LO IMPORTANTE DE TENER SANIDAD EN TU ALMA
La
obra redentora de Jesucristo ofrece mucho más que solamente el perdón; ofrece
también la redención integral y total del individuo en su Espíritu, Alma y
Cuerpo. Siendo
el ser humano de tres partes, tiene necesidades en cada una de esas
áreas, pero en Jesucristo hay provisión para cada una de ellas. (1 Tesalonicenses 5:21-24) “21 Examinadlo todo; retened lo bueno. 22 Absteneos
de toda especie de mal. 23 Y
el mismo Dios de paz os santifique
por completo; y todo vuestro ser, espíritu,
alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro
Señor Jesucristo. 24 Fiel es el que
os llama, el cual también lo hará”. La sanidad interior
o sanidad del alma es el proceso mediante el cual el individuo es liberado de
ataduras que le impiden gozar de su nueva vida en Cristo y tener una plena
realización como un verdadero cristiano basado en la Sana Doctrina de Cristo y
como individuo.
EL
ALMA: Nuestra
alma tiene 3 niveles, el consiente, el subconsciente y el inconsciente.
A.
El consiente es todo conocimiento o
pensamiento, que sabemos con claridad. A este nivel opera el carácter que puede
ser, natural o el de Jesucristo.
B.
El subconsciente es el área de
oposición a la razón. Aquí opera sentimientos, deseos egoístas y
concupiscencias.
C.
El inconsciente es el área de los
pensamientos descontrolados, porque todo queda grabado cómo, heridas que
permanecen sin sanar, afectan nuestra conciencia, cambian, controlan nuestro
carácter y permanecen hasta que tomamos acción para eliminarla. El orden que Jehová Dios quiere es que
Jesucristo tome el control en nuestras vidas, porque el ser humano no sabe ni
puede gobernarse a sí mismo, porque su cuerpo naturalmente es el que
gobierna sobre su alma por medio de, emociones en la mente controlando la voluntad.
(2 Timoteo 1:7) “Porque no nos ha
dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”.
Sin
embargo, a causa de heridas sufridas en nuestro interior, este orden de
Dios, se pierde en varias formas: (Juan 8:3)
“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”. Debido al pecado existen heridas,
el cuerpo gobierna al hombre, quedando sujeta el alma en prisiones que
Jesucristo quiere libértate, cómo lo hizo en Pablo: (Gálatas 5:16-17)
“15 Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el
vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, 16 revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los
gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre”.
La sanidad interior está relacionada
con el individuo y su pasado. En
la vida emocional no hay espacio ni tiempo, lo que te afectó como individuo en
el pasado: niñez,
adolescencia, adultez; Jesucristo
fue despreciado y rechazado por los hombres; Él entiende cómo te
sientes. Todo esto tiene vigencia en el presente y futuro. (Isaías 53:3-5,11) “3 Despreciado y desechado entre los hombres, Varón de dolores,
experimentado en quebranto; y como que escondimos de Él el rostro, fue
menospreciado, y no lo estimamos. 4
Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades,
y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas Él herido fue por
nuestras rebeliones, molido
por nuestros pecados; el
castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 11 Verá el fruto de la aflicción de su alma,
y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos,
y llevará las iniquidades de ellos”.
Jesucristo
el único que puede hace posible el que seamos restaurados porque:
(Hebreos 13:8) “Jesucristo es el
mismo ayer, y hoy, y por los siglos”; Él
puede ir al pasado de una persona y sanarle hoy. El conoce nuestra vida
y las experiencias de nuestro pasado. Solo Jesucristo puede ir a los momentos
dolorosos del pasado que están grabados en tu alma y poner su ungüento sanador (Isaías 53:4) “Ciertamente llevó él
nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por
azotado, por herido de Dios y abatido”. La
sanidad interior es la presencia de Jesucristo sanando estas heridas internas
que nos afectan. Cómo cristiano verdadero solamente tienes que apropiarte
de estas promesas de Jehová Dios para poder ser sanado (Jeremías 30:17) “Mas Yo
haré venir sanidad para ti, y sanaré
tus heridas, dice Jehová;
porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se
acuerda”; (Jeremías 33:6) “He aquí que Yo
les traeré sanidad y medicina; y los
curaré, y les revelaré
abundancia de Paz y de Verdad”; (Salmos
143:11,12) “11 Por tu Nombre, oh Jehová, me vivificarás; Por tu justicia SACARÁS mi alma de
angustia. 12 Y por tu misericordia disiparás a mis
enemigos, y destruirás a TODOS
LOS ADVERSARIOS de mi alma, porque
yo soy tu siervo”. La gran
parte de nuestras enfermedades es debido a tu alma angustiada, por cosas que ya pasaron pero que te
siguen afectando tu presente.
¿Cómo vienen y cuáles son las fuentes
más comunes de heridas a nuestra vida? Las necesidades emocionales básicas en
el hombre se satisfacen por medio del amor y la comunicación. El rechazo
provoca que el cristiano no pueda recibir amor, seguridad, aceptación e
identidad. El RECHAZO es una herida
profunda que causa destrucción en la persona que está siendo apartada. Somos el producto de todas las
experiencias de nuestra vida. Nuestras
experiencias pasadas determinan nuestras relaciones y todas las situaciones
presentes. Si hubo heridas en el pasado, estas distorsionan lo que
percibimos en el presente. En la medida en que reaccionamos a un simple
problema de manera muy violenta, y con mucha ansiedad, etc. Podemos sacar la
conclusión de que no respondemos normalmente a las situaciones actuales porque
hay ataduras en nuestra vida. Cualquiera
que rechaza a Dios es un necio. Está en las Sagradas Escrituras, (Salmo
14:1) "Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido,
hacen obras abominables; no hay quien haga el bien". Rechazamos a Dios cuando rehusamos su oferta de salvación. (Mateo 21:42) "Jesús les dijo:
¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los edificadores,
ha venido a ser cabeza del ángulo. El Señor ha hecho esto, y es cosa
maravillosa a nuestros ojos?".
Otras
de las causas, que dañan tu alma son las palabras: En Sanidad Interior se
apunta a detectar los mandatos y juicios que hemos recibido y a los cuales
necesitamos renunciar, porque muchos se han convertido en verdaderas
maldiciones; (Pro
18:21) “La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama
comerá de sus frutos”. (Mat 12:36,37)
“36 Mas yo os digo que de toda
palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del
juicio. 37 Porque por tus palabras
serás justificado, y por tus palabras serás condenado”. Es muy seguro que muchos de aquí, ni siquiera lo perciben o lo saben
de qué su alma esta, atada o ligada, y que por esta razón les va muy mal en todo lo que hacen. Como siervo de Jesucristo tengo que decir siempre la verdad que
estén de acuerdo a las Sagradas Escrituras que hablan de estas ataduras:
(Gál 1:10) “Pues, ¿busco ahora el
favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si
todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo”.
Entonces
quiero enseñarte que hagas este ayuno que le agrada al Padre Celestial,
y no el ayuno que les agrada a muchos
pastores; además que no existe en las Sagradas Escrituras, el respaldo
donde diga Jehová Dios esta palabras “clamarás,
y dirá ÉL: Heme aquí”:
(Isa 58:6-9) “6 ¿No es más bien el ayuno
que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de
opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? 7 ¿No
es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en
casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano? 8 Entonces nacerá tu luz como el alba,
y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la
gloria de Jehová será tu retaguardia. 9
Entonces invocarás, y te oirá Jehová;
clamarás, y dirá ÉL: Heme aquí. Si
quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad”.
Jehová Dios ha diseñado restaurar al ser humano caído y a la creación que sufrió las consecuencias de ésta
caída en el Edén (Ecle.
7:26) “Y he hallado más amarga que la muerte a la
mujer cuyo corazón es lazos y redes, y sus manos ligaduras. El que agrada a
Dios escapará de ella; mas el pecador quedará en ella preso”. Al principio el hombre era completamente espiritual, quiero
decir su relación con Jehová Dios era buena. (Salmo 2:3) “Rompamos sus
ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas”. (Salmo 18:4) “4 Me rodearon ligaduras de muerte, y torrentes de
perversidad me atemorizaron. 5
Ligaduras del Seol me rodearon, me tendieron lazos de muerte”. (Salmo 116:3) “Me rodearon ligaduras de
muerte, me encontraron las angustias del Seol; Angustia y dolor había yo
hallado”. Pero con la caída se
volvió ALMÁTICO, víctima de sus pasiones y sentimientos,
perdiendo las virtudes del principio. (2Sam.
22:6) “Ligaduras del Seol me rodearon; Tendieron
sobre mí lazos de muerte”.
Hablemos de una sanidad integral; en el cuerpo, alma y espíritu dónde Jesucristo, cuando tú lo aceptaste
que entrara en tu corazón, comenzó a trabajar en tu alma herida, y
el Espíritu Santo por fuera. (Isa 61:1) “1 El Espíritu de Jehová el Señor está sobre
mí, porque me ungió Jehová; me ha
enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; 2 a proclamar el año de
la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados;
3 a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en
lugar de ceniza, óleo de gozo en
lugar de luto, manto de
alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de
justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. 4 Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los
asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de
muchas generaciones”. La voluntad de
Jehová Dios para su pueblo: sanidad de corazón, sanidad física,
libertad para aquellos que están en cárceles espirituales, consolación, gozo,
reedificación, restauración… Hoy día estamos en el ministerio del Espíritu
Santo y esto es lo que ÉL quiere traer a su pueblo.
Jehová Dios quiere trabajar en lo profundo de tu corazón, traer libertad, sanidad, restauración y orden a tu
corazón, ÉL requiere un acercamiento
sincero, genuino, humilde, que reconoce tu condición y necesidad, el Espíritu
Santo quiere ayudarte. Permitamos a
Jehová Dios, por medio de Jesucristo, hacer su obra en cada uno de nosotros. En
Jesucristo encontramos la sanidad interior. Veamos un caso muy notable
de restauración, pero al mismo tiempo de RECHAZO esto lo vemos en la vida de José y sus hermanos, Jehová
Dios restauró totalmente a José pero sus hermanos todavía cargaban lo que había
pasado en su adolescencia. No importa cuánto poder o unción llegues a alcanzar, o cuan prospero
llegues a ser, o los niveles de autoridad a los cuales el Señor Jesucristo, te permita llegar, siempre estaremos
aprendiendo y siendo procesados por las poderosas y bondadosas manos del
Alfarero, quien da la forma a la vasija como ÉL quiere. (Génesis 42:6,17)
“6 Y José era el señor de la tierra, quien le vendía a todo el pueblo de la
tierra; y llegaron los hermanos de José, y se inclinaron a él rostro a tierra. 17 Entonces los puso juntos en la cárcel por tres días.”. Las
reacciones que podemos ver en de José son un espejo de las nuestras cuando no
hemos sanado el corazón, es decir cuando no hemos perdonado. Es muy interesante ver que es posible vivir, alcanzar éxitos y
grandes metas, y aun llegar a gobernar con el corazón herido. A pesar de
aquellos grandes logros José requería la sanidad de su corazón, y es Dios mismo
quien prepara el escenario. Perdonar
es un estilo de vida, nos acerca a nuestro Padre Celestial, nos libra de la
amargura, de la tristeza y trae sanidad y libertad. La sanidad interior nos
conduce por el camino del propósito divino, y esta sanidad, esta libertad, será
cada vez mayor y como un bálsamo de Jehová Dios sanador y restaurador, que nos
impulsa y fortalece a seguir por la senda del llamado del Señor Jesucristo.
Hay muchos creyentes que han aceptado, a Jesucristo
en su corazón, para que tome
el control de su vida, y que
el Espíritu Santo les convenza de la Palabra Escrita. Sin embargo, siguen atados al pasado y a
las heridas recibidas; continúan atados a vicios y son víctimas de la ansiedad,
dejándose dominar por sentimientos de RECHAZO, complejos de inferioridad, ataduras sexuales,
temores, inseguridades, y además, arrastran maldiciones generacionales; por esta
razón, necesitan recibir la sanidad interior y la liberación por el único medio
que Jehová Dios estableció. La importancia de enfrentar la Verdad. (Juan 8:31-32) “31 Dijo entonces Jesús
a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra,
seréis verdaderamente mis discípulos; 32
y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Por favor escucha muy bien lo que Dios te dice en este momento.
Cuando intentas esconderte detrás de
la puerta del dolor, las emociones heridas, vas a tener que regresar a
través de la misma puerta para adquirir tu libertad. ¿Te estás escondiendo porque la Verdad es muy dolorosa? Cada área a liberar va a requerir
enfrentar o ver una Verdad, la cual siempre trae dolor con ella; pero
recuerda que ésta es tu salida a la libertad integral de tu ser.
En
una ministración de sanidad interior es necesario identificar las áreas de
necesidad que tienes como persona. (Proverbios 28:13,14) “13 El que
encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta
alcanzará misericordia. 14
Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios; Mas el que endurece su
corazón caerá en el mal”. Cómo
persona debes de reconocer que aun cuando es cierto que estas experiencias
están en el pasado, en realidad siguen teniendo resultados dañinos sobre tu
vida en el presente. Muchos cristianos son atormentados por el enemigo,
por las heridas del pasado y por su falta de perdón a quienes causaron estas
heridas. La falta de perdón le da al enemigo una puerta abierta para que el se
mueva oprimiendo y atormentando. Cuando un cristiano camina sin perdonar, Satanás
no lo respeta y utiliza esto en contra de él. (1 Juan 1:7,9) “7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con
otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros
pecados, y limpiarnos de toda maldad”; (1 Juan 2:9-11) “9 El que dice que está en
la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. 10 El que ama a su hermano, permanece en
la luz, y en él no hay tropiezo. 11
Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no
sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos”.
Algunos cristianos creen que tienen
derecho a guardar estas cosas porque les causaron daños, y en realidad el
guardar esto lo que hacen es que no se olvide la ofensa, que no perdone y que
este preparándose para tomar venganza, y esto espiritualmente nos drena, ya que
estamos tomando el lugar de Dios para hacer juicio. Jehová Dios ha dicho que EL es el juez que juzga con juicio justo, desde su
Trono que esta cimentado en justicia y juicio. (Salmo 45:6) “Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; Cetro de justicia es el cetro
de tu reino”. (Salmo
89:14)
“Justicia y juicio
son el cimiento de tu trono; Misericordia y verdad van delante de tu rostro”.
(Salmo 75:7) “Mas Dios es el juez; A éste humilla, y a aquél enaltece”.
Jehová
Dios y Jesucristo, entienden a cristianos, que han experimentado heridas,
porque Jesucristo lo experimento: Angustias, soledad, ansiedades (Mateo
26:36-39) “36 Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama
Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y
oro. 37 Y tomando a Pedro, y a los
dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. 38 Entonces Jesús les dijo: Mi alma está
muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. 39 Yendo un poco adelante, se postró
sobre su rostro, orando y diciendo: Padre
mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú”. El dolor de las relaciones rotas
(Juan 7:1-5) “1 Después de estas cosas, andaba Jesús en Galilea; pues no quería andar en
Judea, porque los judíos procuraban matarle. 2 Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos; 3 y le dijeron sus hermanos: Sal de
aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces.
4 Porque ninguno que procura darse a
conocer hace algo en secreto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo. 5 Porque ni aun sus hermanos creían en
él. 6 Entonces Jesús les dijo: Mi
tiempo aún no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre está presto. 7 No puede el mundo aborreceros a
vosotros; mas a mí me aborrece, porque
yo testifico de él, que sus obras son malas”. Jesucristo también sufrió el Rechazo (Mateo 27:27-50).
Termino
con este clamor ante nuestro Padre Celestial, por medio de este Salmo (Salmos
139:1-6) “1 Señor,
tú me examinas, tú me conoces. 2 Sabes
cuándo me siento y cuándo me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento. 3 Mis
trajines y descansos los
conoces; todos mis caminos te
son familiares. 4 No me llega aún la palabra a la lengua
cuando tú, Señor, ya la sabes toda. 5 Tu protección me envuelve por
completo; me cubres con la palma de
tu mano. 6 Conocimiento tan
maravilloso rebasa mi comprensión; tan sublime es que no puedo entenderlo”. Oremos.
Predicador de la Sana Doctrina de Cristo, Víctor.