PROFETAS DE VENDAS MÁGICAS
(Ezequiel 13:1-23)
Muchos falsos predicadores, y algunas sectas que predican
un evangelio de fantasía, hacen promesas que rompen la lógica y entran al
engaño. Mal les va a los que prefieren oír mentiras agradables en lugar de las
verdades desagradables. Ofrecen inmortalidad, salud permanente, una vida
sin sufrimiento, un mundo maravilloso, riquezas, un reino sin Cristo. Lo peor
de todo es que forjan, en base a ciertos textos oscuros, superstición para
entrar en lo oculto, y hacen que ciertos objetos sirvan de amuletos o
portadores de bendición.
Pero llegan
todavía más lejos, ofrecen estas bendiciones “fetichistas” (idolatría,
superstición o paganismo) a cambio
de una ofrenda o dadiva determinada.
Es común
escuchar por la televisión decir que: “si
tu envías una ofrenda especial para este proyecto, Dios te va a sanar, devolver
a tu esposa o borrarte las deudas que tengas en el banco”. Son fabricantes de vendas mágicas (Ezequiel 13:18-20), proclamadores de
un evangelio de oferta, que nada tiene que ver con el enseñado por nuestro
Señor Jesucristo.
(Ezequiel 13:1-23) Es la pura palabra de Jehová contra predicadores y profetas quienes
acomodan a las personas con palabras carnales agradables que, dicen que dijo el
Señor, cuando Él no lo ha dicho. Sus palabras fueron diseñadas para hacer al
pueblo de Dios sentirse cómodo frente a un juicio inminente de parte de Dios (Jeremías 14:13-16).
De hecho, ellos
no estaban satisfechos con sólo profetizar buenos tiempos por venir desde sus
grandes casas y sus cómodas camas hechas de marfil. (Ez. 13:18). “Ay de aquellas que cosen vendas mágicas para todas las
manos…” “…He aquí yo estoy contra
vuestras vendas mágicas, con que cazáis las almas…” (Ez. 13:20).
Ezequiel estaba
horrorizado al ver a los profetas que habían desarrollado un arte de hacer al
pueblo de Dios sentirse cómodo. El Señor dijo, (Ez. 14:1-5) “1 Vinieron a mí algunos de los ancianos de Israel, y se
sentaron delante de mí. 2 Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 3 Hijo de
hombre, estos hombres han puesto sus ídolos en su corazón, y han establecido el
tropiezo de su maldad delante de su rostro. ¿Acaso he de ser yo en modo alguno
consultado por ellos? 4 Háblales, por tanto, y diles: Así ha dicho Jehová el
Señor: Cualquier hombre de la casa de Israel que hubiere puesto sus ídolos en
su corazón, y establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro, y
viniere al profeta, yo Jehová responderé al que viniere conforme a la multitud
de sus ídolos, 5 para tomar a la casa de Israel por el corazón, ya que se han apartado de mí todos ellos por
sus ídolos.”
La verdadera
palabra del Señor fue, “Jehová dice:–
come tu pan con temblor, y bebe tu agua con aflicción y con desfallecimiento –
y dile al pueblo, su tierra será despojada de su plenitud, por la maldad –
ciudades habitadas quedarán desiertas, y la tierra será asolada -- no habrá más
visiones vanas, ni profecías de lisonjeros... ” (Ez. 12:17-24).
Mientras
Ezequiel iba de un lado a otro llamando al pueblo a la humildad y
arrepentimiento, tratando de preparar al pueblo de Dios para los juicios que
pronto vendrían, estos profetas de vendas
mágicas profetizaban los sueños e imaginaciones de sus propios corazones.
Dios no les había hablado, aunque ellos introducían sus profecías con, “Escuchad la palabra del Señor.” Dios dijo, “Yo no los envié. Ellos no hablan por mi.”
(Jer 23:17) “Dicen atrevidamente a los que me irritan: Jehová
dijo: Paz tendréis; y a cualquiera que anda tras la obstinación de su
corazón, dicen: No vendrá mal sobre vosotros”.
(Jer 23:31) “Dice Jehová: He aquí que yo estoy contra los
profetas que endulzan sus lenguas y dicen: El ha dicho”.
Ellos ponían
pañuelos sobre las cabezas de cada uno de sus discípulos, esto significaba que
ellos les estaban declarando a otros, “Muy
buenos tiempos están por delante. No vemos sino paz y lujo en el futuro.”
Ellos caminaban entre el pobre y el enfermo con un pañuelo de encajes en la
cabeza, como una señal de su confianza en el mensaje de los profetas de excesos
y comodidad.
Ezequiel les habló fuertemente la Palabra de Dios cuando
las masas se congregaban a oír sus palabras placenteras.
“los profetas de Israel que profetizan acerca de
Jerusalén, y ven para ella visión de paz, no habiendo paz, dice Jehová el
Señor. (Ez. 13:16).
“Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de los profetas
insensatos, que andan en pos de su propio espíritu, y nada han visto!” (Ez.
13:3).
¡Los profetas de vendas mágicas están todavía entre
nosotros! Ellos hablan acerca
de la Palabra de Dios, acerca de profecía, y
sazonan sus suaves mensajes con mucha Escritura. Pero hay una falsedad en lo
que ellos predican.
No están predicando el arrepentimiento o la santidad y la
separación. No hacen demandas a
los que los escuchan. Muy pocas veces hablan de pecado y juicio. Aborrecen el
solo mencionar sufrimiento y dolor.
Tal como los
profetas de vendas mágicas de Israel, su
único deseo supremo es promover estilos de vida lujosas y hacer a las personas
sentirse cómodas en su búsqueda de la buena vida. Ellos no están hablando de parte de Dios.
Todo lo que
ellos están haciendo es pasando vendas mágicas. “Hacen velos mágicos para la cabeza de toda edad” de cada seguidor.
Con razón las multitudes se congregan para sentarse a escuchar sus mensajes –
sin ninguna demanda. Estos mensajes no son el llamado de Cristo para negarse a
sí mismo y tomar la cruz.
¿Cuál es la diferencia ente los profetas de vendas
mágicas y los verdaderos profetas de Jehová? El predicador o creyente que no conoce la diferencia está en un terreno
peligroso.
Con tantos que andan por ahí reuniendo enormes
congregaciones, es imperativo tener discernimiento del Espíritu Santo.
Los profetas que están confundiendo a la gente deberán
ser confrontados y expuestos por la verdad. La mayoría de ellos se ven y se
oyen sinceros, hombres de Dios amantes de la Biblia. Pero el Señor ha dado a su
pueblo pruebas infalibles para probar lo que es verdadero y lo que es falso.
Debemos probar cada hombre y cada mensaje – a través de toda la Palabra de
Dios.
Ahora veremos tres características de un verdadero
profeta de dios.
1. ¡UN VERDADERO HOMBRE DE DIOS ES CONSUMIDO
POR UNA VISIÓN DEL SEÑOR JESUCRISTO!
Él ha sido tan
sumergido, tan profundamente dominado por esa gloriosa visión, que no puede
hablar de nada más. Él predica todo el consejo de Dios – en cuanto a Cristo
concierne.
Dios dijo de
los falsos profetas, “¡Ay de los
profetas insensatos, que andan en pos de sus propias imaginaciones… y nada han
visto!” (Ez. 13:3).
Pero de Moisés
se escribió, “Por la fe dejó a Egipto,
no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al invisible” (Heb.
11:27).
Jesús dijo de
Abraham, “Abraham vuestro padre se gozó
de que había de ver mi día, y lo vio, y se gozó” (Jn. 8:56).
Esteban tuvo
una gloriosa visión de él. “Y dijo: He
aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de
Dios” (Hch. 7:56).
Ananías dijo a
Pablo, “El Dios de nuestros padres te ha
escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su
boca” (Hch. 22:14).
A sus propios
discípulos, Jesús dijo, “Todavía un
poco, y el mundo no me verá; pero vosotros me veréis” (Jn. 14:19).
La cosa que
cada uno de estos hombres de Dios tenía en común fue su vida controlada por la
visión de Cristo el Señor. Cristo fue su más grande y único motivo de vivir. Ellos lo vieron a través de los ojos
espirituales por medio de la fe.
Moisés
voluntariamente dejó la comodidad y la prosperidad de Egipto para sufrir
privación en un desierto porque él había sido dominado por una visión de
Cristo. Nada más le importaba ahora, ni aun su sueño de convertirse en el gran
libertador. Él vio más allá de toda ambición humana.
Él fue apartado de todo lo que era terrenal porque él
había visto a Cristo. Él pudo soportarlo cualquier cosa, porque nada en la
tierra podía compararse con lo que sus ojos espirituales contemplaron.
Abraham se
volvió totalmente apartado de este mundo y voluntariamente llegó a ser un
extranjero en la tierra, porque sus ojos estaban puestos en la ciudad cuyo
arquitecto y constructor es Dios.
Pero sobre todo él había visto una visión de Cristo sobre
su trono en aquella santa ciudad. Nunca más se conformo con cosas temporales o
terrenales. Su fe estaba basada en su continua visión de Cristo. Él se
regocijaba y estaba contento, porque él tenía ojos para lo invisible, lo
eterno, ¡Cristo!
Desde el
momento en que Pablo le vio, todo en la tierra se convirtió en basura para él. Desde el momento en que Cristo fue revelado
en él, él determinó no saber de nada más entre los hombres sino su Señor.
Él alegremente soportó penurias, naufragios, que lo apedrearan, azotes,
privaciones, cárceles; ninguna de estas cosas lo movió porque él se gloriaba en
su visión del Señor.
(Filipenses 3:7,8) “Pero cuantas cosas eran para mí
ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. 8 Y ciertamente, aun
estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de
Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por
basura, para ganar a Cristo”.
Cualquier hombre de Dios que está atado a esta tierra o a
las cosas de esta tierra no ha visto nada. Si él tuviera una visión de Cristo, si él estuviera en constante unión con
Cristo, él no podría predicar de nada más. Él se pararía ante las multitudes,
proclamando, “¡Estimo todas las cosas
como pérdida – todo lo tengo por basura! Es Cristo y él solamente. Él es todo;
él llena todas las cosas. Él es toda mi vida.”
(Col 3:8-11) “Pero ahora dejad también vosotros
todas estas cosas: ira, enojo, malicia,
blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. 9 No mintáis los unos a
los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, 10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó
se va renovando hasta el conocimiento pleno, 11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión,
bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos”.
Tal como
Isaías, el verdadero hombre de Dios que ve al Señor, alto y sublime, caerá
sobre su rostro y llorará por sus pecados y los pecados del pueblo de Dios.
Entonces él será limpiado y purificado e irá en el poder de su grandiosa visión
a predicar a Cristo (Isaías 6:5-7).
Dios le
advirtió a Israel, “Los profetas son
como zorras…” (Eze 13:4) “Como
zorras en los desiertos fueron tus profetas, oh Israel”. En otras palabras, algunos no tienen ni siquiera un solo
ojo enfocado en Cristo, sino que tienen los ojos llenos de avaricia. Despojan
la viña, tomando lo mejor para ellos mismos. ¡Andan en sus propios caminos, alimentando su propio ego!
Estos profetas
que buscaban lo suyo decían que habían oído la voz de Dios. Reclamaban que era
una palabra profética directamente del cielo. “Vieron vanidad y adivinación mentirosa. Dicen: Ha dicho Jehová, y Jehová no los
envió; con todo, esperan que él confirme la palabra de ellos.” (Ez. 13:6).
Las multitudes
del pueblo de Dios quienes corren para oír solamente mensajes suaves necesitan
tomar una mirada honesta a lo que están oyendo y creyendo.
“7 ¿No habéis visto visión vana, y no habéis dicho
adivinación mentirosa, pues que decís: Dijo Jehová, no habiendo yo hablado? 8
Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto vosotros habéis hablado
vanidad, y habéis visto mentira, por tanto, he aquí yo estoy contra vosotros,
dice Jehová el Señor. (Ez. 13:7,8).
“Engañaron a mi pueblo, diciendo, paz, no habiendo paz”
(Ez. 13:10).
Su mensaje era,
“Dios me ha dicho que todo está bien. No
hay problemas en los tiempos venideros. ¡Buenos tiempos! No vendrá prueba o
tribulación. El deseo de Dios es que todos estemos felices, prósperos y
cómodos…” ¡Jehová llama esto
engañoso!
Yo no creo que
los ministros estén tomando suficientemente en serio la tragedia de predicar el
mensaje equivocado. ¡Cómo nos atrevemos
a predicar paz y buenos tiempos interminables a una nación y a un pueblo que
están al borde del juicio, en lugar de predicar arrepentimiento!
El pecado de
Israel estaba a punto de explotar en fuegos increíbles de ira divina. Ezequiel
no deseaba predicar tal mensaje que causaba molestias, especialmente a un
pueblo que se amontonaba alrededor de los profetas de vendas mágicas, quienes
le decían al pueblo de Dios que todo estaba bien.
Escuchemos lo
que Dios estaba tratando de decir a su pueblo: “Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Como la madera de la vid
entre los árboles del bosque, la cual di al fuego para que la consumiese, así
haré a los moradores de Jerusalén. Y pondré mi rostro contra ellos: de un fuego
escaparon pero otro fuego los consumirá… Yo he puesto mi rostro contra ellos…
Haré que esta tierra sea desolada, por cuanto abusaron del pecado dice Jehová
el Señor” (Ez. 15:6-8).
EL PUEBLO RECHAZÓ LA VERDADERA PALABRA DE DIOS. Las masas corrieron tras sus maestros para oír el
mensaje engañoso – “Dios no es esa clase
de Dios. Dios es amor. Él desea únicamente lo mejor para todos nosotros. Gran
paz y buenos tiempos están por delante. No escuchen a los profetas anticuados
de juicio. Dios me ha dicho directamente desde su trono que lo mejor está por
venir.”
Yo te pregunto
a ti, ¿qué harán estos profetas de vendas mágicas cuando Dios comience a juzgar
los pecados de esta nación y les quite su pan y su plenitud? Piensa en las multitudes de cristianos
sinceros que no están preparados, quienes deberían estar arrepintiéndose de su
tibieza; quienes deberían estar llorando por causa de su conformidad con el
pecado y de su avaricia; quienes deberían estar dejando y abandonando todo
en vez de estar acumulando.
(Rom 11:3-5) “Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y
sólo yo he quedado, y procuran matarme? 4
Pero ¿qué le dice la divina
respuesta? Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla
delante de Baal. 5 Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente
escogido por gracia”.
Gracias a Dios,
el Espíritu Santo está levantando un pueblo santo que está harto de todos los
ministerios centrados en sí mismos y su clamor es, “Queremos ver a Jesús” El Evangelio centrado en el hombre no puede
durar por más tiempo. Un tiempo de limpieza está por delante. Nos estamos
dirigiendo a fuegos de refinamiento.
Mientras que los avariciosos se echan sobre a sus lechos
de comodidad se consuelan con lujos, un remanente se separará e irá en busca
del Novio. Cristo se va a revelar al humilde, al pobre de espíritu, y la verdadera
Palabra de Dios fluirá con unción y poder. La unión con Cristo se convertirá en
la perla de gran precio.
2. EL VERDADERO HOMBRE DE DIOS PREDICA
Y PRACTÍCA LA
BONDAD.
¡Compara esto
con lo que los profetas de vendas mágicas que enfocan en sus mensajes! Dios
les dijo, “Ellos me han profanado
entre mi pueblo por puñados de cebada y por bocados de pan… mienten a mi
pueblo” (Ez. 13:19).
He aquí un retrato completo de un profeta de vendas
mágicas. Él permite que su
imaginación corra desenfrenadamente. Él opera en la idea que la prosperidad
durará para siempre. Edifica sobre
sueños y planes. Para hacerlo él necesita dinero – mucho dinero. Su necesidad
de dinero se convierte en el enfoque de su ministerio. Él termina diciendo
mentiras al pueblo de Dios para conseguirlo. Entonces él lo contamina todo
diciendo, “Dios me dijo…”.
El mensaje de
Jesucristo es directo – (Mat 9:13) “Id,
pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque
no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento”.
(Mt. 16:24) “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si
alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y
sígame”.
NEGARSE A SÍ MISMO – ¡qué concepto que suena tan extraño en estos días de
tantos mensajes acariciadores y cómodos! Los profetas de vendas mágicas lo han
rechazado por completo. La bondad o
negarse a sí mismo es el abandonar y renunciar a todo lo que impide la
presencia constante de Cristo.
No hay ningún
mérito en negarse a sí mismo. Somos salvos y estamos seguros por gracia
solamente. No se debe entrar en él para ganar los beneficios de Dios. Pero
negarse a sí mismo quita todo lo que impide tener una comunión constante con
Cristo. Pablo dijo, (1Co 9:27) “sino que
golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre,
no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser
eliminado”.
No estamos poniendo nuestros cuerpos bajo control;
nuestras pasiones y apetitos no están bajo sujeción. Programas sensuales de
televisión actualmente estimulan los apetitos carnales entre los cristianos
hacia la pornografía.
La lujuria, la
sensualidad está casi fuera de control, aun entre los ministerios. Casi a
diario escucho de pastores que pasan horas viendo películas pornográficas.
Multitudes del
pueblo de Dios, incluyendo predicadores del Evangelio, desperdician horas
preciosas ante el ídolo de la televisión. Tal
como Lot, nuestras mentes están siendo perturbadas por las cosas que
vemos y oímos.
La verdad más
profunda acerca de negarse a sí mismo va más allá de despojarnos de las cosas
materiales. Tú puedes vender tu
televisión, evitar todos los sonidos e imágenes eróticas, y traer todos los
apetitos bajo control, y aún no haberte negado a ti mismo.
Lo que Cristo
está pidiendo, es una clase de devoción hacia él mismo que eche fuera del
corazón todo lo que impide una profunda unión con Cristo. Es un compromiso a
convertirnos en absolutamente nada ante Dios y los hombres. Es poder decir con
Pablo, “Ya no vivo yo – es Cristo viviendo en mi.” (Gal 2:20) “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo,
mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del
Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”.
El mundo debe
perder su encanto para nosotros. Debemos morir a toda ambición personal – a
todas las ataduras a las cosas terrenales, hasta que podamos decir
honestamente, “Yo estoy muerto a este mundo y todo lo que representa. Ya no
vivo yo.”
Físicamente vivo, ¡¡SÍ!! Pero yo debo morir a todo lo que
impida mi visión y amor por Cristo. Cualquier cosa que sea – deberá irse. Lujuria,
Planes propios, Amarguras, enemistades, Reconocimiento, auto-estima. Debo morir
a todo esto. Debo traerlo todo a la cruz y ejecutar juicio propio.
¿Por qué los
cristianos que están a punto de morir se separan tanto del mundo y de las cosas
físicas y materiales? Es porque la eternidad está a la vista. Todo palidece en
comparación al gozo que está por delante. ¿Por qué no podemos vivir así todo el
tiempo? ¿Por qué no mantenemos nuestras mentes fijas en Cristo en todo tiempo?
3. UN VERDADERO HOMBRE DE DIOS TIENE
UNA DECISIÓN SANTA CONTRA EL PECADO –
¡EL NUNCA ENCUBRE LA MALDAD!
Los profetas de
vendas mágicas no tienen fundamento de santidad sobre el cual edificar.
Ezequiel dijo, “Su cimiento será descubierto…” (Ez. 13:14) “Así desbarataré la
pared que vosotros recubristeis con lodo suelto, y la echaré a tierra, y será descubierto su cimiento, y caerá,
y seréis consumidos en medio de ella; y sabréis que yo soy Jehová”.
Los profetas de
vendas mágicas estaban construyendo paredes con mezcla de cal y arena sin
consistencia, o sea como un lodo suelto, y pintadas las grietas por encima con
cal para blanquear las paredes.
Lo peor de
todo, es su mensaje. (Ez. 13:22,23) “22
Por cuanto entristecisteis con mentiras el corazón del justo, al cual yo no entristecí, y fortalecisteis
las manos del impío, para que no se apartase de su mal camino, infundiéndole ánimo, 23 por tanto, no veréis más visión vana, ni practicaréis más
adivinación; y libraré mi pueblo de vuestra mano, y sabréis que yo soy Jehová”.
Y ellos
“fortalecieron las manos del impío”. Dios les acusó de estar maldiciendo las
almas por ignorar el pecado. Esto
entristeció a Dios, que hijos de Dios comprometidos fueran animados, en vez de
ser expuestos.
Dios no
permitirá a ningún ministro del Evangelio entristecer, perturbar o afligir a
sus escogidos y seguidores devotos sin su previo consentimiento. Pero tampoco permitirá Dios que los profetas
de comodidad le llamen a lo malo, bueno y consientan a los cristianos apostatas
que necesitan arrepentirse.
¿Conoces algún hombre de Dios que hable fuertemente con
determinación contra el pecado? ¿Su mensaje suena no de legalismo sino de
pureza profunda personal? Entonces corre al frente de él – siéntate y escucha
su mensaje, porque él tiene la verdad que te hará libre. Él es un verdadero profeta de Dios, y hace a todos los
otros profetas temblar y temer. Los profetas de vendas mágicas le desprecian
porque él camina con la verdad en su interior.
¡Busca un hombre de Dios que haga a Cristo real! Uno que
te ponga en atención y notes que él ha estado con Jesús. Uno que te convenza de
tu tiempo desperdiciado y que tienes la mente en las cosas terrenales. Uno que
señalará tu rostro, discierna el pecado y clamara, “Tú eres el hombre.” Él es
el que realmente te ama y vigila por tu alma.
Los profetas de
vendas mágicas están levantando sus enormes muros. Ellos se ven muy exitosos y
bendecidos. Pero Jehová dice: (Ez.
13:11-14) “11 di a los recubridores con lodo suelto, que caerá; vendrá
lluvia torrencial, y enviaré piedras de granizo que la hagan caer, y viento
tempestuoso la romperá. 12 Y he aquí
cuando la pared haya caído, ¿no os dirán:
¿Dónde está la embarradura con que la recubristeis? 13 Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Haré que la rompa
viento tempestuoso con mi ira, y lluvia torrencial vendrá con mi furor, y
piedras de granizo con enojo para consumir. 14 Así desbarataré la pared que vosotros recubristeis con lodo suelto,
y la echaré a tierra, y será descubierto su cimiento, y caerá, y seréis
consumidos en medio de ella; y sabréis que yo soy Jehová.”
Dios nos ha
dicho que en estos últimos días nuestros jóvenes verán visiones. No de éxito,
de prosperidad o de grandes hazañas. Habrá solo una visión para todos – ¡CRISTO!
(Hechos 2:17) “Y en los postreros días, dice Dios,
Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas
profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán
sueños”.
Estudio en Lerma por él:
Pr. Victor R. Preciado Balderrama.
sanadoctrinavictor@gmail.com
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