DEVOCIONAL
CON LA FAMILIA SEMANA #9
DEVOCIONALES
CON LA FAMILIA DÍA 1 (JUAN 9:39-41)
39
Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven,
vean, y los que ven, sean cegados. 40
Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron:
¿Acaso nosotros somos también ciegos? 41
Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque
decís: Vemos, vuestro pecado permanece.
Vv.
39-41. Cristo vino al mundo a dar vista a
los espiritualmente ciegos. Además, para que los que ven sean cegados; para que
los que tengan un elevado concepto de su propia sabiduría, sean sellados en su
ignorancia. La predicación de la cruz era considerada locura por quienes no
conocieron a Dios por la sabiduría carnal. Nada fortifica los corazones
corruptos de los hombres contra las convicciones de la palabra más que la
elevada opinión que los otros tienen de ellos; como si todo lo que los hombres
aplauden, debiera ser aceptada por Dios.
Cristo los
silenció, pero persiste el pecado del vanidoso y del que confía en sí mismo;
ellos rechazan el evangelio de la gracia, por tanto, la culpa de su pecado
sigue sin ser perdonada, y el poder de su pecado sigue intacto.
DEVOCIONALES
CON LA FAMILIA DÍA 2 (JUAN 10:1-5)
1
De cierto, de cierto os digo: El que no
entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra
parte, ése es ladrón y salteador. 2 Más el que entra por la puerta, el
pastor de las ovejas es. 3 A éste
abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y
las saca. 4 Y cuando ha sacado fuera
todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen
su voz. 5 Más al extraño no
seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.
Vv.
1-5.
He aquí una parábola o símil tomado de las costumbres del Oriente para el
manejo de las ovejas. Los hombres, como criaturas que dependen de su Creador,
son llamados ovejas de su prado. La Iglesia de Dios en el mundo es como un
redil de ovejas, expuesto a los engañadores y los perseguidores. El gran Pastor
de las ovejas conoce a todas las suyas, las cuida por su providencia, las guía
por su Espíritu y su palabra, y va delante de ellas, como los pastores
orientales iban delante de sus ovejas para ponerlas en el camino tras sus
pasos. Los ministros deben servir a las ovejas en sus preocupaciones
espirituales. El Espíritu de Cristo les pondrá por delante una puerta abierta.
Las ovejas de Cristo obedecerán a su Pastor y serán cautelosas y tímidas con
los extraños que las quieran sacar de la fe en Él y llevarlas a las fantasías
sobre Él.
DEVOCIONALES
CON LA FAMILIA DÍA 3 (JUAN 10:6-9)
6
Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les
decía. 7 Volvió, pues, Jesús a
decirles: De cierto, de cierto os digo:
Yo soy la puerta de las ovejas. 8
Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los
oyeron las ovejas. 9 Yo soy la
puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará
pastos.
Vv.
6-9. Muchos que oyen la palabra de
Cristo no la entienden porque no quieren, pero nosotros hallaremos que un
pasaje explica a otro al otro, y el Espíritu bendito da a conocer al bendito
Jesús.
Cristo es la
Puerta, ¿y qué mayor seguridad tiene la Iglesia de Dios que el Señor Jesús esté
entre ella y todos sus enemigos? Él es una puerta abierta para pasar y
comunicar. He aquí instrucciones claras sobre cómo entrar al redil; debemos
entrar por Jesucristo en cuanto es la Puerta. Por fe en Él como el gran
Mediador entre Dios y el hombre. Además, tenemos promesas preciosas para los
que obedecen esta instrucción. Cristo da todo el cuidado a su Iglesia, y a cada
creyente, que un buen pastor da a su rebaño; y Él espera que la Iglesia, y cada
creyente, le atiendan y se mantenga en su pastura.
DEVOCIONALES
CON LA FAMILIA DÍA 4 (JUAN 10:10-18)
10
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que
tengan vida, y para que la tengan en abundancia. 11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
12 Mas el asalariado, y que no es el
pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas
y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. 13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le
importan las ovejas. 14 Yo soy el
buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi
vida por las ovejas. 16 También
tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y
oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla
a tomar. 18 Nadie me la quita, sino
que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para
volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
Vv.
10-18. Cristo es el Buen Pastor; muchos no
eran ladrones, pero fueron negligentes con su deber, y el rebaño fue muy dañado
por su descuido. Los malos principios son la raíz de las malas costumbres.
El Señor Jesús
sabe a quienes ha escogido y está seguro de ellos; también ellos saben en quien
confiaron y están seguros de Él.
Véase aquí la
gracia de Cristo: puesto que nadie podría quitarle la vida, Él la entrega, por
sí, para nuestra redención. Él se ofrendó para ser el Salvador: He aquí, Yo
vengo. La necesidad de nuestro caso lo pedía, y Él se ofreció para el
Sacrificio. Fue el que ofrenda y ofrenda, de modo que la entrega de su vida fue
la ofrenda de sí mismo. De eso queda en claro que Él murió en el lugar y como
sustituto de los hombres para lograr que ellos fueran librados del castigo del
pecado, para obtener el perdón del pecado para ellos; y para que su muerte
adquiriera ese perdón. Nuestro Señor no entregó su vida por su doctrina, sino
por sus ovejas.
DEVOCIONALES
CON LA FAMILIA DÍA 5 (JUAN 10:19-21)
19
Volvió a haber disensión entre los judíos por estas palabras. 20 Muchos de ellos decían: Demonio
tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís? 21 Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado. ¿Puede acaso
el demonio abrir los ojos de los ciegos?
Vv.
19-21. Satanás destruye a muchos
quitándoles el interés por la palabra y las ordenanzas. Los hombres no toleran
que se rían de ellos por su alimento necesario, pero toleran que se rían de
ellos por lo que es mucho más necesario. Si nuestro celo y fervor en la causa
de Cristo, especialmente en la bendita obra de llevar sus ovejas a su redil,
nos acarrea mala fama, no la escuchemos, pero recordemos que así reprocharon a
nuestro Maestro antes que a nosotros.
DEVOCIONALES
CON LA FAMILIA DÍA 6 (JUAN 10:22-30)
22
Celebrábase en Jerusalén la fiesta de la dedicación. Era invierno, 23 y Jesús andaba en el templo por el
pórtico de Salomón. 24 Y le rodearon
los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el
Cristo, dínoslo abiertamente. 25
Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en
nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; 26 pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os
he dicho.27 Mis ovejas oyen mi voz,
y yo las conozco, y me siguen, 28 y
yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi
mano.29 Mi Padre que me las dio, es
mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. 30 Yo y el Padre uno somos.
Vv.
22-30. Todos los que tienen algo que decir
a Cristo, pueden encontrarlo en el templo. Cristo nos hará creer; nosotros nos
hacemos dudar. Los judíos entendieron su significado, pero no pudieron dar
forma a sus palabras como acusación completa en su contra. Él describió la
disposición de gracia y el estado de dicha de sus ovejas; ellas oyeron y
creyeron su palabra, le siguieron como sus fieles discípulos, y ninguna de
ellas perecerá, porque el Hijo y el Padre eran uno. Así, pues, pudo defender a
sus ovejas contra todos sus enemigos, lo cual prueba que pretendió tener poder
y perfección divina iguales al Padre.
DEVOCIONALES
CON LA FAMILIA DÍA 7 (JUAN 10:31-38)
31
Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle. 32 Jesús les respondió: Muchas buenas
obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis? 33 Le respondieron los judíos,
diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú,
siendo hombre, te haces Dios. 34
Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? 35 Si llamó dioses a aquellos a quienes
vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada),36 ¿al que el Padre santificó y envió
al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?37 Si no hago las obras de mi Padre, no
me creáis.38 Más si las hago, aunque
no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre
está en mí, y yo en el Padre.
Vv.
31-38. Las obras de poder y misericordia
de Cristo le proclaman ser. Dios bendijo sobre todo por los siglos, para que
todos sepan y crean que Él es en el Padre, y el Padre en Él. A quien el Padre
envía, santifica. El santo Dios recompensará y, por tanto, empleará sólo a
quienes Él haga santos. El Padre era en el Hijo, de modo que por el poder
divino, Aquél obró sus milagros; el Hijo era en el Padre, de modo que conocía
toda su mente. Nosotros no podemos hallar esto a la perfección buscándolo, pero
debemos conocer y creer estas declaraciones de Cristo.
ESTUDIO
en Lerma por él
Pr.
Victor R. Preciado Balderrama
No hay comentarios.:
Publicar un comentario