ENTRENANDO SOLDADOS DE JESUCRISTO
“CUANDO UNO CREE Y OBEDECE ESTÁ EL
ESPÍRITU SANTO”
LECCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO #32 (LUCAS 11:1-13)
PROPÓSITO DE ESTE
TALLER: Es entender que la oración del creyente, es
y debe de ser basada en la enseñanza de Jesús, que nos enseña a orar no solo
dándonos un modelo de oración sino introduciéndonos en la confianza con que
debemos dirigirnos al Padre Celestial. El problema no es que no sepamos orar,
sino que se tiene el temor de hacerlo. Tampoco es el problema que no
reconociéramos a Jehová Dios como Padre, sino que no se atrevían y ni se
atreven todavía a tratarlo como tal. Jesús nos invita a orar con pocas pero
sentidas palabras, en la confianza de que Jehová Dios nos escucha y que
contestará con panes y no con piedras. La práctica de la oración en el judaísmo estaba en semejanza con esto
que enseña Jesús. El judío creyente debía orar con la confianza de que Dios
estaba atento a sus palabras. Lo que introduce Jesús en este caso es lo
familiar del trato entre el creyente y Dios. En general el judío piadoso
tenía un respeto por lo divino que en ocasiones lo llevaba a sentirse alejado
de Dios y a perder de vista una relación cercana. No era extraño que
por momentos no se atreviera a pedirle a Dios cosas que pensaba podían
molestarlo, o que no tenían entidad suficiente para ser oídas por el Creador. Aquí
Jesús abre la puerta a una relación familiar y cercana. Dice que a Dios
no le molestan las oraciones de sus hijos e hijas. Esto es reforzado por
a la imagen del Padre al que un hijo le pide pan. ¿Le dará a cambio
el padre una piedra? dice Jesús. Seguramente no y así se aplica también la
imagen a nuestras oraciones y Dios. No nos responderá irresponsablemente sino
atendiendo a nuestras necesidades. Si nosotros con todas nuestras limitaciones
somos capaces de atender bien a nuestros hijos cuanto más hará Dios por
aquellos a quienes ama. Es de notar que en todo esto Jesús no contradice la
práctica judía de su tiempo. Jehová Dios era Padre y como tal interesado
en el bienestar y la vida de sus hijos e hijas. Pero esta distancia que
ya comentamos lo colocaba como un ser a veces inalcanzable, no como un Padre al
que podemos hablarle en la confianza de que nos entenderá. Jesús con este
modelo, prefiere oraciones cortas y profundas a largos discursos.
OBSERVACIÓN
1) ¿Qué le dijo uno de los discípulos a Jesús cuando terminó de orar? R:
Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.
2-4) ¿Cuál es la oración modelo que dijo Jesús? R: 2Cuando oréis,
decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga
tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 3El
pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 4Y perdónanos nuestros pecados, porque
también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en
tentación, mas líbranos del mal.
5-8) ¿También qué más les dijo Jesús? R: 5¿Quién de vosotros que tenga
un amigo, va a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes, 6porque
un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante; 7y aquél,
respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada,
y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme, y dártelos? 8Os digo,
que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo por su
importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite.
9) ¿Qué es lo que Jesús afirma diciendo? R: Pedid, y se os dará;
buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
10) ¿Por qué da esta afirmación Jesús? R: Porque todo aquel que
pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
11/12) ¿Cuáles son estas tres preguntas que usa Jesús para razonar acerca
de los padres terrenales? R: ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan,
le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una
serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?
13) ¿Cuál es la pregunta de comparación con nosotros y el Padre Celestial?
R: ¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que
se lo pidan?
INTERPRETACIÓN
1) ¿Qué significa pedirle a Jesucristo que nos enseñe a orar? R: .
2-4) ¿Qué quiere decir el Padre nuestro? R: Fijan el tema central, que consiste en
dos partes, que, establecen el qué y el quién de la oración.
La oración nutre y fundamenta nuestra
acción en Nombre de Jehová Dios. Además, vivimos la realidad de nuestra relación íntima con Jehová Dios como
Padre por medio de la oración. Si
el Reino es el QUÉ de la oración, nuestro
Padre celestial es el QUIÉN. Está
en relación a este quién que nosotros encontramos nuestra identidad y nuestro
propósito. El QUÉ de la oración es el Reino de Dios. Puesto que el
Reino de Dios es el tema central del mensaje y ministerio de Jesús, no debe
sorprendernos que la primera petición que Jesús enseña es: “Venga tu Reino”. El Reino de Dios es el contexto de toda oración.
Orienta las peticiones; establece las prioridades y sirve de criterio. Jesús
trae el Reino, y por esto se le oponen los demonios, la jerarquía religiosa y
el imperio romano. Lo mataron por traer el Reino. ¿Es el Reino de Dios el
contexto de nuestra oración? Si el
QUÉ de la oración es el Reino de Dios, el QUIÉN es Dios Padre. La conciencia de Jehová Dios como su Padre es un factor
que distingue a Jesús del judaísmo de su época. En nuestro texto Jesús está enseñando a sus seguidores que Dios es su Padre también.
5-13) ¿Qué significa el amigo de media noche? R: Puesto que Jehová Dios es nuestro
Padre, nuestra oración debe ser conforme a esta realidad.
Somos hijas e hijos de un Padre
perfecto, así que podemos acercarnos con plena confianza en su amor y de su
buena voluntad. Visto desde otra perspectiva, el suplicante demuestra la relación de amistad con el anfitrión por
su falta de vergüenza. No teme poner a su amigo en una situación
difícil porque es su amigo, no es un desconocido. Así que el énfasis de la
ilustración no es que debemos
molestar a Dios con la persistencia. Es que podemos tener plena confianza en la oración porque al que nos dirigimos es nuestro Padre.
Los dos versículos que siguen esta ilustración sirven como la moraleja. “Pedid,
y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”. La última ilustración compara al Padre Celestial
con un padre normal. Ya
sabemos que todos nuestros padres son
imperfectos, pero hasta ellos
no dan algo dañino a una hija que les pide algo. Jesús dice: “Si
vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más
vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?”. El Espíritu Santo no se da en el libro
de Lucas. Se da en Hechos. Es el Poder que capacita a Jesús para su
ministerio. En su bautismo la voz del cielo revela que también el Espíritu
Santo es una manera en que el Padre se da al Hijo. Jehová Dios es nuestro Padre y también se da a nosotros en el Espíritu
Santo. Además, el Espíritu
Santo es el poder capacitador del Reino de Dios. ¿Y cómo se recibe el
Espíritu Santo? En la oración. Pensemos
por un momento; La oración no es un acto de desesperación, no es una expresión de impotencia,
no es un detalle religioso para
cerrar los planes, es el tener
intimidad con el Reino de Dios. A
través de la oración somos participantes con Jehová Dios en la realización del
Reino. Justo como Jesús, nos
oponemos al sistema global pecaminoso y deshumanizador con la oración y
en el poder del Espíritu Santo.
APLICACIÓN
1) ¿Cómo te ha estado enseñando Jesucristo por medio de la Sana Doctrina de
Cristo para que ores de acuerdo a su Voluntad del Padre? R: usando la
Palabra Escrita.
2) ¿POR QUÉ DEBEMOS ORAR A JEHOVÁ? Mencione una razón
importante por la que debemos orar a Jehová. Una razón importante por la que
debemos orar a Jehová es que Él nos invita a hacerlo R:
Su Palabra dice: (Filipenses 4:6,7) “6 Por
nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios
en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús”. Seguramente, no queremos rechazar una invitación
tan bondadosa del Gobernante Supremo del universo.
2) ¿Por qué razón debemos orar? R: Si un día tú te propones a salir de tu casa
muy temprano y buscar a Jehová Dios, cuando aún es de noche dónde el cielo esté
estrellado, entonces: “El Hacedor del cielo y de la tierra” desea escuchar
todas nuestras oraciones. ¿Por qué debemos considerar la oración un gran
privilegio, y por qué necesitamos saber lo que enseña las Sagradas Escrituras
sobre la oración? EN COMPARACIÓN con el inmenso universo, nuestro planeta es
muy pequeño. De hecho, para Jehová, “el
Hacedor del cielo y de la tierra”, las naciones son como una diminuta gota de
agua de una cubeta, (Salmo 115:15)
“Benditos vosotros de Jehová, que hizo los cielos y la tierra”; (Isaías 40:15) “He aquí que las
naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en
las balanzas le son estimadas; he aquí que hace desaparecer las islas como
polvo”. Sin embargo, las Sagradas Escrituras dicen, que Jehová está cerca de
todos los que lo invocan, de todos los que lo invocan en apego a la verdad, y
que él cumplirá “el deseo de los que le temen, y oirá su clamor por ayuda” (Salmo 145:18,19) “18 Cercano está
Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras. 19 Cumplirá el deseo de los que le
temen; Oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará”. Piensen en el
significado de estas palabras. El Creador Todopoderoso está cerca de nosotros y
nos oirá si “lo invocamos en apego a la verdad”, es decir, con fidelidad. ¡Qué
privilegio tenemos de poder orarle!
13) ¿Por qué pedirle a nuestro Padre Celestial el Espíritu Santo? R: Vimos
en talleres anteriores lo variado que es la obra del Espíritu Santo, y todavía no
hemos terminado de estudiarlo. Algunos han pensado que no es posible decir
mucho más acerca del Espíritu Santo que lo que se encuentra a simple vista. Al
contrario, hemos visto que hay mucho más que decir acerca de Él. Su acción es
múltiple. Está haciendo cosas maravillosas en el mundo objetivo;
en la creación, en la gracia común, por medio de su Gloria de Dios. Pero
también realiza obras maravillosas en el campo subjetivo. Es él quien nos
regenera, hace su morada en nosotros, nos guía, nos da garantía de que somos
hijos de Dios, sella nuestra herencia, y es el manantial de nuestra vida de
oración. Su obra es variada e importante para nosotros. No cabe duda de que
podamos orar para pedir toda esta múltiple obra el Espíritu Santo. De hecho,
nuestro deber es hacerlo. Recordemos que la oración es un Poder que Jehová
Dios nos da por medio del cual podemos obtener más y más del Espíritu Santo.
Si deseamos poseerlo en mayor medida, y si no lo recibimos más plenamente, este
taller no ha conseguido su propósito, podemos recibirlo si vamos a Jehová Dios
en oración y lo pedimos.
Si el pecado nos asedia constantemente, el Espíritu Santo es la GLORIA
DE JEHOVÁ DIOS, que nos puede hacer triunfar. Si nos sentimos
desorientados ante decisiones que debemos tomar, necesitamos al Espíritu Santo.
Si deseamos mayor seguridad en nuestra salvación, el Espíritu Santo es quien
puede dárnoslo.
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