martes, 9 de enero de 2018

¡JUNTARON A TODOS LOS QUE HALLARON, MALOS Y BUENOS!

¡JUNTARON A TODOS LOS QUE HALLARON, MALOS Y BUENOS!
"Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis. Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados" (Mateo 22:2-14)2 El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo; 3 y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; más éstos no quisieron venir. 4 Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas. 5 Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios; 6 y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron. 7 Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad. 8 Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; más los que fueron convidados no eran dignos. 9 Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis. 10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados. 11 Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. 12 Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció. 13 Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. 14 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos”. Nuestra vestimenta debe de ser Jesucristo.

Tal vez hay muchos de nosotros que somos de fondo Evangélico. Así que para nosotros la Sana Doctrina de Cristo, todo esto es nuevo. Quizá te preguntes: ¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué me involucre al venir? ¿De qué se trata todo esto? Estoy seguro de que muy pocos aquí esta mañana se preguntan esto, o cosas semejantes. Así que en los próximos minutos las responderé. Esto te dará nuestras razones y motivos, y te ayudará a entender lo que estas experimentando esta mañana en nuestra iglesia. Ahora, para hacerlo, te haré dos preguntas, y las contestaré de estas palabras de Cristo en nuestro texto.
Primero, ¿Por qué te trajo Dios aquí? La respuesta es muy simple. Se da en el versículo nueve. Leámosla de nuevo, (Mateo 22:9) "Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis". ¿Quién dijo esto? "El rey" es según el versículo siete. "El rey" es el Señor Jesucristo. Y ¿qué le dijo Jesús a "sus siervos"? (Verso 8) Les dijo:
"Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; más los que fueron convidados no eran dignos". En el cristianismo lo llamamos "La Gran Comisión".

Jesucristo la dio en diferentes maneras varias veces en el Nuevo Pacto. Por ejemplo, Jesucristo dijo: (Mateo 28:19,20) 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos EN EL NOMBRE del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. Jesús nos dijo que hiciésemos discípulos de todos los grupos étnicos. Jesucristo nos enseñó a no hacer acepción de personas. Él nos dijo "haced discípulos a todas las naciones", ¡a todos los grupos étnicos! En otro lugar de las Sagradas Escrituras, Jesucristo dijo: (Juan 20:21) “Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío”. Y en otro lugar, Jesús dijo: (Lucas 14:23) “Dijo el Señor al siervo: Vé por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa”. ¡Fue Jesucristo mismo quien nos enseñó a traerte aquí a esta iglesia local a oírme predicar el evangelio de salvación! Leamos de pie el verso nueve otra vez. Esto es lo que Jesucristo nos mandó a hacer. Por esta razón fuiste invitado por medio del Espíritu Santo quien te convenció de venir en esta mañana. ¡Lo hacemos es porque Jesucristo nos dice que es lo que hagamos! Espero que eso responda bien la primera pregunta, ¿Por qué me trajo Dios aquí esta mañana? La respuesta es simple: ¡Lo hizo el Espíritu Santo, porque Jesucristo nos dice también a cada uno de nosotros que invitemos a la gente a venir! Pero ahora responderé la segunda pregunta que quizá te preguntes.

ES SEGUNDO LUGAR, ¿QUÉ TE PASARÁ AHORA QUE ESTÁS AQUÍ? La respuesta a esta pregunta se sugiere en el segundo verso de nuestro texto, el verso diez. Leámoslo de pie y en voz alta. (Mateo 22:9,10)9 Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis. 10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados”. Son siervos de Jesucristo los que salen a invitar a la gente para que vengan a la congregación, y por esta razón el Espíritu Santo te trajo aquí, para el servicio de esta iglesia.

Pero fíjate que el versículo diez dice que los siervos "juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos". Ellos trajeron a toda clase de gente a las bodas, la fiesta del Evangelio. Pero el verdadero significado de "malos y buenos" es un poco más profundo. "Malos y buenos" se refiere a aquellos que estaban dispuestos a hacerse Cristianos verdaderos y a aquellos que no estaban dispuestos a ser convertidos, buenos y malos prospectos, si así prefieres. Trajeron algunos que eran buenos prospectos para la conversión, y otros que eran malos prospectos para la conversión a Cristo.

Jesucristo usó esta descripción de malos y buenos prospectos varias veces en las Sagradas Escrituras. Por ejemplo, Cristo habló de recoger la cizaña (o malas hierbas) con el trigo (Mateo 13:29,30)29 Él les dijo: No, no sea que, al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. 30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero”. De nuevo, Jesucristo habló de "recoger de toda clase" (Mateo 13:47-50)47 Asimismo el Reino de los cielos es semejante a una red, que, echada en el mar, recoge de toda clase de peces; 48 y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera. 49 Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, 50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes”. Jesucristo comparó los dos grupos a peces "malos" y "buenos" en ese pasaje de la Escritura.

Quizá dices "bueno, ¿cómo contesta esto la pregunta de qué me pasará a mi ahora que estoy aquí en la iglesia? La respuesta es que; Algunos de ustedes serán "buenos" prospectos y no volverán. Seguramente admitirás que fuimos atentos contigo, y que la pasaste bien en la iglesia. Pero hasta allí llegarás. No habrá razón alguna que te fuerce a regresar y ser convertido. No tendrás el deseo interior de saber más de Dios en Cristo. No tendrás la curiosidad de hallar a Cristo personalmente. Hasta podrás decir que no quieres ser convertido de tus creencias previas, que no te quieres hacer Cristiano verdadero. Así que, en esta hora probarás ser "mal" prospecto. Esto no quiere decir que no nos simpatizas. ¡Sí nos simpatizas! Sí nos interesas, y mucho. Pero si eres un prospecto "malo" no estarás lo suficientemente interesado en lo que decimos para quedarte por más tiempo, o para venir a algo aparte de un servicio en la mañana. No te podremos persuadir a regresar el próximo Domingo para ver más. No estarás interesado lo suficiente para esforzarte a entrar al compañerismo completo de la iglesia y hacerte un verdadero Cristiano en el momento instantáneo de la conversión.
Pero, por otra parte, algunos de ustedes serán "buenos" prospectos. Tendrás curiosidad de cómo hacerte Cristiano verdadero. Tendrás un sentimiento interior de que necesitas a Dios. Comenzarás a sentir la necesidad de tener tus pecados perdonados por Cristo. Empezarás a querer ser convertido a Cristo. Tú "[tendrás] hambre y sed de justicia [y tú] serás saciado" (Mateo 5:6) “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados”. Tú serás uno de los prospectos "buenos" de los que leemos en el verso diez.

Ves, "malos y buenos" se refiere a si eres uno de los elegidos o no. Si no eres uno de los elegidos, entonces eres un "mal prospecto". Eres buen prospecto solamente si eres uno de los elegidos. Pero, no sabemos quién es elegido y quién no. Por esta razón tenemos que traer de todo, se nos manda a ir por las calles y traer "juntamente malos y buenos". ¿Les puedo decir algunas palabras del Evangelio? Creemos que Dios envió a Jesucristo a esta tierra a morir en la Cruz, para pagar la penalidad de tus pecados. Nosotros creemos que Dios resucitó a Jesucristo físicamente de los muertos y lo llevó de nuevo al Cielo, donde está orando por tu alma. Creemos que tu puedes venir directamente a Jesucristo por fe, y que Él cancelará y borrará todos tus pecados del récord de Dios, y te dará vida eterna. Esto es lo que creemos. Es el Evangelio Las Sagradas Escrituras. Y creemos que Jesucristo puede salvar tu alma para siempre, y te dará vida eterna. ¡Esto es lo que creemos!


Si crees ser uno de los "buenos" prospectos, haz todo lo que puedas para regresar aquí cada Domingo, para la predicación reveladora de la Palabra de Dios, el Pan fresco y nuevo. Habrá nuevas cosas que aprender, y oirás más de cómo ser convertido a Cristo. 

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