LA SANA DOCTRINA DE CRISTO NOS ENSEÑA A ESTAR MUY
UNIDOS EN LA FE
Tenemos en este
día un llamado muy importante de parte de nuestro Señor Jesucristo que nos concentremos
con nuestros talentos, y nuestras fuerzas. Como congregación para cumplir
exitosamente nuestra misión principal: (1Pedro
2:9) “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,
pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os
llamó de las tinieblas a su luz admirable”; ¡Encaminar almas hacia la patria celestial! (2Corintios 5:18,19) “18
Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y
nos dio el ministerio de la reconciliación; 19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no
tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la
palabra de la reconciliación”.
De lograrlo, grande será nuestro gozo al ver la reconciliación
y el fuerte desarrollo de la iglesia tanto a nivel congregacional, como en Lerma.
Porque si lo hacemos, la unidad de la iglesia será lograda y sellada. (Isaías
2:2,3) “2
Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la
casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y
correrán a él todas las naciones. 3
Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la
casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus
sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y
de Jerusalén la palabra de Jehová”.
No podemos negar que nuestros talentos, y recursos
"se pueden dispersar"; es más, "tienden a dispersarse"
y, de hecho, están dispersos en muchos
de nosotros, en nuestra capacidad de individuos, como, además, en nuestras
congregaciones y la iglesia universal. ¡Lamentable es la condición para
cualquier individuo! Porque no tienen una meta.
¿Por qué infinidad de personas producen y
alcanzan poco en esta vida? ¿Por qué viven en un plano de pura mediocridad? En
parte, sencillamente, porque no concentran sus fuerzas, talentos y recursos.
¿Por qué hay tantas personas desorientadas, matrimonios
que no llegan al acuerdo que se desquician y dementes en este planeta? Entre
las causas fundamentales se encuentra la siguiente:
no organizan sus pensamientos y
emociones. Sus fuerzas y recursos
intelectuales y espirituales están dispersos. Su carácter y personalidad no
forman un total bien integrado y concentrado sino que están despedazados en partes
que "tienden a dispersarse" o están dispersos. (Juan 15:5) “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece
en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis
hacer”.
Escuchen mensajeros del Señor:
¡Esta es lamentable la condición para cualquier iglesia! ¿Por qué hay matrimonios
que producen y alcanzan poco? ¿Por qué hay matrimonios mediocres? Entre las
razones evidentes hallamos la siguiente: ¡no combinan sus talentos, fuerzas y
recursos, dirigiéndolos hacia la meta fijada por el Señor Jesucristo para toda
congregación, concentrarnos en la ejecución de todo lo que se requiere para
realizar nuestra meta! (1Pedro 2:9) “Mas
vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio,
nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas
a su luz admirable”.
¿Por qué hay matrimonios débiles, desorientados y quizás hasta un tanto desquiciados
espiritualmente? Por la misma razón: ¡no combinan sus
talentos, fuerzas y recursos en un solo sitio y con un solo propósito!
Formulamos una súplica ferviente:
para nuestro bien individual y congregacional, para nuestra integridad, salud y
éxito como obreros y como congregación, ¡aprendamos
a concentrar nuestros talentos, fuerzas y recursos!
Concentrarlos en nuestra misión principal:
¡encaminar almas hacia Jesucristo “anunciando
las virtudes de Jesucristo, en lo que ha hecho en cada uno de nosotros”!
¿HA SIDO TOTALMENTE EVANGELIZADO EN
LA SANA DOCTRINA DE CRISTO ESTE PAÍS?
En este país, ¿ha
tenido toda alma responsable delante de Dios aunque fuese una sola oportunidad
de conocer la Sana Doctrina de Cristo en el evangelio puro y la única iglesia
que Cristo fundó? En términos de evangelismo en denominaciones y religiones,
quizás se haya logrado bastante en este país. Sin embargo, hasta que la iglesia no haya predicado el evangelio puro
de la Sana Doctrina de Cristo a todo hombre, mujer y joven, ¡Nuestra misión estará
incompleta!
Tenemos un ejemplo a seguir en la antigua Jerusalén del
primer siglo de la Era Cristiana una ciudad evangelizada en todos sus
contornos. ¿Qué
fue el fruto de tan intensa y completa evangelización? Muchos miles de
conversiones, según: (Hechos 2:38-47; 4:4; 5:14; 6:7) “38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros
en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del
Espíritu Santo. 39 Porque para
vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están
lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. 40 Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba,
diciendo: Sed salvos de esta perversa generación. 41 Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se
añadieron aquel día como tres mil personas. 42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión
unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. 43 Y sobrevino temor a toda persona; y
muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. 44 Todos los que habían
creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; 45 y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos
según la necesidad de cada uno. 46 Y
perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas,
comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor
añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”.
Los ancianos de aquella iglesia muy crecida dicen al
apóstol Pablo: (Hechos 21:20) “Cuando ellos lo
oyeron, glorificaron a Dios, y le dijeron: Ya ves, hermano, cuántos millares de
judíos hay que han creído; y todos son celosos por la ley”. ¿Ha sido completamente evangelizada esta
ciudad de Lerma, Toluca, Tultepec, San Mateo Atenco, Capulhuac y México en su extensión?
En cualquier ciudad o pueblo debe de existir congregaciones que prediquen la
Sana Doctrina de Cristo. Y así, se pueden proyectar, proporcionalmente, los
frutos (almas salvas) para el lugar que sea.
Tenemos que concentrarnos
y no dispersar los talentos, recursos y fuerzas de los guías espirituales y de las
congregaciones en este país.
Hermanos por favor presten mucha atención a lo que dice
la Sana Doctrina de Cristo a través del mismo Señor Jesús:
(Mat 12:25) “Sabiendo Jesús
los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es
asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá”. "Dispersar", lo contrario de
“concentrar”, significa: Separar. Mover o hacer mover en distintas direcciones
cosas que estaban juntas o formando grupos. Repartir una persona algo como
su atención, su actividad o sus facultades entre muchas cosas. Es Desbandarse, desmandarse, desparramar,
esparcir.
¡Esto es
precisamente lo que nos conviene a matrimonios, individuos, congregaciones o la
iglesia universal!, ¿Están de acuerdo? Separar,
¡no!, sino reunir. Mover o hacer mover en distintas direcciones, ¡no!, sino
enfocar hacia una sola meta. Repartir
nuestra atención y nuestras facultades, ¡no!, sino centrarlas. Desparramar y esparcir, ¡no!, sino
juntar. El propósito de Dios no es
desparramar sino "reunir todas las cosas en Cristo. (Efesios 1:9,10) “9 dándonos a conocer el misterio de su
voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, 10 de reunir todas las cosas en Cristo,
en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los
cielos, como las que están en la tierra”.
El "Río del Poder Divino" es un caudal de
"agua viva" (Juan 7:37-39) “37 En el último y gran día de la
fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed,
venga a mí y beba. 38 El que cree en
mí, como dice la Escritura, de su interior
correrán ríos de agua viva. 39
Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún
no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado”.
Impulsado por fuertes corrientes
espirituales, que fluye hacia la Sana Doctrina de Cristo en nuestro
Evangelismo".
El "agua
viva" es la Sana Doctrina de Cristo
en la Palabra y la Sabiduría de Dios que se reciben por medio de la obra del
Espíritu Santo. Las "fuertes corrientes espirituales" son las fuerzas
en Jesucristo, y los dones y talentos para accionar los miembros de la iglesia.
La gran comisión es hacer llegar la luz divina a las multitudes de almas que
moran sin esperanza en el mundo oscuro del pecado incluyendo iglesias con
alguna religión o bajo alguna denominación. Para hacer resplandecer la luz
salvadora de la Sana Doctrina de Cristo en
la Palabra en muchos pueblos y campos, esta gran comisión necesita recibir
constantemente y abundante cantidad de agua viva.
Por lo tanto,
¡nadie debe desviar las aguas del "Río del Poder Divino" para usos
innecesarios, ni mucho menos para usos egoístas o dañinos, sino dejar que
llegue la mayor cantidad posible de la
Sana Doctrina de Cristo dentro del Evangelismo!
Nuevamente les pido mucha atención porque, lastimosamente,
¡nunca faltan quienes hagan desviar las aguas! Analicemos esta apostasía de la
“Desviación peligrosa de las aguas” del "Río del Poder Divino".
Hay cristianos,
no pocos “ministros”, que desvían las aguas hacia los "Cultivos de Malezas
y Abrojos". (Hebreos 6:7-12) “7
Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce
hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de
Dios; 8 pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser
maldecida, y su fin es el ser quemada. 9
Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores,
y que pertenecen a la salvación, aunque hablamos así. 10 Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo
de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y
sirviéndoles aún.
11 Pero deseamos que cada uno de
vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la
esperanza, 12 a fin de que no os
hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia
heredan las promesas”. Aquí se pierden
muchas aguas, muchas fuerzas y los recursos se malgastan. (Gálatas 5:15) “Pero
si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos
a otros”. ¡Se consumen! Consumen sus fuerzas en discusiones, pleitos, “dimes y diretes”, celos, envidias.
No sobran fuerzas para la misión primordial de evangelizar.
Hay quienes desvían las aguas hacia el "Pozo del
Desánimo". Sucede que este "Pozo del
Desánimo" es como si no tuviera fondo, tragándose gran cantidad de las
aguas del "Río del Poder Divino". (1 Tesalonicenses 5:14) “También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a
los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con
todos”. (Hebreos 12:12) “Por lo
cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas”. (Gálatas 6:9) “No nos cansemos, pues,
de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”.
Por esto es
preciso tomar fuertes medidas para limitar al mínimo la cantidad de “aguas
vivas” que se desvían hacia el "Pozo del Desánimo".
Exhorta el apóstol Pedro: (1 Pedro 3:15) “sino
santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y
reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en
vosotros”.
El apóstol Pablo observa:
(2 Timoteo 2:24-26) “24 Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para
con todos, apto para enseñar, sufrido; 25
que con mansedumbre corrija a los que se
oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la
verdad, 26 y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad
de él”.
Al no seguir la
dirección de la Sana Doctrina de Cristo guiados por el Espíritu Santo, lo que
se produce en muchas situaciones es mucho ruido de aguas que corren
vertiginosamente sobre piedras y escarpados peligrosos. Corrientes impetuosas,
caídas, saltos y cantidad de espuma, lo que significa lamentable pérdida de fuerzas
y recursos.
No caigamos en la trampa de ser siempre aprendices que
nunca tenemos frutos (2 Timoteo 3:7) “Estas siempre
están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad”. Encontramos todavía otros cristianos que
desvían parte del caudal de “las preciosas aguas divinas”, sustrayendo una
porción para llenar el "Lago Pasatiempos". Cristianos egoístas y
mundanos, pues asimismo ameritan ser catalogados, manifiestan que quisieran
pasar el máximo posible de su tiempo en giras, juegos, comidas, pasadías,
retiros, charlas, etcétera.
Por último, los apóstoles cuando surgió la problemática
de las viudas griegas, dijeron: (Hechos 6:1-6) “1
En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración
de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran
desatendidas en la distribución diaria. 2
Entonces los doce convocaron a la
multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la
palabra de Dios, para servir a las mesas. 3 Buscad, pues, hermanos, de
entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y
de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. 4 Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la
palabra.
5 Agradó la propuesta a toda la
multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a
Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía; 6 a los cuales presentaron ante los
apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos”. ¡Debemos imitarlos! No debemos ser prontos para dejar la oración y el
ministerio de la Palabra para "servir a las mesas".
Canalicemos la mayor cantidad posible de, nuestras
fuerzas y corrientes del rio de Dios hacia la gran comisión en el Evangelismo.
Hagamos que se produzca, mucha luz para el mundo en tinieblas. No seamos
culpables de desviar las fuerzas, los talentos y los recursos nuestros o de la
iglesia, para usos egoístas, innecesarios, infructíferos o aun malos. Desviar muchas aguas del "Río del
Poder Divino" significa que ¡sólo un chorrito llegará al Evangelismo! ¡Un
chorrito no basta para hacer llegar la luz a las multitudes que pululan en la
oscuridad de la superstición, la ignorancia y el pecado!
Concentremos nuestros recursos y fuerzas en nuestra
misión primordial: Encaminar almas hacia la Sana Doctrina de Cristo para que
exista una reconciliación con nuestro Dios. El primer resultado de nuestros
esfuerzos, y el más importante, será la salvación de
un gran número de almas que en la actualidad tienen poca o ninguna esperanza de
vida eterna en la tierra nueva, con cielos nuevos que Dios está preparando para
los justos.
El segundo será la consolidación de la unidad de la
iglesia, pues, ¡no podemos concentrar todos
nuestros recursos y fuerzas sin primero unirnos en propósito, Doctrina, mente y
espíritu.
La luz concentrada es poderosa. Todos y cada uno de
nosotros tiene luz, luz de Dios. Cada congregación tiene luz. Si juntamos
nuestras luces, concentrando su poder dentro y fuera de la iglesia,
verdaderamente, seremos "la luz del mundo"
(Mateo 5:14-16) “14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un
monte no se puede esconder. 15 Ni se
enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y
alumbra a todos los que están en casa. 16
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras
buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que están los cielos”. Juntemos nuestras luces para que todos los
seres humanos vean la gloria de Dios en Cristo y su iglesia.
Tenemos que exhortar
a los Hermanos ministros, y decirles que por favor, no se quede usted por allá
aislado con su Luz. La luz concentrada puede encender fuegos. Al juntar y
concentrar nuestras luces, tanto de individuos como de congregaciones, ¡podemos quemar el pasto del pecado y
encender el fuego de Dios en corazones! Al juntar y concentrar nuestras luces,
¡podemos encender el fuego del evangelismo en nuestras congregaciones!
Concentrada la
luz divina y pura de la Sana Doctrina de Cristo en nosotros los cristianos,
Dios la usa para remover el cáncer del pecado y cicatrizar corazones heridos
por Satanás. Mentes unidas. Cuatro
cientos mentes concentradas en una misma tarea pueden lograr maravillas.
Queremos conmover corazones, y moverlos al
arrepentimiento, tan maravillosa y sorprendente obra podemos sí realizarla
cooperando con Dios por medio de concentrar nuestras mentes iluminadas por Dios
en la tarea de la predicación de la Sana Doctrina de Cristo, el evangelio puro
de Jesucristo.
Unidos en la Sana Doctrina de Cristo, podemos
"mover" montañas de problemas y obstáculos. (Mateo 17:20)
"Si tuvieras fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de
aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible".
Si trabajamos juntos podremos hacer grandes proyectos
dentro de la obra de Dios, dirigida por Jesucristo donde los instrumentos somos
tú y yo que estamos dispuestos a buscar más hermanos que quieran caminar en un
mismo sentir, en una misma fe en la Sana Doctrina de Cristo. ¡Hagámoslo así!
Todos juntos, de buen ánimo. Y ¡Veremos maravillas!
Haciendo la aplicación indicada, cinco mil obreros en
los campos espirituales del mundo pueden lograr grandes cosechas si trabajan a
uno.
LAS CONGREGACIONES SON BARCOS PESQUEROS. Se desplazan
por los mares de esta vida, pescando almas. Grande
será su pesca si se ayudan mutuamente, pero, ay de ellas si sus capitanes, y demás
oficiales y marineros comienzan a tirarse los unos a los otros, a romper las
redes y a dañar el equipo, intentando hundirse los unos a los otros.
Los "capitanes y demás oficiales"
son los evangelistas, apóstoles,
diáconos, pastores y maestros de las congregaciones.
Los "marineros" son los demás miembros. Tirarse
los unos a los otros significa que se hacen enemigos, denigrándose o
difamándose entre sí.
Las redes son las obras evangelísticas usadas para
recoger a las almas.
El equipo son los métodos utilizados para extender y
recoger las redes.
Hundirse los unos a los otros significa que algunas
congregaciones intentan hundir a otras.
CONCLUSIÓN.
Concentremos nuestros recursos y fuerzas, trabajando
todos unidos de buena gana, y cumpliremos nuestra misión principal.
¡Encaminaremos a muchas almas, incluso a nosotros mismos, a la patria
celestial, con su nueva Jerusalén y mansiones celestes!
Al hacerlo, no solo salvaremos a muchas almas, sino que
lograremos fortalecer y unificar a todos los cristianos sinceros en todas las
congregaciones que pertenecen a Dios.
Predica por: Pastor
Víctor Ramón Preciado Balderrama
Hola hermanos mi único interés es que corra la Sana Doctrina de Cristo.
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