lunes, 19 de septiembre de 2016

LA SANA DOCTRINA DE CRISTO ES LA ÚNICA VERDAD PRESENTE

18 de Septiembre de 2016
LA SANA DOCTRINA DE CRISTO ES LA ÚNICA VERDAD PRESENTE

La Sana Doctrina de los profetas y la de los apóstoles concuerda exactamente, porque viene del mismo Autor de Jehová Dios. El único, Santo y Bendito Evangelio es la ministración del Santo Espíritu, de nuestro Padre Celestial; su éxito depende de su operación y bendición. Entonces, busquemos con diligencia las Sagradas Escrituras que contienen la Sana Doctrina de Cristo: (2 P. 1:12) “Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la Verdad presente”; (2 P. 2:2,15,21) “2 Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la Verdad será blasfemado, 15 Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad, 21 Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado”; (1 P. 1:22)Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la Verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro”. Debemos de dejar los principios para poder alcanzar el crecimiento que nos da este alimento que salió de la Boca de nuestro Padre Celestial para que crezcamos, hasta llegar a la estatura del Varón Perfecto.

EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS ENCONTRAMOS:
DOS ÁRBOLES (Gn. 2:9) “Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal”.
DOS FUENTES (Jn. 1:4; 15:1; 8:44) “4 En ÉL estaba la vida, y la vida era la LUZ de los hombres. 15 Yo Soy la Vid Verdadera, y mi Padre es el labrador. 44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la Verdad, porque no hay Verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira”.
DOS CAMINOS (Mt. 7:13,14) “13 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; 14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”.

DOS PRINCIPIOS (Gn. 4:3,4; Jn. 15:5,6; Jer. 17:5-8) “3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. 4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda. 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. 5 Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. 6 Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada. 7 Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. 8 Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto”.
DOS CONSUMACIONES (Ap. 21:2,10,11; 22:1,2; 20:10,14,15) “2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. 10 Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, 11 teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal. 1 Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. 2 En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. 10 Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. 14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”.

Estamos viviendo un periodo de degradación y apostasía de la iglesia: La apostasía consiste en apartarse del camino correcto de la Verdad y en abandonar el camino recto de la única Verdad de Dios según se revela en las Sagradas Escrituras; por medio de tal apostasía la iglesia se está degrado: (2 Ts. 2:3)Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición”; (1 Ti. 4:1,2) “1Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; 2 por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia”. La apostasía es el contexto en el cual se escribió en el cual estamos viviendo. (2 Pedro 2:1) “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina”. Jehová Dios nos previene a los creyentes contra el veneno de la apostasía.

La salvación de Jehová Dios consiste en que Dios mismo, está de perfecto acuerdo con Jesucristo y el Espíritu Santo, que se imparte en los creyentes, a fin de ser la vida y suministro de vida de cada uno de nosotros; en esto consiste la Verdad del Evangelio de Jehová Dios, el plan de Dios (2 Co. 13:14) “La Gracia del Señor Jesucristo, el Amor de Dios, y la Comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén”; (Ef. 1:10;3:8-13) “10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. 8 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el Evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, 9 y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas; 10 para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, 11 conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor, 12 en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en ÉL; 13 por lo cual pido que no desmayéis a causa de mis tribulaciones por vosotros, las cuales son vuestra gloria”; (1 Ti. 1:3,4) “3 Como te rogué que te quedases en Éfeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina, 4 ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora”.
La apostasía aparta a los creyentes escogidos de la Verdad de Dios al hacer que se distraigan con la lógica humana de filosofías desconcertantes (Col. 2:8) “8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. 9 Porque en ÉL habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, 10 y vosotros estáis completos en ÉL, que es la cabeza de todo principado y potestad. 11 En ÉL también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; 12 sepultados con ÉL en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con ÉL, mediante la fe en el Poder de Dios que le levantó de los muertos”. (Santiago 4:4-6) “4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. 5 ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que ÉL ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? 6 Pero ÉL da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes”.

Esto en lugar de llevar a los creyentes a participar del árbol de la vida, el cual da vida, los indujo a participar del árbol del conocimiento, el cual produce muerte (Gn. 2:9,16,17) “9 Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal. 16 Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala; 17 y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”. La serpiente por medio de cuestionar y socavar la Palabra de Dios, puede hacer que los creyentes, al igual que Eva, sean llevados cautivos al árbol del conocimiento y que sean distraídos de la sencillez de comer del árbol de la vida (Gn 3:1-6) “1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella”. (2 Co. 11:2,3) “2 Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo. 3 Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo”. Muchísimos creyentes verdaderos están siendo arrebatados con el mismo método con que fue engañada Eva.

Esta rica provisión a los creyentes para que nunca resbalemos está en sus Sagradas Escrituras: (1 Jn. 5:4) “3 Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. 4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. 5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?”.

LOS ANTÍDOTOS QUE LAS SAGRADAS ESCRITURAS para la apostasía son la porción de la Verdad (2 P. 2:4-10) “4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio; 5 y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos; 6 y si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente, 7 y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados 8 (porque este justo, que moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos), 9 sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio; 10 y mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia e inmundicia, y desprecian el señorío”. Esto que leemos en el Santo Evangelio es lo único que nos puede librar de la apostasía.

La Verdad presente es presente entre los creyentes de la Sana Doctrina de Cristo y ahora poseen una hermosa esperanza, depositada en Jesucristo. Debemos conocer muy bien el Evangelio de Jesucristo porque es lo actual, y defender la absoluta Verdad en la Escritura: (Jn. 18:37) “Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la VERDAD. Todo aquel que es de la VERDAD, OYE MI VOZ”. Es de vital importancia que de Verdad entendamos para poder obedecer a Dios.

Debido a que muchos creyentes las verdades básicas de las Sagradas Escrituras, existe la necesidad de que nosotros, quienes estamos en la Sana Doctrina de Cristo, peleemos la batalla por la Verdad (1 Ti. 6:12, 20,21) “12 Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos. 20 Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, 21 la cual profesando algunos, se desviaron de la fe. La gracia sea contigo. Amén”. Hoy, en el periodo de apostasía en que nos encontramos, debemos testificar de la plena revelación de la Palabra pura de Jehová Dios y combatir a favor de las Verdades más profundas que se revelan en las Sagradas Escrituras que es la Palabra de Dios, entre las cuales se incluyen:      
        1.      La revelación en cuanto a la VERDAD eterna de Dios (Ef. 1:10; 3:9) “10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. 9 Y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas”.
         2.      La revelación en cuanto a la Tres Divinas Personas (2 Co. 13:14) “La Gracia del Señor Jesucristo, el Amor de Dios, y la Comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén”; (Ap. 1:4,5) “4 Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono; 5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre”.    
         3.      La revelación en cuanto a la persona y obra del Jesucristo todo incluido (Col. 2:9, 16,17; 3:11) “9 Porque en ÉL habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad. 16 Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, 17 todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo. 11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos”.
         4.      La revelación en cuanto al Espíritu consumado vivificante (Jn. 7:39) “Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en ÉL; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado”; (1 Co. 15:45) “Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante”; (Ap. 22:17) “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”.
         5.      La revelación en cuanto a la vida eterna de Dios (Jn. 3:15,16) 15 para que todo aquel que en ÉL cree, no se pierda, más tenga vida eterna. 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”.        
         6.      La revelación en cuanto al Cuerpo de Cristo, que es la iglesia de Dios (Ef. 1:22,23) “22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”; (1 Co. 12:12,13,27) “12 Porque, así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. 13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. 27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular”; (1 Co. 10:32) “No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios”. Debemos conocer y testificar de la Verdad más elevada: Dios, en Cristo.

La revelación divina hallada en las Santas y Sagradas Escrituras nos muestran dos árboles, dos fuentes, dos líneas de pensamiento, dos principios rectores y dos destinos finales. En Génesis 2 hay dos árboles: el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal. Sin embargo, en Apocalipsis 21 y 22 vemos únicamente un árbol: el árbol de la vida, en una ciudad santa. En el centro de esta ciudad, está el trono de Dios y del Cordero (Apocalipsis 22:1) “Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero”, el cual denota la administración, el gobierno de Dios.

Ciertamente creemos que toda las Sagradas Escrituras son inspiradas por Jehová Dios por medio del Espíritu Santo Palabra por Palabra. De hecho, basándonos en la traducción literal de 2 Timoteo 3:16 afirmamos que toda la Escritura es dada por el aliento de Dios. Creemos que el Señor Jesús es el Hijo de Dios, que Él Espíritu Santo verdaderamente nos convence de todo lo que está Escrito y nos redarguye verdaderamente hasta el grado de convencernos y que exista obediencia al Padre. Creemos en la encarnación de Cristo y en que Su muerte en la cruz fue por nuestra redención. Conforme a las Escrituras, creemos que la muerte del Señor Jesús fue todo incluido. Mediante Su crucifixión, Él puso fin a la vieja creación la cual nos incluye a nosotros, a nuestra carne y a nuestra naturaleza caída. Creemos plenamente en la resurrección y ascensión del Señor Jesucristo, y que Él ahora está en el trono. Asimismo, creemos que Él no solamente está en el trono, sino que también, como Espíritu vivificante, mora en nuestro corazón. Creemos en cada aspecto de lo que Cristo es y de lo que Creemos también en todo lo que Cristo está en conformidad con las Sagradas Escrituras.

PREDICADOR DE LA SANA DOCTRINA DE CRISTO: Pastor Víctor Ramón Preciado Balderrama; Mi interés es que me des la oportunidad de servirles pues me queda muy claro que mi llamado no es de ser titular sino el de servir y que la Sana Doctrina de Cristo corra como un río poderoso arroyando toda basura de ignorancia. Por favor si les interesan estos materiales escríbanme pidiéndomelos a cualquiera de los siguientes correos, y con mucho gusto y en el amor a Cristo se los enviaré inmediatamente sin cuestionar nada y que el Espíritu Santo los dirija y los lleve por buen camino, solo les pido en este mismo amor NO LO VENDAN: lo recibes de gracia dalo de gracia. 52 (722) 336-1411
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