HA LLEGADO EL TIEMPO DE DIOS A TU VIDA, PARA QUE SEA RESTAURADA
(Génesis 50:24-26) “24 Y José
dijo a sus hermanos: Yo voy a morir; mas Dios ciertamente os visitará, y os
hará subir de esta tierra a la tierra que juró a Abraham, a Isaac y a Jacob. 25 E hizo jurar José a los hijos de
Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis llevar de aquí mis
huesos. 26 Y murió José a la edad de
ciento diez años; y lo embalsamaron, y fue puesto en un ataúd en Egipto”.
(Éxodo 2:23-25) “23 Aconteció que después de
muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel gemían a causa de la
servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su
servidumbre. 24 Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de
su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. 25
Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios”.
(Romanos 13:10-14) “10 El amor
no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor. 11 Y esto, conociendo el tiempo, que es
ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros
nuestra salvación que cuando creímos.
12 La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de
las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. 13 Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en
lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, 14 sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos
de la carne”.
Introducción:
Dios todo lo
tiene bajo control; Él tiene un tiempo señalado para cada uno de nosotros.
Cuando hablamos que el Tiempo de Dios
ha llegado, nos referimos a aquel
momento en el que Dios da cumplimiento a aquello que en un día habló, por
cualquier medio, con respecto de nosotros; y ahora lo hace una realidad. El tiempo de Dios demanda despertar,
diligencia, entrega y disposición; de manera que cuando el tiempo de Dios
se hace presente, nuestra reacción debe ser pronta y muy convincente. El tiempo de Dios llega para bien, y
bendición de manera amplia: de modo personal, trae un despertar, y de manera
congregacional, provoca un grande avivamiento que puede impactar toda una
nación.
Dios habiendo mostrado su amor a la humanidad hizo un
plan benéfico levantando a Israel. Primero hubo llamado a Abraham, y le habla de una gran familia que le
nacería, la cual habría de conquistar la tierra de Canaán (Gén. 12:1-9) “1 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra
y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. 2 Y
haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás
bendición. 3 Bendeciré a los que
te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti
todas las familias de la tierra. 4 Y
se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de
setenta y cinco años cuando salió de Harán. 5 Tomó, pues, Abram a Sarai su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y
todos sus bienes que habían ganado y las personas que habían adquirido en
Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán; y a tierra de Canaán llegaron. 6 Y pasó Abram por aquella tierra hasta
el lugar de Siquem, hasta el encino de More; y el cananeo estaba entonces en la
tierra.7 Y apareció Jehová a Abram,
y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y edificó allí un altar a
Jehová, quien le había aparecido. 8
Luego se pasó de allí a un monte al oriente de Bet-el, y plantó su tienda,
teniendo a Bet-el al occidente y Hai al oriente; y edificó allí altar a Jehová,
e invocó el nombre de Jehová. 9 Y
Abram partió de allí, caminando y yendo hacia el Neguev”.
Vino una
palabra de parte de Dios para Abraham con respecto a su descendencia y aquella
tierra que habrían de poseer. (Gén.
15:13-21) “13 Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por
cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será
oprimida cuatrocientos años. 14 Mas también a la nación a la cual
servirán, juzgaré yo; y después de
esto saldrán con gran riqueza. 15
Y tú vendrás a tus padres en paz, y
serás sepultado en buena vejez. 16 Y
en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su
colmo la maldad del amorreo hasta aquí. 17
Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una
antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos. 18 En
aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia
daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates;
19 la tierra de los ceneos, los cenezeos, los admoneos, 20 los heteos, los ferezeos, los
refaítas, 21 los amorreos, los
cananeos, los gergeseos y los jebuseos”.
CONSIDEREMOS TRES PUNTOS CLAVES DE LO QUE DIOS HABLÓ A
ABRAHAM:
1. La prueba: cuatrocientos años en Egipto bajo esclavitud (ver. 13).
2. La liberación: “visitaré” (ver. 14,16) refiriéndose al éxodo.
3. Bendición: poseer la tierra (ver. 18-21).
Nace Isaac que fue padre de Esaú y Jacob. Jacob forma en sí la propia nación de Israel con doce
hijos varones (1Cro. 2:1,2) “1 Estos son los hijos de Israel:
Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar,
Zabulón, 2 Dan, José, Benjamín,
Neftalí, Gad y Aser”.
A partir del capítulo 37 de Génesis, comienza con detalles la propia historia de la familia
de Jacob (Gén. 37:2) “Esta es la
historia de la familia de Jacob: José, siendo de edad de diecisiete años,
apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hijos de
Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre; e informaba José a su
padre la mala fama de ellos”. Acontecimientos recalcables:
José es vendido, lo hacen muerto a su padre, y es
prosperado en Egipto (Capitulos 37-41).
José es hecho gobernador de Egipto (Gen. 41:37-57) “37 El asunto pareció bien a Faraón y a sus siervos, 38 y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como
éste, en quien esté el espíritu de Dios? 39 Y dijo Faraón a José: Pues
que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. 40 Tú
estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo;
solamente en el trono seré yo mayor que tú. 41 Dijo además Faraón a José: He aquí yo te he puesto sobre toda la
tierra de Egipto. 42 Entonces Faraón quitó su anillo de su
mano, y lo puso en la mano de José, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo,
y puso un collar de oro en su cuello; 43 y lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él:
¡Doblad la rodilla!; y lo puso sobre toda la tierra de Egipto. 44 Y dijo Faraón a José: Yo soy Faraón;
y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto. 45 Y
llamó Faraón el nombre de José, Zafnat-panea; y le dio por mujer a
Asenat, hija de Potifera sacerdote de On. Y salió José por toda la tierra de
Egipto. 46 Era José de edad de
treinta años cuando fue presentado delante de Faraón rey de Egipto; y salió
José de delante de Faraón, y recorrió toda la tierra de Egipto. 47 En
aquellos siete años de abundancia la tierra produjo a montones”.
Hay gran hambre
en la tierra y los hijos de Jacob van en busca de alimentos en Egipto, donde
gobierna José, hermano de ellos, al que vendieron (cap. 42)
José se da a
conocer a sus hermanos (cap. 45)
Jacob se entera
de que su hijo está vivo y lo va a visitar (Gén.
45:28) “Entonces dijo Israel: Basta; José mi hijo vive todavía; iré, y le veré
antes que yo muera”.
Al ir a Egipto Dios habla con Jacob y le dice: (Gén. 46:1-4)
“1 Salió Israel con todo lo que
tenía, y vino a Beerseba, y ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac. 2 Y habló Dios a Israel en visiones de
noche, y dijo: Jacob, Jacob. Y él respondió: Heme aquí. 3 Y dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas de descender a
Egipto, porque allí yo haré de ti una gran nación. 4 Yo descenderé contigo a Egipto, y yo también te haré volver; y la
mano de José cerrará tus ojos”.
Entraron en Egipto 70 personas (Gén. 46:27) “Y los hijos
de José, que le nacieron en Egipto, dos personas. Todas las personas de la casa
de Jacob, que entraron en Egipto, fueron setenta”.
Allá en Egipto
Jacob bendice a sus hijos, y a sus nietos Efraín y Manasés hijos de José (Gén. 48:1—49:27)
En Egipto muere Jacob y lo embalsaman (Genesis 50:1-11) “1 Entonces se echó José sobre el rostro de su padre, y
lloró sobre él, y lo besó. 2 Y mandó
José a sus siervos los médicos que embalsamasen a su padre; y los médicos
embalsamaron a Israel. 3 Y le
cumplieron cuarenta días, porque así cumplían los días de los embalsamados, y
lo lloraron los egipcios setenta días. 4
Y pasados los días de su luto, habló
José a los de la casa de Faraón,
diciendo: Si he hallado ahora gracia en vuestros ojos, os ruego que
habléis en oídos de Faraón, diciendo: 5 Mi
padre me hizo jurar, diciendo: He aquí
que voy a morir; en el sepulcro que cavé para mí en la tierra de Canaán, allí
me sepultarás; ruego, pues, que vaya yo ahora y sepulte a mi padre, y volveré. 6 Y Faraón dijo: Ve, y sepulta a tu
padre, como él te hizo jurar. 7
Entonces José subió para sepultar a su padre; y subieron con él todos los
siervos de Faraón, los ancianos de su casa, y todos los ancianos de la tierra
de Egipto, 8 y toda la casa de José, y sus hermanos, y la casa de su padre;
solamente dejaron en la tierra de Gosén sus niños, y sus ovejas y sus vacas. 9
Subieron también con él carros y gente de a caballo, y se hizo un escuadrón muy
grande. 10 Y llegaron hasta la era
de Atad, que está al otro lado del Jordán, y endecharon allí con grande y muy
triste lamentación; y José hizo a su padre duelo por siete días. 11 Y viendo los moradores de la tierra,
los cananeos, el llanto en la era de Atad, dijeron: Llanto grande es este de
los egipcios; por eso fue llamado su nombre Abel-mizraim, que está al otro lado
del Jordán”.
José también murió en Egipto (Gén. 50:26) “Y murió José a
la edad de ciento diez años; y lo
embalsamaron, y fue puesto en un ataúd en Egipto”. Pero antes de morir, José recordó unas palabras muy
verdaderas: yo voy a morir; mas Dios ciertamente os visitará, y os hará subir
de esta tierra a la tierra que juró a Abraham, a Isaac y a Jacob.
(Gén. 50:24) “Y José dijo a sus hermanos: Yo voy a morir;
mas Dios ciertamente os visitará, y os hará subir de esta tierra a la tierra
que juró a Abraham, a Isaac y a Jacob”.
Además hizo
jurar al pueblo (los 70 que entraron a Egipto y que ya habitaban la fértil
tierra de Gosén, Gen 50:8),
diciendo: Dios ciertamente os visitará, haréis llevar de aquí mis huesos (Gén.50:25) “E hizo jurar José a los hijos
de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis llevar de aquí mis
huesos”.
Aquella
visitación se refería a la intervención sobrenatural de Dios de sacarlos de
Egipto y retornarlos a Canaán; la tierra prometida por Dios. Pero él no quería quedar excluido de aquel
obrar de Dios para con su pueblo, que pidió ser enterrado en Canaán. Sus huesos
se irían con ellos en aquel visitar. ¡Qué hermosa escena!
La prueba como tal toma inició luego de la muerte de
José; y se levanta un nuevo faraón en Egipto que desconocía de José, y oprimió
duramente a aquel pueblo (Éx. 1:8-22) “8 Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no
conocía a José; y dijo a su pueblo: 9
He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. 10 Ahora, pues, seamos sabios para con
él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se
una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra. 11 Entonces pusieron sobre ellos
comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y edificaron para
Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón
y Ramesés. 12 Pero cuanto más los
oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían,
de manera que los egipcios temían a los hijos de Israel. 13 Y los egipcios hicieron servir a los
hijos de Israel con dureza, 14 y
amargaron su vida con dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en toda
labor del campo y en todo su servicio, al cual los obligaban con rigor. 15 Y habló el rey de Egipto a las
parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fúa, y les
dijo: 16 Cuando asistáis a las
hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo, matadlo; y si es hija,
entonces viva. 17 Pero las parteras
temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que
preservaron la vida a los niños. 18 Y
el rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo: ¿Por qué habéis hecho
esto, que habéis preservado la vida a los niños? 19 Y las parteras respondieron a Faraón: Porque las mujeres hebreas
no son como las egipcias; pues son robustas, y dan a luz antes que la partera
venga a ellas. 20 Y Dios hizo bien a
las parteras; y el pueblo se multiplicó y se fortaleció en gran manera.
21 Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias. 22 Entonces Faraón mandó a todo su
pueblo, diciendo: Echad al río a todo hijo que nazca, y a toda hija preservad
la vida”.
Fueron 430 años
de agonía, de opresión, de maltrato, pero también de multiplicación;
cumpliéndose así la palabra dicha a Jacob: no temas descender a Egipto, porque
allí yo haré de ti (descendencia) una gran nación (Gén. 46:3) “Y dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas de
descender a Egipto, porque allí yo haré de ti una gran nación”. ¡Crecieron
bajo aflicción!
Allá el pueblo
clamaba a Dios por auxilio; y aquel gemido llegó a la presencia de Dios (Éx. 2:24,25) “24 Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham,
Isaac y Jacob. 25 Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios”.
ENTONCES LLEGÓ EL TIEMPO DE DIOS. Se levanta Moisés como libertador y Dios permite el
éxodo de Egipto; sacándolos con mano poderosa (Éx. 12: 40, 41) “40 El tiempo que los hijos de Israel habitaron en
Egipto fue cuatrocientos treinta años.
41 Y pasados los cuatrocientos
treinta años, en el mismo día todas las huestes de Jehová salieron de la
tierra de Egipto”.
EL TIEMPO DE DIOS CUANDO LLEGÓ FUE NOTABLE, y se presentó como cumplimiento a las promesas divinas.
Veamos en resumen:
1. Dios levantó a un tartamudo: Moisés.
2. Diez plagas de Egipto: vieron
convertirse el agua en sangre, ranas por doquier, piojos en las cabezas de las
egipcias, granizo caer del cielo, tinieblas en todo el país, la muerte de los
primogénitos de los egipcios, etc.
3. Por medio de una vara vieron la gloria de Dios con milagros y prodigios
sobrenaturales.
4. Salen de Egipto; Faraón dice que
sí.
5. Cruzan el mar Rojo.
6. Caminan por la arena de la profundidad de la mar, sin sufrir daños en la
salud. Por allí también pasaron los huesos de José.
7. El caballo y el jinete egipcio que los perseguían se ahogaron en el mar,
cuando éste volvía a su sitio.
8. María y Moisés entonan un cántico
profético.
A PARTIR DE AQUÍ NO CESARON DE VER LA GLORIA DE DIOS.
Estas fueron evidencias que el tiempo de Dios había
venido.
Cuando llegaron
a Canaán y tomaron posesión de ella, sepultaron los huesos de José, quien les
dijo que Dios ciertamente los visitaría; y esa palabra ahora se había cumplido (Josué 24:32) “Y Josué respondió al pueblo:
Vosotros sois testigos contra vosotros mismos, de que habéis elegido a Jehová
para servirle. Y ellos respondieron: Testigos somos”.
ESTAMOS EN EL TIEMPO DE DIOS. Los que Dios habló de nosotros, lo que haría con
nosotros, lo estamos viendo; sus promesas hacia la iglesia se están cumpliendo,
cuando levantó profetas hablando de los tiempos glorioso sobre la iglesia; lo estamos viendo. ¡El tiempo de Dios ha
llegado! ¡Veremos su gloria como nunca antes!
Si estás
tendido en lo pasajero, y ves que el tiempo ha llegado y es firme, hoy te
invito a que te levantes y hagas parte del tiempo de Dios (Rom. 13:11) “Y esto, conociendo
el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca
de nosotros nuestra salvación que cuando creímos”.
AHORA UNA VIDA
RESTAURADA
Las PALABRAS que utiliza TIENEN EL PODER
de calificar o descalificar a otros, a sí mismo, y también de alguna manera el
obrar de Dios en su vida. A Gedeón le está ocurriendo eso en este capítulo,
mira las cosas de una manera negativa. (Jueces
6:12-13) “12 Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está
contigo, varón esforzado y valiente. 13
Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos
ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas,
que
nuestros padres nos han contado, diciendo: No nos sacó Jehová de Egipto? Y
ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas”.
Puede
haber 3 fuentes de donde provienen estas cosas, de Dios, del diablo o de usted
mismo:
DE DIOS: puede haber una
situación que no es de lo mejor, PERO
DIOS HIZO UN PLAN, detrás de todas esas cosas que están pasando hay
algo que Dios quiere traer a su vida. A lo mejor usted dice: ¡esto no viene más!, o ¿qué pasa que no
sucede lo que estoy esperando? Pero, ese
periodo de tiempo (que lo debe transitar firme), usted tiene que utilizarlo
para CONSOLIDAR SU FE y seguir adelante.
DEL ENEMIGO: Puede ser que lo que ocurra venga de parte del enemigo
para que retroceda, se rinda, abandone, baje la guardia y deje de pelear la
buena batalla de la fe. Sin embargo, lo que debe hacer es afirmarse más,
fortalecerse y creerle a Dios. Lo que
utiliza el diablo es CIRCUNSTANCIAL Y PASAJERO, pero lo que Dios le da
es una verdad permanente que lo hace triunfar sobre lo circunstancial.
¡Recibirá discernimiento para utilizar las armas espirituales y lograr que la
victoria se manifieste!
DE USTED MISMO: Puede ser que lo que ocurra sea por usted mismo. Todos tienen algo que corregir. Medite en
sus caminos, hágalo a la luz de la palabra de Dios. HAGA CORRECCIONES,
permita que la palabra lo restaure para dejar fluir de la bendición de Dios
sobre usted. No piense solamente en sí mismo, en lo propio y en lo personal,
fije su mirada en Dios y en su palabra, avance con fe en todo.
Declare: ¡Todas las acciones que voy desarrollando en mi vida las pongo en
línea con lo que Dios ha dicho, responderé al llamado de Dios y encontraré mi
destino de Victoria, amén!
Si hay cosas en su
vida que no están funcionando, observe como Dios habla a su pueblo sobre este
asunto.
En el libro de Hageo, el pueblo había comenzado a ver que no había frutos en
los árboles, que a los animales les iba mal, y que no había cosecha en los
campos. Entonces, se preguntaban ¿Por
qué está pasando esto?, y Dios respondía:
(Hageo 1:5-7) “Pues así ha dicho
Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos. 6 Sembráis mucho, y recogéis poco;
coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os
calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto. 7 Así ha dicho Jehová de los ejércitos:
Meditad sobre vuestros caminos”. Ahora, es tiempo comenzar a corregir el camino
(volver a enfocarse), darle continuidad a la asignación divina, y darle lugar a
la RESTAURACIÓN DE PARTE DE DIOS.
Luego,
vuelve a hablar Dios, diciendo: (Hag
2:8) “Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos. 9 La gloria postrera de esta casa será
mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este
lugar, dice Jehová de los ejércitos”.
La perspectiva en la
cual mira su vida, debe ser a través de la verdad de la palabra de Dios y así
permitir que Cristo se revele y sea formado en usted; y de esta manera irradie
la gloria de Dios en su vida. Entonces, desde ese día empezará a ver
manifestarse las bendiciones a su alrededor.
INDUDABLEMENTE, EN
CUALQUIER DE ESTAS TRES OPCIONES, LA VICTORIA ESTARÁ DE SU LADO porque:
1.- De Dios viene la
bendición y Él siempre lo llevará por CAMINOS de SUPERACIÓN y de alcance
glorioso.
2.- El diablo es su
enemigo y nunca dejará de ser su adversario, pero usted TIENE LA VICTORIA; Dios le dará sabiduría y discernimiento para operar en las actitudes y
acciones correctas.
3.- Si el responsable
es usted por hacer algunas cosas mal, TIENE la GRACIA DE DIOS para corregirlas.
Dios no lo desampara,
le da la palabra, le da sabiduría, y le da el Espíritu Santo. La Victoria en su
vida será mayor, tiene a Cristo y está rodeado de ángeles, ¡hoy verá en su vida
la Gloria de Dios, amén!
PREDICA en Lerma
por: PASTOR Víctor R. Preciado Balderrama
Hola
hermanos les saludo con mucho amor en el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo, y
con un solo propósito de que sean edificados sus vidas y sus ministerios, me
gozo el saludarles y el que Dios me dé la oportunidad de servirles si me lo
permiten, y con todo respeto a su doctrina o denominación, mi único interés es
que corra la Sana Doctrina de Cristo, estoy ofreciendo:
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hagas las modificaciones que a ti te parezcan convenientes. Mi interés es que me des la oportunidad de
servirles pues me queda muy claro que mi llamado no es de ser titular sino el
de servir y que la Sana Doctrina de Cristo corra como un río poderoso arroyando
toda basura de ignorancia.
Por
favor si les interesan estos materiales escríbanme pidiéndomelos a cualquiera
de los siguientes correos, y con mucho gusto y en el amor a Cristo se los
enviaré inmediatamente sin cuestionar nada y que el Espíritu Santo los dirija y los lleve por buen camino, solo
les pido en este mismo amor NO LO
VENDAN: lo recibes de gracia dalo de gracia.
viclaly_57_57@yahoo.com
También les invito con mucho
respeto a todas sus creencias a visitar el BLOGSPOT
que Dios me ha regalado y que, con mucho amor he puesto algunos estudios que
Dios me ha regalado en revelación, Efesios
3:8.
viclaly5757.blogspot.com
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