lunes, 23 de noviembre de 2015

LA ESPADA DE DOS FILOS; LA SANA DOCTRINA DE CRISTO NOS ENSEÑA QUE EL ENOJARNOS TANTO NO ESTÁ BIEN

LA ESPADA DE DOS FILOS; LA SANA DOCTRINA DE CRISTO
NOS ENSEÑA QUE EL ENOJARNOS TANTO NO ESTÁ BIEN

(Hebreos 4:12,13) “12 Porque la Palabra de Dios es Viva y Eficaz, y más Cortante que toda Espada de Dos Filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. 13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”. Después de haber leído esta Poderosa Verdad, quiero empezar diciéndoles que este tema es de los más difíciles que Jehová Dios me ha dado para compartirles ya que antes de darme nuestro Dios su Espada la afiló por los dos lados y quedó con un filo muchísimo mejor que una espada “Samurái” y les confieso que llegó cortando mi vida pero seguramente te cortará a ti también y por esto te invito a pedirle la ayuda a Jehová Dios para que podamos controlar nuestras emociones y seguir su consejo por medio de la Sana Doctrina de Cristo que nos dice: (Sal 37:8) “Deja la ira y desecha el enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo malo”. Y la Sabia y Sana Enseñanza agrega en: (Prov 15:1) “La blanda respuesta quita la ira: más la palabra áspera hace subir el furor”.

Debemos de crecer en el Señor Jesucristo y tomar ejemplo de nuestro Padre celestial. Tal como Jehová Dios es, así también debemos ser nosotros, (Sal 103:8-10) 8Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia. 9No contenderá para siempre, ni para siempre guardará el enojo. 10No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados”. Además el único que tiene razón justa para enojarse es Jehová Dios. Porque su enojo es un enojo justo, pero el enojo del hombre es mayormente dañino. Dios vive enojado con el pecador y con el desobediente (porque no le busca). Dios estuvo enojado con el pueblo de Israel a causa de su deslealtad y su desobediencia pero aun así, Dios es lento para la ira y grande en misericordia.

Como aclaración esta Palabra es para todos los que decimos ser cristianos ya sean mundanos, carnales o espirituales: (Mateo 5:22) “Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: NECIO (persona que insiste en los propios errores y se aferra a ideas y posturas equivocadas, demostrando con ello su poca inteligencia, que tiene palabras necias y oídos sordos), a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: FATUO (persona que se muestra engreído en su actitud y comportamiento en su manera de hablar porque habla y se comporta convencida de su superioridad con respecto a los demás), quedará expuesto al infierno de fuego”. (Efesios 4:26,27) “26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al diablo”.
Busquemos la ayuda de Jehová Dios Todopoderoso y sigamos su divino ejemplo que nos dio por medio de su Hijo Jesús que fue colocado en situaciones muy difíciles jamás se encolerizó ni perdió el control sobre sí mismo.
Jesús es nuestro ejemplo. Sigámoslo. Vivamos como Jesús vivió y venceremos como Jesús venció. A medida que oramos acerca de nuestra ira, Dios nos ayudará a encontrar formas constructivas y creativas para manejarla.




Nuestra relación con Jehová Dios determina nuestra relación con nuestra pareja y con nuestro prójimo. El no tener las cuentas claras con nuestros semejantes nos puede impedir el que Jehová Dios acepte nuestra ofrenda como: Adoración, Oración, Alabanza, Cántico, Predicación, Enseñanza, Profecía, Ministerio, Etc. El cristiano es perdonado por medio del sacrificio que hizo Jesucristo.
(Colosenses 1:12-14) “12 con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; 13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”. Por lo tanto, quien se diga cristiano y sin embargo se deje arrebatar constantemente por la ira, demuestra que Jesucristo no ha llegado aún a su corazón.

Vamos analizar el ENOJO porque es el principio de nuestra desgracia, desastre, desventura, fatalidad, y termina en tristeza porque es el terreno de la carne donde acabamos de dar el primer paso a la calamidad: EL ENOJO puede hacernos perder las bendiciones espirituales que Dios tiene para los que le buscan por ejemplo tenemos a Naamán: (2Reyes 5:9-14) “9 Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo. 10 Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Vé y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio. 11 Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra. 12 Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado. 13 Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio? 14 El entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio”. Este general del ejército del rey de Siria por poco pierde su bendición espiritual departe de Jehová Dios, debido a su enojo. Pero reflexionó y obedeció y el resultado fue que su piel leprosa se transformó a la de un recién nacido.

EL DIABLO HACE CONFUNDIR LOS SENTIMIENTOS DEL ENOJO, siempre pasa que es el pronóstico de una tempestad en tu vida en la cual corres el gran peligro de hundirte hasta el grado de ahogarte y de paso te llevas contigo a los que dices amar. A pesar de que existe un número casi ilimitado de situaciones que pueden hacernos enojar, la mayoría se pueden clasificar en tres áreas: heridas, frustración y temor.

Las heridas: nos hacen sentirnos vulnerables, y para la mayoría de las personas y  el enojo es un mecanismo de defensa automático. Enojarnos con nuestro cónyuge o prójimo crea un muro entre nosotros, que nos hace sentir que estamos siendo protegidos de sentirnos aún más heridos es una reacción involuntaria.
El temor: a menudo es asociado con vulnerabilidad y debilidad. Algunas personas, especialmente los hombres, se sienten más cómodos en expresar enojo en lugar de temor, y podrían reaccionar con enojo ante situaciones en las que se sienten ansiosos o temerosos.
La frustración: en la vida diaria son caminos sin salida: ¿Qué es, en realidad, vivir frustrado? Podemos encontrar expresiones visibles de la frustración casi en cualquier área de la vida, pero vamos a dejar que la palabra de Dios misma nos lo muestre.


(Eclesiastés 1:3; 2:11) “3 ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol? 11 Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol”.
Cada vez más personas en nuestra sociedad se identifican con estas palabras de Eclesiastés: y viven con una sensación de que todo es absurdo, que están en un viaje a ninguna parte, de que la vida no tiene sentido. Siempre que alguien quiera hacer o que haga algo por sus propios medios encontrará un vació y encontrará que es absurdo el esfuerzo, porque es una vida sin Dios, la frustración ha sido compañera inseparable del ser humano desde siempre.

La Sana Doctrina de Cristo nos dice: CÓMO EXPRESAR EL ENOJO DE FORMA AMOROSA
Cuando nos enojemos No debemos de actuar hasta después de haber examinado bien la situación, y antes de actuar, estar muy seguros de que se puede ejercer el autocontrol, como nos instruye Dios en: (Proverbios 29:11) "El necio desfoga toda su pasión, el sensato acaba por aplacarla” Si no estamos seguros debemos respirar profundamente, y tomar un momento para pensar sobre lo que pasa. El desahogo físico es bueno para esto. Si la ira nos tiene acalorado, debemos salir a correr, pasar un par de horas en una actividad sana.

Constantemente es muy recomendable: Examinar nuestros sentimientos para saber si estamos sintiendo dolor, disgusto o ira. En caso de ser ira debemos estar conscientes de nuestro enojo, cuando nos enojamos, el poder de este sentimiento puede obstruir nuestra habilidad para pensar claramente. Recordemos cuando fue la última vez que nos enojamos. ¿Qué tan claro pensaba? ¿Qué tan a menudo estamos conscientes de nuestro enojo? Tenemos que preguntarnos si nuestra ira está justificada, ya que a veces nuestra percepción podría ser errónea o quizás nos hemos ofendido por cualquier cosa debido a la ira vieja que hemos acumulado; o a que nos sentimos de algún modo inferiores y por eso reaccionamos con ira.

Ahora analicemos otro ejemplo bíblico en la vida de Jonás: (Jonás 4:1-11) “1 Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó. 2 Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal. 3 Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida. 4 Y Jehová le dijo: ¿Haces tú bien en enojarte tanto? 5 Y salió Jonás de la ciudad, y acampó hacia el oriente de la ciudad, y se hizo allí una enramada, y se sentó debajo de ella a la sombra, hasta ver qué acontecería en la ciudad. 6 Y preparó Jehová Dios una calabacera, la cual creció sobre Jonás para que hiciese sombra sobre su cabeza, y le librase de su malestar; y Jonás se alegró grandemente por la calabacera. 7 Pero al venir el alba del día siguiente, Dios preparó un gusano, el cual hirió la calabacera, y se secó. 8 Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano, y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la vida. 9 Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte. 10 Y dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció.

11 ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?

EL PODER DAÑINO Y ORIGEN DEL ENOJO
El enojo puede hacernos perder las bendiciones espirituales que Dios tiene para los que le buscan, pero también puede dañar nuestras relaciones con nuestros hermanos de la iglesia, el matrimonio, las amistades, etc.  Dios desea que seamos personas perdonadoras, y Cristo es nuestro mejor ejemplo.

ORIGEN: EL ORGULLO, EL ODIO (RENCOR), LA IMPIEDAD. La mayoría de las veces el enojo es producto de un pensamiento equivocado como por ejemplo: POR FALTA DE AMOR A DIOS Y POR FALTA DE COMPASIÓN POR NUESTRO PRÓJIMO: (Mateo 26:7-9) “7 vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de Él, estando sentado a la mesa. 8 Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué este desperdicio? 9 Porque esto podía haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres”. TAMBIEN POR CELOS Y ENVIDIAS: (Lucas 13:10-15) “10 Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo; 11 y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. 12 Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. 13 Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios. 14 Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo.15 Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día de reposo su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber?

También tenemos otro ejemplo en la Sana Doctrina de Cristo por medio del hijo prodigo en el evangelio de: (Lucas 15:27-29) “27 Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. 28 Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. 29 Más él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos”.

Por supuesto que por egoísmo y vanagloria actuamos sin pensar cual es la voluntad de Dios y actuamos en nuestras emociones, diciendo que si nadie quiere yo lo voy hacer de todas maneras: (Mateo 20:20,21,24) “20 Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos (Jacobo y Juan), postrándose ante él y pidiéndole algo.  21 Él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. 24 Cuando los diez oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos”.

EL ENOJO EN LAS FAMILIAS: Podríamos decir que es casi inevitable. Cuando varias personas de distintos caracteres viviendo bajo un mismo techo pueden tener, por no decir "tienen o tendrán"  diferencias.  Esto es completamente normal. Con la armonía del Espíritu Santo y un hogar fundado sobre la Palabra se pueden evitar enojos dañinos en las relaciones familiares.


El enojo descontrolado es pecado: El que las diferencias crezcan a tal grado o magnitud que el enojo nos haga decir o actuar de manera irracional y no cristianamente puede destruir la familia, y la relación con Dios (por ejemplo golpeando cosas y paredes, tirando cosas el uno al otro y el decir malas palabras el uno al otro).
En un hogar donde no hay completa sumisión y temor a Jehová Dios y a su Palabra, donde el marido no es un hombre de Dios, y donde la esposa no reconoce su lugar de ayuda idónea, y los hijos no honran a sus padres se puede convertir en un campo de batalla donde pronto satanás tomará lugar. (Efesios 4:30-32) “30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. 32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”. El no dar lugar al diablo: Porque el diablo se encargará de crear cualquier situación pequeña en algo que cualquiera de los miembros de la familia utilizará para comenzar una discusión o un altercado. Celos, intolerancia, y falta de comprensión de cualquiera de los miembros de la familia podrá ser lo que el diablo presente para traer el enojo, y esto también aplica a la familia que es el Cuerpo de Cristo como hermanos donde nuestro hermano Mayor es Jesucristo.

¿Se pueden imaginar una mujer, que nada le puedes decir porque cualquier cosa no le parece y luego se enoja? Fíjense nomas lo que Dios dice de estas mujeres y lo que es preferible de hacer en estos casos; Para la mujer enojona dice la Palabra: (Proverbios 21:19) “Mejor es morar en tierra desierta que con la mujer rencillosa e iracunda”. Y para el hombre enojón dice así: (Proverbios 15:18) “El hombre iracundo promueve contiendas; Mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla”. (Proverbios 29:22,23) “22 El hombre iracundo levanta contiendas, y el furioso muchas veces peca. 23 La soberbia del hombre le abate; Pero al humilde de espíritu sustenta la honra”.

Bueno también la Sana Doctrina de Cristo nos instruye como tener una buena relación familiar a través de la relación con los hijos y entre hermanos, que debe ser una relación de amor y comprensión, evitando la ira excesiva, el enojo y la contienda. La Biblia dice que los padres deben educar a los hijos en el temor de Dios y no provocarlos a ira. (Efesios 6:4) “Y vosotros padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”.

EL ENOJO ENTRE LOS HERMANOS EN CRISTO ESTO CAUSA DE DIVISIÓN
El enojo contra los hermanos o contra el Pastor, es en muchas ocasiones causa de división en la iglesia. Gente que aunque tenga mucho tiempo en la iglesia, se enojan y causan división son gentes que no se dejan usar por Dios, sino por el diablo. Muchos se enojan porque las cosas no son como ellos piensan y que deben de ser como ellos quieren. 
Hay quienes a todo lo que se hace le encuentran faltas, siempre se quejan y se enojan, no hacen ni dejan hacer; Con su conducta Intolerable, que no se puede soportar ni así mismo: crean mal ambiente para los servidores y los demás hermanos.  Siembran cizaña y vientos contrarios, en vez de edificar, destruyen. (Rom 16:17,18) “17 Mas os ruego, hermanos,  que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos. 18 Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos”.


(Jud 1:18-23) “18 los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos. 19 Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu. 20 Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, 21 conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. 22 A algunos que dudan, convencedlos. 23 A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor,  aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne”.

El ENOJO también viene por causa del fracaso y estorbo en nuestra relación con Dios. La Biblia nos enseña que debemos de mantener nuestras cuentas claras con todos. Especialmente nuestros hermanos. Dios no puede perdonar a nadie que no haya perdonado a su hermano, y aun también a su enemigo. Jesús dijo: (Mateo 5:22) “Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego”. Dios busca hombres y mujeres que no sean enojones ni iracundos: (1Timoteo 2:8) “Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda”.

Aun cuando Dios diseñó los requisitos para aquellos que serían Guías espirituales de la iglesia, Él señalo que quería hombres no iracundos: (Tito 1:7-9) “7 Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, 8 sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, 9 retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con Sana Enseñanza y convencer a los que contradicen”.

COMO SIERVOS DE DIOS, estamos llamados a mantenernos lejos del que se enoja fácil y del iracundo. (Proverbios 22:24) “24 No te entremetas con el iracundo, ni te acompañes con el hombre de enojos, 25 No sea que aprendas sus maneras, y tomes lazo para tu alma”, pero no debemos guardar rencor ni sentir ira ni enojo aun contra los que nos hacen mal. Meditemos las palabras de Jesús: (Mateo 5:44,45) “44  Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos”.

Dios perdonará nuestras ofensas de acuerdo como nosotros perdonamos a los que nos deben. Cuando Jesús enseñó a orar a los discípulos les enseñó diciendo: (Mat 6:12-15) “12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino,  y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. 14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 15 más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”. La falta de perdón afecta nuestra comunión con Dios y dificulta que nuestras oraciones sean contestadas. (Hebreos 12:14-16) “14 Seguid la paz con todos, y la santidad,  sin la cual nadie verá al Señor. 15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;

16 no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura”.
El Cristiano está llamado a evitar toda clase de enojo (Efesios 4:31) “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia”, pero si nos enojamos, debemos de evitar el pecar con nuestra actuación y debemos de no dar lugar al diablo sobre todas las cosas. (Efesios 4:26,27) “26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al diablo”.
AIRAOS PERO NO PEQUÉIS: Significa estar en todo tiempo consciente de nosotros mismos y de nuestro llamado a una vida santa y espiritual, no haciendo nada indebido lo cual pueda poner nuestra relación espiritual en peligro.
NO SE PONGA EL SOL SOBRE NUESTRO ENOJO: La Biblia nos habla acerca de ser como un niño para poder entrar al reino de los cielos. Debemos perdonar nuestras ofensas los unos a los otros. El enojo es contrario a la paz. Y a paz nos llamó el Señor con todos los hombres. (Romanos 12:18) “18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. 19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor”.
NI DEIS LUGAR AL DIABLO: El no dar lugar al diablo significa el no permitir que nuestro enojo sea tan grande que demos lugar al diablo en nuestra vida y "que nos use" para hacer daño a nosotros mismos o aquellos que nos rodean.
BUSCAD LA PAZ CON TODOS: El enojo descontrolado es un comportamiento contrario a la Palabra de Dios y su requisito de que vivamos en paz, armonía, el amor, el sometimiento y dominio propio.

¿CUÁL DEBE SER NUESTRO COMPORTAMIENTO? Aunque haya momentos cuando pensemos que tenemos razón para estar enojados y quizás hasta sintamos algún tipo de (IRA SANTA) como dicen muchos por el celo de Dios que hay en nosotros, lo cierto es que la Sana Doctrina de Cristo en la Biblia nos ordena a que quitemos el enojo de nuestra vida (Efesios 4:29-32) “29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. 30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. 32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”.  En la historia de Jonás se nos dice que el se enojó con Dios porque Nínive fue perdonado, pero Dios le demostró que no debía estar enojado y que debía tener misericordia por las almas perdidas de aquella ciudad entre las cuales se encontraban lo que consideramos era una multitud de niños que “no sabían discernir entre su mano derecha y su izquierda”. Nuestro sentir debe ser el mismo. El enojo demuestra que hay falta de misericordia y comprensión hacia nuestro prójimo y aun indica la existencia de orgullo, soberbia y falta de agradecimiento hacia Dios en aquel  que se enoja. El enojo es falta de compasión y piedad y adicionalmente a esto, muestra falta de madurez tanto emocional como espiritual en la persona.  Debemos de crecer en el Señor y tomar ejemplo de nuestro Padre celestial. Tal como es Dios es así también debemos ser nosotros, “lentos para la ira y grande en misericordia”.

PREDICADOR DE LA SANA DOCTRINA DE CRISTO: Pastor Víctor Ramón Preciado Balderrama; Mi interés es que me des la oportunidad de servirles pues me queda muy claro que mi llamado no es de ser titular sino el de servir y que la SANA DOCTRINA DE CRISTO corra como un río poderoso arroyando toda basura de ignorancia. http://viclaly5757.blogspot.com/?spref=fb / viclaly5757.blogspot.com /

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