LA
OBEDIENCIA Y LA SANA DOCTRINA DE CRISTO
(Jueces
3:4) “Y fueron para probar con ellos a Israel, para saber si obedecerían a
los mandamientos de Jehová, que él había dado a sus padres por mano de
Moisés”. (1Sam 15:22) “Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los
holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los
sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros”.
La palabra
obediencia, que en el hebreo original significa "escuchar a", "oír", y que literalmente era
tomado como "oír bajo",
nos expresan la manera en que Dios quiere que nosotros oigamos su voz, y
estemos atentos para actuar conforme a su perfecta voluntad. (Jer 35:13) “Así ha dicho Jehová de los
ejércitos, Dios de Israel: Ve y di a los varones de Judá, y a los moradores de
Jerusalén: ¿No aprenderéis a obedecer mis palabras? dice Jehová”.
La desobediencia
de Adán, el primer hombre
representativo, y la perfecta obediencia del segundo, Jesucristo, constituyen factores decisivos en el
destino de todos. (Hch 4:19,20) “Mas
Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios
obedecer a vosotros antes que a Dios; 20 porque no podemos dejar de decir
lo que hemos visto y oído”.
Cuando Adán ignoró
la obediencia, sumergió a la humanidad en la conciencia de culpa, condenación y
muerte (Romanos 5:19) “Porque así como por la desobediencia de un
hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia
de uno, los muchos serán constituidos
justos”; (1 Corintios 15:22) “Porque
así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados”.
La inquebrantable
obediencia de Cristo "HASTA LA
MUERTE" (Filipenses 2:5-11) “5
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6
el cual, siendo en forma de Dios, no
estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a
sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando
en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la
muerte, y muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y
le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se
doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de
la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de
Dios Padre”; (Hebreos 5:8) “”; 10:5-10) obtuvo justicia (aceptación para
con Dios) y vida (comunión para con Dios) PARA TODOS LOS QUE CREEN EN ÉL
(Romanos 5:15-19).
La obediencia
nace de la gratitud por la gracia recibida (Romanos 12:1) y no del deseo de
obtener mérito y justificarse a uno mismo a la vista de Dios. Además la
obediencia significa:
Imitar a Dios en
santidad (1Pedro 1:15)
A Cristo en
Humildad y Amor (Juan 13:14; Filipenses 2:5; Efesios 4:32;5:2) Pero cada uno de
nosotros inconversos o cristianos, pertenecemos a un nivel de obediencia, ¿no
sabes en cuál te encuentras?, te invito a que los conozcas conmigo:
1. No
conocimiento de la ley de Dios:
En este se
encuentran las personas que no han conocido de Dios. Pues el argumento de
algunos es la negación a seguir mandamientos. El cristianismo nos promete
hacernos libres; Nunca nos promete hacernos independientes. Características
como:
Falta de FE, pues
la fe es obediencia, nada más; literalmente nada más.
Actuó de acuerdo
al conocimiento humano, pero este es limitado y relativo.
No actúo pensando
en las demás personas ni en Dios. Puede ser que aún siendo
"cristianos", personas tengan esta manera de vivir, es importante
evaluar si estoy demostrando y reflejando con mi vida y actitudes la nueva
criatura en Cristo que soy.
2. Conozco y
empiezo a seguir:
Es cuando me
estoy dando cuenta de que mis actos afectan e influyen en las demás personas.
Pero aún tengo que dejar otras cosas. Aceptar la voluntad de Dios, nunca nos
dirige a ese miserable sentimiento de que es inútil seguir luchando. Dios no
nos pide esa desanimada, débil y adormilada complacencia de la indolencia. Dios
nos pide algo, y algo fuerte. Nos pide cooperar con Él, activamente desear lo
que Dios quiere, nuestra única meta es su gloria. Nivel con características
como:
Renuncio a
pecados y ataduras
Empiezo a conocer
el camino de la obediencia
Más falta morir a
mí mismo
3. Morir a mí mismo:
Es el camino y la
meta a la que Dios quiere que apuntemos, pues Dios no tiene necesidad de
marionetas. Dios le da al ser humano el privilegio de vivir como elija. Pero si
vive sin Dios en esta vida, entonces también debe vivir sin Dios en la próxima.
El verdadero sentido del cristianismo es tener una comunión perfecta, continua
y personal con Dios, pero para poder obtenerla, es necesario que también
nosotros tomemos la cruz, y nos neguemos, a nuestras metas, deseos y sueños,
para que Dios empiece su obra. Sólo de esta manera llegaremos al verdadero
camino de la obediencia. LA ÚNICA CARACTERÍSTICA DE ESTE NIVEL ES: "YA NO
VIVO YO, MAS CRISTO VIVE EN MÍ"
Conclusión:
Podemos seguir
viviendo fuera de la voluntad de Dios, en efecto, solamente nosotros perdemos,
no pierde Dios, no pierde el pastor, no pierde mi líder, sólo soy yo, quien
puedo perder hasta la salvación.
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