Lerma; 21 de Mayo de 2017
EL REINO DE LOS CIELOS SUFRE VIOLENCIA
Muchos cristianos
tienen dificultades para orar. No en el sentido de dar gracias o estar de
acuerdo con una oración de toda la congregación los domingos en la mañana sino
con una vida de oración regular, satisfactoria y profunda. Ellos habrán
experimentado momentos maravillosos en la Presencia de Jehová Dios, pero es esto y ya…; ¡Claro que NO!
Momentos que son recordados como el tiempo de avivamiento; Espectaculares,
si así les parece, pero que tomaron al mundo en los años de los 70’s o los
80’s, sé que son algunos años atrás, pero que hasta ahora, permanecen muchas
personas que siguen buscando tener una mejor INTIMIDAD CON EL PADRE CELESTIAL. (Mateo 11:12) “Desde los días
de Juan el Bautista hasta ahora, el
reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan”. Hoy en día infinidad de personas anhelan
tener poder espiritual. Desean que Jehová Dios se mueva con Poder en
sus vidas; sin embargo, no quieren pagar el precio de desarrollar intimidad con
Jehová Dios por medio del Señor Jesucristo, y el Espíritu Santo. Menosprecian que, si estamos en Su
presencia, orando, preparamos el camino para que el Poder nos asista en el
ministerio y desenvolvimiento cotidiano. Recuerden que orar es depositar
nuestra confianza en Dios Padre, reconocer
Su Poder ilimitado y creer, firmemente, que cuando oramos, las circunstancias
pueden cambiar.
Después de recibir a Jesucristo, el más grande y
siguiente paso del creyente debe ser aprender a orar (Lucas 11:1) “Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando
terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también
Juan enseñó a sus discípulos”. Jesús
siempre es y será nuestro ejemplo a seguir, por lo tanto, la
oración era un principio de vida del Señor Jesús (Marcos 1:35) “Levantándose
muy de mañana, siendo aún muy oscuro,
salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba”. Aun cuando las jornadas diarias eran muy intensas, el Señor
Jesús tomaba tiempo parar ORAR (Lucas 5:15,16) “15 Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades. 16 Mas
ÉL se apartaba a lugares desiertos, y ORABA”. El Señor
Jesús comenzaba y terminaba sus jornadas cotidianas en oración; Cuando
oramos, expresamos nuestra plena confianza en Dios. Las
múltiples ocupaciones diarias y el cansancio no eran excusa para que el Señor
Jesús dejara de orar (Mateo 14:23) “Despedida
la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí
solo”. El Señor Jesús pasaba largos
períodos en oración. El Señor Jesús buscaba intimidad con el Padre en
oración (Marcos 6:46) “Y después que los hubo despedido, se fue al
monte a orar”.
Por favor quiero que me pongas mucha atención; Si tú estás aquí, en éste momento, entonces eres un cristiano, que está
llamado a desarrollar Intimidad con Jehová Dios, nuestro Padre Celestial, en
oración; Paremos por un momento y analicemos versículo a versículo, de esta
parte del libro de: (Mateo 6:1-8). Nuestros tiempos de oración los
conoce nuestro Padre con
quien hablamos y, por tanto, no
debemos hacer alarde de los minutos y horas que pasamos en Su presencia (Mt.6:1,5) “1 Salió Jesús
de allí y vino a su tierra, y le seguían sus discípulos. 5 Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos”.
Es importante que apartemos un lugar o un espacio para orar (Mt.6:6) “6 Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las
aldeas de alrededor, enseñando”. Un
principio fundamental de la oración: No es otra cosa que hablar con
Dios Padre, desarrollar intimidad con Él (Mt.6:7)
“7 Después llamó a los doce,
y comenzó a enviarlos de dos en dos;
y les dio autoridad sobre los
espíritus inmundos”. La oración vuelca al Señor lo que somos y
necesitamos, y Dios que nos ama, responde con poder (Mt.6:8) “8 Y les mandó que no llevasen nada para el camino, SINO SOLAMENTE BORDÓN; ni alforja, ni pan, ni dinero en el cinto”.
Quien ora a Jehová Dios experimenta una vida de milagros. El Señor Jesús nos enseñó que es en Dios Padre, en
quien debemos depositar nuestra confianza en oración (Lucas 11:5,6) “5 Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un
amigo, va a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes, 6 porque un amigo mío ha venido a mí de
viaje, y no tengo qué ponerle delante”. El
Señor Jesús nos enseñó que en oración alcanzamos todo aquello que pedimos al
Padre (Lucas 11:7-12) “7 y aquél, respondiendo desde adentro,
le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niños están conmigo
en cama; no puedo levantarme, y dártelos? 8
Os digo, que, aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo, por su importunidad se
levantará y le dará todo lo que necesite. 9 Y YO os digo: Pedid, y
se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 10 Porque
todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le
abrirá. 11 ¿Qué padre de
vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar
de pescado, le dará una serpiente? 12 ¿O
si le pide un huevo, le dará un escorpión?”. El Señor Jesús nos enseñó que Dios responde a las oraciones de quien
persevera (Lucas 11:13) “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar
buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el
Espíritu Santo a los que se lo pidan?”. (Lucas
18:1) “También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar
siempre, y no desmayar”. Si no
sabemos cómo orar, es necesario depositar nos sometemos al Santo Espíritu,
quien intercede por nosotros (Romanos 8:26) “Y de igual manera el
Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene,
no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos
indecibles”.
Todo creyente que se declara seguir a Jesucristo, tal
como Él obedeció al Padre, debe desarrollar intimidad con Dios en oración, (Sal 143:10,11) “10 Enséñame a hacer tu voluntad, porque
tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud. 11 Por tu nombre, oh Jehová, me
vivificarás; Por tu justicia sacarás mi alma de angustia”. Es
un principio que debe aplicar a su vida diaria, sin que las jornadas extenuantes
constituyan un pretexto para no ir a la presencia del nuestro amado Dios y Padre.
Él nos ama, oye nuestro clamor, y
responde con poder. Esta es
la seguridad que tenemos cuando vamos a Su Presencia. (Salmos 63:1-3) “1 Dios,
Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te
anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas, 2 Para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el
santuario. 3 Porque mejor es tu
misericordia que la vida”. Para
entrar en intimidad con Dios, debemos empezar a conocer el corazón de Dios,
mediante el Santo Espíritu. (1Corintios
2:10) “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el
Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios”. Para entrar en intimidad con Dios, debemos empezar a vivir en
la presencia de Dios todos los días. (Salmos 61:4) “Yo habitaré en tu
tabernáculo para siempre; Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas. Selah”.
(Isaías 26:9) “Con mi alma te he
deseado en la noche, y en tanto que
me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego
que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia”.
Para
entrar en intimidad con Jehová Dios, se produce una relación íntima, mediante
la oración y Jesús nos enseña cómo hacerlo. (Marcos 1:35-39) “35 Levantándose
muy de mañana, siendo
aún muy oscuro, salió y se
fue a un lugar desierto, y allí oraba. 36 Y le buscó Simón, y los que con ÉL estaban; 37 y hallándole, le dijeron: Todos te buscan. 38 Él les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique
también allí; porque para esto he venido. 39
Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los
demonios”. Hoy Jesús desea estar con
nosotros. No sólo somos sus discípulos, somos hijos del Padre. Él
quiere revelarse a nuestras vidas, quiere bendecirnos y que le conozcamos
mejor. Por medio de la oración
entramos en comunión con Jehová Dios nuestro Padre; las Sagradas Escrituras afirman que
nuestro Padre Celestial anhela intimidad con sus hijos, especialmente te está
hablando a ti que trabajas tanto pero no es suficiente porque no te alcanza,
sino que pareciera que es todo lo contrario, que cada vez más y más, están
aumentando tus deudas: (Salmos
25:14-18) “14 La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, y a
ellos hará conocer su pacto. 15 Mis
ojos están siempre hacia Jehová, porque ÉL sacará mis pies de la red. 16 Mírame, y ten misericordia de mí, porque
estoy solo y afligido. 17 Las
angustias de mi corazón se han aumentado; Sácame de mis congojas. 18 Mira mi aflicción y mi trabajo, y
perdona todos mis pecados”. A veces
no tenemos la experiencia de orar, no comprendemos el Poder que hay en la
oración, y estamos esperando que alguien nos ore. Mucha gente me dice Pastor
ore usted por mí que está más cerca de Dios, y me da mucha pena, porque Dios
anhela tener comunión íntima con todos.
Él
ha preparado las cosas de tal manera que la comunión que pueda tener con
nosotros, sea mejor que la relación que podamos tener con cualquier persona,
porque las Sagradas Escrituras, nos enseña que Jehová Dios, ha derramado sobre
nosotros su Santo Espíritu, (Romanos
5:5) “Y la esperanza no
avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que
nos fue dado”. Y en este otro libro
dice: (Tito 3:4-7) “4 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, 5 nos
salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el
lavamiento de la regeneración y por
la renovación en el Espíritu Santo, 6 el cual derramó en
nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, 7 para que justificados por su Gracia,
viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna”, y por
medio del apóstol Pablo nos enseña que su Espíritu conoce y escudriña lo
profundo de Dios, de la misma manera que el espíritu del hombre conoce lo que
hay en el hombre: (Jeremías 17:10) “Yo
Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según
su camino, según el fruto de sus obras”.
(Romanos 8:27) “Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la
intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los
santos”.
En la expresión:
“Como el Padre me ha amado”, se revela el amor como la esencia de una relación
eterna: (Juan 15:9-11) “9 Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado;
permaneced en mi amor. 10 Si
guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado
los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. 11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y
vuestro gozo sea cumplido”. Jesús se
sintió amado y, por tanto, experimentaba gran seguridad y profunda confianza
para cumplir todo lo que el Padre le pedía. No había temor sino alegría
en obedecer y hacer su Voluntad. Esto le hacía permanecer en el disfrute de su Amor.
Es algo maravilloso a lo que el Señor Jesús no estaba dispuesto a renunciar.
Esta relación de amor profundo y verdadero, le fortaleció para tomar la
decisión de entregar su vida para la salvación de la humanidad. Es por esta
razón que podemos afirmar que es el amor lo que salva, lo que sana, lo que hace
vivir.
Pero, además, este
amor cuando se recibe, es inevitable darlo. Se transmite a otros y continúa
salvando, sanando y dando vida a su paso.
“Así también yo os he amado...”, esperando que en nuestro corazón se genere
la misma seguridad, la misma confianza, la misma disposición para hacer su
voluntad (1Corintios 16:14) “Todas
vuestras cosas sean hechas con amor”. La
orden final de Jesucristo para sus discípulos, ¡permaneced en mi amor!, y la
manera más correcta de empezar el día es con esta oración: (Salmos 143:8)
“Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado; Hazme saber
el camino por donde ande, porque a ti he elevado mi alma”. No significa
permanecer en una religión, sino en su amor. El amor es una decisión que sale del corazón. Por esta razón, ¡decide hoy amar! Dios Padre, Dios Hijo
y Dios Espíritu Santo anhelan tener nuestro amor para que conozcamos y vivamos
todo aquello que el Padre más amoroso da y hace por sus hijos. ¿Creen
ustedes que Dios es su Padre? Revisa esto en tu corazón, oren y ajusten su
relación con el Dios de Amor.
Para entrar en
intimidad con Dios Padre, debemos desarrollar un hábito de pasar tiempo con
Dios y EL derramará de su Santo Espíritu.
(Joel 2:28-30) “8 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne,
y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán
sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. 29
Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en
aquellos días. 30 Y daré prodigios
en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo”. Al tener intimidad con Dios, uno se hace
muy sensible al Santo Espíritu y oye su voz para entender su perfecta Voluntad
para la iglesia (Romanos 12:1,2) “1 Así que, hermanos, os ruego por las
misericordias de Dios, que presentéis
vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena Voluntad de Dios, agradable y Perfecta”. Al entrar en
intimidad con Dios, desarrollamos una constancia de vivir en su presencia y el
Reino de Dios se hace Poderoso en nosotros.
Al entrar en
intimidad con Dios, empezamos a desarrollar la adoración a Dios, por la cual
Adán la perdió por la desobediencia. (Juan
4:23,24) “23 Mas la hora viene,
y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en
verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. 24 Dios es Espíritu; y los que le
adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”. Dios nos creó para adorarle. Al entrar en intimidad con Dios, el favor y la misericordia estarán
contigo siempre. (Salmos 103:1-6) “1Bendice, alma mía, a Jehová, y
bendiga todo mi ser su Santo Nombre. 2
Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. 3 Él es quien perdona todas tus
iniquidades, el que sana todas tus dolencias; 4 El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y
misericordias; 5 El que sacia de
bien tu boca
De
modo que te rejuvenezcas como el águila. 6
Jehová es el que hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia”.
JEHOVÁ DIOS EN LAS
SAGRADAS ESCRITURAS DICE: (JOSUE 1:9) “Mira que te mando que te esfuerces y seas
valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en
dondequiera que vayas”. Esfuérzate y
se valiente. Pon la búsqueda
de la intimidad con Dios Padre y de la vida abundante en Jesucristo como una
gran prioridad en tu vida, pongan en su lista de prioridades. En su
agenda. Al empezar a orar cada día digan... Padre amado, en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo ante tu
presencia te exclamó: Bendito seas ayúdame a tener una comunión más íntima y
profunda contigo, ayúdame a ser más sensible a ti ayúdame a oírte, y a vivir esta
vida llena de abundancia que Jesús ganó en el Calvario. Esta vida de
comunión íntima contigo Padre y Dios, y de provisión abundante es nuestra
herencia en Jesucristo.
Esto es nuestro
privilegio, el de tener comunión íntima con Jehová Dios, y gozar una vida
llena de abundancia fue ganado para nosotros por medio de sacrificio de Cristo
en la cruz.
SI QUIERES SER ÁGUILA
JÚNTATE A LAS ÁGUILAS. Busca tener
mayor comunión con siervos y siervas ungidos de Dios esto te dará más fuerza y
unción, pues esta se trasmite.
Oremos y pidamos al Señor victorias
para Su Cuerpo en cuanto a la intimidad y la adoración. Que un espíritu de gracia y de favor
venga sobre su pueblo. Oremos
contra las distracciones y dudas que el diablo lance. Oremos a Jehová Dios para que los niños
entren en intimidad con el Señor a una edad temprana (aún desde que son
bebés). Oremos siempre por visitaciones reales y muy poderosas y
tangibles de la presencia de Dios para aquellos que lo buscan. Y que Dios nos proteja de todo ataque
del diablo y debilidad y distracción mental.
Con
los intercesores estamos orando cada día viernes por la victoria de todos los
que lean las Sagradas Escrituras. La
batalla por la intimidad y la vida abundante ya ha sido ganada, y la victoria
es tuya para disfrutarla. Jesucristo
ya lo hizo. Gracia y paz. (Rom.
13:12) “La noche está muy avanzada, y el día está cerca. Por tanto,
desechemos las obras de las tinieblas y vistámonos con las armas de la luz”.
EL PODER DE LA
PALABRA DE DIOS, LA ESPADA DEL ESPIRITU SANTO (Jeremías 23:28-32) “28
El profeta que tuviere un sueño, cuente el sueño; y aquel a quien fuere mi
palabra, cuente mi palabra verdadera.
¿Qué tiene que ver la paja con el trigo? dice Jehová. 29 ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que
quebranta la piedra? 30 Por
tanto, he aquí que YO estoy contra los profetas, dice Jehová, que hurtan mis
palabras cada uno de su más cercano. 31
Dice Jehová: He aquí que yo estoy
contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: Él ha dicho. 32 He
aquí, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos,
y los cuentan, y hacen errar a mi
pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y YO no los envié
ni les mandé; y ningún
provecho hicieron a este pueblo, dice
Jehová”. ¿No es mi palabra como
fuego, declara Jehová Dios Todo Poderoso y como martillo que despedaza
la roca? ¡¡NO HAY FUERZAS MAS GRANDE QUE LA PALABRA DE DIOS!! ¡¡JESUS CON
LA PALABRA SANO LOS ENFERMOS Y LIBERO A LOS ENDEMONIADOS!! ORA CON LA PALABRA!!
Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor. Si usted no tiene la
intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de entregarla a otra
persona interesada. Para la difusión gratuita entre cristianos, se permite fotocopiar
esta hoja (por favor no cambiar el texto).
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