VALORA
EL EVANGELIO
¿Qué
es lo que tú valoras? En otras palabras, ¿qué te parece importante? ¿Qué
cuidas? El tema de este Estudio es el evangelio. Pablo dice al principio del libro de los romanos: "No me avergüenzo
del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que
creen" (Romanos 1:16).
Este mensaje que
había llevado a Pablo a recorrer dos continentes, a sufrir rechazo y
persecución y hambre y naufragios y muchas cosas más, este mensaje - el evangelio - es de gran valor. ¿Lo valoras tú?
Leamos
más acerca de esto en (Romanos 16:17-27)
“17 Mas os ruego, hermanos, que os
fijéis en los que causan divisiones y
tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os
apartéis de ellos. 18 Porque tales
personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los
corazones de los ingenuos. 19 Porque
vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos, así que me gozo de vosotros;
pero quiero que seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal. 20 Y
el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea
con vosotros. 21 Os saludan Timoteo mi colaborador, y Lucio, Jasón y Sosípater,
mis parientes. 22 Yo Tercio, que
escribí la epístola, os saludo en el Señor. 23 Os saluda Gayo, hospedador mío y de toda la iglesia. Os saluda
Erasto, tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto. 24 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros.
Amén. 25 Y al que puede confirmaros
según mi evangelio y la predicación de
Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde
tiempos eternos, 26 pero que ha sido manifestado ahora, y que por
las Escrituras de los profetas, según el mandamiento
del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a
la fe, 27 al único y sabio Dios, sea
gloria mediante Jesucristo para siempre. Amén”.
Antes de
continuar, es importante definir el evangelio. ¿Qué es el evangelio, este mensaje digno de valorar? El evangelio es
simplemente el mensaje acerca de Jesús, de lo que Él ha hecho para que podamos ser reconciliados con Dios. Es
el mensaje de su vida, su muerte en la cruz y su resurrección. El evangelio es el mensaje de
Jesucristo.
Para muchas
personas, ese mensaje se ha convertido simplemente en otro dato. Así como saben
que Cristóbal Colón descubrió América en
1492 y que Benito Juárez fue
presidente de México, también saben que Jesús murió en la cruz por nuestros
pecados. A la muerte de Jesús quizás le
dan la misma importancia que a los otros datos.
Cuando
comprendemos el evangelio, sin embargo, comprenderemos también que es algo de
inmenso valor, de mucho más valor que cualquier dato meramente histórico. Nos
daremos cuenta que es de tanto valor que valdría la pena hasta dar la vida por
él. Y quizás por este mismo motivo, el evangelio está bajo ataque.
Este punto es tan
importante que el apóstol interrumpe los saludos que da al final de su carta
con esta advertencia. Cuídense, dice, de los que vienen a causar divisiones, y
les enseñan cosas diferentes de las verdades que ya han aprendido. (Rom 16:16,17) “16Saludaos
los unos a los otros con ósculo santo. Os saludan todas las iglesias de Cristo.
17Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y
tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os
apartéis de ellos”.
Cualquier
cosa de valor siempre estará en peligro.
Si tú vivieras cerca de un Museo de Oro. Sería común por las noches oír
balaceras entre asaltantes y policías. El contenido del museo será muy valioso,
y constantemente estará bajo ataque. Es por la misma razón que los bancos
transportan sus fondos en carros blindados; lo valioso siempre está en peligro.
El
evangelio también está en peligro. No es el peligro de que alguien se lo robe,
sino el peligro de ser trastornado, de ser confundido, de ser pervertido o
perdido. Por ser tan valioso,
tenemos que cuidarlo. No lo cuidamos guardándolo en una caja fuerte o
llevándolo en un carro blindado. Lo
cuidamos cuando estudiamos la Palabra para entender bien qué es el
evangelio y lo aprendemos a vivir.
(Mat
4:23) “Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de
ellos, y predicando el evangelio del reino,
y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo”.
(1Pe
1:25) “Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra
que por el evangelio os ha sido anunciada.”
De este modo,
podremos reconocer las falsificaciones del evangelio que se nos presentan. Nos
daremos cuenta cuándo alguien nos quiere predicar un mensaje que no es bíblico,
que no concuerda con el verdadero evangelio. Así aprenderemos, como lo dice
Pablo, a ser sagaces para el bien e inocentes para el mal. Rom 16:19 “Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos,
así que me gozo de vosotros; pero quiero
que seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal”.
Me
llama la atención la astucia que solemos tener para el mal.
Si alguien cuenta un chiste colorado, pronto agarramos el significado oculto. ¡Nuestras mentes son listas para ese tipo
de cosas! Pero ¿cuántos de nosotros
nos hemos esforzado por estudiar y entender el evangelio? ¿Cuántos hemos
escudriñado la Palabra para conocer bien qué hizo Jesús y por qué nos importa?
¿Cuántos de nosotros se lo podemos explicar a otra persona para que lo
entienda?
El
evangelio está bajo ataque, y tenemos que cuidarlo y guardarlo.
Cuando lo hacemos, llegamos a comprender el valor del evangelio. Es que el
evangelio es el camino a la victoria. Mira lo que dice el versículo (Ro.16:20) "Muy pronto el Dios de paz
aplastará a Satanás bajo los pies de ustedes…".
Es
cierto que el evangelio está bajo ataque, pero ese mismo evangelio precioso es
el camino a la victoria sobre nuestro peor enemigo.
La razón por la que el evangelio vale la pena defender es porque es el único
modo de tener la verdadera victoria en la vida - y después de la muerte.
Cuando
Adán y Eva pecaron, el Señor le dijo a la serpiente que un descendiente de la
mujer le aplastaría la cabeza. Ese descendiente fue Jesucristo. La serpiente -
Satanás - fue derrotado en la cruz.
El sigue teniendo influencia en el mundo, y logra engañar a muchas personas. Sin embargo, él ya ha sido derrotado.
Nosotros,
por fe, compartimos la victoria de Jesucristo. ¡Esta es la gran noticia del
evangelio! Por fe, sabemos que nuestro pecado ha sido perdonado, que el enemigo
ya no tiene poder sobre nosotros y que somos parte de la nueva creación que
Dios está preparando. Aunque por el momento vivamos todavía en
este mundo con sus problemas y sus enfermedades, pronto seremos completamente
libres.
¡QUÉ
GRAN ESPERANZA TENEMOS! No dejes que nadie te la robe. No dejes que
la preocupación por las cosas del mundo te robe la esperanza que tienes en
Cristo. No dejes que la atracción
de las cosas del mundo te robe la esperanza que tienes en Cristo. En el
evangelio tenemos un gran tesoro, porque el evangelio es el camino a la
victoria.
El
valor del evangelio también nace de esto:
el evangelio exalta a Dios. El valor
de cualquier cosa tiene que ver con su origen y su material. Por
ejemplo, una moneda de oro es mucho más valiosa que una moneda de cobre, aunque
los dos traigan la misma figura. El oro tiene más valor que el cobre. (Isa 45:23) “Por mí mismo hice juramento,
de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará
toda rodilla, y jurará toda lengua”.
De igual modo, el
evangelio es de tan gran valor porque tiene su origen en el corazón de Dios, y
exalta a Dios. Leamos nuevamente los versículos 25 al 27 de Romanos 16. Observa tres cosas aquí acerca del
evangelio. En primer lugar, el evangelio fue un secreto durante muchos siglos. “26 pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los
profetas, según el mandamiento del Dios
eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe, 27
al único y sabio Dios, sea gloria
mediante Jesucristo para siempre. Amén”.
EL
PLAN DE DIOS FUE UN MISTERIO. Había ciertas
prefiguraciones, ciertos presagios de lo que iba a suceder que Dios dio por
medio de los profetas; pero no se reveló completamente cómo Dios se había
propuesto salvar al mundo hasta que Jesús vino. El evangelio es una verdad
valiosa que muchos desearon entender, pero que ahora se nos ha revelado a
nosotros. (Luc 2:13, 13) “Y
repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales,
que alababan a Dios, y decían: 14
¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para
con los hombres!”.
EN
SEGUNDO LUGAR, el evangelio tiene como su fin la obediencia de todas las
naciones. No es solamente para cierta nación,
o para la gente de cierto color o de cierto idioma. El evangelio refleja el corazón de Dios, que late con amor para las
personas de toda lengua, tribu y nación.
(Rom
14:10-12) “10Pero tú, ¿por qué juzgas a
tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal
de Cristo. 11 Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se
doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios. 12 De manera que cada uno
de nosotros dará a Dios cuenta de sí.
Esto
también refleja el gran valor del evangelio.
Es una medicina aplicable a la enfermedad de cada ser humano, una cura
universal que no tiene limitaciones de eficacia. Sólo esta clase de evangelio podría ser digna del Dios de todo el
mundo.
EN
TERCER LUGAR, el evangelio lleva a la exaltación suprema de Dios. Cuando tú y
yo llegamos a comprender el evangelio, la única respuesta natural es adorar y
exaltar a Dios. EL SE LLEVA TODA LA GLORIA POR SALVARNOS. El se lleva todo el crédito. En la cruz, llegamos a entender nuestra
incapacidad y nuestra necesidad de un Salvador, y El se merece toda la
gloria.
(2
Tesalonicenses 2:13-17) “Pero nosotros
debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el
Señor, de que Dios os haya escogido
desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y
la fe en la verdad, 14 a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor
Jesucristo. 15 Así que,
hermanos, estad firmes, y retened la
doctrina que habéis aprendido, sea
por palabra, o por carta nuestra. 16 Y
el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos
dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, 17 conforte vuestros
corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra”.
¿Qué
valor le das al evangelio? ¿Qué importancia tiene en tu propia vida?
Quiero animarte a considerar ahora las decisiones que tomas a diario. ¿Cuánto tiempo inviertes en conocer mejor
el evangelio? ¿Cuánto te esfuerzas por compartirlo con otros? ¿Qué valor le
das? (2 Tesalonicenses 1:6-10) “Porque es justo delante de Dios pagar con
tribulación a los que os atribulan, 7 y
a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se
manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, 8 en llama de fuego, para dar retribución a
los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor
Jesucristo; 9 los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos
de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, 10 cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y
ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído
entre vosotros)”; (Efesios 1:13-23).
(Isa
54:17) “Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que
se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y
su salvación de mí vendrá, dijo Jehová”.
Los
amo en el amor que Cristo ha puesto en mi corazón para cuidar de su rebaño el
cual somos todos nosotros comiendo del mismo prado verde y nutritivo para
cuando Él venga nos encuentre con mucha fe y bien alimentados y fortalecidos en
una misma esperanza.
Estudio en Lerma por él:
Pr. Victor R. Preciado Balderrama.
sanadoctrinavictor@gmail.com
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