Lerma, Domingo, 19 de Mayo de 2013
DECIDIDOS
Y PERSEVERANTES EN LA DOCTRINA DE CRISTO
(2
Tesalonicenses 2:15-17) “15 Así que,
hermanos, estad firmes, y retened la
doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra. 16 Y el mismo Jesucristo Señor nuestro,
y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena
esperanza por gracia, 17 conforte
vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra”.
(Filipenses
2:12-16) “12 Por tanto, amados míos, como siempre
habéis obedecido, no como en mi
presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra
salvación con temor y temblor, 13 porque
Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena
voluntad. 14 Haced todo sin murmuraciones
y contiendas, 15 para que seáis
irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación
maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el
mundo; 16 asidos de la palabra de
vida, para que en el día de Cristo yo
pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado”.
INTRODUCCIÓN:
Así como los
campesinos, los estudiantes y los buenos atletas tienen que perseverar para
alcanzar con éxito sus metas, todo cristiano que aún pisa la faz de la tierra
debe perseverar visiblemente e el camino de Dios y su obra. (Luc 5:3)
“Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que
la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la
multitud”. Muchos creyentes han pensado que la perseverancia es un asunto
de aguante, sin embargo no es así, más bien es de fe y voluntad de obedecer.
Es
decir, quien persevera y obedece la Palabra, ejercita su fe en Dios de manera
correcta: A LA MANERA DE DIOS. Nadie puede decir que tiene fe a "su manera", lo correcto es A LA MANERA DE DIOS. Además, cada
creyente debe decidir con firmeza dar frutos para Dios.
La perseverancia
se produce por la firmeza y fidelidad a las enseñanzas de Jesucristo en la
biblia. (2 Tesalonicenses 2:15) “15
Así que, hermanos, estad firmes, y retened
la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.
(1
Corintios 15:58) “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes,
creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el
Señor no es en vano”.
Todo
creyente inteligente entiende que firmeza y fidelidad pueden ser traducidas
como OBEDIENCIA. Ningún creyente puede llamarse
perseverante si no ajusta su vida a las enseñanzas de la Sana Doctrina de Cristo
en la Biblia. De ahí que, un correcto entendimiento de la Palabra de Dios y una
firme determinación del corazón a vivir lo aprendido, forja un carácter en
cualquier hijo de Dios perseverancia palpable y abundantes frutos. Por otro lado, existe una profundo parecido
entre la perseverancia y dar frutos. Porque ninguno de los frutos que vemos en
los árboles son imaginarios, todos son reales.
Lo
mismo sucede en la vida de un cristiano que persevera:
Las raíces son las enseñanzas de la Sana doctrina de Cristo en la Biblia, las
ramas son su firmeza y su fidelidad, y los frutos su participación visible en
la obra de Dios, la cual no es imaginaria.
Todo
creyente que da frutos progresa en la vida, y hay que entender que el progreso
no se puede esconder así como cuando una ciudad progresa. Pero, ¿Cómo un hijo
de Dios puede progresar y no errar en la vida?
LA FUENTE DE LA
PERSEVERANCIA ES NUESTRA RELACIÓN CON JESUCRISTO MISMO, (2 Tesalonicenses 2:16, 17) “16 Y el mismo Jesucristo Señor
nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó
y nos dio consolación eterna y buena
esperanza por gracia, 17 conforte
vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra”.
Estos
significativos versículos mencionan una lista de elementos que obtenemos como
resultado de nuestra relación con Jesús y que nos permiten perseverar:
1.
Amor
2.
Gracia
3.
Consuelo Eterno
4.
Buena Esperanza
5.
Animo
6.
Fortaleza de Corazón
Los
creyentes que aún asistiendo a un templo no perseveran, y aquellos que se
retiran de la comunión o que son muy irregulares, manifiestan tener un serio
problema en su relación con Jesús. Ellos desconocen que los elementos antes
mencionados Dios los proporciona para que sus hijos perseveren hasta el final.
Cada
uno de nosotros debemos preocuparnos por enseñar con ejemplo tal como lo enseñó
Cristo a través del apóstol Pablo: (1Co 11:1-3) “1 Sed imitadores de mí,
así como yo de Cristo. 2 Os alabo,
hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal
como os las entregué. 3 Pero quiero
que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la
mujer, y Dios la cabeza de Cristo”.
Y
como ejemplo de una de las enseñanzas de Cristo que recibió y enseñó a la vez
es esta: (1Co 11:23-26) “23 Porque yo recibí
del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue
entregado, tomó pan; 24 y habiendo
dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por
vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. 25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado,
diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces
que la bebiereis, en memoria de mí. 26 Así,
pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte
del Señor anunciáis hasta que él venga”.
(1Co
15:1-5) “1 Además os declaro, hermanos, el
evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también
perseveráis; 2 por el cual asimismo,
si retenéis la palabra que os he
predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. 3 Porque primeramente os
he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados,
conforme a las Escrituras; 4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día,
conforme a las Escrituras; 5 y que
apareció a Cefas, y después a los doce”.
Esta
Sana Doctrina de Cristo comenzó a chocar desde el mismo momento que se
manifestó entre los religiosos de la época en donde fue el tiempo que Jesús, anduvo
sobre esta tierra al grado que se molestaban mucho con Jesucristo:
(Mat 15:1-11) “1 Entonces se
acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo: 2 ¿Por
qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se
lavan las manos cuando comen pan. 3 Respondiendo
él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por
vuestra tradición? 4 Porque Dios
mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a
la madre, muera irremisiblemente. 5 Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a
su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera
ayudarte, 6 ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado
el mandamiento de Dios por vuestra tradición. 7 Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: 8 Este
pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. 9 Pues en vano me honran, Enseñando como
doctrinas, mandamientos de hombres. 10 Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y entended: 11 No
lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca,
esto contamina al hombre”.
(Mar
7:3) “Porque los fariseos y todos los judíos, aferrándose a la tradición de los
ancianos, si muchas veces no se lavan las manos, no comen”.
El
apóstol Pablo era un hombre con muchas tradiciones y muy legalista que perseguía
a la iglesia de Cristo, mas cuando tuvo un encuentro con Jesucristo su vida no
volvió a ser la misma: (Gal 1:11-17) “11 Mas os hago saber,
hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; 12 pues yo ni lo recibí ni lo aprendí
de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo. 13 Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el
judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba; 14 y en el judaísmo aventajaba a muchos
de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones
de mis padres. 15 Pero cuando agradó
a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, 16 revelar a su Hijo en mí, para que yo
le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre, 17 ni subí a Jerusalén a los que eran
apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco”.
La
Sana Doctrina de Cristo nos enseña por medio del apóstol Pablo que estemos muy
atentos con la emociones porque son estimulantes de nuestra alma pero son
huecas no tienen sustento bíblico: (Col 2:6-8) “6 Por tanto, de la manera
que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; 7 arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así
como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias. 8 Mirad que nadie os engañe por medio
de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres,
conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”.
Otro
buen ejemplo de la Sana Doctrina de Cristo es resistir cara a cara con quien
esté enseñando doctrinas fuera de la Doctrina de Cristo tal como lo hizo Pablo
con Pedro: (Gal 2:11-14) “11 Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí
cara a cara, porque era de condenar. 12
Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles;
pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los
de la circuncisión. 13 Y en su
simulación participaban también
los otros judíos,
de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de
ellos. 14 Pero cuando vi que no
andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo
judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles
a judaizar?”.
(Deu
13:1-3) “1 Cuando se levantare en medio de ti
profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, 2 y si se cumpliere la señal o
prodigio que él te anunció, diciendo:
Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; 3 no darás oído a las palabras de tal
profeta, ni al tal soñador de sueños;
porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a
Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma”.
Sin
temor a ningún error es cuando escudriñamos las escrituras tal como nos da el
ejemplo en la Sana Doctrina de Cristo (Hch 17:11,12) “11
Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la
palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si
estas cosas eran así. 12 Así que
creyeron muchos de ellos, y mujeres griegas de distinción, y no pocos hombres”.
Algo
que tenemos que asimilar y entender es que para todo en nuestra vida diaria y
para nuestro bien y bienestar de nuestro cuerpo, de nuestra alma, y nuestro
espíritu, la Palabra de Jehová Dios es lo más importante al menos esto debe de
ser así y nunca nos va a ir bien hasta que no lo entendamos y accionemos en
consultar la Palabra de Dios, en nuestro diario vivir.
(2Ti
3:16,17) “16 Toda la Escritura es inspirada por
Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, 17 a fin de que el hombre
de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.
(1Tesalonisenses
3:12,13) “12 Y el Señor os haga crecer y abundar
en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros
para con vosotros,
13
para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante
de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus
santos”.
Y
si tú amas de verdad y obedeces el nuevo pacto de Jehová Dios por medio de su
Hijo amado Jesucristo, entonces tienes que tener esta seguridad, y tienes que
rechazar todo pensamiento que venga a traerte pecados que ya Cristo perdonó,
porque la Sangre de Cristo tiene Poder:
(Rom 8:37-38) “38 Antes, en todas
estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni
la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente,
ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni
lo profundo, ni ninguna otra cosa creada
nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”.
Además
si Cristo te ha perdonado tus pecados y viene el diablo a traértelos a memoria
y tu caes a la tentación entonces te conviertes en trasgresor como lo explica
esta palabra: (Gal 2:18-21) “18 Porque si las cosas que destruí, las mismas
vuelvo a edificar, transgresor me hago. 19
Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. 20 Con
Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y
lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me
amó y se entregó a sí mismo por mí. 21
No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces
por demás murió Cristo”.
Cuando tu y yo
hablamos de la Sana Doctrina de Cristo y la gente simplemente se resiste a
escuchar, porque están aferrados a las enseñanzas de su pastor y desechan las
Enseñanzas Sanas de Cristo, entonces ahí existe una condenación: (Juan 3:16-18) “16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para
que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo
para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18 El que en él cree, no es condenado;
pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del
unigénito Hijo de Dios”.
Y
creer en Jesucristo es: entender, comprender, para poder
obedecerle, porque como abría de obedecerle si anda en otras doctrinas
donde no está Dios ni el Hijo, ¿Cómo podrá alguien obedecer un mandamiento que
no escucha, o que no entiende porque nadie le ha explicado? (Rom 10:11-17) “11
Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. 12
Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de
todos, es rico para con todos los que le invocan;
13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. 14
¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en
aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? 15 ¿Y cómo predicarán si no fueren
enviados? Como está escrito: ¡Cuán
hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas
nuevas! 16 Mas no todos
obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿Quién ha creído a nuestro
anuncio? 17 Así que la fe es por el oír,
y el oír, por la palabra de Dios”.
Hoy
Dios está llamando claramente a nuestro corazón.
El sabe el tipo de relación que sostenemos con él, y si hay algo que corregir,
él está aquí para ayudarnos amorosamente para darnos su gracia, consolarnos en
nuestros sufrimientos y darnos buena esperanza. Dios está aquí para llenarnos
de ánimo y rebozar nuestro corazón de fortaleza. El quiere que hoy tomemos la
decisión de renovar nuestra relación con él y mejorar nuestra perseverancia en
su camino. Dios está más interesado en
que perseveremos en su camino y su obra, que perseveremos en ello. Y para no
errar necesitamos hacer las cosas a la manera de Dios. Necesitamos
ajustarnos a las enseñanzas de la Sana Doctrina de Cristo en la Biblia para que
el fruto de nuestra perseverancia sea real y no imaginario.
PREDICA
en Lerma por:
Pr.
Víctor R. Preciado Balderrama
Buen día les
invito con mucho respeto a visitar el BLOGSPOT
que Dios me ha regalado y que, con mucho amor he puesto algunos estudios que
Dios me ha regalado en revelación, Efesios
3:8.
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