martes, 6 de febrero de 2018

PODER DE DIOS POR MEDIO DE JESUCRISTO Y EL ESPÍRITU SANTO

4 de Febrero de 2018
PODER DE DIOS POR MEDIO DE JESUCRISTO Y EL ESPÍRITU SANTO
La vida de un verdadero cristiano existe un cambio que se pudiera llamar metamorfosis, de la misma forma que lo hace una mariposa, que cuando ya está completa, la mariposa comienza una nueva vida. Jehová Dios por medio del apóstol Pablo dice en este Libro (Romanos 12:2) “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la Buena Voluntad de Dios, Agradable y Perfecta”. La nueva criatura es totalmente diferente de la que vemos al principio. A medida que madura va cambiando en muchas formas. Se transforma en algo completamente distinto. El resultado final no se parece en nada al principio. Las Sagradas Escrituras nos dicen que nosotros también tenemos que pasar por una transformación (un cambio, con la ayuda de Dios) y dejar de ser el viejo hombre”, para convertirnos en un nuevo hombre”, el cual siendo “creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”, “se va renovando hasta el conocimiento pleno” (Colosenses 3:9-11) “9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, 10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, 11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos”; (Efesios 4:22-24)22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la Justicia y Santidad de la Verdad”. En esta predicación analizaremos este asombroso cambio, hecho posible por medio del Poder transformador del Espíritu de Dios.

Jesucristo, prometió que vendría en una época en la cual este Poder espiritual estaría disponible, no sólo para nosotros sino también para las personas de todas las naciones, por medio del don de su Santo Espíritu. La experiencia de los israelitas nos ayuda a entender que los seres humanos están incompletos sin el Espíritu de Dios. Como lo explica el apóstol Pablo: (1 Corintios 2:11) “Porque ¿Quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el Espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios”. Y añade en el Versículo 14:13 lo cual también hablamos, NO con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”. Sólo podemos tener este discernimiento espiritual como un don de Jehová Dios, por medio de su Espíritu que se manifiesta en los que, de verdad, Jesucristo está en sus corazones, entonces, el Espíritu Santo se mueve con libertad en el corazón del creyente.

Jehová Dios, cómo nuestro Padre Celestial, nos ofrece su Espíritu a los que se arrepienten genuinamente y sepultan simbólicamente sus cuerpos con Cristo en la sepultura acuática del bautismo. Al cuerpo de creyentes convertidos de esta manera, Jesús les ha prometido que el Espíritu Santo los GUIARÁ A TODA LA VERDAD (Juan 16:13) “Pero cuando venga el Espíritu de Verdad, Él os guiará a toda la Verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”. Para comprender cómo el Espíritu de Jehová Dios, nos puede transformar, debemos entender lo que es su Espíritu. Debemos empezar preguntándonos cómo es Dios. Jesús explicó que: (Juan 4:24)Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”. La palabra espíritu identifica la verdadera esencia de Jehová Dios, así como amor describe la esencia de su carácter (1 Juan 4:8,16)8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. 16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él”.
Un ángel, al informarle a María que ella daría a luz a Jesús el Mesías, se refirió al Espíritu Santo como el medio que nuestro Padre Celestial usaría para que se manifestara: El Poder del Altísimo” (Lucas 1:35) “Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el Poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios”.

Jesús les dijo a sus apóstoles: (Hechos 1:8) “pero recibiréis Poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. Y nuestro Padre Celestial por medio del apóstol Pablo nos explica lo siguiente: (2 Timoteo 1:7) “Porque NO nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de Poder, de Amor y de Dominio Propio”. Pablo y otros realizaron “señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios” (Romanos 15:19) “Con Potencia de señales y prodigios, en el Poder del Espíritu de Dios; de manera que, desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del Evangelio de Cristo”. Si ponemos mucha atención, e inclinamos nuestro oído, a la Voz de Dios, entenderemos que, en este Versículo, es muy claro que lo primero es que; esté Jesucristo, en tu corazón, y después el Espíritu Santo, entonces, El Espíritu de Poder de Jehová Dios”.

Las Sagradas Escrituras nos presentan el Espíritu de Dios como manifestación de su Poder Divino dentro de su creación, especialmente en las personas que ha llamado y que se han convertido: (LOS SANTOS). Por medio delPoder del Altísimo” (Lucas 1:35) que apenas acabamos de ver y que dice: “…El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el Poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, ÉL puede darnos ciertos atributos de su Naturaleza y su Carácter. Estos atributos Divinos, Espirituales, Transforman nuestra naturaleza débil hasta el punto en que somosParticipantes de su Naturaleza Divina” (2 Pedro 1:3-8) 3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la Piedad nos han sido dadas por su Divino Poder, mediante el Conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, 4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la Naturaleza Divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; 5 vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; 6 al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; 7 a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 8 Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo”. En nuestra nueva vida es necesario que escojamos positivamente y queramos caminar en obediencia, utilizando el Espíritu de Jehová Dios para vencer nuestra naturaleza débil, carnal. Te recuerdo que tú no debes de ser el Gigante, sino Jesucristo en ti.

El “Espíritu Santolleva inseparablemente el Poder de Jehová Dios. Se le conoce también cómo elVIENTO SANTO”. Vamos a Comparar en (Apocalipsis 13:15) “Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase”. Y ahora lo comparamos con: (Génesis 2:7) “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”. Así como el aliento, cuando respiramos, es esencial para la vida física, el Aliento del Espíritu de Dios, por medio del Espíritu Santo es esencial para la vida eterna. Y así como el viento es una fuerza invisible pero poderosa en el ámbito físico, el Espíritu Santo es una Fuerza Invisible pero Poderosa en nuestro desarrollo espiritual. La comparación del Espíritu de Jehová Dios con el viento y el aliento en el Libro de Éxodo: En cierta forma el Espíritu de Jehová Dios es representado como un Viento Poderoso, que designa el Viento, Aliento y Espíritu. En la época de la salida de Egipto, Dios desplegó este viento sobre una parte del mar, y así permitió que los israelitas pasaran a salvo en medio del mar y escaparan del faraón y sus ejércitos (Éxodo 14:21) “Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por RECIO VIENTO oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas”. De todas las veces que se describe este Espíritu como viento, en muchas de ellas se describe el viento como un instrumento de Dios, siempre fuerte e intenso. Esta Propiedad de su Espíritu refleja claramente el Poder de Jehová Dios.

Y así como el apóstol Pablo debemos de orar:  (Efesios 1:17-20)17 Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de Gloria, os dé Espíritu de Sabiduría y de Revelación en el Conocimiento de ÉL, 18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la Esperanza a que ÉL os ha llamado, y cuáles las Riquezas de la Gloria de su herencia en los santos, 19 y cuál la Supereminente Grandeza de su Poder para con nosotros los que creemos, según la operación del Poder de su Fuerza, 20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los Lugares Celestiales”.

Jehová Dios empleó directamente esta comparación de “La operación del Poder de su fuerza”, con un Viento Poderoso cuando dio por primera vez El Espíritu Santo a los discípulos de Jesucristo. En el Libro de Lucas escribió: (Hechos 2:1-4) “1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. 2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un Viento Recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”. Si con revelación del Espíritu Santo, y detenimiento observamos éste suceso, es cundo son llenos del Espíritu Santo, entonces el Poder se manifiesta según El Padre Celestial quiere dar. Cuando el apóstol Pedro dio un poderoso sermón en el que explicó por qué Jesús había sido crucificado y lo que significaba el derramamiento del Espíritu Santo a sus discípulos. Muchos de los que le oían exclamaron: (Hechos 2: 37-39) “37 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? 38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el Nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el Don del Espíritu Santo. 39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare”. Por primera vez en la historia de la humanidad, Jehová Dios estaba haciendo su Espíritu disponible para todos aquellos que estuvieran dispuestos a arrepentirse de sus pecados y comenzaran a obedecerle (Hechos 5:32) “A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos”. Y también dice en: (Hechos 2:41,42) “41 Así que, los que recibieron su Palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. 42 Y perseveraban en la Doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones”. ¡Nunca antes había sucedido algo semejante! El Poder transformador de Jehová Dios está trabajando Poderosamente desde el día, que los apóstoles lo recibieron por primera vez, y lo sigue haciendo en todos aquellos que ÉL está llamando.

En una ocasión anterior (Juan 7:37-39)37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. 38 El que cree en MÍ, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de Agua Viva. 39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en ÉL; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado”. Aquí Jesús explicó que podíamos recibir el Espíritu del Padre Celestial y que éste fluiría de nosotros para producir El fruto del Espíritu que es: En toda Bondad, Justicia y Verdad” (Efesios 5:8-10)8 Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz 9 (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), 10 comprobando lo que es agradable al Señor”. El Espíritu Santo, es la manifestación del Poder de Jehová Dios, por ésta razón es imprescindible el contacto constante con la fuente del Poder de nuestro Padre Celestial. Nosotros no tenemos la capacidad de almacenar permanentemente el Poder del Espíritu de Jehová Dios, pero el Espíritu Santo sí. Si nos desconectamos de nuestra relación con nuestro Padre y Dios, nos cortamos de su Poder que obra en nosotros. Por lo tanto, es necesario que nuestro hombre interior se renueve “de día en día” (2 Corintios 4:16) “Por tanto, no desmayamos; antes, aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día”; comparémoslo con (Tito 3:5) “Nos salvó, NO por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo”. Una de las razones por las que necesitamos el Espíritu Santo es para ayudarnos a controlar nuestra naturaleza humana.

Además de transformar nuestro pensamiento y perspectivas, el Espíritu de Dios nos fortalece para que podamos tener Dominio Propio y vivir de acuerdo con las enseñanzas de las Sagradas Escrituras. ¿Por qué necesitamos algo más que sólo conocimiento de la Sana Doctrina de Cristo, para someter y controlar nuestra naturaleza humana? La Sagrada Escrituras tiene la respuesta: (Romanos 8:3,4) “3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; 4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”. Y también en: (Romanos 7:14-17) “14 Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado. 15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. 16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. 17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí”. Pablo nos dice que entender lo que es el pecado, el cual debe ser definido por la ley de Dios, no es suficiente para sobreponerse y controlar los deseos y el engaño de nuestra naturaleza humana. Conocer simplemente la ley de Dios no resuelve nuestro problema.
La ley de Dios nos da el “conocimiento del pecado” (Romanos 3:20) “ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de ÉL; Porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado”. Tal conocimiento es fundamental para nuestro crecimiento espiritual. Y por medio del apóstol Pablo nos lo confirma: (Romanos 8:4) “para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”. Pero este no es el tema principal de estos versículos. Más bien, debido a la debilidad de nuestra carne, Dios por medio de Pablo hace énfasis en que no podemos alcanzar la verdadera justicia por nosotros mismos, por nuestros propios esfuerzos. Sólo cambiando nuestra naturaleza pecaminosa por la naturaleza de Dios podemos sobreponernos al pecado. Necesitamos que nuestro Redentor, Jesucristo, el Mesías y nuestro Salvador, viva en nosotros (Gálatas 2:20)Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”, para que nos libere de nosotros mismos y nos haga justos.

El fruto del Espíritu refleja la bondad, la fidelidad y el dominio propio inherentes a la naturaleza de Dios. Si su Espíritu está en nosotros, estas características que son parte del fruto del Espíritu deben también ser parte fundamental de nuestra naturaleza, esto es, en tanto permanezcamos en Cristoy continuemos sirviendo a Dios con todo nuestro corazón. Con estas ocho virtudes en nuestra vida; (2 Pedro 1:5-7) “fe; virtud, conocimiento; dominio propio; paciencia; piedad; afecto fraternal; amor”. Aquí Por medio del apóstol Pedro resalta la importancia de nuestro crecimiento espiritual para poder mantener una relación obediente a Jesucristo ahora y en el futuro, cuando heredemos la vida eterna.

NUESTRA TRANSFORMACIÓN FINAL. Si tenemos el Espíritu de Jehová Dios, ¿qué nos sucederá cuando Jesús regrese? (Filipenses 3:20,21) “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas”. De nuestra transformación final, cuando nuestro cuerpo “corruptible” se convertirá en un cuerpo glorioso, inmortal, espiritual.

Por medio del apóstol Pedro Dios resumió la transformación de los santos, con estas palabras: (2 Pedro 1:3,4) “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su Divino Poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la Naturaleza Divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia”.


Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor. Si usted no tiene la intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de entregarla a otra persona interesada. Para la difusión gratuita entre cristianos, se permite fotocopiar esta hoja (por favor no cambiar el texto). 

No hay comentarios.: