11 de Febrero de 2018
LA
SANA DOCTRINA DE CRISTO MEDICINA PARA GENTE DIFÍCIL
No
es fácil saber cómo tratar con gente difícil, pero es importante aprender a hacerlo, porque
siempre vamos a encontrar personas difíciles con quienes tengamos que
relacionarnos. Cuando se trata de conflictos personales
de cualquier índole, desde problemas de personalidad profundamente arraigados
hasta conductas pecaminosas evidentes para quienes nos rodean, la única manera
de “sobre llevar las cargas” (Gálatas
6:2) “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de
Cristo”. Son por medio del reconocimiento de quien está en problemas de su
propia condición espiritual y de la gigantesca necesidad que tiene de que
alguien le ayude a solventarlo. Créeme,
no funciona que otros traten de cambiarlo, no funciona que alguien hable con el pastor, no funciona que hablen
de él, y ciertamente no funciona atacarlo, ignorarlo, ridiculizarlo o
amenazarlo para que cambie. El que no quiere, no quiere. Punto.
Una
persona que no desea ser ayudada es una persona llena de dolor.
Está profundamente hundida en su propia pena, tan hundida que se ha
acostumbrado a estar ahí y no desea salir. Su identificación con su (EGO) "El yo
físico-mental-emocional" es tan grande y tan fuerte que no puede ver
más allá... no sabe ver más allá.
Esta
persona tiene una gran falta de autoestima y confianza. Cuando alguien no se quiere a sí
mismo, es muy difícil ayudarle y más aún cuando no confía....
Está totalmente cerrada en sí misma, en su propio dolor, el cual necesita
alimentarse de más dolor... Es un pez
que se muerde la cola... es muy difícil salir de ahí, pero hay
una manera de poder ayudarle: Esta persona lo que realmente está
pidiendo es amor... Está
pidiendo ser amada, ser respetada, ser valorada... Ya que su
propia baja autoestima y su desconocimiento de su verdadera esencia son las
causas de su "enfermedad". Pero no podemos decirle que no se ama,
que está hundida en su dolor, que no se conoce a sí misma, porque no comprende, y
al no comprender, se cerraría aún más en su propia pena.
¿Qué puede hacer una mujer o un hombre, cuando está
viviendo una relación matrimonial difícil?… Realmente es un gran desafío, especialmente
cuando ella o él, quieren hacer de esta relación un éxito. Quiero que me acompañen, por favor a, un
ejemplo de vida en las Sagradas Escrituras, y se trata de una
mujer llamada Abigail y de su esposo llamado Nabal. Estaremos escudriñando éste Libro:
1Samuel 25:3–36, poco a poco. Les empezaré
diciendo que, Abigail fue una mujer que no se dio por vencida en su
responsabilidad como esposa. Aún en una
situación dificultosa ella quería ser la ayuda idónea para su esposo… a pesar
que el esposo pensaba que no necesitaba alguna ayuda. No era fácil hablar con
el porque era necio y orgulloso. Abigail
era sabia y hermosa. Nabal era un
hombre rico, pero mezquino y deshonesto, perverso y de mal carácter y además
era bebedor. ¿Cómo manejó Abigail su
difícil situación? ¿Qué podremos aprender de su vida que te ayude si
estás ahora mismo atrapado(a) en un matrimonio difícil? ¿Podremos
sacar algo bueno de una mala situación? ¿Cómo lo haremos?
Las
Sagradas Escrituras, nos dicen: (1Samuel 25:25) “No haga caso ahora mi señor
de ese hombre perverso, de Nabal; porque conforme a su nombre, así es. Él se llama Nabal, y la
insensatez está con él; mas
yo tu sierva no vi a los jóvenes que tú enviaste”.
El
nombre Nabal,
significa: (insensato, necio, tonto y atolondrado).
En su necedad puso a toda su familia en riesgo de morir. (1Samuel 25:4-12) “4 Y oyó David en el
desierto que Nabal esquilaba sus ovejas. 5
Entonces envió David diez jóvenes y les dijo: Subid a Carmel e id a Nabal, y
saludadle en mi nombre, 6 y decidle
así: Sea paz a ti, y paz a tu familia, y paz a todo cuanto tienes. 7 He sabido que tienes esquiladores.
Ahora, tus pastores han estado con nosotros; no les tratamos mal, ni les faltó
nada en todo el tiempo que han estado en Carmel. 8 Pregunta a tus criados, y ellos te lo dirán. Hallen, por tanto,
estos jóvenes gracia en tus ojos, porque hemos venido en buen día; te ruego que
des lo que tuvieres a mano a tus siervos, y a tu hijo David. 9 Cuando llegaron los jóvenes enviados
por David, dijeron a Nabal todas estas palabras en nombre de David, y callaron.
10 Y Nabal respondió a los jóvenes enviados por David, y dijo: ¿Quién es David, y quién es el
hijo de Isaí? Muchos siervos hay hoy que huyen de sus señores. 11 ¿He
de tomar yo ahora mi pan, mi agua, y la carne que he preparado para mis
esquiladores, y darla a hombres que no sé de dónde son? 12 Y los
jóvenes que había enviado David se volvieron por su camino, y vinieron y dijeron
a David todas estas palabras”. Así
que los jóvenes retornaron a David y le contaron lo que Nabal les dijo.
(1Samuel 25:15-17) “15 Y aquellos hombres han sido muy buenos
con nosotros, y nunca nos trataron mal, ni nos faltó nada en todo el tiempo que
anduvimos con ellos, cuando estábamos en el campo. 16 Muro fueron para nosotros de día y de noche, todos los días que
hemos estado con ellos apacentando las ovejas. 17 Ahora, pues, reflexiona y ve lo que has de hacer, porque el mal
está ya resuelto contra nuestro amo y contra toda su casa; pues él es un hombre
tan perverso, que no hay quien pueda hablarle”.
Entonces
David dijo a sus hombres: (1Samuel 25:13,14) “13 Entonces David dijo a sus hombres:
Cíñase cada uno su espada. Y se ciñó
cada uno su espada y también David se ciñó su espada; y subieron tras David
como cuatrocientos hombres, y dejaron doscientos con el bagaje. 14 Pero
uno de los criados dio aviso a Abigail mujer de Nabal, diciendo: He
aquí David envió mensajeros del desierto que saludasen a nuestro amo, y él los
ha zaherido”. Abigail tenía una mala
situación entre manos. 400
hombres iban en camino para matar a Nabal y a sus sirvientes. Ella debía actuar
rápidamente para salvar a todos. Pero
¿Qué harías si estuvieras en lugar de
Abigail?…. ¿huirías… irías a razonar con Nabal?…. pensarías
acaso, Este es mi triste destino ¿Qué he hecho yo de malo, ahora
debo morir?… o ¿Estarías tan confuso(a) que no sabrías que
hacer? Abigail tomó una decisión clara y personal porque era
necesario actuar de inmediato. Rápidamente hizo, lo siguiente:
(1Samuel 25:18-20) “18 Entonces Abigail tomó luego doscientos
panes, dos cueros de vino,
cinco ovejas guisadas, cinco medidas de grano tostado, cien racimos de uvas pasas, y doscientos panes de higos secos,
y lo cargó todo en asnos. 19 Y dijo a sus criados: Id delante de
mí, y yo os seguiré luego; y nada
declaró a su marido Nabal. 20
Y montando un asno, descendió por una parte secreta del
monte; y he aquí David
y sus hombres venían frente a ella,
y ella les salió al encuentro”.
Ahora
veamos con qué determinación venía David: (1Samuel 25:21,22) “21 Y David
había dicho: Ciertamente en vano he guardado todo lo que éste tiene en
el desierto, sin que nada le haya faltado de todo cuanto es suyo; y él
me ha vuelto mal por bien. 22 Así haga Dios a los
enemigos de David y aun les añada, que
de aquí a mañana, de todo lo
que fuere suyo no he de dejar con vida ni un varón”. Pero veamos que, aunque, Abigail
no había hecho nada, ella se humillo y fue exaltada: (1Samuel 25:23,24) “23 Y cuando Abigail vio a David, se bajó
prontamente del asno, y postrándose sobre su rostro delante de David, se
inclinó a tierra; 24 y se echó a
sus pies, y dijo: Señor
mío, sobre mí sea el pecado;
más te ruego que permitas que tu
sierva hable a tus oídos, y escucha
las palabras de tu sierva”. Pensando
rápido y decididamente Abigail enfrentó la prueba con humildad. ¿Qué
piensas acerca de lo que hizo esta mujer…actuó correctamente? Hizo lo opuesto a
lo que quería hacer el esposo. El había sido grosero con los hombres de David.
Pero ella pidió perdón y le llevó los alimentos que su esposo debería haber
llevado.
El
Rey David alabó a Dios por enviarla a él (1Samuel 25:32,33) “32 Y dijo David a
Abigail: Bendito sea Jehová
Dios de Israel, que te envió para que hoy me encontrases. 33 Y bendito sea tu razonamiento,
y bendita tú, que me has estorbado hoy de ir a
derramar sangre, y a vengarme por mi propia mano”. David apreció las sabias actitudes de
esta mujer como venidas de Dios. Este fue un matrimonio malo donde el
esposo enfrentó la muerte a causa de su necedad. En contra de los deseos de
Nabal, Abigail le salvó su vida. ¿Qué
enseñanza sacamos de esta situación? Una mujer o un hombre con la sabiduría
de Dios, es cuándo puede intervenir y reducir el daño causado por un esposo(a)
difícil. Abigail debió actuar a favor de los intereses de todos. De su
esposo, de ella misma y de sus hijos. Una
mujer o un hombre, no son un fracaso como esposa, o como esposo, ni es
desobediente a Dios si toma pasos y decisiones para preservar la paz y la vida,
en situaciones peligrosas.
Abigail
tomó el riesgo de hablar con su esposo, pero tuvo que esperar el momento
oportuno, hasta
después de la siesta, ya que
el esposo estaba ebrio. Ella
eligió el momento correcto, la vida de Abigail con Nabal,
dice la Escritura, que esperó hasta
el siguiente día para hablar con él. ¿En situaciones difíciles eres capaz de controlarte y elegir
el momento oportuno para hablar con tu esposo(a)? Muy a menudo escogemos mal el lugar y el
momento para discutir los problemas.
Las Sagradas Escrituras, nos dicen
que, por la mañana, cuando se le había pasado el efecto del alcohol a Nabal su
esposa le refirió estas cosas; (1Samuel
25:36-38) “36 Y Abigail volvió a Nabal, y he aquí que él tenía banquete en
su casa como banquete de rey; y el
corazón de Nabal estaba alegre, y estaba
completamente ebrio, por lo cual ella no le declaró cosa alguna hasta el
día siguiente. 37 Pero por la mañana, cuando ya a Nabal se le
habían pasado los efectos del vino, le refirió su mujer estas cosas;
y desmayó su corazón en él, y se quedó como una piedra. 38 Y diez
días después, Jehová hirió a Nabal, y murió”. No fue un final feliz…. Pero hay cosas que podemos aprender de
lo sucedido: Debemos tratar
de ayudar a un esposo(a) difícil, que entienda lo que está
haciendo, por amor a él o a ella, y a tu familia.
Un hombre o mujer que es cruel y mezquino
con su cónyuge seguramente
tiene sus propios problemas. Se
priva de ser la persona amable y feliz que Dios quiere que sea. Por esta razón es necesario hablarle
cuidadosamente de su comportamiento. Abigail es para nosotras un modelo
de mujer sabia. Ella actuó pensando
en los mejores intereses para su hogar y para su esposo. Fue una mujer que
siempre dependió de Dios para tomar sus decisiones y para mostrar su
comportamiento.
Ahora
quiero compartirles otro ejemplo, de la vida real de David:
Cuando David le ruega a Dios en una
oración intensa y urgente. (Salmo 27:7) “Oye, oh Jehová, mi voz con que
a ti clamo; Ten misericordia de mí, y respóndeme”. Su oración está enfocada en un solo deseo, era algo que lo
consumía: “Una cosa he demandado a Jehová, esta buscaré”. Y es la única
cosa que deseo. Y la buscaré con toda mi alma.
¿Qué era esa cosa que su corazón deseaba tanto? (Salmo 27:4) “Una cosa he
demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para
contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo”. David está expresando, Tengo una oración,
Señor, una petición. David no era
religioso fariseo. No era un
ermitaño espiritual. David
fue un hombre de acción. Gran
guerrero, a grandes multitudes cantó sus victorias en batalla. De mucha oración, AHORA su alma añoraba a Jehová Dios.
David era un adorador. Un
hombre que alababa a Dios, quien le dio gracias y bendiciones.
¿Por
qué David deseaba tanto el rostro de Dios? El versículo 2 lo explica: (Salmo
27: 1-3)
“1 Jehová es mi luz y mi salvación;
¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de
atemorizarme? 2 Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. 3 Aunque
un ejército acampe contra mí, no
temerá mi corazón; Aunque
contra mí se levante guerra, yo
estaré confiado”. Enfrentaba
enemigos y tribulaciones en su vida. Sentía que todo estaba comprometido en destruirlo cómo hombre de
Dios. Pero no tenía miedo. Él declara, “¿de quién temeré? Dios es la
fortaleza de mi vida”. David iba a
continuar como siempre. En la
casa de Dios, dándole la Gloria, y sus enemigos no le podían cambiar su
destino: Ahora quiero estar en la comunión con mis hermanos, quiero cantar,
orar, oír la palabra con mis hermanos: (V-4)
“Que esté yo en la casa de Jehová
todos los días de mi vida, para
contemplar la hermosura de Jehová”. No estaba dispuesto a que nadie le sacara de la comunión, con el
Padre; No estaba dispuesto a
que nadie le sacara de la presencia Bendita de su creador.
Muchas
veces David,
había estado en templo, pero estaba cansado de dar una adoración vacía.
Seguramente su corazón le decía
“Estoy mal, sácame esta idolatría, no
quiero pasar el resto de vida soñando… ya no puedo más… necesito a Dios....”
Si sientes que algo te falta,
en tu corazón porque te sientes
acongojado… Entonces
necesitas la presencia de Dios: (Ex.33:14)
“Y ÉL dijo: Mi Presencia irá contigo, y te
daré descanso”. Acompáñenme a leer este Salmo (Salmo 139:7-12) “7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a
dónde huiré de tu Presencia? 8 Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol
hiciere mi estrado, he aquí, allí tú
estás. 9 Si tomare las alas
del alba y habitare en el extremo del
mar, 10 Aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra. 11
Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; Aun la noche resplandecerá
alrededor de mí. 12 Aun las
tinieblas no encubren de ti, y la
noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz”.
Así
es como David en su casa oró:
(Salmo 27:7) “Oye, oh Jehová, mi voz
con que a ti clamo; Ten misericordia de mí, y respóndeme”. ¿Qué le contestó Jehová
Dios? Porque Dios responde, atiende el clamor… (Salmo 27:8) “Mi corazón ha
dicho de ti: Buscad mi rostro.
Tu rostro buscaré, oh Jehová”.
¿Qué significa buscar el rostro de
Jehová Dios? En este Libro dice:
(Ex.33:20) “Dijo más: No podrás
ver mi rostro; porque no me
verá hombre, y vivirá”.
Y
también en estos contextos en los siguientes Libros donde nos revela el Padre
que un día si le veremos tal como Él es: (Apoc.22:4) “Y verán su rostro, y su Nombre estará en sus frentes”. (1Jn.3:2,3)
“2 Amados, ahora somos hijos de
Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando ÉL se manifieste, seremos semejantes a ÉL,
porque le veremos tal como ÉL es. 3
Y todo aquel que tiene esta esperanza en ÉL, se purifica a sí mismo, así como
ÉL es puro”. (Números 6:24-27) “24 Jehová te bendiga, y te guarde; 25 Jehová
haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; 26 Jehová
alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz. 27 Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los
bendeciré”. (1Cron. 16:11) “Buscad a
Jehová y su Poder; Buscad su rostro
continuamente”. Lo muy importante
que tenemos que saber es que sin Dios, no tenemos no presente ni futuro: (Deut.
31:17) “y se encenderá mi furor contra él en aquel día; y los abandonaré, y
esconderé de ellos mi rostro,
y serán consumidos; y vendrán sobre ellos muchos males y angustias, y dirán en
aquel día: ¿No me han venido estos males porque no está mi Dios en medio de
mí?”.
El
rostro de Dios es Jesucristo en ti, es su Presencia, por medio de su Hijo. El
rostro de Dios es el Espíritu Santo en tu vida diaria.
El rostro de Dios está en reconocer
el sacrificio que Jesucristo hizo en la cruz del Calvario. El rostro de Dios está en el rostro de
Jesucristo todo ensangrentado mostrando misericordia, a los que creen y
le buscan, a Jesucristo hay que mirar, este es el rostro que hay
que buscar…
El
cual, sigue siendo el resplandor de su gloria,
y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la Palabra
de su Poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio
de sí mismo (Heb.1:1-4) “1 Dios, habiendo hablado muchas veces y
de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, 2 en estos postreros días nos ha hablado
por el Hijo, a quien
constituyó heredero de todo, y por
quien asimismo hizo el universo; 3
el cual, siendo el resplandor de
su gloria, y la imagen misma
de su sustancia, y quien
sustenta todas las cosas con la Palabra de su Poder, habiendo efectuado
la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la
diestra de la Majestad en las alturas, 4
hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que
ellos”. A través del sacrificio que hizo
en la Cruz, tenemos el privilegio de “ver su rostro” de tocarlo. Hoy, cuando
Dios dice, “Buscad mi rostro,” sus palabras tienen más implicaciones.
Dios
nos advirtió que, en este último tiempo, aparecerán falsos cristos, porque
vendrán muchos en mi nombre dice Jesucristo, diciendo: “Yo soy el Cristo”, y a
muchos engañarán. (Mat.24:3)
“Y estando ÉL sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron
aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu
venida, y del fin del siglo?”,
Jesús
les dice a sus discípulos. (Mt.24:23) “Entonces, si alguno os
dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis”. Tu que eres la iglesia, debes conocer el
“Rostro de Dios” para que las apariencias no te engañen.
Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor. Si usted no tiene la
intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de entregarla a otra
persona interesada. Para la difusión gratuita entre cristianos, se permite fotocopiar
esta hoja (por favor no cambiar el texto).
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