lunes, 25 de septiembre de 2017

BAUTIZADOS EN EL NOMBRE DE JEHOVÁ DE JESUCRISTO Y DEL ESPÍRITU SANTO

24 de Septiembre de 2017
BAUTIZADOS EN EL NOMBRE DE JEHOVÁ DE JESUCRISTO Y DEL ESPÍRITU SANTO
Los que creemos en Jesucristo, y lo hemos aceptado, cómo nuestro Señor y Salvador obedecemos y somos bautizados, en agua en el nombre de Jehová Dios, EL Padre y en EL Nombre de Jesucristo EL Hijo y del Espíritu Santo. Nos ha sometemos a este mandato en obediencia por la orden dada por Jesucristo a sus discípulos antes de ser llevado al cielo; El Bautismo es una ordenanza de Jesús para toda persona que deposita su fe en Jesucristo y desea seguirle. (Mateo 28:19,20) “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones bautizándolos en el nombre del Padre, (Jehová) y del Hijo, (Jesucristo) y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí YO estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”.

¿CUMPLE TU BAUTISMO TODOS LOS REQUISITOS BÍBLICOS?
(1) ¿Pronunció la persona que te bautizó las siguientes palabras? “Te bautizo en el Nombre del Padre Jehová Dios, y del Hijo Jesucristo, y del Espíritu Santo”.
(2) ¿Fue usted sumergido totalmente en el agua? Para sepultar al viejo hombre de pecado, resucitando del agua como nueva criatura para andar “en vida nueva”.
(3) ¿Fue bautizado usted para perdón de los pecados?
(4) ¿Fue bautizado usted tan pronto se arrepintiera y confesara el nombre de Jesucristo?
¡NO! cumplir con todos y cada uno de estos requisitos resulta, en un bautismo inválido sin fundamento en las Sagradas Escrituras. ¿Con qué razón o justificación presentarse ante Jesucristo en el juicio con un bautismo de hombres, pudiendo fácilmente tener el que ordena la Deidad en las Sagradas Escrituras? Respetuosamente, le animamos a bautizarse conforme a las directrices Divinas en la Sana Doctrina de Cristo. Luego, perseverar “hasta la muerte” para así recibir la corona de la inmortalidad.

Ahora, si el bautismo en agua es un mandato que ha sido ordenado por Jesucristo, debemos saber que necesariamente tiene un significado y es importante. (Romanos 6:3,4)3¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4Porque somos sepultados juntamente con ÉL para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva”. (1 Pedro 3:21) “El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo”.
(Juan 3:1-8) “1 Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. 2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. 3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. 7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. 8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu”.
SEPULTADO EN AGUA. "Porque somos sepultados en el bautismo" (Romanos 6:4)Porque somos sepultados juntamente con ÉL para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva”. (Colosenses 2:12)Sepultados con ÉL en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con ÉL, mediante la fe en el Poder de Dios que le levantó de los muertos”. El bautismo es un acto de obediencia: (Hechos 4:12) “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro Nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. ¿ES IMPORTANTE el bautismo en el nombre de JEHOVÁ, JESUCRISTO Y DEL ESPÍRITU SANTO? Por supuesto que lo es; Porque, juntamente con Jesucristo simboliza la muerte y resurrección en agua, por lo tanto, en este acto de obediencia, es donde se renace de nuevo y ahora serás un hijo de Jehová Dios, Jesucristo, toma derecho legal en tu vida y el Espíritu Santo te une con el Cuerpo de Cristo, dónde Jesucristo es la Cabeza. Siempre nos hemos equivocado porque nuestro nombre siempre ha sido lo más importante, ahora tenemos la oportunidad de cambiar nuestra naturaleza por medio del Poder de Jehová Dios, que resucitó a Jesucristo.

Entonces, nuestro Padre Celestial, Jehová Dios, pone el Nombre de Jesucristo sobre nuestro nombre, para que el Espíritu Santo nos convenza y nos consuele. (Rom 8:11) “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros”. (Efesios 1:17-23) 17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Él, 18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, 19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, 20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, 21 sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; 22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”.

EL BAUTISMO ES NO SOLAMENTE IMPORTANTE, sino imprescindible para la salvación. Jesús así lo declaró en (Marcos 16:16) "El que creyere Y fuere bautizado, será salvo. Mas el que no creyere será condenado". Esta sitúa al bautismo como uno de los puntos principales en el plan de salvación, no el único. Según el Libro de: (Marcos 1:9), Jesús fue desde Nazaret de Galilea hasta donde Juan estaba bautizando, para ser bautizado por éste. Este supone, considerando el punto más cercano a Jerusalén, (Mateo 16), desde el Jordán, un viaje alrededor de 116 km. Si Jesús lo consideró tan importante (aunque ÉL no lo necesitaba), ¿Cómo hemos de considerarlo nosotros, sabiendo que lo necesitamos? Al decir que el bautismo es imprescindible para la salvación, algunos nos acusan de decir que el agua salva; nunca hemos dicho tal cosa, lo que salva en el bautismo, no es el agua sino la obediencia al entender la Sana Doctrina de Cristo, en la Palabra de Dios Escrita.

EL BAUTISMO ES:
•      El medio del perdón para salvación, no te presentes ante Dios, sin llevarlo con su NOMBRE JEHOVA de JESUCRISTO Y DEL ESPIRITU SANTO. (Hechos 4:12) “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”.
•      El vestido de Cristo (Gálatas 3:27) “Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos”, no te presentes ante Dios desnudo.
•      Uno de los primeros pasos de nuestra salvación, (Marcos 16:16) “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”; No tratemos de andar a saltos.

¿Puede alguien decir que cree en Jesús, y no cumplir sus mandamientos? La respuesta es ¡NO! Creer, no es el sustituto del bautismo, sino el requisito indispensable para ser bautizado. El Maestro lo respalda con sus palabras en "Si me amáis, guardad mis mandamientos", (Juan 14:15-24)15Si me amáis, guardad mis mandamientos. 16Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. 18No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. 19Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. 20En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. 21El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. 22Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo? 23Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. 24El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió”.

EL MODO DEL BAUTISMO EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS ES: SUMERGIR, ZAMBULLIR. (Romanos 15:4)Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que, por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza”. (Hechos 8:38-39) “38 Y mandó parar el carro; y descendieron AMBOS al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. 39 Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino”. Entrar ambos, el que bautiza y el pecador arrepentido al agua, zambullir aquel a este y subir ambos del agua son pasos necesarios para efectuar un bautismo en las Sagradas Escrituras. (1 Corintios 10:11)Estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos”. (Isa 28:13) “La Palabra, pues, de Jehová les será mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; hasta que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, enlazados y presos”. (Juan 3:23) “Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados”. “Muchas”, y no unas pocas gotas.

Por tal razón Jesús mismo fue bautizado en el río Jordán (Mateo 3:13-17) “13 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. 14 Más Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? 15 Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. 16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. 17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”.

Tenemos la ignorancia en las religiones y como ejemplo este maestro de la Ley (Juan 3:3-7) “3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. 7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo”, y por ende, ¡no es salvo! Nadie puede andar “en vida nueva” sin antes sepultar al “viejo hombre” de pecado en las aguas bautismales.

(Romanos 6:3-7) “3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. 5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; 6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. 7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado”.

Es evidente, pues, que el bautismo no es “mero símbolo de salvación” sino requisito indispensable para ser perdonado, según toda declaración bíblica al respecto. En definitiva, EL BAUTISMO ES UNA “OBRA” NECESARIA PARA VALIDAR LA FE. (Santiago 2:17) “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”. Si cualquiera de nosotros, acepta al Señor Jesucristo, pero no se bautiza, le falta un paso –el bautismo- para ser perdonado. Si se bautiza, pero no con el propósito de recibir perdón, su bautismo no es bíblico. Nosotros no frustramos el propósito divino para el bautismo. Bautizamos “para perdón de los pecados”. (Hechos 2:38) “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”.



Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor. Si usted no tiene la intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de entregarla a otra persona interesada. Para la difusión gratuita entre cristianos, se permite fotocopiar esta hoja (por favor no cambiar el texto). 

sábado, 16 de septiembre de 2017

LOS OJOS DE TU ALMA ES LA FE

LOS OJOS DE TU ALMA ES LA FE
El tema de la fe es un tema central en la Palabra de Dios, pero a la vez es un tema del cual NO muchos lo conocen realmente, (Juan 6:40) “Esta es la voluntad de mi Padre: que todo aquel que VE al Hijo y cree en El, tenga Vida eterna”. Aquí hemos de hacer un contraste necesario, y una visión espiritual. Por ejemplo: Los apóstoles y mucha gente más VIO con sus propios ojos físicos y testifican lo que vieron, ellos sabían de la Palabra que dice: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”; Asombrosamente dan testimonio de haber visto, contemplado y palpado al Verbo de Vida: (1Juan 1:2,3)1 Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de Vida 2 (porque la Vida fue manifestada, y la hemos Visto, y testificamos, y os anunciamos la Vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); 3 lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo”. Pero ahora nuestra alma, VE por medio de la FE, de esta manera, seguimos testificando, de lo que vemos, por medio de la fe y… ¡¡¡De verdad qué, maravillosa Bendición, que ahora podamos VER con los OJOS de nuestra FE (Juan 20:29) Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; Bienaventurados los que no vieron, y creyeron”. La pregunta es: ¿Cómo hacer para desarrollar un nuevo nivel de fe? Para comenzar, las Sagradas Escrituras dice en (Romanos 1:17) “Porque en el Evangelio la justicia de Dios se REVELA POR FE y PARA FE, como está Escrito: Mas el justo por la fe vivirá”. Cuando nos convertimos a Jesucristo y lo recibimos como nuestro Salvador personal, aquí, por medio de la FE tuviste que VER a JESUCRISTO. Esta fe que Dios nos dio, sirvió para que podamos creer y dar el primer paso para llegar después llegar a ser hijos de Dios. Esa fe sirvió para ser declarados justificados o justos por Dios (Romanos 5:1) “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”. Así es como la vida cristiana comienza VIENDO por medio de la fe, y así debemos continuar viendo a través de la fe. Es por esta razón que el pasaje recién mencionado menciona “PARA FE", dándonos a conocer que se refiere a la vida en Jesucristo. Al nacer de nuevo que es el segundo paso de obediencia al bautizarnos, recibimos la llenura del Espíritu Santo dándonos una: MEDIDA DE FE” (Romanos 12:3) “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno”, la cual Jehová Dios espera que sea desarrollada con el paso del tiempo. En (2 Tesalonicenses 1:3) leemos: “Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás”. La fe es como un músculo, que al ejercitarlo va a ir tonificándose y creciendo a la vez.

Nuestra alma puede VER claramente cuando la fe es verdadera, entonces la fe está enfocada en Jehová Dios y en la persona de Jesucristo; ¿Cómo podemos comprobar que a Jesucristo solamente se puede ver por medio de los ojos de la fe? (Hebreos 12:2) dice: “Puestos los OJOS en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de ÉL sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del Trono de Dios”. La fe es el medio necesario para poder ver a las cosas Divinas para agradar y complacer a Dios. Además, la fe trae recompensa al cristiano de parte de Jesucristo. (Hebreos 11:6) dice: “Pero SIN FE es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”. La FE GENUINA no proviene de la mente sino DEL CORAZÓN. (Romanos 10:10) dice: “Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”. Muchos confunden FE CON ESPERANZA, cuando en realidad la esperanza ES RESULTADO DE LA FE. La esperanza es tan sólida que está cimentada en Jehová Dios El Todopoderoso (1Tesalonicenses 5:8) “Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la CORAZA DE FE y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo”. La fe proviene de Dios y es alojada en nuestro ser interior, que es nuestra alma, para que la hagamos desarrollar. (1Pedro 1:3,21)3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una Esperanza Viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 21 y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y Esperanza sean en Dios”. ¿Hasta dónde se puede desarrollar nuestra fe? (Romanos 10:17) “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios”.

En la Palabra de Dios Escrita en las Sagradas Escrituras, se revelan diferentes tipos o niveles de fe. Veamos cuáles son: LA FE DE TOMÁS. La fe de Tomás es aquella que dice: (Juan 20:25) “Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré”.  si no lo veo no creo”. Es una fe palpable, basada en lo que se ve no en lo que se cree. Por esta razón Jesús, luego le dijo: (Juan 20:27-29)27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. 28 Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! 29 Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; Bienaventurados los que no vieron, y creyeron”.

LA FE DÉBIL. En este ejemplo, leemos acerca de Abraham, el padre de la fe, (Romanos 4:19) “Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara”. La fe débil limita a Dios y limita los beneficios y privilegios de Dios debido a la falta, del conocimiento equivocado enseñanza de las Sagradas Escrituras. La fe débil considera lo natural, nunca mira el Poder de Jehová Dios ni las cosas del Espíritu Santo, no se da cuenta que Jehová Dios es Poderoso para hacer las cosas más abundantemente de lo que pedimos o entendemos por medio de Jesucristo: (Efesios 3:20) “Y a Aquel que es Poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el Poder que actúa en nosotros”.

LA FE TEMPORAL. Menciona esta clase de fe en: (Lucas 8:13) “los de la piedra son los que, habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan”. Esta clase fe cree sólo de a ratos, por algún tiempo, pero se cae o falla cuando los problemas vienen. Todos seguramente hemos pasado por este tipo de fe, pero debemos entrenar nuestra alma a no quedarse estancada, sino a crecer a nuevos niveles de fe.

LA FE ACTIVA. En (Santiago 2:17,26) dice; “17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. 26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta”. La fe debe ser activada y no dejarla estancada, sin utilizarla. Muchos han recibido de parte de Dios una medida de fe, pero la han guardado y no la están desarrollando. ¿Podemos darnos cuenta de lo que Dios nos ha dado para desarrollar y alcanzar lo increíble y conquistar lo imposible?

LA FE NO FINGIDA. En (1 Timoteo 1:5-7) leemos acerca de la fe no fingida. “5 Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida, 6 de las cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería, 7 queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman”. Esta clase de fe no se jacta ni se burla de los más débiles espirituales. Esta fe no conoce la hipocresía ni la falsedad que a veces existe en nuestra iglesia moderna. Esta fe, la de Dios, es una fe caracterizada por la humidad y la santidad.

LA FE FUERTE. (Romanos 4:20-22) Menciona este tipo de fe: “20 Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, 21 plenamente convencido de que era también Poderoso para hacer todo lo que había prometido; 22 por lo cual también su fe le fue contada por justicia”. Esta clase de fe es la que rehúsa darse por vencida y rehúsa desanimarse. Esta fue la fe que tuvo Abraham, cuando se mantuvo creyendo por muchos años que Dios era fiel para cumplir lo que le había prometido.

GRAN FE. En el Libro de Mateo leemos acerca de la mujer cananea en busca de Jesús; “...mujer, grande es tu fe...". (Mateo 15:22,28)22 Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. 28 Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora”. El centurión que se acercó a Jesús para pedir por la sanidad de su siervo. (Mateo 8:10) “Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe”. La gran fe es la que se determina recibir algo de Dios. Esta determinación provee una gran fe.

LA FE PERFECTA O DIVINA. En éste Libro habla de la fe de Jehová Dios (Marcos 11:21-23) leemos:21Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado. 22Respondiendo Jesús, les dijo: TENED FE EN DIOS. 23Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho”. Esto se refiere a la fe de Dios no a que tu tengas tu fe en Dios. La fe Perfecta o Divina es la fe de Dios. En el pasaje de Marcos donde Jesús dice: Tened fe en Diosen el original griego dice: “Tened la fe de Dios". Esta clase de fe es la que habla y las cosas suceden. Es interesante notar cuántas veces aparece la palabra “decir” en el pasaje. ¿Por qué aparecen cuatro veces la palabra “decir"? Para enseñarnos que la fe de Dios está íntimamente relacionada con decir o dar la palabra. Nuestro hablar es la señal de nuestra fe. En (2 Reyes 4:26) “Te ruego que vayas ahora corriendo a recibirla, y le digas: ¿Te va bien a ti? ¿Le va bien a tu marido, y a tu hijo? Y ella dijo: Bien”. leemos que la viuda que cuando su hijo murió repentinamente, ella fue a ver al profeta y cuando él le preguntó cómo estaba, le dijo: “Ella dijo: bien”. ¡Su hijo estaba muerto! ¿Cómo le dijo que todo estaba bien? Ella le dijo porque era una mujer de fe y sabía lo que dice (2 Crónicas 20:20) “Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados". Esta mujer tenía la fe de Dios, pues si seguimos leyendo el pasaje veremos que su hijo fue resucitado y ella tuvo gran gozo y Dios fue glorificado. ¡Decidamos hoy crecer en nuevos niveles de fe!

LA TRANSFIGURACIÓN DE JESÚS. Esto pasó en la transfiguración: (Marcos 9:5-8)5 Entonces Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. 6 Porque no sabía lo que hablaba, pues estaban espantados. 7 Entonces vino una nube que les hizo sombra, y desde la nube una voz que decía: Este es mi Hijo amado; a ÉL oíd. 8 Y luego, cuando miraron, no vieron más a nadie consigo, sino a Jesús solo”. (Lc. 9:28-36; 33,35,36) “28 Aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar. 29 Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente. 30 Y he aquí dos varones que hablaban con ÉL, los cuales eran Moisés y Elías; 31 quienes aparecieron rodeados de Gloria, y hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén. 32 Y Pedro y los que estaban con ÉL estaban rendidos de sueño; mas permaneciendo despiertos, vieron la Gloria de Jesús, y a los dos varones que estaban con ÉL. 33 Y sucedió que apartándose ellos de ÉL, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, una para Moisés, y una para Elías; no sabiendo lo que decía. 34 Mientras él decía esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube. 35 Y vino una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado; a ÉL oíd. 36 Y cuando cesó la voz, Jesús fue hallado solo; y ellos callaron, y por aquellos días no dijeron nada a nadie de lo que habían visto”. La transfiguración de Jesús constituye uno de los acontecimientos más extraordinarios de las Sagradas Escrituras por sus importantes repercusiones en nuestra fe. Ante todo, se trata de una visión de lo sobrenatural compartida por tres discípulos de Jesús. Frente a ella es lógico preguntarse: ¿Cómo sería este evento? ¿Qué es lo que realmente debió ocurrir allí, sobre aquel monte? Y, en cualquier caso, ¿Qué implicaciones o enseñanzas tiene tal visión para el ser humano de la actual aldea global? La transfiguración como cambio de forma. La transfiguración de Jesús tiene que ver, ante todo, con la vista y con la imagen. Transfiguración significa cambio de forma o de figura”. Estas dos figuras en verdad representan el primer Pacto: Moisés representa a la Ley, y Elías a los Profetas. Y Cristo es el cumplimiento de la Ley y de los Profetas (Mateo 5:17) “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir”. La “Transfiguración de Jesús”, proporciona una triple revelación. Ellos también representan a los vivos y a los muertos, pues Moisés falleció y se conoce su lugar de sepultura, mientras Elías fue llevado al cielo vivo para aparecer nuevamente a anunciar el tiempo de la salvación de Dios en Jesucristo.

Entonces, apareciendo juntos a Jesús en el Monte de la Transfiguración, Moisés y Elías confirman que el Mesías-Salvador está aquí, y que Él es el Hijo de Dios de quien el Padre mismo da testimonio, el Señor de la Creación, del primer pacto y del Nuevo Pacto, de los vivos y de los muertos. La Transfiguración de Jesús en sí es el cumplimiento de todas las manifestaciones de Jehová Dios, una consumación perfeccionada y completada en la persona de Jesucristo. La Transfiguración de Jesús nos revela nuestro propio destino como cristianos, el destino final de todos los seres humanos y de la creación entera, el de la transformación radical del ser y su glorificación por el majestuoso esplendor de Dios. “Revelación significa literalmente quitar el velo”; revelar es quitarle el velo a aquello que puede estar oculto y que a primera vista no se comprende. De ahí que la revelación de las Sagradas Escrituras es entender lo que muchas personas no lo ven y es cuando el velo todavía está puesto. (2Cor 3:14-16) “14 Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado. 15 Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. 16 Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará”. La transfiguración es la revelación de un Dios fiel que mantiene sus promesas a lo largo de la vida de la humanidad; un Dios que ha hecho pacto con el ser humano y del que se puede uno fiar, a pesar de permanecer invisible para muchos, pero que se revela a su pequeño remanente, y que nos permite oír su voz, aunque sea desde la nube de su presencia.

Para concluir. El crecimiento espiritual es de suma importancia para los cristianos; desdichadamente, muchos han dejado de buscar su crecimiento, y se encuentran estancados en la niñez o adolescencia, y no se han dado cuenta del peligro en que se encuentran. Se encuentran en peligro de ser fácilmente conducidos por caminos que no conducen a Dios; se encuentra en peligro de entrar o permanecer en un estado de rebeldía. ¿Qué podemos hacer para desarrollar espiritualmente? La respuesta a esta pregunta es fácilmente encontrada en (Efesios 4:23,24) cuando leemos: “23y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la Verdad”. Hermanos, solo a través de la renovación de nuestra mente podremos ser transformados. ¿Qué significa ser transformados? Ser transformados significa que hemos eliminado de nosotros toda personalidad, carácter, y actitud que no agradan a Dios, y que influencian de la manera que actuamos y nos comportamos. Pero lograr esto en ocasiones no es fácil, ya que nosotros somos una simple compilación de nuestras experiencias y memorias. Pero deseo que noten muy bien que dije que en ocasiones no es fácil, y que no dije que era imposible. Para Dios no existe lo imposible, así que con la ayuda de Dios podemos completamente vencer todo ataque del enemigo, para lograr establecer y permanecer una comunión con Dios. Examinemos ahora por un momento, y preguntémonos, ¿A qué nivel esta mi relación con Dios? ¿A qué nivel esta mi crecimiento espiritual? Como cristianos fieles no podemos ignorar u olvidarnos del hecho de que el diablo y su ejército usarán todo lo que este a su alcance para tratar de separarnos de la presencia de Dios.

Como cristianos fieles tenemos que estar muy conscientes de que estamos en medio de una guerra espiritual, y que nuestro enemigo tiene un arsenal grande a su disposición. Y este arsenal es usado indiscriminadamente para detener el crecimiento espiritual, y negativamente afectar la fe de los creyentes. Desarrolla tu vista espiritual que es: LA FE. No permitamos que nada detenga nuestro crecimiento espiritual y relación con Dios; no caigas en la trampa del enemigo, sino que: “…sube ante la presencia de Jehová…” y busca siempre ver y permanecer en Su presencia.


Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor. Si usted no tiene la intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de entregarla a otra persona interesada. Para la difusión gratuita entre cristianos, se permite fotocopiar esta hoja (por favor no cambiar el texto). 

lunes, 11 de septiembre de 2017

LA SANTA CENA SEGÚN LA SANA DOCTRINA DE CRISTO

LA SANTA CENA SEGÚN LA SANA DOCTRINA DE CRISTO
¿Cuál es el significado de la Cena del Señor, y por qué la celebran semanalmente los cristianos? ¿Cuál es el significado de la Cena del Señor, y por qué la celebran constantemente los cristianos?

INTRODUCCIÓN: La Cena del Señor es sumamente importante en el servicio cristiano; nuestro propósito en esta lección será:
1.   Aprender las enseñanzas de las Escrituras tocante a la cena del Señor, y poder distinguir las tradiciones de los hombres.
2.   Apreciar la importancia y significación.
3.   Elevar y mejorar el cumplimiento de éste deber.
Hablaremos de: 1) La Institución; 2) El Propósito; 3) La Participación.
Primeramente, note que en las Sagradas Escrituras dónde se usan varios términos para designar la Cena del Señor:
1) (Hechos 20:7) “se le refiere como partir el pan”.
2) (1Corintios 10:16) “se le refiere como La copa de bendición y El pan que partimos”.
3) (1 Corintios 10:21) “se le refiere como la mesa del Señor”.
Estos son los términos que se usan en las Sagradas Escrituras para designar la Cena del Señor y debemos evitar el uso de términos que no están en las Sagradas Escrituras.
(2 Timoteo 1:13) “Retén la norma de las palabras sanas que has oído de mí, en la fe y el amor en Cristo Jesús”.
(Tito 2:1) “Pero en cuanto a ti, enseña lo que está de acuerdo con la sana doctrina”.
Hay términos que se usan, es decir, Sacramento significa: juramento de lealtad hecho por soldados romanos. Otro término usado por los hombres es Eucaristía. La definición viene de palabra griega que significa, dando gracias. Estoy de acuerdo que en la Cena del Señor hay un elemento de gracias, pero recordemos que estos términos no están en las Sagradas Escrituras y las personas que pertenecen a Dios deberían evitarlos.

I. LA INSTITUCIÓN DE LA CENA DEL SEÑOR
A. Jesucristo mismo instituyó la Cena del Señor.
1. (Mateo 26:26-29) “26 Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos, dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. 27 Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio, diciendo: Bebed todos de ella; 28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados. 29 Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre”.
2. (1 Corintios 11:23-26) “23 Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, 24 y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es para vosotros; haced esto en memoria de mí. 25 De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto cuantas veces la bebáis en memoria de mí. 26 Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que El venga”.
B. Mateo nos dice que fue después de la cena de la Pascua y Pablo nos informa que se instituyó antes de la crucifixión.

II. El PROPOSITO DE LA CENA DEL SEÑOR
A. El propósito de la Cena del Señor no es para el perdón de pecados. (Hubo siglos cuando se les sirvió a los niños a causa de esta creencia equivocada).
B. No es para hacer llevar hacia adelante semana por semana los pecados. (Algunos piensan así por causa de un concepto equivocado de sacrificios en el primer pacto).
C. Según las Escrituras, la Cena del Señor tiene cuatro propósitos:
1.   Comunión de los salvos en la sangre y el cuerpo de Cristo.
(1 Corintios 10:15-21) “15 Os hablo como a sabios; juzgad vosotros lo que digo. 16 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la participación en la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la participación en el cuerpo de Cristo? 17 Puesto que el pan es uno, nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan. 18 Considerad al pueblo de Israel: los que comen los sacrificios, ¿no participan del altar? 19 ¿Qué quiero decir, entonces? ¿Que lo sacrificado a los ídolos es algo, o que un ídolo es algo? 20 No, sino que digo que lo que los gentiles sacrifican, lo sacrifican a los demonios y no a Dios; no quiero que seáis partícipes con los demonios. 21 No podéis beber la copa del Señor y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios”. Cuando tomamos la Cena del Señor, expresamos el hecho de que hemos sido salvos por el sacrificio de Cristo en La Calavera. Estamos en comunión con lo que nos salva del pecado. (De consiguiente, no para los que están fuera de Cristo).
2.   La Cena del Señor es conmemoración del sacrificio de Cristo en la cruz.
(1Corintios 11:24) “y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es para vosotros; haced esto en memoria de mí”.
Mientras comemos la Cena del Señor, nuestro deber es recordar el sufrimiento de Él por nosotros.
3.   La Cena del Señor proclama la muerte de Cristo.
(1Corintios 11:26) “Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que El venga”.
Al tomar la Cena del Señor, los Cristianos proclaman que el cuerpo golpeado y la sangre derramada de Cristo fue sacrificio en la cruz por los pecados del mundo.
4.   La Cena del Señor proclama el hecho de que Jesús vendrá otra vez.
(1Corintios 11:26) “Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que El venga”. Al tomar la Cena del Señor, el Cristiano demuestra fe en la promesa de Jehová Dios que Jesucristo vendrá otra vez. (Hechos 1:10,11) “10 Y estando mirando fijamente al cielo mientras El ascendía, aconteció que se presentaron junto a ellos dos varones en vestiduras blancas, 11 que les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá de la misma manera, tal como le habéis visto ir al cielo”. Expresamos nuestra relación íntima con Jesucristo, recordamos Su sacrificio, la significación de ello, recordamos que Él murió por nuestros pecados y los eventos que sucedieron después, y proclamamos por fe nuestra creencia en que Él volverá, a base de Su resurrección.

III. PARTICIPANDO DE LA CENA DEL SEÑOR
A. ¿Cuándo cumplimos nuestra obligación a Dios en la participación de la Cena del Señor?
1.   Según el ejemplo de la iglesia en Jerusalén, dirigido por los apóstoles, la cena es tomada con regularidad. (Hechos 2:42) “Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración”.
(Hechos 20:7) “La iglesia en Troas observaba la Cena del Señor el primer día de la semana”. 
2.   La iglesia en Corinto se reunía el primer día de la semana y tomaban la Cena del Señor según (1 Corintios 16:2;11:20) 2 Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas. 20 Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor”.
3.   Hoy día los Cristianos deben participar en la Cena del Señor con constancia cada primer día de la semana.
4.   El primer día de la semana es domingo y es significativo porque:
a.   Cristo resucito en un primer día de la semana, (Mateo 28:1-10).
b.   El Espíritu Santo vino en un primer día de la semana – Hch. 2.
c.   La iglesia se estableció en un primer día de la semana – Hch. 2.
d.   El plan de salvación fue dado por primera vez un primer día de la semana Hch. 2.
e.   La Cena del Señor se observaba el primer día de la semana, (Hch. 20:7).
f.    Ofrendas se recogían el primer día de la semana, (1 Corintios 16:1-2).
g.   Al primer día de la semana se le llama “el día del Señor” (Ap. 1:10).

B. LOS ELEMENTOS DE LA CENA DEL SEÑOR
1.   El pan sin levadura utilizado en la cena de Pascua, representativo del cuerpo de Cristo. Siguiendo el ejemplo de nuestro Señor Jesús, no usamos cualquier pan; solo el pan sin levadura. Sabemos que en los días de Jesús hubieron Judíos que hacían mixtura de sal y aceite con el pan para su propio placer.
a.   Este pan no es Su cuerpo literal, como implica la falsa doctrina de transubstanciación; es representativo de Su Cuerpo. (1Corintios 11:26) “Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que El venga”. En aquel momento, Su cuerpo estuvo presente, y claramente, Jesús se refiere a el elemento como PAN.
2.   El fruto de la vid, algunas versiones dicen vino. Este es el vino que se usó en la cena de la Pascua. Este fruto de la vid no era Su sangre literal, para este tiempo Su sangre no se había derramado; después de dar gracias, Jesús todavía le llama fruto de la vid: (Mateo 26:29) “Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre”.

C. COMO DEBEMOS PARTICIPAR DE LA CENA DEL SEÑOR
Otra vez, seguimos el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo.
1.   (Mateo 26:26-27) “Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo”, (Marcos 14:22,23)22 Y mientras comían, Jesús tomó pan y bendijo, y lo partió y les dio, diciendo: Tomad, esto es mi cuerpo. 23 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio; y bebieron de ella todos”; (Lucas 22:19,20)19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. 20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama”. (1 Corintios 11:24,25)24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. 25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí”.
2.   La oración de Jesús fue acción de gracias por los elementos de la Cena del Señor. No fue una oración de satisfacción general. Un día de éstos, escuche las palabras que se ofrecen en la oración sobre la mesa del Señor. GRACIAS POR ESTE PAN Y VINO.
3.   Acerca de nuestra participación, el apóstol Pablo le declaró a la iglesia en Corintos: (1 Corintios 11:27,28) “27 De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor. 28 Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa”. No hay una expresión en las Sagradas Escrituras, la cual ha sido más problemática para el cristiano que, MANERA INDIGNA. Enseñanza errónea acerca de este tema ha causado que cristianos se abstengan de comunión diciendo: Esperaré hasta que tenga todo mal, corregido, o, hasta que sea digno, o, no soy persona perfecta. etc.
4.   EN VERDAD, NO HAY PERSONA DIGNA de la muerte de Cristo. Si solo las personas dignas (personas perfectas) tuvieran derecho a la mesa del Señor, nadie tomaría la Cena del Señor. La palabra que se traduce manera indigna; describe las acciones de la persona. En este caso describe la manera de participación en la cena, y no el carácter del participante. Uno participa en manera indigna si no discierne el cuerpo y sangre de Cristo. De modo que, al tomar la cena, uno debe estar consciente del Cuerpo y Sangre de Jesús que son los elementos que la cena representa.

Uno debe tener un compromiso emocional en los eventos del Calvario. El comer de los elementos es vano si no se hace sinceramente de corazón. Cuando uno conoce la grandeza de lo que participa, cuando tiene un sentido profundo del amor representado por estos símbolos, y cuando está consciente del compromiso que conlleva no permitirá ser distraído de la adoración por otros pensamientos. Si por falta de respetar el sacrificio del Señor Jesús, uno toma la cena indignamente, “será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor”. Comer del pan y beber de la copa descuidadamente o con negligencia, significa una actitud de indiferencia acerca de la muerte de Cristo y, POR CONSIGUIENTE, viene a ser clasificado con los que crucificaron a nuestro Señor. ¿Y qué de auto-examinación? Dios requiere: (Juan 4:24) “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”. Nosotros debemos hacer un examen propio en todo momento antes de adorar a Dios. Realizar cualquier acto de adoración en manera descuidada o en manera que no sea ordenanza de Dios, es despreciar al Creador que adoramos. La palabra examinar significa probar. Cada persona debe probarse, él mismo. Uno no debe probar a otro. El examen concierne la participación de la Cena del Señor e incluye la actitud hacia el cuerpo y sangre del Señor durante la comunión. Uno debe examinarse para determinar si demuestra reverencia propia, la que se merece el cuerpo y sangre del Hijo de Dios.

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