10 de Junio de 2018
¿QUE SIGNIFICA PARA TÍ LA VOLUNTAD DE JEHOVÁ DIOS?
Seguramente no
hay persona en la Tierra capaz de responder con exactitud a tan importante
pregunta. La mente humana es muy limitada en relación con la mente de nuestro
Padre y Dios, que es eterna e infinita; Por ésta razón no podemos alcanzar a
comprender los propósitos de Jehová Dios en toda su magnitud. Pero tenemos lo
que nuestro Padre Celestial quiere que nosotros conozcamos, porque Escrito
está: (Juan 20:30y31; 21:25) “30 Hizo además Jesús muchas otras
señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. 31 Pero éstas se han Escrito para
que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que, creyendo,
tengáis vida en su Nombre. 25Y hay
también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales, si se Escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los Libros que se habrían de Escribir.
Amén”.
Entonces, podemos hablar de la Perfecta Voluntad de
Jehová Dios Soberana, Universal, Absoluta, y demás variada...
Por esto, aceptamos que su Estudio, por medio de la Sana Doctrina de
Cristo, contempla muchas y variadas perspectivas. Cómo, por ejemplo, esta Poderosa Palabra que nos debe
de mantener en un perfecto equilibrio, por medio de la esperanza: (Isaías 65:17-19) “17 Porque he aquí que YO
crearé nuevos Cielos y nueva tierra; Y de lo primero NO habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento. 18 Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas
que YO he creado; Porque he aquí que YO traigo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo. 19 Y
me alegraré con Jerusalén, y me
gozaré con mi pueblo; Y nunca más
se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor”. Entendemos que
la Perfecta Voluntad de Jehová Dios es predestinada, pero a la vez tiene
presente la libertad moral de todo individuo. En todo es Perfecta, pero en su
aplicación incluye la imperfección del pecado, ya que Jehová Dios dice: (Salmo 103:14) “Porque ÉL conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo”,
conociendo de antemano la rebelión humana, incluyó el pecado y sus
consecuencias para planificar su proyecto en la eternidad. Por un lado, la Voluntad de Dios es incondicional, pero
por el otro también establece condiciones; es verdad que es Inmutable,
pero en cierto sentido no pasa por alto las decisiones humanas; (Deuteronomio
30:19) “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros,
que os he puesto delante la vida
y la muerte, la Bendición y la maldición;
ESCOGE, pues, la vida,
para que vivas tú y tu
descendencia”. Por ésta razón debemos de conocer su Perfecta Voluntad, de
nuestro Padre Celestial, en las Sagradas Escrituras: (Deuteronomio 11:26 al 28)
“26 He aquí YO pongo hoy delante de vosotros la Bendición y la maldición:
27 la Bendición, si
oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que YO os prescribo hoy, 28 y la maldición, si
no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que YO os
ordeno hoy, para ir en pos de
dioses ajenos que no habéis conocido”. La Voluntad de Dios es sencilla
y además profunda; Es del Cielo, pero se revela en la Tierra; Es infinita,
aunque controla hasta el más mínimo detalle; De procedencia eterna, sin embargo,
se manifiesta inalterable en esta vida temporal. La Voluntad de Dios es
claramente de concepción espiritual, pero no carece de sentido práctico; Es de Naturaleza invisible, y al tiempo
se hace visible en los acontecimientos; Para el ser humano es incomprensible, y en cierta medida se
hace razonable y comprensible
desde la propia creación.
Aun con toda su
complejidad, la Perfecta Voluntad del OMNIPOTENTE
tiene que ver únicamente con la Perfecta Voluntad y puesta en marcha de sus Inmutables
Propósitos establecidos en la Eternidad. Jehová Dios hace que todo trabaje en
la naturaleza y que se mueva en la dirección de su predeterminado fin.
Definitivamente, Jehová Dios es el Creador y el Director de la obra, el que
hace todas las cosas según el designio de su Voluntad: (Efesios 1:11y12) “11 En
ÉL asimismo tuvimos herencia, habiendo
sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el
designio de su Voluntad, 12
a fin de que seamos para alabanza de su Gloria, nosotros los que primeramente
esperábamos en Cristo”. La Sana
Doctrina de Cristo, enseña sin error para nosotros los mandamientos, Enseñanzas,
Recomendaciones, Promesas, Advertencias,
es decir, todo ello la aplicación de los deseos celestiales, en el «AQUÍ» y el «AHORA»: Lo que Jehová
Dios quiere y lo que pide de cada ser humano. ¿Qué pide Dios de ti, y qué pide
de mí...? Vivir conforme a la Voluntad del Creador, significa llevar a
término el determinado cumplimiento de las condiciones establecidas en su
Palabra en las Sagradas Escrituras.
Con esta orientación planteada, no pensemos en ningún momento que el hombre tiene
capacidad para cumplir la voluntad de Dios. Las Sagradas Escrituras afirman que al hombre natural le es
imposible cumplir con los designios Divinos, pues no lo percibe: (1 Corintios 2:14) “Pero el hombre natural NO PERCIBE las cosas que
son del Espíritu de Dios, porque
para él son locura, y NO las
puede entender, porque se han
de discernir espiritualmente”. Antes bien, sólo es posible hacerlo bajo
el amparo absoluto de la Gracia Divina, aplicada de manera permanente en la
vida del creyente. A la verdad, si no estamos unidos espiritualmente a Jesucristo,
es tarea impracticable: (Juan 15:5) “Yo
soy la vid, vosotros los pámpanos; El
que permanece en MÍ, y YO en
él, éste lleva mucho fruto; Porque
separados de MÍ nada podéis hacer”. Luego, los Planes Eternos de Dios se aplican en el creyente únicamente a
través de la obra, en la Persona, y en el Poder de Jesucristo.
(Efesios 3:11) “Conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús
nuestro Señor”. Todo aquel que está unido a Jesucristo, por la conversión, es revestido diariamente de la Gracia Divina,
para el cumplimiento de los designios Divinos. (Romanos 11:6) “Y si por Gracia,
ya no es por obras; De otra
manera la Gracia ya no es Gracia. Y si por obras, ya no es Gracia; De otra manera la
obra ya no es obra”. Aceptada la presente explicación, seguimos ahondando sobre
el significado de la Voluntad de Dios. Ahora,
para integrar bien en nuestra mente la Enseñanza general, resaltamos
dos aspectos importantes que habremos de considerar por separado. Estos
dos aspectos son los siguientes:
El PRIMER ASPECTO: LA VOLUNTAD GENERAL DE DIOS. La finalidad primera y última de la Voluntad de Jehová Dios, tanto en el orden de la creación como también de la
salvación, es la glorificación de su propio Ser: (Isaías 48:9) “Por amor
de mi Nombre DIFERIRÉ Mi ira,
y para alabanza Mía la reprimiré
para no destruirte”. Ahora
acompáñenme al Capitulo: (Isaías 43:7) “Todos los llamados de Mi Nombre;
Para Gloria Mía los he creado,
los formé y los hice”. Así que, hermanos,
habitamos este mundo, (Efesios 1:5y6)
“5 en amor habiéndonos predestinado
para ser adoptados hijos suyos por
medio de Jesucristo, según el
puro afecto de su voluntad, 6 para
alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el
Amado”. Hacemos bien en recordar con frecuencia que el objetivo fundamental de la Voluntad de Dios, no es otro que
su propia glorificación, pues como bien afirmó Jehová Dios: «Y a otro no daré mi gloria» (Isaías 42:8) “Yo Jehová; Este es
mi Nombre; y a otro no daré
mi Gloria, ni mi alabanza
a esculturas”. Dicho esto, la glorificación de Jehová Dios,
vista como, enseñanza de las Sagradas Escrituras, se verán reflejada en el
desarrollo de ésta predicación. La Perfecta
Voluntad general de Jehová Dios para la Humanidad se contempla: EN SEGUNDO LUGAR; EN EL
ORDEN NATURAL. Antes de la fundación del mundo, nuestro Hacedor
ha planificado y así desempeñado su Soberana Voluntad. Y, siguiendo con la
Creación, en ningún momento ha dejado Dios de realizar su Buena y Perfecta Voluntad.
De forma pre-ordenada -e incluida su Voluntad
permisiva–, ayer como hoy sigue moviendo los hilos de la Humanidad,
para que a la final se cumplan sus Planes Eternos. Con tal objetivo utiliza el orden natural de las cosas que Él ha
creado, bien sean llamadas físicas,
emocionales o espirituales. Sin duda, nuestro Dios Eterno
sigue aplicando sus disposiciones Celestiales a través de los tiempos, y su
abundante Gracia todavía se manifiesta para todos en forma general: (Mateo 5:45) “Para que seáis hijos de
vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y
buenos, y que hace llover sobre justos e injustos”.
EN TERCER LUGAR; EN EL ORDEN DE LA SALVACIÓN. Según sus Sabios y
Soberanos Decretos, Nuestro Padre Celestial, planificó y ejecutó la obra de la
Redención, y asimismo la completará, sobre la base de sus fieles promesas. (1 Timoteo 2: 3 y 4) “3 Porque esto es bueno y agradable delante de
Dios nuestro Salvador, 4 el
cual QUIERE que todos los hombres
sean salvos y vengan al Conocimiento de la Verdad”.
«Ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan» (Hechos 17:30 y 31) “30 Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora MANDA a todos los hombres en todo
lugar, que se arrepientan; 31 por cuanto ha establecido un día
en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó,
dando fe a todos con haberle levantado de los muertos”. Quiero poner énfasis en
éstas dos palabras «QUIERE» y «MANDA», ya que expresan la Voluntad
implícita de Jehová Dios. El mayor
propósito de nuestro Padre Celestial, para nosotros los seres humanos, es llevar a cabo la sublime tarea de
reconciliación con Él; Reconciliación que se efectúa a través del
sacrificio de Jesucristo, cómo pecadores podemos
ser perdonados, salvados y restaurados. Éste es el mensaje del Evangelio,
incluido en el plan de la Salvación que Jehová Dios, que ha provisto para la
Humanidad en Cristo Jesús. No obstante, en este sentido, entendemos que el
orden de la salvación se planifica desde la eternidad con la formación de un
pueblo predestinado por Dios, (Hebreos 12:23) “A la
congregación de los primogénitos que están inscritos en los Cielos, a
Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos”. Que sólo Él conoce, al que llamamos hoy
la verdadera iglesia de Jesucristo, en el sentido de las Sagradas
Escrituras y lo espiritual. Es decir, la persona que recibe la
salvación ya Dios la ha incluido previamente en su Libro de la vida, creándole un destino específico,
según su condición de salvo: (Efesios 1:4 y 5) “4 según nos escogió
en ÉL antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha
delante de ÉL, 5 en Amor habiéndonos
predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el
puro afecto de su Voluntad”. Ahora es nuestra responsabilidad conservar nuestro
nombre en ese Libro: (Lucas 10:20) “Pero
no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están Escritos en los Cielos”. (Apocalipsis 3:5; 20:12 al 15) “5 El que venciere será vestido
de vestiduras blancas; y no borraré
su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi
Padre, y delante de sus ángeles. 12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños,
de pie ante Dios; y los
libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la
vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban Escritas
en los Libros, según sus obras. 13 Y
el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron
los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. 14 Y la muerte y el Hades fueron
lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el que no se halló
inscrito en el Libro de la Vida fue lanzado al lago de fuego”. Es Obedeciendo la instrucción de las
Sagradas Escrituras, como podemos lograr llegar hasta el fin.
EN CUARTO LUGAR; EN EL ORDEN DE LA VIDA
CRISTIANA. Necesitamos de Jehová
Dios su ayuda y dirección por medio de la Sana Doctrina de Cristo, porque NO existe otra Doctrina válida
para nuestro Padre Celestial, porque es la única que respaldan las Sagradas
Escrituras. Sin embargo, la
semejanza con nuestro Señor Jesucristo, es fundamental. Este es el propósito que el Padre Celestial
quiere alcanzar en todo hijo suyo. Ser como Jesucristo –en calidad humana–, es el deseo de Jehová Dios para
cualquier creyente en cualquier lugar del mundo. Así pues, todos los
acontecimientos, búsqueda de respuestas, decisiones, y demás propósitos, deben
estar encauzados hacia esta finalidad: (Romanos
8:29) “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que
fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito
entre muchos hermanos”. Muchos son
los que se confían, y no saben que están jugando con su vida. La preocupación, de nuestro Padre
Celestial, que expresa por medio del apóstol Pablo para nosotros cómo su
iglesia es ésta: (Gálatas 4:19)
“Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de
parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros”. Es menester centrar
nuestro pensamiento en este gran objetivo, porque los planes eternos de Dios se
aplicarán en el creyente bajo esta determinada condición: Transformar al creyente conforme al modelo de Jesucristo. Vista
la voluntad de Dios con una orientación transformadora.
QUIERO PREGUNTARTE: ¿Todo lo que
gira alrededor nuestro: proyectos, circunstancias, situaciones,
personas, así como las motivaciones internas del corazón: anhelos,
deseos, etc., están cooperando para la glorificación de Dios y para
la formación del carácter de Cristo en nosotros?
EN QUINTO LUGAR:
LA VOLUNTAD ESPECIAL DE DIOS. Jesús dijo que Él es la Luz; (Juan 8:12) “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; El que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”.
Este es el destino del creyente y del incrédulo: (Juan 12:36) “Entre tanto
que tenéis la luz, creed en
la luz, para que seáis hijos de luz”. Bien podemos pensar que cada
individuo es responsable delante de Dios y no tendrá excusa en la eternidad. (Juan 15:22) “Si YO no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no
tendrían pecado; Pero ahora
no tienen excusa por su pecado”.
La Palabra de Jesucristo será
la que juzgará a todo aquel que rechace su ofrecimiento de salvación. De manera que está en juego el estado final
del ser humano: Salvación o condenación. No sabemos cómo o de qué
manera, pero no podemos borrar los textos de las Sagradas Escrituras: (Juan 12:48) “El que me rechaza, y no
recibe mis Palabras, tiene
quien le juzgue; La Palabra
que he hablado, ella le
juzgará en el día postrero”. (Juan
3:36) “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; Pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”.
«RECHAZAR» la Palabra de Jesucristo,
o «REHUSAR» creer en Él, implica
en cualquier caso una decisión personal en todos los órdenes de la vida,
en relación a la Perfecta Voluntad de Jehová Dios. De manera que, en función de
la decisión interior tomada, con mayor o menor luz conferida por el Espíritu,
le corresponderá entonces a cada persona vivir su periodo de vida, que es
preparado de antemano por Dios, para
en el caso de ser incrédulo determinar su grado de condenación (mayor o menor), o de ser creyente su grado de bendición eterna (mayor o menor).
Con esta resuelta impresión de futuro, comprendemos que la vida terrenal constituye la «PRUEBA DETERMINANTE» (en el
lugar y momento del juicio final) dispuesta
por Dios para cada individuo. (Romanos
9:22 al 24) “22 ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio
su Poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para
destrucción, 23 y para hacer notorias las Riquezas de su
Gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que ÉL preparó de antemano para Gloria,
24 a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles?”. Entonces, siguiendo la Enseñanza del
propio contexto de las Sagradas Escrituras, extraemos un principio suficientemente
preciso: «ÉL (Jehová Dios)
preparó de antemano». Reflexionemos aquí, porque Dios prepara los escenarios
donde reunió entonces, y reúne hoy, a los creyentes e incrédulos, en la
proporción que estima oportuno.
Nos preguntamos, además, desde nuestro corrompido
Cristianismo: ¿Por qué en nuestra época de grandes
movimientos evangélicos y fácil difusión de las Sagradas Escrituras, miles de
cristianos abarrotan iglesias muertas espiritualmente? La respuesta es clara: Porque éste es su destino. Dios mismo
los ha juntado, agrupado en… Habría
que saber cuál es la intención verdadera de aquel que está satisfecho con una
religión muerta.
En cualquier caso, Jehová Dios conoce perfectamente los
corazones, y por ello cada uno es predestinado en
función de su verdadera disposición interior: (1 Samuel 16:7) “Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni
a lo grande de su estatura, porque
YO lo desecho; Porque Jehová
no mira lo que mira el hombre; Pues
el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”. Cada persona está donde debe y como debe estar, respecto a
la Perfecta Voluntad de Jehová Dios, dependiendo de cuales sean tus intereses
personales: (Mateo 6:21) “Porque
donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”. En el día final nadie podrá decirle al
Señor Jesucristo, que vivió injustamente en el momento y lugar equivocado,
o que padeció en esta vida pasajera sin sentido o propósito alguno. El Señor Jesucristo no es injusto o
arbitrario con esta desdichada Humanidad. Para ÉL (Jehová Dios) no hay acepción (diferencia) de personas:
(Romanos 2:10y11) “10 Pero
gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente
y también al griego; 11 Porque no hay acepción de personas para
con Dios”. (Efesios 6:19y20)
“19 No os hagáis tesoros en la
tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; 20 sino haceos tesoros en el cielo,
donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan”.
Por lo dicho hasta aquí, podemos concluir que cada uno está en el
hoy y estará en el mañana,
en el lugar y la época que le corresponde, comprendiendo que Dios prepara y
planifica todo destino, teniendo presente las propias
motivaciones humanas, que
bien conoce de antemano. Así
le ha placido en su soberanía.
Si buena parte de nuestra Humanidad rechaza el mensaje celestial, es
porque no está interesado en buscar el Reino de los Cielos. Los intereses
personales son los que prevalecen: sean intereses materiales, familiares, profesionales,
morales, sociales, e inclusive religiosos, eclesiales o ministeriales, y que,
definitivamente, suponen el rumbo que cada uno en particular desea seguir.
Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor. Si usted no tiene la
intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de entregarla a otra
persona interesada. Para la difusión gratuita entre cristianos, se permite fotocopiar
esta hoja (por favor no cambiar el texto).
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