lunes, 15 de mayo de 2017

JEHOVÁ DIOS NOS ESCOGIÓ CON PROPÓSITO

14 de Mayo de 2017
JEHOVÁ DIOS NOS ESCOGIÓ CON PROPÓSITO
(Deuteronomio 8:1-20)
INTRODUCCIÓN: Cuando atravesamos períodos de prueba, generalmente nos enfocamos en lo adverso de las circunstancias y menospreciamos el hecho de que las pruebas, forman parte del plan de Dios y que tienen un propósito; Y es el de prepararnos para las bendiciones. El asunto está en cuál es la actitud que asumimos en los períodos críticos. Si cambia nuestra perspectiva alrededor de las pruebas, comprendemos que constituyen la antesala a las a las bendiciones. La palabra “CONOCER”, tanto en hebreo como en griego, no se refiere meramente a un conocimiento intelectual, sino que puede usarse para denotar un amor soberano. Por ejemplo, en (Amos 3:2) Dios le dice a Israel: “A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, os castigaré por todas vuestras maldades”; obviamente este versículo no quiere decir que Jehová Dios desconociera la existencia de los egipcios, o de los babilonios, sino más bien que, de todas las familias de la tierra en el antiguo pacto Jehová Dios escogió a Israel para que fuera Su especial tesoro. De manera que por medio del apóstol Pablo nos plantea esto en; (Romanos 8:29,30) “29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó”. A todos los que conoció (o amó soberanamente), predestinó; a todos los que predestinó, llamó; a todos los que llamó, justificó; y a todos los que justificó, a estos glorificó. Pero nosotros sabemos que no todos los que reciben el mensaje del evangelio y son llamados al arrepentimiento responden positivamente.

La primera parte es el Amor Soberano de Jehová Dios, el segundo es la predestinación, el tercero es el llamamiento eficaz, y el cuarto es la fe que justifica. No son predestinados los que creen, sino que creen los que son predestinados. (1Pedro 1:1-2) “1 Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, 2 elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la Sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas”. Es obvio que no se refiere al hecho de que Dios eligió a los que Él sabía de antemano que obedecerían al llamado del evangelio, porque Pedro enseña más bien que tales personas obedecen al llamado porque fueron elegidos: (Ef. 1:3-5) “3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, 5 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad”. La salvación es de Jehová”, dice en (Jonás 2:9) “Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios; Pagaré lo que prometí. La salvación es de Jehová”.

Jehová Dios diseñó la salvación de principio a fin, Jehová Dios la ejecutó un plan para la redención, Jehová Dios, aplica soberanamente en el corazón de cada pecador que se arrepiente y cree. Fue precisamente considerando todos los aspectos envueltos en la redención por medio del apóstol Pablo diciendo en: (Romanos 11:36) “Porque de Él, y por Él, y para Él, son todas las cosas”. La única conclusión posible es: “A Él sea la gloria por los siglos. Amén”. COMO SERVIDOR EN EL REINO DE DIOS: Quiero ser de mayor impacto para poder contribuir a su crecimiento: Aprender a predicar mejor; Enseñar la Palabra con mejor efectividad; Guiar a la congregación en forma organizada y efectiva; Enseñar y modelar el evangelismo como un estilo de vida; Usar la música en la alabanza para satisfacer al incrédulo, así como al creyente; Desarrollar un programa misionero y evangelístico en ésta Ciudad de Lerma; Movilizar a la congregación en la oración. Sabían ustedes, quien es el ser más interesado en la oración, aparte de Jehová Dios. ¿Quién se toma más en serio la oración del hijo de Dios, aparte de Padre? ¿Cuándo oramos, llegan nuestras oraciones al infierno también o no más al cielo? (Stg. 2:19) “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan”.  ¿Nos reconocen los demonios cuando elevamos nuestras oraciones al Padre? A Pablo lo conocían (Hechos 19:15) “Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?”.
El Padre nos conoce, porque Su Espíritu nos engendró. ¿Pero hay temblor en el infierno cuando oramos? ¿Tiemblan los demonios cuando estamos en comunión con el Padre Celestial?

LA ORACIÓN es como el OXÍGENO en nuestras VIDAS, sin él OXÍGENO no hay VIDA. (Judas 1:20,21) 20 Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, 21 conservaos en el Amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna”. La oración no es un don especial. No es una especialidad en la lista de los dones del Espíritu. Jehová Dios nos exhorta por medio del apóstol Pablo, “ORAD SIN CESAR” (Efesios 6:18) “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”. Es un estilo de vida, así como el evangelismo Algunos somos buenos para edificar, predicar, enseñar y organizar, todos tenemos dones y talentos. Deuteronomio 8 nos permite comprender el propósito que tiene nuestro Padre Celestial con las pruebas y de qué manera, podemos aprender y beneficiarnos, cada vez que se nos presenten las oportunidades.

Las pruebas en el plan de Jehová Dios están ligadas a las bendiciones. Nuestro Padre Celestial prueba a sus hijos para saber lo que hay en sus corazones. Las bendiciones de Dios generalmente tienen un condicionamiento, relativo a nuestra fidelidad y perseverancia. La buena tierra que han de poseer; En repetidas ocasiones, en Génesis, Dios se compromete a darle la tierra de Canaán a los descendientes de Abraham como posesión eterna. (Deu. 8:1,6)1Cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy, para que viváis, y seáis multiplicados, y entréis y poseáis la tierra que Jehová prometió con juramento a vuestros padres. 6 Guardarás, pues, los mandamientos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y temiéndole”.
El énfasis en que el pueblo debe recordar la fidelidad de Dios. El propósito de la experiencia del desierto es la disciplina; Nadie debe de olvidar lo que se les ha enseñado y que debiera de estar gravado en el corazón. El corazón: Se entiende a la actitud del pueblo hacia Dios y sus mandamientos. Para conocerla había que someterlo a prueba. (Deu. 8:2) “Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos”. Básicamente, y con relación a este versículo, Jehová Dios conoce ampliamente todas las cosas del presente. Esto no significa que Dios no sabe lo que ya hay en el corazón. Deuteronomio 8:2 Jehová Dios está hablando en formas y términos humanos para el beneficio del pueblo. La palabra humillarte está relacionada con la palabra pobreza. La humillación de Israel fue su pobreza, su falta de recurso económico. En su pobreza Israel aprendió a confiar en Jehová Dios y depender de la provisión divina. Una de las pruebas de Israel en el desierto fue el hambre. Jehová Dios le permitió experimentar el hambre, pero por su gracia los alimentó con el maná. La dádiva del maná fue una nueva experiencia para Israel. Por medio de esta experiencia Israel aprendió una lección muy importante: la vida humana no consiste solamente de alimento físico sino de todas las palabras que proceden de la boca de Jehová. Sin comida Israel hubiera perecido en el desierto, pero el pueblo fue alimentado diariamente por Dios. El pueblo tenía que depender de Dios todos los días. Cada día tenían que creer que Dios iba a proveer el pan para aquel día. El maná fue dado a Israel para enseñarle una lección importante: para vivir, tenía que depender de Jehová. En Israel el pan era un elemento necesario de la dieta diaria. En el desierto hubo escasez, pero Dios habló y su palabra proveyó para las necesidades de su pueblo. Cuando satanás tentó a Jesús para que cambiara las piedras en panes, Jesús citó las palabras para enfatizar su dependencia en su Padre Celestial.

En este caso, es para revelarles a ellos la naturaleza de sus corazones delante de Él cómo Padre y Dios. Jehová Dios conoce todas las cosas (1 Juan 3:20) “pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y ÉL sabe todas las cosas”. Jehová Dios prueba a las personas, no para determinar aquello que Él no conoce, sino porque Dios está trabajando dentro de nuestro marco de tiempo. Dios se acerca a nuestro pensamiento para así, enseñarnos y revelarnos Su voluntad.
Ser fieles a nuestro Padre Celestial es fundamental, para Vivir, multiplicarnos y tomar posesión de la tierra prometida. Ser esforzados y valientes. Las pruebas revelan lo que hay en nuestro corazón y nos preparan para las bendiciones. Veamos éste propósito al afligirte poniéndote en hambre, en el Versículo tres, (Deu. 8:3) “Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, más de todo lo que sale de la Boca de Jehová vivirá el hombre”. En medio de las pruebas, Jehová Dios nos provee. La Palabra de Dios, en las Sagradas Escrituras es la alimentación del alma, LA PALABRA DE DIOS. Jesús citó este Versículo cuando confrontó las tentaciones de satanás en el desierto. El mensaje es de este versículo es que el alma no puede sobrevivir sin la diaria Palabra de Dios. El hecho de que se establezca un paralelo con el maná que sirvió de alimento a Israel en el desierto, pone en evidencia que el creyente debe procurar una porción regular de la Palabra de Dios y alimentarse de ella. Nuestro Padre Celestial siempre actúa con propósito porque las Bendiciones de nuestro Padre Celestial y Dios sobrepasan nuestras expectativas; (Deu. 8:7-9) “7 Porque Jehová tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes; 8 tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel; 9 tierra en la cual no comerás el pan con escasez, ni te faltará nada en ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre”. Pero cuando somos infieles, entonces se cierran los Cielos para toda bendición; (Deu 28:23) “Y los cielos que están sobre tu cabeza serán de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro”. La fidelidad ante nuestro Padre es siempre probada, (Deu. 8:19,20) “19 Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. 20 Como las naciones que Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis, por cuanto no habréis atendido a la Voz de Jehová vuestro Dios”.

Jehová Dios tiene un propósito en medio de las pruebas que nos sobrevienen; Muchas personas piensan que la vida es satisfacer nuestros apetitos. Si pueden ganar dinero suficiente para vestirse, comer y jugar en gran estilo, piensan que están viviendoLA BUENA VIDA”. Pero tales cosas no satisfacen nuestros anhelos más profundos. Al final nos dejan vacíos e insatisfechos. La vida verdadera, según Moisés, surge de una entrega total a Dios, el que creó la vida misma. REQUIERE DE DISCIPLINA, SACRIFICIO Y ESFUERZO, y es por eso que la mayoría de la gente nunca la encuentra. (Deu. 8:4)Tu vestido nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado en estos cuarenta años”. En todas las pruebas estará Dios acompañándote para que puedas pasar el desierto, que lo que quiere es doblegar tu orgullo por medio de la escasez, pero Dios mismo está marchando junto a ti mirándote muy de cerca para protegerte, en el desierto nos está disciplinando para que podamos recibir la Bendición; Por lo general nos resulta fácil dar por sentada la protección de Dios. Casi nunca notamos ni agradecemos a Jehová Dios cuando nuestro automóvil no se descompone, nuestras ropas no se desgarran, ni se rompen nuestras herramientas. Al parecer el pueblo de Israel tampoco, pues ni siquiera notó que, durante cuarenta años de peregrinación por el desierto, sus ropas no se gastaron y sus pies no se hincharon. Se olvidaron de dar gracias a Dios por estas bendiciones. ¿Qué cosa te ha estado funcionando bien? ¿Qué cosa te ha brindado buen servicio? ¿Qué cosa te ha durado mucho tiempo sin descomponerse ni desmoronarse? ¿Recuerdas agradecer a Dios estas bendiciones silenciosas? (Deu. 8:5) “Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga”. Las Bendiciones no pueden llevarnos a olvidar el propósito que tiene nuestro Padre y Dios con las pruebas. No podemos dejar de agradecerle a Papá Dios por su provisión (Deu. 8:10) “Y comerás y te saciarás, y bendecirás a Jehová tu Dios por la buena tierra que te habrá dado”. Tenemos que Reconocer a Jehová Dios en todos nuestros caminos, (Deu. 8:8,11) “8 tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel; 11 Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy”. Esto es y se llama “FIDELIDAD”. Seguir fieles a sus mandamientos. Obviamente, Jehová Dios desea que nuestras necesidades sean satisfechas y quiere saciar los deseos de nuestro corazón, pero una vez satisfechas nuestras necesidades y saciado nuestro corazón, ¿qué debemos hacer con el excedente de sus bendiciones? ¿Puedes vivir en más de una casa a la vez? Dios quiere que usemos nuestra abundancia para bendecir a otros.

Moisés recapitula la vida de Israel para extraer del pasado lecciones que van a ayudar y motivar al pueblo en este momento crítico de nuestra vida hoy: los días que anteceden a su entrada en la tierra de Canaán. Cada ejemplo del pasado sirve de lección para ayudar al pueblo a prepararse para las pruebas y tentaciones que encontrarán en el presente y en un futuro muy cercano. Como hijos de Dios no debemos de pensar que la conquista de Canaán y la abundancia de la tierra prometida es el resultado del esfuerzo y del talento humanos. En su deseo de preparar a Israel para superar la tentación del olvido, Moisés exhorta al pueblo a obedecer las leyes y los mandamientos que Jehová ha dado a Israel para que vivan y prosperen en la tierra que el Señor prometió dar a sus padres. Jehová Dios quiere que tengamos riquezas, pero el dinero es sólo una parte de ellas. Una persona puede tener millones y aún ser pobre en salud, paz y amistades. La riqueza es más que dinero y posesiones. Necesitamos la sabiduría: Para recibir el pacto de prosperidad de Dios; (recibir fortuna sin que ella nos controle), y para apreciar su alcance y propósito en nuestras vidas: que la salud, las riquezas, la paz y la amistad nos ayuden a servir a otros. La prosperidad prometida por Dios en su pacto siempre es un medio para alcanzar un fin y no un fin en sí misma.

Jamás debemos de olvidar que la provisión viene de Jehová Dios (Deu. 8:12-14)12 no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, 13 y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; 14 y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre”. Fidelidad es no olvidar que Jehová Dios nuestro Padre Celestial es, quien nos guía en medio de las pruebas (Deu. 8:15)Que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y ÉL te sacó agua de la roca del pedernal”.
Es Jehová Dios, quien nos provee en medio del desierto (Sal 119:169) “Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehová; Dame entendimiento conforme a tu Palabra”. Es por el Amor de Dios y Padre que somos bendecidos (Sal 119:175,176) “175 Viva mi alma y te alabe, y tus juicios me ayuden. 176 Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, porque no me he olvidado de tus mandamientos”. Es por el poder de Dios que somos bendecidos (Deu 8:16-19) “16 que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien; 17 y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. 18 Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día. 19 Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis”.

CONCLUSIÓN: Jehová Dios nos bendice abundantemente. Por su Infinito Poder y Amor, recibimos provisión, no solo en medio de las pruebas sino cuando hemos atravesado exitosamente los desiertos. No obstante, cuando hayamos sido abundantemente bendecidos, no podemos olvidar quién fue el que lo hizo: nuestro amoroso Padre Celestial. A Él debemos agradecerle y guardarle fidelidad en todo momento de nuestra vida. Si nos apartamos, la infidelidad a Dios nos robará las bendiciones.
PREGUNTÉMONOS: ¿Cuál es mi actitud frente a las pruebas?
                                ¿Encuentro bendiciones en los períodos difíciles?

Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor. Si usted no tiene la intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de entregarla a otra persona interesada. Para la difusión gratuita entre cristianos, se permite fotocopiar esta hoja (por favor no cambiar el texto). 

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