24 de Septiembre de 2017
BAUTIZADOS EN EL NOMBRE DE JEHOVÁ DE JESUCRISTO Y DEL
ESPÍRITU SANTO
Los
que creemos en Jesucristo, y lo hemos aceptado, cómo nuestro Señor y Salvador
obedecemos y somos bautizados, en agua en el nombre de Jehová Dios, EL Padre y en EL Nombre de
Jesucristo EL Hijo y del Espíritu Santo. Nos ha
sometemos a este mandato en obediencia por la orden dada por Jesucristo a sus
discípulos antes de ser llevado al cielo; El Bautismo es una ordenanza de Jesús
para toda persona que deposita su fe en Jesucristo y desea seguirle. (Mateo 28:19,20) “Por tanto, id, y
haced discípulos a todas las naciones bautizándolos en el nombre del Padre, (Jehová) y del Hijo, (Jesucristo) y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí YO estoy
con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”.
¿CUMPLE TU BAUTISMO
TODOS LOS REQUISITOS BÍBLICOS?
(1) ¿Pronunció la
persona que te bautizó las siguientes palabras? “Te bautizo en el Nombre del
Padre Jehová Dios, y del Hijo Jesucristo, y del Espíritu Santo”.
(2) ¿Fue usted sumergido
totalmente en el agua? Para sepultar al viejo hombre de pecado, resucitando del
agua como nueva criatura para andar “en vida nueva”.
(3) ¿Fue bautizado usted
para perdón de los pecados?
(4) ¿Fue bautizado usted
tan pronto se arrepintiera y confesara el nombre de Jesucristo?
¡NO! cumplir con
todos y cada uno de estos requisitos resulta, en un bautismo inválido sin
fundamento en las Sagradas Escrituras. ¿Con qué razón o justificación presentarse
ante Jesucristo en el juicio con un bautismo de hombres, pudiendo fácilmente
tener el que ordena la Deidad en las Sagradas Escrituras? Respetuosamente, le animamos a bautizarse conforme a las directrices
Divinas en la Sana Doctrina de Cristo. Luego, perseverar “hasta la muerte” para
así recibir la corona de la inmortalidad.
Ahora, si el bautismo
en agua es un mandato que ha sido ordenado por Jesucristo, debemos saber que
necesariamente tiene un significado y es importante. (Romanos 6:3,4) “3¿O no
sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido
bautizados en su muerte? 4Porque
somos sepultados juntamente con ÉL para muerte por el bautismo, a fin de que
como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros andemos en vida nueva”. (1
Pedro 3:21) “El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no
quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la
resurrección de Jesucristo”.
(Juan 3:1-8) “1 Había un hombre de
los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. 2 Este vino a Jesús de noche, y le
dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede
hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. 3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver
el reino de Dios. 4 Nicodemo
le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer
siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su
madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu,
no puede entrar en el reino de Dios.
6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. 7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. 8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes
de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu”.
SEPULTADO EN AGUA. "Porque somos sepultados en el bautismo" (Romanos 6:4) “Porque somos sepultados juntamente con ÉL para muerte por el bautismo, a
fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así
también nosotros andemos en vida nueva”. (Colosenses
2:12) “Sepultados con ÉL en el
bautismo, en el cual fuisteis
también resucitados con ÉL, mediante la fe en el Poder de Dios que le
levantó de los muertos”. El bautismo
es un acto de obediencia: (Hechos
4:12) “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro Nombre bajo el
cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. ¿ES IMPORTANTE el bautismo en el nombre de JEHOVÁ, JESUCRISTO Y DEL
ESPÍRITU SANTO? Por supuesto que lo es; Porque, juntamente con
Jesucristo simboliza la muerte y resurrección en agua, por lo tanto, en este
acto de obediencia, es donde se renace de nuevo y ahora serás un hijo de Jehová
Dios, Jesucristo, toma derecho legal en tu vida y el Espíritu Santo te une con
el Cuerpo de Cristo, dónde Jesucristo es la Cabeza. Siempre nos hemos
equivocado porque nuestro nombre siempre ha sido lo más importante, ahora
tenemos la oportunidad de cambiar nuestra naturaleza por medio del Poder de
Jehová Dios, que resucitó a Jesucristo.
Entonces, nuestro
Padre Celestial, Jehová Dios, pone el Nombre de Jesucristo sobre nuestro
nombre, para que el Espíritu Santo nos convenza y nos consuele. (Rom 8:11) “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a
Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará
también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros”. (Efesios 1:17-23) “17 para que el Dios de nuestro Señor
Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en
el conocimiento de Él, 18 alumbrando
los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que
él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los
santos, 19 y cuál la supereminente
grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del
poder de su fuerza, 20 la cual operó
en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los
lugares celestiales, 21 sobre todo
principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no
sólo en este siglo, sino también en el venidero; 22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza
sobre todas las cosas a la iglesia, 23
la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”.
EL BAUTISMO ES NO
SOLAMENTE IMPORTANTE, sino imprescindible para la salvación. Jesús así lo
declaró en (Marcos 16:16) "El
que creyere Y fuere bautizado, será salvo. Mas el que no creyere será
condenado". Esta sitúa al
bautismo como uno de los puntos principales en el plan de salvación, no el
único. Según el Libro de:
(Marcos 1:9), Jesús fue desde Nazaret de Galilea hasta donde Juan estaba
bautizando, para ser bautizado por éste. Este supone, considerando el punto más
cercano a Jerusalén, (Mateo 16),
desde el Jordán, un viaje alrededor de 116 km. Si Jesús lo consideró tan
importante (aunque ÉL no lo necesitaba),
¿Cómo hemos de considerarlo nosotros, sabiendo que lo necesitamos? Al decir que
el bautismo es imprescindible para la salvación, algunos nos acusan de decir
que el agua salva; nunca hemos dicho tal cosa, lo que salva en el bautismo, no
es el agua sino la obediencia al entender la Sana Doctrina de Cristo, en la
Palabra de Dios Escrita.
EL BAUTISMO ES:
• El
medio del perdón para salvación, no te presentes ante Dios, sin llevarlo con su
NOMBRE JEHOVA de JESUCRISTO Y DEL ESPIRITU SANTO. (Hechos 4:12) “Y en
ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos”.
• El
vestido de Cristo (Gálatas 3:27) “Porque todos los que habéis sido
bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos”, no te presentes ante Dios
desnudo.
• Uno
de los primeros pasos de nuestra salvación, (Marcos 16:16) “El que creyere
y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”; No tratemos de andar a saltos.
¿Puede alguien decir
que cree en Jesús, y no cumplir sus mandamientos? La respuesta es ¡NO! Creer, no es el sustituto del
bautismo, sino el requisito indispensable para ser bautizado. El Maestro lo
respalda con sus palabras en "Si me amáis, guardad mis mandamientos",
(Juan 14:15-24) “15Si me amáis, guardad mis mandamientos.
16Y yo rogaré al Padre, y os dará
otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque
no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y
estará en vosotros. 18No os dejaré
huérfanos; vendré a vosotros. 19Todavía
un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo,
vosotros también viviréis. 20En
aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo
en vosotros. 21El que tiene mis
mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado
por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. 22Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te
manifestarás a nosotros, y no al mundo? 23Respondió
Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y
vendremos a él, y haremos morada con él. 24El
que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía,
sino del Padre que me envió”.
EL MODO DEL BAUTISMO
EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS ES: SUMERGIR, ZAMBULLIR. (Romanos 15:4) “Porque las cosas que se escribieron
antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que, por la
paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza”. (Hechos 8:38-39) “38 Y mandó parar el
carro; y descendieron AMBOS al agua,
Felipe y el eunuco, y le bautizó. 39 Cuando
subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le
vio más, y siguió gozoso su camino”. Entrar ambos, el que bautiza y el pecador
arrepentido al agua, zambullir aquel a este y subir ambos del agua son pasos
necesarios para efectuar un bautismo en las Sagradas Escrituras. (1 Corintios 10:11) “Estas cosas les acontecieron como
ejemplo, y están escritas
para amonestarnos a nosotros, a
quienes han alcanzado los fines de los siglos”. (Isa 28:13) “La Palabra, pues, de Jehová les será mandamiento tras
mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un
poquito allí, otro poquito allá; hasta
que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, enlazados
y presos”. (Juan 3:23) “Juan bautizaba también en Enón, junto a
Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados”. “Muchas”,
y no unas pocas gotas.
Por tal razón Jesús
mismo fue bautizado en el río Jordán (Mateo
3:13-17) “13 Entonces Jesús vino
de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. 14 Más Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por
ti, ¿y tú vienes a mí? 15 Pero Jesús
le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia.
Entonces le dejó. 16 Y Jesús,
después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron
abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre
él. 17 Y hubo una voz de los cielos,
que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”.
Tenemos la ignorancia
en las religiones y como ejemplo este maestro de la Ley (Juan 3:3-7) “3
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no
puede ver el reino de Dios. 4
Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar
por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no
naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne
es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. 7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo”,
y por ende, ¡no es salvo! Nadie puede
andar “en vida nueva” sin antes sepultar al “viejo hombre” de pecado en las
aguas bautismales.
(Romanos 6:3-7) “3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo
Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4
Porque somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo,
a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así
también nosotros andemos en vida nueva. 5
Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así
también lo seremos en la de su resurrección; 6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado
juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no
sirvamos más al pecado. 7 Porque el
que ha muerto, ha sido justificado del pecado”.
Es evidente, pues,
que el bautismo no es “mero símbolo de salvación” sino requisito indispensable
para ser perdonado, según toda declaración bíblica al respecto. En definitiva, EL BAUTISMO ES UNA “OBRA” NECESARIA PARA VALIDAR LA FE.
(Santiago 2:17) “Así también la fe,
si no tiene obras, es muerta en sí misma”. Si
cualquiera de nosotros, acepta al Señor Jesucristo, pero no se bautiza, le
falta un paso –el bautismo- para ser perdonado. Si se bautiza, pero no con
el propósito de recibir perdón, su bautismo no es bíblico. Nosotros no
frustramos el propósito divino para el bautismo. Bautizamos “para perdón de los pecados”. (Hechos 2:38) “Pedro les
dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y
recibiréis el don del Espíritu Santo”.
Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor. Si usted no tiene la intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de
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