Lerma,
15 de Mayo de 2016
LA
SANA DOCTRINA DE CRISTO NOS AYUDA A QUE CREZCAMOS
EN
EL CONOCIMIENTO DE JESUCRISTO
INTRODUCCIÓN:
Muchas veces los temas que crean más división en las iglesias son asuntos
que no son esenciales para la salvación. Entre primeros cristianos, uno de los
temas potencialmente divisivos era la clase de alimentos que los cristianos
podían comer. Este asunto quizá no crea mucha controversia en la
mayoría de las iglesias de hoy; sin embargo, cada generación o cultura tiene
sus propias normas de conducta disputables.
Esta
predicación examina cómo los cristianos deben responder a otros cuando tienen
sinceras diferencias de opinión. Necesitamos
estructurar nuestro estilo de vida para que otros creyentes sean edificados y Jesucristo
sea honrado. Las prácticas que
sacrificamos para esa meta son un pequeño precio que pagar. LA VERDAD CENTRAL ES: Que los creyentes en la Sana Doctrina de Cristo, deben
animarse unos a otros a crecer en el conocimiento de Cristo y en semejanza a Él. (Romanos 14:19) “Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la
mutua edificación”. Aprenderemos
algunos principios de las Sagradas Escrituras para promover el crecimiento
espiritual y proponerse seguirlos.
En
la época de Pablo como en la nuestra, los cristianos
tenían diferentes ideas acerca de qué modos de comportarse que eran aceptables.
Pablo sabía muy bien que muchos otros cristianos no estaban tan libres del
legalismo como él. El los describió como "débiles"
en la fe. ¿Por qué llamó Pablo
"débil" a los que tenían normas de conducta más estrictas? Los
llamó débiles porque todavía no comprendían totalmente lo que significaba ser
justificados por la fe. Daban demasiada importancia a acciones
específicas que pensaban que afectaban su salvación. Estas eran prácticas que un creyente más "maduro o fuerte"
reconocería como inofensivas.
Jehová
Dios por medio del apóstol Pablo nos hace notar que ésta diferencia de opinión
ocasiona un doble peligro: (1)
Unos cristianos pueden volverse
impacientes con quienes establecen estas limitaciones, y (2) Otros cristianos que limitan su estilo de vida podrían empezar a
juzgar a los que no lo hacen de la misma manera. En ambos casos, se
interrumpen la armonía y unidad en el Cuerpo de Cristo. Jehová Dios por medio
del apóstol Pablo, nos exhorta a los creyentes, cualquiera que fuera la
posición de cualquier cristiano en asuntos menores, a aceptarse unos a otros y
evitar discusiones (Romanos 14:1) “Recibid
al débil en la fe, pero no para
contender sobre opiniones”.
En los versículos (Romanos 14:2,3) “2 Porque uno cree que se ha de comer de
todo; otro, que es débil, come legumbres. 3 El que come, no menosprecie al que no come, y el que no
come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido”. Jehová Dios
nos da el ejemplo del apóstol Pablo que, consideró un aspecto que era diferente
entre los primeros cristianos; LA
COMIDA. Algunos cristianos (como el mismo Pablo) comían de todo sin que
ello molestara sus conciencias; otros tenían escrúpulos acerca de ciertos
alimentos.
Otro
tema discutible era el cumplimiento de ciertos días religiosos
(Romanos 14:5) “Uno hace diferencia
entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente”. Existen
hasta la fecha cristianos que están todavía aferrados al día de reposo, el séptimo día de la semana,
como un día en que no llevaban a cabo actividades "seculares" para
dedicarse de manera exclusiva a la adoración. Otros cristianos a observar el
primer día de la semana en honor de la resurrección de Cristo.
La
discusión no es la mejor manera de tratar con las debilidades de alguien o de
cambiar sus opiniones. Generalmente, la discusión sólo hará
que la persona se aferré aún más a su posición. Más bien que argumentar y
debatir, Jehová Dios por medio del apóstol Pablo, y por medio del Espíritu
Santo que "cada uno esté plenamente convencido en su propia mente".
¿Era
la intención de nuestro Padre Celestial que cada uno decidiera lo que está bien
o mal? La última frase del versículo 5 no es un llamado a normas individuales
de moralidad.
En
los versículos siguientes nos da una descripción convincente de la relación
entre el creyente y Jesucristo. Esta relación ha de tenerse en cuenta en todas
las decisiones personales que el cristiano tome.
Sobre todas las cosas que pretendas hacer nunca quites tu mirada del Varón
Perfecto: (Efesios 4:13) “Hasta que
todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento
del Hijo de Dios, a un varón
perfecto, a la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo”.
Como lo indican los versículos (Romanos 14: 6-9) “6 El que hace caso del día, lo hace
para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque
da gracias a Dios; y el que
no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios. 7 Porque
ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. 8 Pues si
vivimos, para el Señor vivimos; y si
morimos, para el Señor morimos. Así
pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. 9 Porque Cristo para esto murió y
resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que
viven”. Cada cristiano es siervo de Jesucristo,
y es a Jesucristo que responde durante y después de esta vida. En lugar de
despreciar al débil, y el débil criticar al fuerte, y cada uno herirse el uno
al otro, que cada persona, primero que nada, se mire a sí mismo y al Señor
Jesucristo cómo su modelo a seguir.
Cada
verdadero cristiano que está obedeciendo las Sagradas Escrituras debe de vivir
su vida a la luz de su relación con Nuestro Padre celestial.
Los cristianos "débiles" que se sienten obligados a reconocer un día
especial, deben hacerlo a la luz de la relación que tienen con el Señor
Jesucristo. Y los que son "fuertes" al reconocer su libertad para
comer carne, también deben hacerlo a la luz de su relación con Jehová Dios.
(v.
7) "Ninguno de nosotros vive para sí, y
ninguno muere para sí". No somos los dueños de nuestro cuerpo; hemos
"sido comprados por precio" (1
Corintios 6:19,20) “19 ¿O ignoráis que vuestro
cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual
tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20
Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro
cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”. Ya que toda nuestra vida y hasta nuestra muerte encuentran su
significado en Jesucristo, ¿deben nuestras acciones en el caso de cosas
no esenciales ser diferentes? Aquí Nuestro Padre Celestial por medio del apóstol
Pablo nos recuerda a sus hijos el cuadro en conjunto. Si consideramos la
eternidad, todas las diferencias son insignificante.
Los versículos siguientes son un
recordatorio de que Jesucristo observa todo lo que hacemos, y que es a Él a
quien daremos cuenta. (Romanos 14:10-12)
“10 Pero tú, ¿por qué juzgas a tu
hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos
compareceremos ante el tribunal de Cristo. 11 Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se
doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios. 12 De
manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí”. Los
asuntos con que Pablo trató que estaban sujetos a disputas no eran principios
morales. Todos los creyentes son responsables de vivir de acuerdo con normas
divinas aun cuando están tratando de solucionar detalles en la vida diaria que
son moralmente neutrales.
Cada
uno de nosotros tendremos que rendir cuenta de nuestra vida a Jesucristo.
Esto incluirá cómo nos hemos conducido con otros creyentes. Ahora, como en los
días de Pablo, necesitamos recordar que algunos modos de comportarse
discutibles son inocentes en sí mismos. Se vuelven mortales cuando nosotros
como cristianos, seamos fuertes o débiles, olvidamos de amamos unos a otros. No es suficiente estar correctos en la Sana
Doctrina. También hemos de estarlo en el amor.
Los hermanos obedientes de las
Sagradas Escrituras en la fe en Jesucristo, toman prioridades buscando la armonía
y la paz, Jehová Dios por medio del apóstol Pablo nos instruye y se dirige a
los cristianos más fuertes respecto a la conducta que deben demostrar hacia los
que son más débiles en la fe. Luego
de afirmar la libertad de un cristiano, les mostró cómo se puede y se debe imponer límites voluntarios en
esta libertad. Jehová Dios
usando al apóstol Pablo advierte que los cristianos "fuertes" pueden
ser un "tropiezo" para el hermano más "débil"; (Romanos 14:13)
“Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano”.
Un cristiano "tropieza" si sigue el ejemplo de un cristiano que goza
de más libertad, haciendo algo que sabe que su conciencia no aprobará.
Cuando un cristiano insiste en
disfrutar de ciertas libertades que son ofensivas para otros creyentes, exhibe
una falta de amor (Romanos 14:15) “Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo
murió”. Esto puede arruinar
el testimonio de uno (Romanos
14:16) “No sea, pues, vituperado vuestro bien”. Si, por otra parte, el "fuerte" voluntariamente
restringe su libertad en beneficio de otros, los débiles son fortalecidos y la
Iglesia goza de más unidad.
Los alimentos son un medio para un
fin, no un fin en sí mismo. El reino de Dios no se preocupa con qué vamos a
comer o beber, sino más bien con la justicia, la paz, y el gozo en el Espíritu
Santo (Romanos 14:17) “17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”. Los cristianos no son individuos
aislados, sino miembros de un cuerpo.
Dentro de ese cuerpo, participan en la
justicia que es resultado del sacrificio de Cristo. Tienen parte en la paz que
la redención de Jesucristo nuestro Señor trae a una vida. Participan del Espíritu Santo que habita en ellos. Estos son
los denominadores comunes de la Iglesia, el Cuerpo de Cristo. Nuestras vidas en
el reino de Jesucristo. Cuando los
cristianos están divididos por cosas insignificantes, le dan a la gente
de afuera motivo para burlarse de ellos y de su cristianismo. Recordar lo que
es el Reino, resultará en una vida que "agrada a Dios y es aprobado por
los hombres" (Romanos 14:18) “Porque
el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres”.
La libertad tiene gran valor, pero
lleva consigo responsabilidades. Como todas las cosas que son
buenas, deben usarse con buen sentido y propósito, ambos ingredientes del amor
de Dios.
El hombre que come y hace
"tropezar" a otro es el que come alimentos que son limpios en sí
mismos; ¡¡¡todo alimento es limpio!!!
pero come a pesar de que está ofendiendo seriamente a su hermano (Romanos 14:20) “No destruyas la obra de Dios por
causa de la comida. Todas las cosas a la verdad son limpias; pero es malo que el hombre haga tropezar
a otros con lo que come”. En contraste con la manera equivocada de
ejercer la libertad.
Jehová
Dios a través del apóstol Pablo nos explica la manera correcta de su uso.
Obramos correctamente cuando elegimos lo que edificará a otro más bien que lo
que lo perjudicará (Romanos 14:21) “Bueno
es no comer carne, ni beber
vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se
ofenda, o se debilite”. Jehová Dios por medio del apóstol Pablo nos
pregunta a nosotros si tenemos fe. Estaba hablando de una convicción
firme e inteligente delante de Él, que uno está haciendo lo
correcto.
Esta convicción nos permite cómo creyentes el estar seguros y felices en las
decisiones que tomamos, (Romanos
14:22) “¿Tienes tú fe?
Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí
mismo en lo que aprueba”. La persona que cree tener libertad para hacer todo lo
que desea, ¿es necesariamente un cristiano fuerte?
A
pesar de que una persona se considere fuerte en la fe,
no debe suponer que ya lo sabe todo acerca de Jehová Dios. El cristiano "fuerte" no debe creer que es "más santo
que los demás" ni tratar al débil como su inferior. La debilidad más
grande es confiar en sus propias fuerzas. En
toda decisión, es el juicio
de Jehová Dios el que cuenta, porque
escrito está, no el nuestro ni el de cualquier otro. Cada persona debe
someter su fe, sus convicciones y sus hechos a los juicios establecidos por Jehová
Dios en las Sagradas Escrituras que es su Palabra Escrita. Cualquier hecho que no proviene de la fe es pecado. La fe es
tener la convicción segura de que un hecho está de acuerdo con la voluntad de Jehová
Dios y su Sagradas Escrituras. Nuestro
Padre Celestial por medio del apóstol Pablo indicó que hacer caso omiso de la
voluntad de Él no es el único pecado. Si tenemos dudas sobre si nuestros hechos son contrarios a la
voluntad de Jehová Dios, no
debemos llevarlos a cabo (Romanos
14:23) “Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque
no lo hace con fe; y todo lo
que no proviene de fe,
es pecado”.
El
deber de los fuertes es edificar a los débiles, y si estas estudiando la Sana
Doctrina de cristo entonces debemos poder llamamos fuertes, así como Pablo lo
hizo. Pero cuando nos clasificamos como fuertes,
asumimos la obligación que va junto con la habilidad espiritual, tolerancia por las flaquezas de los
débiles. La idea que Jehová Dios que nos
da por medio de Pablo, que nos presenta no es soportar con buen humor las
debilidades de los débiles ni aguantarlas como una molestia perpetua.
Más bien, pintó el cuadro de una carga pesada
que requiere mucha fuerza para cargarla hasta que se deseche.
Llevamos esta carga para ayudar a los débiles hasta que ellos también lleguen a
ser fuertes (Romanos 15:1,2) “1 Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles,
y no agradarnos a nosotros mismos.
2 Cada uno de nosotros agrade a su
prójimo en lo que es bueno, para edificación”. Si un cristiano se considera
fuerte, ¿el crecimiento de quién debe preocuparle? Los que son fuertes no deben preocuparse sólo por su propio
crecimiento, viviendo para agradarse a si mismos. Más bien, deben tratar de
edificar a los débiles, para ayudarles a hacerse fuertes.
Gracias
a nuestro Padre Celestial que nos ha dejado un ejemplo para seguir sus pisadas El
ejemplo es de Jesucristo. ¿Cómo puede un
cristiano fuerte mostrar interés por el crecimiento espiritual de otros
cristianos? (Romanos 15:3) “3 Porque
ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito: Los
vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí”. Ni siguiera Él intentó agradarse a sí mismo. Jesucristo
agradó a Jehová Dios a pesar de la horrible carga de los reproches de quienes
eran enemigos de Jehová Dios, todo lo cual cayó sobre Jesús. Seguir a Jesucristo
es tener como suprema motivación la meta de agradar a Jehová Dios.
Aprender
a agradar a Jehová Dios requiere que nos sintonicemos al mensaje de las
Sagradas Escrituras en su Palabra. Y nos da el ejemplo por medio del apóstol
Pablo por medio de la preocupación de Pablo que era que los creyentes
estuvieran de acuerdo aplicando las instrucciones de las Escrituras a su vida
(Romanos 15:4) “Porque las cosas que se
escribieron antes, para nuestra enseñanza se
escribieron, a fin de que,
por la paciencia y la consolación de
las Escrituras, tengamos
esperanza”. Cuando todos los creyentes sepan lo que es esta
instrucción, entonces las cosas discutibles no causarán dificultades. Los
corazones y las mentes arraigadas en la Palabra de Dios resistirán toda
enseñanza falsa que aparezca dentro del cuerpo de creyentes.
El versículo 5 nos recuerda que la
unidad no se puede alcanzar en nuestra fuerza humana. (Romanos 15:5) “Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os
dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús”. Estamos naturalmente predispuestos al desacuerdo. Para que los creyentes tengan un
"mismo sentir" se requiere un acto a nuestro favor de parte del
"Dios de la paciencia y de la consolación". Con su ayuda, los cristianos pueden
demostrar al mundo un mismo sentir que le traiga gloria a Él. Esto es a
través de nuestra confesión de la verdad del único Evangelio en las Sagradas
Escrituras.
Puede
haber muchas diferencias en el Cuerpo, sobre el comportamiento, sobre doctrinas
insignificantes. Pero como dice el versículo 7, si
Jesús ha aceptado a cada uno de nosotros, ¿cómo podemos dejar de aceptamos unos
a otros? (Romanos 15:7) “Por tanto,
recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para
gloria de Dios”.
Esta
predicación ha considerado asuntos relacionados con los creyentes
"fuertes" y "débiles". El
principio fundamental detrás de lo que Jehová Dios por medio del apóstol Pablo
dijo en (Romanos 14:1 al 15:7) es la
unidad de la Iglesia. Los débiles y los fuertes estamos unidos en
virtud de la fe justificadora que nos hace a todos un cuerpo en Cristo.
La
tendencia de uno y otro grupo es esperar que el otro cambie.
El énfasis de las Escrituras es que debemos aceptar a la otra persona tal como
es y concentramos en la clase de actitudes y comportamientos que debemos tener para poder edificarnos
unos a otros y así traer gloria a Dios. El llamado a aceptar las diferencias de otros no es un llamado a
aceptar su pecado. Hasta Pablo presentó ciertas reglas de conducta
respecto al trato de otros creyentes en la iglesia que se llaman cristianos pero
que insisten en vivir en pecado. Los demás miembros de la iglesia no debían
juntarse con tales personas (1 Corintios
5:11) “Más bien os escribí que no
os juntéis con ninguno que, llamándose
hermano, fuere fornicario,
o avaro, o idólatra, o maldiciente,
o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis”. Evidentemente, hay una necesidad de discernir las prácticas de otras
personas. Al confiar en la
dirección del Espíritu Santo en este asunto, podremos distinguir entre
el cristiano verdadero con quien no estamos de acuerdo, y el hipócrita mundano
a quien debemos evitar.
Ore
como miembro de esta congregación, en cuanto a asuntos discutibles, para que pueda
basar su propio comportamiento en la Palabra de Dios. Oren también porque cada
uno tenga una actitud correcta hacia otras personas cuyos puntos de vista
respecto a estos asuntos son diferentes. Para esto definitivamente se necesita CRECER
EN CONOCIMIENTO, de la Sana Doctrina de Cristo.
Como creyentes estamos llamados a crecer en conocimiento. Este crecimiento es al igual que la fe uno de los ingredientes
necesarios para el avance en la vida espiritual. Jehová Dios nos ha
dejado mandamientos en su Palabra, Las
Sagradas Escrituras, acerca de la necesidad de crecer en conocimiento y es esto
lo que debemos hacer. También nos dice la Palabra que "El
principio de la sabiduría es el temor a Jehová".
Es
muy necesario el conocimiento, la práctica del crecimiento en conocimiento y el
resultado del conocimiento. (Proverbios 2:3-6) "Si invocas a
la inteligencia y pides que la prudencia te asista; si la buscas como si fuera
plata y la examinas como a un tesoro, entonces entenderás el temor de Jehová y
hallaras el conocimiento de Dios, porque Jehová da la sabiduría y de su boca
proceden el conocimiento y la inteligencia".
No importa lo que usted este haciendo,
es necesario que lo haga con conocimiento. El mecánico será mejor mecánico si
conoce más acerca del funcionamiento de los motores. El Medico, mientras más
conozca sobre el funcionamiento del cuerpo humano, mejor será. El cocinero
mientras más platos conozca, mejor cocinero será. Por consiguiente, el
cristiano mientras más conozca de Cristo mejor cristiano será. (1Ti 3:2-6) “2 Pero es necesario que
el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente,
decoroso, hospedador, apto para
enseñar; 3 no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias
deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; 4 que gobierne bien su
casa, que tenga a sus hijos
en sujeción con toda honestidad 5
(pues el que no sabe gobernar su
propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); 6 no un
neófito, no sea que
envaneciéndose caiga en la condenación del diablo”. Para adquirir
conocimiento en el mundo secular, naturalmente se tiene uno que entregar al
estudio continuo y profundo.
EL
CONOCIMIENTO ESTÁ DISPONIBLE: Jehová Dios, en su abundante amor nos ha
dado todo lo que necesitamos para conocer todo lo que debemos conocer.
Las
Sagradas Escrituras no contiene todo el conocimiento de Dios en ella
(Romanos 11:33-36) “33 ¡Oh
profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán
insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! 34 Porque ¿quién
entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? 35 ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? 36 Porque de Él, y por Él, y para Él, son
todas las cosas. A Él sea la gloria por los siglos. Amén”, pero sí contiene toda la revelación necesaria para el conocimiento
que necesitamos, no más.
(2
Timoteo 16-17) "Toda la escritura es inspirada por
Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, a fin de que el hombre de dios sea perfecto, enteramente preparado
para toda buena obra".
Es necesario conocer que toda la revelación
necesaria está incluida en las Sagradas Escrituras que es la Palabra de Jehová
Dios Escrita, esta debe ser la única regla de fe de todo creyente. De esta
manera evitaremos entrar en doctrinas extrañas y torcidas que llevan a la
perdición. Las nuevas revelaciones tienden a contradecir lo que ya está escrito
en la Palabra y por lo tanto crean confusión.
PREDICADOR
DE LA SANA DOCTRINA DE CRISTO: Pastor Víctor Ramón Preciado Balderrama; Mi interés es que me des la oportunidad de servirles pues me
queda muy claro que mi llamado no es de ser titular sino el de servir y que la
Sana Doctrina de Cristo corra como un río poderoso arroyando toda basura de
ignorancia. Por favor si les interesan estos materiales escríbanme pidiéndomelos a
cualquiera de los siguientes correos, y con mucho gusto y en el amor a Cristo
se los enviaré inmediatamente sin cuestionar nada y que el Espíritu Santo los dirija y los lleve por buen camino, solo
les pido en este mismo amor NO LO
VENDAN: lo recibes de gracia dalo de gracia. 52 (722) 336-1411
http://viclaly5757.blogspot.com/?spref=fb viclaly5757.blogspot.com
https://www.bible.com/es/bible/149/jhn.6.rvr1960
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