lunes, 23 de noviembre de 2015

QUITARÉ EL CORAZÓN DE PIEDRA, Y LES DARÉ UN CORAZÓN DE CARNE

QUITARÉ EL CORAZÓN DE PIEDRA, Y LES DARÉ UN CORAZÓN DE CARNE
(Eze 11:19,20) “19 Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne, 20 para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios”.

Jehová Dios ha prometido, mis amados hermanos,  un cambio de corazón para sus hijos.  Porque esto es lo que necesitamos nosotros, es una realidad en el ser humano que través del profeta (Ezequiel 11:19) dice Dios: “y les daré un corazón y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne”. 

Y les daré un corazón de carne y lo vuelve a repetir en el capítulo (Ezequiel 36:26) “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne”. Pero en (Ezequiel 18:30-32) dice: “30 Por tanto, yo os juzgaré a cada uno según sus caminos, oh casa de Israel, dice Jehová el Señor. Convertíos, y apartaos de todas vuestras transgresiones, y no os será la iniquidad causa de ruina. 31 Echad de vosotros todas vuestras transgresiones con que habéis pecado, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué moriréis, casa de Israel? 32 Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, y viviréis”. Y en (Ezequiel 36:27,28) dice: “27 Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra. 28 Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios”.

La cuestión aquí es el entendimiento mucho más que el conocer la Palabra de Dios porque habían transcurrido como 700 años  más o menos de estos mensajes  y todavía los religiosos de la época de Jesús no lo entendían. Hoy día muchos actúan igual  leen escuchan pero su entendimiento está cegado por sus propios razonamientos humanos, sus razonamientos religiosos casi diría buscan a veces en la Biblia, pero no conocer el mensaje de lo que está revelando Dios en su Palabra de la Sana Doctrina de Cristo. Sino que buscan en la Biblia para apoyar  algún versículo para apoyar sus propias ideas.  Pero Jesús vino a darnos la Suprema revelación. 
Y quienes la entienden, la revelación de Dios, por ejemplo el apóstol Pablo dice en (2 Corintios 3:14-18) “14 Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado. 15 Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. 16 Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. 17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”. 
Aquí está la clave mis amados hermanos. La Sana Doctrina de Cristo por medio del apóstol Pablo dice, para que podamos entender, la revelación en la Sana Doctrina de Cristo Entonces. Tenemos que Convertirnos de verdad de todo corazón haciendo que la Palabra de Jehová Dios sea una realidad en nuestras vidas. Dice en 2de Corintios que acabamos de leer: cuando se conviertan al señor.  En el momento en que la gente se convierta al señor.
Que  crean en la Sana Doctrina, y que cambien de corazón que  nazcan de verdad de nuevo y quiten toda hipocresía que lo único que hacen es engañarse así mismos.  Que reciban el Espíritu Santo de Jehová Dios, en su corazón entonces van a pasar a entender la revelación. Entonces podrán entender este cambio de corazón. Mis amados hermanos les invito a leer en el evangelio de (Juan 3:1-21) “1 Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. 2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. 3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. 7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. 8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. 9 Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto? 10 Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto? 11 De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio. 12 Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales? 13 Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo. 14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, 15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. 19 Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. 20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. 21 Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios”.

Un nuevo nacimiento. La regeneración es un acto por el cual Jehová Dios da vida eterna al que cree en Jesucristo. Como resultado el creyente viene a ser parte de la familia de Jehová Dios  con una nueva capacidad y un deseo de agradar, a su Padre celestial. En la Sana Doctrina de Cristo usando al evangelista de Juan dice: (Juan 1:12,13) “12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios”.
Somos renacidos por voluntad de Dios. (Santiago 1:18) dice: “El, de su voluntad, nos hizo nacer por la Palabra de Verdad, para que seamos primicias de sus criaturas”. En (1 Pedro 1:22,23) dice: “22 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad,  mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente,  de corazón puro; 23 siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre”. Además quiero que leamos en (1 Juan 3:9) “8 El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio.  Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 9 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios”.
Eres tu maestro de Israel y no sabes esto? Le preguntó  Jesús a Nicodemo. Es verdad que muchísimas personas son ya maestros en muchas áreas de conocimiento incluyendo doctores en teología como Nicodemo pero no entienden la Sana Doctrina de Cristo. El apóstol Pablo  escribiendo a los Corintios dice: (1Cor 1:18) “Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios”. Poder de Dios.  Y dice más adelante: (1Cor 1:19-31) “19 Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé el entendimiento de los entendidos. 20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? 21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. 22 Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; 23 pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; 24 más para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. 25 Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. 26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios,  para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia. 30 Más por Él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; 31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor”. Mis amados hermanos muchos de ustedes están luchando con las inclinaciones malas del corazón y desearían experimentar un cambio de pensamiento un cambio de los profundos deseos del corazón.  Solamente si crees a la Palabra de Dios  y crees a la Palabra Viva, encarnada  Jesucristo es la única manera de experimentar un cambio de vida, vida eterna.

En este tiempo, en el que más personas que nunca son tratadas de depresión, y en la comunidad científica ha dado a saber que los antidepresivos son poco, o nada efectivos, es cuando se manifiesta, el desconocimiento que el hombre tiene de sí mismo, como individuo y como comunidad. El corazón afligido es además la principal causa de la mayoría de las enfermedades, no solo de las emocionales. Como dice (Proverbio 14:10) “El corazón conoce la amargura de su alma; Y extraño no se entremeterá en su alegría”. Necesitamos una vida interior en armonía entre nuestro espíritu, cuerpo y nuestra alma porque nuestro intelecto discierne lo espiritual y lo sentimental. Nuestro Maestro y Doctor espiritual de nuestras almas, nuestro Señor Jesucristo enseña en: (Mateo 5:8) “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”.

Dios llama a nuestra puerta y envía a Su Hijo Jesucristo abriéndonos Él a nosotros la puerta de Su corazón; si queremos recibirle. (Ap. 3:20) “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”.

El ser humano ha evolucionado mentalmente, pero su corazón no ha cambiado. Dios conoce y pesa nuestros corazones desde antes de la creación del mundo. El corazón del hombre sigue siendo el mismo que al principio, por este motivo Jehová Dios nos habla al corazón, esto es, a nuestra alma, con el Evangelio, la buena nueva para el corazón. Ninguna otra Palabra tiene el Poder de transformar al hombre en su corazón como Jesucristo y el Reino de Dios.
Cuando el Señor rasgó el velo en el Lugar Santo al morir en la Cruz, el velo que realmente estaba quitando fue el de Su corazón. (Mar 15:37,38) “37 Mas Jesús, dando una gran voz, expiró. 38 Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo”. En esta ocasión en realidad el velo de muchos corazones se rasgó. Para que la revelación de la Sana Doctrina de Cristo nos sea revelada como en el caso del apóstol Pablo cuando tuvo su encuentro; (Hechos  9:3-6) “3 Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; 4 y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? 5 Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. 6 El,  temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer”.
(Hechos 9:10,13,15,16,20-22) “10Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. 13Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén. 15El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; 16porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre. 20En seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que éste era el Hijo de Dios. 21Y todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿No es éste el que asolaba en Jerusalén a los que invocaban este nombre, y a eso vino acá, para llevarlos presos ante los principales sacerdotes? 22Pero Saulo mucho más se esforzaba, y confundía a los judíos que moraban en Damasco, demostrando que Jesús era el Cristo”.

El corazón espiritual dónde se encuentra nuestra alma se encuentra entre las entrañas, y es en realidad algo mucho más complejo, que el sistema cardiovascular que es un corazón de carne, en el espiritual se mueven todas las emociones y en el de carne se mueve solo sangre.

Aunque la Ley pone el velo a la presencia de Dios y debe por ello cumplirse para acceder, a través del sacerdote y por la sangre del "sacrificio"; bajo la gracia, sin embargo y por la Sangre de Cristo, (Hebreos 10:19-22) 19Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, 20por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, 21y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura”.

La relación de Dios con nosotros es de una profundidad espiritual tan grande que no es posible entenderla. (1Pedro 1:19,20) “19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, 20 ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros”.

El amor entre Dios y el hombre es el centro de atención de la vida celestial, además de la terrenal, y es tan profunda que cuando uno se enamora de Jesucristo, ya no se puede vivir sin Él, ya no se puede concebir la vida sin Aquel Príncipe de Paz de (Isaías 9:6) “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”, Príncipe que dio Su vida por nuestra alma y nos ha ido a preparar moradas para llevarnos con Él, tras las Bodas del Cordero. Cuando el Señor habla, lo hace al corazón; lo hizo desde la Cruz a través de Su obra, de este modo vemos que el habla espiritual no es solamente el audible, sino el que toca el corazón por Su Espíritu Santo, por Su presencia, por sueños, etc.
Jehová Dios habla con autoridad porque ha dado el corazón de su Hijo Jesús para ganar el nuestro. Un ejemplo de hombre que habló al corazón fue José, en Egipto, (Génesis 50:21) “Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón”, cuando habló a sus hermanos que le habían vendido como esclavo, ahora salvándoles del hambre.
La obra de Cristo transforma nuestro corazón, que tras recibirle puede emanar Amor de Dios para otros como nos lo enseña en (Juan 13:34) “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros”.

Nuestro ánimo dependerá estrechamente de la relación que tenemos con Jehová Dios a través de nuestro Señor Jesucristo y de cómo está nuestro corazón, si nuestra alma está en paz, en la paz de Cristo, si nuestra vida es una vida dirigida por el Espíritu Santo de Dios y el amor a nuestro prójimo. La ansiedad es el estado opuesto al gozo, por lo tanto si vivimos para Cristo no cabe la ansiedad.

Una cristiano que ha nacido de nuevo entonces el Espíritu Santo, entra en él (Juan 3:3) “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”. Nuestro Señor Jesucristo dice que por sus frutos los conoceréis, los frutos del corazón Cristiano son el reflejo del fruto del Espíritu Santo: (Gálatas 5:22,23) “22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”.

Por otro lado vemos la esencia del corazón de Jesucristo: (Mateo 9:13) “Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque NO he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento”. (Santiago 2:13) “Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio”. Jesucristo enseña que lo más importante de la Ley es: La justicia, la misericordia y la fe. (Mateo 23:23) “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. El corazón que busca la justicia es una fuente de ánimo y de valor para el hombre. El corazón Cristiano es un corazón de justicia y un corazón valiente.

Ahora veremos algunos ejemplos bíblicos de que de verdad necesitamos un corazón nuevo no uno que se pueda formar por voluntad propia, si no con el Poder de Jehová Dios, por medio de Jesucristo y edificado a través del Espíritu Santo.
(Génesis 6:5) “5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. 6 Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. 7 Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. 8  Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová”. Si hermanos, la naturaleza del corazón humano es maligna, porque el hombre cree que sólo, sin Dios, puede vivir felizmente bajo el libre albedrío. Si vivimos como Noé hallamos gracia ante Sus ojos y somos bendecidos, esto es si recibimos Su plan de salvación, Su Hijo Jesucristo.

El ejemplo del Rey David cuando Jehová Dios le mudó su corazón: (1Samuel 10) “6  Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre. 7 Y cuando te hayan sucedido estas señales, haz lo que te viniere a la mano,  porque Dios está contigo. 8 Luego bajarás delante de mí a Gilgal; entonces descenderé yo a ti para ofrecer holocaustos y sacrificar ofrendas de paz. Espera siete días,  hasta que yo venga a ti y te enseñe lo que has de hacer. 9 Aconteció luego, que al volver él la espalda para apartarse de Samuel, le mudó Dios su corazón; y todas estas señales acontecieron en aquel día”.

El Espíritu Santo viene sobre nosotros, una vez hemos nacido de nuevo y nos muda en otro hombre, cambia nuestro espíritu, nuestro corazón a un corazón de rey. (Apocalipsis 1:6) “y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a Él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén”.

El Salmo 141 nos muestra la intención de un corazón que ama a Dios, la petición de que nuestra voluntad y pensamiento sean guardados, que nuestro corazón no sea llevado por la carne ni por el mundo. (Salmos 141:3) “2 Suba mi oración delante de ti como el incienso, el don de mis manos como la ofrenda de la tarde. 3 Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios. 4 No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, a hacer obras impías con los que hacen iniquidad; Y no coma yo de sus deleites”.

Espíritu Santo es la fuerza motivadora del hombre. Dios nos lo revela al cambiar nuestro corazón. El corazón es como un arca donde se guardan los sentimientos y el conocimiento. (Proverbio 4:23) “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”.

Corazón engañoso y perverso si no se ha nacido de nuevo. Dios Prueba el corazón para hacerlo sujeto a Jesucristo. Jehová Dios nos advierte que si no vamos de la mano de Jesucristo, nuestro propio corazón nos traicionará engañándonos para buscar los fines de la carne. Nuestra alma que se encuentra en nuestro corazón, debe alimentarse de la Palabra revelada por el Espíritu Santo. Cada día, hemos de orar a Jehová Dios para que sea Su Santo Espíritu quien nos guíe, y cada una de las decisiones del día las pongamos en Sus manos. (Jeremías 17:9,10) “9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? 10 Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras”.

Daniel es un fiel ejemplo de discípulo que vive en amistad personal con Dios, en el amor y honra de Su Dios y Padre. Si de esta forma imitamos a Daniel, el Señor nos hará entender Su pensamiento y lo compartirá con nosotros. (Daniel 10:12) “Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido”.

Nuestras ideas y proyectos debemos siempre traerlos ante Dios, no dejarlos en nuestro corazón escondido, sino preguntarle a Dios en el nombre de Jesucristo si son de Él o no, y si no lo son debemos desecharlos. Haga la prueba, sea como Gedeón, Jueces 6, que pidió a Dios señales para saber si le bendeciría antes de ir a la guerra contra los madianitas. Nosotros debemos pedir señales ante grandes decisiones de nuestra vida. Dios siempre nos habla, pero debemos buscarle en oración, y una vez recibida la respuesta, obedecerla. (Mateo 6:19-21) “19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen,  y donde ladrones minan y hurtan; 20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. 21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”.
En la Sana Doctrina de Cristo nos muestra cómo podemos conocer a las personas con las que hablamos. De sus bocas sale lo que hay en sus corazones, solo hay que escuchar, por cierto una acción que no muchos saben ni quieren hacer. Por esto tenemos dos orejas y una boca, para escuchar el doble de lo que hablamos. Santiago 3 nos recuerda que debemos ser prudentes porque la lengua es un arma de doble filo. (Mateo 15:16-20) “16 Jesús dijo: ¿También vosotros sois aún sin entendimiento? 17 ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina? 18 Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. 19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. 20 Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre”.

He aquí la petición: que todos los hermanos seamos de un corazón y de una misma alma. Creo que la Cristiandad que están en religiones, con tantas denominaciones deberán dar cuentas a Jehová Dios de porqué tiene que haber tantos grupos distintos cuando Él solo le entregó a su Hijo Jesús su Sana Doctrina de Cristo y Dios mismo lo afirma en: (2Juan 1:9) “Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la Doctrina de Cristo,  ése sí tiene al Padre y al Hijo”. (Hechos 4:32,33) “32 Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. 33 Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos”.

Si asemejamos la religión manipulada por el hombre para someter a otros, para obtener lucro y para dominar las almas, lo cual vemos, además en todas religiones, en gran parte de la Cristiandad, esta es la apostasía, (2Tesalonicenses 2:3,4) “3 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, 4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios”. Todas las religiones en conjunto lo que han logrado es separar al pueblo de Jehová Dios, lo que debemos de entender es que Jesús trajo una Enseñanza diferente a cualquier religión establecida y fundamentada en pensamientos de hombres que se mueven en emociones no en el Espíritu Santo, por esto es que no hay frutos.

¿Por qué es tan peligroso estar en una religión falsa? Porque la Palabra de Dios dice: (Apocalipsis 18:2,3) “2 Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. 3 Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites”. A los discípulos les debemos dar a conocer a Jesucristo vivo y a establecer una relación personal con Dios en la que dependan de la Palabra Escrita, revelada por el Espíritu Santo, para que sus corazones sean confortados y no dependan de la estructura humana, sino que entiendan todos los de buena voluntad que la Iglesia somos todos los que hemos creído en el Hijo de Dios y le esperamos, habiendo transformado nuestros corazones y trabajando en ellos cada día para que emanemos el Amor de Dios entre nosotros, donde se encuentra el Reino de Dios hasta que Él venga.

La palabra judío, si con ella se entiende a un miembro del pueblo de Dios, es aquél que Dios ha quitado su corazón de piedra, y ha puesto uno de carne esto es que ha descubierto su alma de toda carnalidad para amar, como hace Jehová Dios con nosotros, de forma fraternal y verdadera. Según leemos, ser judío o cristiano, si ambos han recibido a Jesucristo, es lo mismo. Las religiones deben tener este punto claro, así como todas las denominaciones Cristianas. (Romanos 2:28,29) “28 Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; 29 sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios”.

Siendo renacidos por el Espíritu Santo, nos muestra la Sana Doctrina de Cristo por medio del apóstol Pedro, como hemos venido viendo, de esta forma nuestra alma es purificada y nuestro corazón puede amar entrañablemente.

Esta es la actitud que yo espero de un hermano/a, que sea mi amigo, no un orden jerárquico de sometimiento, de acusación y de condenación, como vengo escuchando y me viene escribiendo de todo el mundo los hermanos, con respecto a sus iglesias, una vergüenza. (1Pedro 1:22,23) “22 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; 23 siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre”.

Si tus hermanos, sean ancianos, obispos, diáconos, todos se consideran dentro de un sistema babilónico, huyan no sea que cayendo el castigo del Señor los atrape adentro. (Apocalipsis 18:4,5) “4 Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella,  pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; 5  porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades”.

PREDICADOR DE LA SANA DOCTRINA DE CRISTO: Pastor Víctor Ramón Preciado Balderrama; Hola hermanos les saludo con mucho amor en el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo, y con un solo propósito de que sean edificados sus vidas y sus ministerios, me gozo el saludarles y el que Dios me dé la oportunidad de servirles si me lo permiten, y con todo respeto a su doctrina o denominación, mi único interés es que corra la Sana Doctrina de Cristo. Mi interés es que me des la oportunidad de servirles pues me queda muy claro que mi llamado no es de ser titular sino el de servir y que la Sana Doctrina de Cristo corra como un río poderoso arroyando toda basura de ignorancia. Por favor si les interesan estos materiales escríbanme pidiéndomelos a cualquiera de los siguientes correos, y con mucho gusto y en el amor a Cristo se los enviaré inmediatamente sin cuestionar nada y que el Espíritu Santo los dirija y los lleve por buen camino, solo les pido en este mismo amor NO LO VENDAN: lo recibes de gracia dalo de gracia.
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