LA VERDAD ES JESUCRISTO Y LA MENTIRA ES EL DIABLO
La mentira es uno de los pecados más generalizados en nuestra sociedad,
hasta tal punto que la conciencia de muchos cristianos se ha insensibilizado y
debilitado con respecto a este pecado. (Juan
14:6) “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene
al Padre, sino por mí”. (Juan 8:44) “Vosotros
sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer.
Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad,
porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es
mentiroso, y padre de mentira”.
Mucha gente cree que es imposible vivir sin mentir, por esa razón la
mayoría se justifica al hacerlo, pero toda justificación es ilusoria y carece
de todo fundamento, pues la falsedad y la mentira son inmorales y contrarias a
la conducta que Dios requiere de sus hijos. (Levítico 19:11) “y no engañaréis ni mentiréis el uno al otro”. (Colosenses 3:9) “No mintáis los unos a
los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos”.
¿QUÉ ES LA MENTIRA? Es una manifestación de la naturaleza caída del
hombre.
La mentira es la afirmación o negación de una cosa, cuando en realidad
es diferente o contraria a la verdad. Mentir se convierte fácilmente en un
hábito, hasta el punto de volver casi insensible la conciencia del mentiroso(a).
Este es un pecado que se manifiesta desde los primeros años de vida y así como
a nosotros nos formaron en la mentira por tradición también a nuestros hijos
también los estamos formando en la mentita, (Colosenses 2:8) “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías
y huecas sutilezas, según las
tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”. Debemos acostumbrarnos a decir siempre y de forma intencionada la
verdad y acostumbrar a los niños a ser veraces desde pequeños. Ejemplos:
Navidad, reyes, el diente debajo de la almohada, la cigüeña, dile que no estoy,
etc., etc.
Dios condenó este mal tan común en la sociedad desde el principio y así
lo manifestó en los diez mandamientos: (Éxodo
20:16) “No hablarás contra tu prójimo falso testimonio”. Uno de los frutos
más evidentes de nuestra conversión a Cristo es dejar de mentir. La falsedad y
el engaño son muy perjudiciales en la relación entre los discípulos de Cristo.
Fomenta la desconfianza, el recelo, la duda, la incredulidad y la sospecha.
Además destruye la comunión y el clima de fe, de amor y de unidad y es
un pésimo testimonio ante el mundo. (Efesios
4:25) “Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su
prójimo, porque somos miembros los unos
de los otros”.
DIFERENTES FORMAS DE LA MENTIRA Y EL ENGAÑO
El Señor nos enseña a desechar la mentira y el engaño en todas sus variantes
y formas.
(1Pedro 2:1) “Desechando pues toda malicia, todo engaño, hipocresía,
envidias y todas las detracciones”
Esto influye mucho porque está de forma natural en
cada uno de nosotros:
(Gal 5:19-21) “Y manifiestas son las obras de la carne, que son:
adulterio, fornicación, inmundicia,
lascivia, 20 idolatría, hechicerías,
enemistades, pleitos, celos, iras,
contiendas, disensiones, herejías, 21
envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os
lo he dicho antes, que los que practican
tales cosas no heredarán el reino de Dios”.
Debemos desecharlas de todas las áreas de nuestra vida, ya sea en el
hogar como en el trabajo, con los amigos, la iglesia, la escuela, es decir de
todo ámbito y relación.
Nuestra conducta debe caracterizarse por la honestidad, la honradez, la
integridad, la sinceridad, la transparencia y la veracidad. Una sociedad
asentada sobre el engaño; Una sociedad asentada sobre la mentira y el engaño
está destinada a desmoronarse.
CAUSAS Y EJEMPLOS DEL ENGAÑO Y LA MENTIRA
(Génesis 3:4) “Satanás engaña a Eva para poder destruirla”.
(Génesis 4:9) “Caín miente a Dios para ocultar su pecado”.
(Génesis 12:11) “Abraham miente ante el Faraón por temor a que lo maten”.
(Génesis 27) “Jacob engaña a su padre Isaac, para quedarse con la
bendición de Esaú”.
(Gén37:32) “Los hermanos de José engañan a su padre Jacob para ocultar
su maldad”.
(Mateo 2:1-12) “Herodes engaña a los magos para poder matar a Jesús”.
(Mateo 26:59) “Los judíos acusan falsamente a Jesús por celos”.
(Lucas 23:2) “Los judíos acusan a Jesús por celos y odio”.
(Hechos 5) “Ananías y Safira mienten a Pedro y a la iglesia para mostrar
una mayor consagración ante los demás”.
TAMBIÉN SE SUELE MENTIR POR LAS SIGUIENTES RAZONES
- Para obtener injustas ventajas económicas,
ganancias deshonestas o para robar a otros.
- para evitar el sufrimiento.
- para exaltarse a uno mismo.
- para evitar un castigo o disciplina.
- por avaricia o amor al dinero.
- para humillar a otros, por causa de celos o
envidia.
- para aparentar lo que no se es.
DIOS PROHÍBE Y CONDENA EL ENGAÑO Y LA MENTIRA
No debemos engañar, mentir ni jurar falsamente.
(Levítico 19:11-12) “No hurtaréis y no engañaréis ni mentiréis el uno al
otro. Y no juraréis falsamente por mi nombre, profanando así el nombre de tu
Dios. Yo Jehová”.
Dios abomina y destruirá al mentiroso y engañador.
(Salmo 5:6) “Destruirás a los que hablan mentira, al hombre
sanguinario y engañador abominará Jehová”
Dios aborrece la mentira y la falsedad.
(Prov. 6:16-19) “Seis cosas aborrece Jehová y aun siete abomina su
alma: los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre
inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para
correr al mal, el testigo falso que habla mentiras y el que siembra discordia
entre hermanos”
(Prov. 12:22) “Los labios mentirosos son abominación a Jehová, pero los que hacen verdad son su
contentamiento”
Dios abomina las pesas y medidas falsas.
(Prov. 20:10) “Pesa falsa y medida falsa, ambas cosas son
abominación a Jehová”.
Las mentiras corrompen al hombre.
(Mateo 15:18-20) “Lo que sale de la boca, del corazón sale y esto
contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los
homicidios, los adulterios, las
fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas
son las que contaminan al hombre”
(Mateo 7:21-23) “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el
reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los
cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu
nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos
milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores
de maldad”.
LA MENTIRA ES LA ESENCIA DEL MISMO DIABLO.
(Juan 8:44) “Vosotros sois de vuestro padre el diablo y los
deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio y
no ha permanecido en la verdad, porque
no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla, porque es mentiroso y
padre de mentira”.
EL ENGAÑO Y LA MENTIRA EVIDENCIAN LA DEGRADACIÓN DEL
HOMBRE.
(Pro. 26:24-28) “El que odia disimula con sus labios, más en su interior maquina engaño. Cuando hablare
amigablemente, no le creas, porque siete abominaciones hay en su corazón.
Aunque su odio se cubra con disimulo, su maldad será descubierta en la
congregación”.
(Pro 26:27,28) “El que cava foso caerá en él y al que revuelve la
piedra, sobre él le volverá. La lengua falsa atormenta al que ha lastimado y la
boca lisonjera hace resbalar”
(Salmo 58: 3, 62: 4, Jeremías 9: 3-6, Ro. 1: 28-32)
SON MANIFESTACIONES DEL VIEJO HOMBRE QUE DEBEMOS
DESECHAR.
(Colosenses 3:9) “No mintáis los unos a los otros, habiéndoos
despojado del viejo hombre con sus hechos”
(Efesios 4:22-25) “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del
viejo hombre, que está viciado conforme
a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos
del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Por
lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros”.
(1 Pedro 2:1) “Desechando,
pues, toda malicia, todo engaño,
hipocresía, envidias, y todas las detracciones”.
EL ENGAÑO HACE INFELIZ A QUIEN LO PRACTICA.
(1 Pedro 3:10) “El que quiere amar la vida y ver días buenos,
refrene su lengua del mal y sus labios no hablen engaño”
JESÚS ABORRECE Y CONDENA LA HIPOCRESÍA.
(Mateo 15:7-8) “Hipócritas, bien profetizó Isaías cuando dijo: Este
pueblo de labios me honra, más su corazón está lejos de mi”.
(Mateo 23:27,28) “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!
porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se
muestran hermosos, mas por dentro están
llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por
fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis
llenos de hipocresía e iniquidad”.
LOS APÓSTOLES AMONESTAN CONTRA EL FINGIMIENTO.
(Romanos 12:9) “El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo,
seguid lo bueno”
(1 Pedro 1:22) “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia
a la verdad, mediante el Espíritu, para
el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón
puro”.
LOS MENTIROSOS SERÁN CONDENADOS AL FUEGO ETERNO.
(Apocalipsis 21:8) “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y
homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos
tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre que es la muerte
segunda”
(Ap. 21:27 y 22:14,15) “21
No entrará en ella
ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que
están inscritos en el libro de la vida del Cordero. 14 Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al
árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad. 15 Mas los perros estarán fuera, y los
hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama
y hace mentira”.
SIEMPRE DEBEMOS HABLAR LA VERDAD
La posibilidad de comunicar la verdad constituye la virtud esencial de
la palabra hablada. El que dice la verdad, se vuelve digno de confianza. Pero
para hablar la verdad, es necesario pensar la verdad y no guiarnos por
prejuicios, intereses personales, ilusiones o fantasías.
CRISTO NUESTRO EJEMPLO
(Isaías 53:9) “Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con
los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, No hubo engaño en su
boca”.
(1 Pedro 2:22) “El cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su
boca”.
(Juan 18:37) “Yo para eso he nacido y para eso he venido al mundo,
para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz”
(1Juan 5:20) “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha
dado entendimiento para conocer al que es verdadero, y estamos en el verdadero
en su Hijo Jesucristo”.
Cristo el Señor nos ordena ser absolutamente veraces
(Mt.5:37) “vuestro sí
sea sí y vuestro no sea no”.
Está preparando para sí una iglesia sin mancha ni
arruga (Ef. 5:27) “a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no
tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha”.
Como discípulos suyos y parte de su cuerpo, debemos ser absolutamente
veraces, sinceros, honestos, honrados, aun cuando eso signifique sufrir, por hacer
su voluntad.
(1Pedro 4:15-19, 3: 17) “15 Así
que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por
entremeterse en lo ajeno; 16 pero si
alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por
ello. 17 Porque es tiempo de que el
juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál
será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? 18 Y: Si el justo con dificultad se
salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador? 19 De modo que los que padecen según la voluntad de Dios,
encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien.”
(Proverbios 19:22) “Contentamiento es a los hombres hacer misericordia;
Pero mejor es el pobre que el mentiroso”.
EL PUEBLO DE DIOS DEBE:
Aborrecer la mentira y falsedad. (Sal.
119:104,128,163) “104 De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por
tanto, he aborrecido todo camino de mentira. 128 Por eso estimé rectos todos tus mandamientos sobre todas las
cosas, Y aborrecí todo camino de mentira. 163
La mentira aborrezco y abomino; Tu ley amo.” (Prov.13:5) “El justo aborrece la palabra de mentira; Mas el impío
se hace odioso e infame”.
ORAR PARA SER GUARDADOS (Sal.119:29)
“29 Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu
ley”. (Prov. 30:8) “Vanidad y
palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan
necesario”.
RECHAZAR A LOS QUE PRACTICAN LA MENTIRA Y LA FALSEDAD (Sal.40:4)
“Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, Y no mira a los
soberbios, ni a los que se desvían tras
la mentira”. (Sal.101:7) “No
habitará dentro de mi casa el que hace fraude; El que habla mentiras no se
afirmará delante de mis ojos”. (Sal.144:11)
“Rescátame, y líbrame de la mano de los hombres extraños, Cuya boca habla
vanidad, Y cuya diestra es diestra de mentira”.
(Ef.5:11) “Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más
bien reprendedlas”. (Ro.16:17) “Mas
os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en
contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos”.
¿CÓMO SER LIBRES DE LA MENTIRA Y DEL ENGAÑO?
Arrepentimiento: Cambiar nuestra actitud y mentalidad con respecto a la
mentira y el engaño. Rechazar y desechar la mentira. Desterrarla de nuestra
vida. Determinar obedecer a Dios y vivir basados en la verdad en todas las
cosas. Disciplinarnos hasta desarrollar una nueva actitud basada en la
honestidad y la veracidad.
CONFESAR NUESTRO PECADO:
Cuando la mentira constituye un vicio arraigado en nuestra manera de
vivir, debe ser confesado a un hermano maduro y responsable, en busca de
reorientación y mayor entendimiento (Santiago
5:16) “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del
justo puede mucho”.
No se puede edificar una vida de veracidad sobre las
mentiras y engaños del pasado. (Juan 3:20,21) “Todo aquel
que hace lo malo, aborrece la luz y no
viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que
practica la verdad, viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son
hechas en Dios”.
Cristo nos ordena ser absolutamente veraces y desechar
la mentira en todas sus formas: en todas las áreas de nuestra vida, aun cuando eso signifique
sufrimiento por hacer su voluntad. Toda mentira debe ser confesada, aclarando
la verdad a las personas afectadas. El destino de los mentirosos es el
infierno.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario