ANHELANDO
OBISPADO
1Timoteo
3:1 Palabra fiel: Si alguno anhela
obispado, buena obra desea.
Ser ordenado es una decisión que
puede transformar su vida dándole satisfacción personal y una misión para
cumplir delante de Dios. Es un compromiso de predicar el evangelio y ministrar
a la humanidad en el nombre de la Iglesia de Cristo.
Ser ordenado le autoriza para
dirigir servicios religiosos, oficiar las ceremonias de la religión cristiana
incluyendo bodas y funerales, y de celebrar las ordenanzas de la iglesia como
el bautismo y la Santa Cena. En fin,
usted podrá hacer crecer su ministerio cristiano como Dios le dirija.
Ser ordenado le permite usar un
título formal delante de su nombre como PASTOR.
Usted será merecedor del respeto y consideración que se acostumbra dar a
ministros de organizaciones religiosas.
ORDENACIÓN POR UN PROCESO ORDENADO:
La ordenación se hace de una forma
responsable y por un proceso planeado. En seguida enumeramos los requisitos
mínimos que necesita cumplir la persona, según las reglas y disciplina de la
iglesia, para ser considerado para la ordenación y ser seleccionado o elegido
como ministro del evangelio.
ORDENACIÓN: EL PRINCIPIO Y NO EL
FINAL
La ordenación marca solo el
principio de un proceso de educación, entrenamiento y discipulado en la
teología pastoral para preparar al individuo a
1)
conducir servicios religiosos,
2)
celebrar las funciones sacerdotales/pastorales, y
3)
administrar las ordenanzas de acuerdo a las prácticas y creencias de la
iglesia.
PARA SER CONSIDERADO PARA LA
ORDENACIÓN:
1.
El candidato tiene que dar un testimonio comprensible y convincente de su conversión
a Cristo. Esta explicación tiene que delinear una progresión desde el estado
"perdido en pecado", a una condición de "salvo por gracia"
mediante la fe en Jesucristo. Se tiene que identificar un momento de
convicción, arrepentimiento y decisión, y dar evidencia de una vida nueva en
Cristo.
2.
El candidato tiene que dar un testimonio comprensible y convincente de su
llamamiento al ministerio. Esta explicación tiene que hacer referencia de haber
recibido dirección del Espíritu Santo y ser apoyada por experiencias de vida
confirmando el llamamiento al ministerio. El candidato tiene que demostrar un
compromiso serio y una consideración pensante de la responsabilidad requerida
para cumplir con el ministerio.
3.
El candidato tiene que dar una explicación coherente e informada sobre el
ministerio a que Dios le ha llamado. El llamamiento tiene que ser a uno de los
ministerios que la iglesia o denominación puede apoyar en principio y práctica.
Ministerios comunes son el de pastor, consejero cristiano, educador cristiano,
evangelista, misionero, capellán o músico.
4.
El candidato tiene que haber recibido una preparación y tener experiencia en la
obra, saber como predicar, oficiar en eventos especiales y celebrar las
ordenanzas de la iglesia.
También tiene que tener una
disposición para seguir educándose para el ministerio, estudiando la Palabra de
Dios y valiosa literatura cristiana que realmente le puede preparar en todos
los aspectos del ministerio.
DISCIPULADO PASTORAL DESPUÉS DE LA
ORDENACIÓN:
La iglesia o denominación comprende
que el reclutamiento de hombres y mujeres al ministerio es una gran
responsabilidad institucional, y debe hacer todo el esfuerzo necesario para
conservar las intenciones nobles de sus candidatos; por lo cual continua
discipulando y desarrollando los talentos de cada individuo llamado a servir.
ORDENACIÓN Y ÉTICA PROFESIONAL:
La ética profesional dicta que cada
miembro del clero reconozca la ordenación de sus compañeros en el ministerio.
Es Dios quien hace el llamamiento al
ministerio y la iglesia que da la comisión.
¿Quienes somos nosotros para dudar
de Dios y de la decisión de una iglesia?
Sin embargo, puede que alguien dude
de sus credenciales.
Tome la crítica con gracia, pues no
vivimos en un mundo perfecto.
Es una lástima que haya falta de
comunicación entre algunas iglesias, y que existen los celos denominacionales y
las rivalidades entre el clero.
Todo miembro del clero ordenado debe
respetar a sus compañeros en el ministerio y tener con ellos un espíritu de
cooperación reconociendo que todos servimos al mismo Dios y su reino.
Habrá tiempos cuando es necesario
demostrar su "carnet" identificándose como miembro del clero
ordenado.
Tenga su identificación a la mano
para entrar a instituciones públicas como hospitales y cárceles.
Sin embargo, no se acostumbra
presentar sus credenciales cada vez que visite otro ministerio o iglesia.
Presentar sus credenciales sin que se lo pidan presenta dos problemas.
1)
Parece que está luchando por demostrar que es un clérigo legítimo, y esa
actitud pone en duda su derecho ministerial y
2)
usted se puede parecer como un neófito porque a nadie le ha de interesar de
cual iglesia viene. Todos servimos a Dios y el público no debe dar preferencia
a uno sobre otro porque viene de tal iglesia o no.
ESTUDIO en Lerma
por él:
Pr. Víctor R.
Preciado Balderrama
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(Mat 10:8b) “…de
gracia recibisteis, dad de gracia”. http://viclaly5757.blogspot.com/?spref=fb
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