero
también universal. Quiero referirme a
tres áreas en las cuales debemos ser funcionales.
I.
DEBEMOS SER FUNCIONALES CON NUESTRA PARTICIPACIÓN EN
LAS ACTIVIDADES.
1)
Si queremos ser miembros que funcionan, hemos de asistir regularmente a los servicios,
estudios y día de oración de nuestra iglesia con la disposición adecuada. (Hechos 2:46,47) “46 Y perseverando unánimes
cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría
y sencillez de corazón, 47 alabando
a Dios, y teniendo favor con todo el
pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”.
2)
(Hechos 20:7) “El primer día de la
semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba”.
Jesucristo resucitó el primer día de la semana. Desde entonces sus discípulos,
en su memoria, se reunían cada primer día, por ello la historia le ha llamado
Domingo, que significa “Día del Señor”.
3)
Y fíjense que en los comienzos de la Iglesia los creyentes no sólo se reunían
el primer día, sino que tenían actividad cada día de la semana (Hechos 5:42) “Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de
enseñar y predicar a Jesucristo”. Las reuniones eran y deben ser ahora
todavía un motivo de celebración para todos nosotros, de manera especial
aquellas que se celebran el día de conmemoración de la resurrección de Cristo.
4)
Pero la mayor parte de las Iglesias no sólo tienen actividad en el Día del
Señor, sino también en otros días de la semana, e incluso en el día del Señor
por la tarde. ¿Quieres hacer algo útil y
práctico para funcionar bien como miembro del cuerpo del Señor? Entonces
programa tu participación en la mayor parte posible de actividades de tu
iglesia local.
5)
“A asistir a todos los servicios de su congregación”. Este deber suele ser
difícil de realizar. Sobre todo cuando sentimos inconformes ya sea con el
desarrollo mismo de las actividades o con aquellos que se reúnen.
6)
Muchas veces esto es un reflejo de que nuestra actitud a lo que son las
reuniones de la iglesia está equivocada: no nos reunimos para ver quien trae el
mejor vestido, ni a oír cómo se desafina nuestro hermano que está al lado;
mucho menos nos reunimos para que un predicador nos entretenga o para contemplar
un show dominical.
7)
Nos reunimos porque nuestro espíritu siente que rebosa la necesidad de adorar a
Jehová Dios que nos ha llamado a ser su pueblo; porque no somos individuos
aislados, sino que formamos parte de una comunidad que alimenta su fuego en la
reunión unos con otros; somos un grupo que se reúne para escuchar la voz de su
Dios a través de la Palabra y que une sus fuerzas para trabajar por aquello que
su Señor Jesucristo les pide; el hecho de que el cuerpo de Cristo se reúna es
también un acto de fe. Es decir: la vida y el mensaje de Jesucristo deben
hacerse presentes y ser lo central incluso en algo que parece tan sencillo como
es la asistencia y participación en nuestras reuniones.
8)
El “dejar de reunirnos como algunos
tienen por costumbre” nos enfría, como las brasas de una fogata que se
separan del fuego; nos hace descuidar nuestro llamado; nos hace miembros que
pueden ser disfuncionales para el cuerpo del cual formamos parte. (Hebreos 10:24,25) “24 Y considerémonos
unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25 no dejando de congregarnos, como
algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que
aquel día se acerca”.
9)
Esto implica también que si hay algún creyente imposibilitado por salud o por
edad para reunirse, sea necesario que le hagamos llegar hasta donde está la
posibilidad de alimentarse por la reunión, y
así pueda tal hermano o hermana seguir participando de este compromiso y ser
edificado.
II.
DEBEMOS SER FUNCIONALES EN NUESTRA PROPIA EDIFICACIÓN.
1)
Si queremos ser miembros funcionales, hemos de procurar un desarrollo continuo
en nuestra vida cristiana en todos los ámbitos. (Efesios 2:19-22) “19 Así que ya no sois extranjeros ni
advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de
Dios, 20 edificados sobre el
fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo
Jesucristo mismo, 21 en quien todo
el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el
Señor; 22 en quien vosotros también
sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu”.
2)
El actual voto del Esfuerzo Cristiano dice: (1Pedro 2:4,5) “4 Acercándoos a él,
piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios
escogida y preciosa,
5
vosotros también, como piedras vivas, sed edificados
como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales
aceptables a Dios por medio de Jesucristo”.
3)
Una persona que ha salido de la cárcel y
no quiere volver allí, ha de esforzarse por vivir una vida diferente.
Nosotros hemos sido crucificados y resucitados juntamente con Cristo. Es decir
que no solamente estábamos presos, sino hasta muertos, y de un estado de muerte
pasamos a un estado de vida; esto
implica una forma de vivir nueva, que se va construyendo cada día. (1Jn 3:13-16) “13 Hermanos míos, no os extrañéis si el
mundo os aborrece. 14 Nosotros
sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que
no ama a su hermano, permanece en muerte. 15
Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún
homicida tiene vida eterna permanente en él. 16 En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por
nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos”.
4)
Esto significa el presentar cada día nuestro cuerpo en sacrificio vivo, santo y
agradable a Dios (Romanos 12:1) “Así
que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto
racional”; cada día y en todo lugar; ¿Quién es el sabio y el entendido entre
ustedes? (Proverbios 28:2) “Por la rebelión de la tierra sus príncipes
son muchos; Mas por el hombre entendido y sabio permanece estable”. –Pregunta
Santiago- (Santiago 3:13) “que
muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre”. Si somos parte
del cuerpo de Cristo, debemos vivir como parte del cuerpo de Cristo. Esto
abarca todas las áreas de nuestra vida, sean las espirituales (es decir, “dentro de la congregación”)
como las que llamamos “seculares”.
5)
En las vidas de los miembros lo secular
también le pertenece a Dios; nosotros estamos y actuamos en el mundo; y es al
mundo al que damos testimonio con nuestra vida. Esta forma de vivir se ha
comparado con una lucha que el creyente tiene que librar contra las fuerzas que
se oponen a la justicia de Dios y es Dios quien sostiene y fortalece en esta
lucha.
6)
Cumplir con este deber no significa otra cosa que vivir diariamente lo que ya
somos: imitadores de Jesucristo y parte de él. Vivir una vida cristiana
“sincera y activa” nos hace ser miembros del cuerpo que funcionan con las
enseñanzas de Cristo que vino a establecer su Iglesia en conocimiento divino el
cual une y no divide como las religiones.
III.
DEBEMOS SER FUNCIONALES EN LA PERFECTA UNIDAD Y COMUNIÓN.
1)
Si queremos ser miembros funcionales, hemos de procurar la unidad y armonía de
toda la iglesia. (Juan 17:19-23) “19
Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean
santificados en la verdad. 20 Más no
ruego solamente por éstos, sino también
por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, 21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti,
que también ellos sean uno en nosotros;
para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos
uno. 23 Yo en ellos, y tú en mí,
para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me
enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado”.
2)
En los contextos donde se habla de la iglesia como cuerpo de Cristo en la
Biblia, siempre se refiere a la unidad que debe haber en él. La unidad de la
iglesia local implica un buen ejercicio de la comunión, lo cual a su vez en un
reflejo de la vida edificada en amor. (Efesios
4:11-16) “11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas;
a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos
para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo, 13
hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de
Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos niños
fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar
emplean con astucia las artimañas del error, 15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel
que es la cabeza, esto es, Cristo, 16 de
quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas
que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su
crecimiento para ir edificándose en amor”.
3)
(Colosenses 3:12-14) dice: “Vestíos,
pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de
benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a
otros si alguno tuviere queja contra el otro. De la manera que Cristo os
perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas, vestíos de
amor, que es el vínculo perfecto.”
4)
Es claro notar que el capitulo del amor del cual debemos vivir para ser acepto
por un Dios que es Amor (1 Corintios 13:1-13),
se le da a una iglesia con muchos dones espirituales y con mucha actividad, que
pone el ejercicio del amor en primer término.
5)
El apóstol Pablo amonestó duramente a aquellos que eran causa de contiendas en
el cuerpo de Cristo, pues su unidad en espíritu debe ser una característica
visible al mundo en el que la iglesia se mueve. (1Corintios 1:10-12) “10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo,
que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino
que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 11 Porque he sido informado acerca de
vosotros, hermanos míos, por los de
Cloé, que hay entre vosotros contiendas. 12
Quiero decir, que cada uno de
vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo”.
6)
Evidentemente, en la unidad de la Iglesia participamos todos los miembros, sin
excepción; no es deber ni del pastor ni de los que ya tienen más tiempo
mantener esta unidad, sino de cada uno, teniendo que sacrificar muchas veces
nuestros intereses para amoldarlos a los intereses de Cristo. Esto es lo que
significa (Gálatas 6:2) “Sobrellevad los
unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo”, pues
recordemos que Jesús es quien llevó también nuestra carga.
7)
Tengamos cuidado de nuestra relación con todos los creyentes, pues a veces
hasta un pequeño comentario o una actitud equivocada puede ser causa de la
división y desarmonía del cuerpo. (Proverbios
15:18) “El hombre iracundo promueve
contiendas; Mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla”. (Salmos 140:2) “Los cuales maquinan males en el corazón,
Cada día urden contiendas”. (Proverbios 29:22) “El hombre iracundo levanta
contiendas, Y el furioso muchas veces peca”.
8)
El desarrollo de la unidad de la Iglesia
no deja fuera sin embargo la administración de la disciplina en ella; por
ello no se les perdonó a Ananías y a Safira su intento de engañar al Espíritu
Santo. Tolerar sin exhortar a quien vive en constante oposición a la voluntad
divina “por no causar división”, tampoco es permitido en el cuerpo de Cristo.
9)
Por tanto, aquí también entra el cuidado que debemos hacer de nuestra propia
vida cristiana: no ser causa de división, ni directa, provocando contiendas; ni
indirecta, siendo motivo de escándalo. (Isaías
59:1,2) “1 He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni
se ha agravado su oído para oír; 2 pero vuestras iniquidades han hecho
división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho
ocultar de vosotros su rostro para no oír”.
10)
Cuando celebramos la cena del Señor, ésta debe hablar a
nuestros corazones a reconciliarnos con Jesús y a proclamar su muerte. Pero
también nos llama a reconciliarnos con nuestro hermano y mantenernos en unidad,
pues nuestra comunión con Dios se manifiesta visiblemente en la comunión con
todo el cuerpo. Esto nos hace miembros funcionales.
CONCLUSIÓN.
1)
El cuerpo de Cristo funciona cuando cada uno de los miembros que lo integran
participa adecuadamente en él. Y cada uno de nosotros tiene su lugar importante
en el cuerpo de Cristo; porque debemos fijar nuestra atención en que
primeramente somos parte de él y dependemos de Él finalmente; y a Cristo es a
quien debemos serle fieles.
2)
Aquí entramos todos, hermanos y hermanas, nadie puede pasar desapercibido y
nadie puede decir que su participación no es importante en la construcción del
Reino de Dios, y a ninguno tampoco le podemos decir esto. Seamos gordos o
flacos, altos o chaparros, feos o antisociales; aunque tengamos una
discapacidad en nuestro organismo, o seamos ricos o pobres, aunque no sepamos
hablar o tengamos sólo un don, somos parte fundamental de este cuerpo y debemos
tomar nuestro lugar como miembros, cumpliendo bien nuestros deberes.
3)
¿En qué lugar te puedes ocupar? ¿Y qué
hay por hacer? Déjame enlistarte solo algunos ejemplos de espacios donde se requiere
tu participación: en la escuela dominical, como maestro o maestra, de la
Escuela Bíblica de Vacaciones, en la música, tocando un instrumento, cantando,
como consejero de jóvenes o de adolescentes, hacer aseo de la congregación o
pintar sus espacios, visitar a los hermanos, abrir una casa de estudio o en tu
casa, dirigiendo el estudio, en una
palabra, PARTICIPANDO, PARTICIPANDO, levántate de tu asiento...y PARTICIPA.
4)
La unidad del cuerpo a pesar de que
seamos tan diferentes es lo que manifiesta que Cristo es la cabeza y es él
quien le da cohesión a todos los miembros. Es como las notas de un
concierto musical, que son armonizadas, siendo cada una diferente, habiendo
silencios y sonidos, que son colocadas cada una en su lugar hasta formar una
armonía perfecta, así vivamos unos con otros, haciendo que este cuerpo glorioso
camine, avance, funcione adecuadamente cumpliendo cada uno con nuestros
deberes. ¿Funcionará esto hermanos?
PREDICA en Lerma
por: PASTOR Víctor R. Preciado Balderrama
Hola
hermanos les saludo con mucho amor en el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo, y
con un solo propósito de que sean edificados sus vidas y sus ministerios, me
gozo el saludarles y el que Dios me dé la oportunidad de servirles si me lo
permiten, y con todo respeto a su doctrina o denominación, mi único interés es
que corra la Sana Doctrina de Cristo, estoy ofreciendo:
MATERIALES BÍBLICOS
GRATIS
1) Discipulado a nuevos contactos con el
evangelio de Juan. (6 Estudios)
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tu vida. (10 Estudios)
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comprometerte con Dios. (14 Estudios)
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Cristo. (56 Estudios)
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7) Valores para los jóvenes ya elaborados en Power Point
Todo
es completamente gratis, como escritor de estos materiales te voy a dar los
originales para que tú le pongas el nombre de tu Iglesia o tu ministerio o le
hagas las modificaciones que a ti te parezcan convenientes. Mi interés es que me des la oportunidad de
servirles pues me queda muy claro que mi llamado no es de ser titular sino el
de servir y que la Sana Doctrina de Cristo corra como un río poderoso arroyando
toda basura de ignorancia.
Por
favor si les interesan estos materiales escríbanme pidiéndomelos a cualquiera
de los siguientes correos, y con mucho gusto y en el amor a Cristo se los
enviaré inmediatamente sin cuestionar nada y que el Espíritu Santo los dirija y los lleve por buen camino, solo
les pido en este mismo amor NO LO
VENDAN: lo recibes de gracia dalo de gracia.
viclaly_57_57@yahoo.com
También les invito con mucho
respeto a todas sus creencias a visitar el BLOGSPOT
que Dios me ha regalado y que, con mucho amor he puesto algunos estudios que
Dios me ha regalado en revelación, Efesios
3:8.
viclaly5757.blogspot.com
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