TU DESIDES ENTRE EL
BIEN Y EL MAL
(Proverbios
15:17) “Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, que de buey engordado
donde hay odio”. Los cristianos nos acostumbramos a tener lo suficiente, cuando los del
mundo ven que hay muy poco; nuestro
Señor Jesucristo está siempre con nosotros, sin las preocupaciones, los
problemas y las tentaciones que van unidos a la riqueza del impío. La
humanidad está muy acostumbrada a darle mucha importancia a la comida. Y muchas
veces pagamos un alto precio de vida, por comer como deseamos. En algunas casas se sientan a la mesa a
desayunar, comer o cenar, y las caras de
las personas muestran, malestar, rencores, disgusto. Devoran la comida para
levantarse e irse de ese lugar que los tiene juntos. Éstas son las casas donde miran el plato y dicen para sus adentros otra
vez arroz, ¡que horrible!.
Lamentablemente, en estas casas
existen las obras de la carne, como el odio, el egoísmo, el interés material, cuando en realidad lo que debiera reinar es
el amor.
(Gal
5:19-21) “19
Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación,
inmundicia, lascivia, 20 idolatría,
hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones,
herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras,
orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya
os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino
de Dios”.
En
la Doctrina de Cristo Dios nos enseña que cuando
estamos bajo su gracia son mejores aquellos momentos donde no tenemos dinero
para comprar un buen asado, y que solo podemos comprar solo una buena sopa,
pero tenemos amor; sin embargo aquellos
donde el dinero les sobra para comprar cualquier tipo de comida, pero ahí no
hay amor. (Gal 5:22,23) “22 Mas el
fruto del Espíritu es amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe, 23
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”.
Es mejor recibir de la mano de tus
seres queridos un plato con sopa, y con tortillas, que tomar un teléfono para
pedir comida rápida. (Fil. 4:7) “Y
la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y
vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.
Hay momentos en la vida que ganamos
más, consigues el trabajo que querías, y tu nivel económico crece y sientes
satisfacción. Eso te hace sentir elevado en la sociedad, un triunfador, sales a
la calle y ya no te sientes una cucaracha. Pero en esos momentos pueden ser
también momentos de desconcierto familiar, de peleas y discusiones, por eso
tenemos que estar siempre en oración con nuestro Dios para tener un equilibrio
en nuestras vidas. (Pro 30:8,9) “8
Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; no me des pobreza ni riquezas; mantéenme
del pan necesario; 9 No sea que me
sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es
Jehová? O que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios”.
No busques un estatus social, no
busques que la gente sepa que ganas bien, ese es el engaño más grande que
existe en todas las sociedades, todo es plástico, incluyendo muchos lugares de
reunión donde invocan el nombre de Dios diciendo que Dios dijo cunado a la
verdad Él no ha dicho nada. (Jer 14:14)
“Me dijo entonces Jehová: Falsamente profetizan los profetas en mi nombre; no
los envié, ni les mandé, ni les hablé; visión mentirosa, adivinación, vanidad y
engaño de su corazón os profetizan”.
(Eze
13:6) “Vieron vanidad y adivinación mentirosa.
Dicen: Ha dicho Jehová, y Jehová no los envió; con todo, esperan que él
confirme la palabra de ellos”.
El
estatus social, tu reconocimiento no va más allá de tus mejores amigos, sean
pobres o ricos. Ese es tu real estatus social, la gente con quien puedes hablar
y comunicarte sinceramente. (Efesios 4:17-21) “17 Esto,
pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles,
que andan en la vanidad de su mente, 18 teniendo
el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que
en ellos hay, por la dureza de su corazón; 19
los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la
lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. 20 Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, 21 si en verdad le habéis oído, y
habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús”. El mundo se ha volcado a relaciones falsas,
donde todos quieren aparentar, donde nadie quiere mostrase como es. La
sinceridad ha muerto, la mato la imagen de mí.
Hasta
la gente que viene a consejería viene desde su propia mentira.
No quieren contar todo, no quieren contar la verdad, intentan decirme solo su
versión para que yo les diga que tienen razón, cuando quedan desnudos en su
mentira, no les queda más remedio que hablar de la realidad, pero tengo que
esperar un rato hasta que digieran el problema que le da eso, para poder seguir
hablando. (Sal 50:19) “Tu boca
metías en mal, y tu lengua componía engaño”. (Sal 52:2) “Agravios maquina tu lengua; como navaja afilada hace
engaño”. Las comunicaciones entre los
hombres no son sinceras, sólo se habla de lo que cada quien quiere oír, no de
las cosas buenas y reales de la vida.
Pero cuando has tenido ese gran paso
en la escala económica y logras tener más dinero del que tenía antes, si no
tienes amor en la casa, no puedes disfrutar tus logros, por esto la doctrina de
cristo nos enseña a tener un equilibrio en nuestro diario vivir. (1Pe 2:1-3) “1 Desechando, pues, toda
malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, 2 desead, como niños recién nacidos, la
leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, 3 si es que habéis gustado la
benignidad del Señor”.
Solo en el temor de Dios y de su Amor
las conquistas materiales de este mundo te van a dar placer. (Sal 111:10) “El principio de la
sabiduría es el temor de Jehová; buen entendimiento tienen todos los que
practican sus mandamientos; su loor permanece para siempre”. (Sal 127:1) “Si Jehová no edificare la
casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en
vano vela la guardia”.
Por ejemplo, ¿Qué pasa cuando se va
la luz en tu casa y no hay televisión, equipo de sonido; no te queda más
remedio que empezar a comunicarte como lo hacían antes y no lo hacían con su
familia por algún tiempo. ¿Qué sientes en ese momento? Sientes cosas que extrañas
y que hace años quizás no las practicaban. O ¿qué pasa cuando ya tienes dos
autos y tu esposa va en uno y tú en otro? ¿Qué pasa cuando tu hijo ya tiene su
propio auto? (3Jn 1:2) “Amado, yo
deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como
prospera tu alma”. Es mucho más práctico
tener dos, pero no necesariamente mejor.
Muchas personas que han prosperado
su vida económica pero se han olvidado de su alma entonces comienzan las
lamentaciones y se comienzan a preguntar entre ellos mismos ¿No se extrañan
esos momentos cuando no había, sino para comprar legumbres, pero había amor?
Ahora tienes para comprar todo tipo
de comida, pero sientes el vacío del amor. Hay
cosas que nunca hay que perder. Es
menos malo perder el dinero con el que compras las cosas, que perder el amor
con que disfrutas las cosas. (Efe
5:15,16) “15 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino
como sabios, 16 aprovechando bien el
tiempo, porque los días son malos”. Si
ya lo sabemos, ¿por qué somos tan tercos de perderlo? No hay mejor cosa
para los seres humanos que aprender a vivir aquí en la tierra. Y si tu vienes a
verlo al Señor el te enseña. (Pro
1:32,33) “32 Porque el desvío de los
ignorantes los matará, y la prosperidad de los necios los echará a perder; 33 Mas el que me oyere, habitará
confiadamente y vivirá tranquilo, sin temor del mal”.
No hay en la Biblia instrucciones
para vivir bien en el cielo, sólo dice cómo hacerlo en la tierra. Dios es Dios
del cielo y de la tierra. Si Él te va a bendecir en el cielo, lo hará en la tierra
también. Aquí en la tierra es donde hay que aprender a vivir. (2Ti 3:16,17) “16 Toda la Escritura es
inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia, 17 a fin de
que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra”.
(Pro17:1)
“Mejor es un bocado seco y en paz que casa de contiendas llena de provisiones”.
Muchas veces, cuando Dios ha bendecido
la economía de tu hogar, los pleitos son por la economía bendecida. Ahora el
pleito es por el auto, por el rayón que le hicieron, por la ropa.
Tenemos
que aprender a vivir con cosas. Algunos no las
tienen y creen que tenerlas puede ser lo mejor que les pueda pasar; al rato
tenerlas para algunos resulto un maldición. (2Co 9:8-11) “8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en
vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo
suficiente, abundéis para toda buena
obra; 9 como está escrito: repartió,
dio a los pobres; su justicia permanece para siempre. 10 Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá
y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, 11 para que estéis enriquecidos en todo
para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias
a Dios”. Pierden el sentido de vivir
para amar y empiezan a vivir para cuidar las cosas. Te peleas por el rayón del
auto, por el televisor, por el celular, por las cosas materiales. Dios te
bendijo para darte comodidad y placer y tu transformas la bendición en una
carga.
Las cosas jamás te deben de quitar
la felicidad. Hasta cierto punto, te dan un grado de felicidad. Aprendamos a
vivir. (Pro 25:24) “Mejor es estar
en un rincón del terrado que con mujer rencillosa en casa espaciosa”. Tienen
una gran casa, pero la mujer tiene un carácter peleador, inconformista y todas
las cosas son propicias para mostrar su mal humor. El hombre o la mujer, porque
los hombres también son rencillosos. Es mejor habitar sólo en la terraza, en
invierno, bajo el agua con granizo que en ese gran cubo de hielo allá dentro en
la casa espaciosa. Los pleitos hacen sentir la sala, el comedor, la pieza como
una cárcel.
Si
eres una mujer o un hombre problemático debes recordar que uno no tiene hijos
ni se casa para hacer sentir mal a la gente. (1Jn 4:8)
“El que no ama, no ha conocido a Dios;
porque Dios es amor”. Uno está
para hacerla feliz, para que en la casa haya alegría, no mal humor y peleas.
Esta es la diferencia cunado esta
Jesucristo o cundo no lo está y esto no te lo compone todo el dinero del mundo,
ni una mesa llena de provisiones, ni una casa espaciosa, ni un cuarto para cada
uno de ellos, no compone nada de lo que verdaderamente necesitamos para vivir. Si
piensas habitar en una casa más grande, piensa primero en esto: ¿Así como me
mato trabajando para conseguir una casa, realmente me mato para hacer feliz a
mi familia? (Juan 13:15) “Porque
ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis”.
Cuando alguien sigue a Jesucristo en sus enseñanzas tiene esta actitud y
responsabilidad de decir lo que el apóstol Pablo nos dejó por escrito en: (Fil 3:17) “Hermanos, sed imitadores de
mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros”.
Ahora les pregunto: ¿Qué es mejor un buen pedazo de carne o una sonrisa en la
mesa? ¿Menos dormitorios o quizá menos espacio, pero con ese calor de hogar? ¿Qué
es mejor para Ustedes?
Si conservas la paz y el amor, no
importa si no tienes la mesa, el auto, las habitaciones, pero si hay amor,
aprecio, armonía tienes lo más valioso que todo el dinero del mundo no lo puede comprar. (Juan 10:10) “El ladrón no viene sino
para hurtar y matar y destruir; yo he
venido para que tengan vida, y para que
la tengan en abundancia”. Lo irónica que
es la vida. Cuánta gente rica no tiene tiempo para venir a la congregación,
para estar en la graduación de los hijos, para ver crecer a la hija.
Hoy la gente rica tiene que andar
con guarda espalda y cuidar a sus hijos que no se los roben. Lo que pensaba que lo hacia libre lo
transformo en esclavo, casas amuralladas, miedos y angustias son lo más común.
(Luc 4:18,19) “18 Espíritu del Señor
está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me
ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los
cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del
Señor. Pueden comprar todo lo que
deseen, pero no pueden comprar la libertad de vivir, porque no depende del
dinero.
Muchos de ustedes viven mejor que los ricos y no se dan
cuentan. No les digo que ser rico sea malo, pero los ricos deben aprender a
vivir cómo verdaderamente debe vivir un rico, no preso de todo eso, sino usando
eso para vivir mejor. (1Ti 6:10) “porque
raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”. Las
cosas en sí no son un fin, sino un medio para obtener algo mejor que las cosas.
El fin no es la cama, sino dormir mejor.
La vida no consiste en la abundancia de los bienes que se poseen. Sino en la
abundancia de vida plena que los bienes te dan.
Por
otro lado, tenemos la gente que vive irresponsablemente, que no trabaja. Eso es
algo inaceptable. (1Ti 5:7,8) “Manda también estas
cosas, para que sean irreprensibles; 8 porque si alguno no provee para los
suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un
incrédulo”.
Pero
la paz y el amor valen más que todo el oro y la plata del mundo. (Pro 22:1)
“De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas y la buena fama, más
que la plata y el oro”. La mejor herencia que les puedes dejar a tus hijos es
un apellido que no ha sido manchado. Que tu hijo se pueda llamar como tú sin
ninguna vergüenza. Y no que sea una vergüenza que se llame igual que tú. La
mejor herencia es la conducta con la que viviste en esta tierra.
Tú crees que es bueno que digan: tu
mamá era fuerte no se callaba, para nada. A tu papá lo tenía cortito todo el
día. Tú crees que es bueno que digan tu papá era trabajador, pero no perdonaba
ninguna mujer que se le cruzaba. Lo que sufrió tu mamá con El. (Fil 4:8) “Por lo demás, hermanos, todo
lo que es verdadero, todo lo honesto,
todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen
nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. Hay cosas mejores que la riqueza y son la
paz, el amor, el buen nombre y la buena fama. Nosotros construimos un nombre.
Tú
puedes destruir tu nombre, haciendo lo incorrecto.
Pero hoy si tú quieres, tu nombre puede significar algo tomando la identidad de
Jesucristo en tu vida, porque en lo bueno y lo malo solo tú puedes decidir. (Deu 30:15,16) “Mira, yo he puesto
delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; 16 porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en
sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que
vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual
entras para tomar posesión de ella”. Pero
hay gente a la que no le importa perder su nombre por hacer el mal. (1Pe 3:11) “Apártese
del mal, y haga el bien; busque la paz,
y sígala”.
El nombre se construye, Dios te dio
un nombre, tus padres te pusieron uno, pero lo más importante es qué tú hagas con
él. (Ap 3:5) “El que venciere será
vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y
confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles”. ¿Qué se menciona cuando se dice tu nombre? El
incumplido, el que dice puros cuentos, promesas que nunca se cumplen. Estamos a
tiempo de reconstruir nuestros nombres. Dios perdona, la vida no.
(Sal
79:9) “Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación,
por la gloria de tu nombre; y líbranos,
y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre”.
Tienes que reconocer que tienes que
volver a comenzar todo otra vez y pagar lo que hiciste. (Mic 7:18,19) “18 ¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y
olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo,
porque se deleita en misericordia. 19
El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y
echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados”. Propón en tu corazón tener un buen nombre, con buena fama, porque
aunque pierdas el dinero, si tienes un buen nombre, lo vas a recuperar. Aunque
lo pierdas todo, si tienes fe, el buen nombre y conservas la paz, puedes
recuperar lo que has perdido.
PREDICA en Lerma
por: PASTOR Víctor Ramón Preciado Balderrama
Hola
hermanos les saludo con mucho amor en el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo, y
con un solo propósito de que sean edificados sus vidas y sus ministerios, me
gozo el saludarles y el que Dios me dé la oportunidad de servirles si me lo
permiten, y con todo respeto a su doctrina o denominación, mi único interés es
que corra la Sana Doctrina de Cristo. Por favor si les interesan estos materiales escríbanme
pidiéndomelos a cualquiera de los siguientes correos, y con mucho gusto y en el
amor a Cristo se los enviaré inmediatamente sin cuestionar nada y que el Espíritu Santo los dirija y los
lleve por buen camino, solo les pido si
lo recibes de gracia dalo de gracia.
También les invito con mucho
respeto a todas sus creencias a visitar el BLOGSPOT.
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