18 de Septiembre de 2016
LA
SANA DOCTRINA DE CRISTO ES LA ÚNICA VERDAD PRESENTE
La
Sana Doctrina de los profetas y la de los apóstoles concuerda exactamente,
porque viene del mismo Autor de Jehová Dios. El único, Santo y Bendito
Evangelio es la ministración del Santo Espíritu, de nuestro Padre Celestial; su
éxito depende de su operación y bendición. Entonces, busquemos con diligencia las
Sagradas Escrituras que contienen la Sana Doctrina de Cristo: (2 P. 1:12) “Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas
cosas, aunque vosotros las
sepáis, y estéis confirmados
en la Verdad presente”; (2 P. 2:2,15,21)
“2 Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de
la Verdad será blasfemado, 15
Han dejado el camino recto, y
se han extraviado siguiendo el camino
de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad, 21 Porque mejor les hubiera sido no haber conocido
el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que
les fue dado”; (1 P. 1:22) “Habiendo purificado vuestras almas por
la obediencia a la Verdad, mediante
el Espíritu, para el amor
fraternal no fingido, amaos
unos a otros entrañablemente, de
corazón puro”. Debemos de
dejar los principios para poder alcanzar el crecimiento que nos da este
alimento que salió de la Boca de nuestro Padre Celestial para que crezcamos,
hasta llegar a la estatura del Varón Perfecto.
EN
LAS SAGRADAS ESCRITURAS ENCONTRAMOS:
DOS ÁRBOLES (Gn. 2:9)
“Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno
para comer; también el árbol de vida
en medio del huerto, y el árbol de la
ciencia del bien y del mal”.
DOS FUENTES (Jn. 1:4; 15:1; 8:44)
“4 En ÉL estaba la vida, y la vida era la LUZ de los hombres. 15
Yo Soy la Vid Verdadera, y mi
Padre es el labrador. 44
Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis
hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la Verdad, porque no hay Verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo
habla; porque es mentiroso, y padre
de mentira”.
DOS CAMINOS (Mt. 7:13,14) “13
Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino
que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; 14 porque estrecha es la puerta, y
angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”.
DOS PRINCIPIOS
(Gn. 4:3,4; Jn. 15:5,6; Jer. 17:5-8)
“3 Y aconteció andando el tiempo,
que Caín trajo del fruto de la tierra
una ofrenda a Jehová. 4 Y Abel trajo también de los primogénitos
de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a
Abel y a su ofrenda. 5
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece
en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis
hacer. 6 El que en mí no permanece,
será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el
fuego, y arden. 5
Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por
su brazo, y su corazón se aparta de
Jehová. 6 Será como la retama
en el desierto, y no verá
cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto,
en tierra despoblada y deshabitada.
7 Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. 8 Porque será como el árbol plantado junto
a las aguas, que junto a la
corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que
su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto”.
DOS CONSUMACIONES
(Ap. 21:2,10,11; 22:1,2; 20:10,14,15)
“2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios,
dispuesta como una esposa ataviada
para su marido. 10
Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de
Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, 11 teniendo la gloria de
Dios. Y su fulgor era
semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana
como el cristal. 1
Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal,
que salía del trono de Dios y del Cordero. 2
En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol
de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del
árbol eran para la sanidad de las naciones. 10 Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la
bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de
los siglos. 14
Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de
fuego. Esta es la muerte segunda. 15
Y el que no se halló inscrito en el
libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”.
Estamos
viviendo un periodo de degradación y apostasía de la iglesia: La
apostasía consiste en apartarse del
camino correcto de la Verdad y en abandonar
el camino recto de la única Verdad de Dios según se revela en las Sagradas
Escrituras; por medio de tal apostasía la iglesia se está degrado: (2 Ts. 2:3) “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que
antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición”;
(1 Ti. 4:1,2) “1Pero el Espíritu dice
claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores
y a doctrinas de demonios; 2 por
la hipocresía de mentirosos que, teniendo
cauterizada la conciencia”. La
apostasía es el contexto en el cual se escribió en el cual estamos viviendo.
(2 Pedro 2:1) “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo,
como habrá entre vosotros falsos
maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras,
y aun negarán al Señor que los
rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina”. Jehová Dios nos previene a los creyentes
contra el veneno de la apostasía.
La salvación de Jehová Dios consiste
en que Dios mismo, está de perfecto acuerdo con Jesucristo y el Espíritu Santo,
que se imparte en los creyentes, a fin de ser la vida y suministro de vida de cada
uno de nosotros; en esto consiste la Verdad del Evangelio de Jehová Dios, el
plan de Dios (2 Co. 13:14) “La Gracia del Señor Jesucristo, el Amor de Dios, y la Comunión del Espíritu Santo sean
con todos vosotros. Amén”; (Ef. 1:10;3:8-13) “10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así
las que están en los cielos, como las que están en la tierra. 8 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar
entre los gentiles el Evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo,
9 y de aclarar a todos cuál sea la
dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas
las cosas; 10 para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer
por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares
celestiales, 11 conforme al propósito eterno que hizo en
Cristo Jesús nuestro Señor, 12
en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en ÉL; 13 por
lo cual pido que no desmayéis a causa de mis tribulaciones por vosotros,
las cuales son vuestra gloria”; (1 Ti.
1:3,4) “3 Como te rogué que te
quedases en Éfeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina,
4 ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que
edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora”.
La
apostasía aparta a los creyentes escogidos de la Verdad de Dios al hacer que se
distraigan con la lógica humana de filosofías desconcertantes (Col. 2:8)
“8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas,
según las tradiciones de los hombres,
conforme a los rudimentos del mundo,
y no según Cristo. 9 Porque en ÉL habita corporalmente
toda la plenitud de la Deidad, 10 y vosotros estáis completos en ÉL,
que es la cabeza de todo principado y potestad. 11 En ÉL también fuisteis
circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el
cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; 12 sepultados con ÉL en
el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con ÉL, mediante
la fe en el Poder de Dios que le levantó de los muertos”. (Santiago 4:4-6) “4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra
Dios? Cualquiera, pues, que
quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. 5 ¿O pensáis que la Escritura dice en
vano: El Espíritu que ÉL ha hecho
morar en nosotros nos anhela celosamente? 6 Pero ÉL da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los
soberbios, y da gracia a los humildes”.
Esto
en lugar de llevar a los creyentes a participar del árbol de la vida, el cual da vida, los indujo a participar
del árbol del conocimiento, el cual produce muerte (Gn. 2:9,16,17) “9 Y Jehová Dios hizo nacer de la
tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto,
y el árbol de la ciencia del bien
y del mal. 16
Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias.
Toda jactancia semejante es mala;
17 y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”.
La serpiente por medio de cuestionar y socavar la Palabra de Dios, puede
hacer que los creyentes, al igual que Eva, sean llevados cautivos al árbol del
conocimiento y que sean distraídos de la sencillez de comer del árbol de la
vida (Gn 3:1-6) “1 Pero la serpiente era astuta,
más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo
a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2 Y la mujer respondió a la serpiente:
Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3 pero del fruto del
árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le
tocaréis, para que no muráis. 4
Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5 sino que sabe Dios que
el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios,
sabiendo el bien y el mal. 6
Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los
ojos, y árbol codiciable para
alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su
marido, el cual comió así como ella”. (2
Co. 11:2,3) “2 Porque os celo con
celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros
como una virgen pura a Cristo. 3 Pero
temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera
extraviados de la sincera fidelidad a Cristo”. Muchísimos creyentes
verdaderos están siendo arrebatados con el mismo método con que fue engañada
Eva.
Esta
rica provisión a los creyentes para que nunca resbalemos está en sus Sagradas
Escrituras: (1 Jn. 5:4) “3 Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. 4 Porque todo lo que es
nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al
mundo, nuestra fe. 5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?”.
LOS
ANTÍDOTOS QUE LAS SAGRADAS ESCRITURAS para la apostasía son la porción de la Verdad (2 P.
2:4-10) “4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles
que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de
oscuridad, para ser reservados al juicio; 5
y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia,
con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos; 6 y si condenó por destrucción a las
ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente,
7 y libró al justo Lot, abrumado por
la nefanda conducta de los malvados 8
(porque este justo, que moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa,
viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos), 9 sabe el Señor librar de
tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados
en el día del juicio; 10 y
mayormente a aquellos que, siguiendo
la carne, andan en concupiscencia e inmundicia, y desprecian el señorío”.
Esto que leemos en el Santo Evangelio es lo único que nos puede librar de la apostasía.
La
Verdad presente es presente entre los creyentes de la Sana Doctrina de Cristo y
ahora poseen una hermosa esperanza, depositada en Jesucristo. Debemos conocer muy
bien el Evangelio de Jesucristo porque es lo actual, y defender la absoluta Verdad
en la Escritura: (Jn. 18:37) “Le dijo
entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para
dar testimonio a la VERDAD. Todo aquel que es de la VERDAD, OYE
MI VOZ”. Es de vital importancia que de Verdad entendamos para poder obedecer
a Dios.
Debido
a que muchos creyentes las verdades básicas de las Sagradas Escrituras, existe
la necesidad de que nosotros, quienes estamos en la Sana Doctrina de Cristo,
peleemos la batalla por la Verdad (1 Ti. 6:12, 20,21) “12 Pelea
la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo
fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.
20 Oh
Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada
ciencia, 21 la cual profesando algunos, se desviaron de la fe. La gracia
sea contigo. Amén”. Hoy, en el periodo de apostasía en que nos encontramos,
debemos testificar de la plena revelación de la Palabra pura de Jehová Dios y
combatir a favor de las Verdades más profundas que se revelan en las Sagradas
Escrituras que es la Palabra de Dios, entre las cuales se incluyen:
1. La
revelación en cuanto a la VERDAD eterna de Dios (Ef. 1:10; 3:9) “10 de
reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los
tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.
9
Y de aclarar a todos cuál sea la
dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó
todas las cosas”.
2. La
revelación en cuanto a la Tres Divinas Personas (2 Co. 13:14) “La
Gracia del Señor Jesucristo, el Amor de Dios, y la Comunión
del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén”; (Ap. 1:4,5) “4 Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia
y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete
espíritus que están delante de su trono; 5
y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el
soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre”.
3. La
revelación en cuanto a la persona y obra del Jesucristo todo incluido (Col.
2:9, 16,17; 3:11) “9 Porque en ÉL habita corporalmente
toda la plenitud de la Deidad. 16
Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta,
luna nueva o días de reposo, 17 todo lo cual es sombra de lo que ha de
venir; pero el cuerpo es de Cristo. 11 donde no hay griego ni judío,
circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que
Cristo es el todo, y en todos”.
4. La
revelación en cuanto al Espíritu consumado vivificante (Jn. 7:39) “Esto
dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en ÉL; pues aún no
había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado”; (1 Co. 15:45) “Así también está
escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán,
espíritu vivificante”; (Ap. 22:17) “Y
el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene
sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”.
5. La
revelación en cuanto a la vida eterna de Dios (Jn. 3:15,16) “15 para que todo aquel que en ÉL cree,
no se pierda, más tenga vida eterna. 16 Porque de tal manera amó Dios al
mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no
se pierda, más tenga vida eterna”.
6. La
revelación en cuanto al Cuerpo de Cristo, que es la iglesia de Dios (Ef. 1:22,23)
“22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y
lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en
todo”; (1 Co. 12:12,13,27) “12 Porque,
así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del
cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. 13 Porque por un solo Espíritu fuimos
todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y
a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. 27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de
Cristo, y miembros cada uno en particular”;
(1 Co. 10:32) “No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la
iglesia de Dios”. Debemos conocer y testificar de la Verdad más elevada: Dios, en
Cristo.
La
revelación divina hallada en las Santas y Sagradas Escrituras nos muestran dos
árboles, dos fuentes, dos líneas de pensamiento, dos principios rectores y dos
destinos finales. En Génesis 2 hay dos árboles: el
árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal. Sin embargo, en Apocalipsis 21 y 22
vemos únicamente un árbol: el árbol de la vida, en una ciudad santa. En el centro de esta ciudad, está el
trono de Dios y del Cordero (Apocalipsis
22:1) “Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente
como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero”, el cual denota la
administración, el gobierno de Dios.
Ciertamente creemos que toda las
Sagradas Escrituras son inspiradas por Jehová Dios por medio del Espíritu Santo
Palabra por Palabra. De hecho, basándonos en la traducción literal de 2 Timoteo 3:16 afirmamos que toda la
Escritura es dada por el aliento de Dios. Creemos que el Señor Jesús es el Hijo
de Dios, que Él Espíritu Santo verdaderamente nos convence de todo lo que está
Escrito y nos redarguye verdaderamente hasta el grado de convencernos y que exista
obediencia al Padre. Creemos en la
encarnación de Cristo y en que Su muerte en la cruz fue por nuestra redención.
Conforme a las Escrituras, creemos que la muerte del Señor Jesús fue todo incluido.
Mediante Su crucifixión, Él puso fin a la vieja creación la cual nos incluye a
nosotros, a nuestra carne y a nuestra naturaleza caída. Creemos plenamente en
la resurrección y ascensión del Señor Jesucristo, y que Él ahora está en el
trono. Asimismo, creemos que Él no solamente está en el trono, sino que también,
como Espíritu vivificante, mora en nuestro corazón. Creemos en cada aspecto de
lo que Cristo es y de lo que Creemos también en todo lo que Cristo está en conformidad
con las Sagradas Escrituras.
PREDICADOR
DE LA SANA DOCTRINA DE CRISTO: Pastor Víctor Ramón Preciado Balderrama; Mi interés es que me des la oportunidad de servirles pues me
queda muy claro que mi llamado no es de ser titular sino el de servir y que la
Sana Doctrina de Cristo corra como un río poderoso arroyando toda basura de
ignorancia. Por favor si les interesan estos materiales escríbanme pidiéndomelos a
cualquiera de los siguientes correos, y con mucho gusto y en el amor a Cristo
se los enviaré inmediatamente sin cuestionar nada y que el Espíritu Santo los dirija y los lleve por buen camino, solo
les pido en este mismo amor NO LO
VENDAN: lo recibes de gracia dalo de gracia. 52 (722) 336-1411
https://viclaly5757.blogspot.com https://www.bible.com/es/bible/149/jhn.6.rvr1960
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