Predica; 28 de Abril de 2019
LA
VERDAD DEL BIG-BANG VISTO DESDE LAS SAGRADAS ESCRITURAS
Dios
quiere que vivamos esta vida en plenitud, con la esperanza maravillosa de que
lleguemos a vivir la otra vida después de la muerte, la VIDA ETERNA, para la cual Jesús vino a pagar el
precio en la cruz del Calvario. ¡El
plan de Jehová Dios para nosotros es maravilloso! Nuestro Padre
Celestial, que nos creó por AMOR, tiene
un PROPÓSITO concreto para cada uno de nosotros: vivir esta vida en
plenitud, aquella vida de la que Jesús nos habla en el Libro de Juan: (Juan 10:10) “El ladrón no viene sino
para hurtar y matar y destruir; YO he venido para que tengan vida, y para
que la tengan en abundancia”. La teoría del Big-Bang es el modelo
cosmológico predominante para los períodos conocidos más antiguos del universo.
Es por esta razón que muchos seres
humanos le dan la gloria al universo, porque creen y afirman que
el universo estaba en un estado de muy alta densidad y temperatura y
luego se expandió y después, su posterior evolución a gran
escala. Esta teoría es totalmente falsa, porque es solo una teoría y nosotros
tenemos el Manual de las Sagradas Escrituras que nos revelan la Verdad absoluta
de como sucedió desde antes y el inicio de todas las cosas. Antes de la creación dicen las Sagradas Escrituras que solo existía…:
(Juan 1:1) “En el principio era el
Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”. Y cuando comenzó la creación se hizo por la Voluntad de Jehová Dios y
su Hijo Jesucristo quien ha sido el Arquitecto de toda la creación: (Génesis
1:1) “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. Pero, la GRAN EXPLOSIÓN
(big-bang) sucede cuando Jehová
Dios trae las almas para que tengan un GRAN ENCUENTRO con su Hijo Jesucristo.
Esto no se trata de una teoría, esto, es una realidad que se comprueba
diariamente y por ejemplo tenemos la vida de Saulo que iba rumbo a Damasco: (Hch. 9:1 al 21) “1 Saulo, respirando aún amenazas y muerte
contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, 2 y le pidió
cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o
mujeres de este Camino, los trajese
presos a Jerusalén. 3 Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar
cerca de Damasco, repentinamente le
rodeó un resplandor de luz del cielo; 4 y cayendo en tierra, oyó una
voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? 5 El dijo: ¿Quién eres,
Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús,
a quien tú persigues; dura
cosa te es dar coces contra el aguijón. 6 El, temblando y temeroso, dijo:
Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el
Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.
7 Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la
voz, mas sin ver a nadie. 8 Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los
ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco,
9 donde estuvo tres días sin ver,
y no comió ni bebió. 10 Había
entonces en Damasco un discípulo
llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él
respondió: Heme aquí, Señor. 11 Y el Señor le dijo: Levántate, y vé a la calle
que se llama Derecha, y busca en casa
de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, 12 y ha visto en visión
a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que
recobre la vista. 13 Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos
acerca de este hombre, cuántos males
ha hecho a tus santos en Jerusalén; 14 y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender
a todos los que invocan tu nombre. 15 El Señor le dijo: Vé, porque instrumento escogido me es
éste, para llevar MI NOMBRE en presencia de los gentiles, y de reyes, y
de los hijos de Israel; 16 porque YO
le mostraré cuánto le es necesario padecer por MI NOMBRE. 17 Fue
entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo:
Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde
venías, me ha enviado para que
recibas la vista y seas lleno
del Espíritu Santo. 18 Y al momento le cayeron de los ojos como
escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose,
fue bautizado. 19 Y habiendo
tomado alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con los
discípulos que estaban en Damasco. 20 En
seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que éste era el Hijo de
Dios. 21 Y todos los que le
oían estaban atónitos, y decían: ¿No
es éste el que asolaba en Jerusalén a los que invocaban este nombre, y
a eso vino acá, para llevarlos presos ante los principales sacerdotes?”. En las Sagradas
Escrituras, vemos que Jesús tuvo muchas experiencias de diálogo con diferentes
personas y la vida de la gran mayoría de estas personas, que tuvieron un
contacto directo y personal con Jesús, les cambió por completo.
Respecto a esto, quiero afirmar con toda seguridad que, en mi corazón, es sumamente importante que nosotros los
que nos estamos esforzando por obedecer la Sana Doctrina de Cristo, entendamos esto: Si no logramos tener una experiencia
personal con Jehová Dios, por medio de Jesucristo, del Espíritu Santo,
y las Sagradas Escrituras; Será muy
difícil para nosotros entender el PLAN
DIVINO. Los que anhelemos impregnarnos de Jesús, hoy tenemos que darle
lugar a este momento de ENCUENTRO
con Jesucristo, el mismo
encuentro que también vivieron los primeros discípulos, una experiencia tan dinámica y profunda que les estremeció la vida y nunca más fueron los mismos; Porque hubo una gran explosión en su interior, a esto le llamo ¡¡BIG-BANG!!!
Donde dice esta teoría que desde un punto pequeño que es el encuentro explosivo
de transformación y cambio permanente. El verdadero discípulo de Jesucristo
es aquella persona que ha tenido este encuentro con Jesucristo, de tal manera
que su vida, a partir de ese momento, jamás vuelve a ser la misma de antes. Nuestro Padre Celestial nos dice por
medio del apóstol Pablo: (Romanos
8:4) “Para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que NO
andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”. Y también en: (Gálatas 5:16,25) “16 Digo, pues: Andad
en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu”.
Aquí tenemos esta simple instrucción por medio del apóstol Pablo. Nos está diciendo
en términos sencillos; Si el Espíritu
Santo está viviendo dentro de nosotros, démosle el control total de nuestras
vidas. Todos debemos ser
guiados por el Espíritu.
El
Espíritu Santo fue enviado para ser nuestro guía constante e infalible, y habita en todos los que
confiesan a Jesucristo como Señor y Salvador, esto no se trata de
confesión solamente, sino de un encuentro explosivo y Verdadero
que se lleve a cabo el, (Big-bang) en nuestro corazón.
El Espíritu reclama nuestros cuerpos como su lugar de domicilio, reinando en
residencia en nuestros corazones. Cuando
hay una gran explosión donde quiera que suceda, ese lugar nunca podrá ser el
mismo, por fuerza de la explosión sucede un cambio irreversible;
Entonces, cuando tenemos nuestro primer encuentro con Jesucristo se produce una
gran explosión que las Sagradas Escrituras lo llama arrepentimiento: (2 Corintios 7:10) “Porque la tristeza que es según Dios
produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse;
Pero la tristeza del mundo produce muerte”. El resultado de esto es de cambio y
trasformación: (Mateo 3:8) “Haced,
pues, frutos dignos de arrepentimiento”. Y
también (Lucas 8:15) “Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que
con corazón bueno y recto retienen la
PALABRA oída, y dan fruto CON
PERSEVERANCIA”. Dos cosas muy determinantes de que verdad ha existido
una verdadera explosión en el corazón. Si el ser humano que dice que ha tenido
un encuentro con Jesús, pero sigue en las obras de la carne, es que en
realidad, mis amados hermanos NO han existido ese verdadero encuentro: (Gálatas 5:19 al 21) “19 Y manifiestas son las obras de la
carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades,
pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a
estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los
que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”. El Espíritu Santo en
este encuentro toma derecho legal y nos convence de toda Palabra Escrita.
La
mayoría de los cristianos no tenemos problema con aceptar que el Espíritu Santo
nos guíe hacia Jesús. Y
no tenemos ningún problema creyendo que el Espíritu Santo está continuamente
obrando dentro de nosotros, a cada momento. Casi todos nosotros le
hemos llamado un sinnúmero de veces para consuelo durante nuestros tiempos de
crisis. Le damos honor al Espíritu de Jesucristo, predicamos sobre Él,
enseñamos sobre sus dones y fruto. Le oramos a Él, le buscamos, le pedimos que abra
los cielos y reviva a su iglesia. Y muchos cristianos hemos experimentado
manifestaciones genuinas de su Espíritu. Pero me parece que sabemos muy poco
sobre lo que significa caminar en el Espíritu. Si yo les preguntara que significa caminar en el Espíritu,
¿podrían describir lo que es? ¿Podrían explicarlo claramente a cualquiera que
te preguntara? Entendiendo la verdad acerca de caminar en el Espíritu
podría liberar a muchos de la confusión, contiendas, pena, indecisión, hasta la
lujuria de la carne. Así que, ¿cuál es esta verdad? En este Libro, la resume
claramente: (Gálatas 5:25) “Si
vivimos por el Espíritu, andemos
también por el Espíritu”
Hay
solamente dos maneras para un ser humano; Caminar: En la carne, o en el Espíritu.
La carne tiene su propia necia y terca
voluntad, y actúa como le place. Hace cualquier cosa que decida, luego le pide a Dios que
bendiga estas decisiones. Se levanta y declara: <El Señor Jesucristo, me dio una mente lúcida y puedo hacer
decisiones inteligentemente. No necesito esperarlo para dirección. Dios ayuda a
aquellos que se ayudan a sí mismos>. Pero caminar en el Espíritu es lo opuesto. Rendimos nuestra
voluntad a nuestro Padre Celestial, por medio de Jesucristo y del Espíritu
Santo, y confiamos en su voz quieta y apacible para que nos dirija en todo.
Ciertamente, el Espíritu Santo fue enviado para establecer el gobierno pleno de
Jesucristo en nuestras vidas. Las Sagradas Escrituras nos dicen, (Salmo 37:23) “Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y
ÉL aprueba su camino”, y el
Espíritu de nuestro Padre Celestial, es quien hace este mandato u orden. Él
desea guiar y dirigir cada uno de nuestros movimientos.
Sencillamente, hemos de caminar en total sumisión
a Jesucristo y al Espíritu Santo, tal como Jesucristo camino en
constante, absoluta sumisión al Padre.
Jesús testificó: (Juan 5:19) “Respondió entonces Jesús,
y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No
puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre;
Porque todo lo que el Padre hace,
también lo hace el Hijo igualmente”. (Juan 5:30) “No puedo YO hacer nada por mí
mismo; Según oigo, así juzgo; y MI
juicio es justo, porque
no busco MI VOLUNTAD, sino LA
VOLUNTAD del que me envió, la del Padre”. (Juan 6:38,57,58) “38 Porque
he descendido del cielo, no
para hacer MI VOLUNTAD, sino
la Voluntad del que me envió. 57 Como
me envió el Padre viviente, y
YO VIVO por el Padre,
asimismo el que ME come, él
también vivirá por MÍ. 58 Este es el PAN que descendió del CIELO;
No como vuestros padres comieron el maná, y murieron; El que come de este PAN, VIVIRÁ Eternamente”. ¿Cómo podemos
pensar que NO tenemos que depender del Padre para todas las cosas, cuando Jesucristo
mismo dijo que lo hacía? Como amantes y seguidores de Jesús, ¿nos atrevemos a
pensar que podemos hacer lo que nuestro Salvador y Señor no pudo hacer? Jesús esperó en el Padre, siempre
buscando tener la mente de Jehová Dios. Si somos honestos, admitiremos
que el cielo es a menudo el último lugar que tornamos cuando necesitamos
dirección. Las cosas materiales, los
apetitos carnales, te darán un poco de satisfacción por un rato, pero
nada más. Por esta razón
existen personas que están dedicadas solamente a llenar este vacío con algo de
placer por un momento, siempre desearán volver a llenarlo, porque
esta es la única felicidad que logran tener. Casi siempre, corremos
hacia los consejeros, o pasamos horas en el teléfono con nuestras amistades,
buscando consejo: ¿Qué están pensando hermanos? ¿Es una buena idea que vayamos
en esa dirección? ¿Creen que lo debamos hacer? Tristemente, vamos al Espíritu Santo como última opción, si es que
vamos a ÉL alguna vez.
Leamos
un ejemplo maravilloso, de un verdadero encuentro explosivo, en la vida del
apóstol Pedro en el Libro de Lucas: (Lucas 5:1 al 11)
“1 Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se
agolpaba sobre él para oír la Palabra de Dios.
2 Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y
los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. 3 Y entrando
en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose,
enseñaba desde la barca a la multitud. 4 Cuando terminó de hablar, dijo a
Simón: Boga mar adentro, y
echad vuestras redes para pescar. 5 Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda
la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; más en tu palabra echaré la red. 6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces,
y su red se rompía. 7 Entonces hicieron
señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen
a ayudarles; y vinieron, y llenaron
ambas barcas, de tal manera que se hundían. 8 Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo:
Apártate de mí, Señor, porque soy
hombre pecador. 9 Porque por la pesca que habían hecho, el temor se
había apoderado de él, y de todos los que estaban con él, 10 y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de
Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de
hombres. 11 Y cuando trajeron
a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron”. Siempre que tenemos
un encuentro con Jesucristo nos dirá lo mismo que necesitamos apartarnos de lo
terrenal un poco y navegar con Él mar adentro, para que suceda el cambio y la
transformación del milagro más Grande
de todos los tiempos (La
Transformación de un SER HUMANO), porque cuando Jehová Dios hizo los Cielos
y la tierra y todo lo que en ellos hay solo necesitó su Poderosa Palabra y
fueron hechos: (Génesis 1:31) “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera.
Y fue la tarde y la mañana el día sexto”. Pero cuando Jesús hizo milagros solo
declaró la Palabra del Padre y eran hechos los milagros; Pero cuando tuvo que
redimir, tuvo que pagar un precio de sacrificio de muerte para que todo ser
humano pudiera ser transformado a unja nueva criatura en Cristo Jesús: (2 Corintios 5:17) “De modo que si
alguno está en Cristo, nueva criatura es; Las cosas viejas pasaron; He aquí todas son hechas nuevas”.
Esto es un verdadero encuentro con Jesucristo.
EN
LA PRESENCIA DE DIOS, siempre habrá señales muy
importantes de transformación, por ejemplo, en las vidas que por medio de
Moisés salieron de la esclavitud de Egipto para entrar en un desierto para
encontrarse personalmente con Jehová Dios. Por la noche, la nube sobre el
tabernáculo en el desierto se convirtió en un pilar de fuego, un resplandor
cálido en un lugar oscuro: (Números 9:15
al 17) “15 El día que el
tabernáculo fue erigido, la nube cubrió el tabernáculo sobre la tienda del
testimonio; y a la tarde había sobre el tabernáculo como una apariencia de
fuego, hasta la mañana. 16 Así era
continuamente: la nube lo cubría de
día, y de noche la apariencia de fuego. 17 Cuando se alzaba la nube del tabernáculo, los hijos de Israel
partían; y en el lugar donde la nube paraba, allí acampaban los hijos de Israel”.
La
dirección de la nube representa la conducción del bendito Espíritu de nuestro
Padre Celestial. Ahora no tenemos que esperar esas señales de la PRESENCIA y dirección DIVINA, puesto que la promesa es
segura para todo el Israel espiritual de Dios, que Él nos guía por su consejo.
El pueblo de Israel siempre seguía a esta nube sobrenatural como quiera que los
dirigía. Cuando se elevaba sobre el tabernáculo, la gente sacaba las estacas de
sus tiendas y la seguían. Y dondequiera que la nube se detenía, la gente también
se detenía y levantaban sus tiendas. Se
movían o permanecían de acuerdo a su clara dirección. (Números 9:18,19) “18 Al mandato de
Jehová los hijos de Israel partían, y al mandato de Jehová acampaban; Todos los
días que la nube estaba sobre el tabernáculo, permanecían acampados. 19 Cuando la nube se detenía sobre el
tabernáculo muchos días, entonces los hijos de Israel guardaban la ordenanza de
Jehová, y no partían”. Los israelitas
eran cuidadosos de moverse solamente como la nube se movía, porque sabían que era la guía provista
por Jehová Dios. Podía moverse todos los días, o todas las semanas y
entonces no otra vez por meses. Sin
embargo, de día o de noche, la gente siempre se movía según los dirigía. (Números
9:22,23) “22 O si dos días, o un
mes, o un año, mientras la nube se detenía sobre el tabernáculo permaneciendo
sobre él, los hijos de Israel seguían acampados, y no se movían; mas cuando
ella se alzaba, ellos partían. 23 Al mandato de Jehová acampaban, y al mandato
de Jehová partían, guardando la
ordenanza de Jehová como Jehová lo había dicho por medio de Moisés”.
Esta nube en los tiempos de Moisés,
eventualmente ascendió al cielo. Pero otra nube descendió del cielo siglos
después, en el Aposento Alto en Jerusalén: (Hechos
1:8) “Pero recibiréis poder, cuando
haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. El
Espíritu Santo—el mismo Espíritu que se posaba sobre el tabernáculo en el
desierto—bajó y se posaba sobre 120 adoradores quienes se habían reunido en el
Aposento Alto después de la muerte de Jesús. Esta nube bajó aún más, hasta la
misma habitación donde la gente estaba sentada, y permaneció sobre las cabezas
de las personas como si fueran lenguas de fuego.
Aplicación
práctica para hoy. Nosotros
quienes amamos a Jesús hoy también tenemos una nube que seguir.
Podremos estar llenos del Espíritu Santo, orando y cantando alabanzas en el
Espíritu, o experimentando manifestaciones del Espíritu Santo, pero nosotros
todavía nos tenemos que comprometer a tomar ordenes de nuestro Rey Jesucristo. Si no esperamos su dirección en todas
las cosas, simplemente no estamos caminando en el Espíritu. La instrucción de nuestro padre
Celestial por medio del aposto Pablo hace esta distinción clara: (Gálatas
5:25) “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu”. Debemos dedicarnos con fervor a
mortificar las obras del cuerpo y a caminar en la vida nueva sin desear
la vanagloria ni desear indebidamente la estima y el aplauso de los hombres, sin provocarse ni envidiarse mutuamente,
sino buscando llevar estos buenos frutos con mayor abundancia, que son, a
través de Jesucristo, para la alabanza y la gloria de Dios.
Consideremos
estas promesas que Jehová Dios nos ha hecho y a ver si tu respuesta es: “SÍ Y AMÉN”: Nuestro Padre Celestial nos ha establecido,
sellado, llenado y ungido con su Espíritu Santo. (2 Corintios 1:21,22) “21
Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, 22 el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones”.
No puedes caminar en el Espíritu hasta que creas que estás lleno del Espíritu
Santo. Y la verdad es, que el Espíritu Santo está con nosotros en todo tiempo,
aún cuando hemos caído en el pecado.
Es
más, necesitamos tanto al Espíritu santo, cuando hemos hecho el mal, como
cuando hemos hecho el bien: (1Jn 2:1) “Hijitos míos, estas cosas os
escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para
con el Padre, a Jesucristo el justo”. Les pregunto: ¿Hay alguna posibilidad de
un “quizás” en tu mente? Si todas las promesas del Señor son sí y amén,
entonces deben ser así en nuestras vidas. Tenemos que determinarnos a creer,
que el Espíritu Santo vive en nosotros. Jesús prometió que el Espíritu Santo “estaría con
vosotros para siempre” y que nos enseñaría todas las cosas y nos recordará todo
lo que Él nos ha dicho: (Juan 14:16,17,
26) “16 Y yo rogaré al Padre, y
os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir,
porque no le ve, ni le conoce;
pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y
estará en vosotros. 26
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el
Padre enviará en MI NOMBRE, Él os enseñará todas las cosas,
y os recordará todo lo que YO os he
dicho”. En resumen, el
Espíritu llena nuestras mentes con la verdad y nos guía a través de esa verdad.
Así
que,
¿Pueden decir Amén, Padre, que sea así en mi vida?
Jesús prometió que el Espíritu será nuestra voz interior para
guiarnos, para glorificar a Cristo dentro de nosotros, y enseñarnos las cosas
por venir. (Juan 16:13)
“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, ÉL
os guiará a toda la VERDAD; porque no hablará por su propia cuenta,
sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de
venir”. ¿Parece demasiado bueno que el
Espíritu quiera dirigir cada paso de tu vida? ¿O pueden decir, “Sí Señor
Jesucristo, que así sea? Jehová Dios ha prometido proveernos con
dirección para todos nuestros caminos. (Proverbios 3:6) “Reconócelo en todos tus caminos, y ÉL enderezará tus veredas”.
¿Has aceptado Su dirección en tus idas y
pensamientos, literalmente, cada paso de tu semana, tu día, este momento? ¿Te
has comprometido totalmente a este tipo de caminar? ¿Es un sí y un amén para
ti?
Ha
habido muchas veces cuando no oí la voz del Espíritu.
Es más, puedo escribir un libro de
todas las veces que corrí a hacer mi propia cosa, siguiendo mi propia
dirección, y las cosas fueron terriblemente mal. Sin embargo, he aprendido a través de los años a oír la voz queda y
apacible del Espíritu Santo. Y me he
determinado a decir “sí y amén” a Su gobierno absoluto en mi vida. Sé que me guiará en toda la verdad, que
me guiará a donde el quiere que vaya, y que me mostrará cosas por venir las
cuales el quiere que sepa. Sí, puedo testificar que tal vida es
posible. Y, tal como Él me enseñó, solo digo sí. ¿Y tú lo harás?
Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor. Si usted no tiene la intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de
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cristianos, se permite fotocopiar esta hoja (por favor no cambiar el texto).