02 de Abríl de 2017
¿QUIÉN ERES EN
JESUCRISTO?
Suelo decirles a quienes nos conocen y
conocen nuestro ministerio esencialmente desde cuando andábamos de
misioneros. Que me habrán oído un montón de veces quejarme de estar
oyendo, y haber predicado, incluso, alguna vez y en épocas de ceguera y
somnolencia espiritual, un evangelio adulterado. Y a lo mejor
ellos han entendido y hasta han coincidido conmigo en esto. Lo que quizás aún
nadie ha terminado de ver es y en qué consiste la adulteración del precioso EVANGELIO, o “buenas
nuevas” de Jesucristo. El Evangelio es para la salvación de las
almas, nos han dicho. Y no nos mintieron, por supuesto, pero
tampoco nos dijeron una verdad completa. Y todos sabemos qué es lo que
significa decir una media verdad: que nos queda la otra media que no sabemos
adónde insertarla. Y con las enormes dudas de que, una media verdad no
dicha, es algo muy parecido (Si no es lo mismo) a una mentira.
¿Qué evangelio predicaba Jesús? ¿Él
iba y decía: “¡Acéptame como tu Salvador y Señor y tendrás Vida Eterna?” No. No
decía esto. Nosotros hoy decimos eso.
O entonces Él iba y decía: “¡Vengan a las reuniones que mis discípulos
están organizando para el fin de semana y tendrán sanidad y prosperidad?” No. Fíjese
que tampoco decía esto. Y
observe que, aquí también, tendré que decirle que la iglesia que se auto nombra
Cristiana sí suele decirlo. Jesús
se sentaba en un lugar cualquiera, (Porque evidentemente no le
interesaba en absoluto estar un plano más elevado que sus oyentes porque no le
interesaba en absoluto que lo viera, le interesaba que lo oyeran) Entonces,
allí sentado, decía sencillamente: (Mt.4:17) “¡Arrepentíos,
el reino de los cielos se ha acercado!” Este era el Evangelio que
Jesús predicaba.
¿Y para qué se acercaría el reino de
los cielos aquí, a la tierra? Creo que no se
necesita ser demasiado inteligente para entender que era para extenderse y
tomar todo lo que el usurpador nos ha sacado. Entonces, mis queridos hermanos,
tendrá usted que coincidir conmigo en dos cosas. Primero, que
existe la adulteración del evangelio. Y segundo: que ese evangelio
tiene, en sí mismo y en su predicación, el suficiente potencial como para
producir el fin. (2Timoteo 1:9) “Quien nos salvó y llamó con
llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y
la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los
siglos, 10 pero que ahora ha sido manifestada por la aparición
de nuestro salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la
vida y la inmortalidad por el evangelio”.
NOTEMOS LO QUE DICE: El
cual quitó la muerte, algo que ya es un hecho, y Sacó a la luz; lo que
significa vida e inmortalidad. El verdadero evangelio le enseña cómo
vencer a la muerte, que hoy por hoy, todavía es un asunto que, más allá de
palabras altisonantes o posturas religiosas, no sólo sigue preocupando a una
gran parte de la iglesia, sino incluso, aterrorizando directamente a un
porcentaje no pequeño de creyentes. El pueblo de Dios, el hombre que
verdaderamente ha entregado su vida a Cristo, generalmente anda muy enojado con
la caída de Adán y gimiendo en un marco de sucesos espirituales en esta vida
terrena. Ahora, aquella iglesia masiva y nominal que vemos, observe con
atención, parecería andar muy a gusto dentro de esa caja desechable que
llamamos cuerpo.
Y si no anda a así, al menos esa es la
impresión que le produce al mundo. El mundo, no sólo rechaza sino que se enoja
contra la santidad. La desprecia, la ridiculiza y busca modificarla según su
medida de entendimiento. Con lo que el mundo en su ignorancia sí puede
simpatizar, es con la carnalidad, con la religiosidad y con eso evidenciar que,
después de todo, somos iguales a ellos. Y el asunto grave es que dijo
el Señor que no somos iguales. Por eso me pregunto y les pregunto: ¿Qué
está haciendo una congregación cuando anda haciendo cosas para caerle bien y
simpática a la sociedad secular que la rodea? Piénselo por favor.
“Yo acepté a Cristo, ya soy salvo, me
dice usted. Y es verdad. Así ha sido decretado y así es nomás, pero desde lo
conceptual, desde el principio básico de esa salvación. Pero la realidad
cotidiana me muestra y le muestra que, en realidad, usted está siendo salvo. De
una manera progresiva, está lejos de ser algo automático. ¿Pero está
seguro, hermano, Victor? ¡Mire que a mí nunca me dijeron eso! No
sé, pero si usted está viviendo como se le da la gana, es más que obvio que no
puede esperar reinar con Cristo, ¿no cree? Por eso he dicho más de una vez que
estamos construyendo una simbólica arca de Noé, porque el día del Señor será,
como en los días de Noé.
Entonces usted piensa: ¿Quién
va a ayudar a predicar este evangelio del arca de Noé si todavía no hay ni
siquiera nubarrones que preanuncien lluvia? Mientras que los ignorantes
persistan en ser ignorantes, los tenemos enfrentados, no ayudándonos. ¿Me
explico? Y no digo ignorantes en forma despectiva u ofensiva, lo digo
en lo que el verbo mismo significa: ignorar algo, no conocerlo.
Es para ellos que estamos construyendo
el arca. ¿Y ellos, mientras tanto, qué hacen? ¡Se burlan! Y sí, hablo de los de
afuera, de los que no conocen nada y lo ignoran todo, pero también hablo de
algunos de los de adentro, de los que supuestamente deberían conocer todo. ¡Si
serán locos, místicos, espiritualistas! ¡Construir un arca donde jamás ha
llovido! (Efesios 2:1-3) “1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos a
vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en
otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la
potestad del aire, al espíritu que ahora opera en los hijos de
desobediencia, 3 entre los cuales también nosotros todos
vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne,
haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos,
y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás”.
HAY VARIAS COSAS PARA VER AQUÍ. Primero, dice
que estábamos muertos. Para Dios, usted lo sabe, la muerte no es lo
mismo que es para nosotros. Para Dios no existe la muerte porque somos
espíritus eternos. Para Él la muerte es una condición mental cuando
estamos fuera de su huerto, de su ámbito. Segundo: la carne, en
el Nuevo Testamento, no es el cuerpo, sino las acciones que el cuerpo haya
regido por causa del alma. Y le da el ejemplo: la voluntad de la carne
son los pensamientos. Tercero: dice que éramos hijos de ira. Aquí dice
que ERAMOS. Esa persona ya murió. Es como si tuviéramos memorias de un viejo
inquilino que no sirve para nada. No es usted, es el viejo propietario que ya
no está porque murió en la cruz. ¡Sí que cuesta entender lo que ocurrió en la
cruz! (Efesios 2:4-6) “4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por
su gran amor con que nos amó, 5 aún estando nosotros muertos en pecados, (Estamos muertos) nos
dio vida 6 y juntamente con él nos resucitó (Ojo: ya
nos resucitó) y asimismo nos hizo sentar, en los lugares
celestiales con Cristo Jesús”. (Listo. Ya nos hizo sentar. Somos un pueblo
de reyes y sacerdotes. ¿Recuerda cuándo era que se sentaba el sacerdote? ¡Sí
señor! Cuando había terminado. Consumado es. Terminado está. ¿Y entonces por
qué me preocupo? ¡Ah, no lo sé! Pero puedo decirle que por más que se preocupe,
no podrá añadir a su estatura un codo, (Mat 6:27) “¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura
un codo?”.
El templo futuro que va a tener más
gloria que el de Salomón, es el último templo: nosotros. No
uno hermoso construido con subsidio del Gobierno en función de la igualdad
religiosa que insólitamente reclamamos. Por clamor de Jesucristo, ¿Me explico?
Esto no es fundamentalismo, ni sectarismo ni fanatismo. ¡Es Biblia! ¡O
palabra, si le gusta más el término! ¡Hermanos! ¿Ustedes están en contra de la
igualdad religiosa? ¡Por favor! Ni en contra ni a favor; lo religioso
sencillamente no me interesa porque, definitivamente, no es ni la voluntad ni
la prioridad de Dios. La prioridad de Dios, es encontrar su templo, nosotros,
apto para habitar y terminar su plan. Mírelo desde esta forma. ¿Cuánta
actividad tiene en este momento en su congregación local? ¿Mucha? ¿Poca?
¿Ninguna? No lo sé. Pero si está haciendo cosas, ¿Se ha
preguntado para qué las está haciendo? Ya sé lo que me va a contestar. Es lo
que generalmente se contesta aquí: ¡Para servir al Señor! ¿Sí? ¿No estará
buscando impresionar a Dios? ¿No estará intentando impresionar a su pastor? ¿No
está procurando impresionar a sus hermanos? ¿No está persiguiendo gratificarse
a usted mismo? Fíjese bien, es probable que haya algo de esto. Ojalá
que no, pero si lo hubiera, ¿Usted cree que Dios se va a caer del
trono porque usted haga una buena obra? ¿De verdad se lo cree? Él nos da el
secreto.
Considera los lirios del campo, (Lc.12:27) dice: ¿Cómo
crece el lirio? ¿Crece porque hace algo o crece sin esfuerzo propio? Los lirios
crecen porque absorben nutrientes de la tierra en la que están plantados.
Nosotros somos iguales. Mientras más entiende, más Dios se manifiesta. Muchos,
podrán decir, ya soy, maduro. Pero sólo pueden manifestar aquella madures que
realmente que han entiendo y la llevan por obra, en obediencia porque puedes
conocer mucho de la Palabra pero no obedecerla. (San1:22) “Pero sed
hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros
mismos”. MUERTE, es: “Destituido de la vida que reconoce a Dios”. Dice
que Él nos colocó en lugares celestiales. ¿Recuerda la Torre de Babel? Sí, de
allí viene Babilonia. ¿Para qué la construyeron? Para alcanzar los lugares
celestiales. ¡Pero si ya estamos allí! Trate de hacérselo entender al hombre religioso.
(Juan 3:3) “Respondió Jesús y le dijo: de cierto, de cierto te
digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de
Dios”.
La palabra DE NUEVO, significa “De
arriba”, “Desde el comienzo”, “Desde un lugar más alto”. Esta palabra, ALTO, es
por CALIDAD, no por elevación. ¡Y yo que me lo paso mirando para arriba! ¿Está
mal, eso? No. A lo sumo, le podría sobrevenir un
dolor de cuello, pero no está mal. Ustedes pueden mirar donde quieran, pero;
¿No le ha pedido al Señor, un día, que entrara en tu corazón? ¿Y a dónde está
su corazón? Dentro suyo. ¿Adónde está Cristo, entonces? Adentro suyo. ¿Para qué
buscarlo mirando para arriba, entonces? Es más: ¿Por qué orar a los gritos,
elevando cada vez más la voz, si Jesús, que está dentro, le oye hasta cuándo
susurra? Tradiciones, costumbres, modalidades evangélicas, religión. (Joh
3:6) “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido
del Espíritu, (Con mayúsculas la “E”) espíritu
es. (Ahora con minúscula esta “e”) ¿Por qué, la primera va con
“E” mayúscula y la segunda con minúscula? ¡Pero si somos imagen y semejanza de
Dios! Usted es un espíritu que, para poder ser visto y manifestado,
está viviendo temporariamente dentro de la materia llamada cuerpo de carne y
dependiendo cuales son los frutos esa es la inclinación en la que el ser humano
se encuentra. Ellos están en el mundo palpable, pero nosotros no, nosotros
estamos en el mundo del Espíritu donde se vive por fe. Nosotros hemos nacido de
nuevo, ellos todavía no. Ellos, un día, van a morir, nosotros ya no moriremos
más. Ellos han caído, y nosotros no. Su naturaleza es pecaminosa, la nuestra no
lo es. Dios nos sentó en esos lugares. No sólo nos puso, nos sentó. Sentarse
habla de asiento. Asiento es el lugar, la fuente de donde emana lo divino. “¡Estoy
tratando!”. No es tratar, es
entender, y accionar. Hoy, mi queridos hermanos, aunque nos pese, está
ocurriendo lo mismo. El que entiende, es útil para el reino y sigue, no importa
el cargo que tenga entre los hombres. El que no entiende, es excluido, así sea
el protagonista, la estrella principal del ministerio. Dios es amor, pero
también es Justicia y fuego consumidor. La Justicia de Dios no tiene nada que
ver con los Tribunales Ordinarios de cada nación. (Juan 3:13) “Nadie subió
al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del Hombre, que está en el
cielo”.
¡Esto no se entiende, parece una
contradicción! ¿Cómo puede ser? Él está allí,
paradito sobre la misma tierra que los demás, pero les está diciendo que está en
el cielo. ¿Pero no es que el cielo está allá arriba? Y
nosotros, nos dijo, estamos sentados con Él en lugares celestiales. ¡Pero
Él está aquí! Miren hermanos: tenemos que entender de una buena vez
adónde es que estamos sentados. Porque si no entendemos adonde comenzamos,
mucho menos vamos a poder entender adonde terminamos. Por eso es que muchas
veces no se puede entender muy bien qué es lo que tanta gente anda celebrando
por allí. (Gálatas 4:25) “Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia,
y corresponde a la Jerusalén actual, pues esta, junto con sus hijos, está en
esclavitud. 26 Mas la Jerusalén de arriba, la
cual es madre de todos nosotros, es libre”.
ARRIBA, que significa FUENTE u ORIGEN.
¿Cuántos son nacidos de arriba? ¿De arriba de donde? –Usted me puede
decir: De allí... del cielo, creo... Nacimos, nació usted, hermano, de
un orden superior, de una fuente diferente, tiene usted ahora un origen
distinto. Empezamos a vivir conforme a un envoltorio de principios de origen
superior que empiezan a gobernar por sobre los principios que teníamos antes,
¿Me explico?
ES SIMPLE Y AL MISMO TIEMPO NO TANTO. Mientras
estamos en la tierra, viviendo conforme a los principios terrenales, nuestra
vida depende de las circunstancias naturales. Pero cuando nacemos de
arriba (Y convertirse, en realidad, es eso y no levantar emocionados
una mano en una campaña) comenzamos a vivir conforme a principios
superiores, de otro origen, y ya no dependemos de las circunstancias, porque
para Dios no hay nada imposible, ni siquiera lo que circunstancialmente nos
parece imposible. Si ustedes no pueden creer esto, no activa su fe. Y
cuando dice la Palabra que el justo por la fe vivirá, la cosa se le hace muy
complicada y termina siendo una persona que va a una iglesia, que canta, que
alaba y que hasta predica, pero sigue atado a una vida acorde a sus
circunstancias.
Es usted salvo, a eso nadie se lo
discute, pero aún no es nacido de arriba y, por lo tanto, todavía no puede ver
el reino de Dios y, mucho menos, ser útil para él. En
este punto anda hoy día un montón de gente. Los principios del origen superior
de Dios, dicen que sus hijos están llamados a ser de manifestación
superior. Ahora, si esos hijos prefieren seguir viviendo conforme a las
circunstancias naturales, sociales, económicas y políticas de cada región, allí
sí no les queda otra salida que reclamar igualdad con otras religiones.
Ustedes me pueden decir: está bien,
hermano Víctor, le entiendo, pero: ¿Cómo puedo hacer yo para superar mi crisis? -
¿Y qué ha estado haciendo hasta ahora para vencerla? – Y... He orado, he
ayunado, he alabado, he adorado, he predicado el evangelio, he hecho todo
cuanto me han mandado hacer en mi iglesia, he ofrendado generosamente, he
diezmado, he ofrendado a las misiones, no sé... Está bien, todo bíblicamente
correcto, pero a partir de esfuerzos personales suyos, ¿No es así? – Y...
La verdad que sí... – Bueno, ahora pruebe buscar entender quiénes son Ustedes y
qué es lo que tienen. No es malo nada de lo que han hecho, al
contrario, pero de una crisis no sale con su esfuerzo carnal, sale por
entendimiento de su gracia. Entonces, allí es donde está nuestra
bendición, naturalmente, allí también es donde está nuestra guerra, nuestra
sabiduría, ahí es donde está el enemigo. Pero recuerde que nosotros estamos
sentados allí, que es como decir que estamos sentados encima de él.
(Efesios 1:17) “Para
que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el padre de gloria, os dé espíritu de
sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, (con teología, tipo
ciencia exacta.) 18 alumbrando los ojos de vuestro
entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y
cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos. (Aquí
dice que Dios tiene una herencia en nosotros. Vamos a ver: ¿Usted se cree eso o
prefiere seguir creyéndole al diablo que le dice que en verdad no es tan así y
que tenemos que tener los pies sobre la tierra y no ser religiosos?) 19 Y
cual es la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que
creemos, según la operación del poder de su fuerza, (Ojo que el poder
de su fuerza siempre va a operar a través de los que creen.) 20 La
cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en
los lugares celestiales, 21 sobre todo principado y autoridad
y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo,
sino también en el venidero; (Si su iglesia está EN Cristo, no habrá
potestad territorial, ciudadana, provincial o nacional que pueda afectarle.
Ahora si no está en Cristo y todo se limita a hablar de las lindas cosas que Él
hacía cuando estaba vivo. Al menos va a saber quién es y cómo se llama el que
le agarra a puntapiés todos los días. No es vencer, es saber triste y
resignadamente, con quién está perdiendo) 22 Y sometió todas las cosas
bajo sus pies, (Que hoy son los suyos) y lo dio por cabeza
sobre todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su
cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo. (¿De qué
iglesia es? – De la del pastor Fulano. – Ah, ya veo, entonces el pastor Fulano
es la cabeza, allí? – Y...claro... No funciona. ¡Pero hermano! ¡A
mí me enseñaron! - ¿Funcionó? ¿Ha funcionado hasta ahora? – Y... no, pero...-
Pero nada. Funciona si la cabeza es Cristo. - ¡Pero es que nuestro mensaje es
cristocéntrico! – No le hace, el de Babilonia también parece serlo. Lo que
cuenta, más que el mensaje, es la encarnación en los hechos del mensaje, ¿Me
explico?)
Si tú eres un individuo con los pies
sobre la tierra, que cree todo esto pero trata de no exagerar ni caer en fantasías
místicas, lo más probable es que usted esté esperando que un día, de
alguna manera que no se imagina, levante vuelo misteriosamente y vaya a
sentarse a los lugares celestiales. Ni puede pensar en qué hará una vez que se
siente allí, pero prefiere no pensarlo.
Entonces, mientras este es tu
pensamiento, satanás en lugar de estar debajo de tus pies, anda por encima tuyo
caminándole por las espaldas con sus sucios pies y con sus sucias manos le
manosea el corazón. Ahora, si llega a entender que YA está sentado en
lugares celestiales junto con Cristo, la cosa va a cambiar totalmente.
La iglesia, por muchos años, ha estado
proclamando que Cristo salva, que Cristo sana, pero nadie explicó por qué.
Nadie le dijo que usted ya fue cambiado, que nació de nuevo. Entonces hemos
pasado mucho tiempo expresando a un Cristo mediocre, limitado, temeroso y a
veces incapaz de torcer una situación. Por eso se crearon las
religiones, para tapar todos los huecos de las cosas que ya no podíamos
explicar. Entonces pasó, y todavía pasa, lo que a lo mejor ahora mismo está
pasando. Yo digo esto y, si usted tiene deseos, me cree y, si no los
tiene, no me cree. Lo que ni se le ocurre es escudriñar tu Biblia que es
igualita a la mía, para ver si esto es así o no. ¿Se dan cuenta?
¿Cuándo fue que el alma de Jesús fue
afligida? No se olvide que la paga del pecado, es
muerte. Y que Dios tenía que recibir un sacrificio por expiación y que ese
sacrificio tenía que quemarse por completo. Cuando Cristo muere en la cruz, hay
sacrificio de olor fragante a Dios. La paga por el pecado de todos los hombres
que han nacido, que están vivos y que están por nacer, fue saldada. Hebreos dice
que un sacrificio hizo perfecto a todos, para siempre. (Heb 10:12)
“pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los
pecados, se ha sentado a la diestra de Dios”.
Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor. Si usted no tiene la
intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de entregarla a otra
persona interesada. Para la difusión gratuita entre cristianos, se permite fotocopiar
esta hoja (por favor no cambiar el texto).
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