DEVOCIONAL
CON LA FAMILIA SEMANA #24
DEVOCIONALES CON LA FAMILIA DÍA 1 (MATEO 9:9)
Mat
9:9 Pasando Jesús de allí, vio a un hombre
llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo:
Sígueme. Y se levantó y le siguió.
Vv.
9. Mateo fue en su llamado, como los demás a
los que Cristo llamó. Como Satanás viene con sus tentaciones al ocioso, así
viene Cristo con sus llamados a los que están ocupados. Todos tenemos natural
aversión a ti, oh Dios; llámanos a seguirte; atráenos por tu poderosa palabra y
correremos en pos de ti. Habla por la palabra del Espíritu a nuestros
corazones, el mundo no puede retenernos, Satanás no puede detener nuestro
camino, nos levantaremos y te seguiremos. Cristo como autor, y su palabra como
el medio, obra un cambio salvador en el alma. Ni el cargo de Mateo ni sus
ganancias, pudieron detenerlo cuando Cristo lo llamó. Él lo dejó todo, y aunque
después, ocasionalmente, a los discípulos que eran pescadores los hallamos
pescando otra vez, nunca más encontramos a Mateo en sus ganancias pecaminosas.
DEVOCIONALES
CON LA FAMILIA DÍA 2 (MATEO 9:10-13)
10
Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos
publicanos y pecadores, que habían
venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos. 11 Cuando vieron esto los fariseos,
dijeron a los discípulos: ¿Porqué come vuestro Maestro con los publicanos y
pecadores? 12 Al oír esto Jesús, les
dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. 13 Id, pues, y aprended lo que
significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a
justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.
Vv. 10-13. Algún tiempo después de su llamado, Mateo procuró llevar a sus antiguos
socios a que oyeran a Cristo. Sabía por experiencia lo que podía hacer la
gracia de Cristo y no se desesperó al respecto. Los que son eficazmente
llevados a Cristo no pueden sino desear que los demás también sean llevados a
Él.
Aquellos que
suponen que sus almas están sin enfermedad no acogerán al Médico espiritual.
Este era el caso de los fariseos; ellos despreciaron a Cristo porque se creían
íntegros; pero los pobres publicanos y pecadores sentían que les faltaba
instrucción y enmienda. Fácil es, y también corriente, poner las peores interpretaciones
sobre las mejores palabras y acciones. Puede sospecharse con justicia que los
que no tienen la gracia de Dios, no se complacen con que otros la consigan.
Aquí se llama misericordia que Cristo converse con los pecadores, porque
fomentar la conversión de las almas es el mayor acto de misericordia.
El llamado del
evangelio es un llamado al arrepentimiento; un llamado para que cambiemos
nuestro modo de pensar y cambiemos nuestros caminos. Si los hijos de los
hombres no fueran pecadores no hubiera sido necesario que Cristo viniera a
ellos. Examinemos si hemos investigado nuestra enfermedad y si hemos aprendido
a seguir las órdenes de nuestro gran Médico.
DEVOCIONALES
CON LA FAMILIA DÍA 3 (MATEO 9:14-17)
14
Entonces vinieron a él los discípulos de
Juan, diciendo: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tus
discípulos no ayunan? 15 Jesús les
dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo
está con ellos? Pero vendrán días cuando
el esposo les será quitado, y entonces ayunarán. 16 Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal
remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura. 17 Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se
rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo
en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente.
Vv.
14-17. En esta época Juan estaba preso;
sus circunstancias, su carácter, y la naturaleza del mensaje que fue enviado a
dar, guió a los que estaban peculiarmente afectos a él, a realizar ayunos
frecuentes. Cristo los refirió al testimonio que Juan da de Él, Juan 3:29. Aunque no cabe duda de que
Jesús y sus discípulos vivieron en forma frugal y económica, sería impropio que
sus discípulos ayunaran mientras tenían el consuelo de su presencia. Cuando
está con ellos, todo está bien. La presencia del sol hace el día, y su ausencia
produce la noche.
Nuestro Señor les
recuerda luego las reglas comunes de la prudencia. No se acostumbraba tomar un
pedazo de tela de lana cruda, que nunca había sido preparada, para coserla a un
traje viejo, porque no se uniría bien con el ropaje viejo y suave, sino que lo
desgarraría aún más, y la rasgadura sería peor. Ni tampoco los hombres echaban
vino nuevo en odres viejos, que iban a podrirse y se reventarían por la
fermentación del vino; al poner el vino nuevo en odres nuevos y fuertes, ambos
serían preservados. Se requiere gran prudencia y cautela para que los nuevos
convertidos no reciban ideas sombrías y prohibitorias del servicio de nuestro
Señor; antes bien serán estimulados en los deberes a medida que sean capaces de
soportarlos.
DEVOCIONALES
CON LA FAMILIA DÍA 4 (MATEO 9:18-26)
18
Mientras él les decía estas cosas, vino un hombre principal y se postró ante
él, diciendo: Mi hija acaba de morir; mas ven y pon tu mano sobre ella, y
vivirá. 19 Y se levantó Jesús, y le
siguió con sus discípulos. 20 Y he
aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su
manto; 21 porque decía dentro de sí:
Si tocare solamente su manto, seré salva. 22
Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha
salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora. 23 Al entrar Jesús en la casa del principal, viendo a los que
tocaban flautas, y la gente que hacía alboroto, 24 les dijo: Apartaos, porque la niña no está muerta, sino duerme. Y se burlaban de él. 25 Pero cuando la gente había sido
echada fuera, entró, y tomó de la mano a la niña, y ella se levantó. 26 Y se difundió la fama de esto por
toda aquella tierra.
Vv.
18-26. La muerte de nuestros familiares
debe llevarnos a Cristo que es nuestra vida. Gran honor para los reyes más
grandes es esperar en el Señor; y los que reciban misericordia de Cristo deben
honrarle. La variedad de métodos que Cristo usó para hacer sus milagros quizá
se debió a las diferentes disposiciones mentales y temperamentos con que venían
los que a Él acudían; todo esto lo conocía perfectamente Aquel que escudriña
los corazones.
Una pobre mujer
apeló a Cristo y recibió de Él misericordia, al pasar por el camino. Si sólo
tocásemos, como si así fuera, el borde de la túnica de Cristo por fe viva,
serán sanados nuestros peores males; no hay otra cura verdadera ni tenemos que
temer que sepa cosas que son dolor y carga para nosotros, y que no las
contaríamos a ningún amigo terrenal.
Cuando Cristo
entró a la casa del hombre principal dijo: Apartaos. A veces, cuando prevalece
el dolor del mundo, es difícil que entren Cristo y sus consolaciones. La hija
del principal estaba realmente muerta, pero no para Cristo. La muerte del
justo, de manera especial, debe ser considerada sólo un dormir.
Las palabras y
las obras de Cristo pueden no ser entendidas al comienzo, aunque por eso no
deben ser despreciadas. La gente fue fortalecida. Los escarnecedores que se
ríen de lo que no entienden no son testigos apropiados de las maravillosas
obras de Cristo. Las almas muertas no son resucitadas a la vida espiritual, a
menos que Cristo las tome de la mano: está hecho en el día de su poder. Si este
solo caso en que Cristo resucitó a un muerto reciente, aumentó tanto su fama,
¡qué será su gloria cuando todos los que están en los sepulcros oigan su voz y
salgan; los que hicieron bien a resurrección de la vida, y los que hicieron
mal, a resurrección de condenación!
DEVOCIONALES
CON LA FAMILIA DÍA 5 (MATEO 9:27-31)
27
Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten
misericordia de nosotros, Hijo de David!
28 Y llegado a la casa, vinieron a
él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron:
Sí, Señor. 29 Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os
sea hecho.30 Y los ojos de ellos
fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie
lo sepa. 31 Pero salidos ellos,
divulgaron la fama de él por toda aquella tierra.
Vv.
27-31. En esa época los judíos esperaban
que apareciera el Mesías; estos ciegos supieron y proclamaron en las calles de
Capernaum que había venido, y que era Jesús. Los que, por la providencia de
Dios, han perdido la vista física, por gracia de Dios, pueden tener plenamente
iluminados los ojos de su entendimiento. Sean las que sean nuestras necesidades
y cargas, no necesitamos más provisión y apoyo que participar en la
misericordia de nuestro Señor Jesús. En Cristo hay suficiente para todos.
Ellos lo
siguieron gritando en voz alta. Iba a probar su fe, y nos enseñaría a orar
siempre y no desmayar, aunque la respuesta no llegue de inmediato. Ellos
siguieron a Cristo y lo siguieron clamando, pero la gran pregunta es: ¿Crees
tú? La naturaleza puede hacernos fervorosos, pero es sólo la gracia la que
puede obrar la fe.
Cristo tocó sus
ojos. Él da vista a las almas ciegas por el poder de su gracia que va unida a
su palabra, e imparte la cura sobre la fe de ellos. Los que apelan a Jesucristo
serán tratados, no conforme a sus fantasías ni a su profesión, sino conforme a
su fe.
A veces Cristo
ocultaba sus milagros porque no quería dar pie al engaño que prevalecía entre
los judíos de que su Mesías sería un príncipe temporal, y así, dar ocasión a
que el pueblo intentara tumultos y sediciones.
DEVOCIONALES
CON LA FAMILIA DÍA 6 (MATEO 9:32-34)
32
Mientras salían ellos, he aquí, le trajeron un mudo endemoniado. 33 Y echado fuera el demonio, el mudo
habló; y la gente se maravillaba, y decía: Nunca se ha visto cosa semejante en
Israel. 34 Pero los fariseos decían:
Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios.
Vv.
32-34. De ambos, mejor es un demonio mudo
que uno que blasfeme. Las curas de Cristo van a la raíz, y eliminan el efecto
quitando la causa; abren los labios rompiendo el poder de Satanás en el alma.
Nada puede
convencer a quienes están bajo el poder del orgullo. Creerán cualquier cosa,
por falsa o absurda que sea, antes que las Sagradas Escrituras; así, muestran
la enemistad de sus corazones contra el santo Dios.
DEVOCIONALES
CON LA FAMILIA DÍA 7 (MATEO 9:35-38)
35
Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de
ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda
dolencia en el pueblo. 36 Y al ver
las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y
dispersas como ovejas que no tienen pastor. 37 Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha,
mas los obreros pocos. 38 Rogad,
pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.
Vv.
35-38.
Jesús visitó no sólo las ciudades grandes y ricas, sino las aldeas pobres y
oscuras, y allí predicó, y sanó. Las almas de los más viles del mundo son tan
preciosas para Cristo, y deben serlo para nosotros, como las almas de los que
más figuren. Había sacerdotes, levitas, y escribas en toda la tierra; pero eran
pastores de ídolos, Zacarías 11:17;
por tanto, Cristo tuvo compasión del pueblo como ovejas desamparadas y dispersas,
como hombres que perecen por falta de conocimiento. A la fecha hay multitudes
enormes que son como ovejas sin pastor, y debemos tener compasión y hacer todo
lo que podamos para ayudarles. Las multitudes deseosas de instrucción
espiritual formaban una cosecha abundante que necesitaba muchos obreros
activos; pero pocos merecían ese carácter. Cristo es el Señor de la mies.
Oremos que muchos sean levantados y enviados a trabajar para llevar almas a
Cristo. Es señal de que Dios está por conceder alguna misericordia especial a
un pueblo cuando los invita a orar por ello. Las misiones encomendadas a los
obreros como respuesta a la oración, son las que más probablemente tengan
éxito.
Hasta
ahora todos nosotros hemos aprendido que las personas son imperfectas. Nos
fallan. Nos decepcionan. Con la perseverancia se obtiene la fortaleza
y esto nos permite no dejarnos llevar por lo fácil y lo cómodo. Cuando hablamos
de este valor, valdría la pena tomar un papel y ver nuestros propósitos para
revisar si los estamos cumpliendo. Por
otro lado, a veces no conocemos realmente a fondo nuestras capacidades para
poder establecer objetivos que realmente podamos alcanzar.
Devocional
en Lerma por él:
Pr.
Victor R. Preciado Balderrama.
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