LA SANA DOCTRINA DE CRISTO ENSEÑA QUE NO ES BUENO ENOJARTE TANTO
La sociedad de estos últimos días está y vive
así, enojada con Jehová Dios, con el sistema, etc. (Mateo 5:38-48) “38
Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
39 Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a
cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; 40 y
al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale
también la capa; 41 y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una
milla, ve con él dos. 42 Al que te pida, dale; y al que
quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses. 43
Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu
enemigo. 44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos,
bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os
aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os
persiguen; 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que
está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos,
y que hace llover sobre justos e injustos. 46 Porque si
amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo
los publicanos? 47 Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué
hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? 48 Sed, pues,
vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”.
Muchas de estas cosas y creo también que todas
ocurren por falta de dominio propio y equilibrio interior. (Col. 3:8,9) “8
Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo,
malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. 9 No mintáis
los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos”. (2
Ti. 1:7) “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de
amor y de dominio propio”.
La Falta de amor propio, la cual hace penosa la
convivencia familiar y social. También afecta la relación personal (Prov.
29:11) “El necio da rienda suelta a toda su ira, más el sabio
al fin la sosiega”. (Mt. 5:22) “Pero yo os digo que cualquiera que
se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera
que diga: Necio, a su hermano, será
culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo,
quedará expuesto al infierno de fuego”. (Ef. 4:26,27) “26 Airaos,
pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis
lugar al diablo”. (Prov. 15:18) “El hombre iracundo promueve
contiendas; Mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla”.
EL ENOJO PUEDE SER:
PASAJERO: Es aquel al cual no le dejamos reposar en nuestro corazón, pues el enojo
puede provocar no sólo amargura, sino también odio y rencor
y hasta venganza.
INSISTENTE: Es aquel que le abre las puertas al diablo. En las
Sagradas Escrituras (Ef. 4:26) dice: “…airaos, pero no pequéis…”.
No dejemos que nuestro enojo descanse en nuestro corazón, antes de que se ponga
el sol debemos desechar toda malicia de nuestro ser. por esto una
persona que deja obrar al enojo, puede tener problemas para perdonar
y para pedir perdón. Es natural que en una situación difícil el
humano sienta ira, pero hay que controlar esa actitud antes de que sea
pecado (Sal. 37:8) “Deja la ira, y desecha el enojo; No te
excites en manera alguna a hacer lo malo”. (2 Timoteo 2:24-26) “24
Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos,
apto para enseñar, sufrido; 25 que con mansedumbre corrija a los que se
oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la
verdad, 26 y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a
voluntad de él”. El enojo nos hace perder la paz con Jehová Dios,
es muy obvio que cuando vayamos a orar no podamos entrar en la presencia de
nuestro Padre Celestial, pues el enojo es una barrera que nos impide
tener paz y comunión espiritual con Él. Sabemos que la ira
excita e ínsita al hombre a hacer lo malo y también nos puede llevar a
aborrecer al prójimo. La amargura se degenera en enojo porque
provoca mal humor, desánimo, y nos hace responder muchas veces
con PALABRAS ÁSPERAS. Dice la palabra que los necios dan rienda suelta
a toda su ira ¿por qué?: porque no tienen dominio propio, actúan según la
carne, en cambio los sabios al fin la sosiegan (Prov. 29:11) “El
necio da rienda suelta a toda su ira, Mas el sabio al fin la sosiega”. No
seamos necios, seamos espirituales y busquemos esa templanza que Jehová Dios,
nuestro Padre celestial da.
Es muy importante NO justificar y rusticar el enojo diciendo: Así soy yo. No puedo con mi genio (Fil. 4:13) “Todo lo puedo
en Cristo que me fortalece”. Dios me usa así tal como soy. Dios
ya me va a cambiar; Recordemos que dejar la vieja vida es totalmente
voluntario, y cuando en nuestras fuerzas no podemos, entonces Jehová Dios
si puede porque para Él no hay nada imposible y esperamos que Jehová Dios
nos cambie, pero hay un esfuerzo en nosotros para poder morir a
nuestras pasiones y deseos.
La actitud del enojo agrede, ataca, insulta, discute, maltrata, estalla y
por sobre todas las cosas atenta contra el amor al prójimo. (Jonás 4:1-11)
“1 Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó.
2 Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía
estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo
que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte,
y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal.
3 Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque
mejor me es la muerte que la vida. 4 Y Jehová le dijo:
¿Haces tú bien en enojarte tanto? 5 Y salió Jonás de la ciudad,
y acampó hacia el oriente de la ciudad, y se hizo allí una enramada, y se sentó
debajo de ella a la sombra, hasta ver qué acontecería en la ciudad. 6 Y preparó
Jehová Dios una calabacera, la cual creció sobre Jonás para que hiciese
sombra sobre su cabeza, y le librase de su malestar; y Jonás
se alegró grandemente por la calabacera. 7 Pero al venir el alba
del día siguiente, Dios preparó un gusano, el cual hirió la calabacera, y
se secó. 8 Y aconteció que, al salir el sol, preparó Dios un
recio viento solano, y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se
desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo: Mejor
sería para mí la muerte que la vida. 9 Entonces dijo Dios
a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió:
Mucho me enojo, hasta la muerte. 10 Y dijo
Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la
cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en
espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció.
11 ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad
donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre
su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?”.
Existe un gran poder de parte del diablo, un poder dañino y su origen es el
enojo. El enojo puede hacernos perder las bendiciones espirituales que Jehová Dios
tiene para los que le buscan, pero también puede dañar nuestras relaciones con
nuestros hermanos de la iglesia, el matrimonio, las amistades, etc. Jehová
Dios desea que seamos personas perdonadoras, y Cristo es nuestro mejor ejemplo.
El Origen: El orgullo, el odio, rencor, la impiedad.
La mayoría de las veces el enojo es producto de
un pensamiento equivocado: Por ejemplo la falta de amor a Jehová Dios y
compasión por nuestro prójimo (Mateo 26:7-9) “7 vino a él una
mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre
la cabeza de él, estando sentado a la mesa. 8 Al ver esto, los
discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué este desperdicio? 9
Porque esto podía haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres”.
POR CELOS Y ENVIDIAS: (Lucas 13:10-15) “10 Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de
reposo; 11 y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años
tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna
manera se podía enderezar. 12 Cuando Jesús la vio, la llamó y le
dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. 13 Y puso las manos sobre
ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios. 14 Pero el
principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el
día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe
trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo.15 Entonces
el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno
de vosotros ¿no desata en el día de reposo su buey o su asno del
pesebre y lo lleva a beber?
(Lucas 15:27-29) “27 Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha
hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. 28 Entonces
se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y
le rogaba que entrase. 29 Mas él, respondiendo, dijo al padre: He
aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca
me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos”. El orgullo
POR ORGULLO: (2 Reyes 5:10-12) “10 Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo:
Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará,
y serás limpio. 11 Y Naamán se fue enojado, diciendo:
He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando
en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y
tocará el lugar, y sanará la lepra. 12 Abana y Farfar, ríos de
Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en
ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado”.
POR EGOÍSMO O VANAGLORIA: (Mateo 20:20-24) “20 Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos(Jacobo
y Juan), postrándose ante él y pidiéndole algo. 21 Él
le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten
estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu
izquierda. 22 Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis
lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser
bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron:
Podemos. 23 Él les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis,
y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros
a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a
aquellos para quienes está preparado por mi Padre. 24 Cuando los
diez oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos”.
EL ENOJO EN EL MATRIMONIO Y EN EL HOGAR:
EL ENOJO EN EL MATRIMONIO: Podríamos
decir que es casi inevitable. Dos personas de distintos caracteres
viviendo bajo un mismo techo pueden tener, por no decir "tienen o tendrán”
diferencias. Esto es completamente
normal. Con la armonía del Espíritu Santo y un hogar fundado sobre las Sagradas
Escrituras que es nuestro manual se pueden evitar enojos dañinos en las
relaciones matrimoniales.
EL ENOJO DESCONTROLADO ES PECADO: El que las
diferencias crezcan a tal grado o magnitud que el enojo nos haga decir o
actuar de manera irracional; (tirando cosas el uno al otro y el decir malas
palabras el uno al otro) y no cristianamente puede destruir el matrimonio, y
la relación con Jehová Dios. En un hogar donde no hay completa
sumisión a Dios y a su Palabra, donde el marido no es un hombre de
Dios, y donde la esposa no reconoce su lugar de ayuda idónea, se puede
convertir en un campo de batalla donde pronto satanás tomará lugar.
EL NO DAR LUGAR AL DIABLO: El diablo se
encargará de crear cualquier situación pequeña en algo que cualquiera de los
dos en la pareja utilice para comenzar una discusión o un altercado. Celos,
intolerancia, y falta de comprensión de cualquiera de los dos en la pareja
podrá ser lo que el diablo presente para traer el enojo.
EL AMOR EN LA PAREJA: El amor a Jehová Dios hará crecer el amor
mutuo en la pareja. El matrimonio debe de ser como un niño y aprender a
perdonarse prontamente cualquier falta u ofensa antes que se haga más grande y
el diablo tome lugar. Los enojos y discusiones se deben de evitar lo más
posible en la pareja. Las Sagradas Escrituras nos dice "Ni deis
lugar al diablo". (Proverbios 21:19) “Mejor es morar en tierra
desierta que con la mujer rencillosa e iracunda”. (Proverbios 15:18) “El
hombre iracundo promueve contiendas; Mas el que tarda en airarse apacigua
la rencilla”. (Proverbios 29:22,23) “22 El hombre
iracundo levanta contiendas, y el furioso muchas veces peca.
23 La soberbia del hombre le abate; Pero al humilde de
espíritu sustenta la honra”.
LA RELACIÓN CON LOS HIJOS: La relación
con los hijos debe ser una de amor y comprensión, evitando la ira excesiva, el
enojo y la contienda. Las Sagradas Escrituras dicen que los padres
deben educar a los hijos en el temor de Dios y no provocarlos a ira. (Efesios
6:4) “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos,
sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”.
DETERMINA Y DEMUESTRA NUESTRA RELACIÓN CON DIOS: Nuestra relación en el hogar con nuestra pareja determina y nuestra
relación con Jehová Dios y con los hermanos de la Iglesia, seamos culpables o
no. De igual manera, nuestra
relación con Dios determina nuestra relación con nuestra pareja y con nuestro
prójimo, y lo que es aún más importante es que nuestra relación con nuestros
semejantes “demuestra” y da evidencias de la relación que tenemos con
Dios. Recordemos que Cristo dijo “por sus frutos los conoceréis”
y por medio de Pablo nos dice que el fruto del Espíritu es: (Gálatas 5:22,23)
“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,
fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”.
el enojo entre los hermanos causa de división: El enojo contra los hermanos o contra el Pastor, es en muchas ocasiones
causa de división en la iglesia. Gente que, aunque tenga mucho tiempo en la
iglesia, se enojan y causan división son gentes que no se dejan usar por
Dios, sino por el diablo. Muchos se enojan porque las
cosas no son como ellos piensan que deben ser. Hay quienes a todo lo que
se hace le encuentran faltas, siempre se quejan y se enojan,
como dice el dicho no hacen ni dejan hacer. Con su conducta "insoportable"
crean mal ambiente para los servidores y los demás hermanos. Siembran
cizaña y vientos contrarios, en vez de edificar, destruyen.
CAUSA DE FRACASO Y ESTORBO EN NUESTRA RELACIÓN CON DIOS. En las Sagradas
Escrituras nos enseña que debemos de mantener nuestras cuentas claras con todos.
Especialmente nuestros hermanos. Jehová Dios no puede perdonar a nadie
que no haya perdonado a su hermano, y aun también a su enemigo.
Jesús dijo: (Mateo 5: 21-24) “21 Oísteis
que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable
de juicio. 22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra
su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que
diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le
diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. 23 Por tanto,
si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo
contra ti, 24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y
anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda”.
El no tener las cuentas claras con nuestros semejantes nos puede impedir el que
Dios acepte nuestra ofrenda. (Adoración, Oración, Alabanza, Cántico,
Predicación, Enseñanza, Profecía, Ministerio, Etc.) El enojo nos puede
cegar de tal manera, que no veamos lo que Jehová Dios quiere hacer con
nosotros. Naamán se enojó en tal manera
que no podía ver lo que Jehová Dios quería hacer en su vida. (2 Reyes 5:11)
“Y Naamán se fue enojado, diciendo:
He aquí yo decía para mí: Saldrá
él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su
mano y tocará el lugar, y sanará la lepra”. El hermano mayor del hijo
pródigo, se enojó y no pudo ver la bendición de tener a su hermano perdido de
vuelta en casa. Él pensaba que se merecía más que el otro. Se
creía superior, mejor a su hermano. Su celo, lo
llevó al enojo y la falta de comprensión. (Lucas 15:28) “Entonces
se enojó, y no quería entrar.
Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase”. Jehová Dios
busca hombres y mujeres que no sean iracundos: (1Timoteo
2:8) “Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos
santas, sin ira ni contienda”. Aun cuando Dios diseñó los
requisitos para aquellos que serían servidores espirituales de la iglesia,
Él señalo que quería hombres no iracundos. Porque es necesario
que: (Tito 1:7-9) “7 Porque es necesario que el obispo sea irreprensible,
como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al
vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, 8 sino
hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, 9
retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar
con Sana Enseñanza y convencer a los que contradicen”.
COMO SIERVOS DE DIOS, estamos llamados a mantenernos lejos del que se
enoja fácil y del iracundo. (Proverbios 22:24,25) “No te entremetas con
el iracundo, Ni te acompañes con el hombre de enojos, 25 No
sea que aprendas sus maneras, y tomes lazo para tu alma”,
pero no debemos guardar rencor ni sentir ira ni enojo aun contra los que nos
hacen mal. Meditemos las palabras de Jesús: (Mateo 5:44-45) “44 Pero yo
os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a
los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45 para
que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y
que hace llover sobre justos e injustos”.
JEHOVÁ DIOS PERDONA SI PERDONAMOS: Dios perdonará
nuestras ofensas de acuerdo como nosotros perdonamos a los que nos deben.
Cuando Jesús enseñó a orar a los discípulos les enseñó diciendo: (Mat 6:12)
“Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros
deudores”. La falta de perdón afecta nuestra comunión con Dios y dificulta
que nuestras oraciones sean contestadas.
(Hebreos 12:14-16) “14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la
cual nadie verá al Señor. 15 Mirad bien, no sea que alguno deje de
alcanzar la gracia de Dios; que, brotando alguna raíz de amargura,
os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; 16 no sea que haya
algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su
primogenitura”.
¿PUEDO COMO CRISTIANO ENOJARME? El Cristiano está llamado a evitar
toda clase de enojo (Efesios 4:31) “Quítense de
vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería
y maledicencia, y toda malicia”, pero si nos enojamos, debemos de
evitar el pecar con nuestra actuación y debemos de no dar lugar al diablo sobre
todas las cosas. (Efesios 4:26,27) “26 Airaos, pero no pequéis; no se
ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al diablo”. Significa
estar en todo tiempo consciente de nosotros mismos y de nuestro llamado a una
vida santa y espiritual, no haciendo nada indebido lo cual pueda poner
nuestra relación espiritual en peligro.
En las Sagradas Escrituras nos habla acerca de
ser como un niño para poder entrar al reino de los cielos. Debemos perdonar
nuestras ofensas los unos a los otros. El enojo es contrario a la paz. Y a paz
nos llamó Jehová Dios con todos los hombres. (Romanos 12:18) "Si es
posible en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres".
"NI DEIS LUGAR AL DIABLO": El no dar lugar al
diablo significa el no permitir que nuestro enojo sea tan grande que demos
lugar al diablo en nuestra vida y "que nos use" para
hacer daño a nosotros mismos o aquellos que nos rodean.
BUSCAD LA PAZ CON TODOS: El enojo
descontrolado es un comportamiento contrario a la Palabra de Dios y su
requisito de que vivamos en paz, armonía, el amor, el sometimiento y dominio
propio.
VERSÍCULOS QUE NOS HABLAN DEL ENOJO:
(Proverbios 11:23) “El deseo de los justos es solamente el bien; Mas
la esperanza de los impíos es el enojo”.
(Proverbios 14:17) “El que fácilmente se enoja hará locuras; Y el
hombre perverso será aborrecido”.
(Proverbios 22:14) “Fosa profunda es la boca de la mujer extraña; Aquel
contra el cual Jehová estuviere airado caerá en ella”.
(Proverbios 22:24,25) “24 No te entremetas con el iracundo, Ni te
acompañes con el hombre de enojos, 25 No sea que aprendas sus maneras, Y
tomes lazo para tu alma”.
(Eclesiastés 7:9) “No te apresures en tu espíritu a enojarte;
porque el enojo reposa en el seno de los necios”.
EL ENOJO DE DIOS ES JUSTO. El único que tiene razón JUSTA para enojarse
es Dios. Porque su enojo es un enojo justo. Nuestro enojo si
es justo entonces es un enojo que edifica y produce buenos resultados. Pero el
enojo del hombre es mayormente dañino. Dios vive enojado con el pecador (porque
no le busca), y con el desobediente.
Dios estuvo enojado con el pueblo de Israel a causa de su deslealtad y
su desobediencia, pero, aun así, Dios es lento para el Enojo y grande en
misericordia. (Salmos 78:58) “Le enojaron con sus lugares altos, y le
provocaron a celo con sus imágenes de talla”.
(Isaías 57:15-17) “15 Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita
la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad,
y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los
humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. 16 Porque no
contenderé para siempre, ni para siempre me enojaré; pues decaería ante mí el
espíritu, y las almas que yo he creado. 17 Por la iniquidad de su
codicia me enojé, y le herí, escondí mi rostro y me indigné; y él siguió
rebelde por el camino de su corazón”.
(Salmos 103:8-10) “8 Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para
la ira, y grande en misericordia. 9 No contenderá para siempre, Ni para
siempre guardará el enojo. 10 No ha hecho con nosotros conforme a
nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados”.
LA IRA DE DIOS Llegará un día cuando Dios ejercerá su ira sin misericordia. Ese día es conocido en las Sagradas Escrituras como el día del Señor o
el día de la gran ira de Dios. Dios
ejecutará su ira sobre todos aquellos pueblos y naciones que le han rechazado y
los que continúan en pecado: (Salmos 110:4-6) “4 Juró Jehová, y no se
arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre Según el orden de Melquisedec. 5
El Señor está a tu diestra; Quebrantará a los reyes en el día de su ira. 6
Juzgará entre las naciones, Las llenará de cadáveres; Quebrantará las cabezas
en muchas tierras”.
(Romanos 2:4,5) “4 ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad,
paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al
arrepentimiento? 5 Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras
para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo
juicio de Dios, 6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras”.
(Apocalipsis 6:12-) “12 Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo
un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se
volvió toda como sangre; 13 y las estrellas del cielo cayeron sobre la
tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte
viento. 14 Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla;(7)
y todo monte y toda isla se removió de su lugar. 15 Y los reyes de la
tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y
todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; 16
y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del
rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero;17
porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?”.
¿CUÁL DEBE SER NUESTRO COMPORTAMIENTO? Aunque haya momentos
cuando pensemos que tenemos razón para estar enojados y quizás hasta sintamos algún tipo de “IRA SANTA” como
dicen muchos por el celo de Dios que hay en nosotros, lo cierto es que la
Sana Doctrina de Cristo en las Sagradas Escrituras nos ordena a que quitemos el
enojo de nuestra vida (Efesios 4:29) “Ninguna
palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la
necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”. En la historia de Jonás se nos dice que el
se enojó con Dios porque Nínive fue perdonado, pero Jehová
Dios le demostró que no debía estar enojado y que debía tener
misericordia por las almas perdidas de aquella ciudad entre las
cuales se encontraban lo que consideramos era una multitud de niños que
“Que no sabían discernir entre su mano derecha y su izquierda”. Nuestro
sentir debe ser el mismo.
EL ENOJO DEMUESTRA QUE HAY FALTA DE MISERICORDIA y comprensión hacia nuestro prójimo (nuestro semejante) y aun
indica la existencia de orgullo, soberbia y falta de agradecimiento hacia Jehová
Dios en aquel (o aquella) que se enoja. El enojo es falta de compasión y piedad y
adicionalmente a esto, muestra falta de madurez tanto
emocional como espiritual en la persona. Debemos de crecer en Jesucristo y tomar
ejemplo de nuestro Padre celestial.
Tal como es Jesucristo es así también debemos ser
nosotros, (Romanos 12:18) “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros,
estad en paz con todos los hombres”. Porque nuestro Padre Celestial es: (Salmos
86:15) “Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y
grande en misericordia y verdad”.
PREDICADOR
DE LA SANA DOCTRINA DE CRISTO: Pastor Víctor Ramón Preciado Balderrama; Mi interés es que me des la oportunidad de servirles pues me
queda muy claro que mi llamado no es de ser titular sino el de servir y que la
Sana Doctrina de Cristo corra como un río poderoso arroyando toda basura de
ignorancia. Por favor si les interesan estos materiales escríbanme pidiéndomelos a
cualquiera de los siguientes correos, y con mucho gusto y en el amor a Cristo
se los enviaré inmediatamente sin cuestionar nada y que el Espíritu Santo los dirija y los lleve por buen camino, solo
les pido en este mismo amor NO LO
VENDAN: lo recibes de gracia dalo de gracia. 52 (722) 336-1411
http://viclaly5757.blogspot.com/?spref=fb viclaly5757.blogspot.com
https://www.bible.com/es/bible/149/jhn.6.rvr1960
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